lunes, 27 de diciembre de 2021
Libro: El Suicidio de los EE.UU. – Prefacio (pdf)
lunes, 20 de diciembre de 2021
Libro: El Suicidio de los EE.UU. – Prefacio
Pasé la mayor parte del año 1999 escribiendo un libro sobre los dos mayores desafíos que creía que los cristianos enfrentarían al comienzo del nuevo siglo. Titulé el libro, Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin, y le puse el subtítulo de “Haciendo Frente a la Anarquía y Apostasía”.
Una Profecía Rechazada
Para mi gran consternación, el editor rechazó el subtítulo. Me dijeron que era de naturaleza “demasiado radical” — que no estábamos ni cerca de la anarquía en nuestra nación, y que la apostasía en nuestras iglesias no era realmente tan grave.
Entonces, el libro terminó siendo publicado con un subtítulo inocuo que decía: “Equilibrando el Hoy con la Esperanza del Mañana”. Dado que los editores siempre tienen un control absoluto sobre el diseño de la portada y el título de un libro, no había nada que yo pudiera hacer.
Por lo tanto, cuando decidí actualizar el libro en 2015, en una segunda edición, también decidí retirar el libro de la editorial y publicarlo en su lugar por el ministerio en el que estaba sirviendo — el Ministerio Cordero y León. Fue entonces cuando el libro recibió el subtítulo adecuado.
Un Cumplimiento Profético
Hoy, 20 años después de la primera edición, es evidente que nuestra sociedad está gravemente afligida por la anarquía, y la Iglesia se ha vuelto ineficaz a causa de una rabiosa apostasía. Nuestras principales ciudades están siendo saqueadas y quemadas, y nuestras iglesias se apresuran a meterse en la cama con el mundo, más interesadas en la aprobación del hombre que en la de Dios. Una de las consecuencias de la apostasía, es que la gente está constantemente contactando a nuestro ministerio hoy, preguntando: “¿Conocen una iglesia que crea en la Biblia en el área donde vivo?”.
¿Conocimiento Sobrenatural?
¿Tuve algún tipo de revelación sobrenatural de Dios en 1999, cuando preví que el nuevo siglo se iniciaría en anarquía y apostasía? ¡Para nada! Simplemente comprendí, al estudiar la Palabra de Dios, que, cuando una nación que Él ha bendecido se vuelve contra Él, Él responde con juicios correctivos diseñados para llamar a la nación al arrepentimiento. Y, cuando tal nación responde intensificando su rebelión, Dios dará un paso atrás y bajará Su cobertura de protección alrededor de esa nación, y permitirá que el mal se multiplique — lo que en última instancia conducirá a la destrucción de la nación.
Es lo que los teólogos llaman “ira de abandono”. En resumen, el Señor permite que la nación se mate a sí misa con violencia e inmoralidad.
En 1999, sentí que estábamos en ese punto de abandono en nuestra relación con Dios. Es el punto al que se refieren las Escrituras cuando “la herida se vuelve incurable” (Jeremías 30:12).
Nuestro Descenso a la Oscuridad
Mirando hacia atrás ahora, puedo ver claramente que la espiral descendente de nuestra nación comenzó con la revolución cultural de la década de 1960, y que, a mediados de la década de 1970, la situación se había vuelto tan grave, que Dios comenzó a levantar voces proféticas para llamarnos al arrepentimiento, y para advertirnos del juicio inminente. Las advertencias vocales acompañaron a juicios correctivos, como incendios forestales generalizados, sequías extremas, enjambres de tornados y huracanes terriblemente destructivos, como Katrina.
Pero hicimos oídos sordos a las advertencias, e intensificamos nuestra rebelión contra Aquel que nos había bendecido tan poderosamente. Cada vez más, nos convertimos en una nación como la que se describe en el libro de Jueces, donde “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25).
El resultado ha sido un caos social sin precedentes, lo que ha llevado a la gente a preguntarse: “¿Hay alguna esperanza para nuestra nación?”. Es una pregunta relevante y convincente, y los líderes cristianos están respondiendo de diversas formas, lo que deja a la mayoría de los interrogadores más confundidos que nunca.
El Destino de Nuestra Nación
En un extremo del espectro, están aquellos que están predicando que nuestra nación está en el umbral de un gran avivamiento espiritual. Pero otros argumentan que el destino de nuestra nación está sellado — que enfrentamos una destrucción inminente, y que el único umbral en el que estamos es el de la Gran Tribulación.
El propósito de este libro es proporcionar una respuesta bíblica a la pregunta: “¿Cuál es el destino de Estados Unidos?”. ¿Será avivamiento o destrucción?
Comenzaré por echar un vistazo a la gloriosa herencia cristiana de nuestra nación, que provocó tantas bendiciones del Señor. A continuación, identificaré el punto crucial de nuestra historia cuando comenzamos a rebelarnos contra esa herencia. Luego señalaré cómo Dios ha pasado muy pacientemente los últimos 50 años llamándonos al arrepentimiento, a través de voces proféticas y juicios correctivos. En ese punto, identificaré el tipo profético de nuestra nación en las Escrituras, y revelaré lo que podemos aprender de él. Finalmente, abordaré específicamente la cuestión del destino de Estados Unidos.
Espero que lo que tengo que decir en este libro lo lleve más profundamente a las Escrituras y a una relación más profunda con su Creador, quien es un Dios personal cuyo amor por usted es “como la altura de los cielos sobre la tierra” (Salmos 103:11).
¡Maranata!
Allen, Texas
Libro: El Suicidio de los EE.UU. – Índice
Capítulo 1 — La Bendición de los EE.UU. (pdf)
Capítulo 2 — La Rebelión de los EE.UU.
Capítulo 3 — Las Advertencias a los EE.UU.
Capítulo 4 — El Tipo Bíblico de los EE.UU.
Capítulo 5 — El Destino de los EE.UU.
Referencias
“¿En qué momento, entonces, cabe esperar la aproximación del peligro? Respondo, si alguna vez nos alcanza, debe surgir entre nosotros. No puede venir desde el extranjero. Si la destrucción es nuestro destino, debemos ser nosotros mismos su autor y consumador. Como nación de hombres libres, debemos vivir todo el tiempo o morir por suicidio". — Abraham Lincoln de su Discurso del Lyceum, pronunciado en el Lyceum de los Hombres Jóvenes en Springfield, Illinois, el 27 de enero de 1838.
Ministerio En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)
Libro: El Suicidio de los EE.UU. – Acerca del Autor
El Dr. David R. Reagan fundó Lamb & Lion Ministries (Ministerio Cordero y León) en 1980, después de pasar 20 años como profesor de Derecho y Política Internacional. Es un graduado de Phi Beta Kappa de la Universidad de Texas, en Austin. Obtuvo sus títulos de posgrado de la Facultad de Derecho y Diplomacia de Fletcher — una escuela de estudios internacionales que pertenece y es operada conjuntamente por las universidades de Tufts y Harvard.
