Cuatro cosas ocultas en el libro de Ester y la historia de Purim
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Cuatro cosas ocultas en el libro de Ester y la historia de Purim
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Las Lamentaciones
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Una mirada hasta el fin de los tiempos
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Moisés dijo: “Las cosas secretas pertenecen a nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre...” (Dt. 29:29). ¿Por qué Dios predijo tanto acerca del Primer Advenimiento y la Segunda Venida de Jesús? Claramente, Él quería que aquellos “con ojos para ver” tuvieran discernimiento y mantuvieran sus corazones sintonizados con el Mesías.
Pero la percepción no es automática, y el discernimiento elude a aquellos cuyos corazones no están iluminados por el Espíritu Santo. Cuando Jesús ministró en el mundo, típicamente enseñó a través de parábolas. Sus parábolas no sólo evocaban imágenes de palabras que la gente recordaría, sino que también le permitían hablar a Sus ovejas, mientras que los que estaban fuera de Su rebaño permanecían ajenos (Mateo 13:13).
La Palabra profética de Dios funciona así. Muchos andan a tientas en las tinieblas porque rechazan la luz, pero nosotros, que estamos en Cristo, “no somos de noche ni de las tinieblas” (1 Tes. 5:5). Jesús espera que reconozcamos las señales de los tiempos (Mateo 16:2-3). Él claramente ha elegido darnos suficientes señales para ofrecer perspicacia, si tenemos ojos para ver.
Eso no quiere decir que las señales proféticas destellan ante nosotros en brillantes luces de neón. A menudo son sutiles. Requieren que nuestros ojos se ajusten espiritualmente con el tiempo—al igual que la visión nocturna toma tiempo para ganar agudeza. Nathan Jones ofreció una analogía en nuestra reciente conferencia transmitida por internet; afirmó que, como un rompecabezas que revela su imagen a medida que se agregan las piezas, nuestra comprensión de la profecía crece a medida que las piezas se colocan en su lugar.
A lo largo de 2022, enfatizamos la inminencia del Rapto. Las “Señales de los Tiempos” están gritando la cercanía de ese glorioso evento. Esta edición de la revista Farolero se centrará en las señales de la Naturaleza. En las ediciones que siguen en 2023, examinaremos las señales de: Sociedad, Espiritualidad, Política Mundial, Tecnología e Israel.
Las señales de la naturaleza están a nuestro alrededor. Como observó el rey David hace mucho tiempo: “Los cielos declaran la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día, y una noche a la otra declara sabiduría” (Salmos 19:1-2). Lamentablemente, incluso con una abundancia de evidencia y un cosmos lleno de conocimiento, muchos carecen de sabiduría. Incluso dentro de la Iglesia, los burladores desprecian la magnitud y majestad de lo que Dios nos ha revelado (2 Pedro 3:3-7).
Al maravillarnos de la Creación que Dios nos ha dado, reconocemos la verdad en la observación de Isaías: “La hierba se seca, y la flor se marchita; pero la Palabra de nuestro Dios permanece para siempre” (Isaías 40: 8).
La Palabra profética de Dios está convergiendo a nuestro alrededor. Pronto, la Estrella Resplandeciente de la Mañana atravesará la oscuridad una vez más (Ap. 22:16). Que esta edición del Farolero haga que Su luz brille en su corazón incluso ahora (2 Pedro 1:19).
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
¿Por qué debía hacerse la Navidad?
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Un Dios ignorado y olvidado
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Durante los últimos dos años, a menudo abro mis presentaciones de los Tiempos del Fin haciendo una pregunta:
¿Qué Está Esperando?
Inevitablemente, la mayoría de nosotros esperamos cosas como nuestra próxima reunión familiar, la temporada navideña, el nacimiento de un hijo o nieto, ¡o incluso nuestra próxima comida! Puedo decir honestamente que todos eso se aplica a mí.
Algunos de nosotros somos más propensos a estar emocionados en nuestra anticipación. Al igual que los niños que están ansiosos por llegar a un destino, internamente preguntamos: “¿Ya llegamos?”. Otros parecen francamente indiferentes sobre el curso en el que se encuentran— sin preocuparse por a dónde van o cuándo van a llegar allí.
Las Escrituras nos dicen que deberíamos estar esperando el regreso de Jesús. Una y otra vez se nos dice que estemos atentos, alertas y listos. Se nos dice que aguardemos nuestra esperanza bienaventurada—“la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Jesucristo” (Tito 2:13). Pero la vida tiene una manera de distraer nuestra mirada y embotar nuestros sentidos. Sin aliento mutuo—el “hierro que afila hierro” de Proverbios 27:17, perdemos nuestra ventaja.
Esta edición del Farolero está diseñada para ofrecerle “buenas nuevas de gran gozo” en esta temporada de gozo. Tiene el propósito de levantar sus ojos a su ayuda venidera (Salmos 121:1). Sobre la base del ejemplo dado por Simeón y Ana, tenemos la intención de glorificar a Aquel que es “luz de revelación para los gentiles y gloria del pueblo [de Dios] Israel” (Lucas 2:32).
