Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas

martes, 21 de noviembre de 2017

¿Qué es orar en lenguas? ¿Es el orar en lenguas un lenguaje de oración entre Dios y el creyente?



Respuesta: Como un antecedente, favor de leer nuestro artículo sobre “El don de hablar en lenguas”. Hay cuatro pasajes principales en la Escritura que se señalan como evidencia del orar en lenguas: Romanos 8:26; 1 Corintios 14:4-17; Efesios 6:18; y Judas 20. Efesios 6:18 y Judas verso 20 mencionan “orar en el Espíritu”. Sin embargo, las lenguas como lenguaje de oración no es una interpretación adecuada del “orar en el Espíritu”.

Romanos 8:26 nos enseña, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Dos puntos clave hacen altamente improbable que Romanos 8:26 se refiera a las lenguas como un lenguaje de oración. (1) Romanos 8:26 dice que es el Espíritu quien “gime”, no los creyentes. (2) Romanos 8:26 establece que los gemidos del Espíritu “no pueden ser pronunciados”. La esencia misma de hablar en lenguas es la pronunciación de palabras. 

Eso nos deja con 1 Corintios 14:4-17 y especialmente el verso 14, “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”. ¿Qué significa esto? Primero, es muy valioso estudiar el contexto. 1 Corintios capítulo 14 es primeramente una comparación / contraste del don de hablar en lenguas y del don de profecía. Los versos 2-5 aclaran que Pablo veía a la profecía como un don superior al de las lenguas. Al mismo tiempo, Pablo exclama el valor de las lenguas y declara que se alegra de hablar en lenguas más que todos los demás (verso 18).

Hechos capítulo 2 describe la primera aparición del don de lenguas. En el día de Pentecostés, los apóstoles hablaron en lenguas. Hechos capítulo 2 aclara que los apóstoles estaban hablando en lenguas humanas (Hechos 2:6-8). La palabra traducida “lenguas” tanto en Hechos capítulo 2 como en 1 Corintios capítulo 14 es “glossa” que significa “lenguaje”. Es la palabra de la que procede nuestra moderna palabra “glosario”. Hablar en lenguas era la habilidad de hablar en un idioma que no conocías, a fin de comunicar el Evangelio a alguien que hablara esa lengua. En la región multicultural de Corinto, parece que ese don de lenguas era especialmente valorado y prominente. Los creyentes en Corinto podían comunicar mejor el Evangelio y la Palabra de Dios como resultado del don de lenguas. Sin embargo, Pablo hace totalmente claro, que aún este uso de las lenguas, debía ser interpretado, es decir, “traducido” (1 Corintios 14:13, 27). Un creyente de Corinto hablaría en lenguas, ministrando la verdad de Dios a alguien que hablara ese idioma, y entonces ese creyente, u otro creyente en la iglesia, debía interpretar lo que se había hablado, para que toda la asamblea pudiera entender lo que se había dicho. 

Entonces ¿qué es orar en lenguas, y cuál es la diferencia con hablar en lenguas? 1 Corintios 14:13-17 indica que el orar en lenguas también debe ser interpretado. Como resultado, parece que orar en lenguas era ofrecer una oración a Dios. Esta oración ministraría a alguien que hablara ese idioma, pero también necesitaría ser interpretado para que todo el cuerpo de Cristo pudiera ser edificado. 

Esta interpretación no concuerda con aquellas que ven el orar en lenguas como un lenguaje de oración. Esta creencia alternativa puede ser resumida como sigue: el orar en lenguas es un lenguaje de oración personal entre el creyente y Dios (1 Corintios 13:1), que el creyente utiliza para edificarse a sí mismo (1 Corintios 14:4). Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) ¿De qué manera el orar en lenguas puede ser un lenguaje privado de oración, si éste debe ser interpretado? (1 Corintios 14:13-17). (2) ¿Cómo puede el orar en lenguas ser para auto-edificación cuando la Escritura dice que los dones espirituales son para la edificación de la iglesia, y no para uno mismo? (1 Corintios 12:7). (3) ¿Cómo puede ser el orar en lenguas un lenguaje privado de oración, si las lenguas son por “señal a los incrédulos”? (1 Corintios 14:22). (4) La Biblia aclara que no todos poseen el don de lenguas (1 Corintios 12:11, 28-30). ¿Cómo pueden ser las lenguas un don para auto-edificación si no lo poseen todos los creyentes? ¿No necesitamos todos ser edificados? 

Hay una interpretación adicional sobre el orar en lenguas que necesita ser aclarada. Algunos entienden el orar en lenguas como un “código de lenguaje secreto” que evita que Satanás y sus demonios entiendan nuestras oraciones, y que por ello puedan aprovecharse de nosotros. Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) Consistentemente, el Nuevo Testamento describe las lenguas con un lenguaje humano. Es improbable que Satanás y sus demonios no sean capaces de entender los lenguajes humanos. (2) La Biblia registra a incontables creyentes orando en su propio lenguaje, en voz alta, sin preocuparse de que su oración pudiera ser interceptada por Satanás. Aun si Satanás y/o sus demonios escucharan y entendieran las oraciones que hacemos, carecen absolutamente del poder para evitar que Dios responda las oraciones de acuerdo a Su voluntad. Sabemos que Dios escucha nuestras oraciones, y ese hecho hace irrelevante el que Satanás o sus demonios las escuchen y entiendan. 

