viernes, 7 de abril de 2023

Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 6 (parte 1 de 2)

La Evidencia del Nacimiento Virginal

Por Dr. David R. Reagan

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El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. — Mateo 1:18-21

Me gustaría comenzar afirmando mi tesis desde el principio: La creencia en el nacimiento virginal de Jesús es absolutamente esencial para la fe cristiana

Negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús, y si Jesús no fue Dios en la carne, entonces usted y yo no tenemos esperanza en absoluto.

Una Doctrina Bajo Ataque

Y, sin embargo, a pesar de la centralidad y la esencialidad de la doctrina del nacimiento virginal, no hay doctrina en toda la cristiandad que haya sido más denigrada y ridiculizada.

Considere a Thomas Jefferson. Él era un deísta que rechazaba lo sobrenatural. Produjo su propia versión del Nuevo Testamento. Fue un trabajo de cortar y pegar que eliminó el nacimiento virginal, todos los milagros de Jesús y, por supuesto, Su resurrección. En cuanto al nacimiento virginal, Jefferson escribió:

Llegará el día cuando la generación mística [concepción] de Jesús por el Ser Supremo como su padre, en el vientre de una virgen, se clasificará con la fábula de la generación de Minerva en el cerebro de Júpiter.1

A principios del siglo XX, cuando la Escuela alemana de la Alta Crítica invadió este país, el portavoz principal de ese punto de vista liberal era Harry Emerson Fosdick, el pastor de la Iglesia Riverside en la Ciudad de Nueva York. Aquí está su observación condescendiente concerniente al nacimiento virginal: “Por supuesto que no creo en el nacimiento virginal…No conozco a ningún ministro inteligente que lo haga”.2

En su libro, In Quest of Jesus (En Búsqueda de Jesús), publicado en 1983, W. Barnes Tatum, un profesor del Greensboro College en Carolina del Norte, llamó al nacimiento virginal una “ficción teológica”.3

Hans Kung, el renombrado teólogo católico que ha sido censurado por su iglesia por sus ideas heréticas, tenía esto que decir sobre el nacimiento virginal: “Aunque el nacimiento virginal no puede entenderse como un evento histórico-biológico, puede  considerarse como un hecho significativo, al menos para esa época”.4

El teólogo Robert Funk, el fundador y líder del notorio Seminario Jesús, escribió estas palabras sobre el nacimiento virginal:

El nacimiento virginal de Jesús es un insulto a la inteligencia moderna y debería abandonarse. Además, es una doctrina perniciosa que denigra a las mujeres.5

Y luego, por supuesto, está John Shelby Spong, el ex Obispo Episcopal de Newark, Nueva Jersey, que es conocido por sus opiniones apóstatas. Esto es lo que tenía que decir acerca del nacimiento virginal:

Con el tiempo, el relato del nacimiento virginal se unirá a Adán y Eva…como elementos mitológicos claramente reconocidos en nuestra tradición de fe cuyo propósito no era describir un evento literal, sino capturar las dimensiones trascendentes de Dios en las palabras y conceptos terrenales de los seres humanos del primer siglo.6

En otras palabras, el nacimiento virginal, como la historia de Adán y Eva, es sólo un mito inventado por gente primitiva e ignorante.

El Significado de Estos Ataques

Ahora, ¡lo sorprendente acerca de todos estos ejemplos es el hecho de que cada una de las personas que he citado es un cristiano profesante! Por lo tanto, no estoy hablando de ataques de ateos o gnósticos. Sus ataques son esperados. Estoy hablando de ataques de cristianos profesantes.

Y para que no piense que este tipo de incredulidad es característica sólo de los cristianos liberales, echemos un vistazo a Rob Bell. Él es el pastor de una mega iglesia llamada Mars Hill Church que está ubicada en Gran Rapids, Michigan. Y él es uno de los líderes de lo que es llamado el Movimiento de la Iglesia Emergente, un movimiento que afirma ser evangélico, pero en realidad, es apóstata. 

