martes, 3 de octubre de 2017

La Reunión del Pueblo Judío:

El Acontecimiento Profético Más Importante del Siglo XX




Uno de los más grandes ejemplos del amor continuo de Dios por el pueblo judío puede encontrarse en el acontecimiento profético más importante del siglo XX.

Cuando pienso en el siglo XX y en todos sus eventos asombrosos, me acuerdo de algunas palabras que se encuentran en Habacuc 1:5. Constituyen una declaración hecha por Dios al profeta:

Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.

El siglo XX estuvo lleno de sucesos trascendentales que nadie pudo haber previsto en 1900. Mirando hacia ese siglo, ¿cuál consideraría el suceso más importante desde una perspectiva bíblica —particularmente desde el punto de vista de la profecía bíblica? —.

¿Las Guerras Mundiales I y II?
¿La Gran Depresión (crisis económica en 1929)?
¿La llegada de los viajes espaciales?
¿El colapso del comunismo?
¿La reunificación de Europa?
¿El resurgimiento del islam?

La respuesta desde una perspectiva bíblica es ninguno de esos sucesos. El acontecimiento más importante del siglo XX —más importante que todos esos sucesos juntos— fue la reunión mundial del pueblo judío en su propia tierra.

Y para que no crea que estoy exagerando, permítame probarlo.

Las Profecías Relevantes

Hay muchas profecías bíblicas concernientes a la reunión del pueblo judío en un estado de incredulidad. De hecho, su reunión en incredulidad es la profecía bíblica más frecuente en las Escrituras del Antiguo Testamento.

Echemos un vistazo a tres de las más importantes de esas profecías. La primera se encuentra en Jeremías 16. Es realmente alucinante. Léala con atención:

14) No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto;

15) sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres.

La misma profecía es repetida literalmente en Jeremías 23:7-8.

No se puede apreciar totalmente lo que se dice en estos versículos a menos que se sepa algo acerca del judaísmo. El suceso que todos los judíos consideran como el milagro más grande de su historia es la liberación de sus ancestros de la cautividad en Egipto bajo el liderazgo de Moisés.

Sobrevivientes del Campo de la Muerte de Buchenwald llegan a Haifa en julio de 1945.

Pero este pasaje de la Escritura afirma que llegará un tiempo cuando los judíos mirarán hacia atrás en su historia y proclamarán que su reunión desde los cuatro ángulos de la tierra — el suceso que comenzó en la década de 1890 y que continúa hasta el día de hoy — fue un milagro más grande que su liberación de la esclavitud en Egipto. En otras palabras, ¡la reunión del siglo XX ensombrecerá al Éxodo!

Esto quiere decir que usted y yo somos testigos privilegiados de uno de los más grandes milagros de la historia. Y a pesar de ello, la mayoría de los cristianos no aprecian lo que está pasando porque son ignorantes de la profecía bíblica y han sido enseñados acerca de que Dios ya no tiene nada que ver con los judíos. Por lo tanto, la presente reunión judía es simplemente vista como un accidente de la historia.

La segunda profecía a la que quiero llamar su atención se encuentra en Isaías 11:

10) Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.

11) Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.

12) Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

Algunos han intentado desprestigiar cualquier aplicación moderna de esta profecía al afirmar que ésta fue cumplida aproximadamente 530 años antes del tiempo de Jesús con el regreso de los judíos de la cautividad en Babilonia. Pero eso no puede ser. El pasaje se refiere a una “segunda” reunión (siendo la babilónica la primera). Más aún, el texto declara que será una reunión “desde las islas del mar”, lo que es una expresión coloquial hebrea para referirse al mundo entero, tal como es aclarado en el versículo 12, cuando se declara que la reunión será “desde los cuatro ángulos de la tierra”. También el verso 12 dice que “los desterrados” tanto de Israel como de Judá serán reunidos. El retorno de Babilonia fue una reunión de los judíos de Judá.

La tercera profecía se encuentra en Ezequiel 37. Ésta es la famosa profecía del Valle de los Huesos Secos. El profeta fue puesto en un valle lleno de huesos secos y se le dijo que les predicara. Y él lo hizo, y los huesos comenzaron a juntarse, la carne comenzó a volver sobre ellos y volvieron a la vida, convirtiéndose en “un ejército grande en extremo” (Ezequiel 37:10). En ese punto, el Señor explicó a Ezequiel lo que estaba presenciando:

11) Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.

12) Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.

Ésta es una profecía simbólica. Los huesos secos representan al pueblo judío en su dispersión del tiempo del fin, sin esperanza de volver a existir más como nación. La resurrección de sus tumbas representa su reunión desde las naciones donde habían sido dispersados.

Podemos estar seguros de esta interpretación porque es la que Dios mismo provee más tarde el capítulo:

21) y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;

22) y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.

