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miércoles, 29 de octubre de 2025

El Dr. David Reagan Reseña el Libro “El Reino Milenial Venidero”

 Por Dr. David R. Reagan


Uno de mis antiguos colegas en el Ministerio Cordero y León, el Dr. Nathan E. Jones, ha publicado un nuevo libro sobre el Milenio, ¡y es excelente!

No me sorprendió lo completo, informativo y fiel a las Escrituras que es el libro de principio a fin. Lo digo porque éstas han sido las características de los dos libros anteriores de Nathan. El primer libro de Nathan fue 12 Viajes de Fe de los Profetas Menores (2016). Fue el mejor libro sobre los Profetas Menores que he leído—y los he leído todos.

Su segundo libro, titulado Los Poderosos Ángeles del Apocalipsis, ofreció una perspectiva muy única sobre los tipos y roles de los ángeles que son tan prevalentes a lo largo del último libro de la Biblia. Además, estaba ilustrado con fascinantes dibujos a página completa de cada uno de los ángeles principales.

Personalmente creo que Nathan se ha destacado como uno de los mejores intérpretes de la profecía bíblica en la actualidad. Evita las exageraciones sin sentido, especulaciones y sensacionalismos que caracterizan gran parte de la escritura profética hoy en día. Se apega a las Escrituras como justificación de todas sus interpretaciones, las cuales se basan en el sentido literal de cada texto.

El libro de Nathan sobre el Milenio es desesperadamente necesario en la cristiandad hoy en día porque la mayoría de las iglesias ignoran completamente la enseñanza y predicación de la profecía bíblica. Y la mayoría de las que sí prestan alguna atención al tema son amilenialistas, lo que significa que creen que estamos viviendo en el Milenio ahora y que nunca habrá un reinado literal de mil años de Jesús en esta tierra en el futuro, a pesar de que tal reinado se enseña claramente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Las iglesias amilenialistas simplemente desestiman el significado de todas las escrituras acerca del Milenio alegando que deben interpretarse de manera espiritual, para que se refieran al reinado de Jesús sobre Su Iglesia en este momento.

Nathan utiliza las Escrituras para demoler el punto de vista amilenial. Espero que muchos amilenialistas reflexionen sobre el mensaje de Nathan, porque la creencia en un Milenio futuro proporciona gran esperanza y consuelo a los creyentes en los tiempos cada vez más oscuros en los que actualmente vivimos.

Recurso

Para aprender más sobre cómo será la vida en el Reino Milenial, ¡ordene el libro más reciente del Dr. Nathan Jones, El Reino Milenial Venidero, publicado por Harvest House Publishers! (Disponible en inglés).


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

The Coming Millennial Kingdom (Book)

lunes, 27 de octubre de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 8 (Parte 1 de 2)

 Preparándose para la muerte 

Por Dr. David R. Reagan

Haga clic en la imagen para ir al Índice


Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. — Hebreos 9:27

Basándome en los versículos que he presentado en este libro, creo que podemos sacar dos conclusiones sobre la muerte:

  • Para los creyentes, la muerte es una puerta hacia la dicha eterna, viviendo en cuerpos inmortales y perfeccionados dentro de una ciudad gloriosa en una nueva tierra restaurada en la presencia de nuestro Creador.
  • Para los no creyentes, la muerte es una puerta al infierno, donde serán castigados proporcionalmente a sus pecados y luego experimentarán la “muerte segunda” del cuerpo y el alma.

Entonces, el destino después de la muerte para cada persona es ya sea una nueva vida o una segunda muerte. ¿Cuál enfrentas tú? La elección es tuya, pero debe hacerse ahora, mientras aún estás vivo. No hay una segunda oportunidad después de la muerte. 

Si murieras hoy, ¿sería con una sonrisa en tu rostro o con terror en tu corazón?

Si Jesús apareciera hoy en el Arrebatamiento por Su Iglesia, ¿volverías con Él al Cielo o serías dejado atrás para enfrentar los horrores de la Tribulación?

EL MENSAJE PARA LOS CREYENTES

¿Vives aguardando a Jesús? ¿Anhelas Su regreso? ¿Oras todos los días, “¡Maranata!”? (1 Co. 16:22).

Pablo nos dijo en Tito 2:13, que debemos vivir “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. En 2 Timoteo 4:8, dijo que hay una recompensa especial — “una corona de justicia” — que Dios le dará a cualquier creyente que viva su vida con el amor de la manifestación del Señor en su corazón.

¿Alguna vez te has detenido a preguntarte por qué esta recompensa especial es llamada “corona de justicia”? ¿Por qué Pablo asocia la justicia con la devoción al regreso del Señor?

Es porque las dos van de la mano. Éste es un punto que recalco constantemente a los pastores que no comprenden la importancia de predicar y enseñar la profecía bíblica.

La Relevancia Práctica de la Profecía

Cuando me encuentro con un pastor así y le pregunto por qué ha ignorado la profecía, su respuesta suele ser algo así como esto: “Bueno, David, no lo entiendes porque eres un evangelista itinerante. Si fueras pastor, lo entenderías. Verás, tengo que lidiar a diario con todos los problemas conocidos por el hombre. Tengo homosexuales y adúlteros en mi congregación, así como chismosos y calumniadores. Tengo matrimonios a punto de desmoronarse. Tengo padres que exasperan a sus adolescentes. Tengo drogadictos y personas adictas a las tarjetas de crédito. Lo que se te ocurra, y yo estoy lidiando con eso. El resultado es que simplemente no tengo tiempo para lidiar con temas esotéricos y de castillos en el aire como la profecía bíblica. Después de todo, cuando se llega al grano, ¿qué importa lo que una persona sepa acerca de la profecía bíblica?”.

Entiendo la postura de pastores como éste. Simpatizo con ellos y oro por ellos. No hay llamado más alto que el de un pastor, y no hay trabajo más difícil sobre la faz de la tierra.

Pero cualquier pastor que se sienta así simplemente no comprende la profecía bíblica. Como ya he mostrado, el conocimiento de la profecía bíblica es esencial para el desarrollo de una esperanza vibrante — y la esperanza es desesperadamente necesaria en estos tiempos oscuros.

