lunes, 19 de diciembre de 2016

Profecía en los Salmos: Temas Proféticos


Vitral que retrata al rey David tocando el arpa

Temas Proféticos

El enfoque profético básico de los Salmos es el sufrimiento de los judíos durante la Tribulación. Desde el Salmo 3 hasta el Salmo 144, hay 59 oraciones por la liberación de la tribulación. Doce Salmos enteros (80, 82, 88, 90, 120, 126, 129, 137, y 141- 144) están dedicados a clamores sinceros por liberación del sufrimiento intenso. 

Algunos podrían objetar a la clasificación de estos pasajes como de naturaleza profética, al argumentar que éstos son simplemente las oraciones de David y otros que clamaron a Dios en medio de situaciones desesperadas. Pero algunas de las oraciones son definitivamente de naturaleza nacional (por ejemplo, Salmos 80 y 83). Algunas se refieren a guerras específicas en los tiempos del fin, como Salmo 83. Otras describen situaciones tan horribles, que parecen apuntar a la Gran Tribulación para su cumplimiento (vea Salmos 14, 60, y 94).

En cuanto a las oraciones que son definitivamente de naturaleza personal, tenga en cuenta que tales declaraciones pueden tener profunda importancia profética. El ejemplo clásico es Salmo 22, donde David en un momento de desesperación exclamó, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Ésta fue una oración personal de David, sin embargo, fue profética de la increíble agonía que Jesús sufriría en la cruz, cuando los pecados de la humanidad fueron puestos sobre Él, y Su perfecta comunión con Su Padre se rompió por primera vez. Las palabras de David se convirtieron en las palabras del Señor, mientras sufría en la cruz. 

Del mismo modo, no tengo duda de que los judíos se volverán a los Salmos en medio de la Gran Tribulación, y pronunciarán estas mismas oraciones a Dios, por su liberación de la ira de Dios y la ira del Anticristo. Imagínese a sí mismo como un judío en la Tribulación, odiado por las naciones y cazado como un animal por el Anticristo y sus fuerzas, y luego lea el Salmo 88.

Declaraciones de Fe, Regocijo y Acción de Gracias

Muchas de estas oraciones desgarradoras están intercaladas con declaraciones triunfantes de fe en Dios, como si el que clamara tan desesperadamente estuviera tratando de tranquilizarse a sí mismo de que Dios está escuchando y que responderá. Salmo 68:19-20 es típico:

Bendito el Señor; 
cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. 
Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, 
Y de Jehová el Señor es el
librar de la muerte. 

Hay 46 afirmaciones de fe como ésta contenidas en las oraciones por liberación. Puedo imaginar a los judíos en apuros leyendo, memorizando, y recitando estas declaraciones durante los días más oscuros de la Tribulación. Tenga en cuenta que el profeta Zacarías dice que dos tercios de los judíos serán destruidos durante esos terribles años (Zacarías 13:8).

Otro tema repetitivo de los Salmos es el regocijo y la acción de gracias por la liberación del Señor. Tome Salmo 66 por ejemplo. Es un canto de alabanza emotivo y desinhibido por la salvación nacional de Israel. Puede imaginar los saltos, los aplausos y los bailes del Remanente judío, mientras lee las líneas iniciales: 

A veces, un solo Salmo contendrá los tres de estos temas proféticos: 1) Un clamor por la liberación; 2) Una declaración de fe; y 3) Un canto de alabanza por la respuesta salvadora de Dios. Salmo 54 es un buen ejemplo de la combinación de estos temas:

  1. Un clamor por la liberación — “Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme. Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca. Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí” (versos 1-3).
  2. La Expresión de Fe — “He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. El devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad” (versos 4-5).
  3. Alabanza por la Liberación — “Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos” (versos 6-7).

En la tercera y última parte de esta serie sobre la profecía en los Salmos, veremos los grupos proféticos que se encuentran en ese libro. 

