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miércoles, 12 de junio de 2024

Consignas Engañosas en la Guerra de Propaganda Contra Israel

Por Dr. David R. Reagan

Las manifestaciones a favor de los palestinos, que han estallado en toda nuestra nación, están llenas de carteles que contienen consignas que son descaradamente falsas o completamente engañosas. Consideren las siguientes:

“Liberen a Palestina desde el Río hasta el Mar”.

Según las entrevistas a personas que corean esta consigna, parece que muchos no tienen ni idea de lo que significa. En primer lugar, los estadounidenses, que siempre han tenido problemas con la geografía, ¡no han expresado conocimiento alguno de qué río o mar están hablando!

Y cuando se les dice que el canto se refiere al Río Jordán y al Mar Mediterráneo, todavía no entienden que está hablando de la aniquilación del Estado de Israel. Es sólo un canto que suena bien y que rima.

Para aquellos que entienden el significado del eslogan, es una expresión de un antisemitismo espantoso.

“¡Fin al Apartheid en Israel!”

Éste es un eslogan que obtiene un apoyo masivo, pero el eslogan expresa una mentira total. No hay apartheid en Israel. ¡Ninguno! ¡Cero! ¡Nada!

Dos millones de palestinos viven en Israel. Son ciudadanos de Israel y, como tales, tienen total libertad para vivir donde les plazca y para utilizar cualquier hospital o medio de transporte. No existe una separación forzada de judíos y árabes de ningún tipo que exista en Israel.

Los árabes israelíes tienen derecho a votar y a servir en el parlamento israelí (la Knéset). También tienen acceso a todos los servicios sociales del Estado. Tienen toda la libertad que tienen los judíos. De hecho, ¡se les ha dado una libertad que los judíos no tienen! Todos los judíos, excepto el pequeño porcentaje de ultraortodoxos, están obligados a servir en el ejército — tanto hombres como mujeres. Los ciudadanos palestinos están exentos de este requisito, aunque algunos sirven voluntariamente en puestos que no son de combate.

El único apartheid que existe en Medio Oriente está en los países árabes, donde todas sus poblaciones judías fueron desalojadas por la fuerza después de la Guerra de Suez en 1956. El hecho es que a ningún judío se le permite vivir en las naciones árabes. ¡Eso es el verdadero apartheid!

“Liberen a Palestina de la opresión colonial”.

Esto es pura tontería. El pueblo judío no es colonialista. No son forasteros que se han apoderado de la tierra de otra persona. La tierra que ocupan actualmente (y mucha más que aún no ocupan) les fue dada por Dios como una posesión eterna (Génesis 12:1-3, 7, 15:14-15; 16:18; 26:3; 28:4, 13; 35:10-12; Éxodo 6:7-8; Salmos 105:8-11).

Los judíos ocuparon este don de Dios hace 3,500 años y vivieron allí durante 1,500 años, hasta que fueron expulsados por la fuerza de la tierra por los asirios y los romanos. Después de su expulsión final en el año 70 d.C., la tierra permaneció vacía y desolada durante 2,000 años. Los pocos árabes que vivían allí se consideraban sirios, porque la mayor parte de la tierra era propiedad de terratenientes sirios ausentes.

Durante este largo lapso de tiempo, la tierra nunca fue un estado independiente con Jerusalén como su capital. En resumen, nunca hubo un Estado palestino con un gobierno palestino. Tampoco existía una lengua o cultura palestina.

Cuando los judíos comenzaron a regresar a su tierra natal a finales de la década de 1890, compraron la tierra a precios exorbitantes. La tierra estaba tan desolada, que los árabes no podían entender por qué los judíos la deseaban tanto. Por ejemplo, para 1900 casi todos los árboles de Israel habían sido talados. Esto se debió al hecho de que el imperio turco gravaba los árboles. En el siglo XX, cuando los judíos que regresaron comenzaron a recuperar la tierra, ¡comenzaron a reemplazar los bosques y terminaron plantando más de 250 millones de árboles durante el siglo!

“Pongan Fin a 75 años de Ocupación”.

Israel no es una potencia ocupante. La tierra que están “ocupando” no sólo les fue dada por Dios, sino que también les fue otorgada legalmente por las Naciones Unidas.

Al final de la Primera Guerra Mundial, el área que se conocía como Palestina era simplemente una provincia del Imperio Otomano de Turquía. Dado que los turcos se pusieron del lado de Alemania durante la Primera Guerra Mundial, los aliados victoriosos decidieron desmantelar el Imperio Otomano dividiendo sus piezas entre los británicos y los franceses. El área llamada Palestina fue asignada a los británicos y más tarde comenzaron a gobernarla como un Mandato de la Liga de Naciones.

Un año antes del final de la Primera Guerra Mundial, los británicos emitieron la Declaración Balfour en noviembre de 1917. En ella dejaban claro que su intención era convertir a Palestina en una patria para el pueblo judío. En ese momento, Palestina consistía en el territorio que hoy incluye Israel más Jordania.

Pero, en 1921, el Secretario Colonial británico, Winston Churchill, decidió dar dos tercios de Palestina a los árabes para establecer el Mandato de Transjordania. Esta zona recibió su plena libertad en 1946 cuando se reconstituyó como el Estado de Jordania.

Cuando Churchill tomó su decisión, el pueblo judío se sintió traicionado por los británicos, pero esperaban recibir lo que quedaba de Palestina como su Estado. El resto era una pequeña franja de tierra de 270 millas de largo, con un ancho que oscilaba entre 9 y 85 millas.

En noviembre de 1947, las Naciones Unidas votaron a favor de dividir aún más esta franja de tierra, dividiéndola entre judíos y árabes con el fin de crear un Estado para cada uno. Una vez más, los judíos se sintieron traicionados, pero aceptaron la oferta. Los árabes se negaron.

Israel volvió a existir como Estado el 14 de mayo de 1948. Ese mismo día, los árabes podrían haber aprovechado la resolución de la ONU y haber creado un Estado palestino para sí mismos. Pero ellos querían toda la tierra, así que atacaron el nuevo Estado judío con la intención de arrojar a los judíos al mar.

A lo largo de la historia de la zona, desde que fue separada del Imperio Otomano en 1918, ha habido cinco ocasiones en las que los árabes tuvieron la oportunidad de crear un Estado propio, y cada vez, se han negado:

1. En 1936, el gobierno británico nombró a la Comisión Peel para recomendar una solución al conflicto judío y árabe en la zona. La comisión ofreció a los árabes el 80% de la tierra. Los árabes dijeron: “¡No!”. 

2. En 1947, las Naciones Unidas aprobaron una partición de la tierra en dos Estados. Los judíos recibieron el 56%. Una vez más, los árabes dijeron: “¡No!”.

3. En 1967, después de la Guerra de los Seis Días, los judíos ofrecieron permitir a los árabes crear un Estado que incluiría Gaza y Cisjordania. La Liga Árabe respondió con “Los tres No”: no a la paz con Israel. No al reconocimiento de Israel. No a las negociaciones con Israel. 

Algunos de los jefes de Estado de la cumbre de la Liga Árabe de 1967.

