miércoles, 7 de diciembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Conclusión




La Advertencia de Romanos 1

En Romanos capítulo 1, Pablo habla acerca de cómo Dios trata con una nación rebelde que Él ha bendecido. Si la nación persiste en su rebelión después de que ha sido advertida por naciones proféticas y juicios correctivos, Dios dará un paso hacia atrás y bajará su cobertura de protección y permitirá que la maldad se multiplique (versos 22-25). El resultado será una revolución sexual, como la que ocurrió en nuestra nación en la década de 1960.

Si la nación ignora este juicio, Dios dará un paso hacia atrás una segunda vez y bajará Su cobertura de protección incluso más. Esto producirá una plaga de perversión sexual en la forma de homosexualidad (versos 26-27). Comenzamos a experimentar esto al inicio de este siglo. 

Si la gente sigue negándose a arrepentirse, Dios retrocederá una tercera vez y entregará a la nación a una “mente reprobada” (versos 28-32). Ahí es donde estamos hoy. Sólo considere, por ejemplo, las siguientes dos fotos que fueron tomadas recientemente en manifestaciones en Washington, D.C. 

 "Si Jesús regresa, mátenlo de nuevo". 

"Apuesto que el infierno es fabuloso".

Nuestra Rebelión Continua

El 26 de junio es el día en que el destino de nuestra nación fue sellado. Ése fue el día que nuestra Corte Suprema decidió legalizar la abominación del matrimonio entre personas del mismo sexo. En el proceso, los jueces que consintieron decidieron ignorar nuestra Constitución, despreciar 2,000 años de civilización occidental, y despreciar la Palabra de Dios.

El arrepentimiento es lo único que puede salvar a nuestra nación — no Hillary Clinton o Donald Trump, o cualquier otro político —. Pero, ¿cómo puede el arrepentimiento tener lugar cuando el pecado está tan arraigado e incluso es celebrado?

Nuestra herida se ha vuelto incurable. Ya no podemos esperar la supervivencia como nación cuando estamos alzando nuestro puño contra Dios y despreciando abiertamente Su Palabra. 

Considere de nuevo las palabras amenazantes del profeta Nahúm (Nahúm 1:2-3):

Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. 

Esperanza Individual

La única esperanza que nos queda es la esperanza individual que la Palabra de Dios nos da cuando aceptamos a Su Hijo, Jesús, como nuestro Señor y Salvador.

Esa esperanza es grande más allá de las palabras, y me aferro a ella en fe, recordándome diariamente que, mientras todo el mundo se está burlando de Dios y Su Palabra, Él se sienta en el Cielo y se ríe — no porque no le importe, sino porque tiene la sabiduría y el poder de orquestar todo la maldad de Satanás y el hombre para el triunfo de Su Hijo (Salmo 2:1-9) —.

¡Maranata! 

Lea también:
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente – Parte 1
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente – Parte 2

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 6 de diciembre de 2016

Jimmy Carter a Obama: Reconozca al Estado de Palestina

El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, estrecha la mano del expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, durante su reunión el 2 de mayo de 2015 en la Ciudad de Ramala. (AFP/Pool/Abbas Momani)

El expresidente estadounidense Jimmy Carter ha reclamado al actual mandatario del país, Barack Obama, que reconozca al Estado de Palestina antes de abandonar el cargo el 20 de enero.

En un editorial publicado en el diario estadounidense «The New York Times»,Carter ha afirmado que, «si bien aún no se sabe cuál será la política de la próxima Administración hacia Israel y Palestina (...) sí se sabe cuál fue la de ésta».

«El objetivo del presidente Obama ha sido apoyar un fin negociado al conflicto basado en dos estados, que vivan uno al lado del otro en paz», ha recordado.
«Esa posibilidad está ahora en grave peligro. Estoy convencido de que Estados Unidos todavía puede moldear el futuro del conflicto palestino-israelí antes de un cambio de presidente, pero hay poco tiempo».

