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jueves, 2 de julio de 2020

¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?


Pregunta: "¿Qué es el Movimiento de las Raíces Hebreas?"

Respuesta: La premisa del Movimiento de la Raíces Hebreas es la creencia de que la Iglesia se ha desviado muchísimo de las verdaderas enseñanzas y de los conceptos hebreos de la Biblia. El movimiento afirma que el cristianismo ha sido adoctrinado con la cultura y las creencias de la filosofía griega y romana y que, en última instancia, el cristianismo bíblico que se enseña en las iglesias de hoy, se ha corrompido con una imitación pagana de los evangelios del Nuevo Testamento.

Los de las creencias de las Raíces Hebreas se aferran a la enseñanza de que la muerte de Cristo en la cruz no puso fin al Pacto Mosaico, sino que, por el contrario, lo renovó, amplió su mensaje, y lo escribió en los corazones de Sus verdaderos seguidores. Ellos enseñan que la comprensión del Nuevo Testamento puede venir sólo desde una perspectiva hebrea y que las enseñanzas del apóstol Pablo no se entienden claramente o no se enseñan de manera correcta por los pastores de las iglesias cristianas de hoy. Muchos afirman la existencia de un Nuevo Testamento en un lenguaje hebreo original y, en algunos casos, denigran el actual texto del Nuevo Testamento escrito en griego. Esto se convierte en un sutil ataque a la fiabilidad del texto de nuestra Biblia. Si el texto griego no es confiable y ha sido pervertido, como algunos lo han afirmado a manera de acusación, entonces la Iglesia ya no tiene un estándar de verdad.

Aunque hay numerosas y variadas asambleas de Raíces Hebreas, con variaciones en sus enseñanzas, todas ellas se adhieren a un énfasis común, que es el de recuperar el judaísmo "original" del cristianismo. Su hipótesis es que la Iglesia ha perdido sus raíces judías y no es consciente de que Jesús y Sus discípulos eran judíos que vivían en obediencia a la Torá. En la mayoría de los casos, quienes participan defienden la necesidad de que cada creyente debe vivir una vida de observancia a la Torá. Esto significa que las ordenanzas del Pacto Mosaico deben ser un tema central en el estilo de vida de los creyentes de hoy, como lo fue para los judíos de Israel en el Antiguo Testamento. El guardar la Torá incluye el guardar el día de reposo en el séptimo día de la semana (sábado), celebrar las fiestas judías y los festivales, mantener las leyes alimenticias, evitar el "paganismo" del cristianismo (Navidad, Semana Santa, etc.), y aprender a entender las Escrituras desde un punto de vista hebreo. Ellos enseñan que los cristianos gentiles han sido injertados en Israel, y ésta es una razón por la que cada creyente nacido de nuevo en Jesús el Mesías, debe participar en estas celebraciones. Se dice que hay que hacer esto no como el resultado de una esclavitud legalista, sino que debe salir de un corazón de amor y obediencia. Sin embargo, enseñan que para vivir una vida que agrade a Dios, hay que seguir la Torá y ésta debe ser parte de la vida.

Javier Palacios, uno de los exponentes de este movimiento en México.

Las asambleas de las Raíces Hebreas en su mayoría están compuestas por gentiles, incluidos los rabinos gentiles. Usualmente prefieren ser identificados como "cristianos mesiánicos". Muchos han llegado a la conclusión de que Dios los ha "llamado" a ser judíos y han aceptado la posición teológica de que la Torá (la ley del Antiguo Testamento) es igualmente obligatoria para gentiles y judíos por igual. Suelen llevar accesorios de vestimenta tradicional judía, practican la danza davídica, e incorporan frases y nombres hebreos en sus escritos y conversaciones. La mayoría rechaza el uso del nombre "Jesús" y lo cambia por Yeshúa o YHWH, alegando que éstos son los "verdaderos" nombres que Dios desea para Sí mismo. En la mayoría de los casos, colocan la Torá como la enseñanza fundamental para la Iglesia, lo cual provoca la degradación del Nuevo Testamento, haciendo que éste se torne secundario en importancia y que sólo se debe entender a la luz del Antiguo Testamento. La idea de que el Nuevo Testamento es defectuoso y que es importante sólo a la luz del Antiguo Testamento, también ha puesto en peligro la doctrina de la Trinidad y ha sido atacada por muchos defensores de las creencias de las Raíces Hebreas.

A diferencia de lo que afirma el Movimiento de las Raíces Hebreas, las enseñanzas del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento son perfectamente claras y se explican por sí mismas. Colosenses 2:16-17 dice, "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo". Romanos 14:5 dice, "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente". La Biblia indica claramente que estos temas son un asunto de elección personal. Estos versículos y muchos otros dan una clara evidencia de que las leyes y ordenanzas del Pacto Mosaico han terminado. Seguir enseñando que el Antiguo Pacto está todavía vigente a pesar de lo que el Nuevo Testamento enseña, o torcer el Nuevo Testamento para estar de acuerdo con las creencias de las Raíces Hebreas, es una falsa enseñanza.

Hay aspectos de las enseñanzas de la Raíces Hebreas que sin duda pueden ser beneficiosos. Explorar la cultura y la perspectiva judía, dentro de las cuales se escribió la mayoría de la Biblia, abre y enriquece nuestra comprensión de las Escrituras, añadiendo discernimiento y profundidad a muchos pasajes bíblicos, parábolas y expresiones. No hay nada malo con que los gentiles y judíos se reúnan para celebrar las fiestas y disfrutar de un estilo de adoración mesiánica. El tomar parte en estos eventos y aprender la forma en que los judíos entendieron las enseñanzas de nuestro Señor, puede ser una herramienta, lo que nos da una mayor eficacia para alcanzar a los incrédulos judíos con el Evangelio. Es bueno que los gentiles, en el cuerpo del Mesías, se identifiquen en nuestra comunión con Israel. Sin embargo, el identificarse con Israel es completamente distinto a identificarse "como" Israel.

Liliana Hunter, otra reconocida defensora del herético Movimiento de las Raíces Hebreas

La influencia de este movimiento está entrando en nuestras iglesias y seminarios. Es peligroso en su insinuación de que el guardar la ley del Antiguo Pacto es caminar por un "camino superior" y que es la única manera de agradar a Dios y recibir Sus bendiciones. En ningún lugar de la Biblia encontramos que los creyentes gentiles son instruidos a seguir la ley levítica o las costumbres judías; de hecho, se enseña lo contrario. Romanos 7:6 dice, "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra". Cristo, al guardar perfectamente cada ordenanza de la Ley Mosaica, la cumplió en su totalidad. Así como cuando un contrato se cumple cuando se efectúa el pago final de una vivienda y termina con la obligación adquirida, así también Cristo ha efectuado el pago final y ha cumplido la ley, poniéndole fin para todos nosotros.

