domingo, 27 de marzo de 2011
Estudio Bíblico Mesiánico: Dios El Padre (en pdf)
lunes, 21 de febrero de 2011
Estudio Bíblico Mesiánico: Dios el Padre
(Imagen cortesía de revelationillustrated.com)
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer - Juan 1:18
Introducción
La Doctrina de la Trinidad enseña que hay tres Personas específicas en la Deidad. En la mayoría de los estudios bíblicos, las dos Personas en las cuales se centra la mayor parte de la atención son Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Como resultado, los creyentes tienen a menudo una idea borrosa de quién exactamente es Dios el Padre y qué exactamente es lo que el Padre hace y de qué es responsable.
En este estudio, Dios el Padre será discutido en dos áreas principales: la primera, la Paternidad de Dios; y la segunda, las obras de Dios el Padre.
I. La Paternidad de Dios
La primera área distingue Su personalidad de la del Hijo y de la del Espíritu Santo. Hay seis aspectos diferentes de la Paternidad de Dios:
El Padre del Mesías.
El Padre de la Creación.
El Padre de los ángeles.
El Padre de todos los hombres.
El Padre de Israel, y
El Padre de los creyentes.
A. El Padre del Mesías
El primer aspecto de la Paternidad del Padre es que Él es el Padre del Mesías. El hecho de que Dios el Padre es el Padre del Mesías, Yeshúa (Jesús) el Hijo, es visto de cinco maneras.
1. Engendrado por el Padre
La primera forma en la que Dios es visto como el Padre del Mesías es que el Hijo fue engendrado por el Padre. Esto es enseñado en el Antiguo Testamento en Salmo 2:7: Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
En el Nuevo Testamento, esto es enseñado en Juan 1:14: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:18 dice: A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Esto se encuentra una vez más en Juan 3:16-17: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Otro ejemplo es I Juan 4:9: En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
El hecho de que el Mesías fue engendrado por el Padre a menudo ha sido malinterpretado. Algunos grupos, principalmente aquellos entre los cultos que enseñan que Yeshúa no es eterno, interpretan que el término “engendrado por el Padre” significa que Jesús fue creado por Dios el Padre. En realidad, el término engendrado enfatiza “singularidad” en que Él es el único Hijo de Dios, no Su creación.
Mientras que la Paternidad de Dios tiene muchos aspectos, existe una singularidad en la relación con el Hijo. Así pues, el término “engendrado por el Padre” no significa que Jesús fue creado por Dios el Padre, sino que la relación Padre-Hijo es exclusiva. Esto simplemente no es cierto de otras relaciones. La paternidad de Dios del Mesías es vista en que Él (Jesús) es engendrado por el Padre, lo que significa que Él es el único Hijo de Dios; Él tiene una relación exclusiva que no es cierta de otras relaciones entre padre e hijo.
2. Reconocido por el Padre
La segunda forma en la que la Paternidad de Dios es vista es que el Padre mismo reconoció que Yeshúa es Su Hijo. Un ejemplo es Mateo 3:17b, donde Dios el Padre, hablando desde el Cielo declaró: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Dios el Padre reconoció que Jesús es el Hijo.
3. Reconocido por Yeshúa mismo
La tercera forma en la que la Paternidad de Dios es vista es que el Hijo reconoció a Dios el Padre como Su Padre (Mateo 11:27; Juan 8:54; 14:12-13).
4. Reconocido por otros hombres
La cuarta forma en la que la Paternidad de Dios es vista en que otros hombres reconocieron que Jesús es el Hijo de Su Padre y que Dios el Padre era el Padre del Mesías. Un ejemplo es Mateo 16:16, donde Pedro hizo su gran confesión y dijo literalmente: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Pedro reconoció que Yeshúa era el Hijo de Dios; por lo tanto, Dios el Padre es el Padre del Mesías.
Otros ejemplos de esto se encuentran en Marcos 15:39 y Romanos 8:32. Jesús fue reconocido como el Hijo de Dios por los hombres y esto enfatizó una vez más que Dios el Padre es el Padre del Mesías.
5. Reconocido por los demonios
La quinta forma en la que la Paternidad de Dios es vista es el hecho de que también los demonios reconocieron que Yeshúa era el Hijo de Dios. Un ejemplo es Mateo 8:28-29: Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
En estos versos, los demonios estaban hablando y reconocieron que Él era el Hijo de Dios. Esto significaría automáticamente que Dios es el Padre del Mesías.