Después de todo lo dicho, ¿qué hay de los muchos cristianos que han experimentado el orar en lenguas y lo han encontrado muy edificante para ellos mismos? Primero, debemos basar nuestra fe y práctica en las Escrituras, no en experiencias. Debemos ver nuestras experiencias a la luz de la Escritura, no interpretar la Escritura a la luz de nuestras experiencias. Segundo, muchos de los cultos y religiones del mundo, también reportan experiencias de hablar en lenguas / orar en lenguas. Obviamente el Espíritu Santo no concede estos dones a individuos no creyentes. Así que, parece que los demonios pueden imitar el don de hablar en lenguas. Esto debe conducirnos a comparar aún más cuidadosamente nuestras experiencias con la Escritura. Tercero, muchos estudios han mostrado cómo el hablar/orar en lenguas puede ser un comportamiento aprendido. A través del escuchar y observar a otros hablar en lenguas, una persona puede aprender el procedimiento, aún inconscientemente. Esta es la explicación más probable para la gran mayoría de los casos, entre los cristianos que hablan / oran en lenguas. Cuarto, el sentimiento de “auto-edificación” es natural. El cuerpo humano produce adrenalina y endorfina cuando experimenta algo nuevo, excitante, emocionante inducido, y/o desconectado del pensamiento racional.

El orar en lenguas es definitivamente una cuestión sobre la que los cristianos pueden respetuosa y amorosamente acordar o discrepar. Orar en lenguas no es lo que determina la salvación. Orar en lenguas no es lo que separa a los cristianos maduros de los inmaduros. El que el orar en lenguas sea un lenguaje de oración, no es algo fundamental para la fe cristiana. Así que, mientras creamos que la interpretación bíblica de la oración en lenguas nos aleje de la idea de un lenguaje privado de oración para la edificación personal – también reconocemos que muchos de los que lo practican, son nuestros hermanos y hermanas en Cristo, y dignos de nuestro amor y respeto.

Fuente: GotQuestions

jueves, 16 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma (pdf)

Interpretación Escritural

Por Dr. Andy Woods

Haga clic sobre la imagen para descargar el artículo



Cuando se cuenta la historia de la Reforma Protestante, el tema debe abordarse con franqueza y honestidad intelectual. A pesar de las grandes contribuciones de los reformadores protestantes a la fe cristiana, la Reforma Protestante realmente representó una mezcla. Por mucho que los reformadores sean idolatrados hoy, su revolución sólo puede describirse como parcial, en el mejor de los casos.

Una de las mayores contribuciones de la Reforma Protestante al cristianismo implica la restauración de un método perdido de interpretación bíblica. Mientras que los reformadores protestantes aplicaron selectivamente este método a partes de la Biblia, la revolución completa tendría que esperar a las siguientes generaciones, que tomaron el método de interpretación de los reformadores y lo aplicaron a la totalidad de la Palabra de Dios. El propósito de este artículo es contar este otro lado de la historia.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma – Parte 5

Interpretación Escritural




Las Razones de la Inconsistencia de los Reformadores

Con estos vestigios católicos restantes antes mencionados, podríamos preguntarnos, ¿por qué los reformadores protestantes no reformaron también a la iglesia en estas otras áreas?

Se pueden dar varias posibilidades. Quizás estaban cansados. Ya se habían sacrificado mucho y, en algunos casos, en definitiva, con el fin de lograr lo que hicieron. Pedirles que asumieran más allá de sus logros monumentales hubiera sido poco realista, por decir lo menos.

También, estas otras áreas doctrinales que involucran cosas tales como la profecía bíblica no fueron su objetivo. Su batalla principal con la jerarquía católica romana fue sobre el tema de la salvación. Cualquier otro tema teológico estaba sencillamente fuera de su estrecho ámbito.

Interpretación Literal Consistente

A los dispensacionalistas se les debería dar el crédito por completar la revolución interpretativa iniciada por los reformadores protestantes. Los reformadores merecen el crédito a través del empleo de la metodología correcta, una interpretación literal, para una parte de la Biblia. Sin embargo, como se ha demostrado, la Teología Reformada continuó permitiendo mucha alegorización de la Escritura, especialmente con lo relacionado a la Eclesiología y la Escatología.

El Dispensacionalismo, por el contrario, ya que llegó a destacarse aproximadamente dos siglos después de la Reforma, tomó el método de interpretación de la Reforma y aplicó este mismo método a la totalidad de la Escritura.

