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miércoles, 31 de enero de 2018

Video: La verdad sobre el don de lenguas que todo cristiano debe saber



En este video usted conocerá lo que realmente enseña la Biblia sobre el hablar en lenguas, para que no se deje engañar.

Si desea conocer más acerca de este tema, visite nuestra sección:

lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Hay un idioma celestial? ¿Qué idioma hablaremos en el cielo?


Respuesta: Hay algunas conjeturas sobre si existe algo así como un “idioma celestial”. ¿Hay un idioma desconocido en la tierra, pero que sea hablado con fluidez en el cielo? Si es así, ¿es posible que alguien aprenda a hablar este idioma esotérico? ¿Es posiblemente un don del Espíritu Santo?

En primer lugar, debemos señalar que la expresión “idioma celestial” no se encuentra en la Escritura. También, la frase “lenguas de ángeles” se usa una sola vez, en 1 Corintios 13:1, “Si yo hablo en lenguas de hombres y de ángeles pero no tengo amor vengo a ser como bronce que resuena o un címbalo que retiñe”.

Algunos han sugerido que la referencia de Pablo a “lenguas de ángeles” es prueba de que hay un idioma celestial que sólo los ángeles — y ciertos creyentes llenos del Espíritu — pueden hablar. Echemos un vistazo más de cerca al versículo y su contexto.

Cuando Pablo habla de “lenguas de hombres”, lo más probable es que se esté refiriendo al don dado el Día de Pentecostés, cuando los apóstoles fueron imbuidos por el Espíritu Santo para hablar idiomas virtualmente desconocidos para ellos (Hechos 2:4-12). “Lenguas de hombres”, es una referencia a los diversos lenguajes humanos en uso en ese tiempo. Los hermanos de Corinto valoraban tanto este don milagroso, que fue gravemente abusado y falsificado. Pablo abordó este problema en su epístola. Los corintios necesitaban saber que Dios dio la habilidad de hablar un idioma extranjero como una señal, y que el don tenía algunas restricciones (1 Corintios 14:1-33).

Cuando Pablo habla de las “lenguas de ángeles”, no está hablando literalmente de un “idioma celestial”, como algunos quieren creer, sino que está usando una expresión hiperbólica. La hipérbole es una exageración para hacer un punto. Pablo está diciendo que, sin importar cuán talentoso alguien sea, ya sea en su propio idioma, en idiomas extranjeros, o incluso en el hipotético idioma de los ángeles, todo es irrelevante sin amor. De hecho, sin amor, el discurso de uno no es mejor que el inútil balbuceo de las religiones paganas. La cultura pagana de Corinto honraba a sus dioses en ceremonias rituales acompañadas por ruidosos instrumentos musicales tales como gongs, címbalos y trompetas. Su adoración era una cacofonía caótica. 

Hablar en “lenguas de ángeles” probablemente se entiende mejor como tener la habilidad de hablar con “elocuencia divina”. Como lo expresó un erudito bíblico bien conocido, “Pablo está diciendo simplemente que, si tuviera la capacidad de hablar con la habilidad y la elocuencia de los hombres más grandes, incluso con elocuencia angelical, sólo sería un ruidoso gong…”.

El hecho es que Pablo usó el lenguaje hiperbólico en otras partes, incluso en el versículo siguiente, con su mención de la fe para “trasladar los montes”. Sus exageraciones sirven para enfatizar la necesidad del amor. Mostrar amor es más importante que la acción más grandiosa y más milagrosa que se pueda imaginar.

Sugerir que Pablo implica que “lenguas de ángeles” es una especie de “idioma celestial” es ir más allá de lo que la Escritura realmente enseña. Es tomar la expresión completamente fuera de contexto en un intento de enseñar algo diferente a lo que Pablo realmente dijo.

Artículos relacionados:
»» ¿Cuál es el significado de “lenguas angélicas”?
»» ¿Qué es orar en lenguas?
»» ¿Cuál es el don de hablar en lenguas?

