Mostrando entradas con la etiqueta Falsos Maestros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Falsos Maestros. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de agosto de 2023

El Peligro de los Falsos Maestros para los Cristianos (2 Pedro 2:1-3)

Por Dr. Thomas L. Constable

Hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace tiempo la condenación los amenaza y la perdición los espera.

Luego, Pedro advirtió a sus lectores de los falsos maestros que presentaban un mensaje contradictorio al de los apóstoles. Hizo esto para ayudarlos a evitar su influencia. En el capítulo 1, Pedro enfatizó la importancia de edificarse a sí mismo espiritualmente.

En el capítulo 2, describió la razón por la que es importante ser fuerte. Comenzó describiendo las características de los falsos maestros, luego las consecuencias de sus enseñanzas, luego su conducta y finalmente su condenación. La conexión con el final del capítulo es la referencia a los profetas del Antiguo Testamento.

Sólo los fulminantes lamentos de Cristo sobre los hipócritas líderes, en Mateo 23, y el cuadro paralelo en la epístola de Judas trasmiten la misma severa denuncia de los falsos maestros contenida en este capítulo.

Todo este capítulo completo da evidencia de haber sido escrito por una gran preocupación emocional. Pedro no discutió su tema de los falsos maestros de una forma fría y desapasionada. Se mantuvo regresando a pensamientos previos y añadiendo información adicional. Algunas de sus oraciones son bastante largas y complicadas. Sus pensamientos parecen precipitarse a su capacidad para expresarlos.

A. Las Características de los Falsos Maestros (2:1-3)

2:1. El pueblo. aquí mencionado era el pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento, los tiempos a los cuales Pedro recién se había referido (1:19-22). Los falsos maestros en los tiempos del Antiguo Testamento buscaban desviar al pueblo de Dios de las revelaciones de los verdaderos profetas. Los falsos maestros en los tiempos de Pedro tratarían de desviar al pueblo de Dios de las enseñanzas de los apóstoles. Estos hombres ─ eran típicamente hombres en los días de Pedro ─ podrían levantarse dentro de los mismos creyentes (cf. Jer. 5:31; 23:9-18; Hch. 20:29). El término falsos profetas (gr. pseudoprophetai) podría referirse a aquellos que falsamente pretendían ser profetas de Dios y/o a aquellos que profetizaban falsamente. Asimismo, falsos maestros (gr. pseudodidaskaloi) se podía referir a aquellos que pretendían ser maestros de la verdad de Dios, pero cuyos líderes eclesiásticos no los reconocían como maestros y/o a aquellos que enseñaban falsedades.  Este es el único lugar donde aparece esta palabra griega para falsos maestros en el Nuevo Testamento.

El contraste de Pedro entre los falsos profetas en Israel y los falsos maestros en la iglesia puede sugerir que los maestros en la iglesia habían reemplazado a los profetas en Israel. Sin embargo, otras referencias a profetas y maestros en el Nuevo Testamento indican que ambos estaban presentes en la iglesia y ambos estaban presentes en Israel. El contraste pretendido, por lo tanto, no debe ser entre antiguos profetas y maestros actuales, sino entre los verdaderos comunicadores de la Palabra de Dios y los falsos.

En Israel los profetas eran los comunicadores más destacados de la verdad de Dios, mientras que en la iglesia lo eran los maestros. En la audiencia de Pedro, los rabinos judíos y otros maestros que profesaban comunicar la verdad de Dios representaban la mayor amenaza para los cristianos. Al comparar a los falsos maestros en la iglesia con los falsos profetas en Israel, Pedro estaba diciendo que, así como había quienes representaban mal a Dios en Israel, habría quienes lo representaban mal en la iglesia.

Introducir secretamente significa literalmente traer al lado (otra enseñanza). Los herejes buscarían agregar alguna otra enseñanza a la fe ortodoxa, y/o alguna otra enseñanza como sustituto de la verdad (cf. Gálatas 2:4). La implicación es que buscarían hacer esto de alguna manera encubierta. Buscarían cambiar discretamente el fundamento doctrinal de la iglesia con herejías destructivas y, por lo tanto, hacerla inestable. Herejías se refiere a ideas inconsistentes con la verdad revelada de Dios.

Estos hombres incluso llegarían a negar repetida o típicamente (participio presente en griego) la enseñanza y las prácticas asociadas con Cristo. La inconsistencia de su posición es que niegan a la Persona a la que profesan someterse como cristianos: su Maestro (gr. despoten), el Señor Jesucristo. El mismo Pedro había negado a Jesús tres veces, por lo que no quería que otros siguieran su ejemplo.

Cuando Jesucristo murió, pagó la pena por los pecados de todos y redimió (compró, Gr. agorasanta) a todo ser humano, incluso a los incrédulos (Juan 3:16; 1 Tim. 2:4-6; 4:10; Hechos 17:30; Hebreos 2:9; 1 Juan 2:2). Este versículo apoya la doctrina de la expiación ilimitada, que es la opinión de que Jesucristo murió por todos, no sólo por aquellos que creerían en Él para salvación. Un defensor de la expiación limitada creía que todo el argumento a favor de la expiación ilimitada depende de este versículo. Esta es una simplificación excesiva. Otro escritor escribió: “... ninguna afirmación de redención universal puede ser más clara que esta”.

Pedro no estaba afirmando que todos los falsos maestros fueran cristianos. En vista de cómo los describió, parecen haber sido incrédulos (cf. vv. 4-6, 17). Sin embargo, algunos creyentes pueden convertirse en falsos maestros (2 Tim. 1:18-20; 2 Tim. 2:17-18) y Pedro advirtió que surgirían falsos maestros "entre vosotros". Por lo tanto, esta advertencia se aplica a cualquier falso maestro, incrédulo o creyente. Por supuesto, con frecuencia sólo el maestro mismo sabe si es un incrédulo o un creyente; otros no pueden decir.

“...Los escritores del Nuevo Testamento algunas veces usan el lenguaje de la conversión cristiana para tal gente [no cristiana] basados en su apariencia”.

La destrucción de estos herejes será rápida en el sentido de que cuando su juicio descienda será repentino, no que estaba a punto de descender poco después de que Pedro escribiera necesariamente. Decían que el Señor tardó en venir a juzgar (3:9). Sin embargo, su propio juicio era inminente (Gr. taxinen). Su destrucción espiritual, más que física, parece estar a la vista principalmente. En el caso de los falsos maestros cristianos que se apartaron de la verdad que antes habían abrazado, ellos también se acarrearon repentina ruina espiritual. Esta ruina vendría sobre ellos en el tribunal de Jesucristo (2 Corintios 5:10), si no antes.