4. En el año 2000, el primer ministro más liberal de la historia de Israel, Ehud Barak, ofreció a Yasser Arafat la oportunidad de crear un Estado que incluyera Gaza, el 94% de Cisjordania y Jerusalén Este. El moderador de la conferencia, el presidente Bill Clinton, dijo que todo lo que Arafat podía decir desde el principio hasta el final de las negociaciones era: “¡No!”. 

5. En 2008, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, ofreció a Mahmoud Abbas, el líder de la OLP, la oportunidad de crear un estado que incluyera aún más Cisjordania. Abbas dijo: “¡No!”.

Con esta historia en mente, se puede entender lo que dijo una vez el diplomático más famoso de Israel, Abba Eban: “Los palestinos nunca han perdido una oportunidad de perder una oportunidad”.

El primer ministro israelí, David Ben Gurion (centro), presenta una menorá de Janucá como regalo al presidente estadounidense Truman en la Oficina Oval. A la derecha está Abba Eban, embajador de Israel en EE.UU. (1951)

“¡Liberen a Gaza!”

Éste es otro eslogan sin sentido. Israel concedió la soberanía total a Gaza en 2005, y lo hizo a un gran costo social y financiero. El ejército israelí desalojó por la fuerza a 9,000 judíos de sus hogares en 25 asentamientos y entregó toda la zona a los palestinos.

Los judíos tuvieron que volar sus sinagogas para evitar que fueran profanadas por los árabes. También tuvieron que desenterrar sus cementerios y trasladar los cuerpos de sus seres queridos para evitar que las tumbas fueran profanadas. La remoción le costó al gobierno israelí 900 millones de dólares. Otras pérdidas incluyeron 120 millones de dólares en la producción anual de flores y el 15% de las exportaciones agrícolas de Israel, incluido el 60% de sus exportaciones de tomates y hierbas. También se perdió el 70% de los productos orgánicos de Israel.

Después de la retirada de Israel, cientos de millones de dólares de ayuda extranjera fluyeron a Gaza desde muchas naciones, incluido Estados Unidos. Este dinero se destinó a la asistencia humanitaria y a la reconstrucción de la infraestructura de la zona, en particular hospitales y escuelas. Pero, cuando Hamas asumió el poder en 2007, estas donaciones se desviaron a la compra de armas militares y a la construcción de más de 300 millas de túneles de hormigón para lanzar ataques contra Israel.

Al pueblo palestino se le dejó que se ganara la vida lo mejor que pudiera, mientras que Hamás reforzó su ejército con la intención de atacar a Israel. Además, los líderes de Hamas confiscaron gran parte de la ayuda financiera para ellos personalmente, usándola para vivir vidas extravagantes de ocio en Qatar. Se estima que los tres principales líderes de Hamás tienen un valor combinado de 11,000 millones de dólares.

¡“Liberen a Gaza” es un eslogan apropiado y verdadero sólo si se refiere a liberar a Gaza de Hamas!

“¡Alto al Genocidio Israelí!”

Éste sería un lema apropiado si estuviera dirigido a Hamás, porque el objetivo de Hamás es destruir a Israel y matar a toda su población judía. Pero el lema está muy mal dirigido cuando se dirige a Israel.

El deseo de Israel es vivir en paz con los árabes. La única guerra que Israel ha iniciado es la Guerra de los Seis Días en 1967, y lo hizo porque las naciones árabes circundantes declararon que iban a atacar y aniquilar al Estado judío. Israel decidió que su única esperanza de supervivencia era un ataque preventivo.

El ejército israelí tiene una reputación establecida desde hace mucho tiempo de ser el más humano del mundo. Cuando Israel va a la guerra, siempre hace todo lo posible para proteger a los civiles. Israel lanza panfletos, hace llamadas telefónicas y envía correos electrónicos para anunciar objetivos, para que los civiles tengan tiempo de evacuar. Además, Israel centra sus ataques en objetivos militares y no en civiles. Sí, a veces se cometen errores, pero los errores no son crímenes de guerra.

En marcado contraste, Hamás utiliza a sus civiles como escudos humanos. Así, lanza cohetes desde los tejados de hospitales y escuelas, y cuando Israel anuncia objetivos, Hamás obliga a los civiles a acudir a las zonas objetivo para que puedan utilizar sus cadáveres con fines propagandísticos. Como ha dicho un experto, “Israel utiliza a sus fuerzas armadas para proteger a sus ciudadanos, mientras que Hamás utiliza a sus ciudadanos para proteger a sus fuerzas armadas”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha resumido durante mucho tiempo la situación en Oriente Medio con estas palabras: “Si los árabes se desarmaran, habría paz. Si Israel se desarmara, dejaríamos de existir”.

“¡Gaseen a los Judíos!”

De hecho, este eslogan ha sido utilizado por los manifestantes pro-palestinos. No es más que una horrenda expresión de antisemitismo descarado. Es sólo un indicio de que el verdadero objetivo de los palestinos no es crear otro Estado palestino. ¡No! El verdadero objetivo es la aniquilación de Israel.

Y cuando me refiero a “otro Estado palestino”, quiero decir que ya existe un Estado palestino. Es el estado de Jordania. El propio Estado se separó de la provincia palestina del Imperio Otomano, y la mitad de su población era palestina.

Conclusión

El estallido de antisemitismo masivo e irracional en todo el mundo es un evento sobrenatural orquestado por Satanás. Odia apasionadamente al pueblo judío porque son el Pueblo Escogido de Dios, a través del cual Dios dio las Escrituras y al Mesías, Jesús. Satanás también odia la promesa de Dios de llevar a un gran remanente de judíos a la salvación a través de la fe en Jesús (Isaías 10:21-22; Zacarías 12:10;  Romanos 9:27).

La determinación de Satanás de aniquilar a los judíos es de lo que se trató el Holocausto. Es la razón por la que motivará al Anticristo a enfocar la segunda mitad de la Tribulación en continuar donde Hitler lo dejó acerca de librar al mundo del pueblo judío.

Pero Satanás no tendrá éxito:

“…porque el que los toca [a Israel], toca la niña de Su ojo” (Zacarías 2:8).

Jamás se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Salmos 121:4).

En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre la leña y como antorcha ardiendo entre gavillas; consumirán a diestra y siniestra a todos los pueblos alrededor, mientras los habitantes de Jerusalén otra vez vivirán en su propia ciudad” (Zacarías 12:6).

En aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén” (Zacarías 12:9).

Dios ha reunido al pueblo judío en su tierra natal por una razón. Él va a traer al mundo entero contra ellos (Zacarías 12:3), no porque los odie, sino porque los ama. Han sido personas tercas y de dura cerviz a lo largo de su relación con Él. Cuando estaban en problemas en los tiempos del Antiguo Testamento, siempre acudían a Egipto en busca de ayuda. En los tiempos modernos, han dependido de los Estados Unidos. Dios siempre ha querido que confíen en Él.

En estos tiempos del fin, a medida que el mundo entero se vuelva contra ellos, se verán obligados a llegar al final de sí mismos y, en su desesperación, se volverán a Dios en busca de su ayuda, y finalmente aceptarán a Su Hijo como su Mesías (Zacarías 12:10).