Después de dirigir el Ministerio Cordero y León durante 41 años, el Dr. Reagan hizo la transición del liderazgo al Coronel Tim Moore en 2021, y se hizo a un lado para enfocarse en escribir. Durante sus 41 años como Evangelista Sénior, el Dr. Reagan llevó a cabo seminarios de profecía bíblica en todo Estados Unidos y en todo el mundo. Se desempeñó como presentador de un programa de televisión semanal llamado Cristo en la Profecía, que se transmite a través de muchas redes cristianas nacionales, redes y estaciones regionales, y una variedad de sitios web cristianos. También se transmite por satélites de todo el mundo. Además, se desempeñó como editor de la revista bimestral del ministerio, Lamplighter.
Una de las especialidades del Dr. Reagan es el Medio Oriente, y su papel en la profecía del tiempo del fin. Ha estado en Israel más de 45 veces.
El Dr. Reagan estuvo casado durante 60 años con su esposa, Ann, antes de su muerte en 2020. Eran los padres de dos hijas, y tienen cuatro nietos y dos bisnietos. Se volvió a casar en 2021, y él y su esposa, Linda, viven en el área de Dallas, Texas.
El Ministerio Cordero y León es un ministerio no denominacional dedicado a la enseñanza de la profecía bíblica y la proclamación del pronto regreso del Señor. El sitio web del ministerio se puede encontrar en www.lamblion.com.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Capítulo 14 (pdf)
Aguardando a Jesús
««¿Vive aguardando a Jesús? ¿Anhela Su regreso? ¿Ora todos los días, “¡Maranata!”?
Pablo nos dijo en Tito 2:13, que debemos vivir “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. En 2 Timoteo 4:8, dijo que hay una recompensa especial — “una corona de justicia” — que el Señor le dará a cualquier santo que viva su vida con el amor de la aparición del Señor en su corazón»».
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Revista Llamada de Medianoche – Diciembre 2021
Del Pesebre a la Cruz
Temas incluidos en esta edición:
sábado, 18 de diciembre de 2021
Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Capítulo 14 (parte 2 de 2)
Aguardando a Jesús
La Realidad de la Ira de Dios
Hace varios años, acepté a regañadientes ser el invitado de un programa de entrevistas de una radio secular en la ciudad de Oklahoma. Digo de mala gana porque esos programas suelen terminar con muchas discusiones y gritos que me resultan desagradables. Acepté aparecer cuando el productor del programa me dijo que el presentador estaba en la lista de correo de mi ministerio y que le gustaban mis escritos. Me aseguró que el anfitrión me trataría de manera justa. Sin embargo, debería haber sabido que iba a tener problemas cuando el productor dijo: “El presentador es cristiano, pero ninguno de sus oyentes lo sabe”.
Me entrevistaron por teléfono. El programa comenzó bien con el anfitrión diciendo algunas cosas agradables sobre mi ministerio y sus publicaciones. Luego me pidió que me tomara cinco minutos para hablar sobre mi ministerio antes de abrir el programa para hacer preguntas.
No quería hablar sobre el ministerio. Quería hablar del Señor. Entonces, pasé los cinco minutos hablando sobre cómo el Señor había cambiado mi vida y cómo podía cambiar la vida de cualquiera para bien, si sólo se sometieran a Él.
Cuando terminé, el anfitrión dijo: “Eso fue muy interesante, pero no fue lo que pedí. Por favor, díganos algo sobre su ministerio. ¿Podría resumir su mensaje en una frase?”.
“Sí”, respondí, “el propósito del ministerio es proclamar el pronto regreso de Jesús, llamando a los creyentes a comprometerse con la santidad y llamando a los incrédulos a huir de la ira que ha de venir”.
“¿Qué quiere decir con ira?”, preguntó.
“Quiero decir que el Señor regresa en venganza para derramar la ira de Dios sobre los enemigos de Dios”.
“Nunca había escuchado algo tan extraño”, espetó. “El Jesús que conozco no dañaría ni a una mosca”. Luego gritó: “¡Tu Dios es un monstruo!”, y me colgó. Fin de la entrevista.
¿Gracia o Ira?
La verdad es que el Creador de este universo es un Dios justo que está muy preocupado por el pecado. La Biblia enseña que Él trata con el pecado de dos maneras — gracia o ira. Juan el Bautista mencionó esto en uno de sus sermones. Declaró: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
Cada persona en el planeta Tierra está bajo la gracia de Dios o la ira de Dios. Para aquellos que están bajo la gracia, el regreso de Jesús será un evento bendecido. Regresará como su “Bienaventurada Esperanza”. Para aquellos bajo ira, el regreso de Jesús será un evento aterrador. Vendrá como su “Santo Terror”.
El principio se declara elocuentemente en el libro de Nahum. De los justos dice: “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahum 1:7). Pero con respecto a los injustos, el mensaje es severo y sombrío: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. 3 Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable” (Nahum 1:2–3).
Los Profetas Hablan de la Ira de Dios
Isaías dice que, el día en que el Señor regrese, Su terror será tan grande que la gente se meterá en agujeros en la tierra y clamará para que las rocas y las montañas caigan sobre ellos (Isaías 2:10–21). El profeta declara además que “la tierra será enteramente vaciada” (Isaías 24:3), y la tierra será sacudida tan violentamente que se tambaleará “de un lado a otro como un ebrio” (Isaías 24:19–20). Concluye diciendo: “Jehová vendrá con fuego. . . para descargar su ira con furor” (Isaías 66:15).
Jeremías expresó un sentimiento similar cuando escribió: “Jehová rugirá desde lo alto. . . Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra; porque Jehová tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará a los impíos a espada” (Jeremías 25:30–31).
El profeta Sofonías dedicó todo su libro al día del regreso del Señor. Se unió a Isaías y Jeremías al hablar de la horrible naturaleza de ese día para los incrédulos. Lo describió como “un día de ira. . .día de angustia y de aprieto, un día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento” (Sofonías 1:15–16). Dijo que el Señor derramará tal ira que los hombres tropezarán como si fueran ciegos, y “su sangre será derramada como polvo” (Sofonías 1:17). Concluyó diciendo: “En el día de la ira de Jehová. . . toda la tierra será consumida con el fuego de su celo” (Sofonías 1:18). Estas son palabras asombrosas. Hablan de un Dios santo que no tolerará el pecado impenitente.
La Ira de Jesús
En el Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis retoma el tema de los profetas hebreos. Describe en detalle la ira sin igual que se derramará durante la Tribulación, lo que resultará en la muerte de la mitad de la población mundial en los primeros tres años y medio (Apocalipsis 6–9). Concluye con una descripción del regreso del Señor como un guerrero de justicia que viene a juzgar y librar la guerra contra los pecadores impenitentes (Apocalipsis 19:11–15).
El humilde Cordero que fue a la Cruz a morir por la Humanidad regresa como un León rugiente. No regresa como un débil y apacible cobarde “que no le haría daño a una mosca”.