“Irónicamente, los falsos maestros incurrían en juicio al enseñar que no habría juicio futuro y por lo tanto se dirigían a sí mismos y a otros a la inmoralidad”.

“...destrucción’ por dirigir a otros a la ‘destrucción’ es inevitable”.

“Los falsos maestros son mejor conocidos por lo que niegan que por lo que afirman”.

2:2 La conducta indecente acompañaría su error doctrinal.

“Claramente ellos permitían y defendían la inmoralidad en un sentido amplio”.

Cuando la gente abandona el estándar de la verdad de Dios, generalmente adopta un estándar bajo de moralidad. Cuando la sensualidad apela a la carne, mucha gente sigue el ejemplo de los herejes al creer que ellos tienen razón al hacerlo debido a la racionalización de sus maestros.

“Ninguna doctrina, aunque sea sin sentido y monstruosa, que bajo la máscara de una fe religiosa ministre a los apetitos sensuales de los hombres, jamás carecerá de seguidores”

Este tipo de “religión” le trae gran deshonra a la iglesia, debido a que los incrédulos identifican lo inmoral con los que se confiesan cristianos y juzgan su comportamiento como hipócrita; y luego concluyen que la iglesia está llena de hipócritas.

2:3 Los falsos maestros típicamente desean satisfacerse a sí mismos en lugar de a Dios. Esto los lleva a tomar ventaja de su audiencia.

“...Pedro señaló que los falsos maestros usaban ‘palabras fingidas’. La palabra griega es plastos, de donde se deriva la palabra plástico. ¡Palabras plásticas! ¡Palabras que se pueden torcer para que signifiquen cualquier cosa que se quiera que signifiquen! Los falsos maestros usan nuestro vocabulario, pero no usan nuestro diccionario. Hablan acerca de ‘salvación’, ‘inspiración’ y las grandes palabras de la fe cristiana, pero para ellos no significan lo que para nosotros significan. Los creyentes inmaduros e ignorantes escuchan a esos predicadores o leen sus libros y piensan que estos hombres son sanos en la fe, ¡pero no lo son!”.

Muchas de las sectas usan palabras bíblicas pero cambian sus significados.

“También hay predicadores plásticos que pueden ser moldeados y formados por la gente a la que sirven”.

Pedro personificó su “condenación” y “perdición”. Su postura era que Dios nunca se tarda ni se duerme para ejecutar su justicia, a pesar de que es paciente (cf. 3:9).

“Podemos argumentar que el peligro de los falsos maestros es mayor en nuestros días que nunca antes. ¿Por qué? Porque vivimos en una era donde se sospecha profundamente de la verdad absoluta”.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Si desea obtener más información sobre este tema, visite nuestra sección:

jueves, 2 de julio de 2020

¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?


Pregunta: "¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?"

Respuesta: La premisa del Movimiento de la Raíces Hebreas es la creencia de que la Iglesia se ha desviado muchísimo de las verdaderas enseñanzas y de los conceptos hebreos de la Biblia. El movimiento afirma que el cristianismo ha sido adoctrinado con la cultura y las creencias de la filosofía griega y romana y que, en última instancia, el cristianismo bíblico que se enseña en las iglesias de hoy, se ha corrompido con una imitación pagana de los evangelios del Nuevo Testamento.

Los de las creencias de las Raíces Hebreas se aferran a la enseñanza de que la muerte de Cristo en la cruz no puso fin al Pacto Mosaico, sino que, por el contrario, lo renovó, amplió su mensaje, y lo escribió en los corazones de Sus verdaderos seguidores. Ellos enseñan que la comprensión del Nuevo Testamento puede venir sólo desde una perspectiva hebrea y que las enseñanzas del apóstol Pablo no se entienden claramente o no se enseñan de manera correcta por los pastores de las iglesias cristianas de hoy. Muchos afirman la existencia de un Nuevo Testamento en un lenguaje hebreo original y, en algunos casos, denigran el actual texto del Nuevo Testamento escrito en griego. Esto se convierte en un sutil ataque a la fiabilidad del texto de nuestra Biblia. Si el texto griego no es confiable y ha sido pervertido, como algunos lo han afirmado a manera de acusación, entonces la Iglesia ya no tiene un estándar de verdad.

Aunque hay numerosas y variadas asambleas de Raíces Hebreas, con variaciones en sus enseñanzas, todas ellas se adhieren a un énfasis común, que es el de recuperar el judaísmo "original" del cristianismo. Su hipótesis es que la Iglesia ha perdido sus raíces judías y no es consciente de que Jesús y Sus discípulos eran judíos que vivían en obediencia a la Torá. En la mayoría de los casos, quienes participan defienden la necesidad de que cada creyente debe vivir una vida de observancia a la Torá. Esto significa que las ordenanzas del Pacto Mosaico deben ser un tema central en el estilo de vida de los creyentes de hoy, como lo fue para los judíos de Israel en el Antiguo Testamento. El guardar la Torá incluye el guardar el día de reposo en el séptimo día de la semana (sábado), celebrar las fiestas judías y los festivales, mantener las leyes alimenticias, evitar el "paganismo" del cristianismo (Navidad, Semana Santa, etc.), y aprender a entender las Escrituras desde un punto de vista hebreo. Ellos enseñan que los cristianos gentiles han sido injertados en Israel, y ésta es una razón por la que cada creyente nacido de nuevo en Jesús el Mesías, debe participar en estas celebraciones. Se dice que hay que hacer esto no como el resultado de una esclavitud legalista, sino que debe salir de un corazón de amor y obediencia. Sin embargo, enseñan que para vivir una vida que agrade a Dios, hay que seguir la Torá y ésta debe ser parte de la vida.

Javier Palacios, uno de los exponentes de este movimiento en México.

Las asambleas de las Raíces Hebreas en su mayoría están compuestas por gentiles, incluidos los rabinos gentiles. Usualmente prefieren ser identificados como "cristianos mesiánicos". Muchos han llegado a la conclusión de que Dios los ha "llamado" a ser judíos y han aceptado la posición teológica de que la Torá (la ley del Antiguo Testamento) es igualmente obligatoria para gentiles y judíos por igual. Suelen llevar accesorios de vestimenta tradicional judía, practican la danza davídica, e incorporan frases y nombres hebreos en sus escritos y conversaciones. La mayoría rechaza el uso del nombre "Jesús" y lo cambia por Yeshúa o YHWH, alegando que éstos son los "verdaderos" nombres que Dios desea para Sí mismo. En la mayoría de los casos, colocan la Torá como la enseñanza fundamental para la Iglesia, lo cual provoca la degradación del Nuevo Testamento, haciendo que éste se torne secundario en importancia y que sólo se debe entender a la luz del Antiguo Testamento. La idea de que el Nuevo Testamento es defectuoso y que es importante sólo a la luz del Antiguo Testamento, también ha puesto en peligro la doctrina de la Trinidad y ha sido atacada por muchos defensores de las creencias de las Raíces Hebreas.