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Is there a heavenly language?

jueves, 23 de noviembre de 2017

¿Cuál es el significado de "lenguas angélicas"? (1 Corintios 13:1)



En 1 Corintios 13:1, Pablo escribe: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe”. Algunos escritores y defensores del misticismo y del conocimiento esotérico, tanto antiguos como modernos, han sostenido que lo que dice Pablo aquí es que existe un lenguaje exclusivo de los ángeles, un idioma celestial desconocido e incomprensible para los humanos. Para sostener esta idea, 1 Corintios 13:1 se vincula a menudo con 2 Corintios 12:4, donde Pablo dice que fue arrebatado al paraíso donde escuchó “palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”. 

En el mundo del primer siglo, que tenía una gran presencia romana y una historia de influencia griega, la gente admiraba la elocuencia y la oratoria. Esto explica, seguramente y en parte, la fascinación de los corintios por el fenómeno de la glosolalia, el hablar en lenguas (que entendemos como lenguajes conocidos). En 1 Corintios 13:1, Pablo está hablando de su capacidad retórica y afirma que, incluso aunque usara todo tipo de lenguaje imaginable, pero no tuviera amor, sus palabras serían un parloteo vacío. Su referencia al lenguaje angélico es una hipérbole, una figura del lenguaje, parecida a las otras hipérboles que siguen de inmediato a esta afirmación en el pasaje bíblico, a saber: conocer todos los misterios y tener todo el conocimiento; tener toda la fe; entregar todos sus bienes a los pobres, y entregar su cuerpo para ser quemado. No está diciendo que los ángeles tengan un idioma exclusivo. 

Sus palabras en 2 Corintios 12:4 tampoco respaldan la idea de una lengua de los ángeles. Su comentario en ese pasaje quiere decir que le prohibieron hablar de lo que oyó. Como vimos antes, en el cristianismo temprano (y en el judaísmo) se debatió la existencia de un lenguaje angélico, debate basado en parte en 1 Corintios 13:1 y en escritos no canónicos. Dentro de estas reflexiones había cierta disparidad de pensamiento, y la creencia de que el lenguaje angélico era el mismo que el primer lenguaje humano, el hebreo, o algún idioma esotérico celestial. Aunque es una idea interesante, en el texto bíblico no hallamos nada que respalde la existencia de semejante lengua. Sabemos que cuando los ángeles hablaban a las personas en la Biblia, éstas podían comprenderles, y es razonable pensar que los ángeles se comunicaron en el idioma de aquellos individuos. También sabemos que los ángeles alaban y alabarán a Dios en el cielo (Salmo 148:2), pero no se dice nada de un idioma angelical. 

Fuente: Respuestas a preguntas sobre ángeles y demonios, H. Wayne House y Timothy J. Demy, páginas 72-73.

Artículos relacionados:

martes, 21 de noviembre de 2017

¿Qué es orar en lenguas? ¿Es el orar en lenguas un lenguaje de oración entre Dios y el creyente?



Respuesta: Como un antecedente, favor de leer nuestro artículo sobre “El don de hablar en lenguas”. Hay cuatro pasajes principales en la Escritura que se señalan como evidencia del orar en lenguas: Romanos 8:26; 1 Corintios 14:4-17; Efesios 6:18; y Judas 20. Efesios 6:18 y Judas verso 20 mencionan “orar en el Espíritu”. Sin embargo, las lenguas como lenguaje de oración no es una interpretación adecuada del “orar en el Espíritu”.

Romanos 8:26 nos enseña, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Dos puntos clave hacen altamente improbable que Romanos 8:26 se refiera a las lenguas como un lenguaje de oración. (1) Romanos 8:26 dice que es el Espíritu quien “gime”, no los creyentes. (2) Romanos 8:26 establece que los gemidos del Espíritu “no pueden ser pronunciados”. La esencia misma de hablar en lenguas es la pronunciación de palabras. 