Jesús toma el pecado tan en serio como Su Padre. En Apocalipsis 2 y 3 tenemos lo más parecido en el Nuevo Testamento a las escrituras escritas directamente por Jesús. Estos capítulos constan de siete cartas que dictó a siete iglesias. Escuche lo que el “que no le haría daño a una mosca” tuvo que decirle a algunas de las iglesias:
A la iglesia en Pérgamo
“Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos [pecadores impenitentes] con la espada de mi boca”. — Apocalipsis 2:16
A la iglesia en Tiatira
Hablando de una “Jezabel” en la iglesia que estaba incitando a la gente a cometer actos de inmoralidad: “Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella”. — Apocalipsis 2:21–22
A la iglesia en Laodicea:
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. — Apocalipsis 3:15–16
Soportando la Ira de Dios
El Dios de este universo no es un Osito de Peluche Cósmico que le guiña el ojo al pecado. Él es un Dios de santidad. No se le puede engañar. Es paciente y longánimo, y no desea que nadie perezca. Pero está acumulando Su ira para un día de terrible juicio.
El profeta Malaquías preguntó: “¿Quién podrá soportar el tiempo de su venida?” (Malaquías 3:2). Juan se hace eco de esas palabras cuando habla de “la ira del Cordero” y dice que los que sean sujetos a esa ira clamarán: “¿Quién podrá mantenerse en pie?” (Ap. 6:17).
La respuesta es simple. Cualquiera que ponga su fe en Jesús como Señor y Salvador será movido de la ira a la gracia. Pablo escribió: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:9). Pablo expresó la misma idea en 1 Tesalonicenses 1:10 cuando escribió que los cristianos están esperando “de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”.
La elección entre la ira y la gracia es suya. Dios hizo posible esa elección a través del regalo de Su Hijo, quien murió en la Cruz por sus pecados, para que pudiera reconciliarse con el Padre.
Dios es muy misericordioso. Envió a Su Hijo a morir por nosotros. Ha retrasado el regreso de Su Hijo porque no desea que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Incluso durante la Tribulación, el propósito fundamental de Su ira no será castigar, sino motivar a las personas a arrepentirse para que puedan ser salvas.
¿Es un Vencedor?
Si nunca ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, ¿qué está esperando? El tiempo es limitado. El único tiempo que tiene garantizado es este mismo momento. La vida es frágil. Puede estar aquí en un momento y desaparecer al siguiente.
Como he dicho antes, la Biblia está llena de pesimismo y tristeza para aquellos que rechazan a Jesús. Pero no tiene más que buenas noticias para aquellos que han puesto su fe en Jesús. El libro de Apocalipsis está lleno de gloriosas promesas para los “vencedores”. Trece de estas promesas están contenidas en las siete cartas que Jesús escribió a las siete iglesias de Asia Menor (Apocalipsis 2–3).
Son promesas de dicha eterna. El libro de Apocalipsis concluye con más promesas para el “vencedor”: promesas de vida eterna en una tierra nueva, vivir en la presencia del Creador. “Ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor” (Ap. 21:1–4). Juan afirma: “El que venciere heredará todas las cosas” (Ap. 21:7).
¿Quién es un vencedor? Jesús es el primer y más importante vencedor. Venció el pecado, el mundo y la muerte (Juan 16:33). Aquellos que ponen su fe en Él se vuelven vencedores con Él. Juan lo expresó en forma de pregunta retórica: “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:5).
Falsos Conceptos de la Salvación
Quizás esté pensando que es salvo porque nació en una familia cristiana. La salvación no está determinada por el nacimiento natural. Lo único que cuenta es el nacimiento espiritual. Jesús dijo: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Es asombroso cuántos cristianos profesantes se burlan cuando se les pregunta si han nacido de nuevo. Muchos anuncian con orgullo: “No soy de esos ‘nacidos de nuevo’”. Ésa es una confesión de que realmente no son cristianos.
Quizás esté pensando que es salvo porque pasó por algún tipo de rito cristiano como el bautismo. Los ritos religiosos no salvan. Debe someter voluntariamente su corazón al Señor en arrepentimiento de sus pecados.
Quizás piense que es salvo porque su nombre está en una lista de la iglesia. Nuestras iglesias están llenas de personas inconversas, algunas de las cuales son maestros de escuela dominical, miembros del coro, diáconos, ancianos — y sí, incluso pastores. A menudo he dicho que el domingo después del Rapto muchas iglesias se llenarán de gente asustada que buscará respuestas de pastores inconversos que se han quedado atrás.
La Naturaleza de la Salvación
La esencia de la salvación es una relación. Jesús no dijo que la vida eterna resulta del bautismo o de la asistencia a la iglesia o del diezmo. Dijo que la vida eterna es conocer al único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él envió (Juan 17:3).
Quizás es una persona no religiosa o una persona que ha vivido una vida de pecado intencional. Quizás esté pensando: “No hay esperanza para mí. He cometido pecados tan terribles que Dios nunca podría perdonarme”. No es así.
No hay pecado tan terrible que pueda separarlo del amor de Dios en Jesucristo. De eso se trata la gracia: un favor inmerecido a través de la sangre de Jesús. Y la Biblia dice que cuando pone su fe en Jesús, Dios no sólo perdona sus pecados, sino que también los olvida en el sentido de que nunca más los tomará en su contra (Hebreos 8:12).
Entonces, nuevamente, pregunto, “¿Por qué se demora? ¿Qué lo está deteniendo? ¿Es un orgullo tonto? Isaías dice que el día en que el Señor regrese, “la altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada” (Isaías 2:11).
Una Invitación
Lo invito a nacer de nuevo y convertirse en un vencedor al hacer esta oración:
Padre celestial, vengo a ti confesando que soy un pecador. Deseo aceptar a Tu Hijo, Jesús, como mi Señor y Salvador. Perdóname de mis pecados, habita en mí con tu Santo Espíritu y séllame para redención. Gracias Señor. En el nombre de Jesús, Amén.
Si acaba de hacer esa oración, comience a buscar una iglesia donde se predique la Biblia y se exalte a Jesús como la única esperanza para el mundo. Busque una oportunidad para confesar su fe públicamente ante esa congregación, y luego manifieste su fe en el bautismo cristiano. Participe en un grupo de oración y estudio bíblico, y comience a crecer en el Señor.
Un Desafío Final
Nos enfrentamos a días oscuros por delante mientras las fuerzas del paganismo se intensifican en estos tiempos del fin. Pero la victoria se acerca. El Príncipe de Paz pronto llegará, y con Él vendrá el triunfo de la justicia y la santidad.
Mientras esperamos el regreso del Señor, debemos:
Permanecer en la Palabra
Creer en el poder de Dios
Depender del Espíritu Santo
Practicar una fe firme
Ordenar nuestras prioridades
Mantener una perspectiva eterna
Defender la justicia
Persistir en la oración
Rendirnos en adoración
Aferrarnos a la esperanza
Y, vivir aguardando a Jesús
Vivimos en territorio enemigo. Nunca olvidemos eso. Como nos instó C. S. Lewis, comportémonos como comandos operando detrás de las líneas enemigas, preparando el camino para la llegada del Comandante en Jefe.2 Equípese para el combate y manténgase firme, orando constantemente, “¡Maranata!” — ¡Ven pronto, Señor Jesús!