A diferencia de lo que afirma el Movimiento de las Raíces Hebreas, las enseñanzas del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento son perfectamente claras y se explican por sí mismas. Colosenses 2:16-17 dice, "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo". Romanos 14:5 dice, "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente". La Biblia indica claramente que estos temas son un asunto de elección personal. Estos versículos y muchos otros dan una clara evidencia de que las leyes y ordenanzas del Pacto Mosaico han terminado. Seguir enseñando que el Antiguo Pacto está todavía vigente a pesar de lo que el Nuevo Testamento enseña, o torcer el Nuevo Testamento para estar de acuerdo con las creencias de las Raíces Hebreas, es una falsa enseñanza.

Hay aspectos de las enseñanzas de la Raíces Hebreas que sin duda pueden ser beneficiosos. Explorar la cultura y la perspectiva judía, dentro de las cuales se escribió la mayoría de la Biblia, abre y enriquece nuestra comprensión de las Escrituras, añadiendo discernimiento y profundidad a muchos pasajes bíblicos, parábolas y expresiones. No hay nada malo con que los gentiles y judíos se reúnan para celebrar las fiestas y disfrutar de un estilo de adoración mesiánica. El tomar parte en estos eventos y aprender la forma en que los judíos entendieron las enseñanzas de nuestro Señor, puede ser una herramienta, lo que nos da una mayor eficacia para alcanzar a los incrédulos judíos con el Evangelio. Es bueno que los gentiles, en el cuerpo del Mesías, se identifiquen en nuestra comunión con Israel. Sin embargo, el identificarse con Israel es completamente distinto a identificarse "como" Israel.

Liliana Hunter, otra reconocida defensora del herético Movimiento de las Raíces Hebreas

La influencia de este movimiento está entrando en nuestras iglesias y seminarios. Es peligroso en su insinuación de que el guardar la ley del Antiguo Pacto es caminar por un "camino superior" y que es la única manera de agradar a Dios y recibir Sus bendiciones. En ningún lugar de la Biblia encontramos que los creyentes gentiles son instruidos a seguir la ley levítica o las costumbres judías; de hecho, se enseña lo contrario. Romanos 7:6 dice, "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra". Cristo, al guardar perfectamente cada ordenanza de la Ley Mosaica, la cumplió en su totalidad. Así como cuando un contrato se cumple cuando se efectúa el pago final de una vivienda y termina con la obligación adquirida, así también Cristo ha efectuado el pago final y ha cumplido la ley, poniéndole fin para todos nosotros.

Es Dios mismo quien ha creado un mundo de personas con distintas culturas, idiomas y tradiciones. Dios es glorificado cuando nos aceptamos mutuamente en amor y nos unimos como "uno" en Cristo Jesús. Es importante entender que no hay superioridad en haber nacido judío o gentil. Nosotros que somos seguidores de Cristo, compuestos de diferentes culturas y estilos de vida, somos valiosos y muy amados porque hemos entrado en la familia de Dios.


lunes, 15 de octubre de 2018

¿Está Dios restaurando los oficios de apóstol y profeta en la Iglesia hoy?




Respuesta: El movimiento para restaurar el oficio de apóstoles y profetas basa su afirmación de que los apóstoles y los profetas deben ser parte de la Iglesia en Efesios 4:11-12, "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo".

Durante el primer siglo de la Iglesia existía el oficio de apóstol, y el don espiritual del apostolado. El oficio o cargo de apóstol fue ejercido por los doce discípulos de Jesús además de Matías, quien ocupó el puesto de Judas, y Pablo. Los apóstoles fueron escogidos especialmente por Cristo (Marcos 3:16-19). La selección del sustituto de Judas se encuentra en Hechos 1:20-26. Note en este pasaje que al cargo de Judas se le llama "oficio". También debe tenerse en cuenta que Pablo fue escogido por Cristo (1 Corintios 15:8-9; Gálatas 1:1; 2:6-9). A estos hombres les fue dada la tarea de colocar las bases de la Iglesia universal (Efesios 2:20). En el primer siglo fueron creadas las bases de la Iglesia universal. Es por esto que el oficio de apóstol ya no es ejercido. Una vez que el fundamento ha sido creado ya no necesitamos fundadores.

También existía el don espiritual del apostolado (éste no debe confundirse con el oficio—son distintos). Entre los que tenían el don espiritual se encontraban: Santiago (1 Corintios 15:7; Gálatas 1:19), Barnabás (Hechos 14:4, 14; 1 Corintios 9:6), Andrónico y Junías (Romanos 16:7), posiblemente Silas y Timoteo (1 Tesalonicenses 1:1; 2:7), y Apolos (1 Corintios 4:6,9). Este último grupo tenía el don del apostolado, pero no el "oficio" apostólico conferido a los doce apóstoles y a Pablo. Aquellos que tuvieron el don del apostolado, entonces, fueron aquellos que llevaron el mensaje del evangelio con la autorización de Dios. La palabra apóstol significa "enviado como delegado autorizado". Esto era cierto con los que ejercían el oficio de apóstol (como Pablo) y con los que tenían el don espiritual (como Apolos). Aunque hoy existen hombres como éstos, hombres que son enviados por Dios para difundir el evangelio, es mejor no referirse a ellos como apóstoles, debido a la confusión que esto ocasiona. Muchos no están conscientes de los dos usos diferentes del término apóstol.

El don de profecía fue también un don temporal, otorgado por Cristo para establecer las bases de la Iglesia universal (Efesios 2:20). El profeta proclamaba un mensaje de parte del Señor para los creyentes del primer siglo. Estos creyentes no tenían la ventaja que tenemos hoy de tener una Biblia completa. El último libro del Nuevo Testamento (el Apocalipsis) no fue completado sino hasta finales del primer siglo. De manera que el Señor proporcionó hombres con dones, llamados profetas, que proclamaron mensajes de parte de Dios hasta que se completó el canon de las Escrituras.