Es Dios mismo quien ha creado un mundo de personas con distintas culturas, idiomas y tradiciones. Dios es glorificado cuando nos aceptamos mutuamente en amor y nos unimos como "uno" en Cristo Jesús. Es importante entender que no hay superioridad en haber nacido judío o gentil. Nosotros que somos seguidores de Cristo, compuestos de diferentes culturas y estilos de vida, somos valiosos y muy amados porque hemos entrado en la familia de Dios.


martes, 24 de marzo de 2020

Pregunta: ¿Cuál es el Significado de 2 Crónicas 7:14?


Respuesta:

“Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14; RVR 1995).

La clave para entender cualquier versículo de la Escritura es el contexto. Existe el contexto inmediato — los versículos antes y después de él — cómo el versículo encaja en la historia general. También está el contexto histórico y cultura — cómo el versículo era entendido por su audiencia original a la luz de su historia y su cultura. Debido a que el contexto es tan importante, un versículo cuyo significado y cuya aplicación parecen directos, cuando se cita de forma aislada puede significar algo significativamente diferente que cuando se toma en contexto. 

Cuando abordamos 2 Crónicas 7:14, primero debemos considerar el contexto inmediato. Después de que Salomón dedicó el templo, el Señor se le apareció y le dio algunas advertencias y garantías. “Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

El contexto inmediato de 2 Crónicas 7:14 muestra que el versículo está relacionado con Israel y el templo y el hecho de que de vez en cuando Dios podría enviar un juicio sobre la tierra en forma de sequía, langostas o pestes. 

Unos versículos más tardes, Dios dice esto: “Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos. Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa? Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos”. 

Sin duda, Salomón habría reconocido esta advertencia como una reiteración de Deuteronomio 28. Dios había concertado un pacto con Israel y había prometido cuidarlos y hacerlos prosperar, mientras lo obedecieran. También prometió traer maldiciones sobre ellos si no obedecían. Debido a la relación de pacto, había una correspondencia directa entre su obediencia y prosperidad, y su desobediencia y sus dificultades. Deuteronomio 28 detalla las bendiciones por la obediencia y las maldiciones por la desobediencia. De nuevo, la bendición divina y el castigo divino estaban condicionados a su obediencia o desobediencia. 

Vemos esta bendición y maldición bajo la Ley desarrollarse en el libro de los Jueces. El capítulo 2 de Jueces se conoce a menudo como “El Ciclo de los Jueces”. Israel caería en pecado. Dios enviaría otra nación para juzgarlos. Israel se arrepentiría e invocaría al Señor. El Señor levantaría a un juez para liberarlos. Servirían al Señor por un tiempo y luego volverían a caer en pecado. Y el ciclo continuaría. 

En 2 Crónicas 7, el Señor simplemente le recuerda a Salomón el acuerdo previo. Si Israel obedece, serán bendecidos. Si desobedecen, serán juzgados. El juicio está destinado a llevar a Israel al arrepentimiento, y Dios le asegura a Salomón que, si se humillan, oran, y se arrepienten, entonces Dios los librará del juicio.

En contexto, 2 Crónicas 7:14 es una promesa al antiguo Israel (y quizás incluso al moderno Israel) que, si se arrepienten y regresan al Señor, Él los rescatará. Sin embargo, muchos cristianos en los Estados Unidos han tomado este versículo como un grito de guerra para Estados Unidos (quizás los cristianos de otros países también lo han hecho). En esta interpretación, los cristianos son las personas que son llamadas por el nombre de Dios. Si los cristianos se humillan, oran, buscan el rostro de Dios, y se arrepienten, entonces Dios sanará su tierra — a menudo se espera una sanidad moral y política, así como una sanidad económica. La cuestión es si se trata de una interpretación / aplicación adecuada. 

El primer problema que enfrenta la moderna interpretación “occidentalizada”, es que los Estados Unidos no tienen la misma relación de pacto con Dios que el antiguo Israel disfrutaba. El pacto con Israel era único y exclusivo. Los términos que aplicaban a Israel, simplemente no aplicaban a ninguna otra nación, y es inapropiado que estos términos sean apropiados y aplicados a una nación diferente.

Algunos podrían objetar que los cristianos todavía son llamados por el nombre de Dios y, de alguna manera, han heredado el pacto con Israel — y esto puede ser cierto hasta cierto punto. Ciertamente, si una nación está en problemas, una respuesta en oración y arrepentimiento por parte de los cristianos de esa nación, siempre es apropiada. Sin embargo, hay otro problema que a menudo se pasa por alto.

Cuando el antiguo Israel se arrepentía y buscaba al Señor, lo hacía en masa. La nación en su conjunto se arrepentía. Obviamente no todos los israelitas se arrepentían y oraban, pero aún así era un arrepentimiento nacional. Nunca hubo indicios de que una pequeña minoría de la nación (un remanente justo) pudiera arrepentirse y orar y que el destino de toda la nación cambiaría. Dios prometió la liberación cuando toda la nación se arrepintiera.

Cuando 2 Crónicas 7:14 se aplica a los Estados Unidos o a cualquier otra nación moderna, por lo general es con el entendimiento de que los cristianos de esa nación — los verdaderos creyentes en Jesucristo, que han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios — constituirán el remanente justo. Dios nunca prometió que si un remanente justo se arrepiente y ora por su nación, que la nación será salva. Quizás si ocurriera el arrepentimiento nacional, entonces Dios perdonaría a una nación modera como perdonó a Nínive por la predicación de Jonás (vea Jonás 3) — pero ése es un tema diferente.

Habiendo dicho eso, nunca está mal confesar nuestros pecados y orar — de hecho, es nuestro deber como creyentes confesar continuamente y abandonar nuestros pecados para que no nos obstaculicen (Hebreos 12:1), y orar por nuestra nación y por las autoridades (1 Timoteo 2:1-2). Puede ser que Dios en Su gracia bendecirá nuestra nación — pero no hay garantía de una liberación nacional. Incluso si Dios usara nuestros esfuerzos para lograr el arrepentimiento y el avivamiento nacional, no hay garantía de que la nación se salvaría política o económicamente. Como creyentes, se nos garantiza la salvación personal en Cristo (Romanos 8:1), y también se nos garantiza de que Dios nos usará para cumplir Sus propósitos, sean cuales sean. Es nuestro deber como creyentes vivir vidas santas, buscar a Dios, orar y compartir el evangelio sabiendo que todos los que creen serán salvos, pero la Biblia no garantiza la salvación política, cultural o económica de nuestra nación.  


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

viernes, 27 de julio de 2018

¿Cómo debería un cristiano ver el socialismo?



Respuesta: La mayoría de los filósofos a través de los siglos, han creído que la historia está formada por ideas, la búsqueda de la realidad actual, o la razón humana. Pero hay un filósofo famoso que, por el contrario, sostuvo que el factor de impulso detrás de toda la historia humana, es la economía. Carlos Marx nació de padres judíos alemanes en 1818 y recibió su doctorado a la edad de 23 años. Entonces se embarcó en una misión para probar que la identidad humana está ligada al trabajo de una persona y que los sistemas económicos controlan totalmente a la persona. Argumentando que es por su trabajo que la humanidad sobrevive, Marx creía que las comunidades humanas son creadas por la división del trabajo.

