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domingo, 17 de julio de 2011

¿Es "¡El Cielo es tan Real!" un libro con apoyo bíblico? - Un ejercicio de discernimiento


Pregunta: Choo Thomas ha escrito un libro llamado ¡El Cielo es tan Real! Está siendo muy utilizado en las iglesias cristianas y muchos cristianos están muy entusiasmados con él. Aun cuando los confrontas con las obvias prácticas ocultas que la autora afirma son bíblicas, se niegan a reconocer que es una falsa maestra. Pienso que lo que ella está haciendo no es más que proyección astral, una práctica oculta. ¿Qué piensan?

Respuesta: Este libro debería ser rechazado contundentemente por todo cristiano. En nuestra copia, casi todas las páginas están marcadas con errores. Está lleno de declaraciones contradictorias, doctrina anti-bíblica y de torceduras de la Escritura para explicar sus experiencias.

Se nos dice repetidamente que la autora es una vasija especialmente escogida, de hecho, “El Señor”, sonando más a un agente de Hollywood que al Creador del Universo, le asegura a Thomas, “Yo voy a hacerte famosa” (p. 92) y “todos te conocerán” (p.96). “Hija mía, tú eres una profetisa de los últimos tiempos”…“y eres una prueba viviente de mi Palabra y mis profecías” (p.195). Durante una visita al “cielo”, ella examina “mi mansión” (p. 85). La suya es más grande y más suntuosa que las de muchos otros y tiene su nombre en la puerta.

“El Cielo” tiene diferentes departamentos. Existe un lugar para “cristianos desobedientes” ubicado cerca del abismo del Infierno (p. 68). Cualquiera que no “diezme” a ministerios cristianos es uno de los “hijos desobedientes” (p.42), un punto útil para aquellos que promueven la enseñanza de las “semillas de fe”. Cuando se le preguntó cuánto tiempo permanecen estos hijos desobedientes “en este lugar estéril y sin vida”, el Señor responde, “Para siempre, hija mía” (p. 68). Otra área es un “valle sin fin” de “cristianos pecadores”. Esta congregación “la mayoría eran hombres, y sólo había unas pocas mujeres” y “la mayoría de ellos irá al Lago de Fuego después de ser juzgados” (p. 79).

En otra visita, a Thomas se le muestra un enorme cuarto lleno de bebés desnudos. Estos bebés abortados son mantenidos en esta amplia habitación (sin cuidadores aparentes) hasta que sus madres sean salvas, punto en el cual, “podrán tener a sus bebés de regreso”. Aquellos cuyas madres no sean salvas serán dados a otras, “cuando todos mis hijos vengan al reino” (p. 59).

Thomas está confundida acerca de la gracia, afirmando a menudo su falta de mérito, mientras que “el Señor” habla de sus buenas obras – de hecho, ella se ha ganado todo, incluyendo su mansión en el cielo y una mansión en la tierra (pp. 160-161). Thomas resume su escrito con la declaración, “La verdad es, sin embargo, que la mayoría de las cosas que Dios me ha mostrado están registradas en la Biblia”. Ella cita la Escritura, pero fracasa en demostrar su afirmación.

La Biblia nos dice que el Cielo es un lugar de gozo, donde el Señor enjugará todas las lágrimas de nuestros ojos (Is. 25:8), no un lugar donde, como Thomas, somos capaces de ver dentro del abismo del Infierno y ver a nuestra madre (o a otros parientes) “gritando por ayuda desde la boca abierta del abismo del Hades” (p.72).

Es imposible imaginar siquiera las bendiciones del Cielo. I Corintios 2:9 nos dice, “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.

Se nos dan destellos. “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmo 16:11). “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Ap. 21:4) “Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno” (Ap. 7:14).

En contraste con la verdad de la Escritura, que glorifica sólo a Dios, gran parte de este libro es un llamado directo a las necesidades y deseos carnales del hombre.

Nota del editor: El hecho de ver en la portada que el prólogo del libro fue escrito por un falso maestro como lo es David Yonggi Cho, quien es un promotor de prácticas ocultistas, debería ser razón suficiente para tener suma precaución con el contenido del mismo.

Artículos recomendados:
Apologética, defensa de la fe cristiana

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Source:
The Berean Call Ministries

domingo, 3 de julio de 2011

La Apostasía y su Antídoto



La Apostasía es la deserción o abandono de la fe o de una religión. Es la renuncia a una creencia a la cual uno se había adherido anteriormente. En Hechos 21:21 el apóstol Pablo fue acusado falsamente de influenciar a los judíos para que “renunciaran” a las enseñanzas de Moisés. El término griego que se traduce como "renunciar" o "abandonar" es apostasia. La apostasía, sin embargo, casi nunca aparece abruptamente. En general se manifiesta como un proceso y algunas personas pueden contribuir con ella sin convertirse en apóstatas completos.

Empezó en el Jardín del Edén. Adán y Eva estaban en un ambiente perfecto y en perfecta comunión con Dios. Ellos se sometían a Dios en todas las cosas hasta que Eva entabló un diálogo con el adversario de Dios, Satanás, el primer apóstata (vea también Isaías 14:12-14). Él manipuló a Eva para que ella reconsiderara la Palabra de Dios cuestionando lo que Él había mandado: "¿Conque Dios os ha dicho...?". El objetivo de la serpiente era que Eva "abandonara" o "ignorara" el mandamiento que Dios había dado a Adán: que no deberían comer del árbol del bien y del mal (Génesis 2:17; 3:1). Eva sucumbió a la seducción y Adán se unió a su esposa en rebelión en contra de Dios y las semillas de la apostasía se arraigaron.

La semilla de la apostasía brotó en Caín, quien desobedeció las instrucciones de Dios para ofrecer un sacrificio aceptable e instituyó su propio tipo de ofrenda. La apostasía creció con la construcción de la ciudad y la torre de Babel. Unificó a la gente hasta el punto que "allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra" (Génesis 11:9). Más tarde, entre los israelitas, Aarón participó en apostasía cuando ayudó a los israelitas en su adoración idólatra del becerro de oro (Éxodo 32).

A lo largo de la historia del reino del norte y del reino del sur de Israel, muchos de los reyes se volvieron apóstatas. El rey Acaz de Judá es un típico ejemplo. Él endorsó la idolatría en Judá e hizo que su hijo pasara por el fuego en un ritual al dios Moloch. Sometiéndose a las instrucciones de Acaz, el sacerdote Urías (quien sin embargo es alabado en Isaías) participó en la apostasía cumpliendo el mandato del rey y haciendo una copia del altar pagano y preparándolo para propósitos de adivinación. Acaz después hizo que el altar se incorporara en el servicio de adoración del templo en Jerusalén.

La apostasía ha sido parte de cada generación desde la caída del hombre. La Escritura nos dice que culminará en los días postreros cuando el Anticristo sea revelado. Su religión será un Cristianismo apóstata, la antítesis total del Cristianismo bíblico. Acomodará a todas las religiones. Aunque la apostasía no se manifestará plenamente hasta después del Arrebatamiento de la Iglesia verdadera, su desarrollo ha estado en progreso desde que el pecado entró en la raza humana. Además, a través de la historia bíblica y de la Iglesia, muchos creyentes verdaderos, ya sea en ignorancia o por la debilidad de su carne, han contribuido al desarrollo de la apostasía. Salomón es un ejemplo de esto. Como un creyente, él fue usado por el Espíritu Santo para edificar el Templo y para escribir la mayor parte del libro de Proverbios, Cantar de los Cantares y Eclesiastés, pero al mismo tiempo él se casó con muchas mujeres paganas, lo cual era contrario a las Escrituras. Estas mujeres llevaron a Salomón a la idolatría y como consecuencia Salomón construyó templos para que sus esposas extranjeras adoraran a sus dioses paganos.

En la historia de la Iglesia, hombres como Agustín y Martín Lutero son considerados como verdaderos creyentes, especialmente por aquellos que sostienen la teología de la Reforma. Sin embargo, Agustín conceptualizó muchos de los dogmas que han formado los cimientos de la falsa teología y del falso evangelio de la institución apóstata más grande en la Cristiandad, la Iglesia Católica Romana. Lutero es digno de ser elogiado por su actitud heroica en contra de la Iglesia de Roma, pero ciertamente no debe ser elogiado por su teología del reemplazo ni tampoco por su odio anti-bíblico en contra de los judíos. La historia posterior de la Iglesia está repleta de cristianos (profesantes y confesos) que (voluntariamente o involuntariamente) fueron partícipes del desarrollo de la apostasía.