Es su esperanza la que permite a los cristianos morir con una sonrisa en el rostro. Comprenden que la muerte es sólo una puerta a la vida eterna en un cuerpo glorificado e inmortal que jamás volverá a sufrirá enfermedades ni dolor.

Permíteme darte un ejemplo de lo que estoy hablando. Tengo una querida amiga en Cristo llamada Laura. En 2006, su esposo, Brian, casi murió de insuficiencia renal. Diecisiete años después, en 2023, le dieron sólo un corto tiempo de vida. Fue ingresado en cuidados paliativos, y su esposa envió el siguiente mensaje por correo electrónico a amigos y familiares:1

La semana pasada, Dios dejó absolutamente claro a Brian y a mí, y luego a nuestra familia, que Él sanará y restaurará completamente a Brian. Aunque no es de la manera que esperábamos, sanándolo en esta tierra, tenemos la paz interminable del Señor que sobrepasa todo entendimiento.

Brian volvió a casa el viernes por la noche [del hospital] bajo el cuidado del hospicio. ¡Está absolutamente encantado de estar en casa con nosotros y con sus cachorros! Dios está sanando cada fibra de su ser. Su sanación es inminente y, en el tiempo de Dios, Brian pronto será completamente restaurado en el nombre de Jesús y entrará en Su gloria eterna. Siempre hemos orado para que se haga Su voluntad, no la nuestra, y sabemos más allá de toda duda que ésta es la voluntad de Dios para la vida de Brian y para nuestra familia.

Por supuesto estamos tristes, pero estamos llenos de Su paz. Estamos agradecidos por los 17 años adicionales que Dios nos ha dado, porque podría haberse llevado a Brian en ese entonces, cuando estaba a punto de morir. ¡Pero Dios realizó un milagro en 2006 y nos permitió criar a nuestros hijos juntos, tener tiempos maravillosos, crear más recuerdos y seguir sirviéndole! Estamos eternamente agradecidos por eso.

Estamos increíblemente agradecidos de que nuestro Señor nos haya bendecido con este tiempo juntos en casa, tiempo para que Brian vea y llame a nuestros seres queridos, y tiempo para que pasemos juntos como familia. Realmente ha disfrutado hablar con nuestros seres queridos y visitarlos. Esto ha traído alegría a él y a todos nosotros.

Agradecemos sus oraciones, amor y preocupación. Por favor, continúen orando por nuestra familia. Los queremos a todos.

¿Notaste la falta de remordimiento? ¿Observaste la ausencia de ira hacia Dios? ¿Percibiste la alegría de que el sufrimiento de su esposo pronto terminaría con sanación eterna? ¿Sentiste su actitud de paz más allá de la comprensión humana?

Ciertamente, le entristece perder la compañía diaria, el apoyo y el amor de su esposo. Pero, debido a su conocimiento de lo que sucede cuando un creyente muere, está llena de esperanza.

Como puedes ver, la profecía bíblica está directamente relacionada con todos los problemas que los pastores enfrentan en sus congregaciones. El punto que trato de enfatizar una y otra vez es que la profecía bíblica puede tener un impacto abrumador en la forma en que las personas viven aquí y ahora y en la manera en que enfrentan el futuro, incluida la muerte.

Si se enseña correctamente, no es sólo información utópica relevante para un mundo que aún está por venir. ¡Puede transformar la manera en que una persona vive hoy, en este mundo, aquí y ahora!

La Cualidad Transformadora de la Profecía

Permítanme expresarlo de manera concisa. Si una persona alguna vez puede convencerse de dos cosas relacionadas con la profecía bíblica, su vida se transformará. Esas dos cosas son: 1) Jesús va a regresar; y 2) Su regreso es inminente — puede ocurrir en cualquier momento.

La mayoría de los cristianos responderán a la pregunta: “¿Cree que Jesús regresará?”, respondiendo “Sí”. Pero sus acciones hablan más que sus palabras. No viven como si esperaran que el Señor va a regresar. La mayoría son esquizofrénicos espirituales que caminan con un pie en la iglesia y el otro en el mundo. Creen en el regreso del Señor en sus mentes, pero no en sus corazones. Sólo cuando una creencia pasa de la mente al corazón es que comienza a afectar el comportamiento.

La mayoría de los cristianos tampoco parecen tener idea de que Jesús podría regresar en cualquier momento. Muchos están convencidos de que aún deben cumplirse muchas profecías antes de que el Señor pueda regresar.

Bueno, hay muchas profecías que deben cumplirse antes de que Jesús regrese a esta tierra para reinar — un templo debe ser reconstruido en Jerusalén, el Anticristo debe ser revelado y debe haber siete años de tribulación. Pero no hay una sola profecía que deba cumplirse para que el Señor regrese por Su Iglesia en el Rapto. El Rapto es un evento que puede ocurrir en cualquier momento.

Dos Regresos del Señor

Asistí fielmente a una iglesia durante 30 años y ni una sola vez escuché la palabra rapto. Desde entonces, descubrí que la mayoría de los cristianos han tenido la misma experiencia. La consecuencia es que la mayoría no es consciente del hecho de que habrá dos venidas futuras del Señor.

Una será una aparición por Su Iglesia, para sacar a la Iglesia del mundo. La otra será un regreso a la tierra con Su Iglesia, para reinar por mil años.

La evidencia de estas dos futuras venidas de Jesús es muy evidente cuando estudia las dos únicas descripciones detalladas del regreso del Señor que se encuentran en el Nuevo Testamento. Una se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:13–18; la otra está en Apocalipsis 19:11–16.

