martes, 4 de junio de 2019

Juicio en Josafat – Parte 2

La Ira de Dios


La Ira de Dios

Pero, antes de que consideremos el juicio de Dios que el mundo experimentará durante la Gran Tribulación, primero debemos considerar el concepto de la ira de Dios. La razón por la que debemos hacerlo es porque he descubierto que la mayoría de cristianos, si no la mayoría de los pastores, no creen en la ira de Dios.

Si se hace cualquier mención de la ira de Dios, generalmente hay una respuesta inmediata y vehemente de que Dios es un Dios de amor, gracia y misericordia. Y si uno señala la ira de Dios en las Escrituras hebreas, como, por ejemplo, cuando destruyó el mundo con el Diluvio de Noé, la respuesta usualmente es, “Pero ése era el Dios del Antiguo Testamento. El Dios del Nuevo Testamento es un Dios de gracia, misericordia y amor”.

Uno de los momentos más memorables en los que me encontré con esta actitud fue en 1995. Fui contactado por el productor de un popular programa de radio en Oklahoma City. Dijo que el anfitrión del programa había visto un artículo que yo había escrito sobre la responsabilidad financiera de los ministerios cristianos, y le había gustado. Quería entrevistarme sobre eso. Acepté la entrevista.

El anfitrión comenzó la entrevista amablemente, dándome la oportunidad de resumir el mensaje fundamental de mi ministerio. Respondí diciendo que Dios me había llamado a proclamar “el pronto regreso de Jesús”.

Luego expliqué que este mensaje era como una espada de dos filos, con un mensaje para los creyentes y los incrédulos. Señalé que el mensaje para los creyentes es que se comprometan a la santidad y al evangelismo. Luego añadí: “El mensaje para los incrédulos es que huyan de la ira que está por venir, huyendo a los brazos amorosos de Jesús ahora”.

Antes de que pudiera continuar con mi explicación, el anfitrión me interrumpió. “¿Qué quieres decir cuando te refieres a ‘ira’?”, preguntó. 

“Quiero decir que Jesús va a regresar muy pronto para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado el amor, la gracia y la misericordia de Dios”.

Él respondió diciendo: “Sucede que soy cristiano, voy a la iglesia todos los domingos, y nunca he escuchado algo sobre Dios ‘derramando ira’. Mi Dios es Jesús, ¡y Él no lastimaría a una mosca!”. Luego, literalmente me gritó: “¡Tu Dios es un monstruo!”.

Ése fue el final de la entrevista. Me colgó. No se me dio la oportunidad de responder a su tergiversación de nuestro Creador. Si me hubiera dado la oportunidad de responder, habría citado la advertencia que Jesús dio en el libro de Apocalipsis a la iglesia de Tiatira, que estaba tolerando a una falsa profetisa, que estaba corrompiendo a toda la iglesia. Jesús advirtió:

20) Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.

21) Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.

22) He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.

23) Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras (Apocalipsis 2:20-23).

¡Estos versículos destruyen muy bien el concepto de un Jesús manso y suave que no le haría daño a una mosca!

Por supuesto, también podría haber señalado al hecho de que la Tribulación comienza con Jesús mismo iniciando los Juicios de los Sellos. De hecho, en Apocalipsis 6:16, esos juicios son referidos como “ira del Cordero”.

Permítanme darles otro ejemplo de lo que ocurrió más recientemente, en 2005. Es el ejemplo de un pastor enfurecido.

Fui invitado a hablar en una iglesia grande en el área de Dallas, donde antes había hablado varias veces. La fecha de mi presentación cayó en domingo, cerca de tres semanas después de que el huracán Katrina había devastado Nueva Orleáns.

Video: Dios y el Clima, parte 1. Expositor: Dr. David R. Reagan (subtitulado)

Decidí que hablaría sobre el huracán, con la intención de señalar que yo creía que era un juicio correctivo de Dios sobre esta nación por dos razones. La primera razón que mencioné era la presión de nuestra razón para que Israel entregara la Franja de Gaza a sus enemigos. Noté que el huracán se había comenzado a formar muy repentinamente cerca de las Bahamas, el último día de la retirada israelí.

La segunda razón que di fue la inmoralidad de nuestra nación y, en particular, de la ciudad de Nueva Orleáns, una ciudad que se llama a sí misma, “La Ciudad del Pecado de EE.UU.”. El huracán azotó la ciudad justo cuando se estaba preparando para su festival anual llamado “El Mardi Gras Gay”. El tema del 2005 de esta orgía sexual fue “Jazz y Jezabeles”. En el 2004, el evento había atraído a 125,000 juerguistas, que orgullosamente hicieron alarde de su perversión públicamente en un estridente desfile. El evento fue patrocinado por un grupo llamado, “Decadencia del Sur”.