Marx estudió historia y concluyó que la sociedad por cientos de años se ha basado en la agricultura. Pero en la opinión de Marx, la Revolución Industrial cambió todo eso, porque aquellos que habían trabajado libremente para sí mismos, ahora eran forzados por la economía a trabajar en fábricas. Esto, consideró Marx, les despojó de su dignidad e identidad, porque su trabajo definía quiénes eran, y ahora, eran reducidos a meros esclavos controlados por un poderoso capataz. Esta perspectiva significaba que la economía del capitalismo era el enemigo natural de Marx. 

Marx dedujo que el capitalismo enfatizaba la propiedad privada, y por lo tanto, reducía la propiedad a unos cuantos privilegiados. Dos "comunidades" separadas surgieron en la mente de Marx: los empresarios, o la burguesía; y la clase trabajadora, o el proletariado. De acuerdo a Marx, la burguesía usa y explota al proletariado con el resultado de que una persona gana lo que otra persona pierde. Además, Marx creía que los empresarios influían en los legisladores para asegurar que sus intereses se defendieran a costa de la pérdida de dignidad y los derechos de los trabajadores. Por último, Marx consideraba que la religión era el "opio de las masas" que usaban los ricos para manipular a la clase obrera; al proletariado se le promete que un día tendrán recompensas en el cielo, si se mantienen trabajando diligentemente donde Dios los haya colocado (subordinados a la burguesía).

En la utopía terrenal que Marx visualizó, la gente colectivamente es dueña de todo y todos trabajan para el bien común de la humanidad. El objetivo de Marx era terminar con la posesión de la propiedad privada a través de otorgar al estado la propiedad de todos los medios de producción económica. Una vez que la propiedad privada era abolida, Marx consideraba que esto elevaría la identidad de una persona y el muro que supuestamente el capitalismo había construido entre propietarios y clase obrera, sería derribado. Todos se valorarían unos a otros, y trabajarían juntos por una meta compartida. 

Hay al menos cuatro errores en el pensamiento de Marx. En primer lugar, su afirmación que la ganancia de una persona se produce a expensas de otra, es un mito. La estructura del capitalismo deja suficiente lugar para que todos eleven su estándar de vida, a través de la innovación y la competencia. Es absolutamente factible para varias personas competir y tener éxito en un mercado de consumidores que solicite sus bienes y servicios. 

Segundo; Marx estaba equivocado en su creencia de que el valor de un producto está basado en la cantidad de trabajo que se le ha invertido. La calidad de un bien o servicio, simplemente no puede ser determinado por la cantidad de esfuerzo invertido por un trabajador. Por ejemplo, un maestro ebanista puede hacer un mueble con más rapidez y belleza de lo que pudiera hacerlo un carpintero no calificado, y por tanto su trabajo tendrá mucho más valor (y justamente) en un sistema económico como el capitalismo.

Tercero, las teorías de Marx, necesitan un gobierno que esté libre de corrupción y niegue la posibilidad de un elitismo dentro de sus filas. Si la historia nos ha enseñado algo, es que el poder corrompe a la humanidad caída, y un poder absoluto corrompe absolutamente. Una nación o gobierno puede matar la idea de Dios, pero alguien más tomará el lugar de Dios. Ese alguien es a menudo un individuo o grupo que comienza a gobernar sobre el pueblo y busca mantener su posición privilegiada a cualquier costo. 

Cuarto, y el más importante, Marx estaba equivocado en que la identidad de una persona está ligada al trabajo que desempeña. Aunque la sociedad secular ciertamente impone esta creencia en casi todos, la Biblia dice que todos tienen igual valor, porque todos fueron creados a la imagen de un Dios eterno. Es ahí donde radica intrínsecamente el verdadero valor humano. 

¿Tenía razón Marx? ¿Es la economía el catalizador que impulsa la historia de la humanidad? No, lo que dirige la historia de la humanidad es el Creador del universo, quien controla todo, incluyendo el ascenso y caída de cada nación. Además, Dios también controla a quien pone a cargo de cada nación, como dice la Escritura, "…para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres" (Daniel 4:17). Más aún, es Dios quien le da a una persona la habilidad en el trabajo, y la riqueza que proviene de ello, no el gobierno: "He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios" (Eclesiastés 5:18-19). 

Fuente: GotQuestions

martes, 19 de junio de 2018

¿Cuándo se Permite la Desobediencia Civil para un Cristiano?



Respuesta: El emperador de Roma, desde el año 54 al 68 d.C., fue Nerón Claudio César Augusto Germánico, también conocido simplemente como Nerón. El emperador no era conocido por ser una persona piadosa y participó en una variedad de actos ilícitos, siendo el matrimonio homosexual uno de ellos. En el año 64 d.C., ocurrió el gran incendio de Roma, siendo Nerón mismo el sospechoso del incendio. En sus escritos, el senador e historiador romano Tácito registró, "Para deshacerse del informe [que él había iniciado el fuego], Nerón sujetó la culpa e infligió las torturas más exquisitas en una clase odiada por sus abominaciones, que el pueblo llamaba cristianos" (Anales, XV). 

Fue durante el reinado de Nerón que el apóstol Pablo escribió su epístola a los romanos. Mientras que uno podría esperar que él alentara a los cristianos de Roma para que se levantaran contra el gobernador que los oprimía, en el capítulo 13 escribe:

“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra” (Romanos 13:1–7).

Incluso bajo el reinado de un emperador cruel y sin dios, Pablo, escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, les dice a sus lectores que estén en sujeción al gobierno. Además, afirma que no existe una autoridad distinta de la que fue establecida por Dios, y que los gobernantes están sirviendo a Dios en sus cargos políticos.

Pedro escribe casi lo mismo en una de sus dos cartas del Nuevo Testamento:

"Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey" (1 Pedro 2:13-17).

Tanto las enseñanzas de Pablo y de Pedro, han dado lugar a un buen número de preguntas de los cristianos donde se refiere a la desobediencia civil. ¿Pablo y Pedro quieren decir que los cristianos siempre tienen que someterse a cualquier cosa que el gobierno ordene, sin importar lo que se les pida?

Un Breve Vistazo a las Diversas Opiniones de la Desobediencia Civil

Hay al menos tres posiciones generales sobre el tema de la desobediencia civil. El punto de vista anarquista dice que una persona puede elegir desobedecer al gobierno cuando quiera y cuando se sienta personalmente justificado para hacerlo. Tal postura no tiene base bíblica alguna, como se evidencia en los escritos de Pablo en Romanos 13.

El patriota extremista dice que una persona debería siempre seguir y obedecer a su país, sin importar la orden. Como se mostrará en un momento, esta idea tampoco tiene base bíblica. Además, no está apoyada en la historia de las naciones. Por ejemplo, durante los juicios de Núremberg, los abogados de los criminales de guerra nazis, intentaron usar la defensa de que sus clientes estaban sólo siguiendo órdenes directas del gobierno y, por lo tanto, no podían ser considerados responsables de sus acciones. Sin embargo, uno de los magistrados desestimó su argumento con la simple pregunta: "¿Pero, señores, no hay una ley por encima de nuestras leyes?".