Cuando se sigue una aplicación del literalismo tan consistente (teniendo en cuenta las figuras del lenguaje cuando son textualmente conspicuas), lo que rápidamente resurge es el Premilenialismo o el Quiliasmo mismo inicialmente propugnado por la escuela de interpretación de Antioquía, que dominó la vida de la iglesia durante sus primeros dos siglos.

Las 95 Tesis de Martín Lutero

Así como los reformadores demostraron que el literalismo era el requisito esencial necesario para restauras las cinco “solas” a la cristiandad, los dispensacionalistas demostraron que el literalismo era también un requisito necesario para restaurar a la cristiandad tanto el Premilenialismo como el Pre-Tribulacionismo (la creencia de que el rapto ocurrirá antes de la futura Tribulación).

Lo que hace que el Dispensacionalismo sea único como sistema teológico no es simplemente su énfasis en un método literal, gramatical, e histórico de interpretación. Muchos sistemas teológicos, como la Teología Reformada, incorporan selectivamente este método. Más bien, el Dispensacionalismo sigue siendo único en su insistencia en aplicar consistentemente el método de interpretación literal a la totalidad de la revelación bíblica. Este enfoque hace que el intérprete reconozca que Israel y la Iglesia son diferentes.

La Restauración del Literalismo de Doctrinas Importantes

Cuando se entiende que Dios tiene programas separados para Israel y la Iglesia, tal teología actúa como un disuasivo natural para que la Iglesia no reclame las promesas terrenales de Israel a través del método de interpretación alegórico. Tal creencia impide que la Iglesia se vea a sí misma como el reinante Nuevo Israel. Y evita que la Iglesia aplique mal la Ley de Moisés a sí misma, como se hizo en la Ginebra de Calvino.

La distinción Israel–Iglesia también le ayuda a la Iglesia a ver que Dios no ha terminado con Israel, sino que tiene un plan especial para el tiempo del fin para él, que se desarrollará a nivel nacional. Comprender este futuro para Israel actúa como una restricción necesaria para frenar los impulsos antisemitas entre la Iglesia dominada por los gentiles en el presente. La distinción Israel–Iglesia proporciona la base adecuada para abrazar un rapto Pre-Tribulación. 

Aunque ninguno de estos conceptos fue recuperado por los reformadores protestantes, y aunque ninguno se encuentra en la Teología Reformada de hoy, aún les debemos a los reformadores una deuda de gratitud, ya que introdujeron la metodología interpretativa literal correcta. 

Dando Gracias

Mientras celebramos el quinientos aniversario de Martín Lutero clavando las noventa y cinco tesis a la puerta de la catedral en Wittenberg, Alemania, regocijémonos en el hecho de que este evento fue usado por Dios para desencadenar lo que ahora se conoce como la Reforma Protestante. Sin embargo, al mismo tiempo, no idolatremos a los reformadores basados en la suposición errónea de que la Reforma curó instantáneamente todos los males eclesiásticos introducidos por el método de interpretación alegórico alejandrino, agustiniano del siglo IV.

La Reforma introdujo progreso doctrinal. Pero, quizás más importante, también proporcionó la semilla de la interpretación literal, que sería usada por las generaciones posteriores para restaurar la integridad y salud doctrinal a la Iglesia de Cristo. 

Lea también:

El Dr. Andy Woods es oriundo de California, donde asistió a la universidad y obtuvo una licenciatura en derecho. En 1998, cambió de rumbo y comenzó a hacer la transición del derecho a la teología, cuando decidió ingresar al seminario.

Finalmente obtuvo un doctorado en exposición bíblica del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente se desempeña como pastor en la Iglesia Bíblica de Sugar Land, en el área de Houston, mientras se desempeña como Presidente del Seminario Teológico Chafer, en Albuquerque, Nuevo México. Es un escritor prolífico y un conferenciante muy solicitado.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article

martes, 7 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma – Parte 4

Interpretación Escritural

Por Dr. Andy Woods



La Literalidad Selectiva de los Reformadores

Aunque los reformadores fueron literales en su enfoque a la Protología (la doctrina de los Principios), la Cristología (la doctrina de Cristo), la Soteriología (la doctrina de la Salvación), y la Bibliología (la doctrina de la Escritura), otras doctrinas, como la Eclesiología (la doctrina de la Iglesia) y la Escatología (la doctrina del Fin), fueron tratadas de una forma completamente diferente. A pesar de su énfasis en la interpretación literal de algunos aspectos de la Escritura, Lutero y Calvino no llegaron lo suficientemente lejos al aplicar una interpretación literal a todas las áreas de la verdad divina. 

De hecho, Calvino parece haber ignorado gran parte de la Palabra profética de Dios. A pesar de haber escrito comentarios sobre casi todos los libros del Nuevo Testamento, Calvino no escribió un comentario sobre el Libro de Apocalipsis. Cuando Calvino prestó atención a los textos proféticos, pareció estar preocupado por emplear el método de interpretación alejandrino y agustiniano, y despreciaba a aquellos que rechazaban su enfoque alegórico. 