Debe tenerse en cuenta que la enseñanza actual sobre la restauración de profetas y apóstoles dista de ser lo que las Escrituras describen acerca de los hombres que tuvieron el don de la profecía y el oficio de apóstol. Aquellos que enseñan tal restauración, enseñan que nunca se debe criticar o siquiera cuestionar a los apóstoles y profetas, porque hablar en su contra es hablar en contra de Dios, aunque el apóstol Pablo elogió a la población de Berea por corroborar lo que él dijo con la Palabra de Dios para asegurarse de que decía la verdad (Hechos 17:10-11). El apóstol Pablo también le dijo a los gálatas que si cualquiera, incluyéndose a sí mismo, enseñaba otro evangelio, esa persona sería "anatema" (Gálatas 1:8-9). En todo, Pablo dirigía a las personas a la Biblia como la suprema autoridad. Los hombres que hoy afirman ser apóstoles y profetas se constituyen a sí mismos como autoridad suprema, algo que Pablo y los doce discípulos nunca hicieron.

También debe tomarse en cuenta que la Escritura se refiere a los apóstoles y profetas en tiempo pretérito. 2 Pedro 3:2 y Judas 3-4 afirman que las personas no deben desviarse del mensaje que dieron los apóstoles (pretérito). Hebreos 2:3-4 también habla en pretérito acerca de los que ejecutaron (en el pasado) "señales, prodigios, y diversos milagros" a través de los dones del Espíritu Santo.

Fuente: GotQuestions

jueves, 22 de febrero de 2018

Libro: La Apostasía Venidera – Extracto

Desenmascarando el Sabotaje del Cristianismo

Por Mark Hitchcock y Jeff Kinley

Haga clic sobre la imagen si desea comprar el libro

«Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos» (2 Timoteo 4:3-4).

Jesucristo va a volver. Sin duda, es la mayor esperanza de los cristianos en estos tiempos difíciles. La Biblia nos advierte que los últimos días serán caóticos: guerras y rumores de guerras se extenderán por todos lados (Mateo 24:6). En nuestra época, el mundo parece estar fuera de control, creando miedo, confusión e incertidumbre. Además de la violencia, la peste y las epidemias, la Biblia predice un gran «alejamiento» de Dios en los tiempos finales. Maestros de la Biblia lo llaman «la gran apostasía».

¿Estamos viendo evidencias hoy en la iglesia de este gran rechazo de la enseñanza sólida y sana? Mark Hitchcook, exabogado y popular maestro de la Biblia, examina las pruebas de los maestros de la Escritura en nuestros tiempos actuales. ¿Están actualmente los maestros de la Biblia permitiendo a la gente seguir sus propios deseos al decirles lo que quieren escuchar, como la Biblia lo predice con claridad? ¿Acaso una gran porción de la iglesia ha abandonado la enseñanza sana y sólida que la Palabra de Dios ofrece? La gran apostasía habrá de venir, pero ¿estará más cerca de lo que imaginamos?¿Qué significa esto para nuestro futuro? Permita que Mark Hitchcock sea su guía para los días difíciles por venir.

Haga clic sobre el siguiente ícono para descargar el extracto:

lunes, 22 de enero de 2018

Libro Electrónico: La Fe Desechada

Haga clic sobre la imagen para descargar el ebook

¿Es el movimiento de la iglesia emergente solamente otra moda pasajera, un enfoque contemporáneo de la iglesia, o una inconformidad de la gente joven buscando respuestas? En realidad, es algo mucho más extenso que todo esto, y está influyendo de manera significativa en el cristianismo actual

Basado sobre el misticismo antiguo de siglos pasados, este movimiento es poderoso pero altamente engañoso, tomando su empuje de prácticas y experiencias que son ajenas al cristianismo bíblico. El camino de la iglesia emergente la lleva a abrazar una perspectiva de inter-espiritualidad que tiene un profundo significado profético. En realidad, es una nueva manera de ser cristiano, y busca todas las formas posibles para introducir una nueva Reforma. 

Sin duda, impactará a todas las iglesias del mundo occidental y aun más allá de ellas. Detrás de esta nueva clase de iglesia hay una estrategia cuidadosamente diseñada por el príncipe de este mundo, el enemigo de nuestras almas, para verdaderamente deshacer y despedazar la fe de millones y el resultado será nada menos que la fe desechada.

Algunos temas que La Fe Desechada enfoca:

  • La espiritualidad contemplativa y el misticismo
  • La nueva misiología: mantenga su propia religión, y sólo añada a ella Jesús
  • La evangelización eucarística
  • La iglesia emergente: camino a Roma
  • Una vista emergente del futuro del planeta tierra
  • El ecumenismo con propósito: una parte de la nueva reforma de la iglesia emergente
  • Las metas de la iglesia emergente y su perspectiva de los postreros días


Contenido

1. ¿Un nuevo género de iglesia?
2. El nacimiento de la iglesia emergente
3. Una “nueva” fe para el siglo 21
4. El montar sobre las olas de la iglesia emergente
5. La adoración futura–antigua
6. Cuando el Occidente se encuentra con el Oriente
7. Los monjes, los místicos y la sabiduría antigua
8. La Segunda Venida del cristo eucarístico
9. El Reino de Dios en la tierra
10. El desechar la fe
11. ¿Una religión de matadero?
12. ¿Una nueva reforma?
13. ¿Un engaño de los tiempos finales?

Si desea obtener materiales adicionales del autor, visite su sitio web oficial:




Roger Oakland es autor-conferenciante y fundador de Entender los Tiempos Internacional. Su estilo de enseñanza fácil de entender se comunica con personas de todas las edades y procedencias.

En los últimos veinte años ha dado conferencias en numerosas iglesias, conferencias, universidades e instalaciones educativas en más de 50 países.

Roger Oakland es autor y coautor de numerosos libros y ha producido cintas de audio, videos y otras publicaciones que se han traducido a varios idiomas en todo el mundo.

martes, 5 de diciembre de 2017

La Reprensión Divina de la Autoridad Religiosa Corrupta


El Papa Francisco I dirige una audiencia de navidad en el salón Clementina, en el Vaticano

Dos corrientes del cristianismo han estado operando lado a lado durante 2,000 años. Una es el Cuerpo de Cristo, la Iglesia Apostólica, que incluye a todos aquellos que han nacido de nuevo con el Espíritu de Dios. Esta iglesia verdadera se aferra a la fe de los apóstoles y se somete a la autoridad de la Escritura. La otra corriente es el cristianismo apóstata; aquellos que profesan a Cristo pero que se aferran a un evangelio diferente y que, por lo tanto, nunca han experimentado el segundo nacimiento (1 Juan 2:19-20).

