jueves, 12 de julio de 2018

Libro: Viviendo en Tiempo Prestado – Capítulo 8 (parte 2)

El Renacimiento del Imperio Romano

Experimentando el cumplimiento de la profecía de Daniel


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El Futuro

El punto central es que los líderes de la Unión Europea (UE) están determinados a buscar una unión política y económica cada vez mayor, independientemente de la voluntad de su población. Por lo tanto, cuando su constitución propuesta no pudo obtener la aprobación necesaria aprobación en referendos públicos, simplemente la convirtieron en un tratado que tendría que ser ratificado únicamente por los parlamentos de cada estado miembro.

Incluso con la nueva constitución, la UE seguirá siendo una confederación floja de Estados por el momento. Esto está en conformidad con la profecía bíblica del tiempo del fin que retrata al Imperio Romano revivido como una mezcla de hierro y barro (Daniel 2:41-43). No se convertirá en una superpotencia política unificada hasta que el Anticristo tome el control y la consolide como su base de poder  que usará para conquistar el mundo (Apocalipsis 13:7).

El acontecimiento que deberíamos vigilar es la división de la EU en diez unidades administrativas, que traspasarán las fronteras nacionales, con un presidente que encabece cada una de esas áreas. El libro de Daniel dice que el Anticristo subirá al poder dentro del Imperio Romano revivido al someter a tres de esos líderes y luego apoderarse al tomar entonces el control sobre toda la organización (Daniel 7:24-25).

La Aparición de un Superestado

Como se puede ver, el movimiento por la unidad europea, que fue lanzado en 1950 por Robert Schuman y Jean Monet, ha evolucionado gradualmente hacia un superestado.

La Unión manifiesta ahora varias de las más importantes características de un Estado. Tiene un sistema económico unificado, una estructura política integrada, y una visión compartida para el futuro. Aún más importante, debido a la aprobación del Tratado de Lisboa, la UE tiene ahora una personalidad jurídica, que le permite estar representada en organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas. También tiene un líder político designado y un ministro de asuntos exteriores.

Lo que la UE oficialmente no tiene es una fuerza militar. Pero su preparación está en proceso. Un personal militar ha sido reunido, con un comandante en jefe, y actualmente tiene a su disposición una tropa de unos 60.000 soldados, con 400 aviones de combate y 80 buques de guerra.2 El gobierno británico se refiere a esto como una “Fuerza de Reacción Rápida”. Eso no es otra cosa que un eufemismo para ejército. Ha sido apodado como “Eurocorps” por el resto de Europa. Los británicos están minimizando este brazo militar de la Unión porque ellos quieren continuar su asociación con los Estados Unidos en la OTAN. A los franceses les gustaría ver a Eurocorp reemplazando a la OTAN, como probablemente lo hará.

La Rendición de la Soberanía

De lo que la mayoría de la gente no comprende es el grado en el que los Estados miembros de la Unión Europea han renunciado a su soberanía nacional.

Considere, por ejemplo, el poder del Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo. Las sentencias del tribunal en el campo de las leyes de la UE son vinculantes para todos los Estados miembros, sus tribunales, sus compañías y sus ciudadanos.

Esto significa que las decisiones del Tribunal de la UE anulan aquellas de los Tribunales Supremos de cada nación miembro. Por lo tanto, si un ciudadano británico pierde su juicio ante el Tribunal Supremo de Inglaterra, entonces puede apelar al Tribunal Europeo de Justicia, y ese tribunal puede anular la sentencia británica.

De una manera similar, los principales órganos legislativos de la UE tienen la potestad de anular las leyes nacionales de los Estados miembro.

Otra rendición significativa de la soberanía tiene que ver con la moneda. La UE intentó crear una moneda común con el establecimiento de la “Euro-zona” en 1999. La esperanza era que todos los Estados miembro renunciarían a su moneda nacional para adoptar una moneda común, llamada Euro. Una mayoría de 16 aceptaron hacerlo, pero hasta la fecha, 11 han mantenido su moneda nacional, incluyendo Inglaterra. Sin embargo, hay una presión tremenda para que todos los países miembro adopten el euro como su moneda nacional.

La Actitud Europea

La importancia de esta nueva unión política en la mente europea está bien reflejada en una publicación oficial de la Unión Europea, publicada en 1997:3

La construcción de una Europa unida es indudablemente una de las más grandes empresas históricas del siglo XX. Es un proceso fundado en los valores positivos con los que nuestra civilización se identifica — la preservación de la paz, el progreso económico y social, el respeto por la persona, y la predominancia del derecho sobre el poder…

El Siglo XX muestra cicatrices trágicas dejadas por el aumento y el posterior colapso de las ideologías totalitarias. Al amanecer del tercer milenio, el movimiento hacia una unión voluntaria entre la gente de Europa es…claramente la única respuesta creíble ante los peligros y oportunidades planteados por la creciente globalización de la economía mundial.

En la mente de muchos europeos, el símbolo más importante de esta nueva confederación europea es el euro, la nueva moneda que entró en vigor en la mayoría de las naciones miembro en 2002. El anuncio de un acuerdo sobre el euro fue saludado en algunos sectores con un entusiasmo que rayaba en la blasfemia. El Primer Ministro portugués Antonio Guterres desvarió: “Así como Pedro fue la roca sobre la que la iglesia fue construida, el euro es la roca sobre la que la Unión Europea será construida”.4

Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Pablo Losa 
Revisado por Donald Dolmus

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