De nuevo, aquellos que están empeñados en argumentar que Dios no tiene ya ningún propósito para el pueblo judío, intentan invalidar estos versículos como una profecía para el tiempo del fin al argumentar que fueron cumplidos cuando los judíos retornaron desde la cautividad babilónica. Pero eso simplemente no puede ser así.

Esta estampilla israelí fue emitida en 1968, para honrar a los inmigrantes que han hecho aliá. 

El capítulo entero está situado en un contexto del tiempo del fin. Habla de una reunión desde “las naciones” y no sólo desde Babilonia (versículo 21). Dice que esta reunión resultará en la unión de los judíos de Israel y Judá (versículo 19). Y dice que después de esta reunión, el pueblo judío volverá sus corazones a Dios y comenzará a ser “Mi pueblo” (versículo 23).

En el versículo 24, el capítulo se dirige hacia el Reino Milenial de Jesús al hablar de David (en su cuerpo glorificado) de nuevo volviendo a ser el rey del pueblo judío. Además, éste declara que en ese tiempo, “sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel…” (versículo 28).

El Caso Dreyfus

El cumplimiento de estas profecías comenzó a finales del siglo diecinueve a través de los esfuerzos de un judío húngaro llamado Theodor Herzl (1860-1904). Él era un intelectual que estaba trabajando como periodista vienés cuando el infame Caso Dreyfus ocurrió en Francia.

Theodor Herzl

Alfred Dreyfys (1859-1935) era un joven oficial de artillería francés que era judío. Él había sido acusado falsamente de traición en 1894. La acusación ocurrió en medio de una ola de antisemitismo que había sido generada por la publicación en 1886 de un libro titulado La France juive (La Francia judía).1 El autor, Edouard Drumont (1844-1917), era un antisemita violento que había atacado el papel de los judíos en Francia y argumentado a favor de su exclusión de la sociedad.2 El libro se hizo muy popular y se publicó en más de 150 ediciones antes de final del siglo.3

Cuando la acusación de traición fue declarada contra Dreyfus, la prensa popular siguió la corriente y decidió poner el foco en el caso como la prueba de la causa de Drumont contra los judíos. Así consiguieron lanzar al público en general al desenfreno.

La Visión de Herzl

Herzl había sido enviado a París a cubrir el juicio para su periódico. Cuando llegó, quedó impactado por cómo los parisinos gritaban “¡Muerte a los judíos!”.4 De repente experimentó una revelación en la cual se daba cuenta de que los judíos no habían sido asimilados en la sociedad europea, como él ya había asumido. Más aún, él se dio cuenta de que nunca lo serían. Él percibió que una persecución más grande estaba por venir. 

Este convencimiento llevó a Herzl a escribir un folleto político breve, llamado El Estado Judío, que fue publicado en 1896.5 En él llamaba a los judíos a retornar a su propia tierra y a la creación de su propio Estado. Él argumentaba que esto sería la mejor cura para el antisemitismo. Su frase más famosa en el libro fue “Si lo deseas, no es un sueño”.


El folleto capturó la imaginación de los judíos a lo largo del mundo, y produjo el Primer Congreso Sionista, que tuvo lugar en Basilea, Suiza, en 1897. Durante esa conferencia, Herzl escribió en su diario que esperaba que el Estado judío llegara a existir en el plazo de 50 años.6 Esa declaración resultó ser profética cuando la Organización de las Naciones Unidas votó 50 años más tarde, en 1947, para crear un Estado para el pueblo judío.

Otro resultado del llamado de Herzl para una patria judía fue una serie de lo que los judíos llamaban aliás.7 Estos eran grupos de judíos que decidían salir de Europa e irse de vuelta a la tierra de Palestina, tal como se llamaba entonces, con el fin de ser los pioneros en la tierra y restablecer una fuerte presencia judía allí.

El Impacto de la Primera Guerra Mundial

Otro acontecimiento significativo fue el resultado de la Primera Guerra Mundial. Los alemanes tenían un aliado en esa guerra — el Imperio Otomano de los turcos —. Este imperio controlaba todo el territorio del Medio Oriente.

Cuando los alemanes perdieron la guerra, sus aliados, los turcos, también lo hicieron con ellos, y los victoriosos aliados comenzaron a dividirse los territorios del Imperio Otomano entre ellos.

A los británicos les tocó Palestina, que en aquel tiempo incluía a ambos, los modernos Estados de Israel y Jordania. En noviembre de 1917, los británicos emitieron la Declaración Balfour, en la que declaraban que “ellos veían favorable el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío…”.8

La Motivación para el Regreso

Sin embargo, no hubo una gran oleada de judíos que regresaron a su patria. La perspectiva de ser un pionero en medio de un terreno desértico no era suficientemente atrayente para arrastrar a los judíos de vuelta a casa, a pesar del antisemitismo creciente que estaban experimentando.

