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domingo, 23 de mayo de 2021

La Fiesta de Pentecostés

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley


Pentecostés se celebra al comienzo del verano (mediados de mayo-mediados de junio). Es la única fiesta levítica que se celebra entre las tres fiestas primaverales (La Pascua, los Panes Sin Levadura, y las Primicias) y las tres fiestas otoñales (Rosh Hashanah, Yom Kippur y la Fiesta de los Tabernáculos). El nombre en hebreo para este día es Shavuot, que significa semanas, por eso en Israel generalmente se le llama la Fiesta de las Semanas.

Esto es porque supuestamente se celebra siete semanas después de la Fiesta de las Primicias (Levítico 23:15-16). Deuteronomio 16:9 lo confirma. “Siete semanas contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas”. La primera cosecha del grano se hacía en la Fiesta de las Primicias. Puesto que las Primicias es el primer día después del Sabbat que le seguía a la Pascua, siempre se observaba en domingo. El Shavuot que sucedía siete semanas después, también caía en domingo, y celebraba el comienzo de la cosecha de verano.

Pero en el año 140 d.C., después de la derrota final de la nación judía luego de la revuelta de bar Kochba en el año 135 d.C., el Sanedrín cambió el enfoque del Shavuot de la fecha de la cosecha de verano a la fecha cuando se dio la Ley. Esto lo hicieron porque el Shavuot era una de las tres fiestas que todo judío debía observar (Éxodo 23:14-17 nos dice que las fiestas de los Panes Sin Levadura y de los Tabernáculos eran las otras dos) y la nación derrotada y dispersada ya no tenía ninguna cosecha nacional que celebrar. Desde ese momento en adelante, la cuenta empezó desde el primer día de la Fiesta de los Panes Sin Levadura, que fue el día en que los israelitas salieron de Egipto. Entonces ahora el Shavuot puede caer en cualquier día de la semana y es en el sexto día del mes hebreo de Sivan, el cual es el día tradicional en el que Moisés recibió la Ley de parte del Señor. Al hacer este cambio se colocó el día en que la Ley fue dada en el Monte Sinaí exactamente siete semanas después del Éxodo de Egipto y así se preservó la Fiesta de las Semanas en la vida judía.

Los cristianos le llaman a este día por su nombre en griego, Pentecostés, que significa “50 días”. Eso es porque había 50 días desde el Sabbat después de la Pascua hasta el Shavout (Pentecostés).

Los primeros cristianos también cambiaron la manera de cómo las distintas fechas son determinadas, a pesar de que hemos retenido el requerimiento de Pentecostés para el domingo. Los cristianos ahora empiezan a contar desde el día que llamamos el Domingo de Resurrección, que oficialmente es el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Incluimos el Domingo de Resurrección como el día uno, así que Pentecostés siempre cae 49 días después de ese domingo y de esa manera también cae en domingo. Al contar el Domingo de Resurrección a ambos lados de ese lapso de tiempo podemos llegar a los 50 días (Pentecostés) y aun mantener la celebración en el séptimo domingo después del de Resurrección.

¿Qué es un Pentecostés?

Como mencioné, los judíos celebran Pentecostés (solamente utilizaré el nombre en griego para evitar más confusiones de las necesarias) como el día en que Moisés recibió la Ley en el Monte Sinaí y la nación de Israel nació (Éxodo 19-20). Los cristianos lo celebran como el día en que el Espíritu Santo vino sobre los discípulos en Jerusalén y la Iglesia nació. (Algunos eruditos ven en Pentecostés el cumplimiento histórico y profético de estos dos eventos.)

Hechos 2 describe ese día para nosotros. En Pentecostés los seguidores de Jesús se habían reunido en un lugar cuando un sonido semejante al soplo de un fuerte viento llenó la casa en la que estaban y lo que parecía como lenguas de fuego separadas se posaron sobre cada uno de ellos. Ellos fueron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas conforme Él lo hacía posible. Justo antes de ascender al Cielo Jesús les dijo que esperaran eso (Hechos 1:8) y ahora estaba sucediendo. Puesto que Pentecostés era una de las fiestas de asistencia obligatoria para ir a Jerusalén, había judíos temerosos de Dios procedentes de muchos otros países en Jerusalén, aumentando considerablemente su población. El sonido del viento había alertado a quienes se encontraban cerca del lugar los cuales se acercaron más para ver qué estaba sucediendo, cada uno de estos peregrinos se asombró al oír a los discípulos, todos ellos galileos, hablar en sus propias lenguas.

Pedro obtuvo la atención de ellos y explicó lo que estaba sucediendo. Esa fue la primera presentación pública del Evangelio desde la muerte y resurrección del Señor, y cuando Pedro finalizó, 3,000 personas de entre las que se habían reunido aceptaron su mensaje y fueron bautizadas, y el Señor continuó añadiendo a ese número todos los días.

