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miércoles, 18 de agosto de 2021

Presciencia y Predestinación/Elección – Parte 1

Capítulo 17 del libro: "¿Qué Amor es Éste?"

Por Dave Hunt 

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En las Escrituras, el significado básico de los términos predestinación y elección es el mismo: marcar de antemano para un propósito especial o bendición. ¿En base a qué? La única razón que siempre se da siempre es la presciencia. Así lo declaran tanto Pedro como Pablo: “Porque a los que antes conoció [griego: proginosko], también los predestinó [proorizo] para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo..." (Romanos 8:29); "Elegidos según [kata] la presciencia [prognosis] de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer..." (1 Pedro 1:2).

Parece que Dios predestinó ciertas bendiciones para aquellos a quienes de antemano conoció que creerían en el Evangelio y serian salvos. El Padre Celestial planeó desde la eternidad pasada una herencia para aquellos que llegarían a ser sus hijos por medio de la fe en Cristo Jesús: "Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús" (Efesios 2:7).

La elección o la predestinación nunca se refieren a la salvación, sino siempre y solamente a beneficios particulares. "Lo que debe tenerse en cuenta es el hecho que la predestinación no es Dios predeterminando en épocas pasadas quién debería ser salvo y quién no.  Las Escrituras no enseñan este punto de vista". [1]  Ironside declara: "... No hay ninguna referencia en estos cuatro versículos [los únicos cuatro que se refieren a la predestinación] al cielo o el infierno, sino a la semejanza a Cristo eventualmente. En ninguna parte de las Escrituras se nos dice que Dios predestinó a unos hombres para ser salvos y otros a ser condenados".[2]

Pervirtiendo la Predestinación

Edward Hulme dice de Calvino, “la predestinación era su dogma fundamental... 'Todo', dice Calvino, ' depende de la mera voluntad de Dios; Si algunos son condenados y otros se salvan es porque Dios ha creado a algunos para la muerte y a otros para la vida’”.[3]  Calvino declara: "Digo con Agustín, que el Señor ha creado a aquellos que, ciertamente ya sabía de antemano, iban a ir a la destrucción, y lo hizo porque así lo deseaba. Por qué quiso, no nos corresponde a nosotros preguntar…"[4]  

Otra vez, Palmer nos informa, “la primera palabra que el calvinismo sugiere a la mayoría de la gente es la predestinación; y... los otros cuatro puntos del [del TULIP] la siguen."[5]

John H. Leith escribe: "La predestinación puede tomarse como una marca especial de la teología reformada".[6]  Pink agrega, "Dios no sólo tiene el derecho de hacer lo que quiera con las criaturas que creó con sus propias manos, sino que este derecho, y en ninguna parte se ve eso con mayor claridad en su gracia predestinadora".[7]  ¿La gracia predestina a multitudes a la perdición eterna?

La predestinación (según el calvinismo) es el "decreto eterno de Dios, por el cual... algunos están predestinados a la vida eterna, y otros a la condenación eterna...".[8] Calvino reitera: "Aquellos, por tanto, a quienes Dios deja de lado, son reprobados, y esto por ninguna otra causa, sino porque se complace en excluirlos de la herencia que predestina para sus hijos...".[9]  ¡Es una difamación del carácter de Dios decir que a Él le agrada condenar a miles de millones! Sin embargo, esta desagradable doctrina  es el resultado inevitable de la visión extrema del calvinismo acerca de la soberanía.

El calvinista “enfatiza sus doctrinas de elección y predestinación en todos los textos bíblicos concebibles”.[10]  Vance continúa diciendo:

Clark afirma que "Isaías tiene unas dos docenas de versículos que se relacionan de manera bastante directa con la doctrina de la predestinación". 11 [Sin embargo] la palabra no aparece en Isaías ni en ningún otro lugar del Antiguo Testamento. Custance es aún más audaz: "Volviendo más específicamente al asunto de la Elección para la salvación, considere lo siguiente". 12 Luego sigue una lista de doce pasajes del Antiguo Testamento en los que no se menciona la elección y la salvación ni siquiera está a la vista.13 Volviendo ahora al Nuevo Testamento, encontramos lo mismo. Boettner declara audazmente: “Difícilmente hay un capítulo en el Evangelio de Juan que no mencione ni implique elección o reprobación.14 Pero, incluso después de una declaración como ésa, no dio ningún versículo. Al responder la pregunta, "Me gustaría que enumerara las Escrituras que enseñan que Dios eligió a las personas para la salvación antes de que comenzara el mundo", un bautista de la Gracia Soberana enumera seis escrituras donde la elección ni siquiera se menciona.15

El Papel de la Predestinación en el Calvinismo

Calvino siempre limita la misericordia y el amor de Dios a los elegidos. Como dice un experto islámico de ese sistema religioso: "La voluntad divina es irresistible y ha decretado en cada detalle el curso completo del universo que Él gobierna, y el destino en cada momento de cada criatura... Su dogma de la predestinación y del destino... no deja lugar para el  libre albedrío humano... "[16] Así ocurre con el calvinismo.

Horsch comenta, "Según la enseñanza de Agustín, la historia de la humanidad sería, desde un punto de vista religioso y espiritual, poco más que un espectáculo de marionetas...".[17] R. C. Sproul escribe: "Dios decreta todo lo que sucede... Dios deseaba que el hombre cayera en pecado...Dios creó el pecado".[18] Sheldon  está de acuerdo: "El esquema agustiniano... lo representa a Él[Dios] como quien preordenó que la caída debería implicar, más allá de toda posibilidad de rescate, la ruina eterna y la condenación de la mayor parte de la raza...".[19]  Sin ninguna vergüenza ni remordimiento aparentes, Palmer explica que, por la enseñanza sobre la predestinación en los Institutos de Calvino, y repetida por la mayoría de calvinistas hasta el día de hoy, Dios es el autor de todo y, por lo tanto, incluso de todo pecado:

Pre-ordenación significa el plan soberano de Dios, mediante el cual decide todo lo que sucederá en todo el universo. Nada en este mundo sucede por casualidad. Dios está detrás de todo. Él decide y hace que sucedan todas las cosas que suceden... Él ha preordenado todo "según el designio de su voluntad" (Efesios 1:11): el movimiento de un dedo, el latido de un corazón, la risa de una niña, el error de un mecanógrafo — incluso el pecado.[20]

No es de extrañar que Susana Wesley le escribiera a su hijo Juan: "la doctrina de la predestinación, sostenida por los rígidos calvinistas, es muy chocante y debería ser absolutamente aborrecida, porque acusa al Dios Santísimo de ser el autor del pecado".[21]  Esta abominable doctrina no es bíblica, sino que es una invención humana. Los cinco puntos del calvinismo requieren una soberanía que no permite al hombre el libre albedrío, por lo que necesita que Dios sea el predestinador y la causa efectiva de todo.