Los Dos Futuros Regresos del Señor

Comparación y Contraste

1 Tesalonicenses 4

Apocalipsis 19

Jesús aparece en los cielos

Jesús aparece por Su Iglesia

Jesús aparece como un Libertador

Jesús aparece en Gracia

 

Jesús aparece como un Novio

Jesús regresa a la tierra

Jesús regresa con Su Iglesia

Jesús regresa como un Guerrero

Jesús regresa en Ira

 

Jesús regresa como Rey de reyes

Como puede verse en el gráfico de arriba, en 1 Tesalonicenses 4, el Señor aparece en los cielos. No regresa a la tierra. Aparece por Su Iglesia. Es un Novio que viene por Su Novia. Aparece en amor como Libertador, para rescatar a Su Iglesia de la venidera ira de Dios, que se derramará durante la Tribulación.

En marcado contraste, en Apocalipsis 19 se le describe regresando a la tierra con Su Iglesia, y regresa con gran ira como un Guerrero cuyo propósito es juzgar y hacer la guerra contra los enemigos de Dios. También regresa como Rey, para ejercer Su dominio sobre toda la tierra.

Cómo las Señales se Relacionan con el Rapto

No hay señales del Rapto, ya que es un evento que puede ocurrir en cualquier momento. Las señales se relacionan sólo con la Tribulación y la Segunda Venida. Pero, a medida que vemos que las señales se acumulan, podemos estar seguros de que el Rapto está cerca.

Tim LaHaye ha explicado la relación entre el Rapto y las señales de los tiempos con una maravillosa ilustración. Cuenta acerca de un amigo suyo que caminaba por un centro comercial con su esposa. Le señaló a ella el hecho de que los comerciantes estaban colocando sus adornos navideños. Ella respondió con lo que él pensó que era una pregunta curiosa: “¿Sabes qué significan esas decoraciones?”.

“Por supuesto”, dijo, “apuntan a la pronta llegada de la Navidad”.

“Sí”, respondió ella, “¡pero también significan que el Día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina!”.

Y lo mismo ocurre con las Señales de los Tiempos. Señalan la Tribulación y la Segunda Venida. Pero, cuando los vemos acumulándose, podemos estar seguros de que el Rapto está muy cerca.

Una Motivación para la Santidad

Ahora, volvamos a mi punto. La vida de una persona puede transformarse si alguna vez llega a creer dos cosas: 1) Jesús regresará; y 2) Su regreso puede ocurrir en cualquier momento. ¿Cómo pueden esas creencias cambiar radicalmente a una persona? Porque motivarán a esa persona a la santidad.

Sé que esto es cierto por experiencia personal. Yo era un cristiano carnal típico, hasta que comencé a estudiar y a creer en la profecía bíblica. En el momento en que realmente creí con todo mi corazón que Jesús volvería, y que podría hacerlo en cualquier momento, la profecía comenzó a tener un efecto purificador en mi vida. 

No cambié de la noche a la mañana, pero el cambio fue inevitable a partir de ese momento, cuando el Espíritu Santo comenzó a convencerme de áreas de mi vida que no estaban listas para el regreso del Señor.

Cuando un pastor comienza a predicar la profecía bíblica, enfatizando el inminente regreso del Señor, descubrirá que los miembros de su congregación comenzarán a limpiar sus vidas. Dejarán a un lado el alcohol y las drogas. Los matrimonios comenzarán a sanar. Los adolescentes serán liberados de la rebelión. 

En general, aquellos que comienzan a creer verdaderamente en el pronto regreso del Señor se comprometerán a una vida santa y a la evangelización. ¿Qué más podría pedir un pastor?

La Profecía como Purificadora

El efecto purificador de la profecía se menciona en todo el Nuevo Testamento. Observe en las siguientes citas de las Escrituras cómo el escritor siempre relaciona el regreso del Señor con la justicia y la santidad:

Romanos 13

12) La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 

13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 

14) sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Tito 2

11) Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 

12) enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,

13) aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…

1 Pedro 1

13) Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 

14) como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 

15) sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 

16) porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 

2 Pedro 3

10) Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

11) Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir. . .

1 Juan 3

2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

3) Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

El Significado de la Santidad

¿Qué es la santidad? Esto suena muy teológico. Intentemos simplificarlo. Mi definición práctica es: “someterse al señorío de Jesús”. Un compromiso con la santidad significa permitir que Jesús controle todos los aspectos de tu vida a través de la presencia de Su Espíritu Santo.

De vez en cuando, debes hacer un inventario de tu vida, pidiéndole al Espíritu Santo que te ayude a identificar aquellas áreas que no están totalmente sometidas al señorío de Jesús. Pregúntate: “¿Es Jesús el señor de mi música y mi material de lectura? ¿Es el Señor de lo que como y bebo? ¿Es Señor de mis películas y programas de televisión? ¿Es el Señor de mi trabajo y de mi recreación? ¿Es realmente el Señor de algo en mi vida? Pídele al Espíritu Santo que ilumine tu corazón con un foco para revelar las áreas que necesitan ser sometidas. Él lo hará.

El cristiano promedio ha hecho tantos compromisos con el mundo que, a menudo, ni siquiera se da cuenta de muchos de ellos. Esto se debe en parte a que el paganismo que nos rodea nos insensibiliza al pecado. También se debe a una escasez de la Palabra en nuestras vidas. Pero, incluso cuando hemos sido insensibilizados, la Palabra puede convencernos a través de su poder sobrenatural.

El Poder de Convicción de la Palabra

Eso es lo que le sucedió al rey Josías de Judá, cuando lanzó el avivamiento más grande en la historia de su nación. A pesar de que era una persona justa que buscaba al Señor con fervor, su pecaminosidad se apoderó de él cuando se le leyó la Palabra de Dios.

La historia es fascinante y muestra claramente el poder de la Palabra de Dios. Josías se sintió guiado a purgar la tierra de ídolos. En el proceso, ordenó que se limpiara y reparara el templo. Mientras los sacerdotes hacían esto, descubrieron “el libro de la ley de Jehova dada por medio de Moisés” (2 Crónicas 34:14). No es de extrañar que la nación estuviera en una situación tan triste. ¡La Palabra de Dios se había perdido!

El libro fue llevado al rey y se le leyó. Mientras era leído, Josías tuvo tanta convicción de sus pecados que “rasgó sus vestidos” en arrepentimiento (2 Crónicas 34:19). Luego ordenó que se leyera la Palabra de Dios a todos los ancianos de Judá y Jerusalén (2 Crónicas 34:29–30). Esta lectura encendió un avivamiento a nivel nacional.