¡Qué día será ése! Jesús lo mencionó cuando entró en Jerusalén en el clímax de su vida. Dijo que no regresaría a esta tierra hasta que el pueblo judío estuviera dispuesto a decir: “Baruj haba b'Shem Adonai”, que significa “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Salmos 118:26 y Mateo 23:39).

¡Maranata! (1 Corintios 16:22)

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

lunes, 20 de mayo de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 4 (parte 3 de 3)

Los Horrores del Holocausto

Por Dr. David R. Reagan


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Promesas de Esperanza

Creo que también es importante notar que las advertencias de Dios en las Escrituras acerca de un futuro Holocausto siempre van seguidas por declaraciones de esperanza, prometiendo que el pueblo judío sería preservado a través de sus sufrimientos.

Por ejemplo, siguiendo la profecía de Moisés en Deuteronomio 28, de que su pecado finalmente resultaría en su dispersión y persecución por todo el mundo, Dios inmediatamente les proporcionó una gloriosa declaración de esperanza en el capítulo 30:

1) Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, 

2) y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, 

3) entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. 

4) Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; 

5) y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.

¡Qué asombrosa declaración de amor! El punto es que Dios disciplina a aquellos a quienes ama. El autor de la carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento enfatiza este punto en el capítulo 12:

5) [Citando Job 5:17; Proverbios 3:11 y Salmos 119:75] Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él;

6) Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.

7) Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

8) Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

11) Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Una vez más, cada vez que en las Escrituras hebreas encontramos terribles advertencias de juicio, esas advertencias siempre van seguidas de promesas de esperanza. Un ejemplo clásico se puede encontrar en Jeremías 30, donde se da una profecía sobre el terrible sufrimiento que el pueblo judío soportará durante la Gran Tribulación, a la que se hace referencia en este pasaje como “el tiempo de angustia de Jacob” (versículo 7). Antes de que el pasaje concluya, Dios da esta increíble promesa en el versículo 11:

Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

La Fidelidad de Dios

Dios ha sido fiel a todas Sus promesas. Él dijo que el pecado persistente y sin arrepentimiento por parte de Su Pueblo Escogido resultaría en una dispersión y persecución mundial, y así fue. Dijo que preservaría al pueblo judío y castigaría a sus perseguidores, y eso es precisamente lo que ha hecho.

Ninguna otra nación se ha dispersado por el mundo y ha sido capaz de conservar su identidad. Los enemigos de Israel mencionados en la Biblia son voluminosos — los asirios, los babilonios, los romanos, los cananeos, los hititas — y la lista sigue y sigue. ¿Dónde están hoy? En el basurero de la historia. ¿Dónde están los judíos? Reunidos en su tierra natal.

¿Dónde estaba Dios en el Holocausto? Él estaba con Su Pueblo Escogido. Él lloraba por ellos, y escuchaba sus oraciones. Isaías proclama que cuando el pueblo judío es afligido, Dios es afligido (Isaías 63:9).

Dios respondió a las oraciones de los que estaban en los campos de exterminio preservando al pueblo judío y destruyendo a sus torturadores nazis. Alemania quedó devastada y todos los principales líderes nazis se suicidaron o fueron arrestados, juzgados, condenados y sentenciados a prisión o a muerte.

De las cenizas del Holocausto surgió una nación judía revivida con renovada determinación. Estaban decididos a no volver a marchar pasivamente hacia los hornos. Estaban decididos a crear su propia nación con su propio gobierno. Y eso es exactamente lo que sucedió cuando se proclamó el Estado de Israel en Tel Aviv, el 14 de mayo de 1948.

Incluso los portavoces judíos han reconocido que algo bueno salió del Holocausto. Tomemos, por ejemplo, a Elie Wiesel, el famoso sobreviviente del Holocausto del campo de exterminio de Auschwitz, que se convirtió en la voz judía del Holocausto a través de sus perspicaces escritos, y que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986.

En un discurso pronunciado en Jerusalén en los años 1980, Wiesel dijo:9

Si no hubiera sido por la misericordia del Señor, que nos dejó un remanente para ver este día de nuestra redención, todos hubiéramos sido como Sodoma y Gomorra. Y no olvidemos que nuestra generación que vio la página más oscura de nuestra historia, también vio la página más brillante: el regreso a Eretz Israel y Jerusalén.

Jan Willem van der Hoeven, Director del Centro Internacional Sionista Cristiano en Jerusalén, ha hecho una observación similar: “Si no hubiera sido por el Holocausto, las Naciones Unidas nunca habrían alcanzado una mayoría que estuviera de acuerdo con el renacimiento del joven Estado de Israel”.10

Un Objetivo Incumplido

Lo único que el Holocausto no logró fue persuadir al pueblo judío para que volviera sus corazones a Dios, confiara en Él con fe y aceptara a Su Hijo como su Mesías.

El Estado moderno de Israel es un Estado muy secular. La mayoría de sus ciudadanos son ateos o agnósticos. Muy pocos son judíos observantes. Aún menos son judíos ortodoxos.

Ésta es la razón por la que la Biblia enseña que hay otro Holocausto esperando al pueblo judío en el futuro (Zacarías 13:7b-9). Ocurrirá durante los últimos tres años y medio de la Tribulación, cuando Satanás inspirará al Anticristo a aniquilar a los judíos. Será el último vítor de Satanás. Matará a dos tercios de los judíos, pero el resto será llevado al fin de sí mismo y volverá sus corazones a Dios. Y, en ese glorioso día, recibirán a Jesús como su Mesías. El profeta Zacarías describe este evento en el capítulo 12, versículo 10 de sus profecías citando a Dios diciendo:

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

El resultado de este arrepentimiento se describe en Zacarías 3:1 de la siguiente manera:

En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.

La fuente de la sangre de Jesús será aplicada al remanente judío, permitiéndoles reconciliarse con Dios para que Él pueda cumplir todas las promesas que ha hecho de que un día los establecerá como la primera nación del mundo a través de quien todas Sus bendiciones fluirán.


Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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jueves, 9 de mayo de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 4 (parte 2 de 3)

Los Horrores del Holocausto

Por Dr. David R. Reagan


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El Sufrimiento de los Justos

Podemos comprender el sufrimiento de los que viven en rebelión contra Dios, pero ¿qué pasa con el sufrimiento de los justos? ¿Por qué a la gente buena le pasan cosas malas?

El apóstol Pablo es un buen ejemplo de esta pregunta. Fue un hombre que dedicó su vida a servir al Señor y, sin embargo, sufrió mucho en el proceso. Aquí hay una poderosa descripción que escribió en 2 Corintios 11 acerca de sus sufrimientos:

24) De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 

25) Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 

26) en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 

27) en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 

28) y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.

Pablo también sufrió algún tipo de aflicción corporal a la que llamó “un aguijón en la carne” (2 Corintios 12:7).

Y cuando Pablo clamó a Dios: “¿Por qué a mí, Señor?”, la respuesta que recibió fue: “Bástate mi gracia...” (2 Corintios 12:9). De nuevo, una respuesta muy dura que llama al ejercicio de la fe.