Resumiendo lo que hemos expuesto anteriormente, la apostasía empezó con el pecado de la humanidad, aumentará grandemente en los Días Postreros y será completa cuando el Anticristo tenga control de este mundo durante los siete años del período de la Gran Tribulación. Por lo tanto, a medida que el mundo se dirige hacia el cumplimiento total de la apostasía, todos los cristianos serán vulnerables a su destructiva seducción.

¿Cuál es el antídoto? ¿Cómo podemos evitar sucumbir a aquellas cosas que nos podrían conducir a la apostasía? Empecemos con el programa de prevención presentado en el Salmo 1: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado".

El salmista nos da instrucciones para una vida espiritual fructífera en el Señor. Estas instrucciones están centradas para que nuestro ser sea fortalecido por la Palabra de Dios y empieza con la advertencia que no debemos seguir el consejo de los impíos. Esto no quiere decir que debemos evitar solamente el consejo de aquellos que son obviamente malignos, sino también rechazar cualquier consejo que no esté de acuerdo con lo que es enseñado en la Palabra de Dios. Dos veces encontramos en el libro de Proverbios (14:12; 16:25) que hay un camino que parece correcto para el hombre pero que no es el camino de Dios. Si no es el camino de Dios, ese camino nos lleva a la muerte, lo que significa la separación de la verdad de Dios que finalmente nos llevará a nuestra destrucción.

Un factor muy importante relacionado con la apostasía y la subversión que ésta ejerce en la Iglesia evangélica es que menos y menos cristianos creen realmente en la suficiencia de la Palabra de Dios para "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad" (2 Pedro 1:3). En cambio, los evangélicos se están volviendo cada vez más a la sabiduría impía del mundo. La Iglesia evangélica es la principal fuente de referencia de servicios de consejería psicológica. Los pastores están guiando a los rebaños a los psicoterapeutas profesionales, que son, en cierto sentido, el equivalente bíblico de asalariados. Además, los pastores están tratando de aumentar el número de feligreses recurriendo a técnicas de mercadeo, que el Movimiento de Igle-Crecimiento obtuvo del mundo. Éstas han demostrado ser letales para la fe bíblica.

La advertencia de las Escrituras en contra de andar en el consejo de los malos, de estar en el camino de los pecadores, o de sentarse en silla de escarnecedores, revela una progresión, que en realidad es una regresión, de la rebeldía a la maldad. Cuando uno empieza a escuchar y a absorber lo que los perdidos, e incluso los enemigos de la fe, tienen que decir, uno llegar a sentirse cómodo con su perspectiva y eventualmente empieza a practicar lo que están predicando. El resultado trágico es que el corazón se vuelve insensible a la verdad de Dios y la actitud de uno se convierte en desdeño cuando es confrontado con ella.

El salmista cambia entonces de lo que los creyentes necesitan evitar a la medida preventiva principal que necesitan incorporar a sus vidas: "en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche" (Salmo 1:2).

La razón principal por la que la apostasía se está extendiendo tan rápidamente entre los evangélicos hoy en día es porque muchos de los que se identifican como evangélicos son funcionalmente analfabetos bíblicos. Esto quiere decir que aunque casi todos los "cristianos" tienen Biblias y tienen la habilidad de leer, muy pocos de ellos leen la biblia, y aquellos que la leen no practican en sus vidas la verdad de Dios que está en las Escrituras. Ésta es una dura realidad que estamos confrontando en nuestro tiempo actual. En una reciente encuesta de aproximadamente 35,000 adultos en los Estados Unidos se reveló que el 57 por ciento, quienes decían ser evangélicos, creen que "todas las religiones, de una manera u otra, nos llevan finalmente a la salvación eterna."

Obviamente estas personas no están al tanto o no toman en serio lo que Jesús declaró, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6) y Pedro exclamó, "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podemos ser salvos" (Hechos 4:12). Las Escrituras nos dicen que cierta condición será prevalente en los postreros días: "Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las fábulas que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos" (2 Timoteo 4:3-4).

En nuestros días, los absolutos bíblicos y un camino exclusivo de salvación son vistos por el mundo como la epítome de la intolerancia, una acusación que muchos evangélicos no pueden contrarrestar, especialmente aquellos que no conocen la Biblia lo suficiente como para poder dar una respuesta bíblica. El meditar en la Palabra de Dios continuamente es la solución obvia para rectificar esa condición. Además, existe ayuda y apoyo por parte de nuestro Señor. Considere Su oración al Padre para el beneficio de los creyentes: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Jesús quiere que seamos santificados, o apartados, como aquellos quienes, sin importar lo que el mundo piense y diga, están confiados plenamente que Su Palabra es la verdad. Él dijo, "Si vosotros permanecieres en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32). Parte de esa libertad es la confianza para seguir "luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos" (Judas 1:3). Uno no puede "luchar vigorosamente" por algo que ignora casi totalmente. Solamente a través de un estudio disciplinado de las Escrituras uno va a poder lograr estar capacitado para defender la fe.

En el libro de los Proverbios se nos dice, "La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento" (Proverbios 4:7). Dios ha puesto Su sabiduría disponible para nosotros en Su Palabra. Además, para todos aquellos que han puesto su fe en Jesús, Él les ha dado el Espíritu Santo, el Espíritu de Verdad, para ayudarnos a “adquirir discernimiento”. Conocer las Sagradas Escrituras es el programa preventivo de Dios en contra de la apostasía, y está disponible para todos aquellos que busquen al Señor y Su verdad. Ése es el criterio bíblico para obtener sabiduría y discernimiento. El Apóstol Pablo escribió a Timoteo, "Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús" (2 Timoteo 3:15). Claramente, esto no tiene nada que ver con la habilidad intelectual o la educación, pero sí tiene mucho que ver con el deseo de conocer la verdad de Dios y hacer todo lo posible para lograr obtener esa verdad. El hecho que el Señor haya seleccionado a pescadores que no eran educados como Sus apóstoles para que fueran los mensajeros primarios de Su Palabra, en vez de haber escogido a aquellos que eran altamente educados dentro del sistema religioso, dice mucho a aquellos que piensan que no están capacitados para compartir la Palabra de Dios.

El creyente que medita continuamente en la Palabra de Dios, encontrará que sus esfuerzos serán armas preventivas en contra de la apostasía y al mismo tiempo reforzarán su fe. Además, eso forma la base o el cimiento para ser espiritualmente fructífero: "Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará" (Salmo 1:3). Y también es el medio para equipar al creyente para la guerra espiritual que ahora está llevándose a cabo.

El quid de la batalla espiritual es acerca de la Palabra de Dios. La estrategia del adversario es desacreditar las Escrituras por todos los medios posibles. Como hemos mencionado, todo empezó en el Jardín del Edén, cuestionando inicialmente la Palabra de Dios, seguido inmediatamente por la negación de Su verdad (Génesis 3: 4-5). Aquellos que no reconocen que están es una batalla espiritual puede que ya hayan sido capturados por las mentiras del Adversario. El Apóstol Pablo escribió que no debemos ser ignorantes de las artimañas del enemigo (2 Corintios 2:11) y usó metáforas militares para enfatizar la realidad de la guerra espiritual que está ocurriendo y para preparar la defensa del creyente:


"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios" (Efesios 6: 13-17).

Nuestra batalla es la buena batalla de la fe, recordando que nuestras armas no son carnales sino espirituales (2 Corintios 10:4). Es una "guerra" acerca de la verdad, con la meta de que “podáis resistir en el día malo”. Nuestra victoria está simplemente en mantenernos firmes en la Palabra de Dios.

A medida que la batalla se intensifique, como nos dicen las Escrituras que va a suceder antes que el Señor venga por Sus santos, necesitamos estar "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos" (Efesios 6:18). Necesitamos cerrar filas con otros creyentes para tener comunión y protección espiritual, y para tener también consejería, ánimo, corrección, consuelo y para poder ministrarnos los unos a los otros. Si tales cosas forman parte de nuestras vidas mientras esperamos al Señor, aunque la apostasía seque el ambiente espiritual a nuestro alrededor, nosotros seremos como un árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan, y todo lo que haremos prosperará en el Señor.

