Mostrando entradas con la etiqueta Amilenialismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Amilenialismo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de julio de 2022

Libro: ¿Cuál es la Diferencia Entre un Milenio y un Milpiés? – Capítulo 3 (Parte 2 de 2)

El Amilenialismo
El punto de vista irrealista 

Por Dr. David R. Reagan

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Una Visión Liberal

Para resumir, el punto de vista amilenial se basa en un enfoque espiritualizador de las Escrituras, que sostiene que la Biblia no significa lo que dice.

Ésta es una visión consistente para los liberales teológicos, que también espiritualizan la creación, los milagros, el nacimiento virginal y la resurrección de Jesús. Pero lo que es asombroso es el número de evangélicos que respaldan el punto de vista amilenial. En efecto, toman la posición de que la Biblia siempre significa lo que dice, ¡a menos que esté hablando de la Segunda Venida de Jesús!

La Iglesia y el Reino

Una última observación. No hay duda de que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios en el mundo de hoy. Pero decir que el reino es la Iglesia no es lo mismo que decir que el reino es sólo la Iglesia, como sostienen los amilenialistas.

Las Escrituras enseñan claramente que la Iglesia es el reino actual de Dios. Pero no enseñan que el reino es sólo la Iglesia. Considere estas referencias al reino en las Escrituras:

  1. El reino se identifica con la creación misma, porque Dios es soberano sobre la creación. Véase Salmos 93:1-2 y 1 Crónicas 29:11.
  2. El reino se expresa en la nación de Israel. Véase Éxodo 19:6 y 1 Samuel 8:7.
  3. El reino se equipara con la Iglesia. Véase Colosenses 1:13 y Apocalipsis 1:9.
  4. El reino es visto como algo más que la Iglesia, aún por venir en el futuro. Véase Mateo 8:11, Lucas 22:28-30, Hechos 14:22, 1 Corintios 6:9 y 2 Pedro 1:11.
  5. El reino es aún futuro, para tomar la forma de un reino judío aquí en la tierra en el que Jesús reinará en gloria durante mil años a través del pueblo judío, con la ayuda de sus santos de la Era de la Iglesia. Véase Daniel 7:18,27, 2 Timoteo 2:12, Apocalipsis 3:21 y Apocalipsis 20:6.
  6. El reino es aún futuro, para tomar finalmente la forma de un reino eterno de Dios sobre los redimidos sobre una Tierra Nueva. Véase 1 Corintios 15:24-28 y Apocalipsis 21:1-4.

El Concepto de Unidad del Reino

Creo que estas escrituras enseñan que Dios siempre ha tenido un reino sobre esta tierra, pero se ha manifestado de diferentes maneras. El reino se expresó originalmente en la creación misma, en su perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Con la corrupción de la creación por el pecado del hombre, el reino se expresó en la vida de los patriarcas que, como Job, Enoc, Noé y Abraham, respondieron obedientemente en la fe a la voluntad de Dios. El reino se enfocó de una manera más tangible después del llamado de Abraham y el surgimiento de la nación de Israel.

Desde Pentecostés, el reino se ha expresado en la institución de la Iglesia. Pero la Biblia promete diferentes expresiones del reino en el futuro: primero, en la forma de un reino judío, cuando Jesús reinará durante mil años sobre esta tierra; y segundo, en la forma de un gobierno eterno de Dios sobre una Tierra Nueva.

Observe que la progresión aquí es circular y expansiva. Es circular en el sentido de que comienza y termina con el reino de Dios sobre una creación que está en perfecta sumisión. Es expansiva en el sentido de que, después de la Caída, se expande constantemente en alcance, desde unos pocos Patriarcas y sus familias, a la nación de Israel, a la Iglesia y, finalmente, a todas las naciones del mundo.

El reino es, pues, pasado, presente y futuro. Actualmente se expresa en la Iglesia, pero es como una rosa en capullo, aún por florecer en todo su esplendor. El reino siempre ha estado viniendo, y continuará viniendo hasta que la voluntad de Dios se haga perfectamente en la tierra como en el Cielo.

Incluso durante el reinado milenario de Jesús, el reino estará viniendo, porque la Biblia enseña que la rebelión estará al acecho en los corazones de los hombres (Isaías 65:20 y Apocalipsis 20:7-9).

La consumación del reino no vendrá hasta que todos los enemigos de Dios hayan sido subyugados. Eso ocurrirá al final del reinado milenial de Jesús (Apocalipsis 20:7-15), momento en el cual Él entregará el reino a Su Padre, quien reinará para siempre sobre una creación redimida (1 Corintios 15:24-28).

Resumen

El premilenialismo de la Iglesia primitiva fue rechazado debido al desarrollo del enfoque alegórico de la interpretación de las Escrituras, y debido a la invasión de la filosofía griega en el cristianismo.

Una tercera razón fue porque el amilenialismo le dio a la Iglesia un mayor significado sobre las naciones del mundo, al enfatizar que es el reino de Dios al que todas las naciones deben someterse.

Había una cuarta razón para el rechazo del premilenialismo. Tenía que ver con el hecho de que las profecías de la Biblia indican claramente que el Milenio será principalmente un reino judío en el que los santos de la Era de la Iglesia participarán de manera secundaria. Jesús reinará desde Jerusalén. Israel será la nación principal del mundo, y todas las bendiciones de Dios fluirán a las naciones a través de Israel.

El rápido aumento del antisemitismo en los primeros tres siglos de la Iglesia hizo imposible que los líderes cristianos aceptaran la idea de tal reino judío.10 Por ejemplo, Agustín afirmó que los judíos merecían la muerte debido a su rechazo de Jesús como su Mesías, pero estaban destinados a vagar por la tierra para presenciar la victoria de la Iglesia sobre la Sinagoga.11

La Prueba de la Realidad

El punto de vista amilenial no resiste la prueba de las Escrituras ni de la realidad. ¿Cómo puede alguien creer realmente que actualmente estamos viviendo en el Milenio?

  • La Biblia dice que Jesús regresará a la tierra y reinará personalmente desde Jerusalén durante el Milenio (Zacarías 14:1-9). Eso no es una realidad hoy, ni lo ha sido nunca.
  • La Biblia dice que, durante el Milenio, “la tierra será llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9). ¿Suena eso como el mundo en el que vivimos?
  • La Biblia dice que, durante el Milenio, Satanás será atado para que “no engañase más a las naciones” (Ap. 20:1-3). ¿Es ése nuestro mundo hoy? ¡No! Todas las naciones, incluidos los Estados Unidos, están engañadas.
  • La Biblia dice que el Milenio se caracterizará por la paz mundial sin guerra alguna (Isaías 2:4 y Miqueas 4:3). Sin embargo, dondequiera que miremos hoy vemos guerras en todo el mundo.
  • La Biblia dice que la rectitud y la justicia prevalecerán en todo el mundo durante el Milenio (Isaías 11:4-5 e Isaías 42:1-4). En contraste, actualmente vivimos en un mundo donde prevalecen la maldad y la injusticia.
  • La Biblia dice que el Milenio será un tiempo en que el mundo entero manifestará santidad (Isaías 4:2-4 y Ezequiel 28:25-26). Ése no es el mundo de hoy, que se está revolcando en la inmoralidad y la blasfemia.
  • La Biblia dice que, cuando comience el Milenio, toda la naturaleza será reconciliada consigo misma y con la humanidad. Ya no habrá animales venenosos o carnívoros, y la agricultura en todo el mundo producirá abundantes cosechas (Isaías 11:6-9, Joel 3:18 y Amós 9:13). Éstas no son profecías que ya se hayan cumplido.
  • La Biblia dice seis veces en Apocalipsis 20 que el Milenio durará 1,000 años. Nunca hemos experimentado un período de mil años en la historia con las características enumeradas anteriormente para el Milenio. Tampoco hay ninguna razón lógica para espiritualizar los mil años para que signifiquen un tiempo indefinido.