Si ustedes concuerdan con mi punto de vista de que las Parábolas de Mateo 13 describen el Reino de los Cielos en la Tierra y que la parábola de la levadura (Mateo 13:33) predice que la Iglesia estará llena de pecadores, entonces ustedes se interesarán en el hecho de que, a diferencia de otras festividades levíticas que requieren pan sin levadura, Pentecostés requiere pan horneado con levadura (Levítico 23:17). En la Biblia la levadura es un modelo del pecado porque hace que la masa se fermente.

Otras ceremonias judías de Pentecostés también revelan que hay una sutil sugerencia de la Iglesia venidera. En las sinagogas judías se lee el Libro de Rut en Pentecostés. La historia de Rut ha sido llamada “El Romance de la Redención” en donde Noemí, una mujer judía de Belén pierde su tierra y su posición debido a una hambruna en Israel y se ve obligada a ir al exilio al vecino país de Moab (Jordania) en donde no había hambre y su esposo pronto muere dejándola sola y sin un centavo en un país extranjero.

Después que terminó la hambruna, ella regresó a Belén acompañada por Rut, una mujer gentil que había jurado nunca abandonarla. Rut era una moabita que se había casado con uno de los hijos de Noemí (el cual también había muerto), convirtiéndola en la nuera de Noemí, y como ella, una viuda desamparada también.

De vuelta en Belén, un pariente cercano de Noemí, un judío prominente llamado Booz se enamora de Rut y se casa con ella, y en el proceso también redime la tierra de Noemí como su pariente redentor. Ambos eventos se hicieron según la ley. Para Noemí fue la ley de la redención (Levítico 25:25), y para Rut fue la ley del matrimonio del levirato (Deuteronomio 25:5-6).

El modelo que vemos aquí es dramático, con Noemí en el papel de Israel, en la miseria y sola, Rut como la Iglesia, la novia gentil, Booz como el Mesías, y la misma narración como una predicción de la relación entre los tres. En el proceso de redimir a Israel, el Mesías toma para sí una novia gentil. Al hacerlo, Él salva a ambos de la miseria y al mismo tiempo redime la tierra de Israel. La identificación de la Iglesia con Pentecostés empezó en las profecías de Rut. 

A propósito, Booz fue hijo de Rahab la ramera en el Libro de Josué. Su bisnieto David se convirtió en Rey de Israel. Rahab y Rut aparecen en la genealogía del Señor Jesús (Mateo 1:5), y el Rey Salomón nombró una de las columnas a la entrada del Templo con el nombre de su ancestro Booz.

¿Cuándo es su cumpleaños?

Según la tradición, Enoc, uno de los patriarcas en Génesis 5, nació en el día que más tarde se conocería como Pentecostés. El nombre de Enoc quiere decir “enseñanza” lo cual es una de las principales funciones de la Iglesia (Mateo 28:19-20). Por este motivo muchos eruditos lo ven también como un “tipo” de la Iglesia. Génesis 5:21-23 indica que Enoc era muy cercano a Dios y realmente fue llevado con vida (raptado) al cielo un poco antes del diluvio universal. Los eruditos pre-tribulacionistas ven este evento como una de las varias insinuaciones en el Antiguo Testamento de que la Iglesia desaparecerá antes de la Gran Tribulación.

Estas mismas tradiciones también sostienen que Enoc desapareció en su cumpleaños. Entonces, aquí tenemos a un hombre identificado con la iglesia, que nació y fue raptado en el día que se conocería después como Pentecostés, que fue el día en que también nació la iglesia. ¿Será raptada la Iglesia en nuestro aniversario también? Personalmente no creo que el Rapto de la Iglesia será el cumplimiento profético de alguno de los días santos de Israel. Pero si estoy equivocado y el Rapto sí cumple con una de las fiestas judías, Pentecostés parece ser el candidato más obvio.

Como ustedes probablemente saben, yo creo que la razón por la que nadie en el mundo puede predecir con seguridad el día del Rapto es porque es un evento numérico y no de fecha. En Romanos 11:25 Pablo insinuó que la Iglesia alcanzará un “número pleno”, cuando sus rangos se consideren que están completos. Cuando se llegue a ese número la Iglesia “arribará” a su destino programado, similar a cuando un barco “arriba” a puerto. Jesús dijo que el destino de la Iglesia es la casa de Su Padre (Juan 14:2). Si unimos todo esto yo creo que quiere decir que seremos raptados tan pronto se alcance un número predeterminado de personas cristianas vueltas a nacer, sin importar el día que eso suceda.

Pronto, Muy Pronto

No importa el día que fuese, un día, pronto, todas las personas que están en Cristo, habiendo oído y creído la Palabra de la Verdad, el Evangelio de nuestra salvación (recibiendo así el sello de la promesa del Espíritu Santo) de repente desaparecerán de la faz de la tierra junto con todos los niños y niñas y todas aquellas personas que son mentalmente incapaces de tomar decisiones conscientes acerca de su destino eterno. En un instante estaremos en nuestras ocupaciones habituales en la Tierra y al siguiente instante estaremos ante la presencia de nuestro Redentor, con nuestros pecados perdonados y olvidados, y todas nuestras imperfecciones eliminadas. Entre nosotros estarán los muertos de la Era de la Iglesia que fueron fieles, reunidos con sus cuerpos perfeccionados y restablecidos a la vida física eterna. Todos juntos empezaremos el viaje más increíble de exploración y de realización jamás soñado, el cual durará eternamente.