Artículos relacionados:
»» Profecía en los Salmos — Las Profecías Descuidadas
»» ¿Por qué un Milenio? 
»» El Regreso del Mesías
»» El Milenio en el Antiguo Testamento

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

jueves, 15 de diciembre de 2016

Profecía en los Salmos: Las Profecías Descuidadas

Un Depósito Importante de Profecías Mesiánicas


"El Rey David tocando el arpa", por Gerard van Honthorst (1592 - 1656).

Cuando enseño sobre la importancia de la Profecía Bíblica, uno de los puntos que siempre menciono es la cantidad de profecía que la Biblia contiene. Enfatizo que cerca de un cuarto a un tercio de todas las Escrituras son de naturaleza profética, y ese hecho por sí solo debería ser suficiente para obligar a nuestro estudio de la profecía. Luego le recuerdo a mi audiencia que, en 2 Timoteo 3:16-17 se nos dice que, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Y “toda la escritura”, ciertamente incluye profecía. 

La mayoría de los cristianos son completamente inconscientes de cuánto de la Biblia está dedicado a la profecía, al igual que la mayoría son inconscientes del hecho de que la Biblia es el único libro en el mundo que contiene profecías cumplidas. No hay, por ejemplo, profecías cumplidas en el Corán, los Vedas hindúes o el Libro del Mormón. En contraste, la Biblia contiene cientos de profecías que ya se han cumplido — profecías acerca de personas, ciudades, naciones, imperios y el Mesías —.

Volviendo a la cantidad de profecía, considere el hecho de que uno de cada 25 versículos del Nuevo Testamento tiene que ver con la Segunda Venida de Jesús. Y los Evangelios están llenos de profecías acerca de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.

El Nuevo Testamento contiene libros enteros dedicados a la profecía — como 1 y 2 de Tesalonicenses y Apocalipsis —. Los Evangelios contienen largos pasajes dedicados a la profecía. Considere, por ejemplo, Mateo 24-25, Marcos 13, Lucas 21 y Juan 14-17. Otros largos pasajes proféticos están dispersos por todo el Nuevo Testamento — Hechos 1, Romanos 9-11, 1 Corintios 15, 1 Timoteo 4, 2 Timoteo 3-4, Tito 2, 1 Pedro 1 y 4, y 2 Pedro 3.

En el Antiguo Testamento, inmediatamente pensamos en los Profetas Mayores y Menores — un total de 16 libros —. Pero estos libros no son los únicos en las Escrituras hebreas que contienen profecía. Importantes pasajes proféticos se pueden encontrar en los libros históricos, un buen ejemplo siendo Deuteronomio 28-30, donde Moisés profetiza que el pueblo judío un día será esparcido por todo el mundo, y serán perseguidos donde quiera que vayan, pero serán preservados y reunidos en su tierra natal.

Los libros históricos también contienen profecías mesiánicas. El nacimiento virginal del Mesías es profetizado en Génesis 3:15. En Deuteronomio 18:15-18, Moisés profetizó que el Mesías sería un profeta. En Génesis 12:1-3, Dios le prometió a Abraham que el Mesías vendría a través de su linaje y, en Génesis 49:8, Jacob profetizó que el Mesías vendría de la tribu de Judá. La profecía de que el Mesías vendría de la casa de David, dentro de la tribu de Judá, está indicada en 2 Samuel 7:8-16.

Las Profecías Descuidadas

Quizás el área más ignorada del Antiguo Testamento con respecto a la profecía es el libro de los Salmos. Éste es un importante depósito de profecías mesiánicas concernientes a la Primera y Segunda Venidas del Mesías. Algunas son directas y claras. Otras son indirectas y sutiles.