Tomándose en Serio la Santidad

Hay poder en la Palabra, y debemos alimentarnos de ella a diario, si queremos tomar en serio la santidad. Necesitamos ponernos serios acerca de la santidad porque creo que el mensaje del Espíritu Santo para la Iglesia de los últimos tiempos es: “Comprometan sus vidas a la santidad”.

Jesús vendrá pronto por Su Novia, la Iglesia, y quiere una Novia que no esté manchada por el mundo. Nos está llamando a salir del mundo. Como dijo en su oración final con sus discípulos, debemos estar “en el mundo”, pero no ser “del mundo” (Juan 17:11, 16).


Lea la parte 2 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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martes, 21 de octubre de 2025

Revista Llamada de Medianoche – Octubre 2025

 Cuando avanza el reloj de Dios

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Temas incluidos en esta edición:

»» Cuando avanza el reloj de Dios – Parte 2
»» Los hombres del mundo en el seno de la Trinidad
»» China penaliza la labor misionera cristiana
»» ¿Son los judíos de hoy descendientes de Abraham, Isaac y Jacob?
»» Entendiendo las convicciones religiosas del islam

Entre otros.

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jueves, 25 de septiembre de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 6 (Parte 2 de 3)

 El Destino Final del Creyente 

Por Dr. David R. Reagan

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La Tierra Nueva 

Para comprender mejor la Tierra Nueva que será la morada eterna de los redimidos, es necesario echar un vistazo a las cinco tierras que se revelan en las Escrituras. La mayoría de las personas se sorprenden al saber que la Biblia revela que actualmente estamos viviendo en la tierra número tres y que aún hay dos tierras por venir. 

Tierra 1 

La primera tierra fue la que fue creada en el principio (Génesis 1:1). Era perfecta en todos los aspectos (Génesis 1:31). Pero, debido al pecado del hombre, Dios impuso una maldición sobre la tierra (Génesis 3:17-19).

¿Alguna vez te has detenido a pensar cómo debió ser una tierra “perfecta”? Ciertamente no había animales carnívoros, ni animales venenosos ni plantas venenosas. Toda la naturaleza estaba en paz consigo misma y con el hombre. Adán y Eva no tenían que luchar contra la naturaleza para producir su comida. Y no había cataclismos naturales como tornados, huracanes, tsunamis y terremotos. 

La Biblia indica que la maldición alteró radicalmente la naturaleza de la creación original de Dios. En lugar de que el hombre ejerza dominio sobre la naturaleza, como estaba planeado originalmente (Génesis 1:26, 28), la naturaleza se alzó en conflicto con el hombre, ya que plantas venenosas, animales carnívoros y cataclismos climáticos aparecieron de repente.

Tierra 2 

La maldición alteró radicalmente la tierra original, pero la segunda tierra seguía siendo bastante diferente de la que habitamos hoy. Hay muchas evidencias bíblicas, tanto en Génesis como en Job, que sugieren que la segunda tierra tenía un espeso dosel de vapor que protegía la vida de la radiación ultravioleta del sol, contribuyendo así a las largas expectativas de vida registradas en Génesis (ver Génesis 2:5-6 y Job 38:8-11). 

Toda la tierra era como un invernadero, con una vegetación densa creciendo por todas partes, incluso en los polos. También, probablemente sólo había una gran masa continental. 

Una vez más, la rebelión pecaminosa de la humanidad motivó a Dios a cambiar la naturaleza de la tierra (Génesis 6:11-13). El agente de cambio esta vez fue el agua. Parece que Dios hizo que el dosel de vapor colapsara (Génesis 7:11). También hizo que “fuentes del gran abismo” brotaran sobre la superficie de la tierra (Génesis 7:11). El resultado fue el Diluvio Noénico a nivel mundial. 

Tierra 3 

Como la maldición, la inundación alteró radicalmente la naturaleza de la tierra. Produjo la tercera tierra, la tierra en la que vivimos ahora. 

La tierra se inclinó sobre su eje, formando las capas polares. La masa de tierra unificada se partió, formando los continentes tal como los conocemos hoy (por eso encajan como un rompecabezas — véase Génesis 10:25). Y el dosel de vapor se agotó por completo, de modo que la radiación ultravioleta comenzó a alcanzar la tierra en niveles sin precedentes, lo que dio como resultado una gran reducción de la esperanza de vida, primero a 120 años y luego a 70 años. 

La Biblia revela que la tierra actual será radicalmente cambiada nuevamente en la Segunda Venida de Jesús. Los agentes de cambio serán terremotos en la tierra y fenómenos sobrenaturales en los cielos. 

Los cambios producidos alterarán tan completamente la tierra y su atmósfera que Isaías se refiere a los “cielos nuevos y la tierra nueva” que existirán durante el reinado del Señor (Isaías 65:17). 

Tierra 4 

La cuarta tierra — la tierra milenaria — será muy diferente de la tierra actual. Los terremotos que la producirán serán los más severos en la historia. 

En la Segunda Venida de Jesús, todo valle será elevado, toda montaña será rebajada y toda isla será movida (Ap. 6:12-14 y 16:17-21). Jerusalén será elevada, y el Monte Sion se convertirá en el más alto de todas los montes (Zacarías 14:10 y Miqueas 4:1). 

Es probable que el dosel de vapor se restaure porque las esperanzas de vida se expandirán a lo que eran al principio de los tiempos (Isaías 65:20,22). 

Evidencia adicional de que la cúpula de vapor será restaurada se encuentra en el hecho de que toda la tierra volverá estar llena de vegetación exuberante (Isaías 30:23-26 y Amós 9:13-14). El Mar Muerto también cobrará vida (Ezequiel 47:1-9). 

Lo más importante es que la maldición será levantada parcialmente, lo que hará posible que el hombre se reconcilie con la naturaleza y que la naturaleza se reconcilie consigo misma. El lobo habitará con el cordero porque el lobo ya no será carnívoro. El niño que mama jugará con la cobra porque la cobra ya no será venenosa (Isaías 11:8). 

