martes, 11 de abril de 2023

Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 8 (parte 1 de 2)

El Jesús Pre-Encarnado

Por Dr. David R. Reagan

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Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro . . . [cuando] se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza . . . [y] lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! . . . — Éxodo 3:1-2, 4.

Si Jesús verdaderamente era Dios hecho carne, entonces era un ser eterno — y eso plantea la cuestión de Su existencia pre-encarnada antes de que Él se hiciera carne.

¿Hay alguna mención de Jesús en las Escrituras antes de que naciera en Belén? La respuesta sorprendente para muchas personas es, sí, hay muchas referencias a Jesús y a las apariciones de Él aquí en esta tierra antes de Su encarnación.

Hace varios años, recibí una carta de un hombre de Champaign, Illinois, en la que me hacía una serie de preguntas muy interesantes acerca de Jesús antes de encarnarse. Desde entonces, un número de otras personas me han contactado con una variedad de preguntas sobre el mismo tema. A continuación se enumeran las preguntas y mis respuestas a ellas.

Preguntas y respuestas

Pregunta: ¿Qué evidencia bíblica hay de que Jesús existió antes de su encarnación?

Respuesta: En el primer capítulo del Evangelio de Juan, se nos dice que: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios . . . y el Verbo se hizo carne . . .” (Juan 1-4,14). Si el Verbo estaba con Dios antes de que se hiciera carne, entonces obviamente existía antes de Su encarnación.

En Salmos 110:1, David escribió: “El SEÑOR [Yahvé] dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies’”. Dios luego agrega otra promesa de que a aquel a quien Él llama Señor se le concederá “un poderoso cetro desde Sion”, que le permitirá gobernar sobre Sus enemigos (Salmo 110:2).

Aquí tenemos a Yahvé, el Padre, hablándole a otro individuo a quien llama “Señor”. Y Él le hace a esta persona exactamente la misma promesa que se le hace al Mesías en Salmos 2:6-8 y Daniel 7:13-14 — es decir, que un día gobernará sobre todas las naciones del mundo. Esto, por lo tanto, tiene que ser Dios el Padre hablando a Jesús antes de Su encarnación.

Pero realmente no tenemos que adivinar de quién está hablando David en el Salmo 110, porque este Salmo se cita directa o indirectamente en 22 versículos del Nuevo Testamento, y cada vez se aplica al Mesías. En una ocasión, cuando Jesús fue confrontado por los fariseos, les preguntó de quién estaba hablando David en este Salmo. Ellos respondieron: “El hijo de David”. Jesús respondió, preguntando: “¿Pues cómo David en el Espíritu le llama ‘Señor’?”. Se quedaron sin palabras. Jesús luego agregó: “Pues si David le llama ‘Señor’, ¿cómo es su hijo?” (Mateo 22:41-46).

Jesús mismo enfatizó su pre-existencia. Les dijo a Sus discípulos que había venido del Cielo (Juan 6:62). Les dijo a los líderes espirituales judíos que “antes de que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Esta afirmación, que Él existía antes de Abraham, enfureció a los líderes judíos, y trataron de apedrearlo, porque reconocieron que Él estaba afirmando ser Dios.

Estas afirmaciones de Jesús de ser Dios encarnado, cumplieron las profecías acerca del Mesías contenidas en las Escrituras hebreas. Mientras profetizaba que el Mesías nacería en Belén, Miqueas también declaró que Aquel nacido allí sería de naturaleza eterna (Miqueas 5:2). E Isaías, hablando del Mesías prometido, dijo que Él sería el “Dios Fuerte [y] Padre Eterno” (Isaías 9:6).

Pregunta: ¿Hizo Jesús apariciones antes de Su encarnación?

Respuesta: Definitivamente. Un buen ejemplo se encuentra en Isaías 6. El rey Uzías, quien había reinado durante 52 años en Judá, acababa de morir, e Isaías, quien probablemente era sólo un adolescente en ese momento, fue al templo para llorar la muerte del rey.

Isaías fue sorprendido por una visión en la que vio al Señor — el Rey de reyes — “sentado sobre un trono alto y sublime” (Isaías 6:1). En Juan 12:41, se nos dice que lo que Isaías vio fue a Jesús en “su Gloria” — la gloria que tenía antes de encarnarse (Filipenses 2:5-8).

Otro ejemplo se puede encontrar en Génesis 18 donde Abraham experimenta una visita de tres extraños que de repente aparecen y le informan que su esposa, Sara, va a dar a luz a un hijo (Génesis 18: 1-15). Uno de los hombres es identificado como "el Señor" (Génesis 18:13-14). Los otros dos eran probablemente ángeles que lo acompañaban.

Josué experimentó una visita similar de una persona misteriosa que apareció de la nada (Josué 5:13-15). El hombre se identificó como el capitán de las huestes del Señor. Josué cayó sobre su rostro y adoró a esta persona, y cuando lo hizo, se le dijo que se quitara los zapatos porque el suelo a su alrededor era santo. Josué estaba obviamente en presencia de la deidad. Por el contrario, cuando el apóstol Juan intentó adorar a un simple ángel, se le prohibió expresamente hacerlo (Apocalipsis 22:8-9).