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Reproducido con permiso de:
The Berean Call

Original article:
Apostasy and its antidote

En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Managua, Nicaragua

sábado, 23 de abril de 2011

El Engaño Temporal - Parte 3



"Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos" (Hebreos 2:1).

La importancia de conocer lo que la Biblia enseña y asegurarnos de que nuestros pensamientos y acciones estén conforme a la Palabra de Dios es recalcada por advertencias dadas a través del Nuevo Testamento. Consideren 2 Timoteo 4:3-5:

"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio".

La advertencia profética del apóstol Pablo habla de un tiempo en el que aquellos que profesen ser Cristianos no "sufrirán la sana doctrina". Increíblemente, ellos en realidad rechazarán las enseñanzas de las Escrituras como su única autoridad. Ellos se "apartarán de la verdad" de la Biblia y considerarán otras opiniones y otras especulaciones de los hombres. No solamente la Biblia ha dejado de ser su autoridad, pero ellos también habrán llegado a un punto que consideran que la Biblia ya no es suficiente para sus vidas. ¿Habremos llegado ya a ese tiempo?

Aunque algunos enseñan que ya estamos en el Milenio, que Satanás ha sido atado, que Cristo está reinando sobre la humanidad desde el Cielo y que las cosas están mejorando cada día, ni las Escrituras ni la realidad confirman este engaño temporal Amilenialista. Sin embargo, existe bastante evidencia que confirma la creencia que estamos ahora en los tiempos que el apóstol Pablo nos había advertido. Estamos viviendo en los días en que la apostasía continúa aumentando y también estamos siendo testigos de un impresionante abandono de la fe.

Durante los últimos veinte años, "The Church Growth Movement" o CGM (el Movimiento del Crecimiento de la Iglesia) ha tenido una enorme influencia en llevar a la iglesia evangélica hacia la apostasía. Por siglos la palabra "evangélica" describía la parte conservadora del Cristianismo que creía firmemente que la Biblia era la única autoridad en asuntos de fe y de práctica. Los "Cristianos Evangélicos" consideraban a la Biblia como una autoridad suficiente en lo que respecta a una vida santa y fiel a Dios. Aunque muchos evangélicos todavía tienen esas creencias, el número de ellos ha decaído drásticamente debido a las recientes tendencias en el mundo Cristiano.

El CGM en particular ha sido un factor muy importante en el decaimiento de la fe entre los cristianos evangélicos de hoy en día. En su afán de atraer a los que no son cristianos y a los cristianos nominales a sus iglesias, el CGM ha implementado métodos y conceptos seculares para alcanzar sus metas – empleando principalmente técnicas de mercadeo. Central a este enfoque ha sido el desarrollo de iglesias “amistosas” o “sensitivas” o “con propósito”.

Estas técnicas de mercadeo tienen su lugar en el mundo de los negocios. Sin embargo, cuando estas técnicas se aplican a la iglesia, el efecto que tienen es devastador sobre la enseñanza bíblica. El problema obvio es que el enfoque principal del marketing está en el consumidor o en el cliente, el cual siempre debe estar satisfecho con lo que se le ofrece. Esto ha ocasionado que miles de iglesias "evangélicas", que se han suscrito al enfoque de ser sensitivo con el que asiste a ellas, eliminen partes de la Biblia que son ofensivas a la gente que no es salva que han sido atraídas hacia ellas. Desde el punto de vista del mercadeo, ciertas enseñanzas que se hallan en la Biblia (aunque constituyen sana doctrina e incluyen la convicción del pecado y el mismo evangelio) pueden ofender al consumidor, en este caso a aquellos que no son salvos. Por lo tanto, estas partes de la Biblia deben ser eliminadas para que así "el consumidor" no se ofenda y pueda concurrir o regresar a la iglesia.

El CGM ha infectado miles de iglesias alrededor del mundo y ha contribuido en gran manera al cumplimiento de la profecía Bíblica de 2 Timoteo 4:3-5. El resultado ha sido una iglesia "evangélica" que se ha apartado de la Palabra de Dios. Esta condición espiritual anémica ha creado cientos de miles de cristianos que son débiles y vacíos sin un cimiento bíblico que, como ovejas mudas, han sido relegadas a ser alimentadas con cuchara por pastores orientados al mercadeo. No solamente no van a “soportar la sana doctrina” sino que ya no serán capaces de discernir la verdad bíblica del error. Además, el llamado a ser como los bereanos y a analizar las Escrituras para confirmar que a lo que a uno se le está enseñando por parte de los líderes cristianos es bíblicamente cierto (Hechos 17:10-11), ha sido funcionalmente silenciado para multitudes de “evangélicos”.


El CGM es solamente una de las tantas tendencias religiosas que han causado que la iglesia se “deslice” de las Escrituras. El proceso de desviación mismo es la estrategia principal de Satanás para apartar a la humanidad de la Palabra de Dios, lo que efectivamente logró desde el principio con su seducción de Eva en el Jardín del Edén, “¿Con que Dios os ha dicho?”. Plantar semillas de duda y usar el engaño son obviamente sus métodos pero, ¿cuál es su meta y hacia dónde se dirige todo esto?

De acuerdo a las Escrituras, el mundo se está dirigiendo a la consolidación de una sola religión mundial cuya cabeza va a ser el hombre de anarquía, enviado por Satanás, el Anticristo (2 Tesalonicenses 2:3-4). Su religión será un Cristianismo apóstata que será una gran distorsión de lo que la Biblia enseña pero que mantendrá una apariencia "positiva". Aunque el Anticristo no será revelado ni su iglesia apóstata será reconocida oficialmente hasta que los verdaderos creyentes sean removidos de este mundo en el Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:16-18), su religión y su iglesia se han estado formando por más de mil años. No se necesita gran agudeza para darse cuenta de que está tomando forma ante nuestros ojos.

El Ecumenismo, que originalmente significaba el proceso de unificación de todas las denominaciones Cristianas, grupos anómalos, y cultos "Cristianos", se ha expandido hoy en día para incluir "gentes de fe" (de todas las fes y religiones). Ésta es la manera más rápida para crear una sola religión mundial con su respectiva iglesia. Dado que la mayor parte de doctrinas bíblicas son un estorbo para llegar a un acuerdo ecuménico, estas doctrinas son eliminadas en beneficio de la armonía. Como se ha indicado anteriormente, el rechazo profetizado de la sana doctrina ha facilitado el camino para la unidad ecuménica. Con la doctrina de Cristo y de Dios siendo distorsionada o negada, Dios mismo ha sido efectivamente abandonado: "Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo" (2 Juan 9).

Para aquellos que profesan seguir a Cristo, el vacío creado al remover la sana doctrina como la que discierne las instrucciones de Dios ha sido llenado seductivamente con maneras que “al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte" (Proverbios 14:12). La muerte implica separación. En lo que respecta a la muerte física, esto significa la separación del alma y del espíritu del cuerpo físico. Sin embargo, también se refiere a la separación de uno mismo de la verdad de Dios y de Su Palabra al escoger los caminos del hombre. Esta condición es rampante en el Cristianismo de hoy en día y ha impulsado agendas que realmente parecen ser correctas pero que tendrán terribles consecuencias en su avance de la apostasía.

En la primera y segunda partes de esta serie, presentamos ejemplos de la historia de la Iglesia donde hubo varios intentos de establecer el Reino de Dios o Utopías Cristianas o de tratar de imponer un dominionismo cristiano sobre la tierra. El hecho de que todos estos intentos hayan fallado en su afán de imponer sus nefarias y antibíblicas agendas no ha disuadido a otros que quieren intentar hacer lo mismo, todos los cuales parecen ser más celosos en nuestra época. Lo que es más sorprendente acerca de tales esfuerzos, como hicimos notar en la parte 2, es cómo movimientos separados que afirman ser cristianos se han unido para juntos "restaurar", "redimir", "tomar dominio" o "solucionar los problemas del mundo" antes del retorno de Jesús. Algunos declaran que Cristo no puede retornar hasta que Sus siervos (es decir, los cristianos) hayan cumplido la "Gran Comisión" de restaurar y establecer el Reino de Dios aquí en la tierra.