Todo el infierno se desató durante la semana siguiente. Verán, el pastor estaba fuera de la ciudad cuando pronuncié el mensaje. Cuando regresó a casa y vio un video del mensaje, ¡se puso furioso! Incluso revisó mi agenda de conferencias en nuestro sitio web y llamó a la siguiente iglesia donde iba a hablar, y les advirtió acerca de permitirme presentar mi sermón.

¿Por qué estaba tan enojado? Por dos cosas. Primero, sintió que estaba mal que yo le atribuyera un desastre a Dios, cuando debería haber sido asignado a Satanás. En segundo lugar, se opuso a mi caracterización del huracán como una manifestación de la ira de Dios. Él insistió en que el “Dios de Ira” era el Dios del Antiguo Testamento, mientras que el Dios del Nuevo Testamento es un “Dios de Gracia”. La idea de Dios derramando Su ira era totalmente ajena a él.

Éstos son sólo dos ejemplos de muchas experiencias que he tenido, donde los cristianos han reaccionado con repugnancia contra cualquier mención de la ira de Dios.

En la tercera parte de nuestro estudio de Armagedón, cubriremos cuatro puntos sobre cómo la Iglesia moderna debería ver a Dios.

Lea la parte 1 »»aquí

Artículo recomendado:
La Ira de Dios


Original article:
Judgment in Jehoshapat

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

El Reino Teocrático: Proposición 1. El Reino de Dios es un Tema de Vital Importancia

Por George N. H. Peters



Las Escrituras no pueden ser comprendidas correctamente sin un conocimiento debido de este reino. Es un hecho, atestiguado por una multitud de obras, y constantemente presentado en todas las fases de la literatura bíblica, que la doctrina sobre el reino ha afectado materialmente los juicios de los hombres sobre la autoridad canónica, la credibilidad, la inspiración y el significado de los escritos contenidos en la Biblia. Si se produce un error aquí, inevitablemente éste se manifestará, por ejemplo, en la exégesis y la crítica. Esta característica ha sido notada por varios escritores, y, sin importar como sea explicada, se admiten los puntos de vista sobre este tema para modificar en gran medida la recepción, la interpretación y la enseñanza doctrinal de la Palabra.

Observación 1. Su importancia puede ser estimada al considerar los siguientes detalles: 

1. El reino es el objeto diseñado por el pacto obligado por juramento (Prop. 49). 

2. Es el gran tema, el tema principal de la profecía (Props. 33-35, etc.). 

3. Es un tema que abarca una mayor proporción de revelación que todos los demás temas combinados; indicando así la estimación que Dios le tiene. El Dr. Pye Smith, Bickersteth y otros han observado y comentado esta peculiaridad, es decir, que los escritores inspirados dicen más respecto al reino de Cristo que lo que hacen con respecto a todas las demás cosas tratadas o discutidas en la Palabra. 

4. Fue el tema principal de la predicación de Juan el Bautista, de Cristo, de los discípulos y de los apóstoles (Props. 38-74). 

5. Fue un tema apreciado de predicación en la Iglesia primitiva (Props. 75-77). 

6. Es el fundamento de una predicación bíblica correcta, porque el Evangelio mismo es “el evangelio del reino”. 

7. Con el fin promover su establecimiento, Jesús aparece, sufre y muere (Props. 50, 181) y para manifestarlo, Él vendrá de nuevo (Props. 66, 68, 130, etc.). 

8. Jesucristo mismo debe estar profundamente interesado en él, ya que es una bendición y un honor distintivos que le ha dado el Padre (Prop. 84), y le pertenece a Él como Su herencia (Props. 82, 116, etc.). 

9. Hemos sido invitados, como el privilegio más precioso, a heredar este reino (Prop. 96). 

10. Es el constantemente presentado objeto de fe y esperanza, que debería influir en nosotros para la oración, el deber y la vigilancia.

11. Es el resultado de las dispensaciones preparatorias, que nos permiten apreciar los medios empleados para lograr este fin. 

12. Abraza en sí la perfecta redención completada; porque en él todas las promesas de Dios serán verificadas y realizadas. 

13. Manifiesta en una forma externa el placer de la voluntad Divina en la salvación de la raza y la liberación de la creación (Props. 149, 145, etc.). 

14. Mantiene las expresiones Divinas en unidad de diseño (Props. 174, 175), exhibe la unidad manifestada (Prop. 173) y reivindica la inspiración de la Sagrada Escritura (Prop. 182), incluyendo el Apocalipsis (Prop. 176). 