Tierra 5 

Pero la última rebelión de Satanás al final del Milenio dejará la tierra contaminada y devastada (Ap. 20:7-9). Así, al final del reinado del Señor, Dios sacará a los redimidos de la tierra, los colocará en la Nueva Jerusalén y luego limpiará la tierra con fuego (2 Pedro 3:10-13). 

En otras palabras, Dios sobrecalentará esta tierra en un infierno ardiente y luego la remodelará como una bola caliente de cera. El resultado será los “nuevos cielos y nueva tierra” profetizados en Isaías 66 y Apocalipsis 21. 

Ésta será la quinta tierra: la tierra perfeccionada y eterna donde los redimidos pasarán la eternidad en la Nueva Jerusalén en la presencia de Dios (Ap. 21:1-4). La maldición será completamente levantada de esta tierra (Ap. 22:3). 

La Nueva Jerusalén 

La información más detallada que las Escrituras nos dan sobre el cielo se refiere a nuestra morada eterna — la Nueva Jerusalén. Veinte versículos en el capítulo 21 de Apocalipsis están dedicados a una descripción de ella. 

La información contenida en Apocalipsis 21 no es la primera referencia en la Biblia a la Nueva Jerusalén. Se menciona en Hebreos 11:10 como una ciudad “cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Jesús hizo una referencia a ella que se registra en Juan 14:1-4. Él la llamó la “casa de Su Padre”, y dijo que prepararía un lugar en ella para Su Iglesia. 

Jesús está actualmente expandiendo, embelleciendo y ornamentando esta casa que Dios el Padre diseñó y construyó. Jesús la está preparando para Su novia, al igual que en los tiempos del Antiguo Testamento cuando un novio añadía una habitación a la casa de su padre para acomodarse a sí mismo y a su novia. 

La ciudad se describe en el Apocalipsis como bellamente decorada, como “una novia adornada para su esposo” (Ap. 21:2). Más tarde, Juan se refiere a la ciudad como “la novia, la esposa del Cordero' (Ap. 21:9), porque la ciudad contiene a la Novia de Cristo, Su Iglesia. 

Como dije antes, creo que esto implica que al final del Milenio todos los redimidos serán sacados de la tierra y colocados en la Nueva Jerusalén, que probablemente estará suspendida en los cielos. Desde ese punto de vista, veremos el mayor espectáculo de fuegos artificiales de toda la historia mientras la tierra es purificada y redimida con fuego, lo que producirá la Tierra Nueva eterna. Luego, seremos bajados dentro de la Nueva Jerusalén a esa Tierra Nueva. 

La ciudad será espectacular tanto en tamaño como en apariencia. ¡Tendrá la forma de un cubo que mide 2,400 kilómetros en cada dirección! Y reflejará “la gloria de Dios” (Ap. 21:11, 16). 

El Tamaño de la Ciudad 

El tamaño increíble significa que la ciudad se extendería desde Canadá hasta el Golfo de México y desde la costa atlántica de Estados Unidos hasta Colorado. También se extendería 2,400 kilómetros hacia la atmósfera. 

Esta tremenda extensión de la ciudad verticalmente hacia el aire es una pista de que la Tierra Nueva puede ser considerablemente más grande que la Tierra actual. De lo contrario, la ciudad no sería proporcional a su entorno. 

¿Sería tal ciudad capaz de acomodar adecuadamente a todos los redimidos? Esa es una buena pregunta. La mejor respuesta que he encontrado es la proporcionada por el Dr. Henry Morris en su libro The Revelation Record. 

El Dr. Morris postula que el número total de redimidos podría ser de hasta 20 mil millones. Además, sugiere que aproximadamente el 50 por ciento de la Nueva Jerusalén podría estar dedicado a calles, parques y edificios públicos. ¿Pueden 20 mil millones de personas ser acomodadas en sólo la mitad del espacio de esta ciudad? 

¡La respuesta es sí! De hecho, se puede hacer fácilmente. Cada persona tendría un bloque cúbico con aproximadamente 75 acres de superficie en cada cara. ¡Estamos hablando de una ciudad inmensa! 

Esto asume, por supuesto, que nuestros nuevos cuerpos glorificados serán inmunes a la ley de gravedad actual, como lo son los cuerpos de los ángeles. Ésta es una suposición segura, pues Filipenses 3:21 dice que nuestros cuerpos glorificados serán como el cuerpo de Jesús después de Su resurrección, y Su cuerpo no estaba sujeto a la gravedad, como lo demuestra Su ascenso al Cielo. 

Ésta es la razón por la que la ciudad será tan alta. Podremos utilizar y disfrutar de todos sus niveles. Es muy probable que haya calles verticales además de horizontales. 

La Belleza de la Ciudad 

¡Y qué calles serán! La Biblia dice que serán “oro puro, como vidrio transparente” (Ap. 21:21). De hecho, toda la ciudad estará hecha de oro puro con la apariencia de vidrio limpio (Ap. 21:18). 

La ciudad estará asentada sobre una fundación hecha de 12 capas de piedras preciosas (Ap. 21:19-20). Cada capa presentará el nombre de uno de los 12 apóstoles (Ap. 21:14). La ciudad estará rodeada por un muro de jaspe de más de 200 pies de altura (Ap. 21:17). Habrá 12 puertas, tres en cada lado, y cada una llevará el nombre de una de las tribus de Israel (Ap. 21:12). 

Y sí, las puertas serán “puertas de perlas”, cada una compuesta de una enorme perla (Ap. 21:21). 

Lo mejor de todo es que Dios el Padre y Jesús habitarán en la ciudad con nosotros (Ap. 21:22). La gloria Shejiná de Dios iluminará la ciudad constantemente y, por lo tanto, no habrá noche ni habrá necesidad de ningún tipo de luz artificial o de la luz del sol (Ap. 22:5). 