Como hemos visto, gran parte de lo que se propuesto anteriormente es enseñado por grupos y movimientos cristianos ampliamente diversos que sin embargo dicen adherirse a la Biblia: la Lluvia Tardía/Hijos Manifiestos de Dios y el Dominionismo del Reino de los pentecostales y carismáticos, el Amilenialismo de católicos romanos y luteranos, los reconstruccionistas y preteristas del Calvinismo y de la Teología Reformada, la agenda mundial P.E.A.C.E y los movimientos neo-evangélicos de los Verdes y del Medio Ambiente, y las promociones atadas a la tierra del movimiento de la Iglesia Emergente. No por casualidad, los mormones y los Testigos de Jehová tienen enfoques escatológicos similares. ¿Qué, entonces, acerca de los cristianos orientados al liberal y de tendencias de izquierda “evangelio social” que muestran poco interés en la verdad bíblica pero que son una gran y vocal parte de la Cristiandad? Sorprendentemente, ellos también caben cómodamente dentro de esta unidad religiosa para “arreglar la tierra”.


Un libro que demuestra esta clara conexión y que ha sido editado recientemente se titula "El Agujero en Nuestro Evangelio", cuyo autor es Richard Stearns, quien es el presidente de World Vision U.S. (Visión Mundial). La Iglesia de Bill Hybel, Willow Creek compró 10,000 copias y las iglesias que forman parte de la Asociación Willow Creek también han ordenado miles de copias. Este libro en particular está endorsado por personas tales como Chuck Colson, Kay Warren, Bono, Jim Wallis, Tony Campolo, Max Lucado, Ron Sider, Eugene Peterson, Alec Hill y Leighton Ford, entre otros. Este libro está lleno de citas de santos y místicos católicos junto con citas de la laureada con el Premio Nobel, la Madre Teresa. Una supuesta cita de Francisco de Asís pone el tono del libro y dice así: "Predica el evangelio siempre; cuando sea necesario usa palabras" (pág. 23).

La tesis de Stearns es que los cristianos tienen un agujero en su Evangelio, si sus vidas no demuestran buenas obras. Las "buenas obras" que Stearns tiene en mente se enfocan principalmente en satisfacer las necesidades físicas de los pobres y en corregir las injusticias sociales en el mundo. Si esto es factible o no, pocos podrían discutir con su sinceridad o dudar de la nobleza de su objetivo. Pero, ¿es esto bíblico? Desde el principio hasta el final, Stearns emplea la Escritura en forma incorrecta o abusa de la Escritura para demostrar su caso. Por ejemplo, él está totalmente confundido acerca del evangelio bíblico. Él habla erróneamente de Mateo 25:31-46, como si fuera el juicio final de los que son salvos y de los que están perdidos. Stearns lo escribe de esta manera: "Aquellos cuyas vidas estuvieron caracterizadas por actos de amor hechos a “al más pequeño de éstos” fueron bendecidos y fueron bienvenidos por Cristo en el reino de Su Padre. Aquellos que no respondieron a las necesidades de los pobres y cuya fe no tuvo expresión y compasión por los necesitados fueron condenados al fuego eterno". Aunque él trata de definir su evangelio de obras diciendo: "Esto no quiere decir que somos salvos por acumular suficientes buenas obras para satisfacer a Dios". En otra parte del libro, cita el ejemplo de Lázaro y el hombre rico diciendo: "La conclusión clara es que el hombre rico fue al infierno debido a su vergonzosa apatía frente a la enorme disparidad entre su riqueza y la pobreza de Lázaro".

Todo el tenor del libro refuerza un evangelio social que exhorta al lector a trabajar para restaurar nuestro planeta a la rectitud. Él lo expresa de esta manera: "Jesús busca un nuevo orden en el cual el evangelio, caracterizado por la compasión, la justicia y la proclamación de las buenas noticias, se convierta en una realidad, primero en nuestros corazones y mentes y después en todo el mundo a través de nuestra influencia. Esto no debe ser un reino que es distante y lejano y que solamente podremos disfrutar en la otra vida. La visión de Cristo era de un orden mundial redimido poblado por gente redimida, ahora”. Él critica a los cristianos por estar "tan obsesionados mentalmente con el cielo que les impide hacer algo bueno en esta tierra". Stearns continúa: "Si Jesús estuvo dispuesto a morir por este planeta lleno de problemas, tal vez yo también tengo que preocuparme por este mundo". La Escritura indudablemente enseña que los creyentes no deben abusar de este planeta, pero eso no tiene nada que ver con la mentira y el engaño de tratar de renovar el planeta moralmente y físicamente a través de las "buenas obras" de uno. La epístola de los Hebreos, honrando a los santos de antaño como modelos de fe a quienes deberíamos emular, nos dice que ellos se vieron a sí mismo como "peregrinos y extranjeros sobre la tierra" y que sus deseos eran por una "patria mejor", es decir, el Cielo (Hebreos 11:13-16).

Sin embargo, Stearns declara: "El evangelio en sí fue originado por una visión de Dios para una gente transformada, una gente que desafía y transforma los valores y las prácticas de nuestro mundo. Jesús llamó a este nuevo orden mundial resultante el 'reino de Dios'... y dijo que se iba a convertir en una realidad a través de las vidas y de los hechos de Sus seguidores". En contraste con el título de su libro, existe más que un "agujero" en el evangelio que Stearns está fomentando. Lo que él está promocionando es claramente "un evangelio diferente" (Gálatas 1:6-7), una "revolución social" (un término que Stearns utiliza) que engañará a muchos y que no salvará a nadie, aunque sí va a unir a mucha gente. Stearns cita a Rick Warren cuando dice que: "La primera Reforma...fue acerca de credos; ésta va a ser acerca de nuestras obras. La primera dividió a la Iglesia; esta vez la va a unificar".

Este libro, aun más aún que el libro inmensamente popular de Warren "Una Vida con Propósito", va a reunir a muchos cristianos profesantes y a los seguidores de otras religiones, así como a muchos ateos inclinados a demostrar su moralidad sin Dios -haciendo buenas obras. La salvación a través de buenas obras es el sistema de fe para todas las creencias religiosas excepto para el Cristianismo Bíblico. Además, los diversos programas que promocionan esa clase de fe y esa práctica están ganando el respeto y el apoyo financiero del mundo, con tal que cumpla con el bienestar social de las masas sin necesidad de hacer proselitismo.

De acuerdo a las Escrituras, existe algo inquietante y nefario cuando el mundo apoya a la iglesia y a sus programas. Hemos visto ejemplos a través de los siglos acerca de ministerios que empezaron muy bien pero que después de un tiempo se alejaron de la fe. ¿Cuándo fue la última vez que usted recibió un panfleto o folleto evangélico en un lugar de la Y.M.C.A. (Young Men's Christian Association - Asociación de Jóvenes Cristianos)? ¿Cuándo fue la última vez que usted recibió un folleto evangélico de parte de la persona que "toca la campanita" y que representa al Ejército de Salvación en un centro comercial? No solamente eso, sino que trate de encontrar el Evangelio o una exhortación a compartir directamente el Evangelio en la declaración de su misión de la organización llamada "World Vision" (Visión Mundial). No lo va a encontrar y no está allí porque esa organización así lo ha decidido, al igual que otras organizaciones llamadas cristianas y que han sucumbido a los engaños temporales y efímeros.

Estos engaños son manifestados cuando los métodos del hombre son implementados para satisfacer las necesidades físicas a expensas de lo que Dios desea para nosotros para la eternidad. Nada debe tener prioridad sobre la proclamación del evangelio bíblico, porque no es solamente la única esperanza de la humanidad sino también su esperanza eterna. Toda estrategia en la que el Evangelio sea presentado en una forma que no refleje clara y directamente el verdadero contenido de la Biblia será una presentación corrupta y perversa, sin importar cuán correcto y cuán práctico pueda parecer. Cualquier persona que participe en programas, prácticas o creencias que nieguen las advertencias proféticas de la Palabra de Dios, refiriéndose a los eventos que han de ocurrir durante en los Días Postreros, muy bien puede convertirse en un contribuyente involuntario a la religión apóstata del Anticristo.


Jesús nos dio el antídoto y la medida preventiva que protegerá al creyente de ser influenciado y evitará que sean "tomados cautivos" (2 Timoteo 2:26) por un creciente número de tendencias y movimientos temporales que ocurren en nuestro tiempo presente: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-31).