Dado que la apostasía también ocurrió en el judaísmo, existe una pregunta crítica a considerar. ¿Fue la acción que causó que los judíos se desviaran de la única religión que Dios había ordenado, la misma acción que causó que los apóstatas se desviaran de la única Iglesia que Cristo estableció? ¡Sí! El error fatal común a ambos ocurrió cuando los líderes religiosos reemplazaron la autoridad de Dios con su propia autoridad. Los fariseos usaron la Cátedra de Moisés para distorsionar la Palabra de Dios con sus propias tradiciones y la Iglesia Católica Romana ha usado la Cátedra de Pedro para hacer lo mismo. Es en efecto asombroso ver cómo el clero católico se asemeja a los fariseos del judaísmo del Siglo I. Ambos se corrompieron cuando rechazaron la absoluta autoridad suprema de la Escritura. Mientras que conocemos cómo condenó Jesús a los fariseos hipócritas por su carácter y conducta, sólo podemos adivinar si las mismas reprensiones aplican hoy al clero católico. El terco rechazo de los fariseos a someterse a la autoridad de Dios los condujo en última instancia a rechazar a Jesús como el Mesías, mientras que el mismo rechazo terco ha conducido al clero católico a rechazarlo como su Salvador todo suficiente.

En Mateo 23 Jesús da Su último sermón público y éste está lleno de fuertes reproches contra el corrupto liderazgo religioso de los fariseos. El sermón también es una advertencia para aquellos que siguen a falsos pastores en lugar de al Pastor Verdadero. Es, por lo tanto, mi oración que los católicos darán una mirada objetiva a sus líderes religiosos. ¿Se han vuelto tan corruptos como los pastores del pueblo escogido de Dios? Veamos las similitudes entre los fariseos y el clero católico romano.

Se Oponen a la Autoridad Divina

En Mateo 23:2, Jesús dice: “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos”, la posición de autoridad. Observe que fueron ellos los que se sentaron, Dios no los puso ahí. Al hacer eso, se opusieron a la autoridad divina al establecer la suya. Esto es análogo a los sacerdotes católicos. Obstinadamente continúan un sacerdocio sacrificial que fue terminado divinamente hace 2000 años. Cuando Jesús, el Sumo Sacerdote se ofreció a Sí Mismo una vez, como sacrificio por el pecado, para siempre, no había más necesidad de sacrificios sacerdotales. Nuestro Dios misericordioso puso en claro esto cuando rasgó el velo que una vez impedía el acceso a Su presencia de alguien distinto a los sacerdotes santificados (Marcos 15:38). Ahora “teniendo libertad para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de Su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe…” (Hebreos 10:19-22).

Los sacerdotes católicos no son llamados por Dios, ni están en la voluntad de Dios. Sus ofrendas falsas nunca pueden quitar el pecado ni tampoco pueden hacer lo que Jesús ya ha hecho: “Con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14).

Impiden la Entrada al Cielo

En Mateo 23:13, Jesús condena a los fariseos por hacer la misma cosa que los sacerdotes católicos están haciendo. Jesús declara: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. Los fariseos y el clero católico han mantenido a las personas fuera del Reino con sus enseñanzas legalistas que nulifican la gracia soberana de Dios. Ellos trancan las puertas del Cielo con un sistema de obras-justicia que deja a sus seguidores desesperadamente culpables y sin seguridad o paz. Muchos católicos, que son celosos de Dios, están trabajando para establecer su propia justicia debido a que se les ha enseñado una perversión del Evangelio. Sus sacerdotes “difaman el camino de la verdad” y les señalan el camino ancho que conduce a la destrucción (Mt. 7:13; 2 P. 2:1-2).

Sus Conversos se Vuelven Hijos del Infierno

En el versículo 15, Jesús maldice de nuevo a los fariseos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros”. El clero católico también vuelve a sus conversos “hijos del infierno”. Su ministerio no es uno de conversión, sino de perversión. En lugar de proclamar las buenas noticias de la finalizada obra de redención de Cristo, pervierten el mensaje con ofrendas continuas que mantienen a los conversos en esclavitud legalista (Catecismo [CIC], 1367). Los sacerdotes niegan la suficiencia del sacrificio de Cristo al insistir que los católicos deben hacer su propia satisfacción por los pecados (CIC, 1459). Después de hacer penitencia, los sacerdotes dan a los católicos la falsa esperanza de que sus pecados han sido perdonados.

A los católicos se les instruye que Jesús simplemente abrió las puertas del Cielo con Su muerte y resurrección. Dado que sólo Él hizo posible la salvación, es necesaria una perversión del verdadero evangelio para instruir a los católicos lo que deben hacer para entrar por las puertas del Cielo (CIC, 2027). Los conversos a este evangelio condenatorio de obras y sacramentos permanecen bajo la ira de Dios. Su destino permanece sin cambio – una eternidad de tormento sin Cristo.

Son Auto-Indulgentes y Ladrones

En el versículo 25, Jesús maldijo a los líderes judíos por su piedad externa que escondía su corrupción interna. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia”. El clero católico también es culpable de robo y auto-indulgencia. Aunque sus súbditos los miran como dignos de confianza con un toque sobrenatural de santidad, tienen una larga historia de inmoralidad sexual que incluye violar niños y robarles su inocencia. Algunos de los sacerdotes pedófilos han sido capturados y expuestos, pero sus obispos los reubicaron en otras parroquias donde continuaron satisfaciendo sus perversiones sexuales. En lugar de ser pastores piadosos que protegen su rebaño, son lobos perversos que destruyen el rebaño.

No existe forma amable de exponer al clero católico que roba y extorsiona millones de dólares cada año de sus congregaciones con la práctica impía de las indulgencias. Los sacerdotes perpetúan la estafa fraudulenta de las indulgencias y el purgatorio con el fin de recolectar estipendios de individuos dolientes que quieren reducir el tiempo de sufrimiento para sus seres amados. Éste podría ser el fraude más cruel de todos los tiempos. Es una práctica engañosa que mantiene a las personas en esclavitud a su iglesia, no sólo en esta vida sino que aun después de la muerte.

Son Hipócritas

En el versículo 27, Jesús los maldice por su hipocresía. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”. Esta hipocresía también es común entre el clero católico. Parecen piadosos en sus vestidos litúrgicos, pero debajo de sus vestimentas son hombres espiritualmente muertos. Sus corazones no regenerados provocan que otros caigan en hipocresía. Dado que no tienen corazones controlados por el Espíritu, deben esconder sus corazones perversos con pompa exterior. Dicen que representan a Jesucristo pero, por medio de la hipocresía, siguen las doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1-3). Dado que rechazan “la doctrina conforme a la piedad”, sus vidas están marcadas por el pecado en lugar de por la piedad (1 Timoteo 6:3; Judas 4, 8-16).

