Mostrando entradas con la etiqueta Juicios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juicios. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de abril de 2020

Observaciones del Editor: Respondiendo a la Crisis

Edición Especial Abril 2020 


¡Pandemia!

Ésta es sólo la segunda edición especial de esta revista que alguna vez hayamos publicado. La primera tuvo que ver con las implicaciones proféticas del Huracán Katrina, en 2005.

Sentí la necesidad especial de esta edición especial por dos razones. La primera, se debe al miedo y al pánico generalizados que el coronavirus ha producido y seguirá produciendo, a medida que las implicaciones económicas se aclaren. En segundo lugar, creo firmemente que la pandemia es un mensaje de parte de Dios para el tiempo del fin, al que debemos escuchar y responder. Los dos artículos de esta edición especial hablan de estos temas.

Lo que quiero hacer en esta introducción es hablar sobre una de las formas en que podemos responder a la crisis que estamos enfrentando. Tiene que ver con el simple asunto de contar tus bendiciones. Esto es algo que he practicado durante años, y me ha resultado muy útil. 

Al menos una vez cada trimestre, me aseguro de dedicar mi tiempo matutino con el Señor para escribir una lista de mis bendiciones en mi diario de oración. Te insto encarecidamente que hagas lo mismo, y que lo hagas ahora mismo. Te animará y te ayudará a vivir con una actitud de gratitud. Y, en este momento de crisis, te ayudará poderosamente a resistir la tentación de regodearte en la autocompasión.

Cuando hagas tu lista, no olvides incluir bendiciones muy importantes que tiendes a dar por sentado — como agua pura y electricidad. ¿Sabías que la mayoría de las enfermedades en el mundo hoy son causadas por agua contaminada? ¿Y sabías que hay más de mil millones de personas en el mundo que no tienen electricidad?

¿Sabías que muchos estadounidenses no tenían electricidad antes de 1936, cuando el Congreso aprobó el Proyecto de Ley de Electrificación Rural? Puedo recordar que cuando era niño a principios de la década de 1940, visité a unos familiares que vivían en granjas sin agua corriente, sin inodoros interiores y sin electricidad. Usaban linternas de queroseno por la noche.

Agradece a Dios por los miembros de tu familia, amigos específicos, tu trabajo, comida, vivienda, y ropa. Agradécele por la medicina moderna y los inventos tecnológicos como la radio, la televisión e Internet. Mira de qué tamaño puedes hacer una lista en 30 minutos. Te sorprenderás. 

Lo más importante: agradécele al Señor por tus bendiciones espirituales, como la Biblia. Durante más de 1,500 años, durante la Edad Media, las personas no tenían Biblias accesibles a ellas en sus propios idiomas. Incluso hoy, cuando las Biblias están disponibles en tantos idiomas diferentes, hay muchos países en el mundo donde poseer una Biblia es ilegal.

También dale gracias al Señor por tu iglesia, tu pastor y las libertades religiosas que tenemos en esta nación (EE.UU., nota del traductor). Dale gracias al Señor por este ministerio y por otros  que predican la Biblia y exaltan a Jesús. Y sobre todo, dale gracias a Dios por la más importante de todas las bendiciones — Jesús y la salvación que tenemos por medio de Él. 

Concluiré con las palabras de un gran himno cristiano, escrito en 1897 por Johnson Oatman, Jr. (1856-1922):

Cuando combatido por la adversidad
Creas ya perdida tu felicidad,
Mira lo que el cielo para ti guardó,
Cuanta las riquezas que el Señor te dio.

Coro:
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)

miércoles, 15 de abril de 2020

Video: Perspectivas Proféticas #2: La Advertencia de Dios (subtitulado)




¿Está Dios advirtiendo al mundo con esta pandemia mundial de coronavirus? ¡Descúbralo, mientras el equipo de evangelismo del Ministerio Cordero y León provee sus Perspectivas Proféticas!

Vea Perspectivas Proféticas #1 aquí

sábado, 11 de abril de 2020

Lidiando con la Crisis del Coronavirus

Una Perspectiva Bíblica




Clive Staples Lewis (1898-1963), es considerado uno de los más grandes defensores de la fe cristiana durante el siglo XX. Para aquellos de ustedes que pueden no estar familiarizados con él, nació en Irlanda del Norte, y se convirtió en profesor de Literatura Inglesa Medieval, primero en la Universidad de Oxford (1925-1954), y luego en la Universidad de Cambridge (1954-1963).

Él entregó su vida a Cristo cuando tenía 32 años, y procedió a escribir muchos libros perspicaces e inspiradores sobre el cristianismo. Éstos incluyen algunos que se han convertido en clásicos cristianos, como El Problema del Dolor (1940), Cartas del Diablo a su Sobrino (1942), Las Crónicas de Narnia (1950-1956), y Mero Cristianismo (1952). En 1952, publicó un ensayo titulado, “Acerca de Vivir en una Era Atómica”. Aunque fue escrito hace 72 años, es muy relevante para la pandemia de coronavirus que estamos enfrentando hoy. A medida que lea el extracto a continuación, simplemente sustituya “bomba atómica” por “coronavirus”.

El Ensayo de C. S. Lewis

««En una forma pensamos demasiado sobre la bomba atómica. “¿Cómo vamos a vivir en una era atómica?” Estoy tentado a responder: “Pues, como habrías vivido en el siglo dieciséis cuando la plaga visitó a Londres casi cada año. O como vivirías en la era de los vikingos, cuando asaltantes de Escandinavia podrían aparecer y degollarte cualquier noche; o de hecho como ya estás viviendo en la era del cáncer, la era de la sífilis, la era de la parálisis, la era de los ataques