La mayoría de los eruditos reconocen que 16 de los salmos son claramente de naturaleza mesiánica. Se enumeran a continuación:

Lista de Salmos Mesiánicos Generalmente Reconocidos con Ejemplos de Pasajes Proféticos
Salmo 2
— “Mi Hijo eres tú; Yo te engendré hoy”. — La Encarnación
— “Te daré por herencia las naciones…” — El Reinado de Jesús

Salmo 8
—“Le has hecho [al Hijo del Hombre] poco menor…”. — La Encarnación

Salmo 16
— “No dejarás mi alma en el Seol…”. — La Resurrección

Salmo 22
— “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. — La Crucifixión
— “Todas las familias de las naciones adorarán delante de ti”. — El Milenio

Salmo 24
— [Abríos], Oh puertas…Y entrará el Rey de gloria”. — La Segunda Venida

Salmo 40
— “Quieras, oh Jehová, librarme”. — La Crucifixión

Salmo 41
— “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba”. — La Traición

Salmo 45
— “Ella [la novia] será llevada al rey”. — El Arrebatamiento

Salmo 68
— “Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos…”. — La Segunda Venida 
— “Subiste a lo alto”. — La Ascensión

Salmo 69
— “Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed…”. — La Crucifixión
— “Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá”.                   — La Salvación de Israel

Salmo 72
— “Oh Dios, da tus juicios al rey…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 89
— Yo también le pondré por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 91
— “Yo lo libraré; Le pondré en alto”. — La Resurrección

Salmo 102
— “Las naciones [y reyes] temerán el nombre del Señor…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 110
— “El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra”. — La Ascensión
— “Desde Sión el Señor extenderá tu cetro real”. — El Reinado de Jesús
— “Quebrantará a los reyes en el día de su ira”. — La Segunda Venida

Salmo 118
— “La piedra que desecharon los edificadores”. — La Resurrección
— “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. — La Entrada Triunfal

Todos, excepto tres de estos salmos, son citados directamente en el Nuevo Testamento y aplicados a Jesús. Los tres no citados son el Salmo 24, el Salmo 27 y el Salmo 89. El más frecuentemente citado es el Salmo 110. Es mencionado un total de catorce veces en el Nuevo Testamento, más que cualquier otro pasaje del Antiguo Testamento. Otros tres de estos salmos mesiánicos son mencionados frecuentemente en el Nuevo Testamento. Son los Salmos 2 y 69, mencionados siete veces cada uno, y el Salmo 118, el cual es citado un total de seis veces. 

Juntos, estos 16 salmos mesiánicos presentan una visión panorámica de la Primera y Segunda Venidas de Jesús. La siguiente lista presenta pasajes de estos 16 salmos dispuestos en orden cronológico, de acuerdo con los eventos en la vida de Jesús.

Pasajes Proféticos de los Salmos Mesiánicos
Dispuestos en Orden Cronológico

A. La Primera Venida

1) Salmo 8:4-5; 40:6-10 — La Encarnación

2) Salmo 91:9-13 — La Tentación

3) Salmo 8:2; 118:25-26 — La Entrada Triunfal

4) Salmo 69:1-19 — La Agonía del Getsemaní

5) Salmo 41:9 — La Traición

6) Salmo 22:1-21; 40:13-17; 69:20-21 — La Crucifixión

7) Salmo 16:8-11; 22:19-24; 91:11-16; 118:22 — La Resurrección

8) Salmo 68:18; 110:1 — La Ascensión

9) Salmo 118:22 — La Iglesia

B. La Segunda Venida

1) Salmo 45:1-17 — El Rapto y el Banquete de Bodas

2) Salmo 24:7-10 — El Regreso del Rey de Gloria

3) Salmo 68:1-3; 110:5 — El Derramamiento de la Ira de Dios

4) Salmo 2:4-9; 72:1-4; 89:19-29; 102:15; 110:2 — El Rey Reina desde el Monte Sión

5) Salmo 110:1-7 — El Rey es un Sacerdote y un Juez

6) Salmo 2:8; 8:3-9; 22:27-29 — El Dominio del Rey

7) Salmo 69:35-36; 102:12-22 — La Salvación y la Restauración de Israel

8) Salmo 22:25-31; 72:1-19 — El Milenio

9) Salmo 89:4,27-29,36-37 — La Naturaleza Eterna del Reinado

Otros Salmos Mesiánicos

Las profecías Mesiánicas en los Salmos no se limitan de ninguna manera a los 16 que están mencionados más arriba. Yo añadiría los siguientes 17 Salmos a la lista, como aquellos que son obviamente de naturaleza mesiánica, relacionados con la Segunda Venida del Señor:

1. Salmos 18 y 21— Contienen descripciones vívidas y detalladas del regreso del Señor en ira (Salmo 18:7-19 y Salmo 21:8- 13).