Son Orgullosos y Presumidos

En el versículo 29, Jesús condena a los líderes religiosos por jactarse de que ellos eran mejores que sus ancestros. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas”. Recientemente hemos escuchado disculpas del Vaticano por la persecución de los judíos y los cristianos a lo largo de la historia. El clero católico de hoy está diciendo, no somos como nuestros ancestros, no matamos más a los siervos de Dios, pueden confiar en nosotros. Estamos de acuerdo en que son mejores ahora que en el pasado, pero eso no es algo para presumir. La historia revela que los papas anteriores fueron culpables de cometer casi cada pecado y crimen posibles, incluyendo asesinatos, muerte, violación, adulterio, fornicación, incesto, robo, conspiración, soborno, fraude y perjuro. La corrupción de 29 papas es tan despreciable, que el Vaticano los ha enumerado como los “anti-papas”. Sin embargo, su intento de revisar la historia no puede borrar los escándalos y crímenes impíos del papado.

Jesús acentúa sus reprensiones con una pregunta aleccionadora, “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?". ¡Qué todos podamos aprender de la historia bíblica y que urgente y convincentemente advirtamos a nuestros seres amados, que estén siguiendo a falsos pastores, a volverse al único Pastor Verdadero!


Mike Gendron fue un devoto católico romano y un fuerte defensor de la “única iglesia verdadera” durante 34 años, antes de que desarrollara una relación personal con Jesús en 1981.


Dejó la iglesia católica en 1985 y, en 1988, dejó una exitosa carrera en gerencia corporativa para estudiar en el Seminario Teológico de Dallas. Cuatro años después, formó el Ministerio Proclamando el Evangelio, con el objetivo principal de alcanzar a los católicos con el Evangelio. Se puede suscribir a su lista de correo y encontrar un listado completo de todos sus libros y álbumes de videos en el sitio web de su ministerio: pro-gospel.org

Artículos relacionados:
»» Apologética
»» Catolicismo Romano

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
The Divine Rebuke of Corrupt Religious Authority

¿Puede María Ser Corredentora?


El Papa Francisco I rinde homenaje a la estatua de María de Fátima, durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el 13 de mayo de 2015 (L'Osservatore Romano)

El título de Redentor es posiblemente el título más preciado de Jesucristo entre Su pueblo. Le recuerda al hijo de Dios que su salvación ha sido comprada al máximo de todos los costos, la sangre derramada del hombre perfecto de Dios y el Dios perfecto del hombre. Fue el Señor Jesús, no María, quien dio Su vida como rescate por muchos (Marcos 10:45). Fue Jesús, no María, quien redimió a los que alguna vez fueron esclavos del pecado y compró su libertad para que ya no estén sujetos al pecado. Jesús se entregó a sí mismo para redimirnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo que es suyo (Tito 2:14).

Que cualquiera se refiera a María como corredentora, no sólo viola la verdad de la Palabra de Dios, sino que también deshonra al Señor Jesucristo y le roba la gloria, el honor y la alabanza que sólo Él merece. A lo largo de la Biblia vemos que Dios es el único que puede perdonar el pecado (Marcos 2:7). Él nos rescató del dominio de las tinieblas, y nos transfirió al reino de Su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados (Colosenses 1: 13-14). En ninguna parte de la Escritura se menciona a María como corredentora o co-mediadora. Nunca dio su vida, ni derramó su sangre, ni se convirtió en maldición para rescatar a alguien. Cristo nos redimió de la maldición de la ley convirtiéndose en maldición por nosotros (Gálatas 3:13). Jesús compró con Su propia sangre (Hechos 20:28). Los cristianos son redimidos con la sangre preciosa de Cristo, un cordero sin mancha o defecto (1 Pedro 3: 18-19).

Ésta no es la primera vez que la Iglesia Católica ha tratado de elevar a María a corredentora. El Papa Juan Pablo II no tuvo éxito en su intento porque a muchos de los cardenales les preocupaba que frustrara el movimiento ecuménico, que busca unir a todos los cristianos bajo el papado. Dado que éste es el centenario de la aparición de María en Fátima, algunos cardenales creen que éste es un buen momento para el pronunciamiento. La versión católica de María es dramáticamente diferente de cómo se revela en la Escritura. Según el catecismo católico, María "no dejó de lado su cargo de salvación, sino que, por su intercesión múltiple, continúa trayéndonos los dones de la salvación eterna". Ella es "Abogada y Mediadora" (CIC, párrafo 969). Sus "oraciones liberarán nuestras almas de la muerte" (CIC, párrafo 966).

La Iglesia Católica da a María muchos de los atributos de Cristo. Ellos enseñan que ambos fueron concebidos sin pecado, y vivieron vidas sin pecado y ambos son nuestros defensores. Proclaman que Jesús es la fuente de la gracia, María es el canal de toda gracia; Jesús es el Mediador, María es la Mediadora; Jesús ascendió a la gloria, el cuerpo de María fue asumido en gloria; Jesús es el Rey del Cielo, María es la Reina del Cielo; Jesús es el Príncipe de la Paz, y María es la Reina de la paz.

Existe un gran peligro espiritual para los católicos cuando miran a María y no a Jesús. Pablo advirtió: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo” (2 Corintios 11:3). Oro para que los católicos presten atención a la exhortación del libro de Hebreos: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12: 2).


Mike Gendron fue un devoto católico romano y un fuerte defensor de la “única iglesia verdadera” durante 34 años, antes de que desarrollara una relación personal con Jesús en 1981.

Dejó la iglesia católica en 1985 y, en 1988, dejó una exitosa carrera en gerencia corporativa para estudiar en el Seminario Teológico de Dallas. Cuatro años después, formó el Ministerio Proclamando el Evangelio, con el objetivo principal de alcanzar a los católicos con el Evangelio. Se puede suscribir a su lista de correo y encontrar un listado completo de todos sus libros y álbumes de videos en el sitio web de su ministerio: pro-gospel.org

Artículos relacionados:
»» Catolicismo Romano

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Can Mary be the co-Redeemer?

martes, 21 de noviembre de 2017

Libro: Pastores que Abusan – Parte I

Las víctimas hablan por sí mismas

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice


"Obedece a tu pastor en todo lo que te diga, aunque esté mal". 
"No cuestiones al ungido del Señor". 
"Si ves algo mal en el ministro, no digas nada, sólo ora". 
"Tú no eres nadie para juzgar a un siervo de Dios. Si no haces lo que te digo estás en rebeldía". 
"No vayas a denunciar al sacerdote o te van a excomulgar. Déjalo en las manos de Dios". 

