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viernes, 13 de febrero de 2015

La Recuperación de la Tierra (en pdf)

Israel en la Profecía Bíblica

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lunes, 10 de noviembre de 2014

La Recuperación de la Tierra (Conclusión)

Israel en la Profecía Bíblica



Un Extraño Milagro

En un libro publicado en 2007, un rabino judío ortodoxo estadounidense llamado Menachem Kohen, afirmó que el mayor milagro realizado por Dios durante los últimos 1800 años era uno que ocurría diariamente en la tierra de Palestina — a saber, poca o ninguna lluvia—.24 Él se refiere a éste como un “milagro recurrente”.25 Y afirma que este milagro de sequía era con el fin de cumplir las profecías de Deuteronomio 28, que dice: “Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza…” (Deuteronomio 28:24). Él también señala a otras profecías:

“Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá” (Deuteronomio 28:38).

“Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta” (Deuteronomio 28:42).

Además, el rabino Kohen sostiene que este milagro recurrente de Dios era con el propósito de proteger a la patria judía de la ocupación por parte de extranjeros gentiles. En otras palabras, Dios deliberadamente desoló la tierra para que pudiera ser preservada para los judíos cuando Él los reuniera en los tiempos del fin — momento en el cual la tierra sería reclamada —.26

El Regreso de los Judíos

Así pues, cuando los judíos comenzaron a regresar a su patria en la década de 1890, no encontraron una tierra de la “que fluye leche y miel”. En su lugar, se enfrentaron con tratar de ganarse la vida en un páramo desolado plagado de pantanos infestados de malaria. Pagaron precios exorbitantes por la tierra, y los musulmanes que vivían allí (personas que se consideraban a sí mismos como sirios o turcos), se reían de camino hacia el banco.           

Trabajadores de un kibutz a comienzos de 1900.

Los judíos se organizaron en comunidades tipo fortalezas llamadas un kibutz o un moshav.27 Éstas eran granjas colectivas que proporcionaban ayuda mutua a sus miembros y protección contra los ataques árabes.
 

Recuperando la Tierra

Los pioneros se pusieron a trabajar de inmediato, tratando de drenar los pantanos y de deshacerse de los mosquitos infectados con malaria. Árboles de eucalipto fueron importados de Australia y se plantaron alrededor de los perímetros de los pantanos.28 Fueron seleccionados debido a su reputación para absorber grandes cantidades de agua. Cuando éstos demostraron ser insuficientes, se excavaron canales para drenar los pantanos hasta el mar.29

Drenando el Río Fuara en la Bahía de Haifa, 1929.

Al mismo tiempo, los pioneros comenzaron a reforestar los bosques de Israel. Ésta era una necesidad muy seria. Desde el Mar de Galilea hacia el sur, todos los árboles habían sido talados. En la zona de Galilea en el norte, sólo quedaban 15,000 árboles.30 Habían sido cortados para leña y uso militar, y algunos bosques habían sido quemados con fines de caza.31 Los últimos restos considerables de bosques habían sido cortados en tiempos modernos para alimentar los motores de los trenes turcos.32 Creo que también es interesante observar que los turcos gravaban los árboles, ¡así que había un incentivo a cortar los árboles para aliviar la carga tributaria!33

A medida que los árboles eran plantados y la tierra despejada de piedras para que pudiera volverse a cultivar, la lluvia comenzó a aumentar milagrosamente. Durante el siglo XX, incrementó un 10 por ciento cada década, ¡para un aumento total de más del 100 por ciento!34

El FNJ

La clave para la recuperación de la tierra de Israel lo demostró ser una increíble organización llamada El Fondo Nacional Judío.35 Fue establecida en el Quinto Congreso Sionista en Basilea, Suiza, en 1901. Su único propósito era adquirir y desarrollar tierra para la ocupación judía.