Eso nos deja con 1 Corintios 14:4-17 y especialmente el verso 14, “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”. ¿Qué significa esto? Primero, es muy valioso estudiar el contexto. 1 Corintios capítulo 14 es primeramente una comparación / contraste del don de hablar en lenguas y del don de profecía. Los versos 2-5 aclaran que Pablo veía a la profecía como un don superior al de las lenguas. Al mismo tiempo, Pablo exclama el valor de las lenguas y declara que se alegra de hablar en lenguas más que todos los demás (verso 18).

Hechos capítulo 2 describe la primera aparición del don de lenguas. En el día de Pentecostés, los apóstoles hablaron en lenguas. Hechos capítulo 2 aclara que los apóstoles estaban hablando en lenguas humanas (Hechos 2:6-8). La palabra traducida “lenguas” tanto en Hechos capítulo 2 como en 1 Corintios capítulo 14 es “glossa” que significa “lenguaje”. Es la palabra de la que procede nuestra moderna palabra “glosario”. Hablar en lenguas era la habilidad de hablar en un idioma que no conocías, a fin de comunicar el Evangelio a alguien que hablara esa lengua. En la región multicultural de Corinto, parece que ese don de lenguas era especialmente valorado y prominente. Los creyentes en Corinto podían comunicar mejor el Evangelio y la Palabra de Dios como resultado del don de lenguas. Sin embargo, Pablo hace totalmente claro, que aún este uso de las lenguas, debía ser interpretado, es decir, “traducido” (1 Corintios 14:13, 27). Un creyente de Corinto hablaría en lenguas, ministrando la verdad de Dios a alguien que hablara ese idioma, y entonces ese creyente, u otro creyente en la iglesia, debía interpretar lo que se había hablado, para que toda la asamblea pudiera entender lo que se había dicho. 

Entonces ¿qué es orar en lenguas, y cuál es la diferencia con hablar en lenguas? 1 Corintios 14:13-17 indica que el orar en lenguas también debe ser interpretado. Como resultado, parece que orar en lenguas era ofrecer una oración a Dios. Esta oración ministraría a alguien que hablara ese idioma, pero también necesitaría ser interpretado para que todo el cuerpo de Cristo pudiera ser edificado. 

Esta interpretación no concuerda con aquellas que ven el orar en lenguas como un lenguaje de oración. Esta creencia alternativa puede ser resumida como sigue: el orar en lenguas es un lenguaje de oración personal entre el creyente y Dios (1 Corintios 13:1), que el creyente utiliza para edificarse a sí mismo (1 Corintios 14:4). Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) ¿De qué manera el orar en lenguas puede ser un lenguaje privado de oración, si éste debe ser interpretado? (1 Corintios 14:13-17). (2) ¿Cómo puede el orar en lenguas ser para auto-edificación cuando la Escritura dice que los dones espirituales son para la edificación de la iglesia, y no para uno mismo? (1 Corintios 12:7). (3) ¿Cómo puede ser el orar en lenguas un lenguaje privado de oración, si las lenguas son por “señal a los incrédulos”? (1 Corintios 14:22). (4) La Biblia aclara que no todos poseen el don de lenguas (1 Corintios 12:11, 28-30). ¿Cómo pueden ser las lenguas un don para auto-edificación si no lo poseen todos los creyentes? ¿No necesitamos todos ser edificados? 

Hay una interpretación adicional sobre el orar en lenguas que necesita ser aclarada. Algunos entienden el orar en lenguas como un “código de lenguaje secreto” que evita que Satanás y sus demonios entiendan nuestras oraciones, y que por ello puedan aprovecharse de nosotros. Esta interpretación no es bíblica por las siguientes razones: (1) Consistentemente, el Nuevo Testamento describe las lenguas con un lenguaje humano. Es improbable que Satanás y sus demonios no sean capaces de entender los lenguajes humanos. (2) La Biblia registra a incontables creyentes orando en su propio lenguaje, en voz alta, sin preocuparse de que su oración pudiera ser interceptada por Satanás. Aun si Satanás y/o sus demonios escucharan y entendieran las oraciones que hacemos, carecen absolutamente del poder para evitar que Dios responda las oraciones de acuerdo a Su voluntad. Sabemos que Dios escucha nuestras oraciones, y ese hecho hace irrelevante el que Satanás o sus demonios las escuchen y entiendan. 