Seguramente, todos los que estamos relacionados con el cristianismo hemos escuchado frases como éstas en alguna ocasión. En especial si acostumbramos asistir regularmente a una congregación cristiana. A continuación leeremos las historias reales de hombres, mujeres y familias que oyeron y obedecieron frases como éstas de labios de líderes espirituales aparentemente bienintencionados. Veremos lo que sucedió en sus vidas como consecuencia de haber creído ciegamente estas enseñanzas y por no haber entendido cuál es el límite que marcan los evangelios para seguir a un ministro religioso. 

Los casos aquí descritos han sido seleccionados entre muchos y se escogieron precisamente por ser representativos de lo que cientos de personas viven cada año en el mundo latino. Son experiencias que en su momento vivieron matrimonios, familias, jóvenes, viudas y congregaciones enteras, en distintas organizaciones consideradas o llamadas cristianas.* 

* En la mayoría de los casos narrados a continuación, tanto los nombres como los lugares han sido cambiados para proteger la identidad de las personas involucradas. En un esfuerzo por hacer este libro relevante a los lectores latinos de distintos países, se han modificado varias localidades de la primera edición.

Libro: Pastores que Abusan – Índice


Contenido 

Introducción: Los abusos pastorales, 
una realidad que no podemos ignorar 


Parte I 
Las víctimas hablan por sí mismas 

1 Sacerdotes y abuso infantil: 
Traicionando a los más vulnerables 

2 Iglesias en la encrucijada: 
¿Qué tan grande es el problema? 

3 Estructuras Perversas: 
El ídolo de la Institución 

4 Los líderes autoritarios y el dinero  

5 María Luisa: Crónica de una infamia  

6 Corrupción e impunidad: 
El círculo de la complicidad 

7 Persecución, difamación e intimidación: 
Un arma clásica para controlar 

8 Explotando la relación pastoral:  
Cuando los ministros adulteran 

9 Incesto Espiritual: 
El crimen del reverendo Jackson 

10 Los pastores autoritarios pueden programar a la gente  

11 Sexo y manipulación sectaria:
David Koresh y otros más 

12 Autoritarismo y totalitarismo: 
Un signo clásico de las sectas 

13 ¿A quién le puede pasar? 

Parte II

Cómo reconocer a los pastores abusivos 

14 Métodos de manipulación y doctrinas  
autoritarias 

15 Los límites de la autoridad pastoral  

16 Lo que siempre creyó la Iglesia  
cristiana en cuanto a la autoridad 

17 Desenmascarando las doctrinas  
autoritarias 

18 Los líderes manipuladores dañan a la gente: 
¿Qué debemos hacer?  


Bibliografía 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Libro: Pastores que Abusan – Introducción

Los Abusos Pastorales: Una Realidad que no Podemos Ignorar

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Cuáles son los límites de la autoridad de un pastor. 
Cuál es la diferencia entre la lealtad a una institución religiosa y la complicidad. 
Hasta dónde debemos sujetarnos a un líder espiritual. 
En qué momento debemos abandonar una organización cristiana que se vuelve destructiva. 

Este libro está dirigido a los miles de hombres y mujeres latinos que cada año son víctimas de líderes autoritarios y organizaciones religiosas opresivas. 

Está dedicado de manera especial, a cientos de personas y familias que he tenido la oportunidad de ayudar a través de los años, a recuperarse de malas experiencias religiosas y de los más increíbles abusos de autoridad. Gente toda ésta, que experimentó, en mayor o menor grado, algún tipo de daño físico, material o espiritual por haber estado bajo el liderazgo de pastores, maestros y guías religiosos que a veces caen más bien en la categoría de "iluminados". Dirigentes que aunque se autodenominaban cristianos, no dudaron en abusar de sus posiciones de autoridad religiosa para aprovecharse de sus ovejas. 

Tenemos que estar conscientes que actualmente existen muchas personas que de una u otra manera son objeto de agresiones sexuales, explotación económica, maltratos psicológicos y daño moral por parte de líderes cristianos autoritarios. De individuos que no dudan en utilizar el respeto que sus congregantes les tienen para extraerles dinero, para chantajearlos emocionalmente o en ocasiones para impedirles abandonar sus organizaciones. Para lograr estos fines, los pseudo-pastores usan siempre el nombre de Dios, una Biblia en la mano y una frase que parece hechizar a sus oyentes: "Soy tu autoridad y me tienes que obedecer". 

La primera parte de este libro trata con las experiencias de gente de carne y hueso que en algún momento de su vida depositó su confianza, a veces ciegamente, en líderes religiosos que exigían obediencia absoluta. Los casos aquí presentados son reales. La información, los testimonios, así como los detalles de cada una de las historias han sido comprobados a fondo. Son una muestra del producto de diez años de estudio e investigación sobre este tema a través de Latinoamérica y las comunidades hispanas de los Estados Unidos. Un equipo de investigadores que incluye médicos, educadores, defensores de derechos humanos, sociólogos, teólogos y líderes cristianos de distintas organizaciones, hemos invertido cientos de horas entrevistando extensamente a una cantidad considerable de personas que han sufrido los efectos de liderazgos cristianos abusivos y autoritarios. El grave daño hecho a muchos de ellos ha tomado meses y a veces años en sanar. Con algunos en particular ha sido necesario pasar largas horas para desprogramarlos. Otros han ido recuperando poco a poco la confianza en el cristianismo: confianza que habían perdido al haber sido testigos y a veces víctimas de conductas criminales o inmorales por parte de sonrientes y talentosos líderes religiosos que decían ser siervos de Dios. 

Contamos con entrevistas, grabaciones y testimonios filmados en video de muchas de estas personas que generosamente nos han permitido utilizarlas, en la esperanza de que sirvan para ayudar a otros que están pasando por una situación similar. También tenemos una buena cantidad de fuentes primarias confiables que han sido de gran utilidad para comprobar la veracidad de todas las historias, cruzar información y hacer verificaciones independientes. 