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El Error de la Teología del Reemplazo
Artículos de Apologética

Reproducido con permiso de:
The Berean Call

Fuente:
The Berean Call en Español

Original article:
The Temporal Delusion - Part 3

En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Managua, Nicaragua

martes, 15 de febrero de 2011

El Engaño Temporal - Parte 2


"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:15-17).

Estas series de publicaciones son un análisis de la inquietante tendencia dentro del Cristianismo de hoy en día. Nuestra preocupación es que si los que han profesado ser creyentes en Jesucristo se distraen con los aspectos temporales de este mundo, entonces ellos se están desviando de la fe y han sido atrapados en una red de engaño y, en el mejor de los casos, van a perder el corazón de lo que Dios desea para ellos y, en el peor de los casos, podrían estar contribuyendo inconscientemente con el reino y la religión del Anticristo.

Como fue indicado en la primera parte de estas series, el enfoque en las cosas de este mundo no es nada nuevo en la historia de la humanidad o de la Iglesia. Desde la época de la torre de Babel, la humanidad ha tratado de crear una utopía y edificar un reino, ya sea independiente de Dios o, supuestamente, en el nombre de Dios pero para su propio fin. Para aquellos que se llaman cristianos, hay una simple prueba para discernir si han caído en ese engaño: ¿Son su manera de pensar y sus acciones coherentes con lo que la Palabra de Dios dice acerca del Reino de Dios, el Rapto de la Iglesia, las advertencias proféticas del tiempo del fin de la Palabra, la difícil situación final del mundo en rebelión y el destino eterno de aquellos que aman al Señor?

La marca del verdadero cristiano es que se conforma con lo que las Escrituras enseñan. Aquellos que se conforman a las metas o a las agendas de este mundo, ya sea personalmente o participando en programas organizados que comprometen lo que la Biblia enseña, aunque ellos sean en realidad creyentes, están de todas maneras dejándose llevar por la corriente y se están apartando de la fe (Hebreos 2:1). Esto significa que los frutos que uno temporalmente hizo para el Señor y las recompensas eternas van a ser afectadas adversamente, pero no el futuro eterno con Jesús, el cual fue asegurado por el pago completo y la pena máxima que hizo el Señor por nuestros pecados.

La Biblia no es ambigua ni tampoco habla de lo que se avecina en la vida de este planeta como si fuera un tópico esotérico o un misterio enigmático o críptico. Simplemente nos informa claramente lo que ha sucedido en tiempos antiguos y lo que va a suceder en el futuro.

Desde el momento del primer pecado por parte del hombre en contra de Dios en el Jardín de Edén hasta el día presente, los efectos de ese pecado han generado una maldad progresiva en la humanidad. Al principio, como respuesta a la proliferación de la maldad en los seres humanos, Dios destruyó a toda la humanidad, excepto a ocho personas en un diluvio universal (Génesis 6). El pecado no ha disminuido ya que continúa separando al hombre de Dios. Desde los días de Noé y de su familia y la repoblación de la tierra, ha habido pocas instancias de obediencia colectiva hacia Dios. Aún entre el pueblo escogido de Dios, a quien Él enviaría a Su Mesías para salvar al mundo de las consecuencias del pecado, la obediencia sólo fue esporádica, concluyendo inicialmente con el rechazo y la crucifixión del Salvador ungido de Dios, Jesucristo.

Todo esto fue del conocimiento de Dios desde antes del principio del tiempo, al igual que lo que Él haría por la humanidad de acuerdo con Su amor insondable por sus seres creados. Su solución para reconciliar al hombre con Sí mismo fue indicado inicialmente después de la caída en el Jardín del Edén (Génesis 3:15, 21) y después fue predicho por los profetas a lo largo del Antiguo Testamento. El Salvador enviado por Dios tomaría forma humana a través del nacimiento por una virgen. Él sería Dios hecho Hombre y también un siervo sufriente, cuya muerte sacrificial pagaría los pecados de la humanidad. Su resurrección de entre los muertos certificó que la pena infinita que Él sufrió por una humanidad condenada fue aceptable y satisfizo la justicia perfecta que Dios demandaba.

En el libro de los Hechos, después de haber comisionado a Sus discípulos para compartir con el mundo las buenas noticias de Su salvación, leemos acerca de la ascensión de Cristo desde el Monte de los Olivos hacia el Cielo y de Su futuro retorno al mismo lugar (Hechos 1:8-11). Los profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento nos dicen acerca de eventos significativos que van a ocurrir aquí en la tierra antes del retorno del Señor, y también después: La destrucción de Jerusalén y la dispersión del pueblo judío (Deuteronomio 28:64; Levítico 26:33); el regreso y la reunión de los judíos a la tierra de Israel después de su dispersión por todo el mundo (Isaías 11:11-12; 43:6; Ezequiel 20:33-38; 36:24); el regreso de Jesús por Su Novia, la Iglesia, y el Arrebatamiento de los creyentes a Sí mismo para llevarlos a la boda en el Cielo (Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:16-18); los siete años de la Gran Tribulación, que va a involucrar catástrofes mundiales que ocurrirán después del Rapto de los santos (Jeremías 30:7; Mateo 24:21-22); el surgimiento del Anticristo a una posición de dictador único del mundo entero (2 Tesalonicenses 2:3-4; Apocalipsis 13); el derramamiento de la ira de Dios sobre la tierra durante los siete años que durará la tribulación (Apocalipsis 6:19); las naciones del mundo volviéndose contra Israel para destruirlo (Joel 3:1-2, 9:15; Ezequiel 38); el retorno de Jesús del Cielo con Sus santos y la destrucción de aquellos quienes han tratado de aniquilar a Israel (Zacarías 12); la instalación del trono de Jesús en Jerusalén y Su reino sobre toda la tierra desde ese lugar por 1,000 años (Apocalipsis 20; Isaías 65:17-25), y la restauración de la tierra después de la devastación que ocurrió durante la Gran Tribulación (Isaías 11:1-10; Ezequiel 47:1-12).

Al término del reino milenial de Jesús, Él derrotará una rebelión mundial dirigida por Satanás (Apocalipsis 20:7-9). Todos aquellos que se hayan rebelado serán echados al Lago de Fuego (Apocalipsis 19:20; 20:10, 14-15; 21:8). Los cielos y la tierra se disolverán y Dios formará, de manera perfecta, nuevos cielos y una nueva tierra y una Nueva Jerusalén para aquellos que lo aman, y donde morará la rectitud (2 Pedro 3:7, 10-13).

Así como todas las profecías relacionadas con la primera venida de Jesús fueron cumplidas hasta el más pequeño detalle y con 100 por ciento de exactitud, podemos estar absolutamente seguros que las profecías bíblicas en lo que respecta al futuro se cumplirán también con la misma exactitud. Además, estas profecías especifican condiciones espirituales y físicas que van a tomar lugar. Una de las cosas que debe ser obvia observando este escenario profético es que este mundo tiene un propósito temporal que es increíblemente corto comparado con la eternidad. El no darse cuenta de eso es ignorar la realidad de que un creyente es un "habitante temporal" aquí en este mundo, cuya “ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20).

Nuestra responsabilidad entonces, como bereanos (Hechos 17:11), es investigar las Escrituras y comparar los movimientos, programas, agendas y otras cosas, que se están promoviendo hoy en día en el mundo, y especialmente en el mundo cristiano, con lo que se ha profetizado en la Palabra de Dios. Eso nos va a decir a qué o a quiénes podemos a apoyar y a qué o a quiénes vamos a rechazar, o aun hasta a qué o a quiénes debemos oponernos firmemente (Efesios 5:11).

Ciertamente al mundo le placería bastante el resolver sus problemas sin la ayuda del Dios de la Biblia. Y también podemos decir que son muchos los cristianos que se apresuran en remediar los problemas mundiales en maneras que no están respaldadas por las Escrituras, y algunos de estos métodos hasta están en contradicción con lo que las Escrituras enseñan. El plan global empezado por Rick Warren llamado P.E.A.C.E. (las iniciales deletrean la palabra PAZ) es uno de los tantos programas y enseñanzas que, en su mayor parte, no pueden ser reconciliados con la Palabra profética de Dios. El plan de Warren, que es descrito como un "plan de 50 años" y que resolvería todos los problemas globales como “las enfermedades pandémicas, pobreza extrema, analfabetismo, corrupción, calentamiento global, vacío espiritual, etc.” Él dice que su agenda social y de obras fue desarrollada después de haber leído los Evangelios, y añade que fue Jesús quien le dio el modelo para desarrollar el antídoto a los cinco problemas más serios del planeta.