La retención de los reformadores del método de interpretación alegórico en el área de la Escatología bíblica también es evidente en la forma en que tomaron las profecías dirigidas a una futura Babilonia y al Anticristo, y las redirigieron para hacer parecer que estas profecías estaban hablando, en cambio, de la iglesia católica romana. Tal interpretación fue avanzada a expensas del sentido literal de estos pasajes.

Debido a que los reformadores espiritualizaron la profecía, rechazaron el Premilenialismo como “opiniones judías”. Mantuvieron el punto de vista Amilenial, que la iglesia católica romana había adoptado de Agustín.

Las Reformas Selectivas de los Reformadores

A pesar del progreso doctrinal de los Reformadores en áreas selectas, es simplemente una cuestión de ingenuidad histórica asumir que hicieron una ruptura clara con el catolicismo romano en el siglo XVI. Por el contrario, como católico romanos que habían intentado inicialmente permanecer dentro de la iglesia católica, arrastraron muchos vestigios del catolicismo romano con ellos hacia su recién nacida Teología Reformada.

Además de la retención del Amilenialismo agustiniano, también había otros vestigios católicos romanos. Uno era la práctica del bautismo de infantes. Lutero consideraba el bautismo de infantes un sacramento y, por lo tanto, un medio de gracia. También, otro vestigio estaba relacionado con la doctrina de la Consubstanciación, que parece ser sólo una ligera modificación de la doctrina de la Transubstanciación.

Aún otro remanente estaba relacionado con la idea de la iglesia católica romana de que ella era el único representante del reino de Dios sobre la tierra. Este fracaso romanista en distinguir entre la Iglesia y el programa del reino terrenal de Dios para Israel se trasladó a la Ginebra de Calvino. Ahí, Calvino intentó reconstruir una sociedad por medio de la imposición de Ley mosaica. Este experimento social dio lugar a funestas consecuencias sociales.

Lutero en el Castillo Wartburg, traduciendo la Biblia al alemán, por Paul Thumann (1834-1908)

Finalmente, debe señalarse que parte del antisemitismo vitriólico de la Edad Media también encontró su camino en el movimiento de la Reforma. Después de todo, fue el respetado y reverenciado reformador de la iglesia, Martín Lutero, quien, al final de su vida y frustrado por la falta de voluntad de los judíos en recibir a Cristo en base a la fe sola, escribió un tratado feroz contra el pueblo judío, titulado, Sobre los Judíos y sus Mentiras. Este tratado contiene numerosas diatribas antisemitas.

Aunque algunos afirman que el nivel de veneno antisemita de Lutero no se encuentra en la obra de Juan Calvino, tal afirmación carece de fundamento. Por ejemplo, observe cómo la corrección de Calvino del distinguido erudito judío, el rabino Barbinel, en el comentario de Calvino sobre Daniel 2:44, dejó al descubierto las verdaderas intenciones del corazón de los reformadores hacia el pueblo judío: “Pero aquí él [el rabino] no sólo traiciona a su ignorancia, sino a su estupidez absoluta, ya que Dios cegó a todo el pueblo que era como perros inquietos…Nunca he encontrado común en algún judío”.

En el quinto y último segmento de nuestra serie, veremos las razones de la inconsistencia de los reformadores, así como la restauración de importantes doctrinas que el literalismo produjo.


Lea también:

El Dr. Andy Woods es oriundo de California, donde asistió a la universidad y obtuvo una licenciatura en derecho. En 1998, cambió de rumbo y comenzó a hacer la transición del derecho a la teología, cuando decidió ingresar al seminario.

Finalmente obtuvo un doctorado en exposición bíblica del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente se desempeña como pastor en la Iglesia Bíblica de Sugar Land, en el área de Houston, mientras se desempeña como Presidente del Seminario Teológico Chafer, en Albuquerque, Nuevo México. Es un escritor prolífico y un conferenciante muy solicitado.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article

lunes, 6 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma – Parte 3

Interpretación Escritural

Por Dr. Andy Woods



La Edad Oscura

La ascendencia de la escuela alejandrina lanzó a la Iglesia a una época a menudo conocida como la Edad Media o incluso “La Edad Oscura”. Durante esta era, el estudio de la profecía del tiempo del fin se volvió casi obsoleto. Esta era dominó la historia de la iglesia durante más de un milenio. Duró desde el siglo IV hasta el siglo XVI.

Durante esta era, sólo una iglesia existía dentro de la cristiandad, la iglesia católica romana. Debido al predominio del método de interpretación alegórico, sólo el clero era considerado calificado para leer e interpretar alegóricamente la Escritura. Una distinción tan aguda entre el clero y los laicos tuvo el efecto neto de eliminar la Biblia para el hombre común.

