Hoy (16 de mayo de 2018), durante el Diálogo Nacional, el dictador pronunció la siguiente declaración con respecto a Israel:
“Qué drama el que acabamos de observar allá en Jerusalén. Mientras que en un salón, un área protocolar, representantes de gobiernos instalaban allí en esa ceremonia la embajada, la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, allí en Jerusalén, más de 60 hermanos palestinos, porque todos somos hermanos en este planeta, más de 60 hermanos palestinos fueron asesinados a bala viva; a la vista de todos los periodistas, a la vista de la comunidad mundial y dijeron las autoridades y el ejército de Israel que el que siguiera protestando de esa forma, no lo iban a dejar pasar y lo iban a detener a bala viva. Eso fue en segundos, y más de 2,000 heridos de bala viva, más de 2,000 heridos de bala viva”. (Transcripción hecha por el autor, a partir del minuto 45 del video publicado por 100% Noticias).
En ella, al menos dos cosas quedaron reflejadas de forma clara: su antisemitismo y su ignorancia.
Aquí, el genocida acusa falsamente a una nación soberana, y que es la única democracia en el Medio Oriente, de asesinar a "60 hermanos palestinos en Jerusalén". Lo que el hábil manipulador antisemita no dijo es que la mayor parte de estos muertos corresponden a terroristas palestinos del grupo Hamás, el cual está siendo financiado por el principal Estado promotor del terrorismo en el mundo (Irán), que desde el 30 de marzo está motivando a los habitantes de Gaza a que traspasen la frontera hacia Israel.
Claramente, podemos observar que Ortega tergiversó los hechos, y nos quiso hacer creer que esta situación se estaba llevando a cabo en Jerusalén, cuando en realidad no fue así. Israel usó su legítimo derecho a la defensa y procedió a acabar con terroristas que estaban intentando atravesar de forma violenta la frontera de Gaza con Israel.
También fue realmente repugnante verlo comparar a estos desalmados terroristas musulmanes con los estudiantes que desde el 19 de abril de este año están luchando cívicamente por sus derechos constitucionales, los que han sido pisoteados y casi extinguidos por el régimen dictatorial que Ortega dirige.
El Dios Altísimo, en Zacarías 2:8, da una severa advertencia contra aquellos líderes que se atreven a tocar a Su pueblo escogido. Tal parece que Ortega tiene muchas ganas de reunirse muy pronto con Hugo Chávez. Es mi sentir que el Dios que guarda a Israel le concederá su deseo.