Subsecuentemente, Warren expandió ese modelo de uno de un esfuerzo exclusivo del Cristianismo, a otro que requiere el respaldo de todas las religiones. La letra "P" en el título de la abreviación del plan originalmente significaba "Planting Churches" (el establecimiento de iglesias) y se suponía que era el antídoto clave para resolver los problemas mundiales. Sin embargo, después de haber conversado con una asamblea de los representantes de las religiones mundiales, Warren cambió el significado de la letra "P" de "Planting Churches" a "Promoting Reconciliation" (promoviendo la reconciliación).

Warren anunció, sin lugar a ninguna duda que los problemas universales no pueden ser resueltos "sin incluir a la gente de fe y sus instituciones religiosas". El dijo a su audiencia en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza (Enero, 2008) que todas las instituciones religiosas van a ser necesitadas como centros de distribución de recursos para ayudar a erradicar los problemas globales. Sin embargo, el cambio a un programa ecuménico que incluye mezquitas islámicas, templos hindúes, sinagogas judías y otros establecimientos religiosos como participantes para resolver las necesidades sociales, puede impresionar al mundo, pero está en contra de lo que Dios dice en Su palabra. El Dios de la Biblia es un Dios exclusivo:

"Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios" (Isaías 45:5).

No debe haber participación con promotores de dioses falsos. El Apóstol Pablo nos dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué acuerdo tiene Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?" (2 Corintios 6:14-15).

La agenda ecuménica Rick Warren para resolver los problemas de este mundo carece de lógica y también está en contra de lo que dice la Biblia. ¿Cómo es posible que su plan para remediar "el vacío espiritual" pueda funcionar con aquellos que promueven una falsa espiritualidad? Pedro nos dice:

"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).

Jesús mismo declaró:

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6).

Si no existe otro Dios verdadero excepto el Dios revelado en la Biblia, y si la salvación se puede obtener únicamente a través de Jesucristo, como las Escrituras lo declaran, entonces todos los otros dioses y todas las otras maneras de salvación son falsas, sin ninguna esperanza para sus seguidores. Sin embargo, Warren le dijo a la audiencia religiosa en Davos, que él no estaba muy interesado en saber las intenciones por las que hacen el bien, "con tal que hagan el bien". Trágicamente, el reforzó la misma mentira que mantiene a billones de gente religiosa cegada a la verdad e impidiendo que se vuelvan a Jesucristo: la "salvación por obras".

La influencia de este programa para "resolver los problemas del mundo" es asombrosa. El plan global de “50 años” de Warren fue presentado en su libro "Una Vida con Propósito" (se han vendido más de 30 millones de copias) y ha sido traducido a 52 idiomas. De acuerdo a su página 'web' más de 500,000 iglesias evangélicas se han unido a él en este esfuerzo ecuménico y anti bíblico.

Aunque el intento de Warren para resolver los problemas mundiales está más que mal dirigido, no es el único programa terrenal que niega la profecía Bíblica ya que existen otros programas similares que también están ganando adherentes hoy en día. Rob Bell, en su libro titulado "Velvet Elvis", también tiene un plan para resolver los problemas globales y representa la escatología de casi todos los líderes de las Iglesias Emergentes:

"La salvación consiste en que todo el universo se ponga en armonía con su Creador... Pero nosotros podemos unirnos a un movimiento que es tan grande y tan amplio como el universo mismo. Las rocas, los árboles, las aves, los pantanos y los sistemas ecológicos...Dios desea restaurar todo eso...La meta no está en escaparse de este mundo sino hacer de este mundo una clase de lugar al que Dios pueda venir. Y Dios nos está convirtiendo en esa clase de gente para que podamos hacer esta clase de trabajo".

Brian McLaren, sin duda alguna el líder más conocido de la Iglesia Emergente, tiene un punto de vista distorsionado de la profecía bíblica, como lo tienen todos sus congregantes del Movimiento de la Iglesia Emergente. Él considera al libro del Apocalipsis como una "literatura de los oprimidos" para inspirar a "cada generación", en vez de considerarlo como una advertencia de Dios acerca de eventos y juicios futuros que han de venir sobre toda la humanidad.

Estos eventos y juicios futuros están indudablemente en contradicción con la agenda de resolver los problemas globales y convertir este mundo en un paraíso. McLaren declara:

"En esta luz, (quiere decir si uno quita el aspecto profético del libro del Apocalipsis) el libro de Apocalipsis se revela como un libro muy poderoso acerca del reino de Dios para aquí y para ahora, y que está al alcance de todos".

Él cree, como lo hace Rick Warren (quien también tiene un punto de vista distorsionado acerca de la profecía), que es necesario que todas las religiones del mundo trabajen juntas para el beneficio de la sociedad. Él añade:

"Yo creo que nuestro futuro va a requerir que nosotros nos unamos humildemente y caritativamente con personas de otras creencias como los musulmanes, hindúes, budistas, judíos, seculares y otros, para así poder alcanzar la paz, el control del medio ambiente y la justicia para toda la gente, que es algo de gran importancia para el corazón de Dios".

Ese sentimiento, aunque puede ser agradable a los deseos de la carne, es muy distante del "corazón de Dios" y de su Palabra.

El restaurar o preservar este planeta como una causa común ha excedido tremendamente los principios Bíblicos de administración y se ha convertido en una meta global aparte de lo que Dios nos dice en su Palabra. Las Escrituras son bastante claras que cualquier abuso de lo que Dios ha dado a la humanidad es pecado. Pero, algunos están usando la Biblia erróneamente para justificar y promulgar sus agendas anti-bíblicas. Eugene Peterson, en su "traducción" de la Biblia llamado "El Mensaje", no tiene ningún reparo acerca de distorsionar las Escrituras por "la causa." Él traduce Juan 3:17 diciendo que Jesús "vino a ayudar, a poner este mundo en la manera correcta como estaba antes", en vez del texto decir "para que el mundo sea salvo por Él" (lo que significa la salvación de las almas). Peterson también promulga las ideas del Movimiento Verde ecológico añadiendo el adjetivo "verde" a Romanos 15:13 diciendo: "Y el Dios de esperanza 'verde' os llene de todo gozo..."

El vender Biblias es un gran negocio hoy en día, y donde existe una "causa," por lo general hay una tendencia a producir una Biblia que implica que tal agenda es respaldada por la Escritura. "La Biblia Verde" es solamente un ejemplo. Es presentada en asociación con el Club Sierra, La Sociedad Humana y el Concilio Nacional de Iglesias y su Programa de Justicia Ecológica. Esta supuesta Biblia presenta una introducción del ultra herético arzobispo Desmond Tutu y tiene contribuciones del líder emergente Brian McLaren y del teólogo N.T. Wright, ambos de los cuales predican el "redimir la tierra". Las promociones de ventas de esta biblia alegan que debido a que la Biblia menciona el doble de veces la palabra 'tierra' que lo que menciona las palabras 'cielo' y 'amor' entonces esa es la razón por la cual, de acuerdo a ellos, la Biblia "tiene un mensaje poderoso para la tierra". Esa manera de pensar y de razonar es fantasiosa y engañosa. El "poderoso mensaje" de la Biblia es en realidad las "buenas noticias" de lo que Dios ha logrado para reconciliar al hombre con Sí mismo para que así nosotros podamos pasar la vida eterna con Él. Este mundo y esta tierra en la cual vivimos en el tiempo presente, solamente representa una minúscula parte en el eterno plan de Dios.

En publicaciones futuras presentaremos a otros promotores del engaño temporal tales como Shane Clairborne, Jim Wallis y Glenn Beck, y también el libro muy popular que está promoviendo el avance del evangelio social llamado: "El Hueco en Nuestro Evangelio".