Este problema se agravó aún más por el analfabetismo generalizado entre la población, que hizo que la Biblia fuera más inaccesible para las masas. Para empeorar las cosas, incluso hasta la época de Lutero, la misa católica romana continuaba siendo leída y conducida en latín, aunque el latín era un lenguaje desconocido para la mayoría de las personas en la época de Lutero. Así pues, aunque muchos iban regularmente a misa, no podían entender lo que estaba siendo comunicado.

Tal analfabetismo bíblico hizo a la gente vulnerable al engaño y la manipulación espiritual. La venta de indulgencias era común a lo largo de la era. La gente no tenía acceso a la Escritura para determinar si el Purgatorio era siquiera un concepto bíblico. Por lo tanto, las autoridades de la iglesia les decían rutinariamente que podían sacar a familiares difuntos del Purgatorio, al pagar la suma monetaria correcta a la iglesia. De hecho, Juan Tetzel, un fraile durante la época de Martín Lutero, bromeó infamemente: “Cuando suena la moneda en el cofre, el alma del Purgatorio surge”.

Estatua de Martín Lutero

La práctica de la venta de indulgencias era tolerada tanto por la iglesia como por las autoridades políticas existentes, dado que servían como una conveniente fuente de recaudación de fondos, necesaria para subsidiar los diversos proyectos de construcción de la iglesia, como la restauración de la Basílica de San Pedro en Roma. 

Además, debido a la inaccesibilidad a la Escritura, las futuras promesas de Dios al pueblo judío no estaban disponibles para servir como una defensa natural o un baluarte contra el antisemitismo del momento. Por lo tanto, el odio desenfrenado contra los judíos continuó sin disminuir y sin oposición. Debido a estas lamentables condiciones, la iglesia tenía una extrema necesidad de un rescate teológico.

El Regreso a la Interpretación Literal

La Reforma Protestante se convirtió en la herramienta que Dios usó para redirigir a la iglesia de regreso al fundamento sólido de Su Palabra eterna. Los reformadores protestantes rescataron a la iglesia del método de interpretación alegórico alejandrino por medio de una aplicación de un método de interpretación literal a áreas selectivas de la Escritura.

Por ejemplo, William Tyndale (1494-1536 d.C.), afirmó: “La Escritura tiene un solo sentido, el cual es el sentido literal”. Lutero también escribió que las Escrituras “son para ser retenidas en su significado más simple posible, y debe entenderse en su sentido gramatical y literal a menos que el contexto lo prohíba claramente”. Calvino escribió en el prefacio de su comentario sobre Romanos: “Es la primera tarea de un intérprete dejar que el autor diga lo que dice, en lugar de atribuirle lo que creemos que debería decir”.

Debido a su adhesión a la interpretación literal, tanto Calvino como Lutero condenaron el método de interpretación alegórico. Lutero denunció el enfoque alegórico de la Escritura con palabras fuertes. Él dijo: “Las alegorías son especulaciones vacías y, por así decirlo, la escoria de la Sagrada Escritura”. “Las alegorías de Orígenes no valen tanto como la suciedad”. “Alegorizar es hacer malabares con la Escritura”. “Alegorizar puede degenerar en un simple juego de monos”. “Las alegorías son embarazosas, absurdas, inventivas, obsoletas y trapos sueltos”.

De manera similar, Calvino rechazó las interpretaciones alegóricas. Él las llamó “juegos frívolos”, y acusó a Orígenes y otros alegoristas de “torturar a la Escritura, en todos los sentidos posibles, del verdadero sentido”.

Los reformadores tampoco quisieron ver la ignorancia bíblica del hombre común explotado con fines financieros, como había sido el caso con la venta de indulgencias. En consecuencia, los reformadores hicieron hincapié en la idea de que la gente ya no tenía que recurrir a un intermediario, como un sacerdote, para recibir y entender la Palabra de Dios. No necesitaban hacerlo porque ya eran sacerdotes (Apocalipsis 1:6).

Esta noción, a menudo llamada “el sacerdocio de todos los creyentes”, también significaba que la Escritura tenía que ser tanto accesible como comprensible para el clero y los laicos por igual. Este nuevo énfasis teológico explica por qué muchos prominentes reformadores, como Tyndale y Lutero, se dispusieron a traducir las Escrituras a lenguajes más allá del latín (como lo había logrado Jerónimo en el siglo IV con su Vulgata Latina), y a los idiomas del hombre común de su propio día. 

El privilegio inherente en la construcción teológica “del sacerdocio de todos los creyentes, también significó que la alfabetización era necesaria para que el hombre común leyera y entendiera la Biblia, así pues, la Reforma introdujo grandes avances en la educación pública, con el propósito de eliminar el analfabetismo. 

En el cuarto segmento de esta serie, veremos la literalidad y las reformas selectivas de los reformadores.