El trono de Dios y Su Hijo estará en la ciudad, y “un río del agua de la vida, claro como el cristal” fluirá por el medio de la calle principal de la ciudad, con el Árbol de la Vida creciendo a ambos lados del río, produciendo 12 tipos de fruta, una fruta diferente cada mes (Ap. 22:1-2). 

Eso es todo. La Palabra de Dios sólo nos da un atisbo del cielo, ¡pero qué atisbo tan prometedor es! Es un atisbo de paz, alegría y belleza perfectas. 

Las Actividades del Cielo 

¿Qué haremos por la eternidad? Nuevamente, la Palabra guarda un extraño silencio. Todo lo que dice es que le “serviremos” (Ap. 22:3). 

He fantaseado mucho con nuestras actividades celestiales. Puedo imaginar que pasaremos gran parte de nuestro tiempo en adoración, cantando los salmos del rey David, bajo su dirección. Creo que es probable que nuestros talentos se magnifiquen y que podamos cantar, pintar o escribir con una majestuosidad y alcance que jamás imaginamos posibles — ¡y todo para la gloria de Dios! 

Sin duda, pasaremos un tiempo considerable en el estudio de la Palabra de Dios. ¡Piensa en estudiar el Evangelio de Juan con el apóstol Juan como profesor! Estoy emocionado con la idea de que Jesús enseñe el Antiguo Testamento, así como lo hizo a Sus discípulos después de Su resurrección (Lucas 24:44-45). La Palabra de Dios es infinita en su profundidad, y creo que seguiremos aprendiendo de ella para siempre. 

A medida que estudiamos la Palabra, creo que creceremos en madurez espiritual a la semejanza de Jesús. Y dado que Dios es infinito, no importa cuánto crezcamos a Su semejanza, siempre habrá mucho más crecimiento por delante de nosotros. En este sentido, sospecho que nuestro crecimiento espiritual continuará donde lo dejamos en esta vida. 

A veces, realmente me excedo mucho con mis ideas sobre el cielo. Por ejemplo, puedo imaginar al Señor dándonos la oportunidad de ver “repeticiones de video instantáneas” de grandes eventos en la historia de la Biblia. Espero que sí. Me gustaría ver la división del Mar Rojo, la destrucción de Jericó y la resurrección de Lázaro. 

¿Y qué hay de los viajes por el universo? Seguramente podremos viajar a través del espacio en nuestros cuerpos glorificados y ver de cerca los milagros de la creación de Dios. ¡Imagina visitar todos los planetas en nuestra galaxia, así como recorrer miles de otras galaxias! 

Reinar con Jesús 

¿Pero qué significa en Apocalipsis 22:3 donde dice que serviremos a Dios como Sus “siervos”? (NASB) No estoy seguro. Supongo que significa que se nos dará trabajo productivo que hacer. No puedo decir con certeza cuál será ese trabajo. Pero hay una pista en Apocalipsis 22:5 donde dice que reinaríamos con el Señor “por los siglos de los siglos”. 

Reinar implica, por necesidad, que debemos reinar sobre alguien. ¿Quién será ese alguien? Nuevamente, hay una pista intrigante. Apocalipsis 21:24-27 se refiere a “naciones” que vivirán en la Tierra Nueva fuera de la Nueva Jerusalén. Apocalipsis 22:2 indica que las personas que componen esas naciones estarán en cuerpos físicos, porque dice que las hojas del Árbol de la Vida se usarán para “la sanidad de las naciones”. 

Un Misterio Profético 

¿Quiénes son estas “naciones”? Este es uno de los mayores misterios de la profecía bíblica. Hay tantas conjeturas diferentes como comentarios sobre el libro de Apocalipsis. 

¿Podrían ser los redimidos que aceptan a Jesús durante el Milenio? No se dice nada sobre el destino final de aquellos que son salvados durante el Milenio. No se les hacen promesas de obtener cuerpos glorificados. 

No sé la respuesta. Es una de esas áreas donde miramos en un espejo tenuemente iluminado y no entenderemos completamente hasta que estemos “cara a cara” con el Señor (1 Co. 13:12). 

Comunión Celestial 

Esto me lleva a la mayor bendición del cielo. ¡Apocalipsis 22:4 dice que veremos la cara de Dios! 

La Palabra dice en Éxodo 33:20 que ningún hombre ha visto jamás la cara de Dios. Pero se nos dará ese privilegio cuando tengamos comunión con Él en el cielo. 

Y eso es realmente de lo que se trata el cielo. Experimentaremos una intimidad con el Señor que trasciende cualquier cosa posible en esta vida. Fuimos creados para la comunión con Dios (Juan 4:23), y ese propósito alcanzará su máximo esplendor en el Estado Eterno, mientras vivimos en la presencia de Dios.

Por eso Pablo escribió: “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21). Siguió explicando que continuar viviendo en la carne significaba la oportunidad de un trabajo fructífero en el reino del Señor. Pero todavía tenía el deseo de abandonar esta vida, ya que esa partida abriría la puerta a una comunión dulce, íntima y personal con el Señor (Filipenses 1:22-23). 

¿Y tú? ¿Te aferras a este mundo, o anhelas el Cielo? 

Cuanto más llegues a conocer al Señor, más lo amarás. Y cuanto más lo ames, más desearás estar con Él. 

Es natural. Siempre deseamos estar con aquellos a quienes amamos. 

Anhelando el Cielo 

Amé mucho a mi primera esposa. Estuvimos casados por 60 años cuando ella falleció. Tuve que viajar mucho durante nuestros años juntos. La llamaba cada noche que estaba de viaje para decirle que la amaba. Le enviaba tarjetas de amor empalagosas. Y cuando tenía que estar fuera por un período prolongado, le enviaba regalos como ramos de flores. 

Me encantaba hablar con mi esposa por teléfono. Me encantaba enviarle notas de amor. Me encantaba sorprenderla con regalos. ¡Pero ninguno de estos era un sustituto para estar con ella! Cuando amas a alguien, quieres estar con ellos. 

De la misma manera, me encanta tener comunión con el Señor en la adoración, en el estudio de la Biblia y en la oración. Pero estas actividades espirituales no son un sustituto para la comunión con Él. 