En este sentido, ha recalcado que «el paso simple pero vital que debe dar esta Administración antes del fin de su mandato es garantizar el reconocimiento diplomático por parte de Estados Unidos al Estado de Palestina, que ya han dado 137 países, y ayudarle a lograr su pertenencia plena a Naciones Unidas».

Carter ha recordado que, durante su Gobierno, los entonces Primer Ministro de Israel, Menachem Begin, y Presidente de Egipto, Anuar el Sadat, firmaron los Acuerdos de Camp David, basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU.

«Las palabras clave de esa resolución eran 'la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra y la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera en Oriente Próximo, en la que todos los estados de la zona puedan vivir con seguridad', y la 'retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto'», ha indicado.

El expresidente ha argumentado que «estos dos conceptos fundacionales han sido la base de la política del Gobierno estadounidense y la comunidad internacional desde entonces».

«Esta es la razón por la que, en 2009, al comienzo de su primer gobierno, Obama reiteró los elementos esenciales de los acuerdos de Camp David y de la resolución 242, pidiendo un congelamiento total de la construcción de asentamientos, construidos ilegalmente por Israel en territorio palestino», ha apuntado.

«Más tarde, en 2011, el presidente dejó claro que 'las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967', y añadió: 'Las negociaciones deberían dar lugar a dos estados, con fronteras palestinas permanentes con Israel, Jordania y Egipto, y fronteras israelíes permanentes con Palestina'», ha añadido Carter.

Compromiso con la paz, en peligro

En su editorial, ha alertado de que «a día de hoy, 38 años después de Camp David, el compromiso con la paz está en peligro de abrogación».

«Israel construye más y más asentamientos, desplazando a los palestinos y afianzando su ocupación de los territorios palestinos», ha sostenido, recalcando que «más de 4,5 millones de palestinos viven en esos territorios ocupados, sin ser ciudadanos de Israel».

«La mayoría viven bajo un régimen militar israelí y no votan en las elecciones nacionales de Israel», ha dicho, al tiempo que ha apuntado que «mientras, cerca de 600.000 colonos israelíes en Palestina disfrutan de los beneficios de la ciudadanía y las leyes israelíes».

"Este proceso está acelerando una realidad de un estado que podría destruir la democracia israelí y dará lugar a la intensificación de la condena internacional a Israel", ha advertido el expresidente estadounidense.

En este sentido, ha recordado que el Centro Carter «ha continuado apoyando la solución basada en dos estados acogiendo este mes discusiones con representantes israelíes y palestinos, buscando un camino hacia la paz».

«Tras las mismas, estoy convencido de que el reconocimiento del Estado Palestino por parte de Estados Unidos haría más fácil para otros países que no han reconocido a Palestina hacerlo, lo que allanaría el camino para una resolución del Consejo de Seguridad (de la ONU) sobre el futuro del conflicto», ha argüido.

Resolución de la ONU

Por ello, ha pedido al organismo internacional que apruebe una resolución «que fije los parámetros para resolver el conflicto» y «que reafirme la ilegalidad de todos los asentamientos israelíes más allá de las fronteras de 1967», dejando abierta la posibilidad de que las partes «negocien modificaciones».

«Las garantías de seguridad para Israel y Palestina son fundamentales, y la resolución debe reconocer el derecho de ambos estados a vivir en paz y seguridad», ha recalcado.

Asimismo, ha dicho que la resolución «debe incluir la desmilitarización del Estado palestino y una posible fuerza de paz bajo los auspicios de la ONU».

«El peso combinado del reconocimiento por parte de Estados Unidos, la pertenencia a la ONU y una resolución del Consejo de Seguridad firmemente cimentada en el Derecho Internacional podría ser la base para una diplomacia futura», ha argumentado.

«Estos pasos reforzaría el liderazgo palestino moderado, al tiempo que enviaría una garantía clara al público israelí sobre el reconocimiento mundial de Israel y su seguridad», ha agregado Carter.

Así, ha explicado que esta vía «sería la mejor, y quizá la única, manera de hacer frente a una realidad de un Estado que Israel está imponiendo a sí mismo y al pueblo palestino».