Para resumir, se necesita mucha espiritualización de las Escrituras para terminar con el punto de vista Amilenial. Tenga en cuenta que las profecías de la Primera Venida significaron lo que dijeron. Se cumplieron en su sentido de sentido llano. ¿Por qué las profecías de la Segunda Venida serían diferentes?

El erudito judío mesiánico, Arnold Fruchtenbaum, lo resumió bien cuando observó: “Si actualmente estamos viviendo en el Milenio, ¡entonces debo estar viviendo en el barrio pobre!12

No subestimemos a Dios. Cuando prometió un mundo caracterizado por la paz, la rectitud y la justicia (Isaías 2:2-4), seguramente no tenía en mente el sistema mundial corrupto en el que vivimos ahora. Caracterizar esta era como el Milenio es dejar sin sentido algunas gloriosas promesas de Dios. No entregue sus promesas a un enfoque espiritualizador.

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Order Dr. Reagan's new book:

martes, 26 de julio de 2022

Libro: ¿Cuál es la Diferencia Entre un Milenio y un Milpiés? – Capítulo 3 (Parte 1 de 2)

El Amilenialismo
El punto de vista irrealista 

Por Dr. David R. Reagan

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Un amigo mío se inscribió en un prominente seminario donde se enseñaba el punto de vista amilenial. Cuando asistió a su primera clase de profecía bíblica, el maestro comenzó la clase diciendo: “Hay un hecho que deben tener en cuenta acerca de la literatura profética, y es que nunca significa lo que dice. Entonces, por ejemplo, si están leyendo un versículo profético y menciona una vaca, ¡lo único que pueden saber con certeza sobre ese versículo es que la vaca no es una vaca!”.

Tal enfoque interpretativo se burla de la Palabra de Dios. Permite que las personas jueguen a ser Dios, al darle a un versículo cualquier interpretación que deseen. El único límite es la imaginación. Sin embargo, éste es el principio interpretativo que sirve como base para el punto de vista amilenial.

Experiencia Personal

Sé mucho sobre el punto de vista amilenial, porque crecí en una iglesia militantemente amilenial. Por “militantemente”, quiero decir que, si una persona tenía un punto de vista diferente sobre el tiempo del fin y lo expresaba, esa persona sería desasociada. O, para decirlo en otras palabras, ¡serían expulsados de la iglesia!

¡Mi iglesia era tan rígidamente amilenial, que nos enseñaron que era pecado decir la oración del Señor! La razón era sencilla. En la oración del Señor, hay una frase que dice: “Venga tu reino”. Se nos enseñaba que el reino ya había venido en forma de la Iglesia, y por lo tanto, hacer la oración era pedir algo que ya era una realidad.

La Base del Amilenialismo

Como señalé en el capítulo anterior, este punto de vista se basa en una espiritualización de las Escrituras. En consecuencia, en la iglesia amilenial de mi juventud, se nos enseñó que las Escrituras significan exactamente lo que dicen, a menos que estén hablando del regreso de Jesús, ¡en cuyo caso nunca significan lo que dicen!

Permítanme darles un ejemplo clásico de cómo los amilenialistas espiritualizan la profecía del tiempo del fin. Zacarías 14 dice que, en los tiempos del fin, cuando Jerusalén esté rodeada por fuerzas enemigas y esté a punto de caer, el Mesías regresará al Monte de los Olivos. El Monte se partirá en el momento en que Sus pies lo toquen, y el remanente judío en la ciudad saldrá a recibirlo. Pronunciará una palabra sobrenatural que destruirá instantáneamente a todos los ejércitos enemigos. El pasaje concluye diciendo que, en ese día, el Señor se convertirá en “rey sobre toda la tierra” (Zacarías 14:9).

Este pasaje tiene que ser espiritualizado por los amilenialistas con el fin de sostener su posición de que Jesús nunca regresará a esta tierra para reinar.

Así es como el teólogo presbiteriano, Loraine Boettner, espiritualizó este pasaje en su libro, El Milenio.1 Dijo que el Monte de los Olivos representa el corazón humano. Las fuerzas enemigas alrededor de Jerusalén representan los males del mundo que asaltan el corazón. La división del Monte de los Olivos es un símbolo de la contrición y el arrepentimiento que una persona siente cuando invita a Jesús a su vida. Y el reinado de Jesús, mencionado en el versículo 9, simplemente se refiere al hecho de que, cuando aceptas a Jesús como tu Señor y Salvador, Él se convierte en el rey de tu corazón.

¡Increíble! A este hombre se le debería dar un doctorado en imaginación.

Una Experiencia Personal

Tuve una experiencia personal con Zacarías 14 que nunca olvidaré. En la iglesia amilenial en la que crecí, casi nunca escuchamos un sermón sobre la profecía del tiempo del fin. Pero había un sermón que se predicaba cada año. Su tema, que se repetía una y otra vez, era “no hay un solo versículo en la Biblia que siquiera implique que Jesús alguna vez volverá a poner Sus pies sobre esta tierra”.

Cuando tenía 12 años, estaba hojeando la Biblia un día, cuando se abrió a Zacarías 14. Leí los primeros nueve versículos y apenas podía creer lo que veía. Eso es porque el versículo 4 dice que el día que el Señor regrese, “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente...”.

Decidí confrontar a mi pastor con este versículo, y lo hice con considerable temor. Después de todo, sólo era un niño de 12 años. “Pastor”, le dije, “cada año predica que Jesús nunca volverá a poner Sus pies en esta tierra. Entonces, ¿qué significa Zacarías 14:4?”. Abrió su Biblia y comenzó a leer el pasaje. Parecía leerlo una y otra vez, porque pasó un largo lapso de tiempo incómodo antes de que volviera a mirarme. Cuando finalmente lo hizo, me puso el dedo en la cara y dijo: “Hijo, no sé qué significa este pasaje, pero puedo garantizarte una cosa: ¡no significa lo que dice!”.

Muchos años después, me invitaron a hablar en una convención nacional de una denominación amilenial. Me dieron 30 minutos para explicar por qué creo que el Señor va a volver a reinar por mil años. A otro hombre que representaba el punto de vista amilenial de esa denominación también se le dieron 30 minutos para explicar por qué no creía en un futuro reinado milenario. La sesión concluyó dándole a la audiencia 30 minutos para hacer preguntas.

Estaba plenamente consciente del hecho de que la mayoría de las 1,500 personas en la audiencia sabían muy poco acerca de la profecía bíblica y que les habían dicho una y otra vez que el único lugar en la Biblia donde se menciona un reinado de mil años es Apocalipsis. 20. Entonces, decidí presentar un comentario versículo por versículo sobre Zacarías 14. El amilenialista leyó un artículo académico en el que citaba principalmente artículos escritos por personas de su denominación. Luego llegó el momento de las preguntas.