La posición que las escrituras defiende es la posición de la sumisión bíblica, con el permiso que se le da al cristiano de actuar en desobediencia civil al gobierno si este ordena algo perverso, de tal modo que se obliga que un cristiano actúe en una forma que es contraria a las claras enseñanzas y requisitos de la palabra de Dios.

Ejemplos de Desobediencia Civil en las Escrituras

En Éxodo 1, el faraón egipcio dio la orden clara a dos parteras hebreas que tenían que matar a todos los judíos varones recién nacidos. Una patriota extrema habría ejecutado la orden del gobierno, sin embargo, la Biblia dice que las parteras desobedecieron al faraón y "temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños" (Éxodo 1:17). La Biblia dice que las parteras mintieron al faraón acerca de por qué estaban dejando que los niños vivieran; aunque a pesar de que mintieron y desobedecieron a su gobierno, "Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias" (Éxodo 1:20-21).

En Josué 2, Rahab directamente desobedeció una orden del rey de Jericó para capturar a los espías israelitas que habían entrado en la ciudad para obtener información para la batalla. En su lugar, ella los hizo descender con una cuerda para que pudieran escapar. Aunque Rahab había recibido una orden clara de un alto funcionario del gobierno, ella se resistió a la orden y libró su vida de la destrucción de la ciudad cuando Josué y el ejército israelí la destruyeron.

El libro de 1 Samuel registra una orden dada por el rey Saúl durante una campaña militar donde nadie podía comer hasta que Saúl hubiera ganado su batalla con los filisteos. Sin embargo, Jonatán el hijo de Saúl, quien no había escuchado la orden, comió la miel para refrescarse a sí mismo de la dura batalla que el ejército había librado. Cuando Saúl se enteró, ordenó que su hijo muriera. Sin embargo, el pueblo se resistió a Saúl y a su orden y libraron de morir a Jonatán (1 Samuel 14:45).

Otro ejemplo de desobediencia civil de acuerdo con la sumisión bíblica se encuentra en 1 Reyes 18. Este capítulo introduce brevemente un hombre llamado Abdías que "temía grandemente al Señor". Cuando la reina Jezabel mataba a los profetas de Dios, Abdías tomó cien de ellos y los ocultó de ella para que pudieran vivir. Ese acto constituye un claro desacato a los deseos de la autoridad gobernante.

En 2 de Reyes, se registra la única rebelión aparentemente aprobada contra un funcionario del gobierno. Atalía, la madre de Ocozías, empezó a destruir la descendencia real de la casa de Judá. Sin embargo, Joás el hijo de Ocozías, fue llevado por la hija del rey y lo ocultó de Atalía, para que el linaje se preservara. Seis años más tarde, Joiada reunió hombres en torno a él, declaró a Joás como rey y mataron a Atalía.

Daniel registra varios ejemplos de desobediencia civil. La primera se encuentra en el capítulo 3 donde Ananías, Misael y Azarías se negaron a adorar la estatua de oro en desobediencia a la orden del rey Nabucodonosor. La segunda está en el capítulo 6, donde Daniel desafía el decreto del rey Darío de no orar a nadie más que al rey. En ambos casos, Dios rescató a Su pueblo de la pena de muerte que se había impuesto.

En el Nuevo Testamento, el libro de los Hechos registra la desobediencia civil de Pedro y Juan hacia las autoridades que en ese momento estaban en el poder. Después que Pedro sanó a un hombre cojo de nacimiento, Pedro y Juan fueron arrestados por predicar acerca de Jesús y fueron puestos en la cárcel. Las autoridades religiosas estaban decididas a que no enseñaran acerca de Jesús; sin embargo, Pedro dijo, "Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído" (Hechos 4:19-20). Más tarde, los gobernantes confrontaron a los apóstoles nuevamente y les recordaron la orden de no enseñar acerca de Jesús, pero Pedro respondió, "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).

Un último ejemplo de la desobediencia civil se encuentra en el libro del Apocalipsis, donde el anticristo ordena a todos aquellos que están vivos durante los tiempos finales que adoren una imagen de sí mismo. Pero el apóstol Juan, quien escribió Apocalipsis, dice que aquellos que se convierten en cristianos en ese momento, desobedecerán al anticristo y a su gobierno y se negarán a adorar la imagen (Apocalipsis 13:15), así como los compañeros de Daniel violaron el decreto de Nabucodonosor para adorar a su ídolo.

Conclusión  Desobediencia Civil

Decenas de miles marchan contra el presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, en Managua el 30 de mayo de 2018. Los grupos paramilitares y la policía subordinados a Ortega asesinaron a 18 personas ese día, al finalizar dicha manifestación.

¿Qué conclusiones se pueden sacar de los anteriores ejemplos bíblicos? Las directrices para la desobediencia civil de un cristiano se pueden resumir así:

• Los cristianos deben resistir un gobierno que obliga o impone la maldad y deben trabajar en forma no violenta dentro de las leyes de la tierra para cambiar un gobierno que permite el mal.

• La desobediencia civil está permitida cuando las leyes o las órdenes del gobierno constituyen una violación directa de las leyes y mandatos de Dios.

• Si un cristiano desobedece un gobierno perverso, a menos que pueda escapar del gobierno, debería aceptar el castigo del gobierno por sus acciones.

• A los cristianos ciertamente se les permite trabajar para instalar nuevos líderes del gobierno en el marco de las leyes que se han establecido.

Por último, a los cristianos se les manda orar por sus dirigentes y para que Dios intervenga en Su momento para cambiar cualquier camino impío que estén siguiendo: "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" (1 Timoteo 2:1-2).

Fuente: GotQuestions

sábado, 27 de enero de 2018

¿Por Qué Permitió Dios el Holocausto?



Respuesta: Al tratar con el problema del mal en el mundo, nos encontramos con muchos problemas como éste. ¿Podría Dios haber evitado el Holocausto? Sí, Él podría haberlo hecho. También podría haber impedido las masacres de Stalin en la Unión Soviética, la tortura de disidentes de la Inquisición española, y el reinado de terror de Nerón. En cada caso, Dios permitió que hombres malvados ejercieran una cierta cantidad de poder durante un corto período de tiempo.

En última instancia, no sabemos las razones de lo que Dios permite. Sus caminos y pensamientos son infinitamente más altos que los nuestros (Isaías 55:8-9). Su plan soberano abarca todo el ámbito de la historia, pasado, presente y futuro, y abarcando todos los posibles cursos de acción, todas las causas y efectos, todas las potencialidades, y todas las contingencias. No hay forma de que podamos entender las complejidades de Su diseño. Por la fe, confiamos en que Su plan es el mejor plan posible para restaurar a una humanidad caída y un mundo maldito a la justicia y la bendición. 

