martes, 12 de octubre de 2010

Reflexiones acerca de la Ribera Occidental

Nathan Jones, Web Minister de Lamb and Lion Ministries, junto al Dr. David Reagan

Cada vez que pienso en la Ribera Occidental, me acuerdo de una conversación que tuve una vez en un vuelo internacional con un compatriota norteamericano sentado a mi lado. Él me preguntó el porqué estaba usando una gorra con la palabra Israel en ella. Le expliqué que llevo grupos a Israel y que apoyo firmemente la soberanía del Estado de Israel.

Él respondió diciendo que tenía un verdadero problema con los israelíes. Cuando le pregunté cuál era, dijo, “Simplemente no entiendo por qué son tan obstinados acerca de aferrarse a la Ribera Occidental. ¿Por qué no simplemente renuncian a ella para que puedan tener paz?”

Percibí que el hombre no tenía la más absoluta idea de lo que estaba hablando, así que respondí a su pregunta con otra pregunta:

“Dígame, ¿dónde queda la Ribera Occidental?”

“Oh, usted sabe”, me dijo.

“Sí, lo sé, ¿pero usted lo sabe?”

“¡Por supuesto!”, respondió él, un poco molesto.

“Está bien, entonces dígame dónde queda”.

Pensó por un momento y luego dijo, “Es la ribera occidental del Río Nilo”.

Sucede que la ribera occidental del Río Nilo se encuentra en Egipto. Pero no me sorprendió su ignorancia geográfica. Es endémica entre los norteamericanos. Hace muchos años aprendí, cuando enseñé en la universidad, que el estudiante universitario norteamericano promedio no podía identificar África o Asia en un mapamundi en blanco.

Así, aquí estaba un hombre pontificando acerca de lo que Israel debería hacer con su zona central, sin siquiera saber dónde estaba ubicada. Y esta actitud es característica de la mayoría del mundo.

El hecho del asunto es que Israel es una de las naciones más pequeñas del mundo. Es aproximadamente del tamaño de Nueva Jersey. Tiene 75 millas de ancho y 300 millas de largo (sí, ¡leyó correctamente!). Si la Ribera Occidental (las antiguas áreas bíblicas de Judea y Samaria) fuera dada a los árabes, Israel sólo tendría 19 millas de ancho en su punto más angosto. No tendría ninguna frontera defendible. Sin embargo, las naciones del mundo están exigiendo que Israel entregue su región central cuando ni una sola de ellas consideraría hacer la misma cosa si estuvieran en la misma situación que Israel. Es una idea hipócrita que ha ganado popularidad.

Algunos exigen que Israel entregue la Ribera Occidental debido a que la adquirieron por medio de una guerra. Si todas las naciones haciendo tal demanda (incluyendo la nuestra) siguieran su propio consejo, el mapa del mundo sería alterado drásticamente de la noche a la mañana. Por ejemplo, tendríamos que entregar todo el territorio que ganamos en la Guerra Mexicana de 1846-1848 (California, Nevada, Arizona, Utah y partes de Colorado y Nuevo México). Y, trágicamente, ¡tendríamos que entregar Texas, que fue arrebatada de México en la Guerra de Independencia de Texas en 1835-1836!

La Guerra de los Seis Días de 1967 fue una guerra defensiva y, bajo el Derecho Internacional, Israel tiene el derecho de conservar cada pulgada cuadrada de la tierra que ganó en esa guerra. Además, la tierra que ganó le fue dada en perpetuidad hace mucho tiempo por el Dios Todopoderoso.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
Thoughts about the West Bank

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (
lamblion.com)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta ribeira me fez lembrar a aliança feita por Deus a Abrãao(AbrÃo) Gen. 15:18 que diz: "à tua descendência tenho dado esta terra, desde o rio do Egipto (rio Nilo) até ao grande rio Eufrates;..." E Deus é Fiel, aleluia. Ora vem Senhor Jesus. Maranata!

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