jueves, 16 de enero de 2020

Características de una Iglesia Orientada en la Gracia

Por Dr. Charles C. Bing


Muchas iglesias creyentes en la Biblia hablan acerca de la gracia. ¿Pero la practican consistentemente? Aquí hay algunas cosas que deben caracterizar a una iglesia que sigue los principios bíblicos de la gracia. Los pasajes bíblicos relevantes para el estudio se listan a continuación.

1. La Gracia Gratuita se enseña y se predica consistentemente. Una iglesia orientada hacia la gracia motiva la predicación clara del evangelio de que somos salvos por gracia y nada más, a través de la fe en Cristo y nada más. Su mensaje del evangelio no implica hacer compromisos con Dios o hacer buenas obras para poder ser salvos, o hacer lo mismo después para validar que hemos sido salvos. La garantía de la salvación está disponible para todos los que creen en la promesa de Dios. De la misma manera, nuestro subsecuente crecimiento se basa en la gracia tal y como nuestra salvación inicial (Ef. 2:8-9; Jn. 1:16; Tit. 2:11-12).

2. Las personas son motivadas a crecer en la gracia. La gracia les da a las personas motivación para crecer y espacio para cometer errores mientras los guía gentilmente a la madurez. Éste es el proceso del discipulado. Crecer en la gracia tiene como objetivo llegar a ser como Cristo. Una iglesia que toma en serio su papel de hacer discípulos va a ayudar a las personas a crecer profundamente en su vida cristiana (Ef. 4:17; Col. 2:7; 1 Pe. 2:1-3; 2 Pe. 3:18).

3. La gracia es la motivación principal para la vida cristiana. Existe un acercamiento positivo al ministerio que motiva a las personas a crecer por gracia y no en base a la culpa. La predicación y la enseñanza no hacen que las personas sientan una culpa innecesaria. En lugar de enfatizar lo que estamos o no haciendo, la gracia se enfoca en lo que somos en Cristo Jesús. Esto nos motiva a vivir como lo que somos: hijos de Dios grandemente bendecidos (Ro. 12:1-2; Gá. 2:20-21; Ef. 4:1).

4. Las personas son aceptadas tal y como son. Una iglesia debe de ser un modelo del mismo amor de Dios y de Sus gentiles acciones hacia las personas. Aunque todos somos diferentes y estamos propensos a pecar, Dios nos acepta porque somos Sus hijos en Cristo. Una iglesia orientada hacia la gracia muestra aceptación a las personas no sólo cuanto estas vienen a Cristo para salvación, pero también cuando ellos tratan de vivir la vida cristiana. Este tipo de iglesia acepta las diferentes culturas, personalidades, opiniones, talentos, asuntos cuestionables, y preferencias personales porque Dios ha aceptado a esa persona (Ro. 14:1-13; 1 Cor. 13:4-7; Ef 1:6).

5. Se evitan los extremos liberales y legalistas que no son bíblicos. La gracia no se pervierte en una excusa para hacer lo que nos plazca, llamándola licencia. La Biblia dice que la gracia nos enseña a vivir vidas piadosas. La perversión contraria de la gracia, el legalismo, implica que debemos adherirnos a estándares que no son bíblicos o hechos por los hombres para ser aceptados por Dios. Una iglesia puede ejercer una abierta presión o una presión sutil para conformarnos externamente a estándares artificiales. Pero una iglesia orientada hacia la gracia sostiene las claras enseñanzas bíblicas, es flexible en los asuntos que no son claros, y nunca permite que el gobierno humano esté por encima de la autoridad de la Escritura (Mr. 7:1-23; Ro. 6; Col. 2:20-23; Tit. 2:11-12).

6. La libertad está balanceada por el amor. La gracia nos libera para amar y servir a Dios, lo que significa que debemos amarnos y servirnos unos a otros. Una iglesia orientada hacia la gracia enseñará cómo balancear la gozosa libertad de la vida cristiana con un amor por Dios y otros. Esto significa que en áreas de consciencia o cosas cuestionables, se nos motiva a controlar nuestras actividades, al pensar cómo puede afectar a otros y al actuar sólo por amor. Somos motivados a usar nuestra libertad para servir a otros. Ro. 14; 1 Cor. 8, 23-33; Gá. 5:13-14).

7. Existe un énfasis en ser, no en hacer. Estar activos no significa ser piadoso; piadoso es ser piadoso. Y la piedad empieza en el corazón cuando entendemos cómo somos hechos hijos de Dios por medio de la fe en Cristo. La iglesia orientada hacia la gracia motiva a la piedad poniendo el énfasis en el crecimiento de nuestra relación personal con Dios. El ministerio y el servicio nacen del gozoso deseo de honrar a Dios, no de la creencia equivocada de que Dios no está contento a menos que nosotros estemos ocupados (Lc. 10:38-42; Ef. 5:1-2; Col. 2:6-7; 2 Pe. 1:2-11).

8. Existe un sincero deseo de compartir el mensaje de la gracia con el mundo. Aquellos que han sido bendecidos gratuitamente deben de estar dispuestos a compartir sus bendiciones con otros. El "Dios de toda gracia" desea que todos los hombres sean salvos a través de Su provisión en Cristo. Si una iglesia está buscando el corazón de Dios, ellos van a estar activamente llevando el evangelio de la gracia a todo el mundo, porque eso es lo que está en el corazón de Dios (Mt. 28:18-20; Jn. 17:18; Hch. 1:8; 1 Tim. 1:12-16, 1 Tim. 2:1-7).

9. Aquellos que pecan son tratados bíblicamente. La realidad del pecado en los cristianos se entiende y se atiende bíblicamente. Se enseñan la confesión personal y la restauración. Los pecados públicos o de naturaleza escandalosa se tratan por la iglesia con amor y en oración con el objetivo de restaurar al ofensor a una total comunión con Dios y la iglesia. La iglesia orientada hacia la gracia refleja un ambiente de sanidad en lugar de un espíritu de condenación y crítica (Mt. 18:15-20; 2 Cor. 2:6-8; Gá. 6:1; 2 Tes. 3:6-15).

Conclusión

Algunas iglesias ya son un modelo de las características de una iglesia orientada hacia la gracia. Seguramente otras más también pueden serlo. Los cristianos que quieren una iglesia local que refleje constantemente las doctrinas de la gracia se beneficiarán si buscan esas características. Los cristianos que ya asisten a una iglesia no deben usar las características anteriores para condenar groseramente las debilidades de una iglesia. Más bien, deben motivar gentil y amorosamente a la iglesia a luchar por estos objetivos. La mejor manera de ayudar a una iglesia a convertirse en una iglesia orientada hacia la gracia es hacer que la gente vea estos principios obrando en nuestras vidas primero.


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