Lea también:



El Dr. Andy Woods es oriundo de California, donde asistió a la universidad y obtuvo una licenciatura en derecho. En 1998, cambió de rumbo y comenzó a hacer la transición del derecho a la teología, cuando decidió ingresar al seminario.

Finalmente obtuvo un doctorado en exposición bíblica del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente se desempeña como pastor en la Iglesia Bíblica de Sugar Land, en el área de Houston, mientras se desempeña como Presidente del Seminario Teológico Chafer, en Albuquerque, Nuevo México. Es un escritor prolífico y un conferenciante muy solicitado.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article

viernes, 3 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma – Parte 2

Interpretación Escritural

Por Dr. Andy Woods



El Triunfo de la Espiritualización

El predominio de la escuela de Antioquía pronto fue eclipsado por la influencia de una escuela competidora ubicada en África del Norte, en la ciudad de Alejandría, Egipto.

La escuela alejandrina introdujo la alegorización como un método para interpretar la Escritura, especialmente la Profecía Bíblica. La alegorización (o espiritualización) consiste en usar el significado literal del texto bíblico sólo como un vehículo para introducir un significado espiritual superior, que sólo es claro para el que está haciendo la alegorización.

Por ejemplo, Filón (25 a.C.–50 d.C.), un influyente alegorizador, quien vivió durante la época de Cristo, vio los cuatro ríos desccritos en Génesis 2:10-14 (Pisón, Gihón, Tigris, Eufrates) no tan sólo como cuatro ríos literales en el Jardín del Edén, ¡pero también representando cuatro partes del alma humana!

¿Qué causó que la Iglesia cristiana rechazara progresivamente el enfoque tradicional y literal propugnado por Antioquía y que, adoptara en su lugar, el método alegórico perfilado por Alejandría? A riesgo de una simplificación excesiva, es probable que hubiera una multiplicidad de factores.

En primer lugar, el enfoque alegórico suplió la necesidad de relevancia y aplicación inmediata en la predicación y enseñanza cristiana. Cuando el texto es alegorizado, puede usarse para satisfacer prácticamente cualquier necesidad emocional, espiritual o psicológica del oyente o lector. 

En segundo lugar, el método alegórico se hizo cada vez más sostenible a medida que los intérpretes se volvieron susceptibles a fusionar la filosofía humana con el proceso de interpretación bíblica.

En tercer lugar, una influencia relacionada fue que Alejandría, Egipto, era un semillero del dualismo gnóstico, que enseñaba que mientras el mundo espiritual era inherentemente bueno, el mundo físico era maligno. Y puesto que creían que el mundo físico era inherentemente malo, los filósofos gnósticos razonaban que las diversas profecías bíblicas relativas a un reino físico en la tierra obviamente no debían tomar literalmente y que, por lo tanto, debían ser espiritualizadas.

Un cuarto factor que llevó a la Iglesia a abrazar el método alegórico de interpretación fue el declive de los creyentes judíos dentro de las filas de la Iglesia. Para cuando Pablo escribió su epístola a los Romanos, los cristianos gentiles estaban en tal ascendencia numérica sobre sus homólogos judíos, que Pablo tuvo que instruir a estos creyentes judíos para que no fueran arrogantes a causa del aparente endurecimiento espiritual de Israel (Romanos 11:13, 17-21).

Dada la familiaridad judía no sólo con el contenido, sino también con una comprensión correcta de la Biblia hebrea, o el Antiguo Testamento, es dudoso que la Iglesia hubiera abrazado el método de interpretación propugnado por la escuela alejandrina, sino los judíos hubiesen conservado su condición de mayoría dentro de la Iglesia. Sin embargo, los cristianos gentiles, que provenían de orígenes paganos, no estaban educados de manera similar. Por lo tanto, eran vulnerables a la sugerencia de que el Antiguo Testamento podía ser espiritualizado, alegorizado y, consecuentemente, marginalizado.

En quinto lugar, el Edicto de Milán de Constantino (313 d.C.), que otorgaba tolerancia religiosa al cristianismo dentro del Imperio Romano, también jugó un papel significativo en el abrazo de la Iglesia al método de interpretación alegórico. Con el toque de una pluma, el cristianismo pasó de un estado perseguido dentro de Roma a uno protegido e incluso elevado.

Una transición tan abrupta de la persecución a la tolerancia, e incluso elevación, convenció a muchos dentro de la Iglesia que el reino de Dios había llegado. Esta nueva creencia les hizo alegorizar muchas de las promesas del reino terrestre relacionadas con el Israel nacional, en realidades actuales espirituales del reino.
Esta convergencia de factores condujo a la ascendencia del método alejandrino de interpretación dentro de la cristiandad.

Alegorizadores Prominentes

Varios intérpretes alegóricos surgieron de la escuela alejandrina. Uno de esos intérpretes fue Orígenes (185–254 d.C.). Pero el alegorizador más influyente fue Agustín (354–430 d.C.). Su libro, La Ciudad de Dios, fue la primera gran sistematización y exposición escrita del Amilenialismo en la historia de la iglesia, y es quizás también el libro más influyente en la historia de la iglesia. Esta obra, más que cualquier otra, lanzó un hechizo alegórico sobre la Iglesia que, como se explicará después, le tomó a la cristiandad más de un milenio para escurrirse de él. 