La Primera Guerra Mundial proveyó el territorio para la nación, pero tendrían que llegar la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto para proveer la motivación para el regreso a la tierra.

El pueblo judío salió del Holocausto proclamando “¡Nunca más! ¡Nunca más! ¡Vamos a tener nuestra propia tierra y nuestro propio Estado, y vamos a gobernarnos a nosotros mismos!”.

Fugitivos del Campo de la Muerte en 1944.

En 1900 había sólo 40.000 judíos en toda Palestina. Para el final de la Segunda Guerra Mundial ese número se había acrecentado hasta más de 600.000.9

Importantes Oleadas de Inmigración

Las siguientes grandes oleadas de inmigración resultaron de la Guerra del Canal de Suez de 1956 y la Guerra de los Seis Días de 1967. Después de la Guerra de Suez, Egipto expulsó a casi toda su población judía. Después de la Guerra de los Seis Días, el resto del mundo árabe hizo lo mismo.

Como resultado de estas expulsiones, casi 800.000 judíos fueron deportados de las naciones árabes de Medio Oriente. Treinta años más tarde, en 1978, sólo habían quedado 31.000.10 

Pero la mayor población mundial de judíos no pudo regresar a su propia tierra porque permanecía cautiva en la Unión Soviética. Los rusos odiaban a los judíos, pero no querían dejarlos marchar porque los usaban como chivos expiatorios — culpándolos de todos los problemas de su nación —.

Campo de inmigrantes en 1949

Sin embargo, había una profecía bíblica de que un día los judíos de Rusia tendrían permitido volver a su propia tierra. Se encuentra en Isaías 43. El profeta cita a Dios diciendo:

4) Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.

5) No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.

6) Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra…

Nótese que esta profecía dice que los judíos vendrán libremente del este y el oeste, pero el mundo tendrá que demandar que aquellos que están en el norte sean liberados. Todas las direcciones en la Biblia son indicadas teniendo como referencia a Jerusalén. La parte más lejana del norte sería Rusia hoy. Nótese también que la profecía dice que el mundo tendrá que decirle al sur “No los detengáis”. Veremos en un momento a qué se refiere eso.

Pero antes, echemos un vistazo al norte. En cumplimiento de esta profecía, en cuanto la Unión Soviética empezó a desmoronarse a principio de la década de 1990, el mundo empezó a demandar de que a los judíos rusos se les permitiera regresar a Israel. Y en 1990, el Primer Ministro Ruso, Mijaíl Gorbachov, de repente abrió la puerta de la Unión Soviética.

El resultado fue un desborde de refugiados hacia Israel. Durante los siguientes dos años, casi 400.000 judíos rusos llegaron a Israel, en un promedio de 16.000 cada mes.11 Eso sería equivalente a que los Estados Unidos hoy absorbieran la población entera de 27.000 millones de habitantes de Arabia Saudí durante el mismo periodo.

Increíblemente los refugiados venían sabiendo que tendrían que:
  • Abandonar sus cosas de valor
  • Enfrentarse a la necesidad de aprender hebreo
  • Vivir en casas diminutas
  • Enfrentar el servicio militar
  • Encontrar trabajo en un mercado laboral inexistente
  • Pagar unos de los impuestos más altos del mundo
  • Enfrentar la constante amenaza de terrorismo y guerra

Ellos eran plenamente conscientes de esta cruda realidad porque todos ellos tenían parientes viviendo en Israel.

Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, ellos vinieron. ¿Por qué? Creo que vinieron, y todavía están viniendo, porque Dios ha puesto en el corazón del pueblo judío la autopista a Sión, y Él ha desencadenado el impulso para que ellos quieran volver a casa. Considere el Salmo 84:5 — “¡Cuán bienaventurado es el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están las sendas hacia Sión!"  (Biblia Versión Textual).

La Operación Salomón

La población judía más grande al sur de Jerusalén en la mitad del siglo veinte consistía de los judíos negros de Etiopía. Nadie sabe con certeza el origen de esos judíos. La especulación más habitual es que ellos fueron el resultado de la unión entre el Rey Salomón y la Reina de Saba (2 Crónicas 9), pero no hay evidencias bíblicas de esto. Todo lo que sabemos con seguriad es que ellos existían en los tiempos del Nuevo Testamento porque Hechos capítulo 8 contiene la historia de un etíope judío que vino a Jerusalén a guardar las fiestas judías y que se convirtió al cristianismo en su camino de vuelta a su casa en África por el mensaje de un evangelista llamado Felipe.

Al final de la década de 1980 los judíos de Etiopía comenzaron a sentir un impulso en su corazón para volver a la tierra judía. En respuesta a ese impulso, empezaron a emigrar por miles a Adís Abeba, acampando alrededor del aeropuerto internacional y solicitando transporte a Israel. El gobierno rechazó con firmeza dejarlos marchar, en cumplimiento de la profecía de Isaías 43:6, que declara que los judíos del sur serían retenidos.