«El reconocimiento de Palestina y una nueva resolución del Consejo de Seguridad no son nuevas medidas radicales, sino una consecuencia natural del creciente apoyo de Estados Unidos a una solución basada en dos estados», ha apuntado.

«Temo por el espíritu de Camp David. No debemos dejar pasar esta oportunidad», ha remachado Carter.


sábado, 3 de diciembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Parte 2



     
El poder del arrepentimiento puede verse en la historia de nuestra nación. En medio de nuestra guerra civil, en marzo de 1863, el Presidente Abraham Lincoln, llamó a un “día de humillación, ayuno y oración nacional”. Dijo que era motivado por el hecho de que, a través de “la confesión de los pecados y transgresiones de la nación en humilde tristeza”, el Señor le mostraría a la nación “misericordia y perdón”: Lincoln le recordó a la gente que las “Sagradas Escrituras” prometen que “sólo aquellas naciones cuyo Dios es el Señor son bendecidas”.

Él procedió entonces a hacer una de las declaraciones espirituales más perspicaces que alguna vez haya sido puesta en palabras por un presidente:1

Y considerando que es deber de las naciones, así como de los hombres, reconocer que debemos la dependencia a la potencia Suprema de Dios, debemos confesar nuestros pecados y nuestras transgresiones, en contrita humildad, con la seguridad que arrepentimiento verdadero dará lugar a la misericordia y perdón; y reconocer la verdad sublime, anunciada en las Sagradas Escrituras y demostrado por la historia, que sólo son bendecidas esas naciones cuyo Dios es el Señor:

Y, en tanto sabemos que, por su ley divina, las naciones, como individuos, son sometidos a castigos y sanciones en este mundo, podemos justamente temer que la terrible calamidad de guerra civil, que ahora desola la Tierra, es un castigo infligido a nosotros por nuestros pecados presuntuosos, fuere necesario para nuestra reforma nacional como un pueblo entero. 

Hemos sido los destinatarios de las bendiciones selectas del Cielo. Nosotros hemos sido preservados, estos muchos años, en la paz y la prosperidad. Hemos crecido en números, en riqueza y en poder como ninguna otra nación. 

Pero nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos olvidado de la mano amable que nos mantiene en paz y abundantemente enriquecidos y fortalecidos; hemos vanamente imaginado, en el engaño de nuestro corazón, que todas estas bendiciones fueron producidas por nuestra propia sabiduría superior y virtud.

Intoxicados con éxito ininterrumpido, nos hemos convertido demasiado autosuficientes, sin sentir la necesidad de canjear y de preservar la gracia, demasiado orgullosos para orar a Dios, Quien nos hizo. 

A continuación, nos es necesario humillarnos ante la Potencia ofendida, a confesar nuestros pecados nacionales y a rogar por clemencia y perdón.

Abraham Lincoln

Lincoln terminó su proclama, al llamar a todos los estadounidenses a apartar el día jueves 30 de abril de 1863, como “un día de humillación, ayuno y oración”. Los instó a “abstenerse en ese día de sus actividades seculares y a unirse en sus varios lugares de culto público…”.

¿Se imagina a un presidente estadounidense emitiendo una proclamación así hoy? Los miembros del Congreso sin duda introducirían mociones para su destitución, basadas en su violación de “la separación de iglesia y estado”.

Nuestra nación se ha secularizado y paganizado tan rápidamente desde la década de 1950, que la mayoría de estadounidenses hoy ni siquiera podrían concebir que un presidente llamara a la nación a la oración. Sin embargo, muchos lo hicieron, y algunos incluso ofrecieron oraciones públicas ellos mismos.

Franklin D. Roosevelt

Tome a Franklin Roosevelt, por ejemplo. Mientras los desembarcos en el Día D se estaban llevando a cabo en las playas francesas de Normandía, en junio de 1944, el Presidente Roosevelt dirigió a la nación en oración, a través de una transmisión nacional de radio. La oración duró 3 minutos y 36 segundos, e incluyó estas palabras:2

Dios Todopoderoso: Nuestros hijos, orgullo de nuestra nación, han emprendido hoy un poderoso esfuerzo, una lucha para preservar nuestra República, nuestra religión, y nuestra civilización, y para liberar a una humanidad sufriente.