Pregunta: He oído que “el Ángel del Señor”, de quien a menudo se hace referencia en el Antiguo Testamento, era realmente Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. ¿Es esto cierto?

Respuesta: “El Ángel del Señor” es mencionado 56 veces en 51 versículos en las Escrituras hebreas. La primera referencia se encuentra en Génesis 16:7-12, donde dice que “el Ángel del Señor” se le apareció a Hagar, mientras huía al desierto de la ira de la esposa de Abraham. El Ángel le dijo que volviera a casa, y luego le reveló que estaba embarazada y que el nombre de su hijo sería Ismael.

Un estudio de las apariciones posteriores del Ángel del Señor deja muy en claro que fueron apariciones pre-encarnadas de Jesús.

Un buen ejemplo se encuentra en Éxodo 3. Allí se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Moisés en la zarza ardiente (versículo 2). Luego se nos dice que el Ángel habló a Moisés y dijo, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (versículo 6).

En Éxodo 23 se nos dice que Dios el Padre le habló a Moisés y le dijo que iba a enviar un ángel para guiar y proteger a los hijos de Israel en el desierto. Él se refiere a este ángel como “mi Ángel” y declara que “mi nombre está en él” (Éxodo 23:20-23). Obviamente, éste no es un ángel ordinario.

Jueces 13 declara que el Ángel del Señor se le apareció a Manoa y su esposa para informarles que tendrían un hijo llamado Sansón. Cuando Manoa le preguntó al Ángel Su nombre, Él respondió, “¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?” (Jueces 13:18). Manoa entendió el punto de esta declaración inmediatamente, porque se volvió a su esposa y le dijo, “Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (Jueces 13:22).

La deidad del Ángel también es atestiguada por el hecho de que, en dos ocasiones, aceptó adoración. Cuando se les apareció a Moisés (Éxodo 3:1-5) y a Josué (Josué 5:14-15), les dijo que quitaran sus sandalias, porque estaban en un “lugar santo”.

Pregunta: Pero, ¿no podrían estas apariciones de Dios en la forma de “el Ángel del Señor” haber sido Dios el Padre mismo en lugar de Jesús?

Respuesta: No, porque hay muchos informes de personas que vieron al Ángel del Señor, y Juan 1:18 dice, “A Dios nadie le vio jamás”. El versículo luego hace un punto muy importante: “el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer [a Dios]”. Así pues, según Juan, las personas en los tiempos del Antiguo Testamento, que vieron a Dios, realmente vieron a Jesús en una forma pre-encarnada “declarando” a Dios.

Esta conclusión es confirmada por una declaración que Dios el Padre hizo a Moisés en el Monte Sinaí: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Del mismo modo, Pablo declara en 1 Timoteo 6:16 que Dios el Padre “…habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver”.

En Génesis 32, se nos dice que Jacob luchó con un “hombre” (versículo 24), que se identificó a sí mismo como Dios (versículo 28). De hecho, Jacob dice, “Vi a Dios cara a cara…” (versículo 30). Puesto que sabemos por Juan 1:18 que nadie ha visto a Dios el Padre, Jacob debe estar hablando de Jesús en una aparición pre-encarnada. Esto queda en claro en Oseas 12:3-4, donde se nos dice que el Dios-Hombre con quien Jacob luchó era “el Ángel”. En el versículo 5 Oseas identifica al Ángel como “Jehová es Dios de los ejércitos…”.

En Malaquías 3:1, en una profecía sobre la Primera Venida del Mesías, Dios el Padre es citado prometiendo enviar a Su Hijo: “He aquí, yo envío mi mensajero...”. La palabra traducida “mensajero” es la palabra hebrea, malakh, que literalmente significa “ángel”.

Una prueba más de que el Ángel del Señor era Jesús pre-encarnado, es el hecho de que el Ángel dejó de aparecer después de que Jesús se encarnó. En ese punto del tiempo, el ángel Gabriel asumió la responsabilidad de servir a Dios como el principal mensajero de Dios.

Pregunta: El título, “el Ángel del Señor”, ¿significa que Jesús es un ángel poderoso como Gabriel o Miguel?

Respuesta: No, para nada. De hecho, se nos dice de forma rotunda que Jesús es “superior a los ángeles” (Hebreos 1:4), porque Él es el unigénito Hijo del Padre (Hebreos 1:1-5). Por lo tanto, los ángeles le adoran (Hebreos 1:6-7). 

También, los ángeles fueron creados en un punto en el tiempo (Salmos 148:1-6), mientras que Jesús ha existido eternamente (Juan 1:1-14). De hecho, la Biblia afirma que Jesús mismo fue quien creó a los ángeles (Colosenses 1:16).

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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