En consecuencia, la humanidad podría culpar a Dios por todo, y los calvinistas deberían reconocer ese hecho. En un artículo publicado en la revista Christianity Today como parte de la “serie ocasional sobre renovación doctrinal, patrocinada por una subvención del Lilly Endowment Inc.,”  dos estudiantes de Maestría en Divinidades del Seminario Teológico de Princeton, relataron la alegría de su conversión al calvinismo: "Culpar a Dios  por todo ha sido una alegría tal que decidimos que lo menos que podíamos hacer... es decirle al mundo cómo llegamos hasta aquí".[22]  

Una vez más, Calvino se ve cubierto por la larga sombra de Agustín. Paul K. Jewett llama a Agustín "el primer Predestinario original". [23] Sobre la doctrina central del calvinismo de la salvación por medio de la gracia Irresistible y la Elección Incondicional, Loraine Boettner declara: "Esta verdad cardinal del cristianismo fue vista claramente por primera vez por Agustín".[24]  De ese gran "santo" católico (otra falacia: porque en la Biblia, todos los creyentes son santos), John Horsch comentó:

Agustín... fue conducido, por especulación teológica, a la creencia en la predestinación [que] Dios, en su misericordia elige y predestina a algunos para vida eterna... Del resto de la humanidad... Dios retiene su gracia y los condena incluso si mueren en la infancia...[25]

Esta repugnante doctrina de castigar a los niños inocentes se burla de las palabras de Cristo, "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis: porque de los tales es el Reino de Dios" (Marcos 10:14).


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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jueves, 2 de julio de 2020

¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?


Pregunta: "¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?"

Respuesta: La premisa del Movimiento de la Raíces Hebreas es la creencia de que la Iglesia se ha desviado muchísimo de las verdaderas enseñanzas y de los conceptos hebreos de la Biblia. El movimiento afirma que el cristianismo ha sido adoctrinado con la cultura y las creencias de la filosofía griega y romana y que, en última instancia, el cristianismo bíblico que se enseña en las iglesias de hoy, se ha corrompido con una imitación pagana de los evangelios del Nuevo Testamento.

Los de las creencias de las Raíces Hebreas se aferran a la enseñanza de que la muerte de Cristo en la cruz no puso fin al Pacto Mosaico, sino que, por el contrario, lo renovó, amplió su mensaje, y lo escribió en los corazones de Sus verdaderos seguidores. Ellos enseñan que la comprensión del Nuevo Testamento puede venir sólo desde una perspectiva hebrea y que las enseñanzas del apóstol Pablo no se entienden claramente o no se enseñan de manera correcta por los pastores de las iglesias cristianas de hoy. Muchos afirman la existencia de un Nuevo Testamento en un lenguaje hebreo original y, en algunos casos, denigran el actual texto del Nuevo Testamento escrito en griego. Esto se convierte en un sutil ataque a la fiabilidad del texto de nuestra Biblia. Si el texto griego no es confiable y ha sido pervertido, como algunos lo han afirmado a manera de acusación, entonces la Iglesia ya no tiene un estándar de verdad.

Aunque hay numerosas y variadas asambleas de Raíces Hebreas, con variaciones en sus enseñanzas, todas ellas se adhieren a un énfasis común, que es el de recuperar el judaísmo "original" del cristianismo. Su hipótesis es que la Iglesia ha perdido sus raíces judías y no es consciente de que Jesús y Sus discípulos eran judíos que vivían en obediencia a la Torá. En la mayoría de los casos, quienes participan defienden la necesidad de que cada creyente debe vivir una vida de observancia a la Torá. Esto significa que las ordenanzas del Pacto Mosaico deben ser un tema central en el estilo de vida de los creyentes de hoy, como lo fue para los judíos de Israel en el Antiguo Testamento. El guardar la Torá incluye el guardar el día de reposo en el séptimo día de la semana (sábado), celebrar las fiestas judías y los festivales, mantener las leyes alimenticias, evitar el "paganismo" del cristianismo (Navidad, Semana Santa, etc.), y aprender a entender las Escrituras desde un punto de vista hebreo. Ellos enseñan que los cristianos gentiles han sido injertados en Israel, y ésta es una razón por la que cada creyente nacido de nuevo en Jesús el Mesías, debe participar en estas celebraciones. Se dice que hay que hacer esto no como el resultado de una esclavitud legalista, sino que debe salir de un corazón de amor y obediencia. Sin embargo, enseñan que para vivir una vida que agrade a Dios, hay que seguir la Torá y ésta debe ser parte de la vida.

Javier Palacios, uno de los exponentes de este movimiento en México.

Las asambleas de las Raíces Hebreas en su mayoría están compuestas por gentiles, incluidos los rabinos gentiles. Usualmente prefieren ser identificados como "cristianos mesiánicos". Muchos han llegado a la conclusión de que Dios los ha "llamado" a ser judíos y han aceptado la posición teológica de que la Torá (la ley del Antiguo Testamento) es igualmente obligatoria para gentiles y judíos por igual. Suelen llevar accesorios de vestimenta tradicional judía, practican la danza davídica, e incorporan frases y nombres hebreos en sus escritos y conversaciones. La mayoría rechaza el uso del nombre "Jesús" y lo cambia por Yeshúa o YHWH, alegando que éstos son los "verdaderos" nombres que Dios desea para Sí mismo. En la mayoría de los casos, colocan la Torá como la enseñanza fundamental para la Iglesia, lo cual provoca la degradación del Nuevo Testamento, haciendo que éste se torne secundario en importancia y que sólo se debe entender a la luz del Antiguo Testamento. La idea de que el Nuevo Testamento es defectuoso y que es importante sólo a la luz del Antiguo Testamento, también ha puesto en peligro la doctrina de la Trinidad y ha sido atacada por muchos defensores de las creencias de las Raíces Hebreas.