Si aún no está ansioso por verlo, oro para que, al leer esta edición del Farolero, su corazón se estremezca de nuevo con el gozo de saber que Él ha venido, ha resucitado y vendrá de nuevo.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
La zarza ardiente
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Esta edición de la revista Lamplighter aborda un tema fundamental de la fe cristiana: la cosmovisión. Las crecientes divisiones en nuestra nación demuestran que las verdades fundamentales que alguna vez entendimos que eran evidentes ya no son reconocidas, apreciadas o acordadas en todo el espectro de nuestra sociedad. Muchos rechazan la noción misma de verdad. ¿Cuánto tiempo puede durar esta “casa dividida contra sí misma”? Sólo Dios lo sabe.
Una vez que ponemos nuestra fe en Jesucristo, el Espíritu Santo comienza a moldearnos a la imagen de Cristo. Con el tiempo maduramos en la fe, demostrando una creciente semejanza a Cristo en la forma en que pensamos y actuamos — y percibimos el mundo.
La Palabra de Dios proporciona el fundamento de nuestra perspectiva cristiana. Inmersos en sus verdades, no seremos sacudidos fácilmente (2 Tes. 2:1-4). Escribiendo a los Romanos, Pablo instó a los nuevos seguidores de Cristo a “no os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento...” (Romanos 12:2). Esa transformación es un proceso de toda la vida.
Dios nos insta repetidamente nos en las Escrituras a mantenernos firmes (Judas 1:3; Efesios 6:13; Filipenses 4:1; 1 Corintios 16:13). Para citar a la primera ministra británica Margaret Thatcher, no debemos “tambalearnos”.
En un momento dado, Pablo nos dice: “vístanse del Señor Jesucristo y no hagan provisión para satisfacer los malos deseos de la carne” (Romanos 13:14). Pero entonces, contrastando la incapacidad del hombre natural para conocer la mente del Señor, Pablo dice: “Pero nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16).
¿Anhela conocer la Verdad? Conozca a Cristo.
Todo lo que hacemos en el Ministerio Cordero y León está diseñado para señalar a las personas a Jesucristo y ofrecerles la Bienaventurada Esperanza de Su pronto regreso. Esta revista es sólo una faceta de nuestro alcance. Nuestro programa de televisión semanal, Cristo en la Profecía, se transmite en todo el mundo en una variedad de plataformas. Nuestro sitio web, YouTube, Facebook, Rumble y las aplicaciones (y más) incluyen contenido sobre todos los aspectos de la profecía bíblica — todo con el objetivo de llevar a las personas a una relación con nuestro Rey que pronto vendrá.
Los cristianos que anhelan el inminente regreso de Jesús son objetos de burla al ser señalados como soñadores fantasiosos. Somos desestimados como escapistas que tienen una mentalidad tan celestial que no somos buenos en la tierra. Pero mi expectativa del Rapto se basa en mi creencia en Dios y mi confianza en Sus promesas. Es precisamente porque creo que Jesús vendrá pronto que animo el evangelismo urgente, la vida santa y el mantener nuestros ojos en Cristo. En otras palabras, mi cosmovisión centrada en Cristo informa mi escatología, mis relaciones, mi política, mis creencias y mis actitudes.
¿Tiene dificultades para discernir qué creer? Comience por confiar en Aquel que dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6). A través de Su Palabra, Él lo guiará a todo entendimiento.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Miren que nadie los engañe
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Las 70 Semanas de Daniel
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El mundo está en un remolino descendente, pero Dios tiene el control
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En medio de todo el ruido y el clamor, ¿qué verdad central impregna todo lo que dices y haces?
Durante más de 42 años, nuestra misión en el Ministerio Cordero y León ha sido proclamar el pronto regreso de Jesucristo—a tantas personas como sea posible lo más rápido posible. Pero incluso ese propósito general se basa en una verdad aún más crítica: el Evangelio de Jesucristo.
¿Por qué digo eso? Porque es posible aceptar la realidad de que Jesús vendrá pronto y perder el impacto que ese conocimiento debe tener en su vida. Como muchos han reconocido, hay una brecha crítica de 18 pulgadas entre nuestra cabeza y nuestro corazón. El conocimiento de la cabeza no se traduce necesariamente en convicción del corazón. Un ejemplo extremo sería Satanás. Conoce la validez de la Palabra de Dios y reconoce el poder de Dios, pero se niega a reverenciar a Dios como Dios.
Por lo tanto, no debería sorprendernos que, incluso cuando nos sumergimos profundamente en la profecía bíblica y señalamos el pronto regreso de Jesús, nuestra motivación principal es compartir el Evangelio. Para aquellos que vagan en la oscuridad del pecado, éste ofrece luz y esperanza. Pablo lo describió como el poder de Dios para salvación.
Para aquellos que ya han abrazado a Jesús como el Mesías y están justificados ante Dios, el Evangelio es una fuente interminable de aliento y propósito. Dios nos deja aquí en esta tierra para ser Sus embajadores, compartiendo esas Buenas Nuevas con personas de todo el mundo.