15. Refuerza no sólo la humanidad (Props. 82, 89) de Cristo, sino también Su Divinidad (Props. 85 y 183), con el razonamiento más fuerte. 

16. Nos muestra la majestad y gloria de Jesús, “El Cristo”, como el Rey Teocrático (Props. 88, 89, 132, 184, etc.), y la posición preeminente de “los primogénitos” quienes son coherederos con Él (Props. 118, 119, 127, etc.). 

Todos estos, así como otros puntos relacionados, serán ampliamente discutidos en las siguientes páginas. Se menciona brevemente una suficiencia, para que el lector no deje de ver cuán importante debe ser una comprensión adecuada de este tema.

Estamos preparados, a partir de tales consideraciones, para apreciar la observación atribuida por Lange (Com., volumen 1, pág. 254) a Starke: “El reino de los cielos debe formar el punto central de todo aprendizaje teológico”. Van Oosterzee (Theol. del NT, p. 69) lo llama el pensamiento fundamental, y, después de dar a la doctrina del reino su posición correcta en la enseñanza de Jesús (diciendo: “que la idea del reino de Dios es fundamental en la teología de Cristo”) comenta: “Ya Hess ha proporcionado un tratado sobre la doctrina del reino de Dios, en el que muestra cuán prominente es el lugar que ocupa esta idea en la Sagrada Escritura, especialmente en la enseñanza del Señor. Por lo tanto, es sorprendente que Schmid, en la obra citada, le asigna el tercer lugar en su tratamiento de la doctrina de Jesús. Mucho mejor Neander, quien, en su vida de Jesús, deriva un ‘sistema completos de verdades’ de las parábolas del reino de Dios”. Sin embargo, agreguemos que incluso Schmid hace mucha justicia al reconocer su importancia, cuando (p. ej., Bib. Theol. NT, pág. 243) lo llama, la base de su enseñanza (de Cristo)”.

Obs. 2. Es significativo para el estudiante reflexivo — un cumplimiento de la profecía — que la idea de un reino Divino distintivo relacionado con Cristo y esta tierra, un reino que ocupa decididamente el lugar principal en la enseñanza de Jesús, se haga, tanto (con pocas excepciones) en teología y las confesiones de la Iglesia, para descender de su primer puesto en la Biblia y ocupar, cuando se alude, a uno muy subordinado. En centenares de libros, donde razonablemente debería ser evidente, algunas referencias de naturaleza un tanto mística e insatisfactoria, o un breve respaldo de la antigua visión monástica de que éste aplica a la Iglesia, descarta todo el tema; mientras que los temas inferiores tienen amplios capítulos e incluso volúmenes en su interés. Hay, a la mente reflexiva, algo radicalmente erróneo en un cambio de posición, y cuanto mayor sea la salida de la base bíblica más defectuosa se vuelve. Cualquier esfuerzo, como aquí se hizo, por restaurar la doctrina del reino a su verdadero y supremo lugar bíblico debería al menos solicitar atención.

Obs. 3. El reino merece el primer lugar en la teología bíblica y el primer rango en la Teología Sistemática. Las razones para esto, como ya se indicó, son abundantes. Esto ha sido pasado por alto demasiado, y el reino ha sido colocado en una posición subordinada, hasta que durante algunos años ha tenido lugar una reacción — inducida por ataques incrédulos — y el reino (como sea explicado) se destacó más prominentemente, especialmente por Lange (ver Pref. hasta Cam.), Van Oosterzee (Ch. Dogmatics), Thompson (Theol. of Christ), Auberlen (Div. Rev.), y otros. Abogando así por sus afirmaciones a una postura doctrinal, nosotros, como a veces somos acusados injustamente, no despreciamos la importancia, el valor y la excesiva preciosidad de la persona y la muerte de Jesús. Esto último es doctrinalmente la consecuencia de lo primero, y como provisional (porque sin esto último el reino, como pactual y prometido, no podría ser obtenido), para el reino, es de consecuencia incalculable.

Obs. 4. A medida que la investigación avance en esta dirección, podemos esperar aportaciones valiosas. Reuss (Hist, of Ch. Theol. of Ap. Age, p. 137) aunque equivocado en su interpretación del reino, dice con sinceridad: “No puede haber duda, entonces, de que esta idea completa y sugestiva del reino de Dios debe ser de alguna manera la mina a ser explorada por nosotros, para sacar a la luz los tesoros que la ciencia cristiana tiene que moldear y formar, para satisfacer las necesidades de cada esfera sucesiva, y la medida y las capacidades de cada mente”.