A diferencia de lo que afirma el Movimiento de las Raíces Hebreas, las enseñanzas del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento son perfectamente claras y se explican por sí mismas. Colosenses 2:16-17 dice, "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo". Romanos 14:5 dice, "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente". La Biblia indica claramente que estos temas son un asunto de elección personal. Estos versículos y muchos otros dan una clara evidencia de que las leyes y ordenanzas del Pacto Mosaico han terminado. Seguir enseñando que el Antiguo Pacto está todavía vigente a pesar de lo que el Nuevo Testamento enseña, o torcer el Nuevo Testamento para estar de acuerdo con las creencias de las Raíces Hebreas, es una falsa enseñanza.

Hay aspectos de las enseñanzas de la Raíces Hebreas que sin duda pueden ser beneficiosos. Explorar la cultura y la perspectiva judía, dentro de las cuales se escribió la mayoría de la Biblia, abre y enriquece nuestra comprensión de las Escrituras, añadiendo discernimiento y profundidad a muchos pasajes bíblicos, parábolas y expresiones. No hay nada malo con que los gentiles y judíos se reúnan para celebrar las fiestas y disfrutar de un estilo de adoración mesiánica. El tomar parte en estos eventos y aprender la forma en que los judíos entendieron las enseñanzas de nuestro Señor, puede ser una herramienta, lo que nos da una mayor eficacia para alcanzar a los incrédulos judíos con el Evangelio. Es bueno que los gentiles, en el cuerpo del Mesías, se identifiquen en nuestra comunión con Israel. Sin embargo, el identificarse con Israel es completamente distinto a identificarse "como" Israel.

Liliana Hunter, otra reconocida defensora del herético Movimiento de las Raíces Hebreas

La influencia de este movimiento está entrando en nuestras iglesias y seminarios. Es peligroso en su insinuación de que el guardar la ley del Antiguo Pacto es caminar por un "camino superior" y que es la única manera de agradar a Dios y recibir Sus bendiciones. En ningún lugar de la Biblia encontramos que los creyentes gentiles son instruidos a seguir la ley levítica o las costumbres judías; de hecho, se enseña lo contrario. Romanos 7:6 dice, "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra". Cristo, al guardar perfectamente cada ordenanza de la Ley Mosaica, la cumplió en su totalidad. Así como cuando un contrato se cumple cuando se efectúa el pago final de una vivienda y termina con la obligación adquirida, así también Cristo ha efectuado el pago final y ha cumplido la ley, poniéndole fin para todos nosotros.

Es Dios mismo quien ha creado un mundo de personas con distintas culturas, idiomas y tradiciones. Dios es glorificado cuando nos aceptamos mutuamente en amor y nos unimos como "uno" en Cristo Jesús. Es importante entender que no hay superioridad en haber nacido judío o gentil. Nosotros que somos seguidores de Cristo, compuestos de diferentes culturas y estilos de vida, somos valiosos y muy amados porque hemos entrado en la familia de Dios.


martes, 4 de diciembre de 2018

Redescubriendo a María

Honrando a María


"La Asunción de María" (ca. 1626), del pintor flamenco Peter Paul Rubens (1577-1640).

Hay dos cosas que siempre me han molestado acerca de María, la madre de Jesús.

En primer lugar, me han horrorizado los esfuerzos de la iglesia católica para deificarla — para convertirla en un dios.

En segundo lugar, me ha preocupado la forma en la que los protestantes la han ignorado — probablemente debido a la atención que ha recibido de los católicos. 

Los católicos niegan que la hayan hecho un dios, pero sus acciones, e incluso sus palabras, testifican lo contrario. No es del todo inusual encontrarla mencionada en la literatura católica como “corredentora”, la puerta del cielo”, “nuestra abogada”, y “mediadora”.

Además, la iglesia católica ha intentando elevar a María al estatus de deidad por medio de cuatro doctrinas no escriturales:

1) La Inmaculada Concepción de María — Proclamada por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. La mayoría de las personas, incluyendo a los católicos, piensan que esto se refiere a la milagrosa concepción de María de Jesús a través del poder del Espíritu Santo. Pero no, más bien se refiere a una creencia de que María misma nación sin pecado y que permaneció sin pecado durante toda su vida. No hay base bíblica para esta herejía. Las Escrituras enseñan que sólo Jesús nació sin pecado y permaneció así hasta el momento de Su muerte.

2) La Asunción de María — Proclamada por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. Ésta es la creencia de que María fue tomada al Cielo, en cuerpo y alma, donde fue glorificada y “exaltada por el Señor como Reina sobre todas las cosas”. La declaración del Papa no dejó en claro si esta asunción ocurrió antes o después de su muerte. De nuevo, no hay base bíblica alguna para esta doctrina.

3) La Virginidad Perpetua de María — Esta doctrina se basa en la tradición. Declara que María permaneció virgen durante toda su vida. Una vez más, no hay base bíblica para esta creencia. De hecho, las Escrituras indican lo contrario, ya que nombran a cuatro hermanos de Jesús y mencionan que Él tenía dos hermanas, que no se nombran (Marcos 6:3; Mateo 13:55-56).

4) María como Corredentora — Ésta no es una doctrina oficial de la iglesia católica, aunque ha habido muchas solicitudes de los católicos para que el Papa la declare como dogma. A pesar de que el Papa no lo ha hecho hasta la fecha, muchos de los voceros de la iglesia la tratan como corredentora, igual a Jesús, al referirse a ella como tal y alentando a los católicos a rezarle.

Los católicos a menudo se sorprenden al descubrir lo poco que se dice acerca de María en las Escrituras y cómo ellas la tratan como un ser humano y no como un dios. El pastor John MacArthur ha enfatizado este punto en sus escritos:

La Escritura en realidad tiene muy poco que decir acerca de María. No hay descripción de su apariencia física, nada acerca de su vida, sus años posteriores a la muerte de Cristo o de su propia muerte y sepultura. Y cuando ella aparece con los discípulos y otros creyentes el Día de Pentecostés, no es objeto de adoración o incluso un líder de la iglesia primitiva — es sólo una entre muchos.  Simplemente no hay ejemplos bíblicos de que alguien alguna vez le haya orado, honrado o venerado. 

Tampoco desempeña ningún papel en las presentaciones del Evangelio en el Nuevo Testamento. En el tratado teológico de Pablo llamado el libro de Romanos, lo único que dice sobre ella es que era “una descendiente de David” (Romanos 1:3). Y en sus cartas a los gálatas, en la que presenta una larga explicación del Evangelio, simplemente se refiere al hecho de que Cristo fue “nacido de mujer” (Gálatas 4:4). ¡En ninguno de los pasajes ni siquiera la menciona por su nombre!