Pregunta tras pregunta nos fue lanzada por la audiencia. Hice mi mejor esfuerzo para responder a cada una. El amilenialista se negó a responderlas. Finalmente, cuando el tiempo asignado para las preguntas estaba por terminar, un partidario muy frustrado del amilenialista se puso de pie y se dirigió a él específicamente: “Señor, el Dr. Reagan usó solo un pasaje de las Escrituras en su presentación. Por favor, señor, díganos qué cree que significa Zacarías 14”. El orador amilenial, que era un profesor emérito jubilado del Nuevo Testamento de uno de las universidades de la denominación, respondió diciendo:

No tengo idea de lo que significa. Todo lo que puedo decir con certeza es que toda la profecía del Antiguo Testamento se ha cumplido. Por lo tanto, esta profecía tenía que cumplirse en algún momento antes de la Primera Venida de Jesús.

Éstos son los tipos de juegos que los amilenialistas tienen que jugar para sostener su punto de vista. Parecen estar ciegos al hecho de que todas las profecías de la Primera Venida significaron lo que dijeron, y, por lo tanto, las profecías de la Segunda Venida deben significar lo que dicen.

El Impacto de la Nueva Visión

Con el triunfo del amilenialismo en el siglo V, la Iglesia se enfrentó a una visión que difería drásticamente de la visión premilenial de la Iglesia primitiva.

El punto de vista premilenial preveía que la Era de la Iglesia terminaría con el comienzo de un período de Tribulación de siete años, que sería seguido por un reinado de mil años de Cristo sobre la tierra. La eternidad se pasaría en cuerpos glorificados en una Tierra Nueva, no en un Cielo etéreo. (Los dos puntos de vissta se ilustran a continuación para su comparación).

Figura 5: Punto de Vista del Premilenialismo Histórico

Figura 6: El Concepto Amilenial de Agustín

La nueva visión amilenial planteaba una variedad de preguntas que debían abordarse. Las respuestas que se han dado a lo largo de los siglos no siempre han sido las mismas. Casi lo único en lo que los amilenialistas están uniformemente de acuerdo es que ahora estamos viviendo en el Milenio. Echemos un vistazo a los desafíos a este punto de vista y las respuestas amilenialistas.

¿Dónde Está el Milenio?

En su libro, La Ciudad de Dios (426 d. C.), ¡Agustín argumentó que actualmente estamos en el Milenio!2 Dijo que el Milenio comenzó en la Cruz y continuaría hasta el regreso del Señor. Para él, el Milenio consistía en que Jesús reinara sobre el mundo desde el Cielo a través de la Iglesia. Argumentó que la duración de mil años del reinado del Señor, mencionada seis veces en Apocalipsis 20, era sólo un símbolo de un largo período de tiempo. Su razonamiento para esto era extraño. ¡Simplemente dijo que tenía que ser un número simbólico porque representaba diez al cubo!3

Más tarde, muchos de los que aceptaron su enseñanza de que estaban viviendo en el Milenio, comenzaron a creer que los mil años eran literales y que el Señor regresaría en el año 1000 d. C. Cuando eso no sucedió, todos los amilenialistas aceptaron la idea original de Agustín de que los mil años simbolizaban el período indefinido de tiempo de la Era de la Iglesia. No habría un reino futuro de mil años con Jesús reinando corporalmente sobre la tierra desde Jerusalén.

Cuando las personas preguntan cómo podrían estar en el Milenio hoy cuando hay tanto mal en el mundo, los amilenialistas responden que el nivel del mal es relativo. Por lo tanto, estamos en el Milenio porque el Espíritu Santo está en el mundo restringiendo el mal. Si el Espíritu Santo no estuviera aquí, las cosas serían mucho peores. Por lo tanto, en términos relativos, estamos en el Milenio.

¿Dónde Está la Tribulación?

Agustín respondió a esta pregunta argumentando que la Tribulación sería un período de tres años y medio al final de la Era de la Iglesia.4

Me enseñaron algo diferente. ¡La versión del amilenialismo que aprendí tomaba la posición de que estamos simultáneamente en el Milenio y la Tribulación!

Estamos en el Milenio porque el Espíritu Santo está en el mundo restringiendo el mal, pero también estamos en la Tribulación porque la Iglesia sufrirá persecución hasta que el Señor regrese.

Cuando se señalaba que la Biblia dice que la Tribulación durará sólo siete años, mis maestros descartaban el número como simbólico. Argumentaban que el número siete representa un período completo de tiempo, y por lo tanto (como el número mil), representa el período desde la Cruz hasta la Segunda Venida.

¿Está Satanás Atado?

Apocalipsis 20:1-3 revela que, cuando comience el Milenio, Satanás será atado. Este hecho obligó a Agustín a argumentar que Satanás fue atado en la Cruz.5 Pero, ¿lo fue?

Satanás ciertamente fue derrotado en la Cruz debido al poder de la resurrección. Pero esa victoria en la Cruz aún no se ha manifestado en la historia en todos sus aspectos. La maldición continúa. La muerte acecha la tierra. Satanás aún retiene su dominio sobre el mundo (1 Juan 5:19).

La destrucción final de Satanás es aún futura. Es por eso que la Biblia habla del “aplastamiento” de Satanás como un evento futuro que tendrá lugar en la Segunda Venida de Jesús (Romanos 16:20). En ese momento, Satanás será despojado de su autoridad y atado por mil años. Al final del Milenio, será arrojado al lago de fuego, donde será atormentado para siempre (Apocalipsis 20:7-10).

Los amilenialistas a menudo responden a estos puntos citando Mateo 28:18, donde Jesús dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra". Pero lo que pasan por alto es que, aunque a Jesús se le ha dado toda la autoridad, todavía no la está ejerciendo. Es por eso que el mundo todavía está en un estado tan miserable.

Jesús ahora está sirviendo como nuestro Sumo Sacerdote ante el trono de Dios (Hebreos 8:1). Cuando regrese, vendrá como el Rey de reyes, y comenzará a ejercer la plena autoridad que ganó en la cruz (Apocalipsis 19:16). Así, el escritor de Hebreos dice que, aunque todo ha sido puesto en sujeción bajo los pies de Jesús, “todavía no vemos todas las cosas sujetas a Él” (Hebreos 2:5-8). De hecho, 1 Corintios 15:23-26 enseña que no todo será puesto bajo la autoridad de Jesús hasta el final de Su reinado milenial, cuando Satanás sea consignado al Infierno y la muerte sea destruida.

Si Satanás está atado ahora, entonces está atado con una cadena muy larga, ¡porque siempre está mordisqueándome los talones, masticando mi pierna y lanzándose por mi garganta! Él es retratado en 1 Pedro 5:8 como un “adversario” que “merodea como un león rugiente buscando a alguien a quien devorar”. ¡Seguro que no suena muy “atado” en ese pasaje!

Ciertamente hay un sentido en el que Satanás fue limitado por la Cruz, porque desde entonces los creyentes en Jesús han recibido el poder del Espíritu que mora en ellos, capacitándolos para ser vencedores en su combate contra Satanás (1 Juan 5:1-5). Pero las limitaciones que la Cruz puso sobre Satanás no constituyen la atadura de Satanás, que las Escrituras dicen que tendrá lugar al comienzo del Milenio.