Porque lo amo, quiero estar con Él. La comunión personal e íntima con el Señor — ésa es la esencia del cielo.

 ¡Que se convierta en una realidad muy pronto! 

Citas Cristianas Sobre la Muerte 

“La muerte para el cristiano es el funeral de todas sus penas y males, y la resurrección de todas sus alegrías”. James H. Aughey (1828-1911), pastor confederado que fue encarcelado por su oposición a la esclavitud. 

“Cuando entro en un cementerio, me gusta pensar en el momento en que los muertos resucitarán de sus tumbas. ¡Gracias a Dios, nuestros amigos no están enterrados; sólo están sembrados!”. Dwight L. Moody (1837-1899), pastor y evangelista estadounidense del siglo XIX. 

“Aquel cuya cabeza está en el cielo no necesita temer poner sus pies en la tumba”. Matthew Henry (1662-1714), pastor y erudito que escribió un renombrado comentario sobre la Biblia. 

“La muerte para el malvado es el Rey de los terrores. La muerte para el santo es el fin de los terrores, el comienzo de la gloria”. Charles Spurgeon (1834-1892), pastor y evangelista bautista reformado inglés.


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Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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martes, 23 de septiembre de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 6 (Parte 1 de 3)

 El Destino Final del Creyente 

Por Dr. David R. Reagan

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“Porque aquí no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir” (Hebreos 13:14).


Durante muchos años tuve pocas ganas de ir al cielo. Mi único interés en el cielo era impulsado por el deseo de evitar el infierno.

Mi apatía estaba arraigada en lo que me habían enseñado sobre el cielo. Básicamente, me habían hecho creer que ir al cielo significaba ser un espíritu incorpóreo que residiría en un mundo etéreo, flotando en una nube tocando un arpa. ¡Esa imagen no me emocionaba!

Mi interés en el cielo se desarrolló lentamente durante un largo período de tiempo. Se convirtió en una pasión, en parte, debido a mi estudio de la profecía, pero, principalmente, debido a mi creciente relación con el Señor.

Cuanto más llegaba a conocerlo, más deseaba estar con Él.

Una Sorpresa Celestial

La razón por la que mi estudio de la profecía no jugó un papel clave en el desarrollo de mi interés en el cielo es porque la Biblia es extrañamente silenciosa sobre el tema. La Biblia nos dice con gran detalle cómo será el Rapto, la Segunda Venida y el Milenio, pero casi no nos da información detallada sobre el Estado Eterno.1

Lo que nos dice a menudo es una gran sorpresa para la mayoría de los cristianos porque las Escrituras sobre el cielo han sido terriblemente espiritualizadas. Por ejemplo, la Biblia dice claramente que los redimidos pasarán la eternidad en una Tierra Nueva, no en un lugar etéreo llamado cielo.

Isaías fue el primero en hablar de esta verdad cuando habló de “los cielos nuevos y la tierra nueva” que permanecerán para siempre delante del Señor (Isaías 66:22). Esta verdad se repite en el libro de Apocalipsis, donde el apóstol Juan dice que se le mostró una Nueva Tierra, “porque el primer cielo y la primera tierra pasaron” (Ap. 21:1).

En Apocalipsis 21:2, el apóstol Juan describe la Nueva Jerusalén descendiendo a la Tierra Nueva, “descendiendo del cielo, de Dios”. Y luego afirma que Dios mismo vendrá a vivir en la Tierra Nueva (Ap. 21:3):

El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos

Esta verdad ya había sido revelada a los profetas del Antiguo Testamento. Mientras lo llevaban en un recorrido profético por el Templo Milenial, su guía (el Señor Jesús en una aparición pre-encarnada) le dijo a Ezequiel: “Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre” (Ez. 43:7).

Los redimidos van a morar para siempre en Cuerpos Nuevos en una Tierra Nueva en una Nueva Jerusalén en la presencia de Dios Todopoderoso y Su Hijo, Jesús. ¡El cielo vendrá a la tierra!

Dos Cielos

El hecho de que el cielo venga a la tierra es una de las razones por las que hay tanta confusión sobre el cielo. Cuando la mayoría de los cristianos piensan en el cielo, piensan en un mundo etéreo que existe muy lejos, en algún lugar del espacio exterior. Pero el cielo que existe ahora no es el mismo que el cielo donde los redimidos van a vivir eternamente.

El cielo actual donde reside Dios (1 Reyes 8:30) fue creado por Dios (Ap. 10:6). Es un “lugar alto y santo” (Isaías 57:15) que se encuentra en “el tercer cielo” (2 Corintios 12:1-4). El primer cielo es la atmósfera de este planeta. El segundo cielo es el espacio exterior. El tercer cielo está más allá de nuestro cosmos.

La sala del trono de Dios está ubicada en el cielo (Isaías 66:1 y Ap. 4:2). Y aunque Dios es espíritu (Juan 4:24), el cielo es un lugar muy tangible y material. Sabemos esto porque el apóstol Juan fue llevado al cielo y se le dio un recorrido que describe en Apocalipsis 4 y 5.

La Descripción del Cielo Según Juan

Juan describió el trono de Dios como teniendo la apariencia de una esmeralda rodeada por un arco iris y emitiendo una luz brillante (Ap. 4:1-3). El trono estaba custodiado por cuatro misteriosos “seres vivientes” (Ap. 4:6), y sentados alrededor del trono había 24 ancianos vestidos de blanco con coronas de oro (Ap. 4:4).

Detrás de los ancianos había miríadas de ángeles (Ap. 5:11), y todos estos seres — los ancianos, los ángeles y las criaturas vivientes — adoraban día y noche sin cesar, cantando canciones de alabanza y adoración (Ap. 4:8,11; 5:9-10, 12-13).

Juan vio a Jesús en el Cielo (Ap. 5:5-10) donde Él está sirviendo como nuestro Sumo Sacerdote en el trono de Su Padre (Hebreos 9:11-15), intercediendo por nosotros como mediador de nuestras oraciones (1 Timoteo 2:5). También vio los espíritus de los santos muertos vestidos con túnicas blancas de pie alrededor del trono de Dios (Ap. 7:9). Además de adorar a Dios, los santos son representados sirviéndole día y noche (Ap. 7:15).