No hay duda de que, a menudo, sufrimos como resultado de nuestros propios pecados, pero los ejemplos de Job y Pablo indican claramente que gran parte del sufrimiento que experimentamos en la vida se debe a otras razones.

Jesús mismo indicó esto cuando respondió a una pregunta que Sus discípulos le hicieron después de haber sanado a un hombre que había nacido ciego. Le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?”. La respuesta de Jesús fue: “No es que pecó éste ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él” (Juan 9:1-3).

Dios es soberano. Él permite que algunos sufran para glorificar Su nombre y que otros no sufran por la misma razón. Su voluntad soberana es la que determina cada circunstancia. “Por lo tanto, podemos decir con seguridad que ningún sufrimiento carece de un propósito en el plan de Dios, aunque nosotros, como seres humanos finitos, no veamos ese propósito con claridad”.2

Experimentamos sufrimiento por una variedad de razones:

  • Sufrimos porque vivimos en un mundo caído y corrompido por el pecado del hombre.  
  • Sufrimos porque el sufrimiento nos refina en justicia.
  • Sufrimos porque el sufrimiento nos impide enamorarnos de este mundo malvado y, por lo tanto, nos ayuda a mantener una perspectiva eterna, recordándonos que debemos ser peregrinos y extranjeros que pasamos por este mundo hacia una vida mejor en un mundo nuevo y perfecto.
  • Sufrimos porque el sufrimiento nos motiva a apoyarnos fuertemente en el Señor, confiando en Él como nunca antes lo habíamos hecho.
  • Sufrimos porque la fe que demostramos en medio del sufrimiento trae honor y gloria a Dios.
  • Sufrimos por propósitos que sólo Dios mismo conoce.

Dios nunca promete que los justos no sufrirán. Pero lo que Él promete con respecto al sufrimiento es algo glorioso.

Él promete que caminará a través del sufrimiento con nosotros y nos dará la gracia y la fuerza para lidiar con él victoriosamente. En el Salmo 23:4 Él dice que Él caminará con nosotros “a través del valle de sombra de muerte”. En Isaías 43:2, Él promete que pasará con nosotros “a través de las aguas”, y caminará con nosotros “a través del fuego”.

La Voluntad del Hombre vs. la Voluntad de Dios

Hay otra cosa que debemos considerar si queremos entender mejor las terribles tragedias humanas como el Holocausto. Tiene que ver con la voluntad del hombre cuando interactúa con la voluntad de Dios.

La Biblia enseña que el hombre fue creado con libre albedrío. Pero también enseña que Dios es soberano. ¿Cómo se pueden reconciliar estas dos verdades? Se han escrito volúmenes sobre el tema, pero nunca se ha producido una respuesta definitiva. La conclusión es que la reconciliación de los dos es un misterio conocido sólo por Dios.

Lo que sí sabemos es que el libre albedrío del hombre no puede negar la voluntad última de Dios, porque Dios tiene la sabiduría y el poder para orquestar toda la maldad del hombre — y de Satanás — para el triunfo de Su voluntad en la historia. Es por eso que el Salmo 2 describe a Dios sentado en los cielos riendo en respuesta a los líderes del mundo que están agitando sus puños contra Él. Se ríe no porque no le importe. Se ríe porque tiene todo bajo control.

Su sabiduría y poder para orquestar todo el mal para el triunfo de Su voluntad ha sido ilustrado en la muerte de Su Hijo en la Cruz. Satanás había trabajado horas extras para reunir a dos grupos que se odiaban entre sí, los judíos y los romanos, motivándolos a conspirar para matar a Jesús. Cuando Jesús murió en la cruz, Satanás pensó que había logrado su mayor victoria. Pero tres días después, Dios convirtió el acto más cobarde de la historia en el más glorioso, a través del poder de la Resurrección.

Al hablar de la voluntad de Dios, también debemos tener en cuenta que Él tiene tanto una voluntad perfecta como una voluntad permisiva. Esto se puede demostrar fácilmente.

Por ejemplo, considere el hecho de que la Biblia revela que es la voluntad perfecta de Dios que todas las personas sean salvas (2 Pedro 3:9). Sin embargo, en Su voluntad permisiva, Dios permite que las personas lo rechacen y se pierdan.

También podemos ver esto obrando en las profecías bíblicas. Hay una serie de profecías que enseñan claramente que los judíos reconstruirán su Templo en los tiempos del fin y restablecerán su sistema de sacrificios. ¿Expresan estas profecías la voluntad perfecta de Dios? Claro que no. Su voluntad perfecta es que los judíos acepten a Jesús como su Mesías. Pero Él les va a permitir reconstruir su Templo, porque Él va a obrar a través de sus esfuerzos equivocados para llevar a un gran remanente de los judíos a la salvación.

¿Fue el Holocausto la voluntad de Dios? Claro que no. Era la voluntad de Satanás porque, como he señalado antes, odia al pueblo judío con pasión, y está decidido a destruirlo para que Dios no pueda cumplir las promesas que les ha hecho.

¿Es Dios responsable del Holocausto? Sí. Él es soberano, y Satanás no lo es. Satanás no puede infligir sufrimiento sin el permiso de Dios. No nos gusta esta verdad. Preferimos atribuir todas las cosas buenas a Dios y todas las cosas malas a Satanás. Pero la Biblia nunca hace eso. Por ejemplo, todas las calamidades naturales en la Biblia se atribuyen a Dios.

El Sufrimiento del Pueblo Judío

Con estos antecedentes, creo que podemos entender mejor el sufrimiento del pueblo judío. Eso no significa que podamos comprenderlo realmente. Después de todo, debemos tener en cuenta que los caminos de Dios están más allá de nuestra comprensión. Isaías enfatizó este punto muy poderosamente cuando escribió estas palabras en Isaías 55:

8) Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 

9) Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Si pudiéramos entender verdaderamente todo acerca de Dios, Él no sería Dios. Somos finitos; Él es infinito. Siempre habrá acontecimientos en nuestras vidas y en la historia del mundo que no podemos explicar. Es por eso que estamos llamados a vivir por fe y no por vista (2 Corintios 5:7).

Perspectivas Sobre el Holocausto

Hay algunas cosas sobre el Holocausto que necesitan ser enfatizadas — cosas que rara vez se mencionan. La primera es que el Holocausto fue profetizado en la Palabra de Dios. No es un evento que haya tomado a Dios por sorpresa.

Una de estas profecías, muy detallada, se remonta a la época de Moisés, hace unos 3,400 años. Fue pronunciada por Moisés cuando los hijos de Israel se preparaban para entrar en su Tierra Prometida. Se encuentra en Deuteronomio 28.

Moisés advirtió a su pueblo que Dios los bendeciría si eran obedientes a sus leyes y que los maldeciría si eran desobedientes. Procedió a mencionar una gran variedad de maldiciones, incluyendo cosas tales como enfermedades, malas cosechas, confusión del gobierno, epidemias de rebelión y divorcio adolescente, y derrotas en guerras.

Moisés entonces señaló que, si se negaban a arrepentirse en respuesta a estos juicios correctivos, Dios los sometería a Su juicio final, que sería la expulsión de la tierra. En los versículos 36-57 profetiza su cautiverio en Babilonia. En el versículo 64 comienza a hablar de una dispersión mundial, que finalmente resultaría en una persecución sin precedentes:

64) Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. 

65) Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 

66) y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 

67) Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.

Los hijos de Israel procedieron a quebrantar las leyes de Dios. Uno de sus errores más graves fue violar la ley que prohibía casarse con mujeres extranjeras. Se les había advertido que esto los llevaría a la idolatría, y así fue (Dt. 7:3-4).

Dios envió los juicios correctivos, tal como lo había advertido, y levantó voces proféticas, como Elías, para llamar al pueblo al arrepentimiento, pero persistieron en su rebelión. Incluso rechazaron a Dios como rey de su nación y exigieron un rey humano, a pesar de las advertencias de que tales reyes los oprimirían seriamente (1 S. 8:4-22). Su persistente rebelión condujo finalmente a la decisión de Dios de permitir que el reino del norte de Israel fuera destruido por los asirios, y que el reino del sur de Judá fuera llevado al cautiverio babilónico.

Cuando llegó el momento de que el reino de Judá fuera disciplinado por los babilonios, el Señor habló del juicio con el corazón quebrantado. Casi se le puede oír llorar mientras se describe su decisión en 2 Crónicas 36:

15) Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. 

16) Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

En Su gracia y misericordia, el Señor dispuso que los judíos regresaran a su tierra natal después de 70 años de cautiverio y, aunque habían sido curados de la idolatría, continuaron despreciando las leyes de Dios, lo que finalmente resultó en su rechazo de Su Hijo como su Mesías. Esto llevó a su segundo desalojo de su tierra, cuando los romanos destruyeron su nación en el año 70 d. C.

Fueron esparcidos por todo el mundo, y fueron perseguidos dondequiera que iban, en cumplimiento de las profecías de Deuteronomio 28, que culminaron en el Holocausto.

Advertencias Contemporáneas

Las advertencias contenidas en las Escrituras no son las únicas que Dios le dio al pueblo judío. A medida que se acercaba el momento del Holocausto, Dios alzó voces proféticas contemporáneas para advertir a los judíos del peligro que enfrentaban.

Esta acción estaba de acuerdo con otro principio sobre el carácter de Dios — a saber, Él nunca derrama Su ira sin previo aviso. En tiempos bíblicos, Él advirtió tanto a Israel como a Judá repetidamente a través de profetas y juicios correctivos antes de permitir que las naciones fueran conquistadas. De la misma manera, envió dos profetas (Jonás y Nahúm) al imperio asirio pagano para advertirle de su inminente juicio. Y Jesús mismo advirtió sobre la destrucción de Jerusalén por los romanos unos 40 años antes de que ocurriera (Mateo 24).

Por lo tanto, cuando el antisemitismo comenzó a cobrar fuerza en toda Europa a finales del siglo XIX, Dios comenzó a levantar voces proféticas que comenzaron a llamar al pueblo judío a regresar a su tierra natal. Uno de ellos fue Eliezer Ben-Yehuda (1858-1922), quien publicó su primer ensayo en 1879. En él, suplicó apasionadamente al pueblo judío que regresara a casa:3

¿Por qué no vemos, todos los que tenemos los ojos tan agudos, que si no nos apresuramos a unirnos, el fin está cerca, el horrible fin de la esperanza de nuestro pueblo de una eventual redención? . . . ¿Cuál es este punto en el que todos podemos unirnos? Es el reasentamiento de la tierra.

Theodor Herzl (1860-1904) creía que la ola de antisemitismo conduciría a la destrucción de los judíos si no se retiraban a un “refugio seguro”. Temía que, si los judíos permanecían en Europa “se produciría un apocalipsis desastroso”.4 Aunque a muchos les cautivó su visión de un Estado judío, muy pocos estaban dispuestos a irse, dejar sus hogares y comprometerse con una vida de precursor en Palestina. Herzl se sintió tan angustiado por su falta de voluntad para prestar atención a sus advertencias que escribió en su diario: “¡Tengo derecho a convertirme en el mayor antisemita del mundo!”.5

El colega de Herzl, Max Nordau (1849-1923) heredó el manto de Herzl cuando murió en 1904, y Nordau continuó proclamando el peligro inminente que enfrentaban los judíos europeos y la necesidad de que escaparan regresando a su tierra natal. Proféticamente, declaró: “Un tercio de ustedes perecerá, un tercio será asimilado y un tercio se salvará al regresar a Sion”.6

La más apasionada de las voces proféticas fue la de Zeev Jabotinsky (1880-1940). Gritó advertencias por toda Europa en las décadas de 1920 y 1930. Su mensaje se resumía en una frase que repetía a menudo: “Liquida a la diáspora, o la diáspora te liquidará a ti”.7

No tengo ninguna duda de que Jabotinsky fue una verdadera voz profética, levantada por Dios para advertir al pueblo judío del inminente holocausto. Considere, por ejemplo, las siguientes palabras que pronunció en un discurso a los judíos de Polonia en 1938:8

Continúo advirtiéndoles incesantemente que una catástrofe se acerca... Mi corazón sangra porque vosotros, queridos hermanos y hermanas, no veis el volcán que pronto comenzará a escupir su lava que todo lo consume. . . ¡En el nombre de Dios! Que cualquiera de vosotros se salve a sí mismo mientras haya tiempo. Y el tiempo es muy poco... Quienquiera que de ustedes escape de la catástrofe, él o ella vivirá para ver el momento exaltado de una gran boda judía: el renacimiento y el surgimiento de un estado judío. No sé si tendré el privilegio de verlo; ¡mi hijo lo hará! Creo en esto porque estoy seguro de que mañana por la mañana saldrá el sol.

Si los judíos hubieran prestado atención a estas advertencias, el Holocausto podría haberse evitado. Tenga en cuenta que, además de enviarles voces proféticas, Dios motivó a los británicos a abrir Palestina a la inmigración a través de la Declaración Balfour en 1917. Y hay que tener en cuenta también que los nazis nunca llegaron a Oriente Medio. Llegaron hasta Grecia en el norte y Egipto en el sur, pero nunca se les permitió llegar a Palestina.

Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 3 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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sábado, 27 de abril de 2024

Nueva Guía de Estudio del Apocalipsis

El Regreso del Justo

Un Estudio Exhaustivo del Último Libro de la Biblia

Por Dr. David R. Reagan

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¡El Apocalipsis se revela con sorprendente detalle a medida que el Dr. David Reagan enseña a través del libro versículo por versículo! Éste es uno de los recursos de estudio más populares jamás producido por el Ministerio Cordero y León.

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Presentación: Este estudio actualizado y ampliado del libro de Apocalipsis se presenta versículo por versículo. Este enfoque interpretativo vital acepta que el libro de Apocalipsis significa exactamente lo que dice.


Nota: La versión en español de este valioso recurso estará disponible exclusivamente para nuestros colaboradores.

sábado, 13 de abril de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 1 (parte 3 de 3)

¿Hay Alguna Esperanza Para Israel?

Por Dr. David R. Reagan


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Profecías que aún Deben Cumplirse

Esto nos lleva a las profecías que aún deben cumplirse para el pueblo judío.