Pero  podemos entender esto: el permiso de Dios no es lo mismo que Su aprobación. Dios permitió que Adán comiera del árbol prohibido, pero no aprobó la acción. De la misma manera, que Dios permitiera el Holocausto de ninguna manera sugiera Su aprobación del mismo. Dios es afligido por la pecaminosidad del hombre y la dureza de su corazón.

También sabemos que Dios ha hecho todo lo posible para redimirnos del pecado que nos destruiría. Él dio a Su único Hijo, quien sacrificó Su vida por nuestro pecado y tomó nuestro castigo. Todos los que se vuelven a Jesús en fe son salvados. El pecado en este mundo, y los horrores tales como el Holocausto, son el resultado directo de la continua rebelión de la humanidad contra Dios. 

Si bien nada puede justificar el Holocausto, sí vemos al menos una cosa buena que provino de la Segunda Guerra Mundial: Israel ahora existe como una nación. El Holocausto fue la razón principal por la que el Libro Blanco de 1939 fue rescindido, lo que liberó a los judíos para inmigrar a Israel. El hecho de que, a partir de 1948, los judíos tengan una identidad nacional restaurada, ayuda a cumplir profecías bíblicas como las de Ezequiel 37 y Mateo 24. Derrotar al nazismo y dar la tierra de Israel de regreso a los judíos es un ejemplo clásico de Dios frustrando el plan de Satanás y ocasionando el bien a pesar a del mal.

En todas Sus obras, Dios es justo (Salmo 145:17). La culpa del Holocausto recae directamente sobre los hombros de la humanidad pecaminosa. El Holocausto fue el producto de decisiones pecaminosas hechas por hombres pecaminosos contra un Dios santo. Si el Holocausto demuestra algo, es la depravación total del hombre. Tan sólo catorce años después de “la guerra para terminar con todas las guerras” (la Primera Guerra Mundial), Hitler ascendió al poder. Lo que es aun más chocante es que millones lo siguieron, permitiendo sus horribles políticas y siguiendo un camino hacia la destrucción nacional.

Y mientras el nazismo se apoderaba de Alemania, ¿dónde estaban las iglesias europeas? Algunas, es cierto, se mantuvieron firmes contra el mal en medio de ellas, y algunos eclesiásticos, como Dietrich Bonhoeffer, pagaron el precio máximo por disentir. Pero eran la minoría. La mayoría de las iglesias de la época aceptaron las reglas del Partido Nazi y permanecieron en silencio mientras los judíos eran masacrados. ¿Dónde estaban los líderes mundiales? Aparte de Winston Churchill de Inglaterra, los políticos del mundo tomaron la ruta del aislamiento o el apaciguamiento. Ninguno funcionó. ¿Dónde estaba la gente buena y decente? Edmund Burke a menudo es citado diciendo, “Todo lo que se necesita para que el mal triunfe en el mundo es que suficientes hombres buenos no hagan nada”. Aunque hubo algunos cuantos alemanes y algunos europeos como Oscar Schindler y Terrie ten Boom y su familia, quienes arriesgaron sus vidas para salvar a miles de judíos de la aniquilación, la mayoría permaneció en silencio y el Holocausto se produjo. La pregunta no es tanto, “¿Por qué permitió Dios el Holocausto?”, sino, “¿Por qué lo permitimos nosotros?”.

Dios le da a la humanidad la libertad de elección. Podemos elegir seguirlo y defender la rectitud, o podemos rebelarnos contra Él y perseguir el mal. El problema reside en el corazón del hombre. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Hasta que el corazón del hombre se vuelva a Dios, el mundo seguirá siendo testigo de “limpiezas étnicas”, genocidios, y atrocidades como el Holocausto. 


Artículos relacionados:
Dios y los judíos
El error de la teología del reemplazo
El Antisemitismo: Sus raíces y perseverancia

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
Why did God allow the Holocaust?

jueves, 30 de noviembre de 2017

¿Es bíblico el "caer en trance en el Espíritu"?



Respuesta: La idea de “caer en trance en el Espíritu” es cuando un ministro impone las manos sobre alguien, y esa persona se colapsa al suelo, supuestamente siendo afectada por el poder del Espíritu. Aquellos que practican “el trance en el Espíritu” utilizan pasajes de la Biblia que hablan acerca de gente que se quedó “como muerta” (Apocalipsis 1:17), o cayó sobre su rostro (Ezequiel 1:28; Daniel 8:17-18; Daniel 10:7-9). Sin embargo, hay numerosos contrastes entre esta experiencia bíblica de “caer sobre el rostro” y la práctica de “caer en trance en el Espíritu”.

1. El “caer postrado” bíblico era resultado de la reacción de una persona ante lo que había visto en una visión, o que estaba más allá de los sucesos ordinarios, cosas tales como la transfiguración de Cristo (Mateo 17:6). En la práctica anti-bíblica de “caer en trance”, la persona responde al “toque” de otro, o al movimiento del brazo del orador.

2. Los casos bíblicos fueron pocos y esporádicos, a tal grado que sólo ocurrieron rara vez en las vidas de unos cuantos. En el fenómeno de “estar en trance”, el caer es un evento semanal en sus iglesias y una experiencia que sucede a muchos. 

3. En los casos bíblicos, la gente caía sobre su rostro en temor reverente ante lo que veían o ante Quién veían. En el fingido “trance en el Espíritu”, ellos caen de espaldas, ya sea en respuesta al agitar de la mano del orador, o como resultado del toque de un líder de la iglesia (o en algunos casos al empujón),

No estamos afirmando que todos los ejemplos de “caer en trance en el Espíritu” sean fingimientos o respuestas a un toque o un empujón. Mucha gente experimenta una energía o una fuerza que les causa caer hacia atrás. Sin embargo, no encontramos bases bíblicas para este concepto. Sí, puede haber alguna energía o fuerza involucrada, pero si es así, es muy probable que no proceda de Dios, y que no sea el resultado de la obra del Espíritu Santo.

Este tipo de prácticas son frecuentes en muchas iglesias de corte pentecostal/neopentecostal. Los principales promotores de dichas prácticas aberrantes son principalmente los así llamados evangelistas itinerantes que recorren las iglesias. Una gran parte de ellos proviene de Puerto Rico y son una verdadera plaga en toda América Latina.

Es desafortunado que la gente busque estas simulaciones bizarras que no producen fruto espiritual, en vez de buscar el fruto práctico que nos da el Espíritu con el propósito de glorificar a Cristo en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23). El ser lleno con el Espíritu no se evidencia por tales fingimientos, sino por una vida que sobreabunde con la Palabra de Dios, a tal grado que la Palabra se derrame en cánticos espirituales y acciones de gracias a Dios. ¡Qué lo dicho en Efesios 5:18-20 y Gálatas 5:22-23 sea reflejado en nuestras vidas!

A modo de ejemplo, veamos lo que ocurrió en la "iglesia" del charlatán de Guillermo Maldonado: 




Fuente: GotQuestions.org

lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Hay un idioma celestial? ¿Qué idioma hablaremos en el cielo?


