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miércoles, 27 de julio de 2016

Video: El Manifiesto Profético del Dr. David Reagan - Parte 2 (subtitulado)

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Dr. David Reagan: Jesús está a punto de regresar, y la Iglesia en general parece estar ajena al hecho. En la Iglesia de hoy, la profecía bíblica es descuidada, abusada o ridiculizada. La mayoría de los pastores simplemente la ignoran como irrelevante o muy controvertida. Muchos abusan de ella, al espiritualizarlas para darles el significado que quieren. Algunos la descartan como habladurías sin sentido. ¿Qué debería estar haciendo la Iglesia para preparar a los cristianos para el inminente regreso del Señor? Quédense en sintonía.

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miércoles, 20 de julio de 2016

Video: El Manifiesto Profético del Dr. David Reagan - Parte 1 (subtitulado)

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Dr. David Reagan: ¿Cuál es el mensaje de la Biblia acerca del tiempo del fin para Estados Unidos y para la Iglesia? Recientemente lo resumí en un folleto llamado, "Un Manifiesto Profético". No es un mensaje reconfortante, pero es muy necesario. Quédense en sintonía, mientras lo comparto con ustedes.

Vea la segunda parte:

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Ministerio Cordero y León

domingo, 15 de febrero de 2015

Un Manifiesto Profético (pdf)

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Este folleto está titulado, “Un Manifiesto Profético”, no “Un Manifiesto de Profecía”. La diferencia es importante.

Mi propósito no es presentar una profecía dada a mí por Dios. No tengo ninguna de esas profecías.

Mi propósito es compartir algunas verdades aleccionadoras que están basadas en las profecías que Dios le dio a los profetas bíblicos hace miles de años. También están basadas en los principios que la Biblia revela acerca de cómo Dios trata con las naciones.

Probablemente no le va a gustar lo que lea en este folleto. A lo largo de la historia, la gente siempre ha exigido voces proféticas que les aseguren que todo está bien entre ellos y Dios (Isaías 30:10). Han deseado lo que la Biblia llama “profetas de almohadas” (Ezequiel 13:17-23). Y siempre ha habido líderes que han estado más que dispuestos a hacerle cosquillas a los oídos de la gente diciéndoles lo que ellos quieren oír (2 Timoteo 4:3-4).

No me gusta tener que decir lo que voy a expresar en este manifiesto. Pero creo que debe decirse. Es el deber de un vigilante sobre la muralla dar un grito de alarma cuando sea apropiado. Y el momento es ciertamente apropiado aquí en Estados Unidos para dar un grito de advertencia.

Dave Reagan
Primavera del 2012

Para poder descargar y leer este documento, necesitará tener instalado el programa Adober Reader. Descárguelo gratuitamente en el siguiente enlace: 

domingo, 27 de enero de 2013

Un Manifiesto Profético - Parte 4

Una Serie de Súplicas




La urgencia del momento exige acción – acción por parte de todos nosotros.

Una Súplica a los Incrédulos

Si usted nunca ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador personal, oro que lo hará en este momento. El tiempo es corto. Es necesario actuar ahora. Dios ha prolongado su vida hasta este punto debido a que Él no quiere que ninguna perezca, sino que todos puedan ser salvos (2 Pedro 3:9).

Quizá usted piensa que es salvo porque ha sido bautizado o se ha convertido en miembro de una iglesia – o porque se considera una buena persona.

Ninguna de estas cosas salvarán su alma del Infierno. La salvación no es un asunto de rituales religiosos, membresía de una iglesia o buenas obras. Es un asunto de relación. Jesús dijo, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

¿Conoce a Jesús como su Señor y Salvador? ¿Ha comprometido su vida para Él? ¿Está confiando en Él o en sus buenas obras?

Para llegar a conocer a Jesús personalmente y para ser sellado por el Espíritu Santo para salvación, usted debe llegar a Dios en fe por medio de una sencilla oración como ésta:

Querido Padre Celestial, te confieso que soy un pecador y que lo siento mucho por mis pecados. Te doy las gracias por la salvación que haz hecho posible por medio del sacrificio de Tu Hijo. Lo acepto como Señor y Salvador y le doy la bienvenida al poder interior de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, Amén.

Una vez que haya hecho esta oración, busque una iglesia donde crean en la Biblia y donde la Palabra de Dios sea predicada y donde Jesús sea tenido como la única esperanza para este mundo. Haga una confesión pública de su fe en Jesús y bautícese para manifestar su compromiso hacia Él y para simbolizar su propia muerte, sepultura y resurrección como una nueva persona en Cristo (Juan 3:3; 2 Corintios 5:17).

Una Súplica a los Creyentes

Para aquellos de ustedes que verdaderamente han puesto su fe en Jesús como Señor y Salvador, mi súplica es que le darán toda la seriedad a alcanzar a los incrédulos con el mensaje del cercano regreso del Señor. El tiempo es corto. Se requiere una acción urgente.

También oro que examinarán todos los aspectos de su vida para ver dónde han hecho compromisos con el mundo – dónde han permitido sentirse cómodos con el pecado. El Espíritu Santo los está llamando a la santidad en preparación para el inminente regreso del Señor. Identifiquen esas áreas de su vida que no han rendido totalmente al Señor y crucifíquenlas.

Una Súplica a los Pastores

Mi súplica a los pastores es que se comprometerán a estudiar la Palabra Profética de Dios y que entenderán que lo que ella dice lo dice en serio.

