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La Biblia es la Palabra de Dios.
Esa es toda una declaración. Si realmente lo creemos, eso debería cambiar todo. Nos damos cuenta de que la Biblia no se trata de apuntes al azar de antiguos sabios hebreos, sino un portal: un portal al corazón de nuestro Creador. La Palabra de Dios es dada para instruirnos y corregirnos y guiarnos, pero también es un arma para protegernos del enemigo de nuestras almas.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).
La Biblia es lejos el libro más vendido de todos los tiempos, sin embargo, miles de Biblias permanecen en los estantes año tras año acumulando polvo. Cuando nos damos cuenta de la verdadera naturaleza de la Biblia, entendemos lo terrible que es esa pérdida. Vivimos en un mundo lleno de engaños, y la mejor manera de reconocer una mentira es conocer de antemano la verdad. Necesitamos conocer este libro que Dios respiró a través de Sus profetas y discípulos. Necesitamos saber qué dice y cómo ejercerlo en nuestras propias vidas. A menudo digo que la Biblia es un mensaje de un Autor de fuera de nuestro dominio del tiempo, pero es vital saber por qué digo eso y cuán verdad es.
¿Cómo deberíamos estudiar la Biblia? Voy a hacer algunos comentarios personales sobre este libro. He estado estudiando la Biblia por más de sesenta años, así que he desarrollado mis propios puntos de vista sobre los temas. Sin embargo, nadie debe aceptar nada sólo porque yo lo haya dicho o porque algún otro maestro de la Biblia lo haya dicho. Usted tiene un Tutor muchísimo mejor que yo, disponible para usted a través de la persona del Espíritu Santo. Investigue y estudie la Biblia por usted mismo para determinar lo que dice de principio a fin. Mi verso fundamental sobre el estudio de la Biblia es Hechos 17:11, que nos dice acerca de la gente de Berea, que:
…eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así (Hechos 17:11).
Contenido
Capítulo 1
La Palabra de Dios
Capítulo 2
Sin sombra de variación
Capítulo 3
Llegando a lo esencial
Capítulo 4
Jesús y la profecía
Capítulo 5
La gran aventura
Capítulo 6
¿Cuál traducción?
Capítulo 7
Tres fases
Capítulo 8
Recursos
Capítulo 9
Rut
Capítulo 10
Evitando escollos
Capítulo 11
Más peligros
Capítulo 12
Los escollos finales
Capítulo 13
El chorlito dorado
Capítulo 14
Instituto Koinonía
Traducido por Helena Aillón.