Dirígelos en rectitud y verdad; dales fuerza a sus brazos, robustez a sus corazones, firmeza en su fe.

Ellos necesitarán Tus bendiciones. Su camino será largo y duro. Porque el enemigo es fuerte. Él podría rechazar a nuestras fuerzas. El éxito podría no llegar con una rápida velocidad, pero regresaremos una y otra vez; y sabemos que, por Tu gracia, y por la justicia de nuestra causa, nuestros hijos triunfarán…

Pido que nuestro pueblo se dedique a una prolongación de la oración. Cuando nos levantemos cada nuevo día, y de nuevo cuando cada día haya terminado, que palabras de oración estén en nuestros labios, invocando Tu ayuda a nuestros esfuerzos…

Con tu bendición, prevaleceremos sobre las fuerzas impías de nuestro enemigo. Ayúdanos a conquistar a los apóstoles de codicia y arrogancias raciales. Llévanos a la salvación de nuestro país…

Hágase tu voluntad, Dios Todopoderoso. Amén. 

Copias de audio de esta gran oración pueden encontrarse en Internet. Le insto a que encuentre una copia y que la escuche. Emocionará su alma. Sin embargo, cuando el Memorial de la II Guerra Mundial estaba siendo planeado para el centro comercial en Washington, D.C., la Administración Obama se opuso con éxito a cualquier mención de la oración o a cualquier cita de ella.3

Earl Warren

Otro ejemplo de cuán lejos y rápido nuestra nación se ha desviado de Dios puede encontrarse en un discurso dado en 1954 por el magistrado Earl Warren, en el Desayuno de Oración Nacional. Warren fue el ex Gobernador de California y fue nombrado magistrado por el Presidente Eisenhower en 1953. Warren tenía esto que decir acerca del patrimonio de nuestra nación:4

Creo que nadie puede leer la historia de nuestro país sin darse cuenta de que el Buen Libro y el espíritu del Salvador han sido desde el principio nuestros genios guías. Ya sea que miremos a la primera carta de Virginia o la carta de Nueva Inglaterra o la carta de la Bahía de Massachusetts o las Órdenes Fundamentales de Connecticut, el mismo objetivo está presente — una tierra cristiana gobernada por principios cristianos —.

Creo que toda la Declaración de Derechos debe su existencia al conocimiento que nuestros antepasados tenían de la Biblia y a su creencia en ella…

Me gusta creer que estamos viviendo hoy en el espíritu de la religión cristiana. También me gusta creer que mientras lo sigamos haciendo, ningún gran daño puede venir contra nuestro país. 

Otra vez, ¿se imagina a un nominado a la Corte Suprema hoy pronunciar esas palabras? Sería descartado como un fanático religioso, indigno de servir a nuestra nación en el poder judicial. 

O, considere a la decisión unánime de la Corte Suprema dictada en 1892 (Santa Trinidad vs. Estados Unidos), en la que la Corte declaró que nuestra nación no era sólo histórica y culturalmente religiosa, sino que su propio sistema de gobierno y leyes estaba basado en una cosmovisión cristiana. La Corte declaró, “Éste es un pueblo religioso…ésta es una nación cristiana”.5

Ciento catorce años más tarde, en 2006, el Presidente Obama alegre y orgullosamente declaró, “Lo que sea que una vez fuimos, ya no somos sólo una nación cristiana; también somos una nación judía, una nación musulmana, una nación budista, una nación hindú, y una nación de no creyentes”.6 Él también podría haber añadido que nos hemos convertido en una nación de paganos.


No cabe duda de que hemos descartado nuestra herencia cristiana a favor de una sociedad dominada por el secularismo y el paganismo. Y estamos cosechando las consecuencias, mientras somos testigos del colapso moral de nuestra sociedad.