Pero en 1991, tan pronto el gobierno empezó a desmoronarse en mitad de una guerra civil, Estados Unidos e Israel intervinieron, comprando a los líderes militares. El gobierno entonces cedió y proveyó una ventana de tiempo de 48 horas para que los refugiados salieran.

Operación Salomón

El puente aéreo resultante en mayo fue increíble. En sólo 36 horas 14.500 etíopes — casi  toda la población judía — voló a Tel Aviv en 40 vuelos usando 35 aviones. En un momento de ese periodo había 28 aviones en el aire al mismo tiempo. Y un récord mundial fue establecido cuando un Boeing 747 de la compañía El Al, diseñado para transportar unas 350 personas, fue ocupado por 1.086 pasajeros. Esto fue posible gracias a que todos los asientos fueron quitados del avión, a que los etíopes pesaban muy poco y a que no tenían equipaje. Cuando ese avión llegó a Tel Aviv, había un total de 1.088 pasajeros a bordo porque dos bebés habían nacido durante la ruta.12

Cuando leí acerca de ese hecho en los periódicos del momento, inmediatamente pensé en la profecía de Jeremías 31:8 que dice: “He aquí, yo los traigo del país del norte, y los reuniré de los confines de la tierra, entre ellos los ciegos y los cojos, la mujer encinta y también la que está dando a luz; una gran compañía volverá acá”.

Hoy, más de 6 millones de judíos — tantos como fueron asesinados en el Holocausto — han sido reunidos de vuelta a su propia tierra, y todavía están viniendo.

El Propósito

¿Por qué Dios está reuniendo al pueblo judío después de una diáspora que duró casi 2.000 años?

Estudiantes de Estados Unidos llegan a Tel Aviv en agosto de 2007 para servir en las Fuerzas Armadas de Israel. Su transporte fue provisto por una organización sin fines de lucro llamada Nefesh B´Nefesh, que significa "Alma por Alma".

Es porque Él ha prometido que Él traería un remanente de judíos para salvación antes de la consumación de la historia (Zacarías 12:10, Isaías 10:20-23 y Romanos 9:27). 

Las escrituras proféticas revelan que Dios tiene un plan específico para alcanzar ese objetivo. Él los reunirá, y luego traerá a todas las naciones del mundo contra ellos, permitiéndoles que sean machacados hasta que lleguen al final de ellos mismos y que se vuelvan a Él en arrepentimiento, al aceptar a Su Hijo como Su Mesías. ¡Qué día tan glorioso será!

Artículos relacionados:
Los judíos en la Profecía Bíblica

Traducido por Pablo Losa
Editado por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Regathering of the Jewish People


Notes

1) William I. Brustein, Roots of Hate: Anti-Semitism in Europe Before the Holocaust, (Cambridge, England: Cambridge University Press, 2003) page 119.

2) The Jewish Encyclopedia, “Drumont, Edouard Adolphe,” www.jewishencyclopedia.com/articles/5336-drumont-edouard-adolphe.

3) Wikipedia, “La France Juive,” http://en.wikipedia.org/wiki/Jewish_France.

4) Richard L. Rubenstein and John K. Roth, Approaches to Auschwitz: The Holocaust and Its Legacy (Louisville, Kentucky: Westminster John Knox Press, 2003) page 94.

5) The original title was Der Judenstaat (German for “The Jewish State”). It was published in 1896 in Leipzig and Vienna. Its subtitle was “A Proposal of a modern solution for the Jewish question.”

6) Unsigned article published by the Zionism and Israel Information Center, “The Jewish State – 1896: Theodor Herzl’s Program for Zionism,” http://zionism-israel.com/Joshua/Jewish_State.html.

7) Jewish Virtual Library, “Immigration to Israel: The First Aliyah (1882-1903),” www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Immigration/First_Aliyah. html.

8) Jewish Virtual Library, “The Balfour Declaration: Commentary on the Declaration,” www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/History/balfour_commentary.html.

9) Jewish Virtual Library, “Demographics of Israel: Population of Israel/ Palestine (1553 – Present), www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/History/demograhics.html

10) Jewish Virtual Library, “Fact Sheet: Jewish Refugees from Arab Countries, www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/talking/jewrefugees.htm.

11) Jewish Virtual Library, “Immigration to Israel: Total Immigration, from Former Soviet Union (1948 – Present), www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Immigration/FSU.html.

12) Joel Brinkley, “Ethiopian Jews and Israelis Exult as Airlift Is Completed,” The New York Times, May 26, 1991, www.nytimes.com/1991/05/26/world/ethiopian-jews-and-israelis-exult-as-airlift-is-completed.html.

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