Esto les permitirá reconocer las señales de los tiempos y la urgencia del momento. Luego necesitan comunicar este sentido de urgencia a su gente, convenciéndolos que Jesús vuelve pronto. Y necesitan enseñarles cómo pueden prepararse mejor para ese trascendental evento.

Una Súplica a Dios

Querido Padre Celestial, te alabo por las múltiples bendiciones que has dado a nuestra nación – por Padres Fundadores de gran sabiduría, por una libertad sin precedentes, por prosperidad abundante y por el gran gozo de servir como un conducto de Tus bendiciones espirituales al resto del mundo, ya que has utilizado nuestras riquezas e ingenio para comunicar el Evangelio a todas las naciones y para traducir y publicar Tu Palabra en muchos idiomas.

Te agradezco también, Señor, por la gran paciencia que has mostrado hacia nosotros en medio de nuestra rebelión contra Ti. Estoy profundamente adolorido, Señor, de que en nuestro orgullo te hemos abandonado. Reconozco que merecemos totalmente Tu ira, pero oro por misericordia. Oro para que antes de que nos entregues del juicio a la destrucción, hagas surgir un último avivamiento nacional para traer más almas a Tu reino.

Por encima de todo, Señor, oro por el cercano regreso de Tu precioso Hijo. Envíalo rápido, Querido Dios. Envíalo en gloria y majestad, y por medio de Él, por favor inunda este mundo perverso con paz, rectitud y justicia.

¡Maranata!
Amén.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Un Manifiesto Profético - Parte 3

Nuestra Esperanza




¿Hay alguna esperanza para los Estados Unidos? ¡No! Nuestra única esperanza es Jesús y por eso no tenemos ninguna esperanza, porque lo hemos rechazado. Hemos vuelto nuestra espalda al mismo Dios que nos hizo grandes y nos colmó de bendiciones. Hemos olvidado que la Palabra de Dios enseña que “a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:47-48).

Hemos establecido obstinadamente nuestro rumbo. Hemos determinado vivir como nos agrada y no como Dios ha dictado. Hemos programado un rumbo de auto-destrucción y Dios va a permitir que lo hagamos a nuestra manera.

La Falta de Esperanza Nacional

Muchos cristianos profesantes se han engañado a sí mismos al creer que hay esperanza para nuestra nación si tan sólo podemos elegir al Presidente correcto o al partido político correcto para controlar al Congreso. Si ése es su punto de vista, entonces usted se ha preparado para una segura desilusión.

Yo no soy ni Republicano ni Demócrata. Soy un Monarquista, debido a que he dedicado mi vida a hacer todo lo que pueda para ayudar a preparar el camino para la venida del Rey de reyes y Señor de señores, quien reinará en gloria y majestad desde Jerusalén y quien traerá paz, rectitud y justicia a esta tierra.

Permítanme repetir mi punto fundamental a enfatizar: Nuestra única esperanza es Jesús y, dado que le hemos vuelto nuestra espalda, no tenemos ninguna esperanza como nación.

La Abundancia de Esperanza Individual

Pero sí hay esperanza individual para aquellos de nosotros que conocemos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Él ha prometido caminar con nosotros a través del fuego y el agua, consolándonos en nuestros sufrimientos y proveyendo para nuestras necesidades. Él nunca nos olvidará (Isaías 43:1-3-; Salmo 37:25-26).

También tenemos la increíble esperanza del Arrebatamiento de la Iglesia, cuando los creyentes verdaderos serán sacados de este mundo en un parpadeo para estar con Jesús para siempre (1 Tesalonicenses 4:13-18).

Y también hay esperanza para aquellos que serán dejados atrás para enfrentar el terror del derramamiento de la ira de Dios, ya que aun cuando Dios derrama Su ira, Su propósito principal no es castigar, sino llevar a las personas al fin de sí mismas para que se arrepientan y sean salvas (Isaías 26:9).

Eso es gracia. Regocijémonos que nuestro Dios es un Dios de gracia (1 Pedro 5:10). De lo contrario, no habría ninguna esperanza para ninguno de nosotros.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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lunes, 14 de enero de 2013

Un Manifiesto Profético - Parte 2

El Fin de la Era




Jesús está a punto de regresar y la Iglesia en general parece estar ajena al hecho.

En la Iglesia de hoy, la profecía bíblica es descuidada, maltratada o despreciada. La mayoría de los pastores simplemente la ignoran como irrelevante o demasiado controversial. Muchos abusan de ella al espiritualizarla para que signifique lo que sea que ellos quieran. Algunos simplemente la descartan como galimatías sin sentido.

Ironía Profética

La ironía es que todo esto es un cumplimiento de la profecía bíblica del tiempo del fin, señalando el hecho de que verdaderamente estamos viviendo en la época del regreso del Señor:

“Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:3-4).

Solía pensar que esta profecía se refería a los incrédulos – pero a ellos no les podría importar menos el regreso de Jesús. Para ellos el concepto es un mito absurdo.

Son los líderes cristianos los que se están burlando y mofando. Algunos son liberales que son cristianos sólo de nombre. Para ellos, la idea de que Jesús vuelve para reinar sobre el mundo durante mil años es una broma. Lo consideran tan ridículo como el nacimiento virginal o la resurrección.