Tristemente, un número creciente de creyentes están asegurando sus botes salvavidas a este barco que se llama tierra pero que es como el barco Titanic, y lo están haciendo con el propósito de redimirla. En vez de eso, nuestra "agenda" necesita estar alineada con el mandato bíblico del evangelista y ganador de almas, John Harper. La historia nos dice que él fue guiado por el Señor para cambiar su pasaje y navegar una semana después a Estados Unidos a bordo del Titanic, sabiendo que era ahí donde Dios quería usarlo. Recordado como "el verdadero héroe del Titanic" y como "el ministro de Dios a los que perecen", corría de un lado a otro en la cubierta del barco ayudando a aquellos que estaban en necesidad, dando su chaleco salvavidas a otro y pidiendo a todos a quienes encontraba a su paso a volverse a Dios por salvación por medio de Jesucristo. Cuando el enorme barco empezó a hundirse en las heladas aguas del Atlántico, Harper saltó de la cubierta del barco y empezó a nadar hacia otras personas y a quienes podía ver y hablar les decía que se entregaran a Cristo.

No existe redención para esta tierra, solamente para su gente.

"Señor, danos el mismo amor por los que perecen que le diste a Tu siervo John Harper, y, por Tu gracia, úsanos de acuerdo a Tu Palabra".


Artículos relacionados:
El Engaño Temporal - Parte 1
Sección de Apologética

Reproducido con permiso de:
The Berean Call

Fuente:
The Berean Call en Español

Original article:
The Temporal Delusion - Part 2

En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

sábado, 8 de enero de 2011

Cristo y la Navidad

La Navidad, en la forma en que es celebrada en la actualidad, es una de las ideas que se originaron con el Catolicismo Romano y que sobrevivió la época de la Reforma. El historiador Will Durant, nos recuerda que el Catolicismo Romano se formó de la unión entre el Paganismo y el Cristianismo que ocurrió durante la época del emperador Constantino a principios de los años 300 d. C. Comentando acerca de la "Cristianización" del imperio Romano, Durant escribió:

"El Paganismo sobrevivió... en la forma de ritos antiguos y costumbres que fueron aprobadas por una iglesia bastante indulgente...Las estatuas de Isis y Horus fueron nombradas María y Jesús...la Saturnalia (el festival de Saturno en celebración del solsticio de invierno) fue reemplazado con la celebración de Navidad...Incienso, luces, flores, procesiones, vestiduras...que habían agradado a la gente en cultos antiguos [paganos] fueron domesticados y limpiados en los rituales de la iglesia..."

A pesar de sus orígenes paganos y católicos romanos y una comercialización grosera y ofensiva, nosotros podemos regocijarnos que la época de Navidad anualmente trae un recuerdo del nacimiento de nuestro Salvador. Desafortunadamente, las festividades navideñas por lo general perpetúan la confusión concerniente sobre quién es realmente Jesucristo y por qué vino al mundo y lo que realmente logró. Esto no es sorprendente, considerando los malos entendidos entre Sus propios discípulos en el primer advenimiento, y la aun mayor confusión que la Biblia nos advierte que va a ocurrir antes de Su segunda venida. Indudablemente, todo el mundo, incluyendo millones de "cristianos," seguirán y adorarán al Anticristo, convencidos que él es el verdadero Cristo.

Las celebraciones navideñas nos recuerdan que los mismos mal entendidos que impidieron a muchos el reconocer a Cristo cuando vino a la tierra, prevalecerán cuando Él regrese. Las causas de confusión de hace 2,000 años, todavía permanecen con nosotros: ¿Cuál es la verdadera misión del Mesías y en qué consiste Su Reino? ¿Cuándo, cómo y por quién será establecido el Reino? ¿Y cuál es la relación de este Reino con Israel y con la Iglesia? Muchos "cristianos" hoy en día están ciegos de la misma manera que los primeros "discípulos", quienes rechazaron a Cristo porque Él no cumplía con sus erróneas expectativas mesiánicas.

Hasta Juan el Bautista se desilusionó hasta el punto de preguntar a Cristo: "¿Eres tú aquel que había de venir o esperaremos a otro?" (Mateo 11:3). ¡Tales dudas parecen imposibles para la persona a quien Dios había mandado para "preparar el camino para el Señor"! Ya teniendo el Espíritu Santo a los seis meses de embarazo, Juan saltó dentro del vientre de su madre Isabel cuando escuchó la voz de la virgen María, quien acababa de enterarse que iba a dar a luz al hijo de Dios. Llamado e inspirado por Dios para ser el "precursor del Mesías", Juan testificó: "...El que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre Él, ése es El que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios" (Juan 1:33-34). Confidente en esa revelación sobrenatural, Juan declaró: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (Juan 1:29). Pero aún así, vino el día en que, en desasosiego, tuvo que enviar a dos discípulos para preguntarle a Cristo si Él realmente era el Mesías.

Aunque le había sido dada la revelación sobrenatural acerca de la identidad de nuestro Señor, Juan completamente malentendió la misión de Cristo. ¿Acaso los profetas no habían dicho que el Mesías tendría Su reino en Jerusalén? Entonces, ¿cómo era posible que él, el que había anunciado al Mesías, se encontrara ahora en una prisión? Juan no entendió que Cristo había venido a morir por nuestros pecados para que así el judío y el gentil, unidos en una Iglesia, pudieran ir al cielo. Tampoco el entendió que debería haber una Segunda Venida.

Fue lo mismo con los discípulos en el Jardín de Getsemaní. Sumamente sorprendidos, ellos observaron a Aquel, quien ellos pensaron que tenía todo el poder, actuar de una manera aparentemente impotente. Él fue arrestado, amarrado y llevado capturado. Obviamente, ¡Jesús de Nazaret no podría ser el Mesías después de todo! Los sueños y expectativas que los discípulos tenían se evaporaron y se dieron a la fuga para salvar sus vidas. De la misma manera las dos personas que iban en el camino a Emaús dijeron: "...nosotros esperábamos que Él era el que había de redimir a Israel... (pero ellos) le crucificaron" (Lucas 24: 19-24). Su muerte, que ahora reconocemos es la parte central del Evangelio y sin la cual no tendríamos vida, convenció a sus contemporáneos que este Jesús no podría ser el Mesías, el Salvador del mundo.

"Si es el Rey de Israel, que descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él" (Mateo 27:40-44) fue la burla de la muchedumbre y también de los líderes religiosos al pie de la cruz. "Si tú eres el Cristo, sálvate tú mismo y también a nosotros" fue el eco de los ladrones que estaban crucificados junto a Él. ¿A quién vino el Mesías a salvar, y en qué forma; salvarlos de qué, y para qué? Indudablemente nada de esto fue entendido en ese entonces por nadie, ni siquiera por Sus discípulos más cercanos.

Cuando Cristo trató de explicar que Él tenía que morir por los pecados del mundo, Pedro le reprochó por ser tan "negativo". Y aun así, Pedro, momentos antes había declarado por revelación directa de Dios Padre que Jesús era el Cristo (Mateo 16:16-17). Obviamente él tampoco entendía la misión del Mesías, aunque sabía quién era el Mesías. "¡Quítate de delante de mí, Satanás!" (Mateo 16:22-23), le había dicho Cristo a Pedro, demostrando la importancia de corregir tal gran mal entendimiento de Su misión.

Así fue con aquellos en Jerusalén (Juan 2:23-25) quienes "creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía". Ellos creían que Él era el Mesías, pero tenían un concepto falso de lo que eso significaba. Jesús no confiaba en ellos porque sabía muy bien lo que albergaban en sus corazones y que no creerían la verdad. Vemos el mismo error en los del capítulo 6 del evangelio de Juan, quienes, porque Cristo los había sanado y los había alimentado, querían "apoderarse de Él y hacerlo rey" (Juan 6:15). Hay muchos que se llamaban Sus "discípulos" (hoy en día se llamarían "cristianos") quienes tenían un concepto falso del Mesías, y cuando Él trataba de explicarles la verdad ellos no querían escucharle sino que "le volvieron la espalda y ya no andaban con Él" (Juan 6:66).

También sabemos que Cristo supo cómo manejar a las multitudes que lo querían seguir por razones erróneas. Nosotros debemos hacer hoy en día lo que Él hizo en ese entonces. Muchos tomaron un paso "adelante" para decirle a Jesús que creían en Él y que lo seguirían fielmente. A diferencia de los métodos de hoy en día, Cristo no les dijo a sus discípulos que aceptaran a esta gente como "miembros de Su iglesia" antes que esta gente cambiaran de opinión, y ponerlos en algún ministerio o en algún comité para mantenerlos activos en la iglesia. No, no fue así, sino lo que Jesús le dijo a aquellos que aparentemente querían seguirlo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza" (Mateo 8:20). La pregunta a esos individuos realmente era: "¿Están ustedes seguros que me quieren seguir?" ¡Qué “negativismo”!