En su éxito de librería, Velvet Elvis (Elvis de Terciopelo), subtitulado Repainting the Christian Faith (Repintando la Fe Cristiana), Rob escribió estas palabras acerca del nacimiento virginal:

Si descubriera que Jesús tuvo un padre terrenal llamado Larry, encontraran la tumba de Larry, tomaran muestras de ADN y demostraran sin lugar a dudas que el nacimiento virginal era realmente un poco de mitología… ¿Podría seguir siendo un cristiano?7

Observe cuán sutil es con esta declaración. Sin negar el nacimiento virginal, procede a arrojar toda clase de dudas al respecto, y en el proceso deja claro que si se trata de un mito, no pondría en peligro su fe, porque obviamente no lo considera esencial para el cristianismo. 

Nacimientos Asombrosos

Entonces, ¿qué acerca de ello? ¿Es el nacimiento virginal sólo un poco de mitología? ¿Hace alguna diferencia para la fe cristiana?

La Biblia nos habla acerca de muchos nacimientos notables. Por ejemplo, está el nacimiento de Isaac de padres de casi 100 años de edad. Y luego están los nacimientos de Sansón, Samuel y Juan el Bautista — todos los cuales nacieron de mujeres con úteros estériles.

De forma similar, ha habido algunos nacimientos notables desde los tiempos bíblicos — como los quintillizos Dionne en Canadá en 1934, el primer nacimiento de este tipo en el que los cinco sobrevivieron la infancia. En 1974, en Sudáfrica, la familia Rosenkowitz dio a luz a séxtuples, de nuevo, el primer nacimiento de este tipo en el que todos los seis sobrevivieron. Y luego estaba los septillizos McCaughey, nacidos en Iowa en 1997. Sólo para ser superados por los óctuples Suleman, nacidos en California en 2009.

Pero ninguno de estos nacimientos, por espectaculares como puedan haber sido — ninguno de ellos es el más espectacular de los tiempos modernos. El nacimiento más asombroso desde los tiempos bíblicos tendría que ser el de Louise Brown en Lancashire, Inglaterra el 25 de julio de 1978. Fue el primer bebé concebido fuera del cuerpo humano — el primer “bebé de probeta”.

La historia da testimonio de matrices estériles hechas fértiles. La historia atestigua sorprendentes nacimientos múltiples. La historia atestigua la concepción fuera del útero. 

Pero ninguno de estos nacimientos es tan asombroso, tan milagroso, y estupendo como el nacimiento de Jesús de Nazaret — el nacimiento proclamado a los pastores de Belén por los ángeles de Dios. El nacimiento de Jesús de Nazaret es el nacimiento más excepcional de toda la historia registrada, ya que la Biblia nos dice que nació de una virgen. 

Y ahí es donde me gustaría que vayamos ahora mismo — a la Biblia. Comencemos nuestro estudio del nacimiento virginal examinando las Escrituras. 

El Nacimiento Virginal de Jesús

Para preparar el escenario para nuestro estudio, consideremos un pasaje de Mateo 1, versículos 18-21. Voy a presentar estos versículos de una versión de la Biblia con la que quizás no estén familiarizados. Se llama el Nuevo Testamento Judío. Es una traducción de David Stern, un judío mesiánico que vive en Jerusalén.8

El propósito de esta traducción es mostrar que el Nuevo Testamento es un libro que fue escrito por judíos y que está inmerso en la cultura judía. Lo hace restaurando los nombres judíos de las personas y lugares que han sido anglicados en nuestras traducciones inglesas. Considere cuidadosamente este pasaje muy familiar:

18 He aquí de qué modo tuvo lugar el nacimiento de Yeshúa el Mesías. Cuando su madre Miryam quedó comprometida en matrimonio con Yosef, antes de que se casasen, se descubrió que ella estaba embarazada por el Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo).

19 Su futuro marido, Yosef, era un hombre justo, de manera que hizo planes para romper en silencio el compromiso, en lugar de que ella se viese sometida a la vergüenza pública. 

20 Pero mientras estaba pensando en esto, se le apareció en sueños un ángel de ADONÁI y le dijo: “Yosef, hijo de David, no temas llevarte a Miryam a casa como tu mujer porque lo que ha sido concebido en ella lo ha sido por el Ruach-HaKodesh.

21 Ella dará a luz un hijo, y tú deberías ponerle por nombre Yeshúa (que quiere decir: “ADONÁI salva”) porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados”.

22 Todo esto sucedió a fin de que se cumpliese lo que ADONÁI había dicho por medio del profeta:

23 “La virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamarán su nombre Emmanuel (el nombre significa “Dios está con nosotros”).