Como verá, hay una horrible, seguida de varias gloriosas.

1) Otro Holocausto

La primera es un segundo Holocausto. Esto ocurrirá durante la segunda mitad de la Tribulación. Los judíos se convertirán en el foco de la ira del Anticristo, y él buscará aniquilarlos. Considere la siguiente profecía contenida en el capítulo 13 de Zacarías:

8) Y acontecerá en toda la tierra, dice el SEÑOR, que las dos partes serán exterminadas en ella y se perderán; pero una tercera parte quedará viva en ella. 

9) Y meteré a aquel tercio en el fuego; los fundiré como se funde la plata y los probaré como se prueba el oro. Ellos invocarán mi nombre y yo los escucharé . . .

Dios no va a permitir que esto le suceda al pueblo judío porque los odia o los ha rechazado. Su propósito será llevarlos al final de sí mismos para que, en su total desesperación, finalmente se vuelvan a Él como su única esperanza y reciban a Su Hijo como su Mesías.

Una de las cosas asombrosas de Dios es que Él es tan misericordioso que, incluso cuando derrama Su ira, Su propósito fundamental no es castigar, sino llevar a las personas al arrepentimiento para que puedan ser salvas. Este punto se enfatiza en Isaías 26:9 donde el profeta observa que “cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia”,

2) Arrepentimiento

La segunda profecía que aún no se ha cumplido es el arrepentimiento del pueblo judío. El sufrimiento de la tribulación llevará al pueblo judío al punto en que se arrepentirá ante el Señor. Esta es una de las profecías más antiguas de la Biblia, pronunciada por Moisés cuando los Hijos de Israel se preparaban para entrar en su Tierra Prometida. Se puede encontrar en Deuteronomio 4:30:

Cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás al SEÑOR tu Dios y obedecerás su voz.

3) Salvación

La tercera profecía futura que aún no se ha cumplido es la salvación de un gran remanente del pueblo judío. Como resultado de su arrepentimiento, este remanente aceptará a Jesús como su Mesías y será salvo. Zacarías describe este glorioso evento en las siguientes palabras que se encuentran en Zacarías 12:10:

Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica. Mirarán al que traspasaron y harán duelo por él con duelo como por hijo único, afligiéndose por él como quien se aflige por un primogénito.

El clímax de este gran día se relata en el siguiente capítulo (Zacarías 13:1):

“En aquel día habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, a fin de limpiar el pecado y la impureza.

Jesús mismo declaró que no regresaría a esta tierra hasta que un remanente de los judíos estuviera listo para proclamar: “Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR”. Usted puede encontrar esa declaración en Mateo 23:

37) “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! 

38) He aquí, su casa les es dejada desierta, 

39) porque les digo que desde ahora no me verán más hasta que digan: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

4) Reunión en Incredulidad

La cuarta profecía que aún no se ha cumplido es la reunión del pueblo judío en fe. Están siendo reunidos ahora en incredulidad. Pero hay otra reunión en su futuro.

Cuando Jesús regrese, Él va a reunir en Israel a todos los judíos del planeta Tierra que han puesto su fe en Él. Esta reunión se menciona en varios lugares de las Escrituras hebreas. Aquí hay uno de la época de Moisés, que se encuentra en Deuteronomio 30:

1) Sucederá que cuando te hayan sobrevenido todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, si consideras en tu corazón, en medio de todas las naciones donde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado; 

2) si vuelves, tú con tus hijos, al SEÑOR tu Dios y obedeces su voz con todo tu corazón y con toda tu alma, conforme a todo lo que yo te mando hoy, 

3) entonces el SEÑOR tu Dios también te restaurará de tu cautividad. Él tendrá misericordia de ti y volverá a reunirte de todos los pueblos a donde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado. 

4) Si eres arrojado hasta el extremo de los cielos, de allí te reunirá el SEÑOR tu Dios, y de allí te tomará.

5) Primacía

La quinta y última profecía que el Señor cumplirá para el pueblo judío ocurrirá cuando Él comience Su Reinado Milenial después de Su regreso a esta tierra. Será el establecimiento de Israel como la nación principal del mundo a través de la cual fluirán todas las bendiciones de Dios.

Jesús reinará desde Jerusalén como el Rey del Mundo. David, en su cuerpo glorificado, reinará como el Rey de Israel. Nosotros, en nuestros cuerpos glorificados, seremos esparcidos por toda la tierra para reinar con Jesús sobre las naciones gentiles.

Isaías dedica cuatro capítulos completos (del 60 al 63) a una descripción de las bendiciones que Dios derramará sobre el pueblo judío durante el Milenio. Proclama que Dios hará de “Jerusalén una alabanza en la tierra” (Is. 62:7).

Zacarías describe la gloria futura de la nación judía con estas palabras en Zacarías 8:

22) Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SEÑOR de los Ejércitos en Jerusalén, para implorar el favor del SEÑOR. 

23) Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Acontecerá en aquellos días que diez hombres de las naciones de todos los idiomas se asirán del manto de un judío y le dirán: ¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!

¡Qué declaración tan increíble! Hoy en día, el pueblo judío es despreciado y perseguido. Pero durante el Reinado Milenial de Jesús, serán tratados con respeto y serán honrados como el pueblo de Dios.

Conclusión

Comencé este capítulo con la pregunta: “¿Hay alguna esperanza para el pueblo judío?”. Creo que el estudio de las Escrituras que he presentado prueba más allá de toda duda que Dios no ha rechazado al pueblo judío, que todavía lo ama, que está decidido a llevar a un gran remanente de ellos a la salvación, y que el pueblo judío tiene una gran esperanza más allá de lo que puedan imaginar.

Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia y en él hay abundante redención. Él redimirá a Israel de todos sus pecados (Salmos 130:7-8)


Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Estimado lector: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.

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viernes, 12 de abril de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 1 (parte 2 de 3)

¿Hay Alguna Esperanza Para Israel?

Por Dr. David R. Reagan


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice 

El Propósito de Israel

A continuación, consideremos el propósito del pueblo judío. ¿Cuál fue el propósito de Dios al llamar a Israel como Su “Pueblo Escogido”, y ese propósito sigue siendo válido hoy en día?

Las Escrituras revelan dos propósitos:

1) Él los escogió para que sirvieran como un canal de Sus bendiciones. 

2) Él los escogió para que sirvieran como testigos de Él.

1) Un Canal de Bendiciones

Consideremos las formas en que han sido un canal de las bendiciones de Dios:

1) Dios se reveló a sí mismo a través de ellos.
  
2) Dios dio Su Palabra a través de ellos.  

3) Dios proveyó al Mesías a través de ellos. 
 
4) Dios ha enriquecido al mundo a través de sus contribuciones a la educación, la ciencia y las artes.  

5) Y, durante el Milenio, Dios los hará una vez más un canal de Sus bendiciones espirituales para todo el mundo.