Después de todo lo dicho, ¿qué hay de los muchos cristianos que han experimentado el orar en lenguas y lo han encontrado muy edificante para ellos mismos? Primero, debemos basar nuestra fe y práctica en las Escrituras, no en experiencias. Debemos ver nuestras experiencias a la luz de la Escritura, no interpretar la Escritura a la luz de nuestras experiencias. Segundo, muchos de los cultos y religiones del mundo, también reportan experiencias de hablar en lenguas / orar en lenguas. Obviamente el Espíritu Santo no concede estos dones a individuos no creyentes. Así que, parece que los demonios pueden imitar el don de hablar en lenguas. Esto debe conducirnos a comparar aún más cuidadosamente nuestras experiencias con la Escritura. Tercero, muchos estudios han mostrado cómo el hablar/orar en lenguas puede ser un comportamiento aprendido. A través del escuchar y observar a otros hablar en lenguas, una persona puede aprender el procedimiento, aún inconscientemente. Esta es la explicación más probable para la gran mayoría de los casos, entre los cristianos que hablan / oran en lenguas. Cuarto, el sentimiento de “auto-edificación” es natural. El cuerpo humano produce adrenalina y endorfina cuando experimenta algo nuevo, excitante, emocionante inducido, y/o desconectado del pensamiento racional.

El orar en lenguas es definitivamente una cuestión sobre la que los cristianos pueden respetuosa y amorosamente acordar o discrepar. Orar en lenguas no es lo que determina la salvación. Orar en lenguas no es lo que separa a los cristianos maduros de los inmaduros. El que el orar en lenguas sea un lenguaje de oración, no es algo fundamental para la fe cristiana. Así que, mientras creamos que la interpretación bíblica de la oración en lenguas nos aleje de la idea de un lenguaje privado de oración para la edificación personal – también reconocemos que muchos de los que lo practican, son nuestros hermanos y hermanas en Cristo, y dignos de nuestro amor y respeto.

Fuente: GotQuestions

jueves, 15 de junio de 2017

¿Cuál es el Don de Hablar en Lenguas?



Pregunta: "¿Cuál es el don de hablar en lenguas?"

Respuesta: El primer acontecimiento de hablar en lenguas se produjo en el Día de Pentecostés; lo encontramos en el libro de los Hechos 2:1-4. Los apóstoles salieron y compartieron el Evangelio con las multitudes, hablándoles en su propia lengua, “¡Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios!” (Hechos 2:11). 

La palabra griega traducida “lenguas”, literalmente significa “idiomas”. Por tanto, el don de lenguas es hablar en un idioma que una persona no conoce, a fin de ministrar a alguien que habla ese idioma. En 1 Corintios capítulos 12 al 14, donde Pablo habla de dones milagrosos, comenta, “Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablase con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?” (1 Corintios 14:6). De acuerdo con el Apóstol Pablo, y de acuerdo con las lenguas descritas en Hechos, hablar en lenguas es valioso para aquel que escucha el mensaje de Dios en su propio idioma, pero es inútil para todos los demás - a menos que sea interpretado/traducido.

Una persona con el don de interpretar lenguas (1 Corintios 12:30) podría entender lo que uno que habla en lenguas está diciendo, aunque no conozca el idioma que está siendo hablado. El intérprete de las lenguas comunicaría entonces el mensaje del que habla en lenguas a todos los demás, de manera que todos pudieran entender. “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1 Corintios 14:13). La conclusión de Pablo en cuanto a lenguas no interpretadas es poderosa, “Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (1 Corintios 14:19).