Lea la parte 1 aquí
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
viernes, 17 de diciembre de 2021
Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Capítulo 14 (parte 1 de 2)
Aguardando a Jesús
¿Vive aguardando a Jesús? ¿Anhela Su regreso? ¿Ora todos los días, “¡Maranata!”?
Pablo nos dijo en Tito 2:13, que debemos vivir “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. En 2 Timoteo 4:8, dijo que hay una recompensa especial — “una corona de justicia” — que el Señor le dará a cualquier santo que viva su vida con el amor de la aparición del Señor en su corazón.
¿Alguna vez se ha detenido a preguntarse por qué esta recompensa especial se llama “corona de justicia”? ¿Por qué Pablo asocia la justicia con la devoción al regreso del Señor?
Es porque los dos van de la mano. Éste es un punto que recalco constantemente a los pastores que no comprenden la importancia de predicar y enseñar la profecía bíblica.
La Relevancia Práctica de la Profecía
Cuando me encuentro con un pastor así y le pregunto por qué ha ignorado la profecía, su respuesta suele ser algo como esto: “Bueno, David, no lo entiendes porque eres un evangelista viajero. Si fueras pastor, lo entenderías. Verás, tengo que lidiar a diario con todos los problemas que conoce el hombre. Tengo homosexuales y adúlteros en mi congregación, así como chismosos y calumniadores. Tengo matrimonios a punto de desmoronarse. Tengo padres que exasperan a sus adolescentes. Tengo drogadictos y personas adictas a las tarjetas de crédito. Lo que se te ocurra, y yo estoy lidiando con eso. El resultado es que simplemente no tengo tiempo para lidiar con temas esotéricos y de castillos en el aire como la profecía bíblica. Después de todo, cuando se llega al grano, ¿qué importa lo que una persona sepa acerca de la profecía bíblica?”.
Entiendo de dónde vienen pastores como éste. Simpatizo con ellos y oro por ellos. No hay llamado más alto que el de un pastor, y no hay trabajo más difícil sobre la faz de la tierra.
Pero cualquier pastor que se sienta así simplemente no comprende la profecía bíblica. Como ya he mostrado, el conocimiento de la profecía bíblica es esencial para el desarrollo de una esperanza vibrante — y la esperanza se necesita desesperadamente en estos tiempos oscuros.
La profecía bíblica también está directamente relacionada con todos los problemas que enfrentan los pastores en sus congregaciones. El punto sobre esto, que trato de hacer entender una y otra vez, es que la profecía bíblica puede tener un impacto abrumador en la forma en que la gente vive aquí y ahora. Si se enseña correctamente, no es sólo información de castillos en el aire relevante para un mundo que aún está por venir. Puede transformar la forma en que una persona vive hoy, en este mundo.
La Calidad Transformadora de la Profecía
Déjenme decirlo de manera sucinta. Si una persona puede estar convencida de dos cosas relacionadas con la profecía bíblica, su vida se transformará. Esas dos cosas son: 1) Jesús regresará; y 2) Su regreso es inminente — puede ocurrir en cualquier momento.
La mayoría de los cristianos responderán a la pregunta: “¿Cree que Jesús regresará?”, respondiendo “Sí”. Pero sus acciones hablan más que sus palabras. No viven como si esperaran que el Señor va a regresar. La mayoría son esquizofrénicos espirituales que caminan con un pie en la iglesia y el otro en el mundo. Creen en el regreso del Señor en sus mentes, pero no en sus corazones. Sólo cuando una creencia pasa de la mente al corazón comienza a afectar el comportamiento.
La mayoría de los cristianos tampoco parecen tener idea de que Jesús podría regresar en cualquier momento. La mayoría está convencida de que aún deben cumplirse muchas profecías antes de que el Señor pueda regresar. Bueno, hay muchas profecías que deben cumplirse antes de que Jesús regrese a esta tierra para reinar — un templo debe ser reconstruido en Jerusalén, el Anticristo debe ser revelado y debe haber siete años de tribulación. Pero no hay una sola profecía que deba cumplirse para que el Señor regrese por Su Iglesia en el Rapto. El Rapto es un evento que puede ocurrir en cualquier momento.
Dos Regresos del Señor
Asistí fielmente a una iglesia durante 30 años y ni una sola vez escuché la palabra rapto. Desde entonces, descubrí que la mayoría de los cristianos han tenido la misma experiencia. La consecuencia es que la mayoría no es consciente del hecho de que habrá dos venidas futuras del Señor.
Una será una aparición por Su Iglesia, para sacar a la Iglesia del mundo. La otra será un regreso a la tierra con Su Iglesia, para reinar por mil años.
La evidencia de estas dos futuras venidas de Jesús es muy evidente cuando estudia las dos únicas descripciones detalladas del regreso del Señor que se encuentran en el Nuevo Testamento. Una se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:13–18; la otra está en Apocalipsis 19:11–16 (ver Tabla 3).
En 1 Tesalonicenses 4, el Señor aparece en los cielos. No regresa a la tierra. Aparece por Su Iglesia. Él es un Novio que viene por Su Novia. Aparece en amor como un Libertador, para rescatar a Su Iglesia de la venidera ira de Dios, que se derramará durante la Tribulación.
En marcado contraste, en Apocalipsis 19 se lo describe como regresando a la tierra con Su Iglesia, y regresa con gran ira como un Guerrero cuyo propósito es juzgar y hacer la guerra contra los enemigos de Dios. También regresa como Rey, para afirmar Su dominio sobre toda la tierra.
1) El Señor aparece en los cielos.
2) Aparece por Su Iglesia.
3) Aparece como un Libertador.
4) Aparece enamorado.
5) Aparece como un Novio.
Apocalipsis 19:11–16
1) El Señor regresa a la tierra.
2) Regresa con Su Iglesia.
3) Regresa como guerrero.
4) Vuelve airado.
5) Regresa como Rey.
Cómo se Relacionan las Señales con el Rapto
No hay señales del Rapto porque es un evento que puede ocurrir en cualquier momento. Las señales se relacionan sólo con la Tribulación y la Segunda Venida. Pero, a medida que vemos que las señales se acumulan, podemos estar seguros de que el Rapto está cerca.
Tim LaHaye ha explicado la relación entre el Rapto y las señales de los tiempos con una maravillosa ilustración. Cuenta acerca de un amigo suyo que caminaba por un centro comercial con su esposa. Le señaló a ella el hecho de que los comerciantes estaban colocando sus adornos navideños. Ella respondió con lo que él pensó que era una pregunta curiosa: “¿Sabes qué significan esas decoraciones?”.
“Por supuesto”, dijo, “apuntan a la pronta llegada de la Navidad”.
“Sí”, respondió ella, “¡pero también significan que el Día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina!”.1
Y lo mismo ocurre con las Señales de los Tiempos. Señalan la Tribulación y la Segunda Venida. Pero, cuando los vemos acumulándose, podemos estar seguros de que el Rapto está muy cerca.
Una Motivación para la Santidad
Ahora, volvamos a mi punto. La vida de una persona puede transformarse si alguna vez llega a creer dos cosas: 1) Jesús regresará; y 2) Su regreso puede ocurrir en cualquier momento. ¿Cómo pueden esas creencias cambiar radicalmente a una persona? Porque motivarán a esa persona a la santidad.