Por cierto, con respecto al enriquecimiento del mundo a través de la educación, la ciencia y las artes, consideremos estos hechos asombrosos: Hay 1,400 millones de musulmanes en el mundo. Seis han ganado premios Nobel. Los judíos son sólo unos 13 millones, o alrededor de dos décimas partes del uno por ciento de la población mundial, pero han ganado 196 premios Nobel.1

Al respecto, Winston Churchill hizo esta observación acerca de los judíos:2

A algunas personas les gustan los judíos, y a otras no. Pero ningún hombre reflexivo puede negar el hecho de que son, sin lugar a dudas, la raza más formidable y más notable que ha aparecido en el mundo.

2) Testigos de Dios

Además de ser un canal de las bendiciones de Dios, los judíos también son testigos de Dios. Este papel se afirma una y otra vez en las Escrituras. Considere estas palabras de Isaías 43:10:

Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR; mi siervo que yo escogí, para que me conozcan y me crean, a fin de que entiendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni lo será después de mí.

1) Son testigos de la existencia de Dios.  

2) Son testigos de la verdad de la Biblia.
  
3) Son testigos de lo que significa tener una relación con Dios.  

4) Son testigos de la gracia insondable de Dios.  

5) Son testigos del pronto regreso de Jesús.

En cuanto al significado de una relación con Dios, me gustaría señalar el libro de Jueces, donde se nos muestra que, cuando una nación es fiel, Dios bendice; cuando el pueblo es infiel, Dios disciplina; y, cuando se arrepienten, Dios perdona y comienza a bendecir de nuevo — un ciclo que también se aplica a nuestras vidas individuales.

Con respecto a la gracia de Dios, Su persistente amor por el pueblo judío, a pesar de su infidelidad, es una demostración vívida del significado de la gracia como favor inmerecido. Hasta el apóstol Pablo se asombró de la gracia de Dios para con el pueblo judío y exclamó: “¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Ro. 11.33).

Con respecto al pronto regreso de Jesús, echemos un vistazo a cómo los eventos en Israel durante el siglo pasado ilustran claramente que estamos viviendo en la época del regreso del Señor.

Profecías que se Están Cumpliendo en Israel hoy

Hay seis profecías del tiempo del fin que están en proceso de cumplirse entre el pueblo judío hoy en día — profecías que indican claramente que estamos viviendo en la época del regreso del Señor:

1) La Reunión del Pueblo

Uno de los cumplimientos más notables de la profecía en el siglo XX fue la reunión del pueblo judío de regreso a su tierra natal desde los cuatro confines de la tierra. Nunca en la historia un pueblo ha sido tan ampliamente dispersado y luego reunido.

Esta reunión en incredulidad es una de las profecías más prolíficas de las Escrituras hebreas. Una de las expresiones más claras de ella se puede encontrar en Isaías 11 (NBLA):

10) Acontecerá en aquel día que las naciones acudirán a la raíz de Isaí, que estará puesta como señal para los pueblos . . .

11) Entonces acontecerá en aquel día que el Señor ha de recobrar de nuevo con Su mano, por segunda vez, al remanente de Su pueblo que haya quedado de Asiria, de Egipto, de Patros, de Cus, de Elam, de Sinar, de Hamat y de las islas del mar.

12) Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

Esta asombrosa profecía se está cumpliendo en nuestros días. A principios del siglo XX, sólo había 40,000 judíos en todo Israel. Hoy hay 6 millones, que han sido reunidos de todas las naciones del mundo.

Cuando era niño en la iglesia, me enseñaron que esta profecía se cumplió con el regreso del pueblo judío del cautiverio babilónico, unos 500 años antes de la época de Jesús. Pero esta profecía no tiene nada que ver con esa reunión. Ésa fue la primera reunión. El versículo 11 se refiere a la reunión en esta profecía como la segunda. También el versículo 11 deja claro que será una reunión desde muchas naciones, no sólo de Babilonia, y el versículo 12 deja esto muy claro cuando afirma que la reunión será “de los cuatro confines de la tierra”.

Antes de proceder al siguiente cumplimiento profético, permítanme hacer una pausa para mostrarles algo más sorprendente acerca de esta profecía de Isaías. Nótese que, en el versículo 10, se refiere a una “señal” que atraerá al pueblo judío de vuelta a casa, como un imán. Este punto se repite en el versículo 12, donde se hace referencia a un “estandarte” que será levantado para atraer a los judíos de regreso a casa. La misma palabra hebrea (nec) se usa tanto para “señal” como para “estandarte”. Es una palabra que también se puede traducir como “insignia” o “bandera”.

Y observe lo que dice que estará en el estandarte: “La raíz de Isaí”. ¿Quién era Isaí? El padre de David. Y en cumplimiento de esta parte de la profecía, la bandera de Israel hoy presenta la Estrella de David.

2) El Restablecimiento del Estado

El segundo cumplimiento moderno de la profecía del tiempo del fin que yo señalaría en Israel es el restablecimiento del Estado. Hay una fascinante profecía simbólica acerca de esto en Isaías 66:

7) ¡Antes que estuviera de parto, dio a luz un hijo! ¡Antes que le vinieran los dolores, dio a luz un varón! 

8) ¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Podrá nacer un país en un solo día? ¿Nacerá una nación en un instante? . . .

Esta profecía se cumplió el 14 de mayo de 1948, cuando David Ben Gurión leyó la Declaración de Independencia de Israel en un salón de Tel Aviv. Y, tal como se profetizó, los dolores de parto comenzaron al día siguiente, cuando cinco naciones árabes invadieron Israel, y esos dolores de parto han continuado hasta el día de hoy en guerra tras guerra.

3) La Recuperación de la Tierra

La tercera profecía del tiempo del fin cumplida en Israel en el siglo XX fue la recuperación de la tierra. Cuando los judíos fueron dispersados de la tierra por los romanos, a partir del año 70 d. C., la patria judía, que los romanos rebautizaron como Palestina, se convirtió en una desolación. Casi todos los árboles fueron talados, el suelo se erosionó seriamente y los valles se convirtieron en tierras pantanosas infestadas de malaria.

La desolación de la tierra fue profetizada en Deuteronomio 29:22-28 donde dice que cuando los judíos sean dispersados de la tierra, ésta se convertirá en “quemada con azufre y sal, no puede ser sembrada ni producirá . . . como cuando fueron trastornadas Sodoma y Gomorra . . .”.

Ésa era exactamente la condición de Palestina en la década de 1890, cuando los judíos comenzaron a regresar. Pero también se había profetizado que, después del regreso del pueblo judío, la tierra “llegaría a ser como el Jardín del Edén”. Así es como Ezequiel lo expresó en el capítulo 36 de su libro profético:

33) Así ha dicho el SEÑOR Dios: “El día en que yo los purifique de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean reconstruidas las ruinas. 

34) La tierra desolada será cultivada, en contraste con haber estado desolada ante los ojos de todos los que pasaban. 

35) Y dirán: ‘Esta tierra que estaba desolada ha venido a ser como el jardín de Edén, y estas ciudades que estaban destruidas, desoladas y arruinadas ahora están fortificadas y habitadas’.