Obs. 5. Que el tema del reino es ampliamente reconocido como principal, se puede ver incluso en los puntos de vista más extremos, como por ejemplo el swedenborgianismo, el mormonismo, el shakerismo, etc. Sólo necesitamos referirnos al simple hecho de que los escritores de tendencias panteístas y místicas han tomado la frase “reino de los cielos” como el verdadero punto de partida del cristianismo, que denominan “La Nueva Jerusalén que desciende de Dios desde el cielo”; y de la cual argumentan que todos los hombres deben trabajar moralmente por el infinito, haciendo todos los esfuerzos posibles, ya sea en religión, ciencia, poesía, arte, etc., para ser aclamado como una sumisión subjetiva a, o reconocimiento de, este reino. Considerando la noción espiritualizada entretenida por muchos en la Iglesia, la amplían dándole una apariencia panteísta o un adorno místico, para adaptarlo a sus ideas de evolución, ley, unidad, filosofía, naturaleza humana, espiritualismo, etc. Hoy la atención sólo es dirigida a la circunstancia de que, en los sistemas y teorías de la religión, la menos bíblica, aún se le da un gran grado de prominencia a la idea del reino.

Obs. 6. Este tema es atractivo para el creyente reverente, no sólo por ser el tema absorbente de la profecía del Antiguo Testamento y la predicción del Nuevo Testamento, sino debido a la relación personal que él sostiene, como heredero, de ello. Es apropiado reconocer, comprender y apreciar nuestra herencia. Pero incluso el aspecto literario, la excelencia intelectual del mismo, invita a una investigación seria. Además de ser una idea predominante del libro, que ha tenido una influencia tan moldeadora en todas las áreas de la vida, es el tema que, por encima de todos los demás, suscita la más elocuente y sublime de todas las descripciones y promesas de la Biblia, que culmina en las últimas palabras conmovedoras de Jesús confiadas a Juan.

Obs. 7. Al examinar la gran variedad de hechos y eventos, algunos de los más grandes que el mundo haya alguna vez presenciado, todos señalan a este reino como un final contemplado; al mirar a lo mismo que ocurre y existe hoy, preparatorios para el reino; y al contemplar la hueste de acontecimientos notables y asombrosos que se prevé sucedan con relación al reino aún futuro, seguramente esto forma un tema digno, más allá de todos los demás, del estudio sincero, devoto y paciente de cada estudiante de los eventos del mundo  acontecimientos y , sin esta clave, una historia desconcertante. El reino abarca mucho, tanto en la preparación como en el cumplimiento actual, que, en vista de su extensión, la doctrina excede a todas las demás en magnitud, envolviendo en sí misma casi toda doctrina.

Obs. 8. Una investigación más profunda de esta doctrina y un retorno correspondiente a la antigua fe, sostenida por hombres que, por posición y asociación (como por ejemplo, la Iglesia Apostólica), estaban preeminentemente calificados para comprenderla, eliminarán esas dolorosas concesiones ahora hechas a la incredulidad, que estigmatizan a los apóstoles y a la Iglesia primitiva como todavía bajo la influencia de “formas judías erróneas.” Tal estudio y retorno aliviarán a los teólogos de ser conducidos al expediente humillante de reconocer virtualmente que los apóstoles estaban equivocados en sus nociones respecto del Reino; que abrazaban “la cáscara judía,” que, no obstante, contenía el germen de verdad (el cual ellos, situados como estaban, no podían apreciar adecuadamente) que “la conciencia de la Iglesia” en su desarrollo (así también Neander, etc.) debía despojar de sus alrededores y fructificar en la verdad plena. Sólo en la dirección indicada por nosotros, podemos esperar  —  defendiendo como lo hace cada enunciado y posición doctrinal de los primeros predicadores del reino  — por una súplica constante, justificación y protección contra la escuela de Strauss y Bauer (y otras), que ha llevado a notables teólogos  —  liderados por una doctrina preconcebida del reino  —  a colocar “la conciencia de la Iglesia” (que finalmente obtuvo la verdad que había escapado a la comprensión de los apóstoles), como es exhibida en la autoridad de la Iglesia o la teología, o las creaciones de hombres falibles, por encima de la de las Escrituras que contienen “la cáscara judía.” La importancia de nuestra doctrina se evidencia, en que se invierte todo esto, exaltando y reivindicando tanto las Escrituras como el conocimiento correcto de sus autores inspirados.



Si desea conocer más acerca de este tema, visite nuestra sección:

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

viernes, 31 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Parte 2: Las Preguntas (pdf)

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1. ¿Qué pasa con el momento del Rapto? ¿Cuándo es más probable que ocurra?

2. ¿Está el Rapto mencionado en el libro de Apocalipsis? Y, si es así, ¿dónde?

3. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Discurso de los Olivos de Jesús (Mateo 24) acerca de los tiempos del fin?