2. Salmo 46 — Describe al Señor exaltado en medio de Jerusalén, después de Su regreso triunfante.

3. Salmo 47 — Un cántico de gozo, que celebra el reinado del Señor como Rey de reyes.

4. Salmo 48 —La belleza de la Jerusalén milenial.

5. Salmo 76 — Una descripción de la batalla del Armagedón.

6. Salmos 95, 96, 97, 98, 99 — Cánticos de gozo, que celebran el reinado del Señor sobre las naciones.

7. Salmos 145, 146, 147, 148, 149, 150 — Cánticos de alabanza, que celebran la gloria, majestad, y bondad del reinado del Señor.

La adición de estos 17 Salmos nos da un total de 33 Salmos Mesiánicos. Pero, incluso estos 33 no agotan el rico tesoro de material profético que está contenido en los Salmos. De hecho, el tema profético fundamental de los Salmos ni siquiera se refleja en ninguno de los Salmos Mesiánicos hasta ahora identificados. 

En la segunda parte de esta serie sobre la profecía en los Salmos, veremos los temas proféticos que se encuentran en ese libro. 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

lunes, 12 de diciembre de 2016

La Parábola de la Fiesta de Bodas

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley



“Jesús les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.

Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Díganles a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; vengan a las bodas.

Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Vayan, pues, a las salidas de los caminos, y llamen a las bodas a cuantos hallen. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.

Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.

Entonces el rey dijo a los que servían: Átenle de pies y manos, y échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:1-14).

¿Por qué todas las parábolas?

La palabra griega para parábola literalmente significa "establecer al lado de". Una narración terrenal ficticia se establece al lado de una verdad celestial para ayudarnos a expresar su significado. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús porqué le hablaba en parábolas a la gente, Él dijo,

“Porque a ustedes les es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado” (Mateo 13:11-12).

De hecho, esto quiere decir que una parábola tenía la intención de lograr dos cosas: 

1) Instruir a Sus seguidores, y 
2) confundir a todos los demás. 

Estos dos objetivos, aparentemente conflictivos, pueden lograrse porque es el Espíritu Santo quien nos da el entendimiento que necesitamos. Sin el Espíritu Santo ninguna persona puede comprender las cosas de Dios. Pablo lo dijo así,

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

La Parábola de la Fiesta de Bodas es un buen ejemplo de ello. O es muy instructiva o es muy confusa, lo cual depende del conocimiento que uno tenga de la Biblia. (Un conocimiento adecuado de las costumbres judías de las bodas durante los tiempos bíblicos puede ser de ayuda, aunque no es esencial).

El planificador de bodas

Las costumbres judías de las bodas del siglo primero consistían en que el padre del novio estaba a cargo de todo el evento y asumía todos los gastos relacionados con la boda y el banquete posterior. Me he enterado de que en el caso de la realeza o de personas muy adineradas, esto generalmente incluía proveer una prenda de ropa especial que la persona invitada vestía sobre su propia ropa corriente. Esta prenda de ropa para las bodas se le ofrecía a la persona invitada cuando llegaba al evento y de inmediato se la ponía. El rechazo a vestir esa pieza de ropa era un insulto al padre del novio y podía ocasionar que esa persona invitada fuera expulsada de la fiesta. En caso de una reunión de muchas personas, también servía para identificar a las personas invitadas y desanimar a las que no habían sido invitadas.

