sábado, 13 de febrero de 2010

¡50 Años de Predicación!



Me gradué de la Universidad de Texas en 1959 con especialidades en Gobierno e Historia Americana. Había completado mi educación universitaria en tres años, yendo a la escuela a diario, incluyendo los veranos. Estaba cansado. Así que decidí trabajar para mi papá por un año antes de continuar con mis estudios de postgrado. Mi papá era el dueño de una empresa de construcción.

Casi inmediatamente, a través de una extraña serie de circunstancias, me encontré trabajando a tiempo parcial los fines de semana como el pastor de una pequeña iglesia rural en Groesbeck, Texas. La iglesia era tan pequeña, que yo tenía que hacer todo. Enseñaba en la Escuela Dominical, dirigía los cantos, predicaba y dirigía el servicio de la comunión. Estaba de novio con la chica que se convertiría en mi esposa – Ann Granger – y ella viajaría conmigo todas las mañanas de domingo cuando conducía desde Waco a Groesbeck, y ella me ayudaba de muchas maneras.

¡Sí, también fungí como el ministro de jóvenes!

Fue una experiencia maravillosa. Descubrí rápidamente que la mejor forma para aprender realmente la Biblia era predicarla o enseñarla. Estudié la Palabra de Dios atentamente, mientras preparaba mi sermón y la lección de Escuela Dominical cada semana.

Huyendo del Señor

Sentí que Dios me estaba llamando al ministerio de tiempo completo, pero yo tenía otras ideas. Yo quería ir a la escuela de Derecho o de postgrado y, finalmente, convertirme en un político. En lugar de responderle al Señor como lo hizo Isaías diciendo, “Aquí estoy Señor, envíame a mí”, yo en cambio dije, “¡Aquí estoy Señor, envía a cualquier persona en el mundo excepto a mí!”

Cuando completé mi año de servicio a la iglesia en Groesbeck, ingresé a la escuela de postgrado y comencé a perseguir un doctorado en Derecho Internacional y Política. Cuando completé ese grado, me convertí en profesor de política mundial y durante los próximos veinte años, huí del llamado del Señor a mi vida.

La Iglesia de Cristo de South Side en Groesbeck, Texas in 1959.

Durante todo ese tiempo, mientras estaba huyendo del Señor, continué estudiando la Biblia y predicando y enseñando en cada oportunidad. Obtuve mucho reconocimiento durante mi carrera académica y gané muchos premios, pero nunca estaba satisfecho con lo que estaba haciendo porque no estaba en el centro de la voluntad de Dios. De hecho, era miserable.

Rindiéndome al Señor

Finalmente, en 1980, decidí renunciar a mi carrera académica y dedicarme al ministerio de tiempo completo. Fue entonces que hice un descubrimiento sorprendente. Cuando acabé sirviendo como el evangelista de un ministerio de profecía bíblica, de repente caí en la cuenta de que incluso cuando estaba huyendo del Señor, El me estaba preparando para el ministerio que tenía en mente para mí.

Dave predicando en 1959.

Verá, toda la profecía bíblica de los tiempos del fin es acerca de política internacional – la reunión del pueblo judío, el reestablecimiento de Israel, la agresión del mundo árabe, el renacimiento del Imperio Romano y la amenaza de Rusia. Fui capaz de combinar mi conocimiento secular de relaciones internacionales con mi comprensión bíblica del plan de Dios para los tiempos del fin, resultando en percepciones espirituales que de otra forma yo no hubiese podido obtener.

Eso, por supuesto, no justifica mi huida del Señor. No hay ninguna excusa para huir de la voluntad del Señor para su vida. Pero muestra que aun cuando usted es desobediente, Dios no desiste con usted y El puede obrar a través de su desobediencia para cumplir Sus propósitos.

Celebrando un Hito

Este año cumpliré 30 años de servicio a tiempo completo en el reino del Señor. Mi pesar más grande en la vida es que no estaré cumpliendo 50 años. Sí, he estado predicando por 50 años, pero sólo 30 de éstos han sido a tiempo completo.


Le doy gracias a Dios que nunca se dio por vencido conmigo. Estoy tan agradecido de que El nunca revocó Su llamado a mi vida. Y le alabo cada día por las bendiciones que ha derramado sobre el Ministerio Lamb & Lion (Ministerios Cordero y León) durante los pasados 30 años. Mi ferviente oración es que El me permitirá continuar proclamando Su Palabra hasta el mismo día del Rapto.

“Los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables”. (Romanos 11:29)


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Traducción y diagramación: Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
www.atalayadejesus.blogspot.com)

Artículo original:
Fifty years of Preaching – Lamplighter Magazine (pdf)

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (
www.lamblion.com)
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