Ni nosotros, ni el mundo incrédulo, habremos recibido la más mínima advertencia del momento de este evento, pues sucederá de manera totalmente sorpresiva. Quizás suceda en Pentecostés, quizás no. Pero una cosa sí es cierta, cuando suceda, a ninguno de nosotros nos va a importar un pelo si lo habíamos predicho con exactitud. Solamente podemos expresar nuestro gozo inimaginable de gratitud por estar allí. “Porque por gracia son ustedes salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu” (1 Corintios 2:9-10). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Un Estudio de Gálatas (pdf)

El caso en contra de combinar la Ley y la Gracia


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Las iglesias en Galacia estaban formadas en parte por judíos convertidos y en parte por gentiles convertidos, como era generalmente el caso. Pablo afirma su carácter apostólico y las doctrinas que él enseña, para confirmar a las iglesias de Galacia en la fe de Cristo, especialmente con respecto al importante punto de la justificación solo por fe. Aunque el tema es esencialmente el mismo que el discutido en la epístola a los Romanos —esto es, la justificación por fe únicamente— en esta epístola, sin embargo, la atención está particularmente dirigida al punto de que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley de Moisés.

Gálatas no fue escrita como un ensayo de historia contemporánea. Era una protesta contra la corrupción del evangelio de Cristo. La verdad esencial de la justificación por fe en vez de por las obras de la ley, había sido oscurecida por la insistencia de los judaizantes de que los creyentes en Cristo debían guardar la ley si esperaban ser perfectos delante de Dios. Cuando Pablo supo que esta enseñanza había comenzado a penetrar en las iglesias gálatas y que los había alejado de su herencia de libertad, escribió la apasionada protesta contenida en esta epístola.

domingo, 16 de julio de 2017

El Misterio de Pablo

Un estudio bíblico por Jack Kelley



Sin duda se han enterado del plan de la gracia de Dios que él me encomendó para ustedes, es decir, el misterio que me dio a conocer por revelación, como ya les escribí brevemente. Al leer esto, podrán darse cuenta de que comprendo el misterio de Cristo. Ese misterio, que en otras generaciones no se les dio a conocer a los seres humanos, ahora se les ha revelado por el Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios; es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio. (Efesios 3:2-6).

¿Qué fue lo que Pablo quiso decir cuando expresó que ese misterio en otras generaciones no se les dio a conocer a los seres humanos? Pues bien, el misterio no era sobre si el Señor les extendería la mano a los gentiles, puesto que Isaías había dejado muy claro que el Mesías traería Su salvación a todas las naciones (Isaías 49:5-6). El misterio era en la forma cómo Él lo haría. De Hechos 15:13-18 vemos que Jacobo fue el primero en decir que Israel estaba siendo puesto a un lado por un tiempo hasta que el Señor tomara un pueblo para Su nombre de entre los gentiles, pero que después de eso Él se volvería de nuevo a Israel. (En realidad, el Señor había insinuado esto en Mateo 21:43 cuando Él les dijo a los líderes judíos que el Reino les sería quitado y entregado a un pueblo que produciría sus frutos. Jacobo solamente estaba aclarando Su afirmación).

Con una visión retrospectiva de 20/20, podemos ver un número de vacíos en la profecía del Antiguo Testamento en los cuales el Señor había insertado la Iglesia. Pero esa es la clase de cosas que uno puede ver mirando en retrospectiva desde nuestra perspectiva. Es como un camino que está escondido en un sendero y que uno solamente puede verlo después que lo ha pasado, y luego solamente mirando hacia atrás en la dirección por la que uno viene.

Como dije, encontramos estos vacíos en la profecía del Antiguo Testamento, y uno de los más claros lo vemos en Isaías 9:6-7 en donde el Señor hizo que Isaías dijera:

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.

El ángel Gabriel le dijo a María que su hijo cumpliría esta profecía (Lucas 1:33), pero mirando hacia atrás vemos que solamente fue parcialmente cumplida durante la vida del Señor a la tierra. Un niño nació, y un hijo fue dado, pero eso fue todo. El resto espera la Segunda Venida, y en el centro se encuentra la Iglesia.

Los discípulos tropezaron en otra cuando el Señor dijo que el Templo pronto sería destruido en Mateo 24:2. Ellos sabían que 69 semanas (483 años) de la profecía de las Setenta Semanas (490 años) de Daniel ya habían sido, y que Herodes había pasado los 40 años previos construyendo el Templo. Y ahora Jesús les dice que el mismo iba a ser completamente destruido justo siete años antes del tiempo en que Daniel había dicho que se terminaría la transgresión, se pondría fin al pecado, y se expiaría la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos (el lugar) (Daniel 9:24). Sin un Templo esta meta no podía cumplirse. Su asombro sobre la profecía del Señor fue la que produjo el Discurso del Monte de los Olivos y el descubrimiento de lo que ahora nos damos cuenta que es un vacío entre los primeros 483 años y los últimos siete. Una vez más, ese vacío ha sido llenado por la Iglesia.