B. El Padre de la Creación
El segundo aspecto de la Paternidad del Padre es que Él es el Padre de la Creación. Un ejemplo de esta verdad se encuentra en I Corintios 8:6: para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.
En este pasaje, el Padre es tratado como Dios, el Padre y es conectado con la Creación en que Él es el Padre de la Creación.
Un segundo ejemplo está en Santiago 1:17: Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
En este verso, Él es tratado como el Padre y es llamado el Padre de las luces, un título que lo conecta con la Creación misma.
C. El Padre de los ángeles
El tercer aspecto en el que la Paternidad es vista es que Él es el Padre de todos los ángeles. Por esa razón, los ángeles son mencionados como los hijos de Dios.
Hay cuatro Escrituras que enseñan esta verdad. El primer pasaje es Génesis 6:1-4, que menciona a los hijos de Dios. Algunos interpretan que el término hijos de Dios en el Libro de Génesis se refiere a los descendientes de Set en oposición a los hijos de Caín. Los otros tres pasajes, Job 1:6; 2:1 y 38:7, muestran claramente que el término hijos de Dios debe referirse a ángeles. Todas estas Escrituras usan el término hijos de Dios y, en esos contextos, nadie duda de que se refieran a ángeles. La consistencia debería mantenerse, por eso Génesis 6 también debe referirse a ángeles.
D. El Padre de todos los hombres
El cuarto aspecto de la Paternidad de Dios es que Él es el Padre de todos los hombres. Un ejemplo de esto es Hechos 17:29: Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
Este verso declara que todos los hombres son el linaje de Dios. En cierto sentido, existe la Paternidad universal de Dios de todos los hombres; Él es el Padre de todos los hombres en el sentido de que Él es el Creador del hombre. Del mismo modo, Él es el Padre de todos los ángeles. Es desafortunado que los liberales se hayan refugiado en este aspecto, ignorando los otros.
Sí, la Biblia enseña que existe la universalidad de la Paternidad de Dios. Ciertamente es el Padre de todos los hombres, pero sólo en la relación del Creador con el creado. No significa, como ellos han estado enseñando, que esto significa automáticamente una salvación universal; que de todos modos todas las personas serán salvadas. La Biblia no enseña que todas las personas serán salvadas. Debido a que Dios es el Padre de todos los hombres no significa que todos los hombres van a ser salvos; sólo significa que Dios es el Creador de todos los hombres.
Otro ejemplo donde se dice que Él es el Padre de todos los hombres está en Efesios 3:14-15: Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.
En este pasaje, los conceptos de la familia y la Paternidad de Dios son reunidos. Esto, también, enfatiza la universalidad de la Paternidad de Dios. Él es el Padre de todos los hombres en virtud de ser el Creador de todos los hombres.
Un tercer ejemplo es Hebreos 12:9: Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Se habla de Dios el Padre siendo el Padre de los espíritus sin distinción. Otra vez, Él es el Padre de todos los hombres, no en una relación de salvación, sino que en una relación de creación. Existe una universalidad de la Paternidad de Dios debido a que Él es el Creador de todos los hombres.
E. El Padre de Israel
El quinto aspecto de la Paternidad de Dios es que Él también es el Padre de Israel. Esto es subrayado un número de veces a lo largo del Antiguo Testamento. Un ejemplo se encuentra en Éxodo 4:22: Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
Dios llamó a Israel el hijo de Jehová. Como una nación, Israel es el hijo nacional de Dios. Ninguna nación es llamada alguna vez el hijo de Dios excepto una, y ésa es Israel.
Un segundo ejemplo se encuentra en Deuteronomio 32:6: ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.
En este pasaje, Moisés señaló muy claramente que Dios el Padre es también el Padre de Israel; Israel, como una nación, es el hijo de Dios.
Un tercer ejemplo es Isaías 64:8, en el que se dice que Israel es el hijo de Dios.
Un cuarto ejemplo es Jeremías 3:4.
Un quinto ejemplo es Oseas 11:1: Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Finalmente, Malaquías 1:6 también enfatiza esta relación exclusiva de Israel como el hijo de Dios: El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Al hablarle a Israel, Dios le recuerda a Israel que Él es Su Padre y que Israel es Su hijo.