Sé que esto es cierto por experiencia personal. Yo era un cristiano carnal típico, hasta que comencé a estudiar y a creer en la profecía bíblica. En el momento en que realmente creí con todo mi corazón que Jesús volvería, y que podría hacerlo en cualquier momento, la profecía comenzó a tener un efecto purificador en mi vida. No cambié de la noche a la mañana, pero el cambio fue inevitable a partir de ese momento, cuando el Espíritu Santo comenzó a convencerme de áreas de mi vida que no estaban listas para el regreso del Señor.
Cuando un pastor comienza a predicar la profecía bíblica, enfatizando el inminente regreso del Señor, descubrirá que los miembros de su congregación comenzarán a limpiar sus vidas. Dejarán a un lado el alcohol y las drogas. Los matrimonios comenzarán a sanar. Los adolescentes serán liberados de la rebelión. Habrá un apuro hacia la santidad.
La Profecía como Purificadora
El efecto purificador de la profecía se menciona en todo el Nuevo Testamento. Observe en las siguientes citas de las Escrituras cómo el escritor siempre relaciona el regreso del Señor con la justicia y la santidad:
Romanos 13:12–14
12) La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
14) sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
Tito 2:11–13
11) Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
12) enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
13) aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…
1 Pedro 1:13–16
13) Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
14) como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15) sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16) porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
2 Pedro 3:10–11
10) Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11) Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir. . .
1 Juan 3:2–3
2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
3) Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
En cada uno de estos pasajes, el escritor vincula el regreso de Jesús con un llamado a la santidad.
El Significado de la Santidad
¿Qué es la santidad? Ésta suena muy teológica. Intentemos poner los pies en la tierra. Mi definición práctica es sometimiento al señorío de Jesús. Un compromiso con la santidad significa permitir que Jesús controle todos los aspectos de su vida a través de la presencia de Su Espíritu Santo.
De vez en cuando, debe hacer un inventario de su vida, pidiendo al Espíritu Santo que le ayude a identificar aquellas áreas que no están totalmente sometidas al señorío de Jesús. Pregúntese: “¿Es Jesús el señor de mi música y mi material de lectura? ¿Es el señor de lo que como y bebo? ¿Señor de mis películas y programas de televisión? ¿Es el señor de mi trabajo y de mi recreación? ¿Es realmente el señor de algo en mi vida? Pídale al Espíritu Santo que ilumine su corazón con un foco para revelar las áreas que necesitan ser entregadas. Él lo hará.
El cristiano promedio ha hecho tantos compromisos con el mundo, que a menudo ni siquiera se da cuenta de muchos de ellos. Esto se debe en parte a que el paganismo que nos rodea nos insensibiliza al pecado. También se debe a una escasez de la Palabra en nuestras vidas. Pero incluso cuando hemos sido insensibilizados, la Palabra puede convencernos a través de su poder sobrenatural.
El Poder de Convicción de la Palabra
Eso es lo que le sucedió al rey Josías de Judá, cuando lanzó el avivamiento más grande en la historia de su nación. A pesar de que era una persona justa que buscaba al Señor con fervor, su pecaminosidad se apoderó de él cuando se le leyó la Palabra de Dios.
La historia es fascinante y muestra claramente el poder de la Palabra de Dios. Josías se sintió guiado a purgar la tierra de ídolos. En el proceso, ordenó que se limpiara y reparara el templo. Mientras los sacerdotes hacían esto, descubrieron “el libro de la ley de Jehova dada por medio de Moisés” (2 Crónicas 34:14). No es de extrañar que la nación estuviera en una situación tan triste. ¡La Palabra de Dios se había perdido!
El libro fue llevado al rey y se le leyó. Mientras era leído, Josías tuvo tanta convicción de sus pecados que “rasgó sus vestidos” en arrepentimiento (2 Crónicas 34:19). Luego ordenó que se leyera la Palabra de Dios a todos los ancianos de Judá y Jerusalén (2 Crónicas 34:29–30). Esta lectura encendió un avivamiento a nivel nacional.
Poniéndonos Serios sobre la Santidad
Hay poder en la Palabra, y debemos alimentarnos de ella a diario, si queremos tomar en serio la santidad. Necesitamos ponernos serios acerca de la santidad porque creo que el mensaje del Espíritu Santo para la Iglesia de los últimos tiempos es: “Comprometan sus vidas a la santidad”.
Jesús vendrá pronto por Su Novia, la Iglesia, y quiere una Novia que no esté manchada por el mundo. Nos está llamando a salir del mundo. Como dijo en su oración final con sus discípulos, debemos estar “en el mundo”, " pero no ser “del mundo” (Juan 17:11, 16).
El mensaje del pronto regreso del Señor es como una espada de dos filos. Corta un camino para los creyentes y otro camino para los incrédulos. El mensaje para los incrédulos es: “¡Huid de la ira venidera!”. La paradoja es que Jesús es tanto el amor de Dios (la Cruz), como la ira de Dios (la Segunda Venida). La única forma de huir de la ira de Jesús es correr hacia los brazos amorosos de Jesús, aceptándolo como Señor y Salvador.
Uno de los secretos mejor guardados del universo es que Jesús regresa con gran ira. Incluso la mayoría de los cristianos desconocen este hecho.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
El Nuevo Libro del Dr. David Reagan: “El Suicidio de los Estados Unidos de América”
Hace unos días, el Dr. Reagan me compartió la portada de su nuevo libro. El título sombrío del mismo es: “El Suicidio de los Estados Unidos de América”.
En la contraportada dice lo siguiente:
EE.UU. está en una caída libre sin paracaídas.
El Dr. Reagan afirma el brutal hecho de que nuestra nación le ha dado su espalda al Único que nos ha bendecido tan abundantemente. Él sostiene que nuestro problema fundamental no es el Racismo Sistémico. Más bien, es la Impiedad Sistémica. Somos una nación que se ha olvidado de Dios. Las consecuencias son iglesias apóstatas, y una sociedad consumida por la inmoralidad y la violencia.
“El Suicidio de los EUA” comparte a partir de las Escrituras cómo trata Dios con una nación que Él ha bendecido y que se vuelve contra Él. EE.UU. ha cruzado el punto de no retorno y está, por lo tanto, en camino hacia la auto destrucción. El libro concluye hablando acerca de la esperanza que queda, tanto para los creyentes como para los incrédulos. Es un libro aleccionador y desafiante que señala a Jesús, y no a los políticos, como nuestra única esperanza".
Este valioso recurso, que es un material exclusivo del Ministerio que el Señor me ha permitido desarrollar, estará disponible en mi sitio web dentro de unas pocas semanas. Iré publicando los capítulos conforme los vaya traduciendo, según mi tiempo y fuerzas lo permitan. Si siente de parte del Señor apoyar mis esfuerzos, puede contactarme a través de mi correo electrónico.
miércoles, 15 de diciembre de 2021
Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Capítulo 13 (pdf)
Viviendo en un Tiempo Prestado
««¿Va a triunfar el paganismo? La respuesta dolorosa es sí — por un breve período de tiempo. La Biblia enseña que la sociedad seguirá desintegrándose cuanto más nos acerquemos al momento del regreso del Señor (2 Timoteo 3:1–5).