Respuesta: Hay algunas conjeturas sobre si existe algo así como un “idioma celestial”. ¿Hay un idioma desconocido en la tierra, pero que sea hablado con fluidez en el cielo? Si es así, ¿es posible que alguien aprenda a hablar este idioma esotérico? ¿Es posiblemente un don del Espíritu Santo?

En primer lugar, debemos señalar que la expresión “idioma celestial” no se encuentra en la Escritura. También, la frase “lenguas de ángeles” se usa una sola vez, en 1 Corintios 13:1, “Si yo hablo en lenguas de hombres y de ángeles pero no tengo amor vengo a ser como bronce que resuena o un címbalo que retiñe”.

Algunos han sugerido que la referencia de Pablo a “lenguas de ángeles” es prueba de que hay un idioma celestial que sólo los ángeles — y ciertos creyentes llenos del Espíritu — pueden hablar. Echemos un vistazo más de cerca al versículo y su contexto.

Cuando Pablo habla de “lenguas de hombres”, lo más probable es que se esté refiriendo al don dado el Día de Pentecostés, cuando los apóstoles fueron imbuidos por el Espíritu Santo para hablar idiomas virtualmente desconocidos para ellos (Hechos 2:4-12). “Lenguas de hombres”, es una referencia a los diversos lenguajes humanos en uso en ese tiempo. Los hermanos de Corinto valoraban tanto este don milagroso, que fue gravemente abusado y falsificado. Pablo abordó este problema en su epístola. Los corintios necesitaban saber que Dios dio la habilidad de hablar un idioma extranjero como una señal, y que el don tenía algunas restricciones (1 Corintios 14:1-33).

Cuando Pablo habla de las “lenguas de ángeles”, no está hablando literalmente de un “idioma celestial”, como algunos quieren creer, sino que está usando una expresión hiperbólica. La hipérbole es una exageración para hacer un punto. Pablo está diciendo que, sin importar cuán talentoso alguien sea, ya sea en su propio idioma, en idiomas extranjeros, o incluso en el hipotético idioma de los ángeles, todo es irrelevante sin amor. De hecho, sin amor, el discurso de uno no es mejor que el inútil balbuceo de las religiones paganas. La cultura pagana de Corinto honraba a sus dioses en ceremonias rituales acompañadas por ruidosos instrumentos musicales tales como gongs, címbalos y trompetas. Su adoración era una cacofonía caótica. 

Hablar en “lenguas de ángeles” probablemente se entiende mejor como tener la habilidad de hablar con “elocuencia divina”. Como lo expresó un erudito bíblico bien conocido, “Pablo está diciendo simplemente que, si tuviera la capacidad de hablar con la habilidad y la elocuencia de los hombres más grandes, incluso con elocuencia angelical, sólo sería un ruidoso gong…”.

El hecho es que Pablo usó el lenguaje hiperbólico en otras partes, incluso en el versículo siguiente, con su mención de la fe para “trasladar los montes”. Sus exageraciones sirven para enfatizar la necesidad del amor. Mostrar amor es más importante que la acción más grandiosa y más milagrosa que se pueda imaginar.

Sugerir que Pablo implica que “lenguas de ángeles” es una especie de “idioma celestial” es ir más allá de lo que la Escritura realmente enseña. Es tomar la expresión completamente fuera de contexto en un intento de enseñar algo diferente a lo que Pablo realmente dijo.

Artículos relacionados:
»» ¿Cuál es el significado de “lenguas angélicas”?
»» ¿Qué es orar en lenguas?
»» ¿Cuál es el don de hablar en lenguas?

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Is there a heavenly language?

martes, 21 de noviembre de 2017

¿Qué es orar en lenguas? ¿Es el orar en lenguas un lenguaje de oración entre Dios y el creyente?



Respuesta: Como un antecedente, favor de leer nuestro artículo sobre “El don de hablar en lenguas”. Hay cuatro pasajes principales en la Escritura que se señalan como evidencia del orar en lenguas: Romanos 8:26; 1 Corintios 14:4-17; Efesios 6:18; y Judas 20. Efesios 6:18 y Judas verso 20 mencionan “orar en el Espíritu”. Sin embargo, las lenguas como lenguaje de oración no es una interpretación adecuada del “orar en el Espíritu”.

Romanos 8:26 nos enseña, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Dos puntos clave hacen altamente improbable que Romanos 8:26 se refiera a las lenguas como un lenguaje de oración. (1) Romanos 8:26 dice que es el Espíritu quien “gime”, no los creyentes. (2) Romanos 8:26 establece que los gemidos del Espíritu “no pueden ser pronunciados”. La esencia misma de hablar en lenguas es la pronunciación de palabras. 

Eso nos deja con 1 Corintios 14:4-17 y especialmente el verso 14, “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”. ¿Qué significa esto? Primero, es muy valioso estudiar el contexto. 1 Corintios capítulo 14 es primeramente una comparación / contraste del don de hablar en lenguas y del don de profecía. Los versos 2-5 aclaran que Pablo veía a la profecía como un don superior al de las lenguas. Al mismo tiempo, Pablo exclama el valor de las lenguas y declara que se alegra de hablar en lenguas más que todos los demás (verso 18).

Hechos capítulo 2 describe la primera aparición del don de lenguas. En el día de Pentecostés, los apóstoles hablaron en lenguas. Hechos capítulo 2 aclara que los apóstoles estaban hablando en lenguas humanas (Hechos 2:6-8). La palabra traducida “lenguas” tanto en Hechos capítulo 2 como en 1 Corintios capítulo 14 es “glossa” que significa “lenguaje”. Es la palabra de la que procede nuestra moderna palabra “glosario”. Hablar en lenguas era la habilidad de hablar en un idioma que no conocías, a fin de comunicar el Evangelio a alguien que hablara esa lengua. En la región multicultural de Corinto, parece que ese don de lenguas era especialmente valorado y prominente. Los creyentes en Corinto podían comunicar mejor el Evangelio y la Palabra de Dios como resultado del don de lenguas. Sin embargo, Pablo hace totalmente claro, que aún este uso de las lenguas, debía ser interpretado, es decir, “traducido” (1 Corintios 14:13, 27). Un creyente de Corinto hablaría en lenguas, ministrando la verdad de Dios a alguien que hablara ese idioma, y entonces ese creyente, u otro creyente en la iglesia, debía interpretar lo que se había hablado, para que toda la asamblea pudiera entender lo que se había dicho. 

Entonces ¿qué es orar en lenguas, y cuál es la diferencia con hablar en lenguas? 1 Corintios 14:13-17 indica que el orar en lenguas también debe ser interpretado. Como resultado, parece que orar en lenguas era ofrecer una oración a Dios. Esta oración ministraría a alguien que hablara ese idioma, pero también necesitaría ser interpretado para que todo el cuerpo de Cristo pudiera ser edificado. 