Como mencioné, las Parábolas de nuestro Señor Jesús son narraciones cuya intención es la de explicar una verdad celestial. Cada persona u objeto son simbólicos de alguien más o de algo más. El entender el simbolismo es crucial para poder descubrir la lección de la Parábola. De hecho, para poder recibir el impacto teológico completo de la parábola se requiere poder tener ese entendimiento.

El Rey representa a Dios el Padre, Su Hijo a nuestro Señor Jesús. Las personas invitadas que declinaron Su invitación simbolizan el rechazo de Israel del Mesías y los siervos que Él envió a invitarlos son los profetas.

¿Conoce usted a la Novia?

Algunas personas dicen que el grupo al que Él envió a Sus siervos para invitarlo representa la Iglesia, pero el simbolismo y el momento no son los correctos. La Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-27), no un grupo de invitados sustitutos de último momento. Puesto que Israel ya había rechazado Su invitación, y la Iglesia (siendo la novia) no necesita una invitación, ¿quiénes pueden ser estos invitados?

Estos invitados tienen que venir de un tiempo después que la Novia ha sido escogida y preparada, porque el banquete de bodas está listo y solamente las personas invitadas hacen falta para que inicien las festividades. Estas personas invitadas conforman un grupo que llamamos los creyentes de la tribulación, y son aquellas personas que llegan a la fe después del Rapto de la Iglesia en Apocalipsis 4 pero antes del banquete de bodas de Apocalipsis 19.

La verdadera lección de la parábola

Esta prenda de ropa para las bodas representa la justicia de Dios. Este es un concepto que ha sido explicado en varias ocasiones tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Isaías describió nuestra justicia como trapos de inmundicia (Isaías 64:6) y la justicia de Dios como “vestiduras de salvación” y “manto de justicia” (Isaías 61:10) en donde la adquisición de estas cualidades está unida a los vestidos que se nos dan en la boda.

“En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).

En Apocalipsis 19 la iglesia ha sido preparada como una novia habiendo sido ataviada con vestidos de lino fino, lo cual representa nuestra justicia. Pero, así como en Isaías 61:10 la justicia, simbolizada por el vestido, le es dada a la novia, la misma no se obtiene comprándola ni ganándola. Pablo dijo que nuestra es la justicia que viene a nosotros por la fe (Romanos 3:21-22).

El hecho de que un invitado es echado en las tinieblas de afuera por no llevar puesto el vestido para las bodas indica que a estas personas invitadas de último momento también se les exigen estar vestidas con las “vestiduras de salvación.” Apocalipsis 16:15 nos dice que los creyentes de la Tribulación deberán “guardas sus ropas.” En otras palabras, estas personas serán responsables de mantener la justicia que se les ha dado por obedecer los mandamientos de Dios y permanecer fieles a Jesús (Apocalipsis 14:12). Solamente a la Iglesia se la ha prometido el regalo de la seguridad eterna.

Por consiguiente, el invitado que ha sido expulsado ha sido el creyente de la tribulación que ahora está tratando de ganar su entrada al banquete vistiendo su propia ropa, habiendo perdido o desechado el “vestido de salvación” que se le había dado. Estaba esperando ganar la entrada en el reino por su propia justicia, la cual es, según Isaías, como trapos de inmundicia a los ojos de Dios.


Hay otro sesgo en la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). El escenario allí es también el momento de la Segunda Venida. Y, de nuevo, la Iglesia no es la dama de honor. La Iglesia es la Novia a la cual no se le puede negar el ingreso al banquete de su propia boda. Las cinco doncellas que fueron excluidas eran los creyentes de la tribulación que habían perdido su salvación ya sea por no obedecer los mandamientos de Dios o por no haber permanecido fieles a Jesús, o ambas cosas. Esto indica su falta de suficiente aceite en sus lámparas, lo cual es simbólico del Espíritu Santo. Puesto que el Espíritu Santo está sellado en la Iglesia como un depósito que garantiza nuestra salvación (Efesios 1:13-14), las doncellas que fueron excluidas del banquete tienen que representar al grupo de personas de después del Rapto de quienes el Espíritu Santo se apartó debido a su falta de fe.