Pero aun eso no reveló el misterio. No, el secreto que hizo reventar a todo el mundo fue que los gentiles estuvieran siendo herederos del Reino junto con Israel, y que Dios en realidad estaba creando una raza humana enteramente nueva, una raza espiritual compuesta de judíos y gentiles, pero con un destino separado uno del otro. Pablo describió esto en Efesios 2:14-16:

Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Ya la humanidad no consistiría más en judíos y gentiles ante los ojos de Dios. De ahora en adelante incluye a un tercer tipo de humanos, la Iglesia (1 Corintios 10:32). Y de la misma manera como Dios llamó a los judíos de entre los gentiles, ahora Él está llamando a la Iglesia de entre los judíos y los gentiles. Fue por medio de la Iglesia que los judíos y los gentiles se unirán para compartir por igual la herencia de Dios.

Los Gentiles en el Antiguo Pacto

Desde nuestro lado de las profecías, podemos ver que esta era la intención de Dios todo el tiempo. Pero para tener el sentido de cómo esto pudo haber impresionado a los apóstoles judíos, veamos la manera cómo a los convertidos gentiles al judaísmo les había ido bajo el Pacto Antiguo. Desde los primeros tiempos que los gentiles se sometieron a la Ley, compartieron tanto sus privilegios como sus responsabilidades.

Y el extranjero que sigue al SEÑOR no hable diciendo: Me apartará totalmente el SEÑOR de su pueblo… Y a los hijos de los extranjeros que sigan al SEÑOR para servirle, y que amen el nombre del SEÑOR para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos (Isaías 56:3, 6-7).

Pero especialmente durante el período del Segundo Templo, existía una distinción definitiva de clases. El mismo Templo era un buen ejemplo de ello. Estaba rodeado de una serie de patios para los adoradores, cada uno separado de los otros por medio de paredes o portones. Inmediatamente fuera del edificio en donde estaba localizado el altar del sacrificio, se encontraba el patio de los sacerdotes. Justo más allá de este estaba el patio de los varones, y rodeando a este estaba el patio de las mujeres. Todos juntos formaban el patio de los israelitas.

Separado del patio de los israelitas por otra pared con portones vigilados se encontraba el patio exterior, el patio de los gentiles. En cada portón de esta pared de separación se encontraba un rótulo que les advertía a los gentiles de no ingresar más allá so pena de muerte. Y lo peor es que estaba por lo menos a 30 metros del altar, y algunas veces a una mayor distancia en la mayoría de los lugares, y detrás de una pared. Mientras que algunos gentiles podían escuchar lo que sucedía dentro, nadie podía mirar el interior. Además de eso, algunas personas creen que a los cambistas y a los que vendían animales se les permitía montar sus tiendas en este patio durante las festividades santas para así restringir aún más la oportunidad de que los gentiles pudieran adorar al Señor. Jesús citó el anterior pasaje de Isaías al condenar a los judíos por hacer eso.

Ahora Pablo estaba diciendo que los gentiles serían elevados a un nivel de igualdad junto con los judíos, “Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes que en otro tiempo estaban lejos, han sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efesios 2:13).

Los Gentiles Reciben el Espíritu Santo

En el Libro de los Hechos encontramos dos ocasiones en las cuales los nuevos creyentes hablaron en lenguas. En ambos casos había gentiles en presencia de judíos. En Hechos 10 vemos que fueron los invitados en casa de Cornelio, y en Hechos 19:6, fue un grupo de personas procedentes de Éfeso, parte de la moderna Turquía. Hechos 10:45-46, nos dice, “Y los fieles de la circuncisión (judíos) que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios”.

Hechos 19 es similar. Yo creo que estas dos experiencias fueron anotadas para el propósito expreso de mostrarles a los judíos de que los gentiles podían recibir el Espíritu Santo como ellos lo habían recibido así como lo explica Hechos 10:45. Dios estaba asegurándose de que en la Iglesia ambos eran iguales. Estos son los únicos dos lugares mencionados en el Libro de Hechos en donde el hablar en lenguas va acompañado de la salvación. (Es interesante que uno de estos casos sucedió antes de que los creyentes fueran bautizados y el otro después).

Por medio de la Iglesia, judíos y gentiles serán uno solo en Cristo (Gálatas 3:28). Servirán como los mejores ejemplos y los más grandes de las riquezas incomparables de la gracia de Dios. Su obra de arte, Su obra maestra (Efesios 2:6-10). Todas sus imperfecciones serán eliminadas y finalmente serán lo que Dios quiso que fueran, tan perfectos como Él es, inmortales e incorruptibles (1 Corintios 15:53). Y no era que los gentiles serían parte de Israel, o, que la Iglesia reemplazaría a Israel, sino que todas las personas que acepten a Jesús como su Señor se convertirán en parte de la Iglesia, ya sean judíos o gentiles, y tendrán un destino diferente aparte de los dos.