Todo esto me recuerda algo que solía experimentar cada diciembre entre 1980 y 2002, cuando tenía un programa de radio diario de 15 minutos, que se transmitía a nivel nacional. A medida que nos acercábamos a la Navidad cada año, siempre dedicaba uno o dos programas a María, y destacaba que ella era una pecadora como todos nosotros y que, como nosotros, necesitaba un Salvador. 

¡La respuesta siempre era una avalancha de mensajes que me asignaban el área más profunda, oscura y caliente del infierno!

El hecho del asunto es que María misma se dio cuenta de que necesitaba un Salvador y proclamó esa verdad en el cántico que entonó cuando visitó a su pariente, Elizabeth. Ella comenzó con estas palabras: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lucas 1:46-47).

"La Visitación" (1502), del pintor italiano Mariotto Albertinelli (1474-1515).

La elevación de María a deidad es blasfemia. Pero tampoco es apropiado ignorarla. Debería ser usada como un modelo de rectitud en la adolescencia, para nuestros jóvenes.

La edad para contraer matrimonio en Israel en su época era de 13 años. Ella ya estaba comprometida con José cuando el ángel Gabriel se le apareció y le informó que se convertiría en la madre del Mesías. En esa cultura, el compromiso era considerado como el matrimonio, aunque el matrimonio aún no había sido consumado. Quedar embarazada durante el tiempo de espera era escandaloso y podría causar la muerte por lapidación.

María estaba plenamente consciente de todo esto. También era consciente de cómo se concibe un niño, ya que cuando el ángel le informó que quedaría embarazada, su primera respuesta fue: “¿Cómo será esto? pues no conozco varón” (Lucas 1:34). El ángel explicó que “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra...” (Lucas 1:35). Luego añadió, “porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37).

Cuando María tuvo claro que era la voluntad de Dios que ella diera a luz al Mesías, ella proclamó, “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38).

Rendirse por completo a la voluntad de Dios, sabiendo que podría causar que su esposo se divorciara de ella y que su comunidad la rechazara o incluso la apedreara a muerte, requirió mucha fe de parte de María, y deberíamos honrarla por su increíble fe. 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 8 de agosto de 2018

Libro: ¿Qué Amor es Éste? – Capítulo 5 (parte 1)

"Cristianismo" Irresistiblemente Impuesto

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Una de las estrategias más ingeniosas y efectivas de Satanás fue la de engañar al emperador Constantino con una falsa conversión. La influencia que ese evento tuvo en la historia posterior, tanto religiosa como secular, es incalculable. Los relatos difieren, pero si esto ocurrió por medio de una visión o un sueño tal como fue relatado por Eusebio y Lactancio,1 Constantino vio una "cruz" en el cielo y escuchó una “voz” que proclamaba (según algunas versiones, las palabras estaban inscritas en la cruz), "Con esta señal vencerás".  El año anterior, el dios Apolo también le había prometido la victoria.

Los edictos de tolerancia de Constantino dieron a cada hombre "el derecho a elegir su religión según los dictados de su propia conciencia y su convicción sincera, sin compulsión o interferencia del gobierno".2  Schaff  considera que la conversión de Constantino fue un avance maravilloso para el cristianismo: "La iglesia asciende al trono de los Césares bajo la bandera de la cruz y da nuevo vigor y lustre al viejo imperio de Roma".3 De hecho, esa "conversión" aceleró la corrupción de la iglesia por medio de su matrimonio con el mundo.4

¿Cómo podría un verdadero seguidor de Cristo, cuyo reino no es de este mundo y cuyos siervos no hacen guerra, proceder a librar una guerra en Su nombre? ¿Cómo podría un verdadero seguidor de Cristo, bajo la insignia de Su Cruz, proceder a conquistar con la espada? Por supuesto, los Cruzados más tarde hicieron lo mismo,  masacrando a musulmanes y judíos para retomar la "tierra santa" bajo la promesa del Papa Urbano II (igualando las promesas de Mahoma y el Corán a los musulmanes) del completo perdón de los pecados para quienes murieron en esta guerra santa (los musulmanes la llaman yihad). Las Cruzadas, por supuesto, como todas las guerras de los papas, fueron muy agustinas. ¡La ciudad de Dios tenía que ser defendida!

De Constantino a Agustín

Como Durant y otros historiadores han señalado, Constantino nunca renunció a su lealtad a los dioses paganos. Él no abolió el Altar de la Victoria en el Senado, ni las vírgenes vestales que atendían el fuego sagrado de la diosa Vesta.  El dios Sol, no Cristo, continuó siendo homenajeado en las monedas imperiales. A pesar de la "cruz" (en realidad la cruz del dios Mitras) que figuraba en sus escudos y banderas militares, Constantino tenía un medallón creado para honrar al sol por la "liberación" de Roma; y cuando prescribió un día de descanso, fue otra vez en nombre del dios Sol ("el día celebrado para la veneración del Sol")5, y no el hijo de Dios.6  Durant nos recuerda que a lo largo de su vida "cristiana", Constantino usó ritos paganos como cristianos, y continúo dependiendo de "fórmulas mágicas paganas para proteger los cultivos y curar las enfermedades".7

Que Constantino asesinara a quienes podrían haber reclamado su trono, incluyendo a su hijo Crispo, a un sobrino y a un cuñado, es un indicio más de que su "conversión" fue, como muchos historiadores coinciden, una hábil maniobra política para unir el imperio. El historiador Philip Hughes, él mismo un sacerdote católico,  nos recuerda: "en sus modales [Constantino] permaneció, hasta el final, como el pagano de sus primeros años de vida. Su temperamento furioso, la crueldad que, una vez suscitada, no perdonaba ni las vidas de su esposa e hijo. Son…un testimonio desagradable de la imperfección de su conversión".8

No pasó mucho tiempo antes de la nueva tolerancia que Constantino se encontró enfrentado con un problema que nunca había anticipado: división dentro de la iglesia cristiana, a la cual le había dado libertad. Como mencionamos en el capítulo anterior, ésta llegó a un punto crítico en África del Norte con los donatistas, quienes, preocupados por la pureza de la fe, se separaron de las iglesias oficiales del Estado, rechazaron sus ordenanzas, e insistieron en rebautizar al clero que se había arrepentido, después de haber negado la fe durante las persecuciones que surgieron cuando el Emperador Diocleciano exigió ser adorado como un dios.9  Después de muchos años de esfuerzos inútiles para restablecer la unidad a través de discusiones, debates, concilios y decretos, Constantino finalmente recurrió a la fuerza. Frend explica:

En la primavera del año 317 [Constantino] continuó con su decisión publicando un edicto "más severo" contra los donatistas, confiscando sus propiedades y exiliando a sus líderes. En el curso de cuatro años, la libertad de conciencia universal proclamada en Milán había sido derogada, y el Estado se había convertido una vez más en un perseguidor, sólo que esta vez a favor de la ortodoxia cristiana... [Los donatistas] no entendieron ni se preocuparon por la conversión de Constantino. Para ellos era un caso en el que el diablo insistía que "Cristo era un amante de la unidad". En su opinión, la hostilidad fundamental del Estado hacia la iglesia [verdadera] no había sido alterada.10

En sus propios tiempo y forma, Agustín siguió la dirección de Constantino en su tratamiento de los donatistas, que seguían siendo una espina en el costado de la iglesia romana. "Mientras que Agustín y los católicos hacían hincapié en la unidad de la iglesia, los donatistas insistían en la pureza de la iglesia y rebautizaban a todos aquellos católicos que llegaban a ellos — ya que consideraban corruptos a los catolicos."11 Constantino había sido "implacable [como también lo serían Agustín y su discípulo Calvino] en su búsqueda de 'herejes' [prohibiendo] a todos aquellos fuera de la iglesia católica a congregarse...y confiscó sus bienes...Las mismas cosas que los cristianos habían soportado, ahora se practicaban en nombre del cristianismo."12

Como buen ciudadano disfrutando de la bendición del Emperador y creyendo en la iglesia estatal que Constantino había establecido, Agustín persiguió e incluso sancionó la matanza de los donatistas y otros cismáticos, como ya hemos visto. Gibbon nos dice que las medidas severas contra los donatistas "obtuvo la más cálida aprobación de Agustín [y por lo tanto] gran cantidad de donatistas se reconciliaron con (fueron forzados a volver a) la iglesia católica".13

De Agustín se ha dicho que "la grandes misma de su nombre ha sido el medio de perpetuar los más grandes errores que él mismo propagó. Más que cualquier otra persona, Agustín ha alentado la perniciosa doctrina de salvación por medio de los sacramentos de una iglesia terrenal organizada, que trajo consigo la superschería junto con toda la maldad y las miserias que ha ocasionado a lo largo de los siglos".14

De Agustín a Calvino

No hay duda de que Juan Calvino aún veía a la iglesia de Cristo con ojos de católico romano. Él vio a la iglesia (como Constantino la había moldeado y Agustín la había cimentado) como socia del estado,  con el estado imponiendo la ortodoxia (como la iglesia estatal la definiera) sobre todos sus ciudadanos. Calvino aplicó su formación jurídica y su celo al desarrollo de un sistema de cristianismo basado en una visión extrema de la soberanía de Dios que, por la fuerza de su lógica, obligaría a los reyes y a toda la humanidad a conformar todos los asuntos a la justicia.  En asociación con la iglesia, los reyes y otros gobernantes civiles harían cumplir el cristianismo calvinista.

De los que creían en un reino milenario de Cristo sobre la tierra, Calvino dijo que su "ficción es demasiado pueril como para necesitar o merecer refutación".15 Según Calvino, el reino de Cristo comenzó con Su venida a la tierra y había estado en proceso desde entonces. Rechazando el futuro reinado literal de Cristo sobre la tierra, a través de Su Segunda Venida, para establecer un reino terrenal sobre el trono de David en Jerusalén, Calvino aparentemente se sintió obligado a establecer el reino por su propio esfuerzo en ausencia de Cristo.

La Biblia deja en claro que uno debe "nacer de nuevo"  para "ver el reino de Dios" (Juan 3:3) y que la "carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios" (1 Corintios 15:50). Ignorando esta verdad bíblica y siguiendo el error de Agustín, Calvino determinó (junto con Guillaume Farel) establecer el reino de Dios en la tierra en Ginebra, Suiza.

El 10 de noviembre de 1536, la Confesión de Fe, que toda la burguesía y los habitantes de Ginebra y los sujetos en sus territorios debían jurar cumplir, y que Farel había redactado en conjunto con Calvino, se presentó oficialmente a la ciudad. Era un documento extenso con reglas detalladas que abarcaban todo, desde la membresía de la iglesia, asistencia, predicación, obediencia del rebaño hasta la expulsión de los ofensores.  Las autoridades de Ginebra aprobaron el documento el 16 de enero de 1537. "En marzo fueron desterrados los anabaptistas. En abril, por instigación de Calvino [se inició una inspección casa por casa] para asegurar que los habitantes estuviesen suscritos a la Confesión de Fe...El 30 de octubre hubo un intento de extraer una profesión de fe de todos los que dudaban. Finalmente, el 12 de noviembre, se emitió un edicto que declaraba que todos los renuentes '[que] no desean jurar lealtad a la Reforma se les ordena abandonar la ciudad'...".16

¿"La Reforma"? Hubo muchas variaciones y diferencias entre las diversas facciones de la incipiente Reforma, desde Lutero a Zuinglio.  Pero en Ginebra, sólo el calvinismo iba a ser conocido como “La Reforma” y la “Teología Reformada”. Esa afirmación presuntuosa todavía es sostenida hoy por los calvinistas en todo el mundo.

El primer intento de Calvino fracasó.  Boettner reconoce: "Debido a un intento de Calvino y Farel de imponer un sistema de disciplina demasiado severo en Ginebra, se hizo necesario que abandonaran la ciudad temporalmente".17


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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viernes, 27 de julio de 2018

¿Cómo debería un cristiano ver el socialismo?



Respuesta: La mayoría de los filósofos a través de los siglos, han creído que la historia está formada por ideas, la búsqueda de la realidad actual, o la razón humana. Pero hay un filósofo famoso que, por el contrario, sostuvo que el factor de impulso detrás de toda la historia humana, es la economía. Carlos Marx nació de padres judíos alemanes en 1818 y recibió su doctorado a la edad de 23 años. Entonces se embarcó en una misión para probar que la identidad humana está ligada al trabajo de una persona y que los sistemas económicos controlan totalmente a la persona. Argumentando que es por su trabajo que la humanidad sobrevive, Marx creía que las comunidades humanas son creadas por la división del trabajo.