Además de depender de donantes ricos, el FNJ recaudó dinero de forma sencilla mediante la distribución de cajas de recolección a hogares judíos. Éstas llegaron a ser conocidas como “Las Cajas Azules”. Durante el periodo de las dos guerras mundiales, cerca de un millón de estas cajas de recolección de lata fueron distribuidas a hogares judíos a lo largo del mundo.36 Desde 1902 hasta a fines de 1940, el FNJ también vendió coloridas estampillas para recaudar dinero.37

El FNJ compró su primera parcela de tierra en 1903. Ésta consistía de 50 hectáreas en Hadera, ubicada en la costa mediterránea, a unas 30 millas al norte de Tel Aviv.38 La organización desempeñó un papel central en el establecimiento de la primera ciudad judía moderna — Tel Aviv en 1909 —.39 Para 1927, el FNJ había comprado un total de más de 50,000 hectáreas de tierra, en las que permanecían 50 comunidades.40 En vísperas de la declaración de estadidad en mayo de 1948, el FNJ había adquirido 231,290 hectáreas de tierra.41

El registro de los logros del FNJ al comienzo del Siglo XXI era verdaderamente notable. La organización poseía 13 por ciento del total de la tierra de Israel, y había plantado más de 250 millones de árboles. También había construido 180 presas y embalses; desarrollado 25,000 hectáreas de tierra y establecido más de 1,000 parques.42  

Reforestación

Uno de los principales proyectos del FNJ a lo largo de su historia ha sido la reforestación. La Biblia misma ha servido a menudo como guía. Por ejemplo, una de las máximas autoridades de Israel en cuanto a reforestación, recordó que Abraham plantó árboles de tamariscos en Beerseba, situada en la parte sur del Desierto del Negev. Siguiendo el ejemplo de Abraham, más de 2 millones de árboles fueron plantados en la misma zona, y se descubrió que el tamarisco prospera en áreas de lluvias escasas.43

 Plantación de árboles en Galilea, en los 1960’s.

Como se ha señalado antes, más de 250 millones de árboles fueron plantados en Israel durante el Siglo XX (¡y yo personalmente planté al menos 100 de ellos!). Israel fue la única nación en el mundo en entrar al Siglo XX con una ganancia neta de árboles.44

Conservación del Agua

La conservación y distribución del agua también ha desempeñado un papel clave en la recuperación de Israel de su tierra. La principal necesidad era idear un método para transferir agua del Mar de Galilea, en el norte, hasta las principales ciudades en el sur y al Desierto del Negev en el extremo sur.

En 1953, comenzó la construcción de un acueducto que transportaría agua desde el Mar de Galilea hasta el Desierto del Negev en un complejo sistema de tuberías gigantes, canales abiertos, túneles, embalses y estaciones de bombeo descomunales. El Acueducto Nacional fue inaugurado en 1964, con el 80 por ciento de su agua siendo designada para la agricultura y el 20 por ciento para agua potable.45

Otro elemento clave fue el desarrollo del riego por goteo, mediante el cual tuberías flexibles fueron extendidas sobre el suelo con agujeros en ellas para distribuir el agua preciosa en la base de cada planta. Esta innovación detuvo el desperdicio de agua que se producía a través de la evaporación cuando la irrigación se hacía rociando el agua al aire.46

 Planta de desalinización en la costa israelí del Mediterráneo, cerca de la ciudad de Asdod.

A medida que los inmigrantes han seguido llegando a Israel en los últimos años, la demanda de agua ha aumentado considerablemente. La última innovación para satisfacer esas necesidades es la desalinización del agua de mar. Las plantas de desalinización se están construyendo a lo largo de la costa mediterránea de Israel. La desalinización ya proporciona 300 millones de metros cúbicos de agua por año — casi el 40 por ciento de las necesidades de agua de la nación —.47 Una nueva planta cerca de Tel Aviv que abrirá este verano producirá 7 millones de galones de agua potable por hora.48

Agricultura

El resultado de todos estos esfuerzos de recuperación ha sido fenomenal.  La tierra que estaba desolada al comienzo del Siglo XX es ahora el granero del Medio Oriente. La nación es ahora más que autosuficiente. Exporta productos agrícolas tanto a países árabes del Medio Oriente como a naciones de Europa.