En el tercer y último segmento de nuestro vistazo a lo que Estados Unidos necesita desesperadamente, cubriremos la advertencia dada en Romanos 1.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Lea también:
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente — Parte 1

Notas:
1) Abraham Lincoln, “Proclamation Appointing a National Fast Day,” www.
abrahamlincolnonline.org/lincoln/speeches/fast.htm.
2) FDR Presidential Library, “Franklin Roosevelt’s D-Day Prayer,” http://docs.
fdrlibrary.marist.edu.odddayp.html.
3) Todd Starnes, “Obama Administration Opposes FDR Prayer at WWII Memorial,”
www.foxnews.com.
4) Roger Schultz, “A Christian America: Earl Warren and Our Christian Roots.”
http://chalcedon.edu/faith-for-all-of-life/the-resurrection-5/a-christian-america
-earl-warren-and-our-christian-roots.
5) Justia, “Church of the Holy Trinity v. United States 143 U.S. 457 (1892),”
https://supreme.justia.com/cases/federal/us/143/457/case.html.
6) Sojourners, “Transcript: Obama’s 2006 Sojourners Call to Renewal Address
on Faith and Politics,” https://sojo.net/articles/transcript-obamas-2006-sojourn
erscall-renewal-address-faith-and-politics.

martes, 29 de noviembre de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad (pdf)


Este estudio está disponible solamente para nuestros colaboradores




Tabla de Contenido

Introducción 

A. Arrianismo 
B. Sabelianismo 
C. Socinianismo 
D. Unitarismo 
E. Triteísmo 

I. La Pluralidad de la Deidad

A. La Pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento 
1. El nombre plural Elohim 
2. Los verbos plurales usados con Elohim
3. El nombre Elohim aplicado a dos personas 
4. El nombre YHVH aplicado a dos personas .
5. El nombre plural Adonai 
6. Los pronombres plurales 
7. Los adjetivos plurales 
8. El Ángel de Jehová 
   a. Ejemplos de singularidad
   b. Evidencia escritural de la singularidad
9. El Hijo de Dios 
   a. Salmo 2 
   b. Proverbios 30:4 
10. El concepto del Dios-Hombre 
   a. Génesis 4:1 
   b. Isaías 9:6-7 
   c. Jeremías 23:5-6 
   d. Zacarías 13:7
11.El Espíritu Santo 

B. La Pluralidad de la Deidad en el Nuevo Testamento


II. La Unidad de la Deidad 

A. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento 
1. La misma imagen y semejanza 
2. El uso de verbos singulares con verbos plurales 
3. El uso de formas plurales y singulares juntas 
4. El Uso del compuesto Uno
   a. Echad
   b. Yachid 
5. Jehová declarado ser Uno 

B. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento 


III. La Unidad de la Deidad 

A. La Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento 
1. Isaías 42:1 
2. Isaías 61:1 
3. Isaías 63:7-14 
4. Isaías 48:12-16 

B. La Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento
1. Sólo tres Personas son llamadas Dios
   a. Mateo 3:16-17 
   b. Mateo 28:19 
   c. Juan 14:16-17 
   d. I Corintios 12:4-6
   e. II Corintios 13-14 
   f. I Pedro 1-2 
2. Sólo tres Personas tienen los atributos de Dios 
   a. Eternidad 
   b. Omnipotencia 
   c. Omnisciencia 
   d. Omnipresencia 
3. Sólo tres Personas conocen las obras de Dios 
   a. La obra de la creación del universo 
   b. La obra de la creación del hombre 
   c. La obra de la inspiración

Conclusión

Lea otros Estudios Bíblicos Mesiánicos:

jueves, 24 de noviembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Parte 1



Lo que nuestra nación necesita desesperadamente no es a Hillary Clinton ni a Donald Trump. Sin importar cuál gane la presidencia, Estados Unidos perderá.

Lo que nuestra nación necesita sobre todo es renovación espiritual, y eso sólo puede venir por medio del arrepentimiento.   
    