Otros son verdaderos creyentes que, o bien no saben nada acerca de la profecía bíblica, o bien tiene algún concepto pervertido de ella. Cada vez más están adoptando el concepto antibíblico del Postmilenialismo.

El Punto de Vista Postmilenial

Éste es la idea de que la Iglesia conquistará el mundo, ya sea a través de la acción política o el evangelismo, o una combinación de los dos, y que la Iglesia entonces reinará sobre la tierra durante mil años. Al final de este reinado, la Iglesia entregará el reino a Jesús, quien transportará a la Iglesia al Cielo y quemará la tierra.

¡Pocos conceptos podrían ser más antibíblicos! La Biblia deja en claro que la vasta mayoría de la humanidad siempre rechazará el Evangelio (Mateo 7:13-14). Y la Biblia deja de igual forma en claro que a medida que nos acercamos al final de la Era de la Iglesia, la sociedad se volverá cada vez más malvada en lugar de cada vez más justa (Mateo 24:9-12, 36-39)

Además, el Postmilenialismo se basa en la suposición Humanista del progreso inevitable, el cual, a su vez, se basa en la creencia en la bondad esencial del Hombre. Una vez más, éste es un concepto muy antibíblico. La Biblia enseña que el Hombre nace con una naturaleza pecaminosa que lo hace intrínsecamente malo (Jeremías 17:9).

El hombre no puede elevarse por su propio esfuerzo. Tampoco puede el hombre ser perfeccionado por la educación o la revolución de la sociedad. Dios demostrará esto durante el venidero reino milenial de Jesús. Durante ese tiempo, todo el mundo será inundado con paz, rectitud y justicia. Sin embargo, al final, cuando Satanás sea soltado, será capaz de liderar una rebelión mundial contra Jesús.

El gobierno con vara de hierro de Jesús (Salmo 2:8-9 y Apocalipsis 2:26-27) puede producir conformidad exterior, pero interiormente, habrá resentimiento hirviendo que explotará en abierta rebelión. El hombre no será transformado por la vida en un paraíso en la tierra. Y eso es debido a que la gente sólo puede ser verdaderamente transformada por la morada del Espíritu Santo que viene por medio de la fe en Jesús como Señor y Salvador (2 Corintios 3:17-18).

El Punto de Vista Amilenial

El punto de vista del tiempo del fin que es sostenido por la Iglesia Católica y la mayoría de las denominaciones cristianas de hoy es el Amilenialismo. Es el extraño concepto que el reinado milenial comenzó en la Cruz y continúa hasta nuestros días. Al igual que el punto de vista Postmilenial, éste se basa en una espiritualización de la Escritura – lo cual es una bonita forma de decir que se basa en una rotunda negación de lo que las Escrituras claramente declaran.

La lógica por sí sola es suficiente para destruir el punto de vista Amilenialista. La Biblia enseña que durante el Milenio, la tierra será inundada con paz, rectitud y justicia (Isaías 11:3-9 y Miqueas 4:1-7). ¿Puede alguien realmente discutir con toda seriedad que semejante atmósfera prevalece hoy en día?

La Biblia dice que durante el Milenio, Satanás será atado para que ya no pueda engañar a las naciones del mundo (Apocalipsis 20:1-3). ¿Es eso una realidad presente? Por supuesto que no. Todas las naciones del mundo, sin excepción, son engañadas y existen en un estado de rebelión contra Dios.

La Biblia dice seis veces en el libro de Apocalipsis que el Milenio durará 1,000 años (Apocalipsis 20:2-7). Los amilenialistas dicen que el Milenio comenzó en la Cruz y continuará indefinidamente hasta el regreso de Jesús. ¿Quién tiene la razón? ¿La Biblia o los amilenialistas?

El Punto de Vista Premilenial

Una lectura literal de las profecías de los tiempos del fin, buscando el significado del sentido llano, producirá lo que se llama el punto de vista Premilenial.

Según este punto de vista, la sociedad se desintegrará en los tiempos del fin (2 Timoteo 3:1-5), llegando a ser tan inmoral y violenta como en los días de Noé (Mateo 24:37-39). La Iglesia será sacada del mundo en un evento llamado el Rapto (1  Tesalonicenses 4:13-18), y luego Dios comenzará a derramar Su ira durante un periodo de siete años llamado la Tribulación (Apocalipsis 6-18).

Al final de la Tribulación, Jesús regresará (Apocalipsis 19:11-16). Un gran remanente de los judíos lo aceptarán como su Mesías (Zacarías 12:10; Romanos 9:27 y 11:25-27). Jesús reunirá a estos creyentes judíos en Israel (Deuteronomio 30:1-9) y los establecerá como la nación principal del mundo (Zacarías 8:22-23).

Jesús comenzará entonces Su reinado de mil años desde Jerusalén, tiempo durante el cual la tierra experimentará paz, rectitud y justicia (Miqueas 4:1-7 y Apocalipsis 20:4-6).

La Teología del Reemplazo

Este significado claro de las Escrituras ha sido rechazado por la Iglesia desde el año 400 EC debido al antisemitismo. Los judíos fueron clasificados como “asesinos de Cristo” y se hizo el argumento de que Dios se había “lavado Sus manos de ellos”. Además, se argumentó que la Iglesia había reemplazado a Israel y que se había convertido así en la heredera de las promesas que Dios había dado a los judíos.