"¿Así que ustedes quieren seguirme?", fue probablemente la pregunta que Jesús les hizo a aquellos que decían que creían en Él. "Entonces déjenme decirles a qué lugar voy a ir. Yo voy a una colina a las afueras de Jerusalén, llamado el Monte Calvario donde me van a clavar en una cruz. Así que si ustedes van a ser files hasta el final, es mejor que ahora mismo se decidan: ¡Lleven ustedes su propia cruz y síganme a donde voy, porque es a ese sitio hacia donde me dirijo!"


Hoy en día somos demasiados sofisticados para presentar el evangelio en términos tan "negativos". Nosotros hemos estudiado lo que se necesita para tener éxito en este mundo, hemos estudiado psicología, sabemos "cómo ganar amigos e influenciar a la gente" y estamos convencidos que utilizando esos métodos podemos "ganar almas para Cristo". Por lo tanto, llenamos las iglesias con multitudes de personas que se imaginan que la misión de Cristo es el hacerlos sentir bien acerca de sí mismos, edificando su auto-estima, contestando sus oraciones egoístas y cumpliendo con sus agendas para bienestar propio.

Hay un movimiento que existe ahora y que promulga la Reconstrucción y el Dominio del Reino y estas son las personas que piensan de esta manera y que están más confundidas que Juan el Bautista, aunque el error es similar. Estas personas rehúsan caminar en el camino que Cristo aconsejó, o el aceptar el rechazo de Cristo, ya que eso significaría para ellos una "derrota". Estas personas creen que ya estamos en la era del Milenio y que deberíamos comportarnos como "niños del Rey". Ellos piensan que la misión de ellos es establecer ese "Reino de Cristo" a través de tomar el "dominio" de los medios de difusión, de las instituciones educacionales y del liderazgo político. Los promotores de este movimiento de "señales y prodigios" se imaginan que ya están en el proceso de tomar control de toda enfermedad y hasta sobre la muerte misma sin necesidad de la resurrección y el regreso de Cristo.


Todo eso es muy positivo y muy ecuménico. Estos llamados "cristianos" están dispuestos a aliarse y a trabajar en conjunto con los mormones y los moonies y todos aquellos que están a favor de traer de regreso a Estados Unidos los valores sociales tradicionales. Y durante esta temporada de Navidad, una vez más, el hecho de desplegar públicamente una cruz viene a ser un motivo de unificación. Para justificar todo esto, los líderes "cristianos" defienden la rectitud de trabajar y de aliarse con todos aquellos “que llaman a Jesús ‘Señor’". "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:22-23). Existen multitudes, como los mormones, católicos (así como también muchos bautistas, luteranos, metodistas, etc.) quienes llaman a Jesús "Señor" pero no son salvos.

En octubre 17 de 1989, Paul y Jan Crouch les dieron la bienvenida a tres católicos en su programa de televisión llamado "Alabado sea el Señor". Dos sacerdotes católicos y una mujer que era líder secular. Paul mostró su típica ingenuidad e increíble ignorancia de teología en su afán de minimizar las diferencias entre los protestantes y los católicos como si fueran simplemente algo insignificante y relacionándolo solamente como si fueran una cuestión de "semántica". En su afán de aceptar la teoría de la "transubstanciación", que es una herejía tan enorme que miles murieron en la hoguera en vez de aceptarla, Paul declaró: "Bueno, nosotros los protestantes creemos en la misma cosa. Por lo tanto, algo que nos ha dividido por todos estos años (transubstanciación) no debería ser un obstáculo entre estos dos grupos ya que nosotros (los protestantes) creemos en la misma creencia aunque la decimos en forma diferente... es más, voy a erradicar la palabra "protestante" de mi vocabulario... ya no voy a protestar nada... es tiempo que los católicos y los que no son católicos se unan en el Espíritu y en el Señor". Pasando por alto por un momento esta terrible ignorancia, nosotros sabemos que los católicos tienen un evangelio diferente de salvación que consiste en obras y rituales a través de la mediación de la iglesia Católica Romana.

La Navidad con su énfasis en el "niño Jesús" tiene la tendencia a perpetuar otra herejía Católica: el mito pernicioso de la subordinación de Jesús a Su madre, que el Catolicismo Romano ha promulgado deliberadamente por muchos siglos. No hay duda alguna que a María debe llamársela "bendecida" como la madre de nuestro Señor, pero ella no “co-mediadora” ni “co-redentora”, esto es algo exclusivo de Jesús como nuestro único Salvador, pero el Catolicismo Romano enseña de otra manera ya que ha elevado a María a un nivel que nunca le perteneció, un nivel al igual y hasta mayor que Jesús, lo cual es una herejía y una blasfemia. En las catedrales católicas por todo el mundo uno se da cuenta que las estatuas, los cuadros y el vidrio teñido de las iglesias le dan a María la función predominante. Ella hasta es mostrada en la cruz como si fuera nuestra redentora, mientras que Jesús es un niño indefenso en el seno de su madre, o es un niño pequeño entre las rodillas de María o una víctima de la cruz sin vida alguna en los brazos de María. Nunca se le muestra a ella como en sujeción a Él y casi nunca Jesús es mostrado en el triunfo de Su resurrección. María es mostrada como la "Reina del Cielo", donde Jesús permanece como un niño sujeto a su dirección.

Típicamente esto es muy evidente en una iglesia en Francia donde sus ventanas tienen el clásico vidrio teñido y que fue hecho en el siglo XIII. Encima de este vidrio están las palabras "Le Purgatoire", indicando que es la descripción del "purgatorio". María y Jesús son mostrados en una nube (como si estuvieran en el cielo), con las almas atormentadas en las llamas del purgatorio debajo de ellos y con los brazos extendidos en suplicación. ¿Acaso estas almas están clamando a Cristo para que los salve? No, estas almas están pidiendo a María ya que es ella la que lleva la corona real.

Y Jesús, el Señor de Gloria, quien triunfó sobre Satanás en la cruz y que ahora está sentado a la diestra de Dios Padre, ¿cómo es mostrado? Como si fuera un niño de siete años de edad, parado entre las rodillas de la "Reina del Cielo". Con razón las almas en el purgatorio no le piden ayuda a Jesús. En la parte baja de este vidrio teñido que muestra esta abominación están las palabras: "¡Madre María, sálvanos!"

Esta herejía no se originó en las imaginaciones de los artistas, sino en la tradición y en el dogma que no solamente ha sido tolerado sino promulgado por la Iglesia Católica Romana. El temor del purgatorio es muy real para la persona que es católica y "María" da un escape a aquellos que son fieles a ella. Ella supuestamente se apareció a Simón Stock en Julio 16, 1251, y le prometió lo que ahora es conocido como "La Gran Promesa" que es la siguiente: "Quienquiera que muera llevando este escapulario (dos piezas de tela marrón y que muestra la promesa de María en una de ellas y la imagen de ella con el niño Jesús en la otra, una va al frente y la otra en la espalda unidas por un cuerda alrededor del cuello) no sufrirá el fuego eterno". Al igual que la ropa interior de los mormones, el escapulario católico supuestamente va a cumplir lo que la muerte, el entierro y la resurrección de Cristo no pudo lograr. En el año 1322, el Papa Juan XXII recibió una promesa adicional de "María" que ahora se conoce como "El Privilegio Sabatino": "Yo, la Madre de Gracia, descenderé el día Sábado después de la muerte de las personas y a quien yo encontrara en el purgatorio (quien ha muerto llevando el escapulario), yo liberaré a esa alma". La famosa oración de Simón Stock por lo tanto termina de esta manera: "¡O dulce corazón de María, se nuestra salvación!"

La temporada de la Navidad ofrece una oportunidad para compartir el verdadero Evangelio de Jesucristo y para exponer y corregir la representación ecuménica y confusa que es presentada al mundo cada año. Millones son seducidos a pensar que son cristianos porque tienen una emoción sentimental por el "niño Jesús". Recordemos lo que Cristo dijo a aquellos que creían en Él: "Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8:31-31). Es esta verdad la que hemos sido llamados a proclamar con toda claridad y con todo poder.

Reproducido con permiso de:
The Berean Call

Fuente:
The Berean Call en Español

Original article:
Christ and Christmas

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