Su hogar eterno también será una obra de arte, hecho del oro y las piedras preciosas más finas, construyéndose durante 2000 años. Nada impuro jamás entrará allí, como tampoco allí habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor (Apocalipsis 21). Todos serán coherederos con Cristo (Gálatas 4:4-7) y corregentes con Él (Apocalipsis 5:10), morando en Su presencia para siempre en un estado perpetuo de bendición. Ni aun durante lo más grandioso de la gloria que tuvo Salomón, jamás el mundo ha conocido lo que el Señor tiene planeado para la Iglesia. Y está disponible para judíos y gentiles por igual.

Así que el misterio de Pablo no solamente era que el Señor les extendiera la mano a los gentiles, sino que Él además lo haría de manera suntuosa. Esto es lo que Pablo escribió:

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu” (1 Corintios 2:9-10).

Era obvio para todas aquellas personas que leen la Biblia que Dios incluiría a todas las naciones en Su plan de salvación. Pero no fue sino hasta que Dios se lo reveló a Sus santos apóstoles y profetas, que ninguna persona en la tierra jamás se imaginó lo que eso significaría para nosotros. Ese era el misterio de Pablo.


lunes, 3 de julio de 2017

La Seguridad Eterna y 1 Corintios 9:25-27


««Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado»».

Pregunta: Yo no estoy de acuerdo con la idea de que una vez salvo siempre salvo (SE). En (1 Corintios 9:27) el Apóstol Pablo escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo, “Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado”. ¿Cómo explica usted la palabra descalificado? Pablo sabía que él era salvo, si usted está en lo correcto, pero, ¿cómo Pablo podía ser descalificado?

Respuesta: Pablo también escribió que cuando creímos la primera vez, recibimos el sello del Espíritu Santo como un depósito que garantiza nuestra herencia (Efesios 1:13-14) y que Dios ha tomado propiedad de nosotros y que es Él quien nos hace estar firmes (2 Corintios 1:21-22). Puesto que, como usted dice, él estaba escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, ¿cómo podría haberse contradicho a sí mismo en esto?

La palabra griega traducida descalificado significa no pasar la prueba, o ser anulado. La única prueba para la salvación es el creer (Juan 3:16; 6:28-29; 6:40) y la única forma para descalificarse es rehusar creer (Juan 3:18; 2 Tesalonicenses 2:9-10).

En el contexto de 1 Corintios 9:25-27 Pablo compara la vida de una persona creyente con los intentos de un atleta para obtener la victoria en una competencia. Ambos implican dominar el cuerpo de uno mismo. Esta no es una precondición para la salvación, sino una manera para obtener la victoria sobre la carne después que hemos sido salvos y salvas. Por consiguiente, este versículo no es acerca de la salvación, sino acerca de vivir una vida cristiana victoriosa.

En 1 Corintios 3:15 Pablo escribió que aún si todas nuestras obras humanas son quemadas en el fuego, aún seremos salvos. En otras palabras, aún si todos nuestros intentos de dominar nuestro cuerpo resultan en un fracaso en vez de una victoria, nuestra salvación no se verá afectada.

Respuesta dada por el hermano Jack Kelley en su ebook: La Seguridad Eterna

viernes, 30 de junio de 2017

La Seguridad Eterna y la Marca de la Bestia


Pregunta: Relativamente soy un cristiano nuevo y he estado preocupado con el tema de la salvación condicional versus la eterna desde el principio de mi caminar. Su sitio web me ha proveído con un tremendo alivio para este problema y le estoy muy agradecido. Sin embargo, recientemente me llamó la atención un seguidor de la salvación condicional que durante los tiempos del fin, con un solo pecado puede uno ser condenado eternamente — ponerse la marca de la bestia —.

¿Qué les sucede a las personas cristianas quienes, en un momento de miedo y debilidad, aceptan la marca de la bestia? ¿Serán perdonados, o habrán renunciado a su salvación por ese único acto?

Respuesta: Apocalipsis 14:9-12 dice que ponerse la marca de la bestia es una acto que acarrea consecuencias eternas y que cualquiera que se la pone está perdido sin esperanza.

Pero esto no puede usarse en el debate de la seguridad eterna porque no se aplica a la Iglesia, puesto que la seguridad eterna solamente se le promete a las personas creyentes durante la Era de la Iglesia. Los santos del Antiguo Testamento no recibieron esa seguridad como tampoco la recibirán las personas creyentes de la tribulación. Cuando llegue el momento de ponerse la marca de la bestia, la Iglesia ya tendrá tiempo de haberse ido.

Después de todo, ¿cómo podría Dios garantizar la herencia de los creyentes en Efesios 1:13-14, 2 Corintios 1:21-22 y en otros lugares para luego decirles que ponerse la marca de la bestia dará como resultado que su salvación sea revocada? Él habría roto Su propia promesa.