Apocalipsis dice que Satanás será atado para que ya no pueda “engañar a las naciones” (Apocalipsis 20:3). ¿Cómo puede alguien argumentar que las naciones del mundo — ya sea en la época de Agustín o en la actualidad — no están engañadas? Para lidiar con ese problema, Agustín argumentó que el pasaje significa que Satanás sólo será impedido de engañar a las naciones cristianas.6 Pero eso no es lo que dice el pasaje. Además, el hecho de que tanto el Reino Unido como los Estados Unidos sean ahora naciones post-cristianas demuestra cuán equivocado estaba Agustín en su interpretación.

¿Dónde Están las Resurrecciones?

Otro problema con el punto de vista amilenial es que no provee las dos resurrecciones que la Biblia dice que ocurrirán en el futuro. Éstas son las resurrecciones de los justos y los injustos (Hechos 24:15). En cambio, los amilenialistas se imaginan a todos — los justos y los injustos — resucitando al mismo tiempo, al final de la Era de la Iglesia.

Las dos resurrecciones se mencionan específicamente en Apocalipsis 20:4-6. El pasaje dice que las resurrecciones están separadas por mil años. La primera — la resurrección de los salvos — ocurre en etapas, con el Rapto y la Segunda Venida. La segunda — la resurrección de los inconversos — tiene lugar al final del Milenio.

Agustín “resolvió” este problema espiritualizando la primera resurrección. ¡Dijo que es una resurrección espiritual que ocurre cuando una persona acepta a Jesús como Señor y nace de nuevo! La segunda resurrección es literal, y ocurre cuando todos resucitan de entre los muertos al regreso del Señor.7

Cuando una persona elige interpretar una de las resurrecciones espiritualmente y la otra literalmente, está jugando con palabras que las hacen sin sentido.

¿Dónde Está la Tierra Nueva?

Aunque Agustín no estaba dispuesto a aceptar la idea de un Milenio terrenal literal, sí aceptó el concepto de una Tierra Nueva que es prometida a los creyentes como su morada eterna (Apocalipsis 21:1).8 También argumentó que los redimidos tendrían cuerpos nuevos, tangibles e inmortalizados.9 Él estaba dispuesto a aceptar estas ideas, porque tanto la Nueva Tierra como los cuerpos glorificados de los redimidos serían perfeccionados y, por lo tanto, libres de toda corrupción.

Muchos de los sucesores de Agustín se desviaron de esta interpretación durante los siglos posteriores a su muerte. Comenzaron a espiritualizar todo. Por lo tanto, me enseñaron que la Tierra Nueva era un código de lenguaje para un Cielo etéreo. También me enseñaron que existiríamos en el Cielo como espíritus y no tendríamos cuerpos tangibles.

Mis maestros amilenialistas tenían una perspectiva griega consistente. Creían que era imposible mezclar seres espirituales perfectos y santos con una creación material malvada. La creación tenía que dejar de existir. La eternidad se pasaría en un mundo espiritual etéreo. ¡Esto me dejó con el concepto de ser un espíritu incorpóreo, que flotaría en una nube por toda la eternidad tocando un arpa! No hace falta decir que no podía emocionarme con ese concepto.

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Order Dr. Reagan's new book:

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo – Parte 2 (1 de 2)

Cómo se Desarrollaron los Diferentes Puntos de Vista

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Se podría decir que la naturaleza del reinado del Mesías ha sido una fuente de confusión durante más de 2,000 años. Cuando estaba ministrando en la tierra, los propios discípulos de Jesús esperaban que introdujera el comienzo de Su reino en ese momento y lugar. Él comprendía sus expectativas.

Lucas registra que una de las parábolas que les contó a Sus discípulos al acercarse a Jerusalén, fue específicamente en respuesta su suposición de “que el reino se manifestaría inmediatamente” (Lucas 19:11). Jesús quería que Sus discípulos entendieran que estaría ausente “en un país lejano” por un tiempo. Dijo que se esperaba que los que le servían en la tierra se ocuparan de Sus negocios hasta que Él regresara (Lucas 19:12-26).

Después de la resurrección de Jesús, los discípulos que encontró en el camino a Emaús, confesaron: “Nosotros esperábamos que él [Jesús] era el que había de redimir a Israel” (Lucas 24:21). Esperaban un reino terrenal para el Mesías y una restauración de la primacía de Israel. Justo antes de Su ascensión, Sus apóstoles todavía seguían preguntando: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6).

Las Aclaraciones de Jesús

Es importante reconocer que Jesús no les dijo a Sus discípulos que no habría un reino futuro en Israel. En cambio, les dijo: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:7).

El futuro reino físico de Jesús en la tierra no entra en conflicto con el reino espiritual actual. Se refirió a esto cuando le dijo a Pilato: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36). El reino de Jesús es una promesa profética de “ya, pero aún no”. Aunque ya tiene un reino celestial, Jesús aún no ha ejercido Su autoridad como Rey de reyes y Señor de señores en la tierra. Si lo hubiera hecho. Satanás no estaría engañando a naciones e individuos hoy. 

La Biblia dice que el Mesías cumplirá todas las promesas de la profecía (Lucas 24:44). Una de ellas es que se sentará en el trono de Su padre David en el Monte Sión, en Jerusalén (Lucas 1:32-33; Salmos 2:6) durante Su reinado, la tierra será restaurada a su perfección que existía antes de que ocurriera la Caída, en el Jardín del Edén (Romanos 8:19-22). Satanás estará verdaderamente atado (Apocalipsis 20:1-3). La esperanza de vida humana aumentará dramáticamente, e Israel se convertirá en la nación preeminente del mundo (Isaías 65:17-25; Miqueas 4:1-7). Incluso el famoso Mar Muerto estará lleno de vida (Ezequiel 47:1-10). Jesús claramente no cumplió ninguna de estas promesas específicas durante Su Primera Venida. 

Así pues, los discípulos no estaban equivocados en su expectativa de que el Mesías reinara sobre un reino terrenal. Simplemente entendieron mal el momento de su establecimiento. A medida que la Iglesia primitiva creció y se expandió, surgieron otros conceptos erróneos. 

Desviándose de la Escritura

Unos pocos cientos de años después de la muerte de Jesús, la Iglesia abandonó en gran medida la expectativa de un reinado literal de Jesús en la tierra. Y, sin tener en cuenta numerosas profecías bíblicas, negó cualquier papel futuro del pueblo judío en el plan de Dios para los tiempos del fin.

¿Por qué los primeros Padres de la Iglesia se desviaron del entendimiento del futuro reino de Jesús al que se referían los discípulos? Hay dos razones principales — el antisemitismo cristiano y el orgullo creciente. 

Antisemitismo Cristiano

La Iglesia Apostólica era Premilenial en su expectativa del regreso de Jesús. Inspirados por el Espíritu Santo, los escritores de la Escritura tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, previeron el reinado justo del Mesías sobre toda la tierra. Pero, a partir del siglo III, el creciente antisemitismo condujo a los Padres de la Iglesia, como Orígenes, a espiritualizar el texto de la Escritura.

¿Por qué los primeros líderes cristianos espiritualizarían la Palabra profética de Dios? Principalmente, para apropiarse de las promesas hechas al pueblo judío, y reclamarlas para la Iglesia.

A medida que se agregaron más gentiles a la Iglesia, ésta se alejó de sus raíces judías. Menos judíos depositaban su fe en Jesús como el Mesías, porque los líderes judíos endurecieron su resistencia al movimiento cada vez más gentil que estaba despreciando al pueblo judío.