F. El Padre de los Creyentes
El sexto aspecto de la Paternidad de Dios es que Él es el Padre de los creyentes. Juan 1:12 declara: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Ésta es su relación exclusiva en el aspecto de la salvación. Hablar de que Dios el Padre es el Padre de todos los hombres enfatiza a Dios como el Creador de todos los hombres, de quien todos los hombres reciben su vida. Pero eso no garantiza la salvación de todos los hombres, ya que cada individuo debe ejercitar el acto personal de fe. Dios el Padre es unívocamente el Padre de los creyentes en virtud del nuevo nacimiento, en virtud de la regeneración. Es esta relación de Dios el Padre con los creyentes que refleja el aspecto de la salvación.
Otros pasajes que se refieren a Dios el Padre como el Padre de los creyentes incluyen a Mateo 5:45; 6:6-15; Romanos 8:14-16; y I Juan 3:1.
II. Las Obras de Dios el Padre
La segunda área en el estudio de Dios el Padre concierne a Sus obras. Mientras que los aspectos de la paternidad lo distinguen de las otras dos Personas de la Trinidad en lo que a la personalidad se refiere, las obras de Dios el Padre lo distinguen de las obras del Hijo y del Espíritu Santo.
Cinco obras de Dios el Padre necesitan ser mencionadas. Primera, Dios el Padre genera al Hijo para toda la eternidad (Juan 5:17-26). Segunda, es Dios el Padre quien es el autor del decreto que hará que se lleve a cabo todo lo que Él desee (Salmo 2:7-9). Tercera, se dice que la obra de la elección es la obra de Dios el Padre (Efesios 1:3-6). Cuarta, es Dios el Padre quien envió al Hijo a hacer la obra de la redención (Juan 5:36). Y quinta, es Dios el Padre quien disciplina a Sus hijos. Debido a que Él es el Padre de los creyentes, Él tiene el derecho de disciplinar a los creyentes. La obra de la disciplina divina es una obra de Dios el Padre (Hebreos 12:9).
Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad - Parte 1
Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad - Parte 2
Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
God the Father (pdf)
Traducido y publicado con permiso de:
Ariel Ministries (ariel.org)
jueves, 30 de diciembre de 2010
Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad - Conclusión
II. La Unidad de la Deidad
La segunda área a ser discutida es la unidad de la Deidad y mostrar que, mientras por una parte la Biblia enseña pluralidad en la Deidad, nunca enseña una pluralidad de Dioses como en el Politeísmo, sólo una pluralidad de Personas. Hay un Dios, y esta pluralidad es una unidad de sólo un Dios.
A. La unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento
“¿Cuál es la evidencia de la unidad de la Deidad?” Al tratar con el Antiguo Testamento, existen cinco evidencias específicas.
1. La misma imagen y semejanza
La primera evidencia se encuentra en Génesis 1:26, que declara: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.
Este pasaje fue citado anteriormente en este manuscrito para mostrar que existe una pluralidad en la Deidad. Este mismo verso también muestra una unidad en la Deidad, debido a que el locutor y el oyente tienen la misma imagen y semejanza: a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Los pronombres personales nuestra enfatizan pluralidad. El hecho de que el locutor y el oyente son de la misma imagen y semejanza, enfatiza su unidad.
2. El uso de verbos singulares con nombres plurales
La segunda línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el hecho de que, aunque la palabra “Dios” en hebreo es Elohim y es plural, casi siempre es utilizada con un verbo singular, lo que es contrario a la gramática hebrea normal. Las reglas de la gramática hebrea exigen que el verbo concuerde con el sustantivo, tanto en género como en número. Cuando el nombre Elohim se usa para el Dios verdadero, siendo un nombre plural algunas veces tiene un verbo plural de acuerdo con la gramática hebrea. Varios ejemplos de esto fueron citados anteriormente como evidencia de la pluralidad de la Deidad. Pero el hecho de que la vasta mayoría de casos usa el verbo singular con Elohim enfatiza unidad. Un ejemplo es Génesis 1:1: En el principio Dios (Elohim, un nombre plural) creó (un verbo hebreo singular). No concuerda con el nombre en número, violando así la gramática hebrea normal. Esta violación de la gramática hebrea normal en la mayoría de los casos donde la palabra Elohim es utilizada para el Dios verdadero, también muestra unidad en la Deidad.