4. Algunos argumentan que el Rapto es más probable que ocurra a la mitad de la Tribulación o cerca del final. ¿Qué hay de malo con estos puntos de vista con respecto al momento?

5. ¿Podría el Rapto ocurrir al final de la Tribulación, como una etapa en la Segunda Venida del Señor?

6. ¿Es 1 primera de Tesalonicenses 4 el único pasaje del Rapto contenido en el Nuevo Testamento? 

7. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Antiguo Testamento?

8. Si el Rapto va a  ocurrir antes del comienzo de la Tribulación, ¿significa eso que van a haber dos Segundas Venidas del Señor?

9. ¿Qué acerca de los santos del Antiguo Testamento? ¿Van a ser incluidos en el Rapto?

10. Sigue hablando de los creyentes de la Era de la Iglesia recibiendo cuerpos glorificados al momento del Rapto. ¿Qué es un cuerpo glorificado?

11. ¿Se les dará a los que fueron dejados atrás en el momento del Rapto la oportunidad de ser salvos?

12. ¿Podría haber un Rapto parcial, que consista sólo de aquellos cristianos que están viviendo vidas piadosas y que están aguardando la aparición del Señor?

13. ¿Serán llevados al Cielo todos los bebés y niños menores cuando el Rapto ocurra?

14. ¿No podría Dios simplemente proteger a los creyentes durante la Tribulación? ¿Es realmente necesario removerlos de la tierra?

15. ¿Marcará el Rapto el comienzo de la Tribulación?

16. ¿Hay otros raptos mencionados en la Biblia, o es el Rapto de la Iglesia el único?

17. ¿Cuáles podrían ser algunas explicaciones del mundo acerca del Rapto de la Iglesia?

18. ¿Hay algunas señales bíblicas que debemos vigilar, que indicarán el Rapto de la Iglesia?

19. A menudo se hacen referencias a las prácticas de bodas judías del primer siglo como símbolo de un Rapto Pre-Trib. ¿Qué es todo esto?

20. Muchas personas enseñan que el Rapto probablemente ocurrirá en la Fiesta judía de las Trompetas, que ocurre en el otoño del año. ¿Cuál es la base de esta creencia, y es precisa?

21. ¿Indica la Biblia que hay algo en particular que desencadenará el Rapto?

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El Vigilante: Explorando el Corazón Bíblico de Samaria


Erick Stakelbeck, se encuentra en la región israelí de Samaria para visitar el antiguo sitio bíblico del altar de Josué. Además, una entrevista con el Alcalde de Samaria, Yossi Dagan, y la increíble historia detrás de un viñedo israelí, que está ganando renombre mundial.

Recursos recomendados:

Mitos sobre Israel (haga clic sobre la imagen para ir a la página de descarga)

Libro: Israel en la Profecía Bíblica (haga clic sobre la imagen para ir a la página de descarga)

miércoles, 29 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Las Preguntas (conclusión)

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Parte 2 

Las Preguntas

16. ¿Hay otros raptos mencionados en la Biblia, o es el Rapto de la Iglesia el único?

Sí, se mencionan otros raptos. De hecho, la Biblia habla de un total de ocho. 

El primero se registra en Génesis 5:24, donde se afirma que el patriarca, Enoc, “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”. La Biblia dice que tenía 365 años de edad cuando esto ocurrió (Génesis 5:23). Por lo tanto, era un hombre relativamente joven, en una época cuando las personas vivían entre 800 y 900 años. 

¡Qué glorioso testimonio del hecho de que tuvo una relación tan rica y personal con Dios, que su Creador lo llamó a casa antes de su muerte!

El segundo rapto bíblico fue el del profeta Elías (2 Reyes 2:7-14). A medida que su ministerio llegaba a su fin, Dios le había informado que iba a ser tomado antes de que muriera, porque él le reveló a su discípulo, Eliseo, que pronto sería “quitado” (versículo 9).

Cuando se le informó de este evento inminente, Eliseo solicitó que se le diera una doble porción del espíritu de Elías. Elías respondió asegurándole que si era testigo de su toma, recibiría esa bendición. Y eso es exactamente lo que pasó. Eliseo fue testigo de Elías siendo llevado al cielo en un “carro de fuego con caballos de fuego” que se elevó a los cielos como “en un torbellino” (versículo 11).

El tercer rapto mencionado en las Escrituras fue uno horizontal, por el que Ezequiel fue transportado por el Espíritu desde Babilonia a Jerusalén, donde se le mostró la idolatría que se estaba llevando a cabo en el Templo (Ezequiel 8:1-3).

El cuarto rapto es, por supuesto, la ascensión de Jesús al Cielo (Hechos 1:9-11). Esto tuvo lugar 40 días después de Su resurrección.

