lunes, 29 de diciembre de 2025

Todo Tiene un Significado

Brock y Bodie Thoene



¿Por Qué María?

A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María” (Lucas 1:26-27, NVI).

Cuando se enfrentó a palabras transformadoras de un mensajero angelical, la respuesta de María no fue sólo creer de inmediato, sino actuar. ¡Viajó a ver a Isabel, que estaba embarazada!

María, cuyo nombre significa “amarga rebelión”, llevaría en su vientre al Hijo prometido de Dios. Pero, a diferencia de Eva, María no era una rebelde. El Señor la favoreció más que a todas las mujeres. Él había examinado su corazón, no encontró amargura allí, y la declaró digna. Su humilde aceptación de su papel en el plan eterno de Dios mostró una fe como la de Abraham.

Cuando el ángel se le apareció a María, le trajo un mensaje de Dios. Gracias a su fe, recibió la Palabra en su espíritu. Luego, nueve meses después, esa Palabra Eterna Hecha Carne habitó entre nosotros. ¡Qué milagro!

Ese milagro continúa hoy. Recibir la Palabra de Dios en tu espíritu y creer en el poder del Espíritu Santo resulta en tener la Palabra de Dios presente y viva en ti.

¿Por Qué José?

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: ‘La virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel’ (que significa ‘Dios con nosotros’) (Mateo 1:22-23).

María y José eran descendientes de David, pero a través de distintos antepasados. El antepasado de José, el rey Jeconías, fue maldecido por alejarse del Señor y, por lo tanto, el Mesías no podía venir de su linaje. El linaje de María, descendiente de David, permaneció bendecido. Así que cada uno jugó un papel diferente en la redención. María traería al Redentor. José estaba entre aquellos en el linaje de David que serían redimidos. 

José—tan ordinario, pero dotado de humildad y fe—desempeñaría un papel fundamental no sólo para su generación, ¡sino para todas las generaciones futuras, en todo el mundo y por toda la eternidad! Su vida es prueba de que Dios utiliza personas ordinarias para llevar a cabo Sus planes.

¿Por Qué Belén?

Como un pastor, apacentará su rebaño; con su brazo lo reunirá. A los corderitos llevará en su seno” (Isaías 40:11).

Pregunta a cualquiera que celebre la Navidad dónde nació el Niño Jesús, y la mayoría dirá Belén. Los villancicos recuerdan su fama. Muchos también podrían explicar por qué se eligió la polvorienta e insignificante Belén para un acontecimiento tan importante. En hebreo, Belén significa “Casa del Pan”. Se profetizó que el Mesías, “el Pan enviado desde el cielo para alimentar las almas de la humanidad”, sería descendiente del rey David. También nacería en la misma ciudad donde nació David, el rey pastor de Israel: Belén.

Pero tú, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes son de un pasado distante, desde tiempos antiguos” (Miqueas 5:2).

Juan el Bautista llamó a Jesús no sólo el “Hijo de Dios” (Juan 1:34) sino también el “Cordero de Dios” (Juan 1:36).

El Primogénito Cordero de Dios sacrificaría Su Vida para expiar los pecados de todos—un sacrificio perfecto y único, ofrecido por el mismo Dios Padre.

¿Dónde más tendría que nacer “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29) sino en Belén, entre los sagrados rebaños del Templo?

Nota: Este artículo fue tomado con permiso del libro de Brock y Bodie Thoene, ¿Por Qué Un Pesebre? Los Thoene son un talentoso matrimonio de escritores, conocidos por su ficción histórica, con precisión bíblica. El título de este artículo cita una afirmación frecuentemente mencionada por los Thoene sobre la belleza y el alcance de la Palabra de Dios: “Todo tiene un significado”.


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

Recurso recomendado:


Libro: JESÚS - El Cordero y el León

Read in Lamplighter:

No hay comentarios:

Share/Bookmark