La horrible teología que se desarrolló a partir de estas presunciones antibíblicas llegó a ser conocida como Teología del Reemplazo. Ésta sostiene que la Iglesia ha reemplazado a Israel y que Dios no tiene ningún propósito más para los judíos. Por consiguiente, los defensores de esta teología argumentan que la promesa de Dios a los judíos de un reino futuro (Hechos 1:1-9) ha sido anulada y ha sido transferida a la Iglesia.

La Refutación de Pablo

La Teología del Reemplazo es completamente antibíblica, como cualquier lectura de Romanos 9-11 claramente demostrará. En estos capítulos, Pablo afirma las profecías del Antiguo Testamento de que Dios salvará a un gran remanente de los judíos en los tiempos del fin (Romanos 9:27), y que Él cumplirá por ellos todas las promesas que ha hecho al pueblo judío (Romanos 11:36).

Pablo aborda específicamente el asunto de la Teología del Reemplazo en dos lugares en Romanos. En el tercer capítulo, él hace esta pregunta retórica en relación con el pueblo judío: “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? ”. Durante casi 1,600 años, desde el año 400 EC, la Iglesia ha respondido, “¡Sí!”. Pero Pablo responde su pregunta de una forma directamente opuesta al declarar, “De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso…” (Romanos 3:3-4).

En Romanos 11, Pablo aborda este asunto otra vez, usando una vez más una pregunta retórica: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo?” (Romanos 11:1). Y una vez más, la Iglesia siempre ha respondido, “¡Sí!”. Pero Pablo responde diciendo, “En ninguna manera. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció” (Romanos 11:1-2).

Una Verdad Absoluta

Ya sea que a los líderes de la Iglesia les guste o no, Dios les ha prometido a los judíos que un día el Mesías establecerá un reino para ellos y por medio de ese reino Él reinará sobre toda la tierra (Isaías 2:1-4).

No hay excusa para que la Iglesia codicie las promesas que Dios ha hecho al pueblo judío. Dios también ha hecho promesas maravillosas a la Iglesia. Una, por supuesto, es el Arrebatamiento. Otra es la promesa de que reinaremos con Jesús sobre todas las naciones gentiles de la tierra (Daniel 7:13-14, 18,27; Apocalipsis 2:26-27).

Poniéndonos Serios con la Profecía

Es hora de dejar de jugar con la Palabra Profética de Dios. Hay mucho en juego como para simplemente decir, “Todo hombre tiene su propia opinión”.

Jesús está a punto de regresar. Esta Era de la Iglesia está a punto de llegar a un alto estridente. El mundo está en el umbral del tiempo más horrendo de la historia humana – la Gran Tribulación – cuando Dios derramará Su ira en este mundo que lo odia (Apocalipsis 6-18) y la mitad de la humanidad y dos tercios de los judíos serán asesinados en un periodo de sólo siete años (Zacarías 13:7-9).

Sin embargo, a pesar de este horror inminente, los líderes de la Iglesia están haciéndole creer a la gente que el regreso de Jesús es una posibilidad tan remota que es una “distracción” actual para la vida cristiana. ¡Qué tonterías!

La Palabra dice que el regreso de Jesús podría ocurrir en cualquier momento (Mateo 24:36-44).

La Palabra dice que debemos vivir aguardando el regreso de Jesús (Tito 2:11-14).

La Palabra dice que vivir con la expectativa y la esperanza del regreso del Señor producirá santidad en nuestras vidas (1 Juan 3:2-3; 1 Pedro 1:13-16).

La Palabra proporciona señales que debemos vigilar y que marcarán la época del regreso del Señor (Hebreos 10:25; Mateo 24:33).

Hoy, alguien tendría que estar espiritualmente ciego para no discernir el hecho de que el futuro ha llegado. Las antiguas profecías que señalan la época del regreso del Señor están siendo cumplidas antes nuestros propios ojos. Las señales están literalmente gritando el cercano regreso del Señor. Y sin embargo, la mayoría de los líderes de la Iglesia parece estar ciegos a las señales.

La Preservación y la Reunión de los Judíos

¿Cómo, por ejemplo, puede una persona ignorar la reunión sobrenatural del pueblo judío de regreso a su patria desde los cuatro ángulos de la tierra? Esta reunión en incredulidad es la profecía más prolífica en el Antiguo Testamento (Vea Isaías 11:10-12 como ejemplo). Ella es siempre descrita en un contexto del tiempo del fin (Ezequiel 36:22-38).

Jeremías proclama dos veces que cuando la historia termine, ¡el pueblo judío verá atrás y considerará a la reunión actual como un milagro más grande que su liberación de la cautividad egipcia! (Jeremías 16:14-15 y 23:7-8).

Esta reunión comenzó a finales de la década de 1890 y continúa hasta este día – de 40,000 judíos en Israel en 1900 a más de 6 millones hoy.

Ningún otro pueblo en la historia ha sido tan ampliamente esparcido por todo el mundo.

Ningún otro pueblo en la historia ha sido tan odiado y tan sistemáticamente perseguido.

Ningún otro pueblo ha sido sometido a una atrocidad tan atroz como el Holocausto.

Ningún otro pueblo ha estado tan desprovisto de esperanza.

Sin embargo, Dios milagrosamente los preservó, tal como dijo que lo haría (Jeremías 30:11; Jeremías 31:35-37; Isaías 49:14-16 y 2 Samuel 7:24). Y Él los ha reunido, tal como dijo que lo haría (Isaías 11:10-12 y Ezequiel 36:22-24). Pero los líderes cristianos descartan estos milagros de su preservación y reunión como un “accidente de la historia” sin “ninguna importancia profética”. ¡Increíble!