Y, cuando estaba siendo tomado, dos ángeles se aparecieron a los discípulos, que presenciaban el evento y les dijeron que un día Jesús regresaría “como le habéis visto ir al cielo” (versículo 11). Esto significaba que Jesús regresaría corporal y visiblemente.

El siguiente rapto registrado en las Escrituras fue otro horizontal. Ocurrió cuando el evangelista Felipe fue transportado sobrenaturalmente por Dios de un lugar a otro, después de la conversión de un eunuco etíope (Hechos 8:26-40).

Las Escrituras dicen que, tan pronto como el etíope fue bautizado, “el Espíritu del Señor arrebató a Felipe” (versículo 39). Lo siguiente que Felipe supo fue que estaba en un lugar diferente.

El sexto rapto registrado en las Escrituras se encuentra en 2 Corintios 12:1-4. En este pasaje, el apóstol Pablo revela que él fue “arrebatado” al Cielo (versículo 2), donde “oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” (versículo 4). Sin embargo, en este caso, Pablo dice que no está seguro si fue llevado en su cuerpo o en su espíritu (versículo 2).

El siguiente ejemplo de un rapto bíblico se encuentra en el libro de Apocalipsis. En el capítulo 4, el apóstol Juan dice que fue llevado al Cielo para recibir una vista previa de los años de la Tribulación, que llegarían en los tiempos del fin (versículos 1-2). Pero, a diferencia de Pablo, él dice que definitivamente estaba en el espíritu, así que éste no fue un rapto corporal.

El último rapto registrado en las Escrituras es uno futuro, como el de la Iglesia, y definitivamente será uno corporal. Tengo en mente el rapto de los Dos Testigos, que le predicarán al mundo durante los primeros tres años y medio de la Tribulación, llamando al mundo al arrepentimiento.

Apocalipsis 11 dice que serán protegidos sobrenaturalmente por Dios, hasta que el Anticristo vaya a Jerusalén a la mitad de la Tribulación para declararse dios. El Anticristo los matará y sus cuerpos yacerán en las calles de Jerusalén durante tres días y medio, mientras todo el mundo se regocija por sus muertes. Entonces, de repente, mientras todo el mundo está mirando, serán resucitados y arrebatados al Cielo (versículos 10-12).

17. ¿Cuáles podrían ser algunas explicaciones del mundo acerca del Rapto de la Iglesia?

Lo más probable es que consistirán en escenarios de ovnis o extraterrestres.

El Movimiento de la Nueva Era comenzó a producir explicaciones del Rapto hace años, aunque describían el evento en términos no bíblicos.

Ya en la década de 1970, los líderes de la Nueva Era afirmaban que los “Maestros Ascendidos” (muy probablemente ángeles demoníacos) con quienes se estaban canalizando místicamente, habían revelado que llegará un día cuando todos aquellos que viven por fe serán removidos del planeta, para que aquellos que viven por la razón puedan continuar progresando en su desarrollo evolucionario hacia una conciencia superior.19

Los extraterrestres (de nuevo, los demonios) son a menudo descritos como los que lograrán esta gran remoción de millones de personas. Y, por lo general, se describen logrando la tarea mediante el uso de ovnis.

El evento es mencionado a menudo en los artículos y libros de la Nueva Era como “La Gran Evacuación”. Otros nombres que se le aplican son “La Purga Evolutiva”, “La Acción de Limpieza Global”, “El Gran Cambio”, y el “Plan de Ascensión”.20

Por lo tanto, cuando el Rapto ocurra, no hay duda de que los líderes de la Nueva Era se apresurarán a tomar los micrófonos y dirán, “¿Ven? Se los dijimos hace muchos años que esto iba a suceder”. Y el mundo será engañado. 

18. ¿Hay algunas señales bíblicas que debemos vigilar, que indicarán el Rapto de la Iglesia?

No, no hay. Ésta es una de las principales diferencias entre el Rapto y la Segunda Venida.

Hay muchas señales que se nos dice que debemos vigilar, que marcarán la época de la Tribulación y la Segunda Venida. Pero, como el Rapto es un evento inminente, éste ha sido un evento sin señales durante los últimos 2,000 años.

Un evento inminente es uno que puede ocurrir en cualquier momento, pero eso no significa necesariamente que deba ocurrir pronto. Durante 2,000 años, el Rapto ha sido inminente, y por eso los cristianos fueron instados en las Escrituras a vivir con una perspectiva eterna, esperando que el Señor aparezca en cualquier momento.