En casi todos los casos presentados aquí, se han cambiado los nombres de las personas, y los lugares de los hechos. Esto tiene un doble propósito: primeramente proteger la identidad y la privacidad de las personas que aparecen en el libro. En segundo lugar, estoy seguro que las historias aquí presentadas no son sólo las de ellos. Son las de muchísimas personas que están viviendo lo mismo y que quizás no se atreven a hablar por miedo. Seguramente una buena cantidad de lectores se identificarán con ellas después de leerlas, y hallarán respuestas, aliento y una nueva dirección para sus vidas. Aunque el enfoque principal de este libro esta esencialmente en los pastores que abusan como individuos, ha sido imprescindible tratar en alguna medida con las organizaciones y estructuras eclesiásticas en que éstos operan. Además de la dimensión descriptiva de las mismas, la cual es por necesidad breve, en esta primera parte del libro presento algunos análisis sintéticos para ayudar a entender mejor la actual crisis de ministros paidófilos, en particular sacerdotes, que ha tenido repercusiones mundiales. 

En la segunda parte del libro hago un sencillo análisis de la conducta y estrategias que los líderes autoritarios utilizan para controlar las conciencias de las personas y de cómo logran manipularlas. En esa sección veremos que los pastores y grupos cristianos abusivos tienen doctrinas similares, utilizan casi los mismos métodos y engañan a la gente de la misma manera, casi sin que se den cuenta. En particular, notaremos lo difícil que puede resultar salir de su esfera de influencia y de su sistema de control. Allí haremos un enfoque especial en las doctrinas del autoritarismo, que constituyen una perversión de las enseñanzas cristianas del respeto y la obediencia a las autoridades espirituales. Este punto en específico es muy importante, porque es precisamente el arma favorita de los líderes sectarios para controlar y lograr que la gente se someta incondicionalmente a sus arbitrariedades. Para concluir, examinaremos la enseñanza bíblica correcta sobre la autoridad espiritual, lo que creyeron las iglesias cristianas en la historia, y quedarán correctamente establecidos los límites de la autoridad pastoral según las enseñanzas cristianas. En otras palabras, nos quedará claro hasta donde debemos obedecer a un ministro y cuándo debemos salimos de su esfera de autoridad e influencia. 

Conociendo por experiencia la forma de actuar de los líderes religiosos autoritarios, puedo anticipar que algunos de ellos harán todo lo que puedan por evitar que sus ovejas lean la información que se presenta aquí. Los que no lo prohíban por decreto e imposición, seguramente dirán a sus seguidores que el libro los puede confundir, aun cuando está sumamente claro. Les advertirán alarmados que leer su contenido les puede hacer daño, aun cuando las verdades que presenta han ayudado a miles de personas. Denunciarán que el libro no es bíblico, aun cuando está perfectamente respaldado en las Escrituras. Organizarán pequeños boicots para tratar de presionar a algunas librerías, censurando la libertad de expresión, intentando que no vendan el libro. Habrá también quienes asegurarán que los casos aquí presentados no son nada comunes, sino sólo exageraciones, casualidades aisladas de gente resentida que habla por amargura. Todo esto a pesar de que las estadísticas, la experiencia, y muchos estudios serios, demuestran que los abusos religiosos son bastante comunes y no inventos de gente malintencionada. En fin, algunos líderes religiosos dirán y harán muchas cosas excepto una: impugnar con bases la veracidad de los estudios de casos que presento o refutar el libro por escrito, especialmente en su parte teológica. 

Aun sabiendo las controversias que despertará la publicación de este libro, considero un deber cristiano y humano escribir sobre esta dolorosa e insoslayable realidad que nos atañe de manera especial a los latinos. 

Asumo también que más allá de líderes religiosos en lo particular, este libro va a molestar a algunas organizaciones que no estarán de acuerdo en que se trate este asunto abiertamente. Es de esperarse que aquellos cuyos errores y prácticas dañinas se exponen en este estudio reaccionen así. Lamentablemente hay una tendencia alarmante en el cristianismo contemporáneo a ocultar y a minimizar las cosas que están mal. Se piensa que el exponer las maldades y errores del ministerio dañará irreparablemente la reputación del cristianismo. Yo opino diferente. Pienso que es necesario y urgente sacar a la luz aquello que está oculto, para que las cosas se reformen a fondo y de raíz. El hacer esto no va a destruir la reputación del cristianismo. Por el contrario. Comenzará a limpiar el testimonio cristiano que está siendo ensuciado por seudo-líderes que se esconden detrás del autoritarismo para cometer las acciones más viles. 

Creo sinceramente que es necesario denunciar públicamente las doctrinas torcidas y perversas del autoritarismo religioso que exigen a la gente que obedezca ciegamente a un hombre sólo porque tiene un cargo de líder religioso. Estas enseñanzas destruyen la dignidad y la libertad del ser humano y lo convierten en un títere o en un robot. Pregúnteselo usted a Joanna, una joven universitaria, que como veremos, fue golpeada y manipulada por un líder que se decía ser "ungido de Dios". Pregúnteselo a la familia López, que sufrió cuatro años de explotación económica y fraudes en una congregación en donde una de sus doctrinas favoritas era "al pastor hay que obedecerle en todo". Preguntémosle a María Luisa Montoya y a los niños de una escuela-orfanato del bajío. La primera, una viuda despojada de medio millón de dólares por su sacerdote de cabecera. Los menores, abusados sexualmente por un cura encubierto por sus superiores. Preguntémosle también a los familiares de las víctimas de la secta de David Koresh en Waco, Texas, donde una de las enseñanzas era: "No debes de juzgar a un líder por su conducta".  Preguntémosle a los cientos y cientos que hoy viven confundidos y decepcionados del cristianismo por las escandalosas inmoralidades que han visto, y a los muchos que están callados y atemorizados de salirse de alguna secta autoritaria porque creen que pecarán contra Dios. Finalmente, preguntémosle a Cristo, cuya autoridad es usurpada y echada a un lado por líderes que piden que se les obedezca a ellos en lugar de a Sus enseñanzas y ejemplo. 

Aunque lo expuesto en este libro es una realidad trágica y que a veces asusta, su objetivo no es en ningún momento desanimar a nadie en su búsqueda espiritual. Mi intención es sólo advertir acerca del peligro de caer en manos de un liderazgo corrupto. 

El hecho de que existan pastores abusivos no implica de ninguna manera que todo el cristianismo esté en crisis ni que no existan genuinos líderes que pueden ser ejemplo y ayuda para nuestras vidas. Al contrario. Todos sabemos que así como hay buenos médicos, también los hay malos. Así como hay profesionistas serios, también existen los charlatanes. Lo mismo sucede con los ministros. Lo importante es aprender a diferenciarlos.

Lea también: 
Share/Bookmark