Respuesta dada por el hermano Jack Kelley en su ebook: La Seguridad Eterna

miércoles, 3 de mayo de 2017

Libro electrónico: La Seguridad Eterna


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La doctrina de la seguridad eterna, o SE (OSAS –Una vez salvos siempre salvos, por sus siglas en inglés) es uno de los tópicos más ardientemente debatidos en todo el cristianismo. ¿La muerte del Señor realmente pagó por todos los pecados de nuestra vida, y por lo tanto les garantiza un lugar en el Cielo a todas las personas creyentes nacidas de nuevo?

O, ¿somos nosotros responsables por los pecados que cometemos después de haber nacido de nuevo, corriendo el riesgo de que nuestro comportamiento después de ser salvos pueda hacer que Dios rescinda Su promesa de salvarnos?

Y, si Dios no rescinde Su promesa, ¿podemos nosotros alejarnos de nuestra relación con Él y efectivamente renunciar a nuestra salvación?

Usted encontrará las respuestas a estas y otras preguntas en este libro, así como las respuestas bíblicas a algunas de las preguntas más frecuentes acerca de la Seguridad Eterna.

Descargue otros ebooks de Jack Kelley:


 

     

lunes, 12 de diciembre de 2016

La Parábola de la Fiesta de Bodas

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley



“Jesús les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.

Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Díganles a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; vengan a las bodas.

Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Vayan, pues, a las salidas de los caminos, y llamen a las bodas a cuantos hallen. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.

Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.

Entonces el rey dijo a los que servían: Átenle de pies y manos, y échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:1-14).

¿Por qué todas las parábolas?

La palabra griega para parábola literalmente significa "establecer al lado de". Una narración terrenal ficticia se establece al lado de una verdad celestial para ayudarnos a expresar su significado. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús porqué le hablaba en parábolas a la gente, Él dijo,

“Porque a ustedes les es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado” (Mateo 13:11-12).

De hecho, esto quiere decir que una parábola tenía la intención de lograr dos cosas: 

1) Instruir a Sus seguidores, y 
2) confundir a todos los demás. 

Estos dos objetivos, aparentemente conflictivos, pueden lograrse porque es el Espíritu Santo quien nos da el entendimiento que necesitamos. Sin el Espíritu Santo ninguna persona puede comprender las cosas de Dios. Pablo lo dijo así,

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

La Parábola de la Fiesta de Bodas es un buen ejemplo de ello. O es muy instructiva o es muy confusa, lo cual depende del conocimiento que uno tenga de la Biblia. (Un conocimiento adecuado de las costumbres judías de las bodas durante los tiempos bíblicos puede ser de ayuda, aunque no es esencial).

El planificador de bodas

Las costumbres judías de las bodas del siglo primero consistían en que el padre del novio estaba a cargo de todo el evento y asumía todos los gastos relacionados con la boda y el banquete posterior. Me he enterado de que en el caso de la realeza o de personas muy adineradas, esto generalmente incluía proveer una prenda de ropa especial que la persona invitada vestía sobre su propia ropa corriente. Esta prenda de ropa para las bodas se le ofrecía a la persona invitada cuando llegaba al evento y de inmediato se la ponía. El rechazo a vestir esa pieza de ropa era un insulto al padre del novio y podía ocasionar que esa persona invitada fuera expulsada de la fiesta. En caso de una reunión de muchas personas, también servía para identificar a las personas invitadas y desanimar a las que no habían sido invitadas.

Como mencioné, las Parábolas de nuestro Señor Jesús son narraciones cuya intención es la de explicar una verdad celestial. Cada persona u objeto son simbólicos de alguien más o de algo más. El entender el simbolismo es crucial para poder descubrir la lección de la Parábola. De hecho, para poder recibir el impacto teológico completo de la parábola se requiere poder tener ese entendimiento.

El Rey representa a Dios el Padre, Su Hijo a nuestro Señor Jesús. Las personas invitadas que declinaron Su invitación simbolizan el rechazo de Israel del Mesías y los siervos que Él envió a invitarlos son los profetas.

¿Conoce usted a la Novia?

Algunas personas dicen que el grupo al que Él envió a Sus siervos para invitarlo representa la Iglesia, pero el simbolismo y el momento no son los correctos. La Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-27), no un grupo de invitados sustitutos de último momento. Puesto que Israel ya había rechazado Su invitación, y la Iglesia (siendo la novia) no necesita una invitación, ¿quiénes pueden ser estos invitados?

Estos invitados tienen que venir de un tiempo después que la Novia ha sido escogida y preparada, porque el banquete de bodas está listo y solamente las personas invitadas hacen falta para que inicien las festividades. Estas personas invitadas conforman un grupo que llamamos los creyentes de la tribulación, y son aquellas personas que llegan a la fe después del Rapto de la Iglesia en Apocalipsis 4 pero antes del banquete de bodas de Apocalipsis 19.

La verdadera lección de la parábola

Esta prenda de ropa para las bodas representa la justicia de Dios. Este es un concepto que ha sido explicado en varias ocasiones tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Isaías describió nuestra justicia como trapos de inmundicia (Isaías 64:6) y la justicia de Dios como “vestiduras de salvación” y “manto de justicia” (Isaías 61:10) en donde la adquisición de estas cualidades está unida a los vestidos que se nos dan en la boda.

“En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).