Marx estudió historia y concluyó que la sociedad por cientos de años se ha basado en la agricultura. Pero en la opinión de Marx, la Revolución Industrial cambió todo eso, porque aquellos que habían trabajado libremente para sí mismos, ahora eran forzados por la economía a trabajar en fábricas. Esto, consideró Marx, les despojó de su dignidad e identidad, porque su trabajo definía quiénes eran, y ahora, eran reducidos a meros esclavos controlados por un poderoso capataz. Esta perspectiva significaba que la economía del capitalismo era el enemigo natural de Marx. 

Marx dedujo que el capitalismo enfatizaba la propiedad privada, y por lo tanto, reducía la propiedad a unos cuantos privilegiados. Dos "comunidades" separadas surgieron en la mente de Marx: los empresarios, o la burguesía; y la clase trabajadora, o el proletariado. De acuerdo a Marx, la burguesía usa y explota al proletariado con el resultado de que una persona gana lo que otra persona pierde. Además, Marx creía que los empresarios influían en los legisladores para asegurar que sus intereses se defendieran a costa de la pérdida de dignidad y los derechos de los trabajadores. Por último, Marx consideraba que la religión era el "opio de las masas" que usaban los ricos para manipular a la clase obrera; al proletariado se le promete que un día tendrán recompensas en el cielo, si se mantienen trabajando diligentemente donde Dios los haya colocado (subordinados a la burguesía).

En la utopía terrenal que Marx visualizó, la gente colectivamente es dueña de todo y todos trabajan para el bien común de la humanidad. El objetivo de Marx era terminar con la posesión de la propiedad privada a través de otorgar al estado la propiedad de todos los medios de producción económica. Una vez que la propiedad privada era abolida, Marx consideraba que esto elevaría la identidad de una persona y el muro que supuestamente el capitalismo había construido entre propietarios y clase obrera, sería derribado. Todos se valorarían unos a otros, y trabajarían juntos por una meta compartida. 

Hay al menos cuatro errores en el pensamiento de Marx. En primer lugar, su afirmación que la ganancia de una persona se produce a expensas de otra, es un mito. La estructura del capitalismo deja suficiente lugar para que todos eleven su estándar de vida, a través de la innovación y la competencia. Es absolutamente factible para varias personas competir y tener éxito en un mercado de consumidores que solicite sus bienes y servicios. 

Segundo; Marx estaba equivocado en su creencia de que el valor de un producto está basado en la cantidad de trabajo que se le ha invertido. La calidad de un bien o servicio, simplemente no puede ser determinado por la cantidad de esfuerzo invertido por un trabajador. Por ejemplo, un maestro ebanista puede hacer un mueble con más rapidez y belleza de lo que pudiera hacerlo un carpintero no calificado, y por tanto su trabajo tendrá mucho más valor (y justamente) en un sistema económico como el capitalismo.

Tercero, las teorías de Marx, necesitan un gobierno que esté libre de corrupción y niegue la posibilidad de un elitismo dentro de sus filas. Si la historia nos ha enseñado algo, es que el poder corrompe a la humanidad caída, y un poder absoluto corrompe absolutamente. Una nación o gobierno puede matar la idea de Dios, pero alguien más tomará el lugar de Dios. Ese alguien es a menudo un individuo o grupo que comienza a gobernar sobre el pueblo y busca mantener su posición privilegiada a cualquier costo. 

Cuarto, y el más importante, Marx estaba equivocado en que la identidad de una persona está ligada al trabajo que desempeña. Aunque la sociedad secular ciertamente impone esta creencia en casi todos, la Biblia dice que todos tienen igual valor, porque todos fueron creados a la imagen de un Dios eterno. Es ahí donde radica intrínsecamente el verdadero valor humano. 

¿Tenía razón Marx? ¿Es la economía el catalizador que impulsa la historia de la humanidad? No, lo que dirige la historia de la humanidad es el Creador del universo, quien controla todo, incluyendo el ascenso y caída de cada nación. Además, Dios también controla a quien pone a cargo de cada nación, como dice la Escritura, "…para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres" (Daniel 4:17). Más aún, es Dios quien le da a una persona la habilidad en el trabajo, y la riqueza que proviene de ello, no el gobierno: "He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios" (Eclesiastés 5:18-19). 

Fuente: GotQuestions

jueves, 22 de febrero de 2018

Libro: La Apostasía Venidera – Extracto

Desenmascarando el Sabotaje del Cristianismo

Por Mark Hitchcock y Jeff Kinley

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«Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos» (2 Timoteo 4:3-4).

Jesucristo va a volver. Sin duda, es la mayor esperanza de los cristianos en estos tiempos difíciles. La Biblia nos advierte que los últimos días serán caóticos: guerras y rumores de guerras se extenderán por todos lados (Mateo 24:6). En nuestra época, el mundo parece estar fuera de control, creando miedo, confusión e incertidumbre. Además de la violencia, la peste y las epidemias, la Biblia predice un gran «alejamiento» de Dios en los tiempos finales. Maestros de la Biblia lo llaman «la gran apostasía».

¿Estamos viendo evidencias hoy en la iglesia de este gran rechazo de la enseñanza sólida y sana? Mark Hitchcook, exabogado y popular maestro de la Biblia, examina las pruebas de los maestros de la Escritura en nuestros tiempos actuales. ¿Están actualmente los maestros de la Biblia permitiendo a la gente seguir sus propios deseos al decirles lo que quieren escuchar, como la Biblia lo predice con claridad? ¿Acaso una gran porción de la iglesia ha abandonado la enseñanza sana y sólida que la Palabra de Dios ofrece? La gran apostasía habrá de venir, pero ¿estará más cerca de lo que imaginamos?¿Qué significa esto para nuestro futuro? Permita que Mark Hitchcock sea su guía para los días difíciles por venir.

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martes, 20 de febrero de 2018

Libro: El Plan de Dios para las Edades – Capítulo 23

El Postmilenialismo


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««Nunca pensé que viviría lo suficiente como para ver el renacimiento de la doctrina completamente desacreditada del postmilenialismo. Pero ha ocurrido y ha sucedido rápidamente.

La doctrina está extendiéndose a través de la cristiandad hoy en día y, curiosamente, está atrayendo principalmente a dos segmentos en los extremos opuestos del espectro — a saber, a los Carismáticos y a aquellos con una herencia de la teología Reformada —.