El triunfo del paganismo será breve pero terrible; tan terrible, de hecho, que la Biblia indica que resultaría en la destrucción de toda vida si no se terminara sobrenaturalmente (Mateo 24:21–22). Ese final vendrá rápida y decisivamente después de siete años, cuando el Señor Jesucristo irrumpa de los cielos en Su gloriosa Segunda Venida (Ap. 19:11–21).
Se acerca la victoria. Pero quedan algunos años terribles para el planeta Tierra antes de que se consiga esa victoria»».
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Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Capítulo 13 (parte 2 de 2)
Viviendo en Tiempo Prestado
Las Señales de la Política Mundial
La Biblia profetiza que habrá un cierto patrón de la política mundial que caracterizará el mapa geopolítico del tiempo del fin.
El enfoque será el restablecido Estado de Israel (Zacarías 12:2–3). Será sitiada por una nación amenazadora de los “confines del norte”, la nación de “Rosh” — o la Rusia actual (Ezequiel 38:2, 6). También habrá una nación amenazadora en el Oriente, que será capaz de enviar un ejército de 200 millones — a saber, China (Apocalipsis 9:13–16 y Ap. 16:12–13). Una tercera fuente de peligro para Israel serán las naciones árabes que lo rodean inmediatamente. Codiciarán la tierra y tratarán de quitársela a los judíos (Ezequiel 35:10 y 36:2).
Otro jugador clave en el escenario de la política mundial en los tiempos del fin, será una coalición de naciones europeas que formarán una confederación centrada en el área del antiguo imperio romano (Daniel 2:41–44, Daniel 7:7, 23–24; y Apocalipsis 17:12–13). Esta confederación servirá como base política para el surgimiento del Anticristo y la creación de su reino mundial (Daniel 7:8).
Otras señales de la política internacional incluyen guerras y rumores de guerras (Mateo 24:6), guerras civiles (Mateo 24:7), y el terrorismo y la anarquía internacional generalizados (Mateo 24:12).
Las Señales de Israel
Las señales relacionadas con el Estado de Israel son prolíficas y muy importantes — de hecho, más importantes que todas las demás señales juntas.
La profecía que se repite con más frecuencia en el Antiguo Testamento es la predicción de que el pueblo judío será reunido de los “cuatro confines de la tierra” en los tiempos del fin (Isaías 11:10–12). La Biblia declara que una consecuencia de esta reunión será el restablecimiento del Estado de Israel (Isaías 66:7–8). Las Escrituras dicen que, una vez que los judíos regresen a su tierra, la tierra misma experimentará un milagro de recuperación (Isaías 35). El desierto florecerá y la gente exclamará: “Esta tierra que era asolada ha venido a ser como el huerto de Edén” (Ezequiel 36:35).
Otro milagro del tiempo del fin será el renacimiento del idioma hebreo (Sofonías 3:9). La mayoría de la gente no es consciente del hecho de que, cuando los judíos fueron dispersados de su tierra en el año 70 d.C., dejaron de hablar el idioma hebreo. Los judíos que se establecieron en Europa desarrollaron un nuevo idioma llamado yiddish — una combinación de alemán y hebreo. Los judíos que emigraron a la cuenca del Mediterráneo crearon un idioma llamado ladino — una combinación de hebreo y español.
Otras señales significativas de Israel que se nos dice que estemos atentos en los tiempos del fin incluyen la reocupación de Jerusalén (Lucas 21:24), el resurgimiento de la fuerza militar israelí (Zacarías 12:6) y el reenfoque de la política mundial sobre Israel (Zacarías 12:3).
Todas estas señales se cumplieron en el siglo XX. La nación ha sido restablecida, se ha recuperado la tierra, se ha revivido el idioma antiguo, los judíos están de regreso en Jerusalén e Israel es el punto focal de la política mundial.
Las Señales Clave
Como dije antes, las señales más importantes son las que se relacionan con Israel, porque Dios usa a los judíos a lo largo de las Escrituras como Su reloj profético. Con esto quiero decir que, muy a menudo, cuando el Señor está revelando un evento importante que tendrá lugar en el futuro, señalará al pueblo judío y declarará que cuando algo les suceda, el evento importante también ocurrirá.
Un buen ejemplo de este principio se puede encontrar en Daniel 9, en la famosa profecía de las “Setenta Semanas de Años”. El profeta nos dice que estemos atentos a la emisión de un decreto que autorizará la reconstrucción de Jerusalén. Luego dice que el Mesías vendrá sesenta y nueve semanas de años (483 años) después de que se emita ese decreto al pueblo judío.
Hay dos profecías clave que relacionan el regreso de Jesús con eventos que han ocurrido en la historia judía desde 1948. Estos dos eventos establecieron claramente el período en el que ahora vivimos como la época del regreso del Señor.
El Estado de Israel
El primero es el restablecimiento del Estado de Israel, que ocurrió el 14 de mayo de 1948. Jesús hizo resaltar este evento como el que señalaría Su pronto regreso.
Su profecía está contenida en la parábola de la higuera (Mateo 24:32–35), que presentó en Su discurso en el Monte de los Olivos. El día antes de pronunciar este discurso, había puesto una maldición sobre una higuera estéril, causando que se marchitara (Mateo 21:18– 19). Esta fue una profecía simbólica de que Dios pronto derramaría Su ira sobre el pueblo judío, debido a su esterilidad espiritual al rechazar a Su Hijo.
Al día siguiente, Jesús les recordó a Sus discípulos la higuera. Dijo que estuviesen atentos a que volviera a florecer. En otras palabras, dijo que estuvieran atentos al renacimiento de Israel. Indicó que, cuando la higuera vuelva a florecer, Él estaría a las puertas del cielo, listo para regresar (Mateo 24:33).
Igualmente significativo, añadió una observación interesante: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:34). ¿Qué generación? La generación que vea florecer la higuera.
Somos esa generación. La higuera ha florecido. Jesús está a las puertas.
La Ciudad de Jerusalén
El segundo evento clave fue profetizado por Jesús en el mismo discurso, según lo registrado por Lucas: “Y caerán [los judíos] a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21:24).
La primera mitad de esta profecía se cumplió en el año 70 d.C., cuarenta años después de que Jesús pronunció las palabras. En ese año, los romanos bajo Tito conquistaron Jerusalén y dispersaron a los judíos entre las naciones. Jerusalén permaneció bajo ocupación gentil durante 1,897 años — hasta el 7 de junio de 1967, cuando Israel recuperó la ciudad durante la Guerra de los Seis Días.
La reocupación judía de la ciudad de Jerusalén es una prueba positiva de que vivimos en la época del regreso del Señor.