En Apocalipsis 19 la iglesia ha sido preparada como una novia habiendo sido ataviada con vestidos de lino fino, lo cual representa nuestra justicia. Pero, así como en Isaías 61:10 la justicia, simbolizada por el vestido, le es dada a la novia, la misma no se obtiene comprándola ni ganándola. Pablo dijo que nuestra es la justicia que viene a nosotros por la fe (Romanos 3:21-22).

El hecho de que un invitado es echado en las tinieblas de afuera por no llevar puesto el vestido para las bodas indica que a estas personas invitadas de último momento también se les exigen estar vestidas con las “vestiduras de salvación.” Apocalipsis 16:15 nos dice que los creyentes de la Tribulación deberán “guardas sus ropas.” En otras palabras, estas personas serán responsables de mantener la justicia que se les ha dado por obedecer los mandamientos de Dios y permanecer fieles a Jesús (Apocalipsis 14:12). Solamente a la Iglesia se la ha prometido el regalo de la seguridad eterna.

Por consiguiente, el invitado que ha sido expulsado ha sido el creyente de la tribulación que ahora está tratando de ganar su entrada al banquete vistiendo su propia ropa, habiendo perdido o desechado el “vestido de salvación” que se le había dado. Estaba esperando ganar la entrada en el reino por su propia justicia, la cual es, según Isaías, como trapos de inmundicia a los ojos de Dios.


Hay otro sesgo en la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). El escenario allí es también el momento de la Segunda Venida. Y, de nuevo, la Iglesia no es la dama de honor. La Iglesia es la Novia a la cual no se le puede negar el ingreso al banquete de su propia boda. Las cinco doncellas que fueron excluidas eran los creyentes de la tribulación que habían perdido su salvación ya sea por no obedecer los mandamientos de Dios o por no haber permanecido fieles a Jesús, o ambas cosas. Esto indica su falta de suficiente aceite en sus lámparas, lo cual es simbólico del Espíritu Santo. Puesto que el Espíritu Santo está sellado en la Iglesia como un depósito que garantiza nuestra salvación (Efesios 1:13-14), las doncellas que fueron excluidas del banquete tienen que representar al grupo de personas de después del Rapto de quienes el Espíritu Santo se apartó debido a su falta de fe.

Muchos son los invitados, pero pocos los escogidos (Mateo 22:1-14). Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos lleguen al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Pero ya sea que se trate de la Novia o de los invitados a la boda, la única justicia que nos da la entrada a Su presencia es la que se nos da como un regalo y se acepta por fe (Romanos 3:21-22). Todos ustedes que fueron bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos (Gálatas 3:27). Al que no conoció pecado, por nosotros [Dios] lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Corintios 5:21).

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lunes, 8 de agosto de 2016

E-book: Entendiendo Apocalipsis (pdf)


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Ningún otro libro de la Biblia fue escrito tan específicamente para nuestra generación. De sus 22 capítulos 19 cubren un tiempo que todavía se encuentra en nuestro futuro.

Y ningún otro libro de la Biblia les promete bendiciones a las personas que lo leen, lo escuchan y aceptan lo que está escrito en él.

En resumen, el Libro de Apocalipsis es sin lugar a dudas, el libro más importante que usted podría leer en su vida.

La gente se ha asustado por este libro debido al uso que hace del simbolismo y de referencias crípticas. Al escribir este comentario, he tratado de explicar estas cosas en un lenguaje común y corriente para que sea más fácil entenderlo mientras permanecemos fieles al propósito del libro, el cual es el de informarnos de las cosas que sucederán pronto.

Entonces, seguidamente encontrarán mi comentario sobre el Libro de Apocalipsis.

Jack Kelley

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miércoles, 3 de agosto de 2016

E-book: El Redentor


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¿Tiene curiosidad por invitar al Señor a su vida?

¿Lo ha hecho ya recientemente y quiere saber de qué se trata?

¿Es usted una persona creyente de muchos años que quiere volver a las bases de nuestra fe?

Si su respuesta a cualquiera de estas preguntas es “Sí”, este libro es para usted. Se trata de la intención que tuvo Dios al crearle a usted, lo que le sido robado, y cómo Dios ha estado desde el comienzo del tiempo trabajando para devolvérselo a usted.

Empezamos con una visión de conjunto de las condiciones y circunstancias que llevaron al hombre a estar en un estado de distanciamiento de Dios, seguido por una narración detallada de Su increíble esfuerzo para traernos de regreso a Él. Terminamos con un resumen de lo que Él está haciendo por nosotros ahora y lo que Él ha prometido hacer en el futuro.

Es una explicación clara y concisa de lo que las personas cristianas creen y por qué. Leer este libro le ayudará a usted a entender nuestra fe como nunca antes lo ha hecho. Además, será un regalo ideal para alguien con quien usted ha estado esperando compartir el Evangelio.