Pecados Nacionales

Necesitamos caer de rodillas ante Dios y arrepentirnos de los siguientes hechos:

  • Hemos asesinado a millones de bebés en el nombre de la “libertad de elección para las mujeres”.
  • Consumimos más drogas ilegales que el resto del mundo combinado.
  • Tenemos una de las tasas de divorcio más altas del mundo.
  • Hemos legalizado la perversión sexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
  • Gastamos más de $129 mil millones por año en juegos de azar.
  • Alojamos el 60% de todos los sitios porno de Internet en el mundo.
  • Hemos sobrecargado a las generaciones futuras con trillones de dólares de deuda.
  • Somos el contaminador moral de la tierra, a través de nuestros programas de televisión y películas inmorales, violentos y blasfemos. 

El Llamado al Arrepentimiento

Dios no puede bendecir a una nación con estos pecados en sus manos, sin importar quién sea su líder. Debe haber arrepentimiento. La Biblia deja claro que nada toca el corazón de Dios como el arrepentimiento — excepto la fe (Hechos 20:20-21):

“…Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros [Pablo], públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

Un Ejemplo Bíblico

Un buen ejemplo del poder del arrepentimiento es la ciudad de Nínive, que era la capital del antiguo imperio bárbaro de Asiria. Dios llamó al profeta Jonás para predicarle a la gente de esta ciudad, para advertirles de su inminente perdición.

Para sorpresa de Jonás, el rey respondió en arrepentimiento. Se quitó las vestiduras reales y se cubrió con cilicio y ceniza. Luego emitió una proclamación a sus súbditos, con la que los llamaba a arrepentirse (Jonás 3:7-9): 

“E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?”.

El corazón de Dios fue tocado por la acción del rey y la respuesta del pueblo a su llamado al arrepentimiento, y el Señor decidió perdonar a la ciudad y al imperio.

Pero, 150 años después, Dios llamó a un segundo profeta llamado Nahúm, para que regresara a Nínive y les advirtiera una vez más de su inminente perdición. Nahúm valientemente proclamó (Nahúm 1:2-3):

“Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable”.

Nahúm declaró, además, que los pecados de la nación se habían vuelto tan terribles y tan arraigados que “tu herida es incurable” (Nahúm 3:19). Ésta fue una declaración amenazadora. Lo mismo fue dicho de la nación de Judá en sus días finales. Tanto Jeremías como Miqueas proclamaron que los pecados de Judá habían llegado al punto en el que la “herida es incurable” (Jeremías 10:19, 30:12 y Miqueas 1:9).

Nínive se negó a responder al mensaje de Nahúm con arrepentimiento, y Dios destruyó la ciudad y el imperio asirio. De igual manera, cuando el pueblo de Judá se obstinó contra Dios y se negó a arrepentirse, en respuesta a las súplicas de sus profetas y de los juicios correctivos que siguieron, Dios derramó Su ira, y permitió que los romanos destruyeran Jerusalén, el templo y la nación. 

Algunos de los versos más tristes en la Biblia hablan de la destrucción reacia de Dios de la nación que tanto amaba, y que había bendecido tan abundantemente (2 Crónicas 36:15-16):

“Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio”.

La cruda realidad es que hay un punto de no retorno en la rebelión de una nación contra Dios.

Y así, en los días finales de Judá, Dios le dijo a Jeremías que ni siquiera orara por su nación (Jeremías 7:16, y 14:11). De igual manera, Dios le dijo a Ezequiel que incluso si los hombres más justos que alguna vez habían vivido — Noé, Daniel y Job — fueran a intervenir por Judá en ese momento, sus oraciones sólo los salvarían a sí mismos y a sus familias, pero no a la nación (Ezequiel 14:12-16).

En el segundo segmento de nuestra mirada a lo que Estados Unidos necesita desesperadamente, cubriremos el poder del arrepentimiento visto en la historia de nuestra nación.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Para conocer más acerca de este tema: Estados Unidos en la Profecía Bíblica


Gracias por sus oraciones y aportes voluntarios a favor de este ministerio.
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