Un Desafío Provocativo
Siempre que presento un panorama de las señales de los tiempos que apuntan al pronto regreso de Jesús, a menudo me enfrento a alguien — a menudo un cristiano profesante — que dice: “Vamos, David, estas señales de las que estás hablando siempre han existido en un grado u otro, entonces, ¿qué más hay de nuevo?”. Luego procederán a señalar que siempre ha habido guerras y rumores de guerra, siempre ha habido calamidades naturales y, a lo largo de la historia, los cristianos siempre han sido perseguidos. Luego viene el desafío inevitable: “Muéstrame algo realmente nuevo y único que claramente señale nuestro tiempo como la época del regreso del Señor”.
El desafío es comprensible, pero no del todo legítimo. Eso es porque Jesús dijo que las señales de los tiempos del fin serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8). En otras palabras, las señales aumentarían en frecuencia e intensidad a medida que se acerca el momento del regreso de Jesús. Habría más terremotos, y más intensos. Las guerras serían más frecuentes, y más horribles en su grado de devastación. Eso, por supuesto, es exactamente lo que ha sucedido en este siglo. Todas las señales han ido aumentando exponencialmente, tanto en frecuencia como en intensidad.
Pero, aun así, es legítimo preguntarse si hay señales que sean verdaderamente únicos para nuestro tiempo— señales que nunca antes existieron. ¿Hay nuevas señales que apuntan claramente a este período de la historia como el tiempo del regreso del Señor? La respuesta es sí.
Una Profecía Clave
Un versículo que viene inmediatamente a la mente a este respecto se encuentra en Daniel 12. El Señor le dio a Daniel muchas profecías. Las relacionadas con su tiempo las entendió claramente. Incluso pareció entender las profecías que el Señor le dio en relación con tiempos lejanos, como la sucesión de imperios gentiles que finalmente conduciría al establecimiento del Imperio Romano. Pero, en lo que respecta a las profecías sobre los tiempos del fin, Daniel no entendió lo que le fue revelado.
Luchó poderosamente con las profecías y finalmente clamó al Señor con desesperación. “He oído”, dijo, “¡pero no comprendo! ¿Qué significan estos eventos?” (Daniel 12:8). El Señor, en efecto, respondió diciendo: “¡Tranquilízate, Daniel, porque no te corresponde a ti entender!”. Las palabras reales del Señor fueron: “Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin” (Daniel 12:9). Daniel tenía la responsabilidad de pronunciar las profecías, no de comprenderlas.
Note que a Daniel se le dijo que las profecías no se entenderían sino “hasta el tiempo del fin”. De hecho, en el versículo siguiente, el Señor le dijo a Daniel que, en el momento apropiado “los entendidos comprenderán” (Daniel 12:10).
En consecuencia, hay muchas profecías del tiempo del fin que nunca se han entendido hasta ahora, ya sea porque su comprensión dependía de eventos históricos o porque dependían de los desarrollos tecnológicos. El hecho de que estas profecías se hayan vuelto comprensibles en los últimos años por primera vez es una prueba positiva de que estamos viviendo en los tiempos del fin. Veamos algunos ejemplos del libro de Apocalipsis.
Ejemplos del Apocalipsis
La Matanza de la Tribulación — Apocalipsis 6 dice que la Tribulación comenzará con una serie de juicios que ocasionarán la muerte de una cuarta parte de la humanidad. La población mundial se acerca a los 7 mil millones. Si se eliminan mil millones en el Rapto, dejando 6 mil millones atrás, eso significa que mil quinientos millones de personas morirán en los juicios iniciales, reduciendo la población mundial a cuatro mil quinientos millones. La próxima serie de juicios, registrada en Apocalipsis 8 y 9, matará a otro tercio de la humanidad. Un tercio de 4,500 millones es otro 1,500 millones. Por lo tanto, en los primeros 3 años y medio de la Tribulación, un total de 3 mil millones de personas morirán. ¡Eso es la mitad de la población del mundo!
¿Es esto posible aparte del uso de armas nucleares? Sólo si es una intervención sobrenatural de Dios. Pero Dios normalmente obra a través de procesos naturales.
Me parece que la matanza sin precedentes de la Tribulación apunta a las armas nucleares. Apocalipsis 8 habla de un tercio de la tierra quemado y un tercio de los mares contaminados (Apocalipsis 8:7–8). Más adelante en la Tribulación, cerca del final, se nos dice que la gente sufrirá de “úlceras malignas y pestilentes” (Ap. 16:2). Eso suena como uno de los efectos del envenenamiento por radiación.
El advenimiento de las armas nucleares hace posible por primera vez la abrumadora carnicería de la Tribulación descrita en Apocalipsis. Creo que la energía nuclear fue a lo que Jesús se refirió en Su Discurso del Monte de los Olivos, cuando dijo que los tiempos del fin se caracterizarán por “hombres desfalleciendo por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” (Lucas 21:26, énfasis agregado).9
Las profecías sobre la carnicería de la Tribulación han dependido claramente de un gran avance tecnológico para su comprensión. Ese avance se produjo el 16 de julio de 1945, cuando explotó la primera bomba atómica en Nuevo México. Cuando explotó la primera bomba de hidrógeno en 1952, entramos en la era en la que, por primera vez en la historia de la humanidad, podíamos infligirnos el tipo de carnicería que se describe en el libro de Apocalipsis.
El Ejército de 200 millones — Los capítulos 9 y 16 de Apocalipsis establecen que un ejército de 200 millones de soldados marchará “desde el Oriente” hacia Israel. Daniel 11 indica que éste será un ejército que representará a las naciones en rebelión contra el Anticristo.
Los demógrafos estiman que la población total del mundo en el momento en que el apóstol Juan escribió Apocalipsis (95 d.C.) era sólo de 200 millones.10 ¿Cómo podría un ejército de ese tamaño marchar desde el este? No tiene sentido. De hecho, ¡se necesitaron 1,650 años para que la población mundial se duplicara a 400 millones! A principios de este siglo, la población mundial total era de sólo 1,600 millones, todavía demasiado pequeña para que un ejército de 200 millones marchara desde el este.
Pero el siglo XX fue testigo de un aumento exponencial de la población. El recuento de población es ahora de 7 mil millones, y sólo una nación al este de Israel — a saber, China — podría desplegar un ejército de 200 millones.
Aquí tenemos un ejemplo claro de una profecía sobre los tiempos del fin que nunca podría entenderse aparte de los desarrollos históricos.
Los Dos Testigos — Apocalipsis 11 revela que dos grandes testigos de Dios predicarán en la ciudad de Jerusalén durante los primeros tres años y medio de la Tribulación. Luego, en medio de ese terrible período, el Anticristo los matará.
Se nos dice, además, que sus cadáveres estarán en las calles de Jerusalén durante tres días y medio y que toda la gente del mundo los contemplará. ¿Cómo es posible? Antes de 1957, esa profecía no era comprensible en términos naturales. No había forma de que toda la gente del mundo pudiera ver dos cadáveres en las calles de Jerusalén.
Todo eso cambió el 4 de octubre de 1957, cuando los rusos enviaron el primer satélite Sputnik. Hoy en día, nuestro planeta tiene muchos satélites artificiales que lo rodean, lo que hace posible todo tipo de comunicación instantánea.