El Ataque Satánico

Como puede ver, la Biblia afirma claramente que Jesús nació de una virgen. Y no creo que sea exagerado decir que Satanás odia el hecho del nacimiento virginal. Lo odia porque éste atestigua la divinidad de Jesús, y Satanás está determinado a hacer todo lo posible para convencer al mundo de que Jesús era sólo un hombre.

Como ejemplo, considere una de las canciones contenidas en el popular musical de Broadway y película llamada, “Jesucristo Superestrella”. En una de las escenas clave en la producción, María Magdalena entona una canción acerca de Jesús mientras está durmiendo. Las palabras van así (énfasis añadido):9

Yo no sé cómo amarle
Ni qué hacer, cómo hablarle
Él cambió algo en mí 
Ya no soy la misma, soy otra mujer
Desde que me miró. 

No puedo comprenderlo 
me emociono con verlo, 
Sé que es un hombre más 
Y he tenido tantos, debo saber, 
Que es un hombre más, sólo uno más.

Observe las palabras, “es un hombre más, sólo uno más, es sólo un hombre”. Satanás ha orquestado ataques como éste contra el hecho del nacimiento virginal desde que fue proclamado a los pastores en Belén.

Los filósofos y científicos se burlan de él como nada más que un “mito infantil”. Los líderes judíos, desde los primeros tiempos, lo han calificado como “un engaño cruel”. Lo más triste de todo es que muchos teólogos cristianos modernos afirman que es “una leyenda no esencial”.

¡Los ataques de Satanás han sido muy exitosos!

Hoy en día, el nacimiento virginal es negado flagrantemente en muchos seminarios cristianos. De hecho, me atrevería a decir que es la doctrina más ridiculizada de la fe cristiana. Generalmente es desestimada como nada más que un “mito recién llegado” imaginado por un grupo de pastores ignorantes en el primer siglo.

Esta observación está apoyada por las encuestas. En 1998, el grupo Harris realizó una encuesta a más de 7,000 clérigos en los Estados Unidos, y encontró los siguientes porcentajes de clérigos que niegan el nacimiento virginal:10

19% del clero luterano estadounidense

34% de pastores bautistas estadounidenses

44% de sacerdotes episcopales

49% de ministros presbiterianos

60% del clero metodista

79% de pastores congregacionales

Esta incredulidad entre el clero está afectando al público general estadounidense. En 1998, el año en que se realizó la encuesta al clero, el 83% de los estadounidenses creían en el nacimiento virginal. Diez años después, ese porcentaje había caído más de 20 puntos a 61%.11

Sin embargo, ¡estas encuestas muestran que entre el público general hay mucha más fe en la Palabra de Dios que entre el clero!

Ambivalencia en la Época de Jesús

Lo interesante es que esta ambivalencia acerca del origen de Jesús no es nada nuevo. Incluso en la época de Jesús, Su origen era una cuestión de ambivalencia y especulación constante.

En Juan 6 se nos dice que los líderes judíos se burlaron de Su afirmación de que había venido del cielo. Ellos dijeron, “¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?”.

En Juan 7 se nos dice que algunos de los residentes de Jerusalén rechazaron la afirmación de Jesús de ser el Mesías porque dijeron, “Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea”.

Y, en Juan 8, se nos dice que algunas de las personas acusaron a Jesús de haber nacido de fornicación, mientras que otros afirmaron que era un samaritano mestizo.

Otra cosa interesante es que Jesús mismo reveló la razón de toda esta ambivalencia acerca de Su origen. Esto es lo que Él tenía que decir al respecto en Mateo 16:13-17

13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a Sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Note cuidadosamente el último versículo. Jesús dijo que Su divinidad había sido revelada a Pedro por Dios el Padre. El punto es que la única forma en la que alguien podrá conocer la deidad de Jesús es mediante una revelación divina de parte de Dios. El hombre nunca llegará a este conocimiento a través de la filosofía, la teología o la ciencia. Debe ser revelado.

El hombre, a través de su propio conocimiento, siempre concluirá que Jesús fue un gran erudito, un maestro inspirado, un profeta visionario, un líder moral — o lo que sea.