La doctrina está siendo presentada en nuevas vestiduras. Aunque aparece bajo muchos nombres diferentes — Restauración, Reconstrucción, Nueva Ola, Lluvia Tardía e Hijos Manifestados de Dios — los dos títulos más frecuentemente usados son Teología del Reino Ahora y Teología del Dominio»».

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Si el Señor ha puesto en su corazón el deseo de apoyar nuestra labor, visite la sección Donativos, para que conozca cómo podrá hacerlo:

miércoles, 31 de enero de 2018

Video: La verdad sobre el don de lenguas que todo cristiano debe saber



En este video usted conocerá lo que realmente enseña la Biblia sobre el hablar en lenguas, para que no se deje engañar.

Si desea conocer más acerca de este tema, visite nuestra sección:

lunes, 22 de enero de 2018

Libro Electrónico: La Fe Desechada

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¿Es el movimiento de la iglesia emergente solamente otra moda pasajera, un enfoque contemporáneo de la iglesia, o una inconformidad de la gente joven buscando respuestas? En realidad, es algo mucho más extenso que todo esto, y está influyendo de manera significativa en el cristianismo actual

Basado sobre el misticismo antiguo de siglos pasados, este movimiento es poderoso pero altamente engañoso, tomando su empuje de prácticas y experiencias que son ajenas al cristianismo bíblico. El camino de la iglesia emergente la lleva a abrazar una perspectiva de inter-espiritualidad que tiene un profundo significado profético. En realidad, es una nueva manera de ser cristiano, y busca todas las formas posibles para introducir una nueva Reforma. 

Sin duda, impactará a todas las iglesias del mundo occidental y aun más allá de ellas. Detrás de esta nueva clase de iglesia hay una estrategia cuidadosamente diseñada por el príncipe de este mundo, el enemigo de nuestras almas, para verdaderamente deshacer y despedazar la fe de millones y el resultado será nada menos que la fe desechada.

Algunos temas que La Fe Desechada enfoca:

  • La espiritualidad contemplativa y el misticismo
  • La nueva misiología: mantenga su propia religión, y sólo añada a ella Jesús
  • La evangelización eucarística
  • La iglesia emergente: camino a Roma
  • Una vista emergente del futuro del planeta tierra
  • El ecumenismo con propósito: una parte de la nueva reforma de la iglesia emergente
  • Las metas de la iglesia emergente y su perspectiva de los postreros días


Contenido

1. ¿Un nuevo género de iglesia?
2. El nacimiento de la iglesia emergente
3. Una “nueva” fe para el siglo 21
4. El montar sobre las olas de la iglesia emergente
5. La adoración futura–antigua
6. Cuando el Occidente se encuentra con el Oriente
7. Los monjes, los místicos y la sabiduría antigua
8. La Segunda Venida del cristo eucarístico
9. El Reino de Dios en la tierra
10. El desechar la fe
11. ¿Una religión de matadero?
12. ¿Una nueva reforma?
13. ¿Un engaño de los tiempos finales?

Si desea obtener materiales adicionales del autor, visite su sitio web oficial:




Roger Oakland es autor-conferenciante y fundador de Entender los Tiempos Internacional. Su estilo de enseñanza fácil de entender se comunica con personas de todas las edades y procedencias.

En los últimos veinte años ha dado conferencias en numerosas iglesias, conferencias, universidades e instalaciones educativas en más de 50 países.

Roger Oakland es autor y coautor de numerosos libros y ha producido cintas de audio, videos y otras publicaciones que se han traducido a varios idiomas en todo el mundo.

martes, 5 de diciembre de 2017

La Reprensión Divina de la Autoridad Religiosa Corrupta


El Papa Francisco I dirige una audiencia de navidad en el salón Clementina, en el Vaticano

Dos corrientes del cristianismo han estado operando lado a lado durante 2,000 años. Una es el Cuerpo de Cristo, la Iglesia Apostólica, que incluye a todos aquellos que han nacido de nuevo con el Espíritu de Dios. Esta iglesia verdadera se aferra a la fe de los apóstoles y se somete a la autoridad de la Escritura. La otra corriente es el cristianismo apóstata; aquellos que profesan a Cristo pero que se aferran a un evangelio diferente y que, por lo tanto, nunca han experimentado el segundo nacimiento (1 Juan 2:19-20).

Dado que la apostasía también ocurrió en el judaísmo, existe una pregunta crítica a considerar. ¿Fue la acción que causó que los judíos se desviaran de la única religión que Dios había ordenado, la misma acción que causó que los apóstatas se desviaran de la única Iglesia que Cristo estableció? ¡Sí! El error fatal común a ambos ocurrió cuando los líderes religiosos reemplazaron la autoridad de Dios con su propia autoridad. Los fariseos usaron la Cátedra de Moisés para distorsionar la Palabra de Dios con sus propias tradiciones y la Iglesia Católica Romana ha usado la Cátedra de Pedro para hacer lo mismo. Es en efecto asombroso ver cómo el clero católico se asemeja a los fariseos del judaísmo del Siglo I. Ambos se corrompieron cuando rechazaron la absoluta autoridad suprema de la Escritura. Mientras que conocemos cómo condenó Jesús a los fariseos hipócritas por su carácter y conducta, sólo podemos adivinar si las mismas reprensiones aplican hoy al clero católico. El terco rechazo de los fariseos a someterse a la autoridad de Dios los condujo en última instancia a rechazar a Jesús como el Mesías, mientras que el mismo rechazo terco ha conducido al clero católico a rechazarlo como su Salvador todo suficiente.

En Mateo 23 Jesús da Su último sermón público y éste está lleno de fuertes reproches contra el corrupto liderazgo religioso de los fariseos. El sermón también es una advertencia para aquellos que siguen a falsos pastores en lugar de al Pastor Verdadero. Es, por lo tanto, mi oración que los católicos darán una mirada objetiva a sus líderes religiosos. ¿Se han vuelto tan corruptos como los pastores del pueblo escogido de Dios? Veamos las similitudes entre los fariseos y el clero católico romano.

Se Oponen a la Autoridad Divina

En Mateo 23:2, Jesús dice: “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos”, la posición de autoridad. Observe que fueron ellos los que se sentaron, Dios no los puso ahí. Al hacer eso, se opusieron a la autoridad divina al establecer la suya. Esto es análogo a los sacerdotes católicos. Obstinadamente continúan un sacerdocio sacrificial que fue terminado divinamente hace 2000 años. Cuando Jesús, el Sumo Sacerdote se ofreció a Sí Mismo una vez, como sacrificio por el pecado, para siempre, no había más necesidad de sacrificios sacerdotales. Nuestro Dios misericordioso puso en claro esto cuando rasgó el velo que una vez impedía el acceso a Su presencia de alguien distinto a los sacerdotes santificados (Marcos 15:38). Ahora “teniendo libertad para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de Su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe…” (Hebreos 10:19-22).