Recurso recomendado:

jueves, 21 de julio de 2016

E-book: 7 Cosas que Debemos Saber para Entender la Profecía de los Últimos Días


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Existen siete piezas de información que son esenciales para poder entender la profecía de los últimos días. Estas son las piezas que forman el cimiento fuerte que necesitamos. Éstas son:

1. La Secuencia de los Eventos Principales del Fin de los Tiempos
2. El Destino de los Tres Componentes de la Humanidad
3. El Propósito y Duración de la Gran Tribulación
4. El Propósito del Rapto
5. Las Condiciones que Rodean la Segunda Venida
6. El Propósito y Duración del Milenio, y
7. La Eternidad.

Una vez que las hemos aprendido, estas siete cosas nos ayudarán a evitar errores que han desviado a otras personas fuera de la escena. Las podemos llamar perspectivas o visión de conjunto, o como queramos, pero esta combinación de hechos nos dará la habilidad de colocar todos los versículos proféticos de la Biblia dentro de su propio contexto.

Además, este libro incluye comentarios completos sobre siete profecías importantes concernientes a los Tiempos del Fin los cuales proveen unos antecedentes adicionales con los cuales usted puede aumentar su entendimiento todavía más. (Se enumeran en el orden en que aparecen en el texto de 7 Cosas)

1. Las Setenta Semanas de Daniel, La Profecía Más Importante de la Biblia.
2. La Batalla de Ezequiel 38-39, Cómo es Que Israel Vuelve a Dios.
3. Salmo 83, La Derrota de los Vecinos de Israel.
4. Isaías 17, Un Oráculo Contra Damasco.
5. El Discurso del Monte de los Olivos, El Señor Explica las Señales de Su Segunda Venida.
6. Defendiendo el Rapto Antes de la Tribulación, Por qué la Iglesia Escapará de los Juicios de los Tiempos Finales.
7. El Futuro Templo, En Dónde se Ubicará y Por Qué.

Es una guía completa a la profecía de los tiempos finales en una forma conveniente.

domingo, 16 de agosto de 2015

El Año Sabático (Shemitá)

Un estudio bíblico por Jack Kelley


La mayoría de las personas cristianas nunca habían oído el término “shemitá” sino hasta hace unos pocos meses atrás cuando se lanzó una campaña muy hábil para un nuevo libro que ha sido publicado en ese entonces. Si usted lee el libro, como yo lo hice, descubrirá que el autor le da al año shemitá un mayor significado del que la Biblia le da, haciéndolo la base para un juicio mayor y aún catastrófico, al usar incorrectamente el cautiverio babilónico como su modelo. Y extrañamente, este mayor significado no es para Israel sino para los Estados Unidos. Usted puede pensar cómo es que él pudo hacer ese tipo de salto. Pero usted no tiene que preguntar, porque él ya nos dio la respuesta, la cual la cito del libro.

“Para responder esto, debemos distinguir entre la práctica del shemitá y el shemitá como una señal profética. Solamente a Israel se le requería guardar el shemitah como una práctica. Como una práctica el shemitá se aplica solamente a una nación. Pero como una señal profética puede aplicarse a cualquier nación. Como una práctica, el shemitá sucede regularmente, cada siete años. Pero como una señal no está sujeta a ninguna fecha ni regularidad. Pero cuando sí aparece, se manifestará la esencia del shemitá, su efecto y misterio, en la forma de una señal” (El Misterio del Shemitá, página 76, párrafo 2).

Lo que esto significa es que el autor ha transformado una práctica religiosa regularmente programada, cuya aplicación es para una sola nación, en una señal profética que se puede manifestar a sí misma en juicio en cualquier momento sobre cualquier nación. En el proceso, un año de libertad del trabajo, la cancelación de todas las deudas personales, y la liberación de los esclavos comprados fueron redefinidos como deterioros económicos, recesiones, y depresiones. Del contenido del libro, tal parece que él hizo eso completamente bajo su propia autoridad. Ninguna conclusión similar por algún otro erudito bíblico fue citada como respaldo de ello.

Acerca del Autor

Jack Kelley es un autor cristiano que ha escrito varios libros incluyendo Historias de la Biblia para Niños, la Versión Adulta, Siete Cosas que Usted debe Conocer para Entender las Profecía de los últimos Días y El Redentor. 

Jack fue un exitoso consultor a nivel gerencial que “creció” en una iglesia de una denominación religiosa principal pero que hace 25 años experimentó una conversión radical al Cristianismo Evangélico. Desde ese entonces él ha dedicado la mayor parte de su tiempo en estudiar y enseñar la Biblia, ha conducido estudios a través del occidente de los Estados Unidos y ha servido como profesor, consejero y pastor laico. Él ha hecho varios peregrinajes a Israel y Jordania, y es el autor de todos los artículos de este sitio web. Estos artículos así como sus respuestas a preguntas sobre la Biblia han sido leídos por millones de pastores, profesores y estudiantes alrededor del mundo y que son regularmente utilizados como tópicos de sermones y de enseñanzas en las Escuelas Dominicales. Jack y su familia actualmente residen en la Península de Baja California en México en donde sirven como misioneros voluntarios. (Jack no es el antiguo reportero de USA Today, ni tampoco el antiguo presentador del programa de TV de estrellas y juegos).


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