Cuando la gente piensa en los judíos, normalmente piensa en personas que se han destacado en el área de las finanzas. Pero los judíos modernos en Israel han dejado su huella en la producción agrícola, destreza militar y, en años más recientes, la innovación agrícola.

Debido a la diversidad de la tierra y el clima de todo el país, y a todos los esfuerzos de recuperación, Israel es capaz de producir una amplia gama de cultivos. Los cultivos incluyen trigo, sorgo, maíz y algodón. Las frutas y verduras cultivadas incluyen cítricos, aguacates, kiwis, guayabas, mangos y uvas. Adicionalmente, tomates, pepinos, pimientos, el calabacín y el melón se cultivan comúnmente en todo el país. Las áreas subtropicales producen plátanos y dátiles; mientras que en las colinas del norte, se cultivan manzanas, peras y cerezas.49


 La plantación de árboles continúa en Israel hoy en día.

Las industrias lácteas de Israel producen las mayores cantidades de leche por animal en el mundo.50 Israel es uno de los principales productores y exportadores de cítricos frescos, incluyendo naranjas, toronjas y mandarinas.51 Los israelíes han desarrollado las primeras variedades de tomate de larga vida útil del mundo.52 Israel cultiva vastas cantidades de flores para la exportación.53 E Israel es el líder mundial en investigación y desarrollo agrícola.54

Hoy en día, Israel se está enfocando en la transformación ecológica del Desierto del Negev, que constituye el 55 por ciento de la tierra de la nación. Han ideado técnicas de conservación del agua para ahorrar una pulgada de lluvia al año en el Negev. También han diseñado genéticamente plantas que crecen en los reservorios de agua salobre que existen debajo de la superficie del desierto.

Como resultado de estos esfuerzos, medio millón de judíos viven ahora en el desierto, en 250 asentamientos agrícolas prósperos.55 La Sociedad Americana de Ciencias Hortícolas declaró recientemente que la tecnología agrícola del desierto de Israel es “uno de los avances más significativos en la producción de alimentos de los últimos 1,000 años”.56 Hoy en día, más de 10,000 especialistas en agua salobre israelíes están entrenando agrónomos y aldeas en 54 países de todo el mundo.57

Quizás la cosa más asombrosa que puede decirse acerca de la recuperación de la tierra y la agricultura que ésta ha producido es que las Naciones Unidas, que normalmente se especializa en condenar a Israel, ha declarado que Israel es “la tierra agrícola más eficiente del planeta”.58

Profecía Cumplida

¿Puede haber alguna duda que la asombrosa profecía de Ezequiel acerca de la recuperación de la tierra de Israel en los tiempos del fin se ha cumplido? Léala de nuevo (Ezequiel 36:34-35):

Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron. Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas.

O considere esta profecía de Isaías (Isaías 51:3):

Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.

De igual manera, ¿puede haber alguna duda de que el cumplimiento de estas profecías indica que estamos viviendo en la época del regreso del Señor? ¡Maranata!