3. El uso de formas plural y singular juntas
La tercera línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el uso de El Elohim. El es la forma singular, y Elohim es la forma plural; pero ambas son utilizadas juntas en un verso para el mismo Dios. Un ejemplo es Génesis 33:20: Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.
El es el singular, pero Elohe es una construcción de Elohim, que es una forma plural. Así pues, literalmente se lee, “Dios, los Dios de Israel”. El hecho de que el singular es seguido por el plural y que ambas palabras se refieren al único Dios verdadero, enfatiza unidad.
Un segundo ejemplo donde el singular y el plural son utilizados juntos es Josué 22:22: El Todopoderoso, Jehová Dios, el Todopoderoso, Jehová Dios, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, (no nos salves hoy).
La palabra hebrea traducida como El Todopoderoso, es la palabra El, que es la palabra singular para Dios. La palabra traducida Dios es Elohim y es un nombre plural, que significa “Dios” o “dioses”. La palabra traducida Jehová, es el nombre personal de Dios: El, Elohim, Jehová. Jehová es el nombre personal de Dios; Elohim enfatiza Su pluralidad; pero el singular El, enfatiza Su unidad. Así pues, la unidad puede ser vista en el uso de El Elohim, el singular y el plural usados juntos para el único y mismo Dios.
4. El uso del compuesto Uno
La cuarta línea de evidencia para la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento está en Deuteronomio 4:6; un verso muy famoso para el pueblo judío. Deuteronomio 6:4 es llamado el Sh’ma, y es considerado la esencia de todas las formas del Judaísmo. Ese verso dice: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Este verso, más que ningún otro, enfatiza el concepto de una unidad. En el campo del evangelismo judío, Deuteronomio 6:4 es utilizado a menudo por el pueblo judío para enseñar en contra de la pluralidad de la Deidad. Pero, si este verso es estudiado muy cuidadosamente, es evidente que no está enseñando una unidad absoluta, sino una unidad compuesta. En lugar de discutir contra una pluralidad de la Deidad, Deuteronomio 6:4 en realidad apoya el concepto de pluralidad en la Deidad. Para iniciar, debe señalarse que donde dice: Jehová nuestro Dios, la palabra hebrea para Dios es plural, y literalmente se lee, “nuestros Dios”. Pero la palabra clave a centrar nuestra atención es la palabra uno.
a. Echad
La palabra hebrea para uno es echad. Al comparar el uso de echad en otros lugares del Antiguo Testamento, está claro que esta palabra se refiere a una unidad compuesta, no a una unidad absoluta. Por ejemplo, Génesis 1:5 declara: Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
La combinación de tarde y mañana conforman la unidad de echad, o un día.
Otro pasaje clave es Génesis 2:24: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Se dice que un hombre y una mujer que se unen en matrimonio se han hecho una, echad, carne. Hay dos personalidades, un hombre y una mujer, uniéndose en matrimonio, y lo dos se convierten en uno. Obviamente, no se convierten en una unidad absoluta, porque retienen su personalidades separadas; sin embargo, definitivamente hay una unidad ahí.
Otro ejemplo es Esdras 3:1, donde toda la asamblea de Israel era como uno, echad. Aunque estaba conformada por numerosos individuos, todos ellos fueron considerados como uno; obviamente como un uno unido.
Otro ejemplo es Ezequiel 37:17, donde se le dice a Ezequiel que junte dos varas y éstas se combinan para volverse una, echad, vara.
Estos ejemplos del uso de la palabra echad en el texto hebreo, que es la misma palabra usada en Deuteronomio 6:4, muestran que habla de una unidad compuesta, no de una unidad absoluta.
b. Yachid
Existe otra palabra hebrea, que significa un uno absoluto: yachid. Se utiliza en Génesis 22:2, donde enfatiza a Isaac como el único hijo de Abraham. Así pues, si Moisés hubiera querido enfatizar la absoluta unidad de Dios, él habría usado el término yachid. Pero no usó ese término para la unicidad de Dios. Deuteronomio 6:4 es, por lo tanto, un argumento a favor de la pluralidad de la Deidad y, al mismo tiempo, enseña la unidad de esta pluralidad del único Dios.
5. Jehová declarado ser Uno
La quinta línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es que se declara que Jehová es uno, echad, en Zacarías 14:9.
B. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, la unidad de la Deidad es enseñada en Efesios 4:4-6; 1 Timoteo 2:5 y Santiago 2:19.