Lo que es nuevo es el hecho que ahora sabemos que el Rapto no es sólo inminente, sino que también va a suceder pronto. La razón por la que podemos estar seguros de que está cerca es debido a que las señales de los tiempos están indicando que estamos en el umbral de la Tribulación.

Es similar a la situación cuando vemos que las decoraciones navideñas son puestas en las tiendas en septiembre y octubre. Señalan al hecho de que se acerca la Navidad, pero también indican que el Día de Acción de Gracias [que se celebra el último jueves de noviembre, editor] está a la vuelta de la esquina.

La convergencia de las señales de los tiempos apunta al hecho de que estamos viviendo en la época de la Segunda Venida, y eso significa que el Rapto va a suceder pronto.

19. A menudo se hacen referencias a las prácticas de bodas judías del primer siglo como símbolo de un Rapto Pre-Trib. ¿Qué es todo esto?

Hay un sorprendente paralelo simbólico entre las etapas de una boda judía en la época de Jesús y lo que la Biblia enseña sobre la relación de Jesús con Su Iglesia y el momento del Rapto.

Consideremos las diversas etapas y veamos cómo se relacionan con lo que la Biblia enseña acerca de Jesús y Su relación con la Iglesia.

1) El Compromiso Matrimonial — El padre del novio negociaría un pacto o contrato de boda que incluiría el precio a pagar por la novia. Cuando el precio era pagado, el pacto era sellado, y la pareja se consideraba comprometida. Técnicamente, esto significaba que estaban casados, aunque el matrimonio aún no había sido consumado.

De igual manera, Dios el Padre envió a Su Hijo a la tierra para asegurar una novia (la Iglesia): “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

El contrato de matrimonio era el “nuevo pacto”, al que se hace referencia en Hebreos 9:15 — “Así que, por eso  [Jesús] es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”.

El precio por la novia iba a ser la sangre del Novio, Jesús: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25). 

2) El Período de Espera — Después del compromiso, había un período de espera de al menos nueve meses, durante el cual la novia y el novio estaban separados. 

Durante este tiempo, la novia se preparaba para la boda y demostraba su pureza al no quedar embarazada. El novio pasaba su tiempo preparando un lugar para vivir, por lo general, agregando una habitación a la casa de su padre.

De la misma manera, la Novia de Cristo, la Iglesia, se está preparando para la unión con su Novio, al ser purificada por medio del Espíritu Santo. Así, en 2 Corintios 11:2 leemos: “Porque os celo [el apóstol Pablo] con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”.

Pablo se refiere a este proceso de limpieza en Efesios 5:26-27, donde dice que el Señor está santificando a la Iglesia “…en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.

Y, así como el novio judío del primer siglo, pasaba este período de espera preparando un lugar para que él y su novia vivieran, Jesús está haciendo lo mismo hoy.

En Juan 14:1-4, Jesús les dijo a Sus discípulos en Su última cena con ellos, que iba a regresar al Cielo para preparar un lugar para Su Novia, la Iglesia. Así lo dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay…voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2).

3) La Búsqueda de la Novia — En cualquier momento después del período de espera de nueve meses, cuando el novio había completado las nuevas habitaciones, él se iba a buscar a su novia.

Su partida por ella sería inesperada pero, cuando se acercaba a su casa, gritaría y tocaría un shofar para alertarla sobre su llegada. Dado que ésta era la única advertencia de su venida, la novia tenía que estar lista en todo tiempo para su aparición.

El paralelo aquí con el Rapto de la Iglesia es obvio. Las Escrituras dicen en Lucas 12:35 que la Novia de Cristo, la Iglesia, debe estar lista, esperando que el Novio llegue en cualquier momento: “Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas”.

Las Escrituras también aclaran que, cuando Jesús aparezca por Su Novia, habrá un grito de un arcángel y el toque de una trompeta (1 Tesalonicenses 4:16). La Iglesia será arrebatada de la tierra y llevada a la mansión en el Cielo que Jesús ha estado preparando (Juan 14:1-4).

4) La Unión — Una vez que el novio judío fuera a buscar a su novia en el primer siglo, la llevaba a la habitación que había estado preparando, donde se encerraban durante siete días. Era durante este tiempo que el matrimonio se consumaba.

De nuevo, de igual manera, las Escrituras nos dicen que Jesús llevará a Su Novia, la Iglesia, al Cielo, donde permanecerán durante siete años (durante el tiempo de la Tribulación). Los siete años parecen corresponder simbólicamente a los siete días en la cámara nupcial.

5) La Celebración — Al final de los siete días en la cámara nupcial, la novia y el novio emergían para celebrar su unión en una elaborada fiesta, a la que sus amigos eran invitados.