Notas

24) Rabbi Menachem Kohen, Prophecies for the Era of Muslim Terror: A Torah Perspective on World Events (Brooklyn, NY: Lambda Publishers, 2007).
25) Ibid., page 21.
26) Ibid., pages 28-33.
27) Jewish Virtual Library, "The Kibbutz," www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Society_&_Culture/kibbutz.html.
28) Jewish Federation of Jacksonville, "History of Hadera-Eiron Region." http://jewishjacksonville.org/page.aspx?id=212161.
29) M. G. Wolman and F. G. A. Fournier, editors, Land Transformation in Agriculture (Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, 1987), chapter 8 by D. H. K. Amiran, "Land Transformation in Israel," page 295.
30) Roy Allan Anderson and Jay Milton Hoffman, All Eyes on Israel (Ft. Worth, TX: Harvest Press, Inc., 1975. Revised edition in 1977), page 37.
31) Wolman and Fournier, Land Transformation in Agriculture, page 292.
32) Ibid., page 6.
33) Hearings before the Committee on Foreign Affairs of the House of Representatives of the Sixty-Seventh Congress of the United States, "Establishment of a National Home in Palestine," 1922, page 8.
34) Grant Jeffrey, "Revelation in our Generation?" http://www.theforbiddenknowledge.com/hardtruth/revelation_our_generation.htm. (An excerpt from Jeffrey's book, The Signature of God published by Thomas Nelson in 1998.).
35) Jewish National Fund, "Our History," www.jnf.org/about-jnf/history.
36) Wikipedia, "Jewish National Fund," http://en.wikipedia.org/wiki/Jewish_National_Fund, page 2.
37) Ibid.
38) Jewish National Fund, "Our History," page 1.
39) Ibid.
40) Ibid.
41) Wikipedia, "Jewish National Fund," page 2.
42) Jewish National Fund, "Our History," page 4.
43) Anderson and Hoffman, All Eyes on Israel, page 35.
44) Jewish National Fund, "Caring for the Land and Our People," www.jnf.ca/history-nav.html, page 1.
45) Wikipedia, "National Water Carrier of Israel," http://en.wikipedia.org/wiki/National_Water_Carrier_of_Israel, page 2.
46) Jon Fedler, "Israeli Agriculture: Coping with Growth," www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/agriculture/aggrowth.html, page 3.
47) Ben Sales, "Water surplus in Israel? With desalination, once unthinkable is possible," www.jta.org, page 2.
48) Sales, page 1.
49) Wikipedia, "Agriculture in Israel," https://en.wikipedia.org/wiki/Agriculture_in_Israel, page 3. See also: Jon Fedler, "Israeli Agriculture: Coping with Growth," www.jewishvirtuallibrary.org, pages 7-8.
50) Wikipedia, "Agriculture in Israel," pages 3-4, and Fedler, "Israeli Agriculture..." page 8.
51) Wikipedia, "Agriculture in Israel," page 4.
52) Ibid.
53) Ibid., page 5. See also: Fedler, "Israeli Agriculture..." page 11.
54) Jon Fedler, "Israeli Agriculture..." pages 2-3, 6-7. See also: Wikipedia, "Agriculture in Israel," page 5.
55) Jonathan D. Auerback, "Turning sand into land: Desert farms in Israel grow lush crops from sand and salty water," The Christian Science Monitor, May 19, 1987, page 1.
56) Auerback, "Turning sand into land..." page 3.
57) Ibid.

58) Grant Jeffrey, "Revelation in our Generation?" (See #34 above).


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

Courtesy of:


sábado, 31 de mayo de 2014

La Recuperación de la Tierra - Parte 1

Israel en la Profecía Bíblica





Antes de que los hijos de Israel entraran a la Tierra Prometida, Dios les habló de una serie de severas advertencias por medio de Moisés, su líder y profeta. Las advertencias están registradas en Deuteronomio 28 y 29.

Estos capítulos constituyen el Pacto de la Tierra de Dios con el pueblo judío. En este pacto, Dios dejó en claro que aunque Él le había dado al pueblo judío un título eterno de la tierra, su disfrute de ella dependería de su obediencia a las leyes que Él les había dado en el Pacto Mosaico.

La Esperanza de Bendiciones


El Pacto de la Tierra comienza con promesas de bendiciones si son obedientes (Deuteronomio 28:1-2):

Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios…

Moisés procedió entonces a enumerar las bendiciones en detalle. Éstas incluían cosas como la abundancia agrícola, la derrota de los enemigos, prosperidad financiera y lluvia abundante (Deuteronomio 1:3-13).

La Advertencia de Maldiciones


Pero entonces, Moisés comenzó a declarar advertencias acerca de maldiciones que caerían sobre ellos si eran desobedientes al Señor (Deuteronomio 1:15ss.). La variedad de estas maldiciones era impresionante — ciudades en caos, juventud en rebelión, una epidemia de divorcios, políticas gubernamentales confusas, derrotas por sus enemigos, enfermedad galopante, sequía que llevaría a la pérdida de cosechas, dominación extranjera e incluso exilio a una tierra extraña—.

Moisés concluyó la lista con una explicación detallada de lo que sería el juicio definitivo de Dios, en caso de que llegaran a arraigarse en rebelión y se negaran a arrepentirse (Deuteronomio 28:64-67):

Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.