Cuando esos dos profetas yazcan muertos en las calles de Jerusalén, todo lo que alguien tendrá que hacer es apuntar con una cámara de televisión hacia ellos, enviar la señal a un satélite y todo el mundo podrá mirarlos. Una vez más, la tecnología moderna ha hecho comprensible por primera vez una antigua profecía.
La Imagen de la Bestia — Apocalipsis 13 dice que el líder religioso del Anticristo, el Falso Profeta, hará una imagen del Anticristo que parecerá cobrar vida y hablar. Este engaño sorprenderá a la mayoría de la población mundial, y hará que muchos de ellos le den su lealtad al Anticristo.
¿Cuál es la explicación de este evento? Muchos han llegado a la conclusión de que Satanás facultará al Falso Profeta para dar vida a la imagen. Pero Satanás no tiene el poder de crear vida. Satanás es un mentiroso y un engañador.
Entonces, nuevamente, ¿cómo puede el Falso Profeta dar vida a una imagen? No veo ninguna forma de que él lo haga aparte de la tecnología moderna. La ilusión se puede crear mediante el uso de la robótica moderna.
En 1967 llevé a mi familia a Disneyland. Entramos en un teatro y cuando se abrió el telón, vimos a un hombre que se parecía exactamente a Abraham Lincoln sentado en una silla en el centro del escenario. Se puso de pie, caminó hasta el borde del escenario, agarró las solapas de su chaqueta y procedió a citar el Discurso de Gettysburg. Cuando terminó, una señora detrás de mí exclamó: “¿No era un buen actor?”. No era un actor. El “actor” era un robot.
Eso fue hace muchos años. Piense en lo que se podría hacer hoy con los avances que se han hecho en robótica y tecnología informática.
La Marca de la Bestia — Otra profecía en Apocalipsis 13 que depende de la tecnología moderna es la famosa que establece que el Anticristo controlará la economía mundial al exigir que las personas lleven su marca o nombre en la mano o en la frente para comprar o vender cualquier cosa.
Una vez más, ¿cómo podía ser esto posible antes de la invención del láser y la tecnología informática, combinada con el posicionamiento de los satélites orbitales?
Esta tecnología ya está muy avanzada. Hace poco estuve en Londres y descubrí que los taxis en esa ciudad están siendo rastreados por satélite. Los semirremolques aquí en Estados Unidos están siendo rastreados de la misma manera. Los veterinarios anuncian que pueden implantar microchips debajo de la piel de su mascota. Estos chips pueden leerse con un escáner en caso de que su perro o gato se pierda. Incluso pueden permitir que su mascota sea rastreada por satélite.
Casi nos hemos convertido en una sociedad sin efectivo, y la mayoría de las compras se realizan con tarjeta de crédito. El problema con las tarjetas es que se pueden perder o robar. Una buena solución sería usar un láser para poner el número de su tarjeta de crédito en su mano de tal manera que pueda ser leído por un escáner. El punto es que, por primera vez en la historia, las herramientas tecnológicas están en su lugar para que el Anticristo ejerza control sobre la población mundial.
El Río Éufrates — Como mencioné anteriormente, en Apocalipsis 9 y 16 se nos dice que un ejército de 200 millones, liderado por “los reyes del oriente”, marchará a través de Asia hacia Israel durante la Tribulación, muy probablemente en rebelión contra el Anticristo. Apocalipsis 16:12 indica que este ejército será retenido en el río Éufrates hasta que su agua se seque repentinamente, lo que les permitirá cruzar y proceder al Valle de Armagedón.
Ahora, el Señor podría secar milagrosamente el agua del río Éufrates sin ningún problema, así como dividió el mar Rojo para Moisés y secó el río Jordán para Josué. Pero creo que es muy interesante que esto ahora se pueda lograr de la noche a la mañana a través de medios naturales. En 1990, Turquía completó la construcción de la enorme presa de Ataturk en el Éufrates y, de hecho, cortaron el flujo del río para llenar el lago detrás de la presa. Esta acción casi resultó en una guerra con Irak.
Otras Señales Contemporáneas
La lista de señales de la época moderna dada anteriormente no es exhaustiva. Son simplemente algunas que he extraído del libro de Apocalipsis. Hay otras que son exclusivas de nuestro tiempo que se pueden encontrar en escrituras proféticas fuera del libro de Apocalipsis. Permítanme mencionar algunos.11
Lo primero que me viene a la mente es la aceleración de la vida. En Daniel 12:4 se nos dice que la velocidad del transporte y el volumen de conocimiento aumentarán enormemente en los tiempos del fin. Hemos sido testigos del cumplimiento de esta profecía en nuestra vida. Cuando comenzó el siglo XX, la gran mayoría de las personas seguían viajando de la misma manera que lo habían hecho desde los albores de la historia de la humanidad — es decir, caminando y montando a caballo. Hoy tenemos automóviles, trenes bala, aviones supersónicos y naves espaciales. Y todo esto se desarrolló en sólo 100 años.
Del mismo modo, el crecimiento del conocimiento ha sido abrumador. Se duplica cada diez años. ¡Una edición de la edición dominical del New York Times contiene más información de la que estuvo expuesta una persona promedio en el siglo XIX en su vida! A través de la World Wide Web, puedo acceder casi instantáneamente a recursos de investigación en todo el mundo. Con el clic de la tecla de una computadora, puedo ir a la Biblioteca del Vaticano, y de allí a la Biblioteca del Congreso, y de allí al Museo de Jerusalén.
El principio del acelerador también se ha evidenciado en la evangelización mundial, a través del poder del Espíritu Santo. El setenta por ciento de toda la obra misionera realizada por la Iglesia en sus dos mil años de historia se ha realizado desde 1900. El setenta por ciento de eso se ha hecho desde 1948, ¡y el 70% de eso se ha logrado en los últimos diez años! En otras palabras, la proclamación del Evangelio está en una curva exponencial.12
Gran parte del aumento moderno en el alcance de las misiones se debe a la tecnología, mediante el uso de radio, televisión, películas, satélites e Internet. En abril de 1996, Billy Graham predicó un sermón que se transmitió a 200 países en 40 idiomas diferentes. Se estima que 2,500 millones de personas escucharon o vieron el mensaje. A la presentación le siguió la distribución de 445 millones de piezas de literatura en más de cien idiomas.13
Lo que estamos presenciando en el alcance misionero es el cumplimiento de la profecía de Jesús cuando dijo: “Este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
La Singularidad de Nuestra Era
Después de revisar las profecías enumeradas anteriormente, no creo que necesitemos ninguna escritura en la pared para indicarnos que estamos viviendo en una época única. Los desarrollos históricos y los inventos tecnológicos nos están haciendo posible comprender muchas profecías del tiempo del fin por primera vez.
Incluso el fenomenal éxito del libro de Hal Lindsay, La Agonía del Gran Planeta Tierra, es una señal única de los tiempos. ¿Qué fue lo que el Señor le dijo a Daniel? — “Séllala hasta el tiempo del fin, cuando los entendidos comprenderán” (Daniel 12:9–10).
No hay forma de escapar a la conclusión de que vivimos en un tiempo prestado. Las señales de los tiempos están sobre nosotros y están clamando nuestra atención.
Lea la parte 1 aquí
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)