III. La Trinidad de la Deidad
La tercera área de este Estudio Bíblico Mesiánico abordará la Trinidad de la Deidad. Hasta ahora, se ha mostrado que la Biblia enseña que existe pluralidad en la Deidad y que esta pluralidad es una unidad de sólo un Dios. Ahora, es necesario mostrar que esta pluralidad está limitada a una Trinidad, en que no hay más ni menos que tres Personas.
A. La Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, la evidencia de que Dios es, efectivamente, una Trinidad, se halla en el hecho de que sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.
1. Isaías 42:1
He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Observe a las tres Personas en este primer ejemplo. La primera Persona es el locutor, que se observa por el pronombre Yo. La segunda Persona es el siervo del locutor, el siervo de Jehová. Y la tercera Persona es el Espíritu de Dios. Aquí está un pasaje donde sólo hay tres personas, ni más ni menos que tres.
2. Isaías 61:1
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.
El segundo ejemplo menciona sólo a tres individuos: Jehová el Señor; el Espíritu de Jehová; y el pronombre mí, en referencia al locutor: El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí. Otra vez, hay tres Personas, y ninguna más.
3. Isaías 63:7-14
Un tercer ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento se encuentra en el contexto de Isaías 63:7-14, que trata de un resumen del Éxodo. Dentro del contexto del pasaje, no más de tres Personas son mencionadas. Por ejemplo, en el verso 7 hay una Persona: De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.
En el verso 7, la referencia es a la Persona llamada Jehová. En este caso, Jehová es Dios el Padre.
Una segunda personalidad mencionada está en el verso 9: En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.
Una segunda personalidad mencionada en este contexto es el ángel de su faz. Es el mismo que el Ángel de Jehová, quien tiene el nombre de Jehová. Observe en el verso 9, que fue este ángel el responsable de salvarlos y redimirlos.
Una tercera personalidad es el Espíritu Santo mencionado tres veces diferentes. Primero, el verso 10 dice: Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo Espíritu;
En segundo lugar, el verso 11: ¿Dónde está el que puso en medio de ellos su santo Espíritu?
Y por tercera vez en el verso 14: El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle.
En este pasaje, las tres personalidades están claramente a la vista. No hay menos de tres, ni tampoco hay más de tres.
4. Isaías 48:12-16
El cuarto ejemplo como evidencia de la Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es en el contexto de Isaías 48:12-16. Versos 12-14a:
Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente. Juntaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Aquel a quien Jehová amó ejecutará su voluntad.
En estos versos, está claro que el locutor es Dios mismo ya que el locutor se refiere a Sí mismo como el que es responsable de la Creación de los cielos y la tierra. Dado que Dios es responsable de crear los cielos y la tierra, el locutor, entonces, debe ser Dios mismo.
Luego el verso 16 declara: Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.
Observe cuidadosamente a las tres Personas: el locutor, el Espíritu y Jehová el Señor. En el verso 16, el locutor es el Creador de los cielos y la tierra, y Él se refiere a Sí Mismo con los pronombres yo y mí. Este locutor se distingue a Sí Mismo de otras dos Personas. Una de las Personas de las cuales Él se distingue a Sí Mismo es Jehová el Señor. La segunda Persona de la cual Él se distingue a Sí Mismo es el Espíritu de Dios. Aquí está el pasaje más claro del Antiguo Testamento acerca la Triunidad. Aquí, en Isaías 48:12-16, la Triunidad está presentada tan claramente como las Escrituras del Antiguo Testamento han decidido hacerlo.
Por el Antiguo Testamento, la evidencia de que Dios es, efectivamente, una Trinidad, se halla en el hecho de que sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.
En el Antiguo Testamento, sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.
B. La Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, hay tres importantes líneas de evidencia de la Trinidad de la Deidad.