En resumen, el castigo definitivo que el pueblo judío recibiría por la rebelión deliberada e impenitente contra la Palabra de Dios, sería la expulsión de su tierra, su dispersión por todo el mundo y su persecución a donde quiera que fueran.

La Maldición sobre la Tierra


Tampoco eso sería todo. Moisés declaró además que Dios pondría una maldición sobre su tierra y, como resultado de esa maldición, la tierra se llenaría de enfermedades y plagas (Deuteronomio 29:22), y la propia tierra llegaría a estar “abrasada; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna,…” (Deuteronomio 29:23).

La maldición sería tan terrible, que cuando los extranjeros vinieran a visitar la tierra, exclamarían, “¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?” (Deuteronomio 29:24). Y la respuesta sería: “Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres… y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos… Por tanto, se encendió la ira de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación.…” (Deuteronomio 29:25-28).

La Promesa de Esperanza


Afortunadamente para el pueblo judío, Moisés no terminó ahí. Él procedió a pronunciar algunas palabras de esperanza. Les aseguró que si alguna vez eran esparcidos por todo el mundo, llegaría un día cuando Dios en Su compasión los “restauraría de su cautividad”, al reunirlos de vuelta en su patria (Deuteronomio 30:3). “Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará” (Deuteronomio 30:4).

El profeta Ezequiel retomó a partir de ahí, profetizando lo que le pasaría a la tierra cuando el pueblo judío fuera reunido a ella (Ezequiel 36:34-35):

Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron. Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas.

Cumplimiento Profético


¡Qué panorama tan increíble de eventos futuros que se han cumplido precisamente en detalle!

Después de que el pueblo judío ocupó su Tierra Prometida, bajo el liderazgo de Josué, inmediatamente comenzaron a desviarse de la Palabra de Dios. Violaron el mandato de Dios de no casarse con los pueblos paganos de la tierra. A medida que lo hicieron, comenzaron a adorar a los falsos dioses de estos pueblos.

Dios respondió enviando profetas para llamarlos al arrepentimiento. Cuando se negaron a arrepentirse, Dios comenzó a afligirlos con las maldiciones que Moisés había esbozado en sus advertencias. Finalmente, tal como Moisés había profetizado, fueron llevados al exilio. Después de que Dios les permitió regresar, persistieron en su rebelión, consumando con el rechazo del Mesías que Dios les envió.

Fue en ese momento que Dios les permitió a los romanos destruir a Jerusalén en el año 70 EC, incluyendo al Templo judío. Esto comenzó el proceso de su expulsión de la tierra y su dispersión mundial, un proceso que se aceleró después de la Segunda Revuelta Judía en 132-136 EC.

Durante los siguientes 1800 años, los judíos fueron esparcidos literalmente a los cuatro ángulos de la tierra, en cumplimiento de la profecía de Moisés. Y, en cumplimiento adicional de esa profecía, fueron perseguidos a dondequiera que fueron, y su patria se volvió totalmente desolada.

La Naturaleza de la Tierra Prometida


Tenga en cuenta que su patria era una de gran abundancia cuando el pueblo judío entró en ella, unos 1400 años antes de la época de Jesús. Así es cómo Moisés la describió (Deuteronomio 8:7-9):

…Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.

Moisés además caracterizó la tierra de una forma muy diferente a la tierra árida de Egipto, debido a que ésta “bebe las aguas de la lluvia del cielo” (Deuteronomio 11:10-11). Moisés también la describió como “tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin” (Deuteronomio 11:12). Ezequiel afirmó esta evaluación de la tierra muchos años después, cuando escribió que Dios le juró al pueblo judío que Él los sacaría de la tierra de Egipto a una tierra “que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras” (Ezequiel 20:6-7, 15).

La Desolación de la Tierra


Sin embargo, tal como fue profetizado, esta tierra gloriosa se convirtió en “morada de chacales” y “un montón de ruinas” (Jeremías 9:11).