Del mismo modo, Jesús celebrará Su unión con Su Novia al final de los siete años de Tribulación, cuando Él sea el anfitrión de lo que la Biblia llama “La Cena de las Bodas del Cordero” (Apocalipsis 19:7-9).21

Bueno, como puede ver, hay un paralelo muy definido entre las prácticas de boda judías del primer siglo y el matrimonio de Jesús con Su Iglesia. Y esos paralelos claramente apuntan  a un Rapto Pre-Trib.

20. Muchas personas enseñan que el Rapto probablemente ocurrirá en la Fiesta judía de las Trompetas, que ocurre en el otoño del año. ¿Cuál es la base de esta creencia, y es precisa?

La idea está definitivamente arraigada en las Escrituras.

Hay siete fiestas judías cada año — cuatro en la primavera y tres en el otoño. Cada fiesta tiene tres puntos de referencia — pasado, presente y futuro.

Por ejemplo, la Fiesta de la Pascua (Pesach en hebreo) es un recordatorio de la liberación milagrosa por parte de Dios de los hijos de Israel de la cautividad egipcia. En el presente, es una celebración de la cosecha de cebada. Con respecto al futuro, era un símbolo profético del Mesías convirtiéndose en el Cordero de Pascua, que sería sacrificado por los pecados de la humanidad.

O, considere la Fiesta de la Cosecha, también conocida como la Fiesta de Pentecostés (Shavuot en hebreo). Apunta hacia atrás a la entrega de la Ley a Moisés en el Monte Sinaí. En el presente, es una celebración de la cosecha de trigo. Con respecto al futuro, demostró ser un símbolo profético del establecimiento de la Iglesia, que ocurrió el mismo día de la fiesta. 

Las primeras cuatro fiestas se han cumplido proféticamente con los eventos en la vida de Jesús o la historia de la Iglesia:

Pascua — La Crucifixión de Jesús
Panes sin Levadura — La Vida sin Pecado de Jesús
Primeros Frutos — La Resurrección de Jesús 
Pentecostés — El Establecimiento de la Iglesia

Actualmente estamos viviendo en la brecha entre las fiestas de la primavera y el otoño — una brecha que constituye la Era de la Iglesia. 

Dado que las primeras cuatro fiestas se cumplieron proféticamente en la vida de Jesús o en la historia de la Iglesia, es razonable asumir que algunos eventos importantes en la historia del cristianismo ocurrirán en el futuro, en las fechas de las tres fiestas del otoño. Generalmente, los cumplimientos se proyectan de la siguiente manera:

Trompetas — El Rapto
Día de Expiación — La Segunda Venida
Tabernáculos — El Milenio

El Rapto es asociado con la Fiesta de las Trompetas (Rosh Hashanah en hebreo), porque ésta se caracterizaba por el sonar de shofares, y el Rapto será anunciado con el sonido de un shofar. 

La Segunda Venida está asociada con el Día de Expiación, (Yom Kippur en hebreo) porque es un día de arrepentimiento para los judíos, y las Escrituras dicen que un gran remanente de los judíos se arrepentirá y recibirá a Jesús el día que regrese a la tierra, al final de la Tribulación. 

La Fiesta de los Tabernáculos es la fiesta más alegre del año, porque señala la finalización del ciclo agrícola y, por lo tanto, comienza un período de descanso. Mirando al pasado, es un recordatorio de la fidelidad de Dios, cuando cuidó de los hijos de Israel mientras estuvieron vagando por 40 años en el desierto, viviendo en cabinas o tabernáculos temporales. Pero también mira al futuro, cuando el Mesías vendrá a hacer un tabernáculo entre Su pueblo en la tierra, durante Su reinado milenial.

¿Significa esto que el Rapto ocurrirá algún año en la Fiesta de las Trompetas? Tal vez sea así, pero yo personalmente no haría esa predicción. Considero que el Rapto es inminente, y eso significa que podría ocurrir en cualquier momento. 

21. ¿Indica la Biblia que hay algo en particular que desencadenará el Rapto?

Sí, pero no es una señal tangible y visible que podamos estar vigilando. Más bien, es algo sobrenatural.

A lo que me refiero está mencionado en Romanos 11:25, que dice lo siguiente: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”.

Creo que este versículo está diciendo que el Rapto ocurrirá cuando el último gentil, del número que Dios ha preordenado, se convierta a Jesús. 

Así pues, cuando el último gentil llegue a la fe en Cristo, la Iglesia — el Cuerpo de Cristo — estará completo y el Rapto tendrá lugar.

Habrá entrado el número completo de gentiles, y entonces nuestro Señor volverá Su atención a la salvación de “todo Israel” (Romanos 11:26), que se refiere a un remanente judío durante el posterior período de la Tribulación.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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