Somos bendecidos de ser la generación que está siendo testigo del cumplimiento de estas profecías y, sin embargo, el cristiano promedio parece no estar consciente de ella y, aun peor, muchos que se dan cuenta de ellas tienen la audacia absoluta de negar que son un cumplimiento de la profecía o de que tengan alguna importancia profética.

Otras Señales del Tiempo del Fin

Hace 2,500 años, el profeta Daniel dijo que en los tiempos del fin el último gran imperio gentil – el Imperio Romano – sería resucitado y que el Anticristo surgiría de él (Daniel 2:31-45). ¿Es el renacimiento del Imperio Romano hoy en día, en la forma de la Unión Europea, un accidente de la historia?

El profeta Zacarías dijo que en los tiempos del fin la nación de Israel volvería a existir y que todas las naciones del mundo vendrían contra ella (Zacarías 12:1-3). ¿Es el renacimiento del Estado de Israel en mayo de 1948 un accidente? ¿Qué acerca de la forma en la que todas las naciones del mundo están actualmente viniendo contra Israel por el tema de quién controlará a Jerusalén?

El profeta Ezequiel dijo que en los tiempos del fin todas las naciones árabes intentarían tomar la tierra de Israel (Ezequiel 35-36). ¿Son sus intentos actuales un accidente de la historia?

Jesús dijo que debíamos vigilar a Jerusalén. Él profetizó que la ciudad sería destruida y los que judíos serían dispersados, pero también profetizó que en los tiempos del fin los judíos regresarían y re-ocuparían la ciudad (Lucas 21:24). ¿Fue la reocupación de la ciudad de Jerusalén por los judíos en junio de 1967 (por primera vez en 1,897 años) un accidente de la historia?

Los profetas del Nuevo Testamento advirtieron que una de las señales principales de los tiempos del fin sería una epidemia de apostasía en la Iglesia (2 Tesalonicenses 2:3; 1 Timoteo 4:1; 2 Timoteo 3:5 y 2 Timoteo 4:1-4). ¿Es la crasa apostasía que estamos experimentando hoy un accidente de la historia?

Ceguera Espiritual

¿Cuál es el problema con la Iglesia de hoy? ¿Por qué hay muchos cristianos y sus líderes ignorando el hecho de que Jesús está a las puertas mismas del Cielo aguardando la orden de Su Padre para regresar? ¿Por qué está la Iglesia tan espiritualmente ciega? ¿Por qué hay tantos pastores enfocados más en igle-crecimiento que en sonar la alarma de que Jesús viene pronto?

De nuevo, la actitud displicente que prevalece acerca del regreso inminente del Señor es un cumplimiento de la profecía del tiempo del fin:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,  y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3-4).

El Engaño de Satanás

Hemos llegado al final de los tiempos del fin, los que empezaron con el establecimiento de la Iglesia el Día de Pentecostés (Hechos 2:14-42, Hebreos 1:2 y 1 Pedro 4:7). De nuevo, estamos viviendo en tiempo prestado. Y Satanás está trabajando horas extras para camuflar el hecho.

Está engañando a las personas para que crean que las profecías de los tiempos del fin no significan lo que dicen.

Está motivando a personas bien intencionadas para que establezcan fechas para el regreso del Señor con el fin de desacreditar la profecía bíblica.

Está convenciendo a los pastores de que la profecía bíblica es una quimera, sin ninguna importancia para el aquí y ahora.

Está convenciendo a los cristianos y a sus líderes de que la profecía bíblica es un rompecabezas chino que nadie puede entender, y que por eso es una pérdida de tiempo estudiarla.

En resumen, existe una conspiración satánica para mantener las verdades de la profecía bíblica en las tinieblas. Satanás no quiere que nadie sepa que Jesús está a punto de regresar. Ni tampoco quiere que nadie sepa que la profecía bíblica revela que cuando Jesús regrese, Satanás será derrotado totalmente y que Jesús será gloriosamente victorioso y vindicado completamente en la historia.

Realidades que Necesitamos Enfrentar

Lo que los pastores necesitan entender son dos verdades fundamentales acerca de la profecía bíblica. La primera es que la predicación de la profecía bíblica puede ser una gran herramienta evangelística, tal como lo fue en el primer sermón del Evangelio que Pedro predicó en Pentecostés (Hechos 2:14-36). Lea ese sermón. No es más que la recitación de una profecía mesiánica tras otra, seguido por afirmaciones de que Jesús cumplió cada profecía.

La segunda verdad es que la predicación de la profecía bíblica puede servir como una gran herramienta de santificación, porque si usted puede convencer a un cristiano de que Jesús realmente va a regresar y que Él podría regresar en cualquier momento, esa persona será motivada a la santidad y el evangelismo.

Seamos realistas: el cristiano promedio no cree más en el regreso inminente de Jesús que lo que cree en Santa Claus o el Conejo de Pascua. Puede creerlo intelectualmente, pero no lo cree con su corazón. Es sólo cuando una proposición se mueve de la mente al corazón que se cree verdaderamente y empezará a tener un impacto en nuestras mentes y acciones.