La resistencia de los judíos motivó a los líderes de la Iglesia gentil a intensificar sus ataques contra los judíos obstinados. Declararon que los judíos eran “asesinos de Cristo”, y comenzaron a perseguirlos sin misericordia. Con el tiempo, las fiestas cristianas se desvincularon de cualquier conexión con las fiestas judías. Finalmente, los líderes de la Iglesia descartaron cualquier papel futuro del pueblo judío. Argumentaron que Dios se había desentendido de ellos y que todas sus promesas habían sido transferidas a la Iglesia. 

Agustín, quien fue el más influyente de todos los Padres de la Iglesia, fue particularmente vehemente en su desdén por los judíos. Impulsado por el odio a todo lo judío, proclamó que todas las futuras promesas proféticas dadas a los judíos deberían entenderse como aplicables al “verdadero Israel” — a saber, la Iglesia. Agustín no podía aceptar la idea de que Dios todavía podría tener un plan y un propósito para el pueblo judío. Por lo tanto, rechazó la idea de un futuro en el que Israel sería la primera nación en el mundo, bajo el reinado de Jesucristo. 

Como lo habían hecho Orígenes y otros, Agustín espiritualizó las promesas aún por cumplir al pueblo judío, apropiándose de ellas para la Iglesia. Luego, espiritualizó la duración y la naturaleza del reinado de Jesús. 

Agustín es considerado el padre del Amilenialismo, porque sistematizó el concepto en sus escritos, allanando el camino para que se convirtiera en doctrina oficial de la iglesia. Haciéndose eco de los filósofos griegos, que consideraban maligno el mundo material, desestimó un reinado terrenal por ser atractivo a los deseos carnales. 

Su gran obra, La Ciudad de Dios (426 d.C.), consistentemente elevaba lo espiritual sobre lo material. Esto era en realidad otra manifestación de su antisemitismo, porque los textos del Antiguo Testamento judío registran claramente a Dios declarando Su creación “buena”, antes de la caída del hombre. Agustín no fue consistente en su enfoque de la interpretación bíblica. Aunque tendía a interpretar la mayor parte de la Biblia literalmente, espiritualizaba la profecía. 

Por lo tanto, en lugar de que Cristo reinara físicamente en la tierra, como predijeron los profetas del Antiguo Testamento, Agustín declaró que ese deber mundano sería llevado a cabo por la Iglesia — bajo los auspicios del reinado espiritual de Jesús desde el Cielo. Agustín también proclamó que Satanás fue atado en la cruz — una contradicción directa de 1 Juan 5:19. Su punto de vista elevó dramáticamente el papel mundano de la Iglesia como la autoridad gobernante en la tierra. Es por eso que fue rápidamente adoptado en la doctrina católica y ha seguido dominando en muchas denominaciones protestantes. 

Quizás sorprendentemente, Agustín negaría haber eliminado el Milenio. Simplemente argumentaría que el Milenio representa el reinado espiritual de Jesús sobre la Iglesia, que comenzó en la Cruz y continuará ininterrumpidamente hasta que Él regrese. Pero si Agustín tenía razón, entonces la duración de 1,000 años del reinado, que se cita en Apocalipsis 20, no tiene sentido. 

El antisemitismo cristiano de Agustín perdura hasta el día de hoy en la forma de la Teología del Reemplazo. Esa doctrina no bíblica afirma que la Iglesia ha reemplazado a Israel y que Dios se ha desentendido del pueblo judío. Esta enseñanza contradice la enseñanza de Pablo en Romanos 9-11, donde deja en claro que Dios todavía ama al pueblo judío, y tiene un propósito futuro para ellos. Es un cáncer doctrinal que infectó a Martín Lutero y continúa como una pandemia entre la mayoría de las iglesias de hoy. 

A pesar de estas actitudes equivocadas hacia el pueblo judío, Dios bendijo a la Iglesia. Llena como está de gente salva pero imperfecta, creció e impactó el mundo para bien — tal como Él prometió que lo haría. Ese crecimiento y esa bendición llevaron a muchos en la Iglesia a una comprensión distorsionada del reinado de Jesús en la tierra, por una razón completamente diferente. 


Lea la parte 2 aquí


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

Estimados lectores: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.

lunes, 27 de agosto de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 5 (pdf)

Los Puntos de Vista sobre el Tiempo del Fin

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice


Hecho: Hay cuatro formas principales en las que la profecía bíblica del tiempo del fin se ha interpretado.

Escritura Clave:Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar…y reinaron con Cristo mil años” (Apocalipsis 20:4).

Haga clic sobre la siguiente imagen para ir a la página de descarga:




Estimado lector: Su valiosa contribución, manifestada a través de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual.

Haga clic en la imagen para que sepa cómo podrá apoyar la labor que estamos llevando a cabo. 

martes, 14 de agosto de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 5

Puntos de Vista acerca del Tiempo del Fin

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Hecho: Hay cuatro formas principales en las que la profecía bíblica del tiempo del fin se ha interpretado.


Escritura clave:Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar…y reinaron con Cristo mil años” (Apocalipsis 20:4).

El versículo anterior es uno de los más polémicos en la Biblia. Se le han dado cuatro interpretaciones principales.

¿Por Qué las Diferencias?

Todo tiene que ver con el método de interpretación que se aplica al versículo. Si interpreta el versículo por su significado de sentido llano, terminarás con una de las formas de lo que es llamado Premilenialismo. Pero si desea interpretar el versículo simbólicamente, al espiritualizar su significado, terminará con uno de los dos puntos de vista que se basan en dicho enfoque.

Consideremos los cuatros enfoques en el orden cronológico en el que se desarrollaron en la historia.

El Premilenialismo Histórico

No deje que la palabra, premilenial, le asuste. Simplemente significa “antes de los mil años”. Es la creencia de que Jesús regresará a esta tierra antes de que el Milenio comience. El Milenio es los mil años mencionados en el versículo de apertura anterior. 

Éste era el punto de vista de la iglesia primitiva hasta el año 400 d.C. No hay desacuerdo sobre esto. Incluso aquellos que sostienen un punto de vista diferente concuerdan  en que la opinión de los Padres de la Iglesia era que Jesús regresaría a esta tierra para reinar durante mil años. El enfoque está diagramado en la siguiente página — vea la figura 1.

Por lo tanto, según este punto de vista, la Era de la Iglesia en la que estamos ahora será seguida por un período de siete años llamado La Tribulación — un tiempo cuando Dios derramará Su ira sobre la tierra. Jesús aparecerá en los cielos al final de la Tribulación. Los santos, vivos y muertos, se encontrarán con Él en el cielo y regresarán con Él a la tierra inmediatamente para reinar con Él desde Jerusalén. Al final de Su reinado, esta tierra actual será renovada por el fuego, lo que producirá una tierra nueva y perfeccionada. Los santos vivirán entonces con Dios eternamente en la tierra nueva.

Este enfoque se basa en una interpretación literal o de sentido llano de lo que la Biblia dice acerca del reinado de Jesús en esta tierra.

El Amilenialismo

El segundo enfoque fue desarrollado por San Agustín, alrededor del año 400 d.C. Es considerado el más grande de los Padres de la Iglesia, debido a que su teología tuvo el mayor impacto en las doctrinas que finalmente fueron adoptadas por la Iglesia Católica Romana.

