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jueves, 17 de marzo de 2011

Jesús, el Cordero y el León: El Mesías Victorioso


En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan combina las imágenes del cordero y del león como ningún otro escritor lo hace. Él combina estas imágenes para expresar el significado completo de Jesús como el Mesías.

Al comienzo del capítulo 4, Juan es arrebatado al Cielo en lo que creo que es una forma simbólica del Rapto de la Iglesia antes de que la Tribulación comience. Luego, en los capítulos 4 y5, Juan describe una gloriosa escena celestial del maravilloso trono de Dios donde Dios está rodeado por un coro celestial y por 24 ancianos. Al frente del trono hay guardianes – cuatro extrañas criaturas que representan a toda la creación de Dios. Al principio, Juan es deslumbrado por todo esto y se queda sin palabras. Él sólo se enfoca en la adoración sin fin que ocurre delante del trono de Dios. Pero, en el capítulo cinco, la atención de Juan de repente se desvía. Su atención se desvía a un pequeño rollo en la mano derecha de Dios. Juan parece percibir inmediatamente la importancia de este rollo porque en el capítulo diez se revela que este rollo es el título de propiedad de la tierra. Oh, Juan quiere que alguien abra ese rollo – alguien que lo reclame – alguien que reclame el dominio sobre esta tierra que Satanás robó en el Jardín del Edén y que lo recupere para la humanidad.

Un ángel fuerte aparece de repente y dice, “¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?”. En otras palabras, ¿quién es digno de reclamar el dominio sobre la tierra, recuperándolo de Satanás? Juan mira a su alrededor y nadie parece ser digno. Juan comienza a llorar y, mientras está llorando, uno de los 24 ancianos se levanta y le dice, “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”. Cuando Juan voltea para ver al león, no mira un león, sino que en cambio mira a un pequeño cordero que estaba en pie como inmolado. Él busca al león y sólo mira a un cordero ensangrentado. El Cordero toma el rollo y lo abre y todas las huestes celestiales irrumpen en alabanza, “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. ¡Caramba! ¡Qué escena tan gloriosa ha de haber sido!

En el capítulo 10, se nos presenta un flash-forward hacia el final de la Tribulación que muestra a Jesús como un ángel poderoso en la Segunda Venida. Él regresa y pone un pie en el océano y un pie sobre la tierra para simbolizar que ha regresado para reclamar el dominio sobre todo el mundo para usted y para mí. Él tiene en Su mano izquierda ese pequeño rollo que está abierto. Ahí en Apocalipsis 10 se nos dice que Él clamará en alta voz como cuando un león ruge. Eso es lo que pasará cuando el Señor Jesucristo regrese.

Pues bien, curiosamente, a lo largo del resto del libro de Apocalipsis, Juan usa las imágenes del cordero en lugar de las imágenes del león. Él usa las imágenes del cordero una y otra y otra vez a medida que habla acerca del Mesías derramando la ira de Dios durante la Tribulación. Es el Cordero quien es descrito derramando la ira de Dios. Observe Apocalipsis 6, “El Cordero abrió uno de los siete sellos que inician la Tribulación y los reyes de la tierra, y los grandes y los capitanes decían a los montes: Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero”. ¿No es interesante cómo Juan empieza a revertir el uso del Cordero como el que derrama la ira de Dios?

En Apocalipsis 17, Juan dice, “Pelearán contra el Cordero y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con Él son llamados y elegidos y fieles”. Es el Cordero quien está haciendo guerra en nuestro nombre.

Creo que Juan resaltó al Mesías como nuestro Cordero debido a que el símbolo muestra el gran precio que Jesús pagó por los pecados de la humanidad mientras colgaba en la Cruz como el Cordero Sufriente. También nos recuerda la reivindicación del Cordero cuando regrese para recuperar de Satanás el dominio de la tierra. Y hace énfasis que Jesús va a recibir el honor y la gloria que altamente merece – el honor y la gloria que se le negaron cuando vino la primera vez como el Cordero Sufriente.

Mientras aguardamos el cumplimiento de las profecías de Apocalipsis, hagamos dos cosas. Exaltemos al Cordero y anhelemos fervientemente desde lo más profundo de nuestro corazón al León. Y, mientras los hacemos, exclamemos desde lo más profundo de nuestros corazones, “¡Maranatha! ¡Maranatha! ¡Maranatha! ¡Ven pronto Señor Jesús! Amén”.

Nota: Todas las imágenes son por cortesía de Pat Marvenko Smith (www.revelationillustrated.com)

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Pre-Milenialismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
Jesus the Lamb and the Lion: The Victorious Messiah


Cortesía de:
The Christ in Prophecy Journal (www.lamblion.us)

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