Los tres hechos más urgentes de nuestro tiempo que necesitan ser proclamados desde todos los púlpitos en Estados Unidos son:

  1. Jesús va a regresar para derramar la ira de Dios y para reinar sobre toda la tierra.

  1. El regreso de Jesús podría ocurrir en cualquier momento – no hay una profecía que deba cumplirse para el Arrebatamiento de la Iglesia ocurra.

  1. Las señales de los tiempos indican que hemos llegado al momento del regreso del Señor.
Estas verdades son como una espada de dos filos. Para los incrédulos, son un llamado para huir de la ira venidera hacia los brazos amorosos de Jesús ahora. Para el creyente, son un llamado a la santidad y el evangelismo.

El Mensaje para el Incrédulo

El incrédulo necesita enfrentar el hecho de que nuestro Dios Creador es un Dios de justicia (Salmo 89:14). Por consiguiente, Él debe tratar con el pecado – de lo contrario, la vida no tiene sentido. Y Dios trata con el pecado en una de dos maneras – ya sea la gracia o la ira (Juan 3:36).

Cada persona en este planeta está viviendo bajo la gracia de Dios o Su ira. Es una cosa terrible ser objeto de la ira de Dios. La Biblia dice que cuando Jesús regrese, los perdidos se arrastrarán a agujeros en el suelo y clamarán a las montañas que caigan sobre ellos, así de grande será la ira de Dios (Isaías 2:19).

Lo más trágico de este escenario es que todo lo que una persona tiene que hacer para moverse de la ira a la gracia es llegar en fe, confesar que es un pecador y recibir a Jesús como Señor y Salvador. La salvación es un regalo gratuito de la gracia de Dios por medio de la fe en Su Mesías, Jesús.  Usted no puede ganarse su salvación (Efesio 2:8-10) y cualquiera que siquiera implique que se puede, es un agente de Satanás.

El Mensaje para los Creyentes

Para los creyentes, el regreso inminente de Jesús es un llamado al evangelismo – compartir el Evangelio con tantas personas como sea posible, tan rápido como sea posible.

El regreso inminente del Señor es también un llamado a los creyentes para que se comprometan a la santidad. En términos prácticos, esto significa hacer a Jesús el señor de todo en su vida – su dinero, su trabajo, su alimento, su entretenimiento – todo.

El Mensaje para los Pastores

Y para esos pastores que sostienen que la profecía es una quimera, sin ninguna relevancia práctica, pregunto, “¿Qué podría ser más relevante que un mensaje que impulsa a los incrédulos hacia Jesús y que motiva a los creyentes a la santidad y el evangelismo?”.

Y eso me lleva a otro punto en relación con los pastores. Se relaciona con el pretexto número uno que los pastores usan para ignorar la enseñanza y la predicación de la Palabra Profética de Dios. A menudo se expresa de esta manera: “No soy Premilenial, o Amilenial o Postmilenial – Soy Panmilenial porque creo que al final todo saldrá como se esperaba”.

Permítame darle una traducción de ese comentario. Lo que el pastor en realidad está diciendo es que es demasiado perezoso para estudiar la profecía y descubrir sus verdades, por lo que ha decidido dejar de lado una tercera parte de la Palabra de Dios y simplemente ignorarla. ¡Y eso es verdaderamente trágico!

El Significado de una Promesa

“¡Jesús viene pronto!” Ésa es la promesa dada por los profetas de la Biblia. Es una promesa hecha a los discípulos de Jesús por ángeles el día que ascendió al Cielo (Hechos 1:9-11). Y es la última promesa que Jesús hizo en las últimas palabras que habló en esta tierra cuando se le apareció al apóstol Juan en la isla de Patmos unos 65 años después de Su muerte y resurrección (Ap. 22:12, 20).

Esa promesa lo significa todo, o no significa nada en absoluto. Para el mundo, no significa nada. Para el cristiano promedio, es algo que ha quedado relegado a un futuro indefinido. Para un verdadero creyente, lo es todo.

Los creyentes verdaderos anhelan diariamente con todo su corazón el regreso del Señor. Comparten el Evangelio en cada oportunidad y viven con un compromiso a la santidad.

Y debido a que viven anhelando el regreso del Señor, serán candidatos para recibir una Corona de Justicia especial cuando estén delante del Señor en su día de juicio:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.  Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:7-8).

          
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Traducido por Donald Dolmus
 En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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jueves, 4 de octubre de 2012

Un Manifiesto Profético - Parte 1

La Muerte de los Estados Unidos




Los Estados Unidos están acabados. Como nación le hemos vuelto nuestra espalda a Dios. Lo hemos expulsado de nuestras escuelas y de la arena pública. Le hemos declarado que se esté fuera de los límites.

Nuestro Rechazo de Dios

Le hemos dado una patada a Aquel que nos hizo grandes y que nos colmó de bendiciones. Estamos en proceso de convertirnos en una nación completamente secular y pagana. Y, en el proceso, estamos cortejando la ira de Dios.