1. Sólo tres Personas son llamadas Dios
a. Mateo 3:16-17
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Observe, no más de tres Personas se encuentran en el contexto del bautismo de Yeshúa (Jesús). El Hijo es visto en la Persona de Yeshúa; el Espíritu es visto debido a que desciende en la forma corporal de una paloma; y el Padre se hace presente por la voz audible que proviene de los cielos, diciendo: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
b. Mateo 28:19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
En el segundo ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, sólo tres Personas son mencionadas específicamente, no menos de tres, pero tampoco menos. A estas tres Personas ahora se les da títulos de Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Observe la aparente contradicción en cuanto a lo que a la gramática respecta. La orden es ir y bautizar en el nombre del, y la palabra nombre es singular. No dice, “en los nombres del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, lo que habría sido gramaticalmente más adecuado. Pero en cambio, es en el nombre de. La palabra nombre es singular, enfatizando la unidad de la Deidad. Pero luego, este único nombre pertenece al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, enfatizando la Trinidad de la Deidad.
c. Juan 14:16-17
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
En el tercer ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, observe de nuevo a las tres Personas mencionadas en este contexto. Una Persona es el locutor, Yeshúa, quien está identificado por el pronombre yo. La segunda Persona es el Padre, a quien Él rogará. La tercera Persona es el Espíritu Santo, quien va a ser enviado.
d. 1 Corintios 12:4-6
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
En el cuarto ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, una vez más las tres Personas son mencionadas, pero ninguna más. El verso 4 menciona al Espíritu, quien es el Espíritu Santo. El verso 5 menciona al Señor, quien es el Hijo. Y el verso 6 menciona a Dios quien, en este caso, es Dios el Padre.
e. 2 Corintios 13:14
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
Observe las tres Personas en el quinto ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento: La gracia del Señor Jesucristo, el Hijo; el amor de Dios, el Padre; y la comunión del Espíritu Santo, el Espíritu Santo. Otra vez, tres Personas son mencionadas, ni más ni menos.
f. 1 Pedro 1:2
“…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”.
En el último ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, el verso 2 menciona a tres Personas: Dios el Padre, quien es el responsable de la presciencia; el Espíritu, quien es el responsable de la santificación; y el Hijo, Jesucristo, quien es el responsable del rociamiento y derramamiento de Su sangre por los pecados del mundo.
De estos pasajes, está claro que sólo tres Personas son llamadas “Dios”, y no más de tres Personas son vistas juntas.
Resumen: Manteniendo la enseñanza del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento reconoce claramente que hay tres personas en la Deidad. Pero, mientras el Antiguo Testamento enseñó claramente una Triunidad, en realidad no nombró a los miembros de esta Triunidad; esto llega sólo con la revelación del Nuevo Testamento. La primera Persona es llamada Dios el Padre. La segunda Persona es llamada Dios el Hijo. Es el Nuevo Testamento que responde la pregunta de Proverbios 30:4: “¿Cuál es el nombre de su hijo?” El nombre de Su Hijo es Yeshúa. De acuerdo con el Antiguo Testamento, Él fue enviado por Dios para ser el Mesías, pero esta vez como un hombre, en lugar de cómo un Ángel. Además, Él fue enviado por Dios para un propósito específico: Morir por nuestros pecados. En esencia, lo que ocurrió fue que Dios se hizo hombre para cumplir la obra de la Expiación. La tercera Persona es llamada Dios el Espíritu Santo. A lo largo del Nuevo Testamento, Él es relacionado con la obra de la segunda Persona, manteniendo la enseñanza del Antiguo Testamento.
2. Sólo tres Personas tienen los atributos de Dios
La segunda línea de evidencia principal con respecto a la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento es que sólo tres Personas poseen los atributos de Dios. Existen cuatro atributos divinos particulares que sólo tres Personas poseen.
a. Eternidad
El primer atributo es el de la eternidad. Se dice que sólo tres Personas tienen este atributo en que sólo tres Personas han existido siempre y continuarán existiendo por siempre.
El Padre tiene este atributo de eternidad en Salmo 90:2, que habla del Padre existiendo desde el siglo y hasta el siglo.
El Hijo también tiene el atributo de eternidad en Miqueas 5:2 (citado en Mateo 2:5-6). Aunque en Su humanidad, Él nacería en Belén, Miqueas 5: 2 también declara que, en cuanto a Su deidad, Él ha sido desde el principio, desde los días de la eternidad. La palabra hebrea que Miqueas usa son los términos posibles más fuertes en relación con el concepto de la eternidad pasada.
La eternidad del Hijo también se enseña en Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios.
Según este verso, el Hijo existía en el comienzo con Dios el Padre. En otras palabras, desde que Dios ha existido, el Hijo también ha existido. Desde que Dios el Padre ha existido desde toda la eternidad, por lo tanto, el Hijo también debe haber existido por toda la eternidad. Juan 1:1 es evidencia clara que algunas de las enseñanzas de las sectas, que enseñan que el Hijo fue creado por Dios el Padre, están erradas. El punto de Juan 1:1 es que mientras el Padre ha existido, que ha sido por toda la eternidad, ése es el tiempo que el Hijo ha existido. La eternidad del Hijo también se encuentra en Juan 1:15 y 8:58.