Muchos son los invitados, pero pocos los escogidos (Mateo 22:1-14). Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos lleguen al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Pero ya sea que se trate de la Novia o de los invitados a la boda, la única justicia que nos da la entrada a Su presencia es la que se nos da como un regalo y se acepta por fe (Romanos 3:21-22). Todos ustedes que fueron bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos (Gálatas 3:27). Al que no conoció pecado, por nosotros [Dios] lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Corintios 5:21).

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Película: Conteo Regresivo a Jerusalén

Un Preludio del Armagedón



Con el Medio Oriente en caos, el aliado por excelencia de Israel se ve inmerso en una guerra inminente — Estados Unidos es ahora el blanco mientras la batalla por Jerusalén comienza 

Jerusalem Countdown pone de manifiesto la realidad de un conflicto inevitable entre Israel y el Islam. 

Cuando armas nucleares son introducidas de contrabando a Estados Unidos, el agente del FBI, Shane Daughtry (David A.R. White), se enfrenta a una tarea imposible  encontrarlas antes de que sean detonadas . El reloj está en marcha y las únicas personas que pueden ayudar son un vendedor de armas (Lee Majors), un agente retirado del Mossad israelí (Stacy Keach) y el Director Adjunto de la CIA (Randy Travis).

El holocausto nuclear en suelo americano pone en peligro la estabilidad mundial y la inminente destrucción del mundo está materializándose en esta película de terror y suspenso internacional. 

viernes, 9 de diciembre de 2016

Las Promesas Olvidadas de Navidad


La Iglesia de la Natividad, en Belén. Esta iglesia está ubicada en el sitio tradicional del nacimiento de Jesús. 
 

Mientras celebramos el nacimiento de Jesús este año durante la temporada de Navidad, acordémonos de las promesas que fueron hechas a María cuando fue visitada por el Ángel Gabriel:

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, 
y llamarás Su nombre Jesús. 
Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; 
y el Señor Dios le dará el trono de David Su padre; 
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, 
y Su reino no tendrá fin. 
— Lucas 1:31-33

Siete Promesas Gloriosas

Esta magnífica declaración contiene siete promesas. Cuatro de ellas se relacionan con la Primera Venida del Señor:

1. María concebiría un hijo.
2. María daría a luz un hijo.
3. El hijo sería grande
4. El hijo sería llamado “el Hijo de Dios”.

Todas estas cuatro profecías se cumplieron en la vida de Jesús.

María concibió (Mateo 1:18-20) y tuvo un hijo (Mateo 1:25). Su nombre fue llamado Jesús (Mateo 1:21). Él fue grande (Lucas 7:16) y fue llamado el Hijo de Dios (Mateo 16:16, 27:54; Marcos 1:1).

Las tres últimas promesas que Gabriel hizo a María no se han cumplido. Se relacionan con la Segunda Venida de Jesús:

5. Le será dado el trono de David.
6. Reinará sobre la casa de Jacob.
7. Su reino no tendrá fin.

Yo llamo a estas promesas, las “promesas olvidadas” de Navidad, porque no son enseñadas por la mayoría de las iglesias en la Cristiandad hoy en día. Eso es debido a que la mayoría de las iglesias toman la postura de que Jesús nunca regresará a esta tierra a reinar. Esto es llamado el punto de vista Amilenial.

Promesas Espiritualizadas

El enfoque Amilenial está basado en la suposición de que la Biblia no significa lo que dice. Para confirmar el punto de vista, sus proponentes se ven obligados a espiritualizar la Escritura.

De esta forma, en su interpretación de las tres últimas promesas hechas a María por Gabriel, convierten el trono de David en el trono de Dios y la casa de Jacob se convierte en la Iglesia. Concluyen entonces que las promesas han sido cumplidas en el reinado actual de Jesús desde el trono de Su Padre sobre Su Iglesia.