  • Desde 1973 hemos asesinado a nuestros bebés en el vientre de sus madres a una tasa de 4,000 por día, para un total de casi 60 millones, y su sangre clama por venganza.
  • Consumimos más de la mitad de todas las drogas ilegales producidas en el mundo, sin embargo, constituimos sólo el 5% de la población mundial.
  • Gastamos 2.8 billones de dólares en pornografía por Internet, que es más de la mitad del total mundial de 4.9 billones.
  • Nuestro porcentaje de parejas que cohabitan se ha multiplicado por diez desde 1960, totalizando más de 12 millones de parejas de hecho en la actualidad. 
  • Nuestra tasa de divorcio es la más alta de cualquier nación en el mundo. 
  • Cuarenta por ciento de todos nuestros hijos nacen de madres solteras.
  • Gastamos más de 100 billones de dólares por año en juegos de azar.
  • Nuestro principal problema de drogas es el alcohol, produciendo más de 17.6 millones de adultos que son alcohólicos o que tienen problemas con el alcohol.
  • Nuestra nación se ha convertido en un adicto a la deuda, dirigiendo al mundo tanto en deuda pública como en deuda personal.
  • La blasfemia del nombre de Dios, Su Palabra y de Su Hijo se ha vuelto común en nuestros medios de comunicación. 
  • Somos el contaminante moral del planeta tierra a través de la distribución de nuestros programas de televisión y películas inmorales, violentos y blasfemos.  
  • Hemos abandonado a la nación de Israel, exigiendo que entreguen el núcleo de su tierra y que dividan su capital. 
Las Consecuencias de la Rebelión

Nos hemos convertido en una nación que llama a lo bueno malo y a lo malo bueno (Isaías 5:20). Y estamos pagando el precio:

  • Nuestras escuelas se han convertido en escenarios de violencia mortal. 
  • Nuestra población carcelaria está aumentando de forma exponencial, de 500,000 en 1980 a más de 2.5 millones en la actualidad. Más de 7.2 millones de nuestra gente está bajo alguna forma de supervisión correccional. 
  • Más de 1.5 millones de nuestras mujeres se reportan como víctimas de violencia doméstica cada año y se estima que la mayoría de casos nunca son reportados. 
  • Actualmente estamos promediando más de 3 millones de casos de abuso infantil cada año, involucrando a 6 millones de niños. 
  • Experimentamos más de 12 millones de crímenes cada año, más que cualquier otra nación en el mundo. 
  • La violencia entre los adolescentes ha aumentado exponencialmente, con jóvenes matándose entre sí por un par de zapatos de tenis. 
  • Las pandillas están aterrorizando nuestras ciudades. 
  • Incluso los mejores de nuestros barrios ya no son seguros, lo que nos obliga a proteger nuestros hogares con sistemas de seguridad y armas. 
  • Nuestro dinero se está volviendo cada vez más inservible. 
  • Nuestra economía está siendo estrangulada hasta la muerte por un montón de deudas que está más allá de la comprensión. 
  • Nuestras grandes corporaciones y sindicatos son esclavos de la avaricia. 
  • Nuestra sociedad se ha dividido profundamente, fragmentada entre grupos rivales definidos por factores raciales, religiosos y económicos. 
  • Nuestras familias están siendo destruidas por una epidemia de divorcios. 
  • Nuestra industria del entretenimiento consiste de vulgares divirtiendo a bárbaros. 
  • Uno de nuestros negocios de más rápido crecimiento es la práctica pagana de tatuarse y perforarse el cuerpo. 
  • Nuestras universidades y medios de comunicación están controlados por izquierdistas radicales que desprecian a Dios. 
  • Nuestro gobierno federal se ha vuelto muy pesado con burócratas que son insensibles a los contribuyentes. 
  • Nuestros políticos están más preocupados con el poder que por el servicio. 
  • Todos los niveles del gobierno se han vuelto cada vez más opresivos, tratando de regular todos los aspectos de nuestra vida. 
  • La tributación se ha convertido en algo de naturaleza confiscatoria. 
  • Nuestro sistema legal ha sido secuestrado por activistas que desean imponer su voluntad sobre el pueblo, sin importarles lo que el pueblo desea. 
  • Nuestra libertad de expresión está siendo amenazada por la legislación de los “crímenes de odio”. 
  • Nuestras formas de deporte se están volviendo cada vez más violentas, que nos recuerdan a los gladiadores de la antigua Roma. 
  • Nuestra sociedad se ha obsesionado con las estrellas, interesada más en celebridades que en personas de integridad. 
  • Nuestras iglesias están atrapadas en una epidemia de apostasía mientras dejan de lado la Palabra de Dios en un esfuerzo para acomodarse al mundo y obtener su aprobación. 
  • Estamos experimentando un gran desastre natural tras otro en volumen y ferocidad sin precedentes. 
  • Hemos llegado a estar afectados con una plaga de perversión sexual, produciendo un ejército de militantes homosexuales de línea dura.

En resumen, somos un pueblo que nos hemos vueltos insensibles al pecado y, en el proceso, nos hemos olvidado de cómo ruborizarnos (Jeremías 6:15).

Persecución y Alienación

Otra característica negativa de nuestra sociedad es que los verdaderos cristianos creyentes en la Biblia están siendo alienados de la sociedad y están siendo cada vez más objetos de persecución. La velocidad a la que esto ha sucedido es impresionante.