Los sacerdotes católicos no son llamados por Dios, ni están en la voluntad de Dios. Sus ofrendas falsas nunca pueden quitar el pecado ni tampoco pueden hacer lo que Jesús ya ha hecho: “Con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14).

Impiden la Entrada al Cielo

En Mateo 23:13, Jesús condena a los fariseos por hacer la misma cosa que los sacerdotes católicos están haciendo. Jesús declara: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. Los fariseos y el clero católico han mantenido a las personas fuera del Reino con sus enseñanzas legalistas que nulifican la gracia soberana de Dios. Ellos trancan las puertas del Cielo con un sistema de obras-justicia que deja a sus seguidores desesperadamente culpables y sin seguridad o paz. Muchos católicos, que son celosos de Dios, están trabajando para establecer su propia justicia debido a que se les ha enseñado una perversión del Evangelio. Sus sacerdotes “difaman el camino de la verdad” y les señalan el camino ancho que conduce a la destrucción (Mt. 7:13; 2 P. 2:1-2).

Sus Conversos se Vuelven Hijos del Infierno

En el versículo 15, Jesús maldice de nuevo a los fariseos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros”. El clero católico también vuelve a sus conversos “hijos del infierno”. Su ministerio no es uno de conversión, sino de perversión. En lugar de proclamar las buenas noticias de la finalizada obra de redención de Cristo, pervierten el mensaje con ofrendas continuas que mantienen a los conversos en esclavitud legalista (Catecismo [CIC], 1367). Los sacerdotes niegan la suficiencia del sacrificio de Cristo al insistir que los católicos deben hacer su propia satisfacción por los pecados (CIC, 1459). Después de hacer penitencia, los sacerdotes dan a los católicos la falsa esperanza de que sus pecados han sido perdonados.

A los católicos se les instruye que Jesús simplemente abrió las puertas del Cielo con Su muerte y resurrección. Dado que sólo Él hizo posible la salvación, es necesaria una perversión del verdadero evangelio para instruir a los católicos lo que deben hacer para entrar por las puertas del Cielo (CIC, 2027). Los conversos a este evangelio condenatorio de obras y sacramentos permanecen bajo la ira de Dios. Su destino permanece sin cambio – una eternidad de tormento sin Cristo.

Son Auto-Indulgentes y Ladrones

En el versículo 25, Jesús maldijo a los líderes judíos por su piedad externa que escondía su corrupción interna. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia”. El clero católico también es culpable de robo y auto-indulgencia. Aunque sus súbditos los miran como dignos de confianza con un toque sobrenatural de santidad, tienen una larga historia de inmoralidad sexual que incluye violar niños y robarles su inocencia. Algunos de los sacerdotes pedófilos han sido capturados y expuestos, pero sus obispos los reubicaron en otras parroquias donde continuaron satisfaciendo sus perversiones sexuales. En lugar de ser pastores piadosos que protegen su rebaño, son lobos perversos que destruyen el rebaño.

No existe forma amable de exponer al clero católico que roba y extorsiona millones de dólares cada año de sus congregaciones con la práctica impía de las indulgencias. Los sacerdotes perpetúan la estafa fraudulenta de las indulgencias y el purgatorio con el fin de recolectar estipendios de individuos dolientes que quieren reducir el tiempo de sufrimiento para sus seres amados. Éste podría ser el fraude más cruel de todos los tiempos. Es una práctica engañosa que mantiene a las personas en esclavitud a su iglesia, no sólo en esta vida sino que aun después de la muerte.

Son Hipócritas

En el versículo 27, Jesús los maldice por su hipocresía. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”. Esta hipocresía también es común entre el clero católico. Parecen piadosos en sus vestidos litúrgicos, pero debajo de sus vestimentas son hombres espiritualmente muertos. Sus corazones no regenerados provocan que otros caigan en hipocresía. Dado que no tienen corazones controlados por el Espíritu, deben esconder sus corazones perversos con pompa exterior. Dicen que representan a Jesucristo pero, por medio de la hipocresía, siguen las doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1-3). Dado que rechazan “la doctrina conforme a la piedad”, sus vidas están marcadas por el pecado en lugar de por la piedad (1 Timoteo 6:3; Judas 4, 8-16).

Son Orgullosos y Presumidos

En el versículo 29, Jesús condena a los líderes religiosos por jactarse de que ellos eran mejores que sus ancestros. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas”. Recientemente hemos escuchado disculpas del Vaticano por la persecución de los judíos y los cristianos a lo largo de la historia. El clero católico de hoy está diciendo, no somos como nuestros ancestros, no matamos más a los siervos de Dios, pueden confiar en nosotros. Estamos de acuerdo en que son mejores ahora que en el pasado, pero eso no es algo para presumir. La historia revela que los papas anteriores fueron culpables de cometer casi cada pecado y crimen posibles, incluyendo asesinatos, muerte, violación, adulterio, fornicación, incesto, robo, conspiración, soborno, fraude y perjuro. La corrupción de 29 papas es tan despreciable, que el Vaticano los ha enumerado como los “anti-papas”. Sin embargo, su intento de revisar la historia no puede borrar los escándalos y crímenes impíos del papado.

Jesús acentúa sus reprensiones con una pregunta aleccionadora, “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?". ¡Qué todos podamos aprender de la historia bíblica y que urgente y convincentemente advirtamos a nuestros seres amados, que estén siguiendo a falsos pastores, a volverse al único Pastor Verdadero!


Mike Gendron fue un devoto católico romano y un fuerte defensor de la “única iglesia verdadera” durante 34 años, antes de que desarrollara una relación personal con Jesús en 1981.


Dejó la iglesia católica en 1985 y, en 1988, dejó una exitosa carrera en gerencia corporativa para estudiar en el Seminario Teológico de Dallas. Cuatro años después, formó el Ministerio Proclamando el Evangelio, con el objetivo principal de alcanzar a los católicos con el Evangelio. Se puede suscribir a su lista de correo y encontrar un listado completo de todos sus libros y álbumes de videos en el sitio web de su ministerio: pro-gospel.org

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
The Divine Rebuke of Corrupt Religious Authority
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