¿Qué es el Evangelio? En pocas palabras, es la provisión de Dios para la salvación. Es la manifestación de la gracia infinita, maravillosa y asombrosa de Dios: Su favor inmerecido ofrecido a todos los que ponen su confianza en Su Hijo, Jesús. El Evangelio nos dice que Cristo sufrió en la cruz del Calvario toda la ira de Dios que merecemos. La Buena Nueva es que, al creer en Jesucristo, nuestros pecados son cubiertos por Su sangre derramada, para que podamos ser adoptados como hijos e hijas, para disfrutar de la plena medida de la santidad y justicia de Dios.
No es suficiente saber acerca de Dios—o entender los misterios que Él ha revelado en las páginas de las Escrituras. No es suficiente abogar por el pronto regreso de Jesús— convenciendo a la gente de que Dios el Padre está a punto de enviar a Su Hijo a recoger a Su Novia. Si el conocimiento acerca de Dios, y la comprensión de Sus misterios y el regreso de Jesús no suscitan una fe salvadora, nuestros esfuerzos son en vano.
Oramos para que esta edición de la revista Lamplighter lo anime a compartir las Buenas Nuevas sobre Jesús aún más fervientemente. Él viene pronto, lo que significa que debemos ser urgentes en nuestro evangelismo. Jesús perdonó y luego sanó al hombre paralítico que fue traído a Él por cuatro hombres en Capernaum. Marcos enfatiza que Él fue movido por su fe.
De una manera misteriosa conocida sólo por Dios, su fe en Él a menudo es fundamental para llevar a otros a Él— para el perdón, la sanidad, y el impacto eterno. ¿A quién trae ante el trono de Dios de manera regular? ¿A dónde vas y dices lo que Jesús ha hecho por ti?
¡El tiempo se acaba!
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
La tormenta que se acerca
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¿Se encuentra el ataque de Putin en la profecía bíblica?
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El Pésaj y la comida del Séder
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¿Dónde estaba el 22 de noviembre de 1963? ¿El 11 de septiembre de 2001?
Esas fechas marcan eventos que se destacan en la conciencia de Estados Unidos — eventos tan impactantes que están indeleblemente estampados en nuestra memoria colectiva.
¿Qué hay del 14 de mayo de 1948? ¿O el 7 de junio de 1967? Esas fechas están ligadas a eventos que ocurrieron a medio mundo de distancia, pero reflejan la resurrección de una antigua promesa profética al pueblo judío. Dios prometió que, aun cuando disciplinara a Su pueblo escogido, Él los protegería y preservaría. Prometió que los reuniría de regreso desde los cuatro ángulos de la tierra a la tierra que les dio, y que los restablecería como una nación en los montes de Israel.
Todo eso sucedió en el siglo pasado.
¿Resuena su corazón con alabanza a Dios porque nos ha permitido ser testigos de cómo las profecías se cumplen durante nuestra vida? Jesús dijo a Sus discípulos: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13:16-17).
Esta edición de la revista Lamplighter llamará su atención sobre lo que podría decirse que es la Señal de los Tiempos más dramática y emocionante que apunta al pronto regreso de Jesús: la nación resucitada de Israel. Como predijo Ezequiel, los huesos secos hicieron un gran sonido de traqueteo cuando se juntaron de nuevo a principios del siglo 20. A medida que se añadían músculos y carne a los marcos esqueléticos, finalmente se pusieron de pie y reclamaron su antigua patria.
En las décadas transcurridas desde ese momento crucial, Israel ha estado bajo asedio en múltiples ocasiones. Las guerras, los ataques terroristas y las intifadas alimentadas por el odio han ido y venido. La presión política ha aumentado y disminuido. Los aliados y amigos han sido volubles y poco confiables. Pero la nación sionista — construida alrededor del propio Monte Sion de Dios — permanece. Continuará permaneciendo porque Dios ha prometido que lo haría.
David Reagan ha contado el relato de su encuentro con un hombre que dijo que deseaba haber vivido en tiempos bíblicos. Para citar la respuesta enfática de Dave, “¡Lo haces! ¡Vives en tiempos bíblicos! ¡¡Abre los ojos y mira!!”.
¿Qué hay del 14 de mayo de 1948? ¿O el 7 de junio de 1967? Esas fechas están ligadas a eventos que ocurrieron a medio mundo de distancia, pero reflejan la resurrección de una antigua promesa profética al pueblo judío. Dios prometió que, aun cuando disciplinara a Su pueblo escogido, Él los protegería y preservaría. Prometió que los reuniría de regreso desde los cuatro ángulos de la tierra a la tierra que les dio, y que los restablecería como una nación en los montes de Israel.
El himno nacional israelí se titula Hatikva — La Esperanza. La niña en la portada de esta edición representa la esperanza que Dios ha mantenido viva en los corazones judíos y el cumplimiento de Sus antiguas promesas en la era moderna.
A medida que lea las siguientes páginas, esperamos que sus ojos se abran a todo lo que Dios ha estado haciendo entre el pueblo judío. ¡Y esperamos que sus oídos se agucen, listos para escuchar el grito de que viene nuestro Novio!
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)