“Agustín de Hipona”, por Sandro Botticelli (1445-1510)

La Ciudad de Dios alegorizó salvajemente pasajes bíblicos relacionados con el futuro reinado terrenal de Cristo. Por ejemplo, la “primera resurrección” (Apocalipsis 20:4-6) fue reinterpretada para referirse a una regeneración espiritual en lugar de una resurrección futura, física y corporal. También enseñó que la atadura de Satanás simplemente “significa que es más incapaz de seducir a la Iglesia”.

Con respecto al futuro reinado de Cristo de mil años junto con Sus santos (Apocalipsis 20:4). Agustín afirmó que “la Iglesia, incluso ahora, es el reino de Cristo, y el reino de los cielos. En consecuencia, incluso ahora Sus santos reinan con Él”.

Hacia el año 450 d.C., el método de interpretación alejandrino se había arraigado tanto que la Iglesia comenzó a ver al quiliasmo temprano como el producto de los menos iluminados y los menos inteligentes. De hecho, el propio Quiliasmo comenzó a ser visto como una mera fábula, más que el producto de un estudio cuidadoso del texto bíblico.

En el tercer segmento de esta serie, veremos lo que ocurrió en la Edad Oscura y el regreso a la interpretación literal.

Lea también:
Un Fracaso de la Reforma – Parte 1

El Dr. Andy Woods es oriundo de California, donde asistió a la universidad y obtuvo una licenciatura en derecho. En 1998, cambió de rumbo y comenzó a hacer la transición del derecho a la teología, cuando decidió ingresar al seminario.

Finalmente obtuvo un doctorado en exposición bíblica del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente se desempeña como pastor en la Iglesia Bíblica de Sugar Land, en el área de Houston, mientras se desempeña como Presidente del Seminario Teológico Chafer, en Albuquerque, Nuevo México. Es un escritor prolífico y un conferenciante muy solicitado.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
A Failure of the Reformation

jueves, 2 de noviembre de 2017

Un Fracaso de la Reforma – Parte 1

Interpretación Escritural

Por Dr. Andy Woods



Cuando se cuenta la historia de la Reforma Protestante, el tema debe abordarse con franqueza y honestidad intelectual. A pesar de las grandes contribuciones de los reformadores protestantes a la fe cristiana, la Reforma Protestante realmente representó una mezcla. Por mucho que los reformadores sean idolatrados hoy, su revolución sólo puede describirse como parcial, en el mejor de los casos.

Una de las mayores contribuciones de la Reforma Protestante al cristianismo implica la restauración de un método perdido de interpretación bíblica. Mientras que los reformadores protestantes aplicaron selectivamente este método a partes de la Biblia, la revolución completa tendría que esperar a las siguientes generaciones, que tomaron el método de interpretación de los reformadores y lo aplicaron a la totalidad de la Palabra de Dios. El propósito de este artículo es contar este otro lado de la historia.

Interpretación Escritural en la Iglesia Primitiva

Con respecto a la profecía del Antiguo Testamento, incluso una lectura casual demuestra que sus caracteres y escritores bíblicos interpretaron estas profecías en un sentido literal (Mateo 1:18-25: 21:12-13; Juan 12;12-15; Romanos 11:25-27, etc.). Por lo tanto, no es sorprendente descubrir que la segunda generación del cristianismo después de la era apostólica también siguió un enfoque literal al interpretar la profecía bíblica. 

De hecho, lo que saltó a la fama en la historia de la iglesia primitiva fue la escuela en Antioquía de Siria, que interpretaba los temas proféticos de manera literal. Por consiguiente, enseñaban que el reino de Dios no se materializaría sobre la tierra hasta que el Rey, Jesucristo, primero regresara físicamente.

Si bien esta perspectiva es llamada Premilenialismo hoy, era conocida cono quiliasmo en ese momento. La palabra, quiliasmo, viene de la palabra griega, chilia, que significa “mil” y proviene de la duración de mil años del reino de Cristo (generalmente conocido como el Milenio), que es mencionado seis veces en Apocalipsis 20:1-10.

La escuela de Antioquía ejerció tan gran influencia sobre el cristianismo primitivo, que prácticamente casi todos sus líderes más influyentes se destacaron como quiliastas. De hecho, en ese momento, la aceptación del quiliasmo era visto como una prueba para determinar la ortodoxia de alguien. 

Note las palabras del respetado Padre de la Iglesia Justino Mártir (100-160 EC) en su Diálogo con Trifón: “Pero yo y todos los demás cristianos completamente ortodoxos, sabemos que habrá una resurrección de la carne, seguida por mil años en la Jerusalén reconstruida, embelesada y ampliada, tal como fue anunciado por los profetas Ezequiel, Isaías y los otros”.