Jim Garlow es un ministro nazareno que pastorea la Iglesia Skyline en La Mesa, California. Es un considerado un experto en la historia de la Iglesia. En una reciente presentación ante la National Religious Broadcasters (Emisores Religiosos Nacionales), el pastor Garlow presentó una visión radical de la relación entre los cristianos creyentes en la Biblia y la sociedad estadounidense:

1607 - 1833 — El Establecimiento (236 años)
1833 - 1918 — La Fuerza Predominante (85 años)
1918 - 1968 — La Fuerza subdominante (50 años)
1968 - 1988 — Una subcultura (20 años)
1988 - 1998 — Una Contra Cultura (10 años)
1998 - 2008 — Una Cultura Antitética (10 años)
2008 - Presente — Una Cultura Perseguida

Cristianismo Cultural

Una abrumadora mayoría de los estadounidenses (85%) dicen ser cristianos, pero la evidencia del Cristianismo en la mayoría de ellos es casi nula. Compran billetes de lotería, frecuentan películas con clasificación R [restringida – ed.], ven programas basura en la televisión, compran pornografía, idolatran a músicos crudos y vulgares, frecuentan clínicas de aborto y compilan una tasa de divorcio igual a la de los que no son cristianos.

Son lo que podríamos llamar “Cristianos Culturales” – nacidos en una familia cristiana, criados para ir a la iglesia, pero sin ninguna relación personal con Jesús.

Otra característica de los Cristianos Culturales es que rara vez (o nunca) leen la Biblia. Esto ha ocasionado una crasa ignorancia y la ruina de la doctrina.

Cristianismo Evangélico

La ignorancia de la Palabra de Dios se ha hecho realidad incluso en el caso de los Cristianos Evangélicos, las mismas personas cuya identidad en el pasado estuvo vinculada a su dependencia de la Biblia como su autoridad máxima en todas las cosas.

Encuestas realizadas por el Barna Group revelan que entre aquellos que afirman ser evangélicos hoy en día:

19% están viviendo con una pareja fuera del matrimonio
37% no creen que la Biblia sea totalmente precisa
45% no creen que Jesús fue sin pecado
52% no creen que Satanás sea real
57% no creen que Jesús sea el único camino a la vida eterna
57% creen que las buenas obras juegan un papel en la obtención de la vida eterna

Como se puede ver en estos resultados de la encuesta, el término, Evangélico, ha perdido su significado.

Confusión Cristiana

No es de extrañar que tengamos a cristianos profesantes votando por candidatos que promueven la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto y los juegos en los casinos. O cristianos profesantes que votan por codicia por el candidato que más les ofrece, sin importar el estilo de vida miserable o las creencias acerca de cuestiones sociales y morales de la persona. O cristianos profesantes que votan sobre la base de la raza o el origen étnico, sin tener en cuenta los puntos de vista del candidato en relación con cuestiones morales vitales.

Encuestas de opinión pública referentes a las creencias fundamentales del Cristianismo consistentemente revelan que el número de los verdaderos cristianos creyentes en la Biblia en Estados Unidos es hoy en día de menos del 10%. No es de extrañar que durante los pasados 50 años nuestra sociedad se haya secularizado y paganizado tan rápidamente.

Somos una nación agitando nuestro puño contra Dios. Estamos literalmente clamando por el juicio de Dios. Dios ha sido muy paciente con nosotros, como lo es siempre. Considere las palabras del profeta Nahúm:

Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. (Nahum 1:2-3a)

Los Pasos a la Destrucción

El primer capítulo de Romanos revela cómo Dios trata con una nación rebelde. El retrocederá, bajará el vallado de protección y permitirá que el mal prospere. El primer resultado de esta acción será el estallido de una revolución sexual que tuvo lugar en esta nación en la década de los 60’s.

Si la nación se niega a arrepentirse, Dios dará un segundo paso hacia atrás, bajará la cobertura de nuevo y una plaga de homosexualidad se desatará (Romanos 1:26-27). Eso ocurrió en nuestro país en la década de los 80’s y se aceleró en la década de los 90’s.

Si la nación continúa en su pecado sin ninguna señal de arrepentimiento, Dios retrocederá una tercera vez, bajará la cobertura de nuevo y la sociedad será entregada a una “mente depravada” que dará lugar a su destrucción (Romanos 1:28-32).

Ha llegado el momento para que Dios nos entregue a una mente depravada – a entregarnos del juicio a la destrucción. Hemos llegado al punto de no retorno, que es identificado por los profetas bíblicos como el punto donde “la herida no puede ser curada” (Jeremías 30:12; Miqueas 1:9 y Nahúm 3:19).

Nuestro Tipo Profético

Sólo otra nación en la historia ha sido tan bendecida como la nuestra y ésa fue la antigua Judá. Al igual que nosotros, se rebelaron contra el Dios que los había bendecido tan ricamente. Y al igual que nosotros, Dios envió profetas para llamarlos al arrepentimiento. Cuando se negaron, Él los golpeó con juicios correctivos.

Cuando persistieron en su rebelión, Dios los entregó del juicio a la destrucción, permitiendo que los babilonios los conquistaran y que se los llevaran lejos de su tierra en cautiverio.

El destino de Judá provocó dos de los versículos más tristes en la Biblia:
Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio (2 Crónicas 36:15-16).

Podemos experimentan un avivamiento temporal, como hizo la antigua Judá cuando el justo rey Josías sucedió al rey monstruo Manasés (2 Crónicas 34-35). Pero cuando Josías fue asesinado, la nación se sumió de nuevo en la tiniebla espiritual y pronto dejó de existir (2 Crónicas 36). El mal simplemente se había vuelto muy arraigado en el tejido de la nación.

Como la antigua Judá, nuestro destino está sellado. Nuestro colapso será tanto repentino como abrumador. ¿Por qué Dios nos debería tratar de manera diferente? Podemos estar seguros de que no lo hará.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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