El Espíritu Santo también posee el atributo de eternidad según Hebreos 9:14.
b. Omnipotencia
El segundo atributo es el de la omnipotencia, que significa “todopoderoso”. Sólo tres Personas tienen el atributo de omnipotencia. Dios el Padre es omnipotente en 1 Pedro 1:5. El Hijo es omnipotente en Hebreos 1:3. El Espíritu Santo es omnipotente en Romanos 15:19.
c. Omnisciencia
El tercer atributo es el de la omnisciencia, que significa “todo lo sabe”. El Padre es omnisciente en Jeremías 17:10. El Hijo es omnisciente en Juan 16:30; 21:17; y Apocalipsis 2:23. El Espíritu Santo es omnisciente en 1 Corintios 2:10:11.
d. Omnipresencia
El cuarto atributo, que sólo tres Personas tienen, es la omnipresencia, que significa que “Dios está en todas partes”. El Padre es omnipresente según Jeremías 23:24. El Hijo es omnipresente según Mateo 18:20 y 28:20. El Espíritu Santo es omnipresente según Salmo 139:7-10.
Resumen: De esta forma, la segunda línea de evidencia que la pluralidad de la Deidad está limitada a una Trinidad es el hecho de que sólo tres Personas tienen los atributos de Dios; en particular, los atributos divinos excepcionales de eternidad, omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia.
3. Sólo tres Personas conocen las obras de Dios
Existe una tercera línea de evidencia de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento: sólo tres Personas actúan como Dios o hacen las obras de Dios. Hay tres ejemplos específicos en esta área.
a. La obra de la Creación del Universo
El primer ejemplo es la Creación del Universo. La idea central de toda la Biblia, el Antiguo y Nuevo Testamentos, es que Dios es el Creador de todo el universo. La Creación del universo es una obra específica de Dios y, sin embargo, en las Escrituras hay tres Personas diferentes que son responsables de la Creación. El Padre es responsable de la Creación del universo en Salmo 102:25. El Hijo es responsable de la Creación del universo en Juan 1:3 y Colosenses 1:16. El Espíritu Santo es responsable de la Creación en Génesis 1:2; Job 26:13 y Salmo 104:30. Al tratar con la Creación del universo, que es una obra de Dios, se dice que estas tres Personas son las responsables.
b. La obra de la Creación del Hombre
Una segunda obra específica de Dios es la creación del hombre. Otra vez, la idea central de la Escritura en ambos testamentos es que Dios creó al hombre a Su imagen. Una vez más, las Escrituras enseñan que se a tres Personas diferentes se les da el crédito de la creación del hombre. El Padre es responsable de la creación del hombre según Génesis 2:7. El Hijo es responsable de la Creación del Hombre, según Colosenses 1:16. El Espíritu Santo es responsable de la creación del hombre en Job 33:4. Como fue cierto con la Creación del Universo, también es cierto con la creación del hombre: A tres Personas se les acredita esta obra, que es una obra de Dios.
c. La obra de la inspiración
El tercer ejemplo es la obra de la inspiración. La idea central de la Escritura es que Dios hace la obra de la inspiración; Dios se revela a Sí Mismo. Pero de nuevo, se dice que tres Personas son las responsables de la obra de la inspiración. Dios el Padre hace la obra de la inspiración según 2 Timoteo 3:16. Dios el Hijo es responsable de la obra de la inspiración en 1 Pedro 1:10-11. El Espíritu Santo es responsable de la obra de la inspiración en 2 Pedro 1:21. Esto, también, es una obra de Dios y, sin embargo, tres Personas son responsables.
Conclusión
Con relación a la Deidad, la Biblia enseña tres grandes verdades. En primer lugar, la pluralidad de la Deidad: Existe una pluralidad de personalidades dentro de la Deidad.
En segundo lugar, la unidad de la Deidad: La pluralidad no es una pluralidad de dioses como en el politeísmo, porque sólo hay un Dios.
En tercer lugar, la Trinidad de la Deidad: La pluralidad de las personalidades del único Dios está limitada a tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, ni más ni menos.
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
The Trinity (PDF)