Pero el hombre, razonando por sí mismo, siempre perderá el hecho central de que Jesús es el Hijo del Dios Viviente. Y, por lo tanto, el hombre operando en la carne siempre negará el nacimiento virginal, porque el nacimiento virginal y la deidad de Jesús son inseparables.

Si Jesús es Dios, entonces debe nacer de Dios. No puede nacer de padres humanos. Por lo tanto, mi posición es que negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús.

Como ve, sin el nacimiento virginal, Jesús es — en las palabras del musical de Broadway — “sólo un hombre más”, nacido con la defectuosa naturaleza pecaminosa que todos heredamos de Adán. Y si Jesús es sólo otro hombre, entonces usted y yo no tenemos esperanza alguna. Es por eso que el nacimiento virginal no es un asunto periférico. Es fundamental para la fe cristiana.

La Esencialidad del Nacimiento Virginal

Centrémonos por un momento en la esencialidad del nacimiento virginal. ¿Por qué es tan importante para la fe cristiana? Yo diría que hay tres razones.

En primer lugar, se relaciona con la integridad de la Biblia como la Palabra de Dios. La Biblia dice rotundamente que Jesús nació de una virgen. Si eso no es cierto, entonces, ¿qué podemos creer en la Biblia? Si lo que ella dice acerca del nacimiento de Jesús es ficción, ¿entonces como podemos creer lo que dice acerca de Su muerte y resurrección?

En segundo lugar, se relaciona con la integridad de Jesús como el Mesías. Para que Jesús fuera nuestro Salvador, tres condiciones debían cumplirse:

a) Él tenía que ser Humano. Ningún ángel podía morir por nuestros pecados.

b) Él tenía que ser Divino. Un simple mortal no podía soportar el precio infinito que debía pagarse por nuestros pecados.

c) Él tenía que ser Inmaculado. Un pecador no podía morir por los pecados de otros.

El nacimiento virginal garantizó el cumplimiento de estas tres condiciones:

a) Debido a que nació de María, Él era Humano.

b) Debido a que fue concebido por el Espíritu Santo, Él era Divino.

c) Debido a que nació santo, sin una naturaleza pecaminosa, Él estaba calificado para servir como nuestro Salvador.

Este último punto es extremadamente importante. Verá, aunque Adán y Eva pecaron, Dios le asignó la responsabilidad a Adán (Génesis 3:17-19). Romanos 5:12-21 enfatiza este punto. Afirma que, así como la muerte entró al mundo a través del pecado de un hombre, Adán, y dio lugar a la condenación para todos los hombres, así también, la esperanza de la vida y la justificación han llegado a través de un hombre, Jesucristo.

El punto es que la naturaleza pecaminosa es transmitida por el padre, y por lo tanto, para que Jesús naciera sin una naturaleza pecaminosa, tenía que nacer sin un padre terrenal. Y esto nos lleva a otro punto importante. No fue el nacimiento de Jesús lo que fue milagroso. Él estuvo en el vientre de María durante 9 meses y nació como usted y como yo. Lo que fue milagroso fue Su concepción. En un gran milagro de creación, fue colocado en el vientre de María por el Espíritu Santo.

El Dr. Henry Morris, fundador del Instituto para la Investigación del Creacionismo, describe el proceso en estas palabras:

El cuerpo creciendo en el vientre de María debe haber sido especialmente creado en perfección completa, y colocado allí por el Espíritu Santo, con el fin de que fuera libre del daño inherente del pecado.

Cristo aún sería “nacido de la simiente de David según la carne” (Romanos 1:3), debido a que Su cuerpo fue nutrido por, y nacido de, María, quien era de la simiente de David. Él aún sería el Hijo del Hombre, compartiendo toda la experiencia humana universal desde la concepción hasta la muerte, excepto el pecado. Él es verdaderamente la “simiente de la mujer” (Génesis 3:15), Su cuerpo no se formó ni de la simiente del hombre ni del óvulo de la mujer, sino que creció a partir de una semilla única plantada en el cuerpo de la mujer por Dios mismo.

Es decir, Dios directamente formó un cuerpo para el segundo Adán, tal como lo hizo para el primer Adán (Génesis 2:7). Esto fue nada menos que un milagro de creación, capaz de ser realizado sólo por el Creador mismo.12

Lea la parte 2 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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