Con una creencia tan arraigada dentro del cristianismo más temprano con respecto a una interpretación literal de la profecía y un futuro reino terrenal de Cristo, ¿cuándo comenzó el mundo cristiano a cambiar en este tema vital de interpretación?

En el segundo segmento de esta serie, veremos el triunfo de la espiritualización y conoceremos a prominentes alegorizadores.


El Dr. Andy Woods es oriundo de California, donde asistió a la universidad y obtuvo una licenciatura en derecho. En 1998, cambió de rumbo y comenzó a hacer la transición del derecho a la teología, cuando decidió ingresar al seminario.

Finalmente obtuvo un doctorado en exposición bíblica del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente se desempeña como pastor en la Iglesia Bíblica de Sugar Land, en el área de Houston, mientras se desempeña como Presidente del Seminario Teológico Chafer, en Albuquerque, Nuevo México. Es un escritor prolífico y un conferenciante muy solicitado.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
A Failure of the Reformation

domingo, 22 de octubre de 2017

La Reforma 500 Años Después

Observaciones del Editor

Precursores

La pintura de la portada, “Las 95 Tesis de Martín” es de Fernindad Pauweld (1830-1904).


Como verá cuando lea los artículos en esta edición de nuestra revista, la Reforma fue un movimiento titánico que cambió todo.

Pero no se desarrolló en el vacío. Aunque está fechada el 31 de octubre de 1517, cuando un monje católico llamado Martín Lutero lanzó sus desafíos a la doctrina católica, hubo precursores de Lutero, quienes allanaron el camino para la revolución que siguió.

Valdo y Wiclef

Estaba Pedro Valdo (1140-1205) en Francia, quien condenó lo que consideraba como excesos papales y dogmas católicos, incluyendo el purgatorio  y la transubstanciación. En 1170 él comenzó a emplear hombres para traducir la Biblia al idioma común de Francia (esto fue cuando la Biblia sólo estaba disponible en latín).

Pero el más importante precursor de Lutero fue un teólogo inglés llamado Juan Wiclef (ca. 1324-1384). Disgustado por la inmoralidad de los sacerdotes católicos romanos, Wiclef dio un paso adelante en 1378 y se lanzó como un reformador doctrinal. Condenó las enseñanzas de las indulgencias, la transubstanciación y la infalibilidad papal. Él fue el primer en etiquetar al papa como Anticristo.

Además enseñó que Jesús, y no el papa, es la cabeza de la Iglesia; que la Biblia, y no el papa, es la única autoridad de la verdad; y que la Iglesia debería modelarse según la Iglesia del Nuevo Testamento.

La contribución más importante de Wiclef para la Reforma llegó en 1382, cuando publicó su Nuevo Testamento en inglés, que él y otros habían traducido de la Vulgata Latina.

Juan Huss

Las enseñanzas de Wiclef tuvieron un tremendo efecto sobre un sacerdote checo llamado Juan Huss (1369-1215). Como Wiclef, Huss predicó contra las indulgencias; enseñó que la verdadera Iglesia era el cuerpo de creyentes universal; argumentó que Cristo, y no el papa, es la cabeza de la Iglesia; razonó que las Escrituras deberían ser la fuente final de toda verdad; y mantuvo que la membresía de la iglesia no garantiza la salvación. También defendió que las Escrituras deberían ponerse a la disposición de las personas en sus propios idiomas. 

Huss fue excomulgado por el papa y enviado al exilio. Más tarde fue quemado en la hoguera, y los escritos de Juan Wiclef fueron usados como leña para el fuego. En algunas de sus últimas palabras en 1415, profetizó que surgiría un hombre cuyo llamado a la reforma no podía ser suprimido. Esta profecía se cumplió 100 años después en 1517, cuando Lutero clavó sus 95 Tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio en Wittenberg, Alemania. 

Martín Lutero

Con respecto a Martín Lutero, siempre he tenido emociones encontradas sobre él. Ciertamente debería ser admirado por tener el coraje de oponerse audazmente a la institución más poderosa y corrupta de la Edad Media. Es un milagro de Dios que él no perdió su vida por hacerlo. También admiro su amor por la Palabra de Dios y su deseo de que fuera la fuente de toda la autoridad para la Iglesia. 

Pero estoy mortificado por su virulento antisemitismo y sus propuestas satánicas para ocuparse de los judíos — propuestas que los nazis alegremente instituyeron —.

Los Artículos de Esta Edición

Todos los artículos en esta edición acerca de la Reforma fueron escritos específicamente para esta revista. Algunos tuvieron que ser editados y revisados por su longitud y su lenguaje teológico técnico. El objetivo era hacer que cada artículo fuera lo más legible posible para la persona promedio, sin comprometer la integridad del mensaje del autor. Estoy muy agradecido con cada autor.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Share/Bookmark