¿Es el don de lenguas para hoy en día? 1 Corintios 13:8 menciona que cesa el don de lenguas, aunque asocia la cesación con la llegada de lo “perfecto” en 1 Corintios 13:10. Algunos apuntan a una diferencia en el idioma cuando dice “cesando” respecto a la profecía y el conocimiento y “siendo cesadas” para las lenguas, como evidencia de que las lenguas cesan antes de la llegada de lo “perfecto”. Mientras sea posible, esto no es explícitamente claro a juzgar por el texto. Algunos también apuntan a los pasajes tales como Isaías 28:11 y Joel 2:28-29 como una evidencia de que hablar en lenguas era una señal del juicio venidero de Dios. 1 Corintios 14:22 describe las lenguas como una “señal para los incrédulos”. De acuerdo con este argumento, el don de lenguas era una advertencia para los judíos de que Dios iba a juzgar a Israel por rechazar a Jesucristo como Mesías. Por tanto, cuando Dios de hecho juzgó a Israel (con la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 d.C.), el don de lenguas dejaría de servir para su propósito deseado. Mientras este punto de vista es posible, el propósito principal de las lenguas, que ha sido llevado a cabo, no necesariamente demanda su cesación. La Escritura no afirma concluyentemente que el don de hablar en lenguas ha cesado.

Al mismo tiempo, si el don de hablar en lenguas estuviera activo en la iglesia de hoy en día, éste sería ejecutado de acuerdo con la Escritura. Sería un idioma real y comprensible (1 Corintios 14:10). Tendría el propósito de comunicar la Palabra de Dios con una persona que habla otro idioma (Hechos 2:6-12). Sería en acuerdo con el mandato que Dios dio a través del Apóstol Pablo, “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios" (1 Corintios 14:27-28). También debe ser en obediencia a 1 Corintios 14:33, “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.

Dios definitivamente puede dar a una persona el don de hablar en lenguas para facilitar la comunicación con una persona que habla otro idioma. El Espíritu Santo es soberano en la distribución de los dones espirituales (1 Corintios 12:11). Solamente imagínese cuánto más productivos podrían ser los misioneros si no tuvieran que ir a una escuela de idiomas, e instantáneamente fueran capaces de hablar a la gente en su propio idioma. Sin embargo, Dios no parece estar haciendo esto. Las lenguas no parecen ocurrir hoy en día en la forma que lo hacían en el Nuevo Testamento, a pesar del hecho de que sería sumamente provechoso. La vasta mayoría de creyentes que demandan practicar el don de hablar en lenguas, no lo hacen en acuerdo con la Escritura mencionada arriba. Estos hechos conducen a la conclusión de que el don de lenguas ha cesado, o es al menos una rareza en el plan de Dios para la iglesia hoy.

Aquellos que creen en el don de lenguas como un “lenguaje de oración” para edificación propia obtienen su punto de vista de 1 Corintios 14:4 y/o 14:28, “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia”. Por todo el capítulo 14, Pablo está enfatizando la importancia de tener interpretadas (traducidas) las lenguas, vea 14:5-12. Lo que Pablo está diciendo en el versículo 4 es, “Si usted habla en lenguas sin interpretación, no está haciendo nada más que edificarse a sí mismo, apareciendo más espiritual que otros. Si usted habla en lenguas y las interpreta, usted edifica a todos”. El Nuevo Testamento en ningún lugar da instrucciones específicas sobre “orar en lenguas”. En ningún lugar en el Nuevo Testamento da un propósito de “hablar en lenguas”, o describe específicamente a una persona “orando en lenguas”. Además, si “orar en lenguas” es para edificación propia, ¿no sería eso injusto para aquellos que no tienen el don de lenguas y quienes por tanto no están en capacidad de edificarse a ellos mismos? 1 Corintios 12:29-30 claramente indica que no todos tienen el don de hablar en lenguas.

Fuente: GotQuestions
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