Esta interpretación no concuerda con aquellas que ven el orar en lenguas como un lenguaje de oración. Esta creencia alternativa puede ser resumida como sigue: el orar en lenguas es un lenguaje de oración personal entre el creyente y Dios (1 Corintios 13:1), que el creyente utiliza para edificarse a sí mismo (1 Corintios 14:4). Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) ¿De qué manera el orar en lenguas puede ser un lenguaje privado de oración, si éste debe ser interpretado? (1 Corintios 14:13-17). (2) ¿Cómo puede el orar en lenguas ser para auto-edificación cuando la Escritura dice que los dones espirituales son para la edificación de la iglesia, y no para uno mismo? (1 Corintios 12:7). (3) ¿Cómo puede ser el orar en lenguas un lenguaje privado de oración, si las lenguas son por “señal a los incrédulos”? (1 Corintios 14:22). (4) La Biblia aclara que no todos poseen el don de lenguas (1 Corintios 12:11, 28-30). ¿Cómo pueden ser las lenguas un don para auto-edificación si no lo poseen todos los creyentes? ¿No necesitamos todos ser edificados? 

Hay una interpretación adicional sobre el orar en lenguas que necesita ser aclarada. Algunos entienden el orar en lenguas como un “código de lenguaje secreto” que evita que Satanás y sus demonios entiendan nuestras oraciones, y que por ello puedan aprovecharse de nosotros. Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) Consistentemente, el Nuevo Testamento describe las lenguas con un lenguaje humano. Es improbable que Satanás y sus demonios no sean capaces de entender los lenguajes humanos. (2) La Biblia registra a incontables creyentes orando en su propio lenguaje, en voz alta, sin preocuparse de que su oración pudiera ser interceptada por Satanás. Aun si Satanás y/o sus demonios escucharan y entendieran las oraciones que hacemos, carecen absolutamente del poder para evitar que Dios responda las oraciones de acuerdo a Su voluntad. Sabemos que Dios escucha nuestras oraciones, y ese hecho hace irrelevante el que Satanás o sus demonios las escuchen y entiendan. 

Después de todo lo dicho, ¿qué hay de los muchos cristianos que han experimentado el orar en lenguas y lo han encontrado muy edificante para ellos mismos? Primero, debemos basar nuestra fe y práctica en las Escrituras, no en experiencias. Debemos ver nuestras experiencias a la luz de la Escritura, no interpretar la Escritura a la luz de nuestras experiencias. Segundo, muchos de los cultos y religiones del mundo, también reportan experiencias de hablar en lenguas / orar en lenguas. Obviamente el Espíritu Santo no concede estos dones a individuos no creyentes. Así que, parece que los demonios pueden imitar el don de hablar en lenguas. Esto debe conducirnos a comparar aún más cuidadosamente nuestras experiencias con la Escritura. Tercero, muchos estudios han mostrado cómo el hablar/orar en lenguas puede ser un comportamiento aprendido. A través del escuchar y observar a otros hablar en lenguas, una persona puede aprender el procedimiento, aún inconscientemente. Esta es la explicación más probable para la gran mayoría de los casos, entre los cristianos que hablan / oran en lenguas. Cuarto, el sentimiento de “auto-edificación” es natural. El cuerpo humano produce adrenalina y endorfina cuando experimenta algo nuevo, excitante, emocionante inducido, y/o desconectado del pensamiento racional.

El orar en lenguas es definitivamente una cuestión sobre la que los cristianos pueden respetuosa y amorosamente acordar o discrepar. Orar en lenguas no es lo que determina la salvación. Orar en lenguas no es lo que separa a los cristianos maduros de los inmaduros. El que el orar en lenguas sea un lenguaje de oración, no es algo fundamental para la fe cristiana. Así que, mientras creamos que la interpretación bíblica de la oración en lenguas nos aleje de la idea de un lenguaje privado de oración para la edificación personal – también reconocemos que muchos de los que lo practican, son nuestros hermanos y hermanas en Cristo, y dignos de nuestro amor y respeto.

Fuente: GotQuestions

martes, 17 de octubre de 2017

¿Quién es la "Reina del Cielo"?

"Coronación de la Virgen, de Diego Velázquez

Respuesta: La frase "la Reina del Cielo" aparece en la Biblia dos veces, ambas en el libro de Jeremías. El primer incidente se encuentra en relación con las cosas que los hijos de Israel estaban haciendo que provocaron a ira a Jehová. Familias enteras estaban involucradas en la idolatría. Los niños juntaban madera, y los hombres la utilizaban para construir altares para adorar dioses falsos. Las mujeres se dedicaban a amasar y hornear pan para "la Reina del Cielo" (Jeremías 7:18). Este título se refiere a Astarté, diosa de Babilonia y Asiria, también llamada Astarot por otros grupos. Se creía que ella era la esposa del falso dios Baal, también conocido como Moloc. La motivación de las mujeres para adorar a Astarot se derivaba de su reputación como una diosa de la fertilidad, y, como la concepción de los hijos fue muy deseada entre las mujeres de la época, la adoración de la "Reina del Cielo" era rampante entre las civilizaciones paganas. Lamentablemente, se hizo popular entre los israelitas también. 

La segunda referencia a la Reina del Cielo se encuentra en Jeremías 44:17-25, donde Jeremías está dando al pueblo la Palabra del Señor que Dios le había hablado. Él recuerda a la gente que su desobediencia e idolatría habían causado al Señor enojarse mucho con ellos y castigarlos con calamidad. Jeremías les advierte que castigos aun mayores les esperan si no se arrepienten. Ellos responden que no tienen intenciones de renunciar a su culto de los ídolos, y prometen continuar derramando libaciones a la Reina del Cielo, Astarot, e incluso ir tan lejos como para darle crédito a ella por la paz y prosperidad que alguna vez disfrutaron por la gracia y la misericordia de Dios.

No está claro dónde se originó la idea de que Astarot era una "consorte" de Jehová, pero es fácil ver cómo la mezcla del paganismo que exalta a una diosa con la adoración del verdadero Rey del cielo, Jehová, puede llevar a la combinación de Dios y Astarot. Y puesto que la adoración de Astarot involucró la sexualidad (fertilidad, procreación, y prostitución en el templo), la relación resultante, a la mente depravada, naturalmente sería una de carácter sexual. Claramente, la idea de la "Reina del Cielo" como la consorte o amante del Rey del Cielo es idólatra y antibíblica.

No hay ninguna Reina del Cielo. Nunca ha habido una Reina del Cielo. Ciertamente hay un Rey del Cielo, el Señor de los Ejércitos, Jehová. Sólo Él reina en el cielo. Él no comparte Su reino o Su trono o Su autoridad con nadie. La idea de que María, la madre de Jesús, es la Reina del Cielo no tiene ninguna base bíblica alguna, derivándose en cambio de las proclamaciones de los sacerdotes y los papas de la Iglesia Católica Romana. Mientras que María era ciertamente una mujer piadosa grandemente bendecida en que fue elegida para dar a luz al Salvador del mundo, ella no era de ninguna manera divina, tampoco sin pecado, ni debe ser adorada, venerada, o rezada. Todos los seguidores del Señor Dios niegan la adoración. Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se niegan a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9). La respuesta es siempre la misma: "¡Adorad a Dios!". Ofrecer adoración, reverencia o veneración a alguien que no sea Dios es nada menos que idolatría. Las palabras de María en su "Magníficat" (Lucas 1:46-55) revelan que nunca pensó de sí misma como "inmaculada" y merecedora de veneración; en cambio, dependió de la gracia de Dios para la salvación: "Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador". Sólo los pecadores necesitan a un Salvador, y María reconoció esa necesidad en sí misma.