Las lluvias disminuyeron, los árboles fueron talados, el suelo superior se erosionó y la sedimentación excesiva en los valles produjo el anegamiento y la creación de pantanos. Con los pantanos, vino un brote de malaria que debilitó a la población y que condujo al abandono de villas y de la tierra anteriormente cultivada.1


Las áridas afueras de Jerusalén en 1938.

La tierra se volvió repugnante, y durante los 1800 años que los judíos estuvieron fuera exiliados de ella, nadie realmente la deseaba. Se convirtió en un páramo desolado, y Jerusalén se volvió una incubadora de enfermedades. Para comienzos del siglo XIX, era un lugar que la gente evitaba, excepto por los más fanáticos peregrinos cristianos — como los rusos, que caminarían todo el camino hasta la Tierra Santa y morirían allí—.

En mi biblioteca tengo un número de libros escritos en el siglo XIX por exploradores occidentales, quienes escribieron descripciones gráficas de la tierra. A continuación algunos ejemplos:

1855


En 1855, un doctor estadounidense, llamado Jonathan Miesse, viajó a la Tierra Santa y publicó sus recuerdos en 1859, en un libro titulado A Journey to Egypt and Palestine [Un Viaje a Egipto y Palestina].2 (Israel había sido renombrado Palestina por los romanos y aún era llamado así en el siglo XIX).3

…en el presente, casi tres mil años después de David, el país es presa de las bestias salvajes, y de los beduinos más salvajes; y de los habitantes, cada uno planta apenas lo suficiente para satisfacer sus mayores necesidades corporales; todo exceso los beduinos se lo llevarán, y lo que ellos dejan atrás, los gobernantes turcos lo confiscarán.

Su referencia a los turcos indicaba otra maldición sobre la tierra. El Imperio Otomano y los turcos habían tomado control de la tierra en 1516, y rápidamente establecieron una reputación de incompetencia y corrupción administrativas.

1867


Doce años después, un periodista estadounidense, llamado Mark Twain, hizo un viaje a Palestina. Él publicó sus impresiones en 1869, en un libro titulado The Innocents Abroad [Los Inocentes en el Extranjero].4 Fue el libro que hizo famoso a Twain. Él describió a Palestina como una “tierra abrasadora, desnuda y sin árboles”.5


Mark Twain en 1867.

Con respecto al área del Mar de Galilea, en particular, Twain escribió, “No hay ni una villa solitaria…Hay dos o tres pequeños clústeres de tiendas de beduinos, pero ni una sola habitación permanente. Uno puede viajar diez millas, por aquí, y no ver diez seres humanos”. Luego, refiriéndose a la profecía bíblica, escribió: “A esta región, las profecías aplican: ‘Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren’” (Levítico 26:32).6

Una referencia a la profecía cumplida en este pasaje es notable, puesto que Mark Twain no era un creyente. Más aun cuando usted considera que él añadió esta declaración: “Ningún hombre puede permanecer aquí [en esta área desierta] y decir que la profecía no se ha cumplido”.7

Con relación al Valle de Jezreel, (o el Valle de Armagedón, como los cristianos lo llaman), Twain observó, “Hay aquí una desolación que ni siquiera la imaginación puede agraciar con la pompa de la vida y la acción”.8 Él describió el altiplano central de Samaria indicando, “Apenas había un árbol o un arbusto en cualquier parte. Incluso el olivo y el cactus, amigos de un suelo inútil, habían casi abandonado el país”.9

Continuando con su descripción de Samaria, escribió: “No existe ningún paisaje que sea más agotador para el ojo que aquél que delimita las cercanías de Jerusalén”.10

La descripción resumida de Twain de la tierra era triste: “…ciertamente es monótona y nada invitadora…Es una tierra sin esperanza, triste y descorazonadora”.11

Twain concluyó sus observaciones acerca de Palestina a mediados del siglo XIX con estas conmovedoras palabras: “Palestina se sienta en cilicio y cenizas… ¿y por qué debería ser de otra manera? ¿Puede la maldición de la Deidad embellecer una tierra?”.12

1884


Otro turista estadounidense, Henry M. Field, publicó un libro acerca de su viaje a Palestina en 1884. Escribió acerca del paisaje desolado y sin árboles de la siguiente manera:13

El país parecía desierto de habitaciones humanas…Su apariencia se hacía aun más desolada por estar sin árboles. Mientras cabalgaba entre las colinas, no vi un solo árbol. Si esto se debe al impuesto del gobierno sobre los árboles, o al despilfarro de la gente en cortar para combustible todo joven árbol casi tan pronto como éste muestra su cabeza sobre el suelo, no lo sé; yo sólo consigno el hecho, que el paisaje estaba absolutamente sin árboles.