Otras Descripciones del Cielo

El apóstol Juan no es la única persona a la que se le ha dado un vistazo del cielo y de la sala del trono de Dios. El primero en ser mencionado en las Escrituras es Moisés. Mientras guiaba a los hijos de Israel a través del desierto, Dios lo llamó a él y a su hermano Aarón, junto con Nadab, Abiú y 70 ancianos de las tribus a subir al monte Sinaí para hablar con él. “Y vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en pureza al mismo cielo” (Éxodo 24:10).

La siguiente persona a la que se le permitió ver el salón del trono de Dios en el cielo fue al profeta oral Micaías, quien vivió durante el reinado del rey Josafat de Judá. Durante una conferencia con el rey Josafat y el rey Acab de Israel, Micaías informó: “Vi a Yahvé sentado en su trono, y a todo el ejército de los cielos de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda” (1 Reyes 22:19).

Isaías tuvo una experiencia similar en el momento de su llamado a ser profeta. Escribió que vio “al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y el borde de sus vestiduras llenaba el templo” (Isaías 6:1). Criaturas angelicales especiales llamadas serafines volaban alrededor del trono de Dios gritando: “Santo, Santo, Santo es Yahvé de los ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6:3).

El profeta Ezequiel presenció una escena similar el día en que fue ungido profeta (Ezequiel 1:1-28). La suya fue una experiencia espectacular. Vio cuatro criaturas angelicales que corrían por el cielo, similares en apariencia a los “seres vivientes” que Juan vio en el salón del trono de Dios (Ezequiel 1:1-10 y Ap. 4:6-8). Más tarde, Ezequiel se refiere a ellos como querubines (Ezequiel 10:15). Cada criatura parecía estar montada en una rueda brillante, y “iban y volvían, como si fueran relámpagos” (Ezequiel 1:14).

Estas criaturas condujeron a Ezequiel al trono de Dios. Al igual que Juan, notó que el trono tenía un arco iris a su alrededor, y la persona sentada en el trono, “que tenía apariencia de hombre”, estaba rodeada con “la apariencia del fuego” que “resplandecía” (Ezequiel 1:26-28).

El profeta Daniel fue la siguiente persona a la que se le permitió ver el salón del trono de Dios. Tuvo “un sueño y visiones” (Daniel 7:1) en el que vio al “Anciano de Días” en Su trono, y el “trono era como llama de fuego” (Daniel 7:9). Miríadas de seres estaban presentes para servir a Dios (Daniel 7:10). Y de pie ante el trono, Daniel vio al Mesías al que describió como “alguien como un Hijo del Hombre” (Daniel 7:13).

En el Nuevo Testamento, la primera persona a la que se le dio un vistazo del cielo fue Esteban, quien es descrito como “un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo” (Hechos 6:5). Fue arrestado por el Concilio del Sanedrín como parte de su esfuerzo por erradicar el cristianismo. Después de predicarles un poderoso sermón en el que los llamó “duros de cerviz e incircuncisos de corazón” y acusarlos de asesinar al Mesías (Hechos 7:51-52), reaccionaron con furia y comenzaron a apedrearlo hasta matarlo. Al morir, “miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba a la diestra de Dios” (Hechos 7:55).

La única otra persona que las Escrituras revelan que recibió un atisbo del cielo es el apóstol Pablo. Después de su dramática conversión en el camino a Damasco (Hechos 9:1-9), Pablo dice que “fue arrebatado hasta el tercer cielo”, al que llamó “Paraíso” (2 Corintios 12:2). A diferencia de los demás, no presenta ninguna descripción de lo que vio. Simplemente afirma que escuchó “palabras inefables que al hombre no le es permitido hablar” (2 Corintios 12:4).

Entonces, para resumir, el Cielo actual se encuentra en el “tercer cielo”. Contiene la sala del trono de Dios el Padre. Jesús está presente allí, al igual que los espíritus de los santos muertos y miríadas de ángeles. Es un lugar de adoración interminable.

El Acceso de Satanás al Cielo

Una última cosa sobre el cielo actual que debe tenerse en cuenta es que Satanás tiene acceso a él. El libro de Job representa a Satanás ante el trono de Dios pidiendo permiso para probar a Job (Job 1:6-12). El libro de Apocalipsis dice que Satanás es un “acusador de nuestros hermanos” y que “los acusa delante de nuestro Dios día y noche” (Ap. 12:10).

Pero Apocalipsis revela que llegará un día en que esa actividad nefasta cesará. Dice que, a la mitad de la Tribulación, Satanás intentará por última vez apoderarse del trono de Dios. Luchará contra el Arcángel Miguel y sus ángeles, y será derrotado (Ap. 12:7-9). Satanás será arrojado a la tierra, y su acceso al cielo será cortado (Ap. 12:10-11). Entonces sabrá que le queda poco tiempo y procederá a tratar de matar a todos los judíos de la tierra (Ap. 12:12-17).

El Cambio Futuro en el Cielo

El cielo actual donde Dios reside ahora vendrá a la tierra después de que el reinado milenial de Jesús haya terminado y la tierra actual haya sido refrescada y redimida a través del fuego, produciendo la Tierra Nueva de la eternidad. Apocalipsis dice que seremos bajados a esa Tierra Nueva dentro de nuestra ciudad eterna, la Nueva Jerusalén (Ap. 21:2,10-11). Y Ap. 21:3 dice que Dios descenderá a la Tierra Nueva y habitará entre Su pueblo.

La sala del trono de Dios será trasladada del tercer cielo a la Tierra Nueva. Dado que el cielo es donde reside Dios, el cielo vendrá a la tierra. Por lo tanto, cuando los cristianos hablan de vivir eternamente en el cielo, lo que realmente están diciendo es que vivirán para siempre en esta tierra, redimida y devuelta a su perfección original.


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Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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