Además, Jesús Mismo emitió una leve reprimenda a una mujer que gritó, "Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste", al responderle: "Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan" (Lucas 11:27-28) Al hacerlo, Él restringió cualquier tendencia a elevar a María como un objeto de culto. Ciertamente Jesús pudo haber dicho, "¡Sí, bendecida sea la Reina del Cielo!". Pero no lo hizo. Él estaba afirmando la misma verdad que la Biblia afirma: no hay ninguna Reina del Cielo, y las únicas referencias bíblicas a la "Reina del Cielo" se refieren a la diosa de una falsa religión idólatra.

Fuente: GotQuestions

Si desea obtener información adicional acerca de este tema, visite nuestra sección:

lunes, 24 de julio de 2017

¿Qué es el Mandato de los Siete Montes? (7-M/7M) ¿Es Bíblico?



Respuesta: El mandato de los siete montes o la profecía de los siete montes es un movimiento antibíblico y perjudicial que ha ganado seguimiento en algunas iglesias carismáticas y pentecostales. Aquellos que siguen el mandato de los siete montes creen que, para que Cristo regrese a la tierra, la Iglesia debe tomar el control de las siete principales esferas de influencia en la sociedad para la gloria de Cristo. Una vez que el mundo haya sido sometido al reino de Dios, Jesús regresará y gobernará el mundo.

Aquí están los siete montes, según el mandato de los siete montes:

1) Educación
2) Religión
3) Familia
4) Negocios
5) Gobierno/Ejército
6) Artes/Entretenimiento
7) Medios de comunicación

Se piensa que estos siete sectores de la sociedad moldean la forma en la que todos piensan y se comportan. Por lo tanto, para hacer frente al cambio social, estos siete “montes” deben ser transformados. Los montes también son denominados “pilares”, “formadores”, “moldeadores” y “esferas”. Aquellos que siguen el mandato de los siete montes hablan de “ocupar” los montes, “invadir” la cultura”, y “transformar” la sociedad.

El mandato de los siete montes tiene sus raíces en la teología del dominio, que inició a principios de la década de 1970, con el objetivo de “tomar dominio” de la tierra, torciendo Génesis 1:28, para incluir un mandato para que los cristianos controlen los asuntos civiles y todos los otros aspectos de la sociedad. La Nueva Reforma Apostólica, con sus autoproclamados profetas y apóstoles, también ha influenciado al movimiento de los siete montes, prestando sueños y visiones y otras revelaciones extrabíblicas al mandato.

El mandato de los siete montes dice que es deber de todos los cristianos crear un reino mundial para la gloria de Cristo. Los maestros en el movimiento usan Isaías 2:2, que menciona montes, en un intento de apoyar su punto de vista: “En los días postreros, el monte del templo del Señor será establecido como el más alto de los montes; será exaltado entre las colinas, y todas las naciones correrán a él”. El objetivo principal de la teología del dominio y del mandato de los siete montes es la dominación política y religiosa del mundo a través de la implementación de las leyes morales — y de los castigos subsiguientes — del Antiguo Testamento.

Lance P. Wallnau acuño el término mandato de los siete montes y es su maestro más prominente. Wallnau adapta el mandato misionero de Jesús a Sus discípulos de “ir y hacer discípulos” de todas las naciones en un mandato para efectuar la transformación social. Él razona que, dado que las iglesias ya tienen una presencia en todas las naciones del mundo, ahora debemos concentrarnos en influenciar los sistemas (los “montes”) dentro de estas naciones. El problema, según Wallanau, es que los cristianos no están influyendo actualmente en la sociedad fuera de la iglesia. Los cristianos han dejado los montes susceptibles a las “puertas del infierno”, que son portales espirituales sobre los “reyes” (influenciadores) de esos montes.

La enseñanza de Wallnau se basa liberalmente en el Pacto Abrahámico, que prometió a Abraham una simiente y una herencia duradera. También, a Israel se le prometió en Deuteronomio 28:12-14 ser “cabeza y no cola” entre las naciones. Los proponentes del mandato de los siete montes infieren que la iglesia, no Israel, es la entidad que debe reclamar esa promesa. Ahora les corresponde a los creyentes aproximarse a las “puertas del infierno” y posicionarse para ejercer la mayor cantidad de influencia. La iglesia necesita entonces ser diseccionada en “micro componentes” e infiltrar los montes. Dado que cada cristiano no puede posicionarse en la cima de cada montaña, cada individuo debe encontrar su pico más pequeño particular y ser un líder en ese reino.

La vanguardia del mandato de los siete montes es la Nueva Reforma Apostólica, que enseña que la iglesia del siglo XXI será gobernada por apóstoles y profetas. El movimiento no es gobernado por una denominación específica, sino que por los supuestos apóstoles y profetas quienes, por supuesto, afirman recibir revelación directa de Dios. Al dar credibilidad a los profetas y apóstoles modernos, la NRA denigra a la Biblia y la sola escriptura, enfatiza la teología orientada a la experiencia y promueve el misticismo.

La NRA y los proponentes del mandato de los siete montes han abandonado la enseñanza bíblica sobre los tiempos del fin, eligiendo creer que los cristianos deben preparar el escenario para la segunda venida de Jesús, al alcanzar el dominio sobre los sistemas del mundo. Según la teología 7.M, Jesús sólo volverá a un mundo que refleje el reino de Dios. Esta idea es similar a la enseñanza de la Nueva Era que anticipa un cambio espiritual cósmico cuando el hombre se convierta en corredentor del planeta tierra.


Los cristianos están llamados a ser luz en el mundo (Mateo 5:14). Sin embargo, no hay un requisito bíblico de tomar el timón de todos los sistemas del mundo con el fin de abrir paso al reino de Cristo. La Biblia dice que el mundo empeorará, no que mejorará, en los días postreros (2 Timoteo 3:1, 13; 2 Pedro 3:3).

La teología asociada con el mandato de los siete montes es peligrosa, y arroja una luz terriblemente negativa sobre los cristianos en todas partes. La enseñanza del 7-M pone una carga enorme sobre los creyentes para que realicen y hagan progresos en sus esferas de influencia relativas, y para que preparen el escenario para el regreso de Jesús a la tierra — todo sin un punto final definido —. Poco énfasis es puesto en el mensaje de salvación del evangelio por gracia por medio de la fe en Jesucristo; el movimiento es más acerca de reclamar derechos y tomar el control.  El mandato de los siete montes es un movimiento dirigido por falsos profetas, y debe ser evitado y expuesto cada vez que los cristianos creyentes en la Biblia lo encuentren. 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
What is the seven mountain mandate (7-M / 7M), and is it biblical?
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