1912


Al iniciar el siglo XX, y a medida que los judíos comenzaron a regresar a su patria, la condición de la tierra no había mejorado. En 1912, un viajero británico con el nombre de Sir Frederick Treves, publicó un libro titulado apropiadamente, The Land That Is Desolate [La Tierra que está Desolada].14


Arando en Palestina en 1890, con unos disparejos vaca y burro.

Al describir el acercamiento a Jerusalén, Treves escribió:15

[El área] está prácticamente sin árboles. Las coberturas que existen son en su mayoría de cactus espinosos. Las villas pasadas son masas secretas de chozas de cimas planas hechas, al parecer, de un barro de color chocolate y decoradas con basura y desperdicios.

Hablando de los alrededores de Jerusalén, Treves observó que “las colinas están desnudas, excepto por algo de hierba agitada y matorrales famélicos”.16 En cuanto a Jerusalén, escribió:17

…la ciudad en sí es como la sombra de una roca en una tierra cansada. Con la excepción de unos pocos olivos pálidos, un parche aquí y allá de un verde indefinido, y un ciprés melancólico, los alrededores de Jerusalén son un polvoriento y nada agradable desperdicio de piedra caliza.


Arando en 1900 con un equipo disparejo de una vaca y un camello.

Treves describió a Belén como una “monótona ciudad de casas monótonas en un risco, tan monótono en color y de sombrío aspecto como una pila de huesos secos”.18 De igual forma, él escribió acerca de la zona de Nazaret como “un triste país, porque la tierra está desnuda, áspera y sin árboles…Aquí ciertamente es vista la pobreza de la tierra”.19 Con respecto a la zona de Galilea, la describió como “abandonada”. En cuanto a la “completamente sucia ciudad de Tiberias”, declaró que era “un lugar horrible y apestoso”, con “robustas alimañas”.21 

1924


Incluso en una fecha tan tardía como a mediados de 1920, Palestina todavía era descrita como “una tierra árida, rocosa y amenazadora”, por Oliver C. Dalby en su folleto, Rambles in Scriptural Lands [Caminatas en Tierras de la Escritura].22 Él caracterizó a Jerusalén como un lugar donde las calles eran “estrechas y sucias”, y donde “los edificios son austeros y poco atractivos”.23

Notas


1) Scientific American, "50 Years Ago: The Reclamation of a Man-Made Desert," April 1960, www.scientificamerican.com.
2) Dr. Jonathan Miesse, A Journey to Egypt and Palestine in the Year 1855 (Chillicothe, Ohio: Scioto Gazette Office, 1859).
3) Miesse, page 157.
4) Mark Twain, The Innocents Abroad (Hartford, Connecticut: The American Publishing Co., 1860).
5) Twain, page 482.
6) Ibid., page 485.
7) Ibid.
8) Ibid., page 520.
9) Ibid., page 555.
10) Ibid.
11) Ibid., page 606.
12) Ibid., pages 607-608.
13) Dr. Henry M. Field, Among the Holy Hills (New York: Charles Scribner's Sons, 1884), page 179.
14) Sir Frederick Treves, The Land That Is Desolate: An Account of a Tour in Palestine (London: Smith, Elder & Co., 1912).
15) Treves, page 21.
16) Ibid., page 33.
17) Ibid., page 40.
18) Ibid., page 120.
19) Ibid., page 177.
20) Ibid., page 193.
21) Ibid., pages 193, 196, 197.
22) Oliver C. Dalby, Rambles in Scriptural Lands (Self-published in 1924).
23) Dalby, page 91.

Continuará...

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Reclamation of the Land

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