Cualquiera que haya viajado a Israel en los últimos años puede dar fe del asombroso cumplimiento de esta profecía durante el siglo XX. Los pantanos fueron drenados y los valles fueron recuperados para la producción agrícola. Se instituyeron métodos de conservación del suelo y se plantaron más de 200 millones de árboles. Hoy en día, Israel sirve como granero para todo el Medio Oriente, exportando todo tipo de productos agrícolas a sus estados vecinos.3

4) El Avivamiento del Idioma

La cuarta profecía que les señalaría, y que se ha cumplido en nuestros días, es la que se refiere al avivamiento del idioma hebreo.

Cuando hablo de avivamiento, me refiero al hecho de que, cuando los judíos fueron dispersados de su tierra natal, dejaron de hablar el idioma hebreo. Los judíos de la zona europea mezclaron el hebreo con el alemán y crearon un idioma llamado yiddish. Los que se asentaron en la cuenca mediterránea mezclaron el hebreo con el español y crearon una lengua llamada ladino.

A principios del siglo XX, el hebreo, como lengua hablada, estaba tan muerto como el griego de Homero. Se usaba sólo en las sinagogas para decir oraciones y leer las Escrituras. Pero la mayoría de los judíos sabían tan poco hebreo que su experiencia en la sinagoga era similar a la de una persona que asiste a una misa católica celebrada en latín.

Pero Dios había prometido que un día el hebreo bíblico sería revivido. Por ejemplo, en Sofonías 3 encontramos al profeta profetizando acerca de los tiempos del fin, y en ese contexto, en el versículo 9, declara: “Entonces daré a los pueblos un lenguaje puro para que todos invoquen el nombre del SEÑOR . . .”.

Una profecía similar se puede encontrar en Jeremías 31:23 (NBLA) donde el profeta cita un mensaje de Dios: “Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar. . .’”.

Estas profecías se cumplieron a través de un hombre llamado Eliezer Ben Yehuda. Nació en Lituania en 1858 y se obsesionó con el avivamiento de la lengua hebrea. Emigró a Israel y dedicó el resto de su vida a esa formidable tarea.

Se le opusieron los ortodoxos, que no querían que se hablara en la calle la lengua sagrada de la sinagoga. También se le opusieron los secularistas, que no querían hablar el lenguaje de la Biblia. Pero Ben Yehuda prevaleció y, antes de morir en 1922, vivió para ver cómo se adoptaba el hebreo bíblico como uno de los tres idiomas oficiales de Palestina, junto con el árabe y el inglés.4

5) El Resurgimiento del Ejército

El quinto cumplimiento profético que señalaría en el Israel moderno es el resurgimiento del ejército.

Las Escrituras Hebreas profetizaron claramente que el ejército judío sería particularmente poderoso en los tiempos del fin. Considere, por ejemplo, la siguiente profecía de Zacarías 12:

6) En aquel día convertiré a los dirigentes de Judá en brasero de fuego entre la leña y en tea de fuego entre las gavillas. Consumirán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, pero Jerusalén será habitada otra vez en su mismo lugar. 

8) En aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén. El que sea débil entre ellos, en aquel día será delante de ellos como David. Y la casa de David será delante de ellos como Dios, como el ángel del SEÑOR.

9) En aquel día sucederá que buscaré destruir a todos los pueblos que vengan contra Jerusalén.

En cumplimiento de estas profecías, Israel ha ganado guerra tras guerra tras guerra desde la fundación del Estado en 1948. Hoy en día, están clasificados entre los quince mejores de las potencias militares más fuertes del mundo, a pesar de que son una de las naciones más pequeñas del mundo — aproximadamente del tamaño del estado de Nueva Jersey. Y algunos los han clasificado en el primer lugar en el mundo en el uso efectivo de su poder.5

6) La Reocupación de Jerusalén

El sexto cumplimiento profético entre el pueblo judío en el siglo XX que yo identificaría es la reocupación de la ciudad de Jerusalén.

En muchos lugares está profetizado que los judíos volverán a ocupar la ciudad de Jerusalén en los últimos tiempos. Volvamos a Zacarías 12:6 (NBLA):

En aquel día haré de los jefes de familias de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, mientras que Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén.

Esta profecía fue escrita después de que los judíos regresaron del cautiverio en Babilonia, por lo que definitivamente se aplica a los tiempos del fin.

Jesús también profetizó que los judíos volverían a ocupar su capital un día. Considere Sus palabras en Lucas 21:24:

Caerán [el pueblo judío] a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles.

Tal como Jesús profetizó, los judíos “cayeron a filo de espada” 40 años después, en el año 70 d. C., y fueron “llevados cautivos a todas las naciones”. Luego, en cumplimiento de la última parte de la profecía, Jerusalén fue “pisoteada” por los gentiles hasta el 7 de junio de 1967, cuando los judíos conquistaron la Ciudad Vieja de Jerusalén y recuperaron la soberanía sobre ella por primera vez en 1,897 años.

La reocupación de Jerusalén por el pueblo judío parece ser una clara señal de que “los tiempos de los gentiles” están llegando a su fin. Muchos expertos en profecías fechan el comienzo de este período de tiempo desde la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor en el año 588 a. C., y hay buenas razones bíblicas para hacerlo. Pero, en el contexto de este pasaje, creo que debería fecharse a partir de la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 d. C. El período de tiempo no terminará hasta la segunda venida de Jesús, porque sabemos por Apocalipsis 11:1-2, que Jerusalén será “pisoteada” por los gentiles una vez más durante la segunda mitad de la tribulación.

En este sentido, tenga en cuenta que la Era de la Iglesia comenzó con un período de superposición en el que Dios estaba obrando tanto entre la Iglesia como entre los judíos. La Iglesia fue fundada alrededor del año 30 d. C., y la ira del Señor no cayó sobre los judíos hasta el año 70 d. C. Del mismo modo, a medida que nos acercamos al final de la Era de la Iglesia, nos encontramos en otro período de superposición en el que Dios ha comenzado una vez más a obrar a través del pueblo judío para lograr Sus propósitos.

7) El Reenfoque de la Política Mundial

La séptima y última profecía que se está cumpliendo en Israel hoy en día es el enfoque de la política mundial, tanto en la nación como en la ciudad de Jerusalén.

Encontramos la profecía en Zacarías 12:

2) He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor. Pero también será contra Judá durante el asedio contra Jerusalén. 

3) Sucederá en aquel día que yo haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten de hecho quedarán lacerados. Y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.

En cumplimiento de esta profecía, todas las naciones del mundo se han unido contra Israel, exigiendo que los judíos renuncien a toda o parte de su soberanía sobre la ciudad de Jerusalén. Al Vaticano le gustaría tener el control de la ciudad. Las Naciones Unidas quieren que se internacionalice bajo su autoridad. La Unión Europea y Estados Unidos exigen que la ciudad sea dividida entre Israel y los palestinos.6

Resumen

Hagamos una pausa para hacer un resumen de las profecías del tiempo del fin que se están cumpliendo entre el pueblo judío, cumplimientos que apuntan al hecho de que estamos viviendo en la época del regreso del Señor:

1) La Reunión del Pueblo 

2) El Restablecimiento del Estado 

3) La Recuperación de la Tierra 

4) El Avivamiento del Idioma 

5) El Resurgimiento del Ejército 

6) La Reocupación de Jerusalén 

7) El Reenfoque de la Política Mundial en Israel y Jerusalén


Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 3 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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