El Trono de David

No hay duda de que Jesús está reinando actualmente desde el trono de Su Padre sobre Su reino, la Iglesia. Pero identificar ese reino con el reino prometido a María requiere un gran salto de la imaginación.

El “trono de David” no es el trono de Dios. El trono de Dios está en el Cielo. El trono de David está en Jerusalén (Salmo 122:5).

"La Anunciación de Gabriel a María", por Philippe de Champaigne, 1644.

Jesús mismo distingue claramente entre el trono de Dios y Su propio trono en Apocalipsis 3:21. En ese verso, Jesús dice que algún día les permitirá a los creyentes sentarse con Él en Su trono así como Su Padre actualmente le está permitiendo compartir Su trono.

Jesús no está en el trono de David hoy en día. Está sentado a la diestra de Su Padre, en el trono de Su Padre. Él ocupará el trono de David cuando regrese a la tierra para reinar desde el Monte Sión en Jerusalén (Isaías 24:21-23).

La Casa de Jacob

La “casa de Jacob” no es la Iglesia. Éste es un término del Antiguo Testamento para los hijos de Israel (Éxodo 19:3). La Iglesia nunca es mencionada en la Escritura como la casa de Jacob.

La Biblia enseña que un remanente de los judíos un día aceptará a Jesús como su Mesías (Zacarías 12:10; Romanos 9:27 y Romanos 11:25-26). Esto ocurrirá al final de siete años de sufrimiento terrible llamado la Tribulación o “el tiempo de angustia de Jacob” (Jeremías 30:7).

Esta estrella de plata en el sótano de la Iglesia de la Natividad supuestamente marca el lugar donde Jesús nació.

Cuando Jesús regrese al final de ese tiempo de sufrimiento, el remanente judío será reunido en la tierra de Israel y será hecha la nación más importante del mundo (Ezequiel 37:11-28 y Zacarías 8:22-23). Jesús reinará entonces sobre la casa de Jacob.

El Reino Eterno

El reino de la Iglesia actual no es un reino eterno. El reino de la Era de la Iglesia finalizará con el Rapto de la Iglesia.

El reino de la Iglesia será seguido por el reino Milenial cuando Jesús reinará sobre toda la tierra desde el Monte Sión en Jerusalén (Isaías 2:1-4). Ese reino durará mil años (Apocalipsis 20:1-7).

El reino final y eterno de Cristo será establecido en una tierra nueva y perfeccionada (1 Corintios 15:24 y Apocalipsis 21:1-8).

Creyendo a la Palabra de Dios

¿Por qué no podemos aceptar que las promesas hechas a María significan lo que dicen? Las primeras cuatro significaron exactamente lo que dijeron. ¿Por qué deben espiritualizarse las últimas tres? La única razón para espiritualizarlas es para forzarlas a conformarse a alguna doctrina preconcebida.

Creo que Dios sabe cómo comunicarse. Si Dios hubiera tenido la intención de prometerle a María que su Hijo reinaría desde el Cielo sobre la Iglesia para siempre, Él lo hubiera dicho así. En cambio, Él le reafirmó la promesa que había hecho muchas veces por medio de los profetas del Antiguo Testamento que Su Hijo reinaría desde el trono de David en Jerusalén sobre Israel y que le sería dado un reino que duraría para siempre (Isaías 9:6-7 y Ezequiel 37:21-28).

Si las promesas que Dios les hizo a los judíos no significaron lo que dijeron, entonces, ¿cómo podemos estar seguros de que Sus promesas a la Iglesia significan lo que dicen? Yo creo que cuando Dios dice algo, lo dice en serio.

"Su Nombre Será Llamado Admirable", por Simon Dewey.

Una Esperanza de Navidad

Durante esta temporada de Navidad, voy a alabar a Dios por enviar a Su Hijo a morir por mis pecados.

También voy a orar para que Dios envíe pronto a Su Hijo de nuevo, para cumplir las “promesas olvidadas” que Gabriel hizo a María. Le doy gracias a Dios porque Él nunca olvida una promesa.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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