El concepto formulado por Agustín se ilustra en la figura 2. Se llama Amilenialismo. Esto extraño nombre se deriva del hecho de que, en el lenguaje griego, una palabra se niega poniendo la letra “a” en frente de ella. Por lo tanto, Amilenial literalmente significa “no mil años”. 

Sin embargo, el término es engañoso, porque los amilenialistas sí creen en un Milenio, pero no en uno literal y terrenal. Sostienen que el Milenio es el actual reinado espiritual de Cristo sobre la Iglesia y que continuará hasta que Él regrese por Sus santos. Así pues, interpretan los mil años como un período de tiempo simbólico.

Un aspecto atractivo del punto de vista Amilenial es su simplicidad. La Era de la Iglesia termina de repente como resultado de la Segunda Venida. No hay Tribulación, no hay un Milenio terrenal literal, y no hay una eternidad en una tierra nueva. Agustín lo espiritualizó todo, alegando que el reino es la Iglesia, el Milenio es la actual Era de la Iglesia, y que la tierra nueva es un lenguaje simbólico para referirse al Cielo. 

El concepto Amilenial es el punto de vista mayoritario en la Cristiandad hoy, sostenido por la iglesia católica y por la mayoría de las denominaciones protestantes tradicionales. 

El Postmilenialismo

El tercer punto de vista acerca de los tiempos del fin se llama Postmilenialismo. Está ilustrado en la figura 3. Este enfoque no se desarrolló sino hasta mediados del siglo XVII, mucho tiempo después de la Reforma. La Reforma tuvo poco impacto en los puntos de vista proféticos, debido a que los líderes de la Reforma tenían su atención fijada en las cuestiones sobre la autoridad bíblica y la justificación por fe. Los Reformadores siguieron espiritualizando la profecía. 

El punto de vista Postmilenial fue un producto de la Revolución Racionalista en el pensamiento. Fue desarrollado a mediados de los 1600 por un ministro unitario llamado Daniel Whitby. Fue inmediatamente denominado “Postmilenialismo”, porque preveía un regreso de Jesús después (post) de un reinado literal de mil años de la Iglesia sobre toda la tierra. 

El Postmilenialismo se propagó con rapidez dentro del mundo protestante, probablemente por dos razones. En primer lugar, les daba a los protestantes una oportunidad de diferir con respecto a la posición católica. En segundo lugar, y más importante aún, era una expresión teológica de la filosofía racionalista que prevalecía en esa época, una filosofía que proclamaba osadamente que la humanidad era capaz de edificar el reino de los cielos en la tierra.

El punto de vista Postmilenial sostiene que la Era de la Iglesia evolucionará gradualmente hacia una «edad de oro», en la cual la Iglesia reinará sobre el mundo entero. Esto será realizado mediante la cristianización de las naciones. 

A este punto de vista le debemos conceder el mérito de haber servido como un fuerte estímulo para los esfuerzos misioneros de los siglos XVIII y XIX. Los misioneros estaban entusiasmados con la visión de apresurar el regreso del Señor a base de predicar el Evangelio en el mundo entero.

Una Muerte Súbita

Para 1900, casi todos los segmentos del cristianismo protestante habían adoptado el punto de vista Postmilenial. Pero el enfoque iba a ser rápidamente abandonado.

El Postmilenialismo murió casi de un día para otro con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Por supuesto, la razón es que esta gran guerra socavaba uno de los supuestos fundamentales del punto de vista postmilenial: el dar por sentado que el progreso era inevitable. Esta idea siempre había sido un defecto fatal del concepto Postmilenialista, debido principalmente al hecho de que había nacido dentro del Humanismo Racionalista. Su visión sobre la posibilidad de perfeccionamiento del ser humano y la redención de la sociedad fue destruida por las atrocidades de la guerra.

Otro defecto fatal del sistema Postmilenial era su falta de una base bíblica coherente. Para exponer este punto de vista, era necesario tomar algunas profecías en su sentido literal (las referentes al Milenio) al mismo tiempo que se espiritualizaban otras (la presencia personal del Señor durante el Milenio). Además, era necesario pasar por alto, o explicar de alguna manera vaga las numerosas profecías de la Biblia que afirman con claridad que la sociedad va a empeorar en lugar de mejorar a medida que se acerque el tiempo del regreso del Señor (Mateo 24:4-24 y 2 Timoteo 3:1-5).

El Premilenialismo Moderno

El moderno punto de vista premilenial se concretó a inicios de los 1800 entre un grupo en Inglaterra conocido como los Hermanos de Plymouth. Está ilustrado en la figura 4.

Como puede verse fácilmente, este punto de vista revive el enfoque premilenial histórico, con excepción de su concepto del Rapto de la Iglesia. Los Hermanos Plymouth preveían que la Segunda Venida consistiría de dos etapas: primero, una aparición de Jesús en los cielos por la Iglesia y, en segundo lugar, un regreso a la tierra con Su Iglesia. Su concepto del Rapto ha sido conocido desde entonces como el “Rapto Pre-Tribulación”, debido a que sostiene que la Iglesia será sacada del mundo antes de que la Tribulación comience.

Comparaciones

Revisando estos cuatro puntos de vista sobre los tiempos del fin, podemos ver algunas diferencias significativas. Pero no pasemos por alto las similitudes.
  • Todos están de acuerdo en que Jesús regresará por Sus santos. 
  • Todos están de acuerdo en que los Redimidos pasarán la eternidad en la presencia de Dios. 

Estos dos puntos de acuerdo son mucho más importantes que los numerosos puntos de desacuerdo.

Aún así, las áreas de desacuerdo son significativas. Dos de los enfoques (el Amilenial y el Postmilenial) niegan que Jesús vaya a manifestar Su gloria ante las naciones en un reinado mundial de paz, justicia y rectitud.

El enfoque Postmilenial también niega la pronta venida del Señor porque, de acuerdo a este enfoque, el Señor no puede regresar hasta que Su Iglesia haya gobernado el mundo durante mil años.

De la misma manera, el enfoque Premilenial Histórico niega la inminencia del regreso del Señor, ya que combina el Rapto y la Segunda Venida y los coloca al final de la Tribulación. Por el contrario, el enfoque Premilenial Moderno permite que el Señor regrese en cualquier momento en el Rapto, sin el cumplimiento de alguna profecía específica. 

La clave de las diferencias está en la manera de enfocar la Escritura. De nuevo, si tiende a espiritualizar la Escritura, terminará con un punto de vista Amilenial o Postmilenial. Si tiene a aceptar la Escritura por su significado de sentido llano, tendrá un punto de vista Premilenial. 


Preguntas:

1) Hay muchos pasajes en el Nuevo Testamento que nos exhortan a vivir aguardando el regreso del Señor (Lucas 12:40; Tito 2:11-13; Santiago 5:8-9; 1 Pedro 4:7). Esto es llamado “inminencia”. Un evento inminente es uno que puede ocurrir en cualquier momento. Estudie los gráficos en la página… concernientes a la inminencia. ¿Cuáles dos puntos de vista permiten el regreso inminente del Señor?

_____________________________________________________________

2) Catorce capítulos del libro de Apocalipsis (capítulos 6-19) están dedicados a una descripción de los eventos de la Tribulación. ¿Dónde está la Tribulación en el enfoque Amilenial? Agustín lo espiritualizó argumentando que es sólo representativo de las pruebas y tribulaciones que sufrimos en esta vida. ¿Qué le parece?

_____________________________________________________________

_____________________________________________________________

3) Apocalipsis 20:1-3 dice que durante el Milenio, Satanás estará atado de tal manera que ya no podrá “engañar a las naciones”. Agustín argumentó que esto ocurrió en la Cruz. ¿Cree que Satanás está atado hoy de tal manera que ya no está engañando a las naciones?

_____________________________________________________________

_____________________________________________________________

4) El capítulo 20 de Apocalipsis dice seis veces que el Milenio durará mil años. Los seguidores de Agustín creían que el Señor regresaría el año 1000 d.C. Cuando no lo hizo, entonces espiritualizaron los mil años para que sólo significara un “largo período de tiempo”. ¿Qué le parece?
_____________________________________________________________

_____________________________________________________________

5) La Biblia dice en Apocalipsis 21 que después del Milenio, los Redimidos van a vivir eternamente en la presencia de Dios en una tierra nueva. Agustín espiritualizó la tierra nueva para que significara el Cielo. ¿Van a vivir los Redimidos eternamente en el Cielo o en la tierra nueva?

_____________________________________________________________

_____________________________________________________________

6) ¿Por qué cree que los Hermanos de Plymouth decidieron que tenía que haber un Rapto de la Iglesia antes del comienzo de la Tribulación?

_____________________________________________________________

_____________________________________________________________





Estimado lector: Su valiosa contribución, por medio de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual.

Haga clic en la imagen para que sepa cómo podrá apoyar la labor que estamos llevando a cabo. 


lunes, 26 de marzo de 2018

Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 13 (pdf)

La Segunda Venida de Jesús en la Profecía Bíblica


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

««La mayoría de las personas tienden a pensar que Apocalipsis 20 es el único pasaje de la Biblia que habla de un futuro reinado del Señor. Nada podría estar más lejos de la verdad. El propósito de este capítulo es proveer un resumen detallado de los pasajes clave, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, que hablan del futuro reinado del Señor»».

Haga clic sobre el siguiente ícono para ir a la página de descarga:



Si el Señor ha puesto en su corazón apoyar nuestra labor, visite la sección Donativos para que conozca cómo podrá hacerlo:


sábado, 28 de octubre de 2017

El Milenio en el Antiguo Testamento (pdf)


Haga clic sobre la imagen para descargar el artículo 


El punto de vista Amilenial acerca de la profecía bíblica del tiempo del fin es el punto de vista de la mayoría dentro de la Iglesia de hoy en día —sostenido por la iglesia católica y por la mayoría de las denominaciones protestantes tradicionales—.

Los amilenialistas son aquellos que creen que Jesús está reinando actualmente sobre todo el mundo desde el Cielo por medio de la Iglesia. Por lo tanto, ellos creen que ahora estamos en el Milenio —que éste comenzó en la Cruz y continuará hasta la Segunda Venida—. Ellos no creen que Jesús algún día regresará a esta tierra para reinar desde Jerusalén.

Para sostener su punto de vista, los amilenialistas deben espiritualizar la mayoría de las profecías del tiempo del fin, argumentando que ellas no significan lo que dicen. Así, por ejemplo, descartan el hecho de que en Apocalipsis 20 se nos dice seis veces que el Milenio durará 1,000 años. Los amilenialistas rechazan los mil años como “de naturaleza figurada”, es decir, lo que significa sólo un largo período de tiempo.

Una cosa interesante que he notado a través de los años acerca de los amilenialistas es que tienen poco o ningún conocimiento de las profecías del tiempo del fin contenidas en las Escrituras hebreas. La mayoría de los amilenialistas con los que me he encontrado creen que el único lugar en la Biblia donde el Milenio se menciona es Apocalipsis 20.


Estimado lector: Sus oraciones y ofrendas de amor hacen posible que sigamos publicando estudios bíblicos que contribuyen a edificar y a equipar a los miembros del cuerpo de Cristo. 

miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Es la Iglesia el Reino?

¿Representa la Iglesia la expresión completa del reino de Dios?




Consideremos en detalle la afirmación de los amilenialistas de que la Iglesia es el reino y que no hay ningún otro reino prometido para el futuro, ciertamente no un reino milenario cuando Jesús reinará sobre toda la tierra desde el trono de David en Jerusalén.

El argumento amilenialista generalmente se expresa de la siguiente forma: “El Señor no va a regresar a establecer un reino aquí en la tierra, porque el reino fue establecido en el Primer Siglo en la forma de la Iglesia, y ése es el único reino que alguna vez existirá en la tierra”.

Conozco bien este argumento porque crecí en una iglesia que lo enseñaba. Éramos tan dogmáticos acerca de él que nos negábamos a orar “El Padrenuestro”, debido a que contenía la frase, “Venga tu reino a la tierra, así como en el Cielo”. Nuestra posición era que el reino ya había venido en la forma de la Iglesia y, por lo tanto, tal oración era irrelevante, puesto que ya se había cumplido.

Este argumento de que “la Iglesia es el reino y, por lo tanto, no existe un reino futuro” es el argumento fundamental de la mayoría de los amilenialistas. Generalmente, es acompañado con aseveraciones absurdas de que “los premilenialistas degradan la importancia de la Iglesia”, o que “los premilenialistas creen que Jesús falló en Su misión de establecer el reino”.

Un Argumento Irrelevante

Todo esto es realmente ridículo, debido a que el argumento de que el reino es la Iglesia ignora completamente el punto del Premilenialismo. Soy un premilenialista y no niego que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios sobre la tierra.

Permítame decir eso de otra manera: Estoy de acuerdo en que la Iglesia es el reino de Dios sobre la tierra hoy. A pesar de toda la propaganda al contrario, hay muchos premilenialistas que no niegan que Jesús está actualmente reinando en gloria sobre Su reino, la Iglesia. Es cierto que hay algunos premilenialistas, conocidos como dispensacionalistas, que hacen una distinción entre el reino y la Iglesia. Pero su punto de vista no es representativo de todos los premilenialistas.

Diversidad entre los Premilenialistas

La cuestión a tenerse en mente aquí es que hay premilenialistas y hay premilenialistas. En otras palabras, el Premilenialismo no es una doctrina monolítica. Todos los premilenialistas creen que Jesús va a regresar a esta tierra para establecer un reino, pero más allá de esa creencia básica, ellos difieren ampliamente.

De forma similar, todos los cristianos creen que Jesús es el Señor, pero más allá de esa creencia básica, no concuerdan en muchas cosas. Atacar la validez del Premilenalismo afirmando que los premilenialistas están equivocados porque creen que la Iglesia no es el reino es equivalente a atacar la validez del cristianismo afirmando que los cristianos están equivocados porque ¡creen en la infabilidad del Papa!

Soy un cristiano, pero no creo en la infabilidad del Papa. Soy un premilenialista, pero no creo en la doctrina de que la Iglesia y el reino son dos entidades distintas. Pero algunas veces simplemente no hay forma de ganar este punto. Digo esto porque cuando me esfuerzo enormemente para enfatizar que no todos los premilenialistas creemos en las mismas cosas, ¡a menudo soy confrontado con el argumento que el desacuerdo que existe entre los premilenialistas es prueba positiva de que el Premilenialismo está equivocado!

La falacia de este tipo de pensamiento puede ilustrarse decisivamente señalando que el mismo argumento podría ser aplicado al cristianismo en su conjunto — es decir, ¡el cristianismo es inválido debido a que los cristianos no están de acuerdo! —. Esto, por supuesto, es pura tontería.

También debería tenerse en cuenta, también, que los amilenialistas discrepan fuertemente el uno con el otro. Algunos espiritualizan completamente el reino, mientras que otros los materializan en la Iglesia. Algunos niegan que alguna vez existirá un Milenio de cualquier clase; otros argumentan que hemos estado en un Milenio espiritual desde la Cruz. Algunos toman la posición de que el libro de Apocalipsis fue cumplido en el Primer Siglo en el derramamiento de la ira de Dios sobre los judíos. Otros afirman que el libro es una profecía acerca de la lucha entre la Iglesia y el Imperio Romano. Otros argumentan que el libro es una profecía acerca de una batalla entre los católicos y los protestantes. Y aun otros idealizan el libro hasta el punto de sostener que no representa nada, excepto el conflicto actual entre las fuerzas del bien y del mal. Incluso hay amilenialistas que creen que nuestra morada eterna será una tierra nueva, mientras que la mayoría negarían esto con vehemencia, argumentando en cambio que pasaremos la eternidad en un mundo espiritual etéreo.

El Argumento Amilenial

Hay cuatro argumentos básicos que los amilenialistas usan para justificar su afirmación que el reino fue establecido en el Siglo I en la forma de la Iglesia, y que la Iglesia es el único reino que Cristo tendrá en esta tierra:

1. Apuntan a pasajes como Hechos 2:29-31 para establecer el hecho que Jesús está reinando actualmente.

2. Se refieren a escrituras como Mateo 10:7 para ilustrar que Jesús enseñó que el reino estaba “cerca” o “a la mano”.

3. Usan Mateo 16:18-19 para demostrar que Jesús usó las palabras “iglesia” y “reino” indistintamente.

4. Utilizan escrituras como Hebreos 12:28 y Apocalipsis 1:9 para enfatizar que el reino es una realidad presente.

La Diversidad del Concepto del Reino

Todo lo que puedo decir en respuesta a estas referencias escriturales es “Amén”. Estoy de acuerdo en que demuestran que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios en el mundo. Pero decir que el reino es la Iglesia no es lo mismo que decir que el reino es sólo la Iglesia.

La Escrituras enseñan claramente que la Iglesia es el reino. No enseñan que el reino es sólo la Iglesia. Considere estas referencias al reino en las Escrituras:

1. El reino es identificado con la creación misma, ya que Dios es soberano sobre la creación. Vea Salmo 93:1-2 y 1 Crónicas 29:11.

2. El reino es expresado en la nación de Israel. Vea Éxodo 19:6 y 1 Samuel 8:7.

3. El reino es igualado con la Iglesia. Vea Colosenses 1:13 y Apocalipsis 1:9.

4. El reino es visto como algo más que la Iglesia, aún por venir en el futuro. Vea Mateo 8:11; Lucas 22:28-30; Hechos 14:22; 1 Corintios 6:9 y 2 Pedro 1:11.

5. El reino es aún futuro, que tomará la forma de un reinado de Cristo y de Sus santos sobre la tierra. Vea Daniel 7:18,27; 2 Timoteo 2:12; Apocalipsis 3:21 y Apocalipsis 20:6.

6. El reino es aún futuro, que finalmente tomará la forma de un reinado de Dios sobre los redimidos sobre una tierra nueva. Vea 1 Corintios 15:24-28 y Apocalipsis 21:1-4.

La Unidad del Concepto de Reino

Creo que estas escrituras enseñan que Dios siempre ha tenido un reino sobre esta tierra, pero ha sido manifestado en diferentes maneras. El reino originalmente estuvo expresado en la creación misma, en su perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Con la corrupción de la creación a través del pecado del hombre, el reino estuvo expresado en las vidas de los Patriarcas quienes, como Job, respondieron obedientemente en fe a la voluntad de Dios. El reino llegó a estar centrado en una manera más tangible después del llamado de Abraham y la aparición de la nación de Israel. Desde Pentecostés, el reino ha estado expresado en la Iglesia. Pero la Biblia promete expresiones diferentes del reino en el futuro — primero, en la forma de un gobierno de Jesús sobre esta tierra por mil años y, en segundo lugar, en la forma de un gobierno eterno de Dios sobre una tierra nueva —.

Observe que la progresión aquí es circular y expansiva. Es circular en que comienza y termina con el reinado de Dios sobre una creación que está en perfecta sumisión. Es expansiva en que después de la Caída, se expande constantemente en alcance, de unos pocos Patriarcas y sus familias, a la nación de Israel, a la Iglesia y, finalmente, a todas las naciones del mundo.

El reino es, pues, pasado, presente y futuro. Está expresado actualmente en la Iglesia, pero es como una rosa en el capullo, aún por florecer en su esplendor total. El reino siempre ha estado viniendo y seguirá viniendo hasta que la voluntad de Dios se haga perfectamente. Incluso durante el reinado milenario de Jesús, el reino estará viniendo, ya que la Biblia enseña que la rebelión estará acechando en los corazones de los hombres.

La consumación del reino no vendrá hasta que todos los enemigos de Dios hayan sido sometidos. Eso ocurrirá al final del reinado milenario de Jesús (Apocalipsis 20:7-15), momento en el cual Él entregará el dominio a Su Padre, y Dios mismo reinará eternamente sobre una creación redimida (Romanos 8:18-23 y 1 Corintios 15:24-28).

Jesús y el Reino

Este concepto del desarrollo progresivo del reino fue enseñado por Jesús en la parábola en la que comparó el reino de Dios con el crecimiento del grano, declarando “la tierra produce frutos por sí misma; primero la hierba, luego la espiga, después grano lleno en la espiga” (Marcos 4:26-29).

Jesús expresó claramente Su creencia en un reino judío literal y futuro aquí en la tierra al momento de Su Ascensión. Mientras se encontraba con Sus discípulos en el Monte de los Olivos, le preguntaron, “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Él respondió, “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en Su sola potestad” (Hechos 1:7). Observe, Jesús no reprendió a Sus discípulos diciéndoles que el reino iba a ser un reino espiritual llamado la Iglesia y no un reino judío aquí en la tierra. Más bien, simplemente les dijo que no era la voluntad de Dios revelarles cuándo sería establecido el reino judío.

Jesús también expresó la llegada progresiva del reino en la oración que enseñó a Sus discípulos a orar cuando dijo: “Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Ésta es una clara expresión de paralelismo hebreo, una forma poética en la que la primera declaración es refinada y definida por la segunda. De esta forma, orar, “Venga Tu reino”, es orar, “Hágase Tu voluntad en la tierra, así como en el cielo”. Ciertamente no hemos alcanzado esa meta durante la Era de la Iglesia actual.

La verdad máxima acerca del concepto del reino es que Jesús mismo fue la encarnación de todo lo que el concepto representa, porque Él obedeció perfectamente a Dios en todas las cosas (Hebreos 5:8-9).

Respondiendo la Pregunta

¿Es la Iglesia el reino? Sí y no. Sí,  es el reino del Señor en el mundo hoy. No, no es la expresión completa del reino. El reino es presente y aún sigue viniendo. Oremos por su expresión más gloriosa, al unirnos al apóstol Juan en su oración: “Amén, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).

“Entonces el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (Daniel 7:27).

Para mayor información acerca de este tema, visite nuestra sección:
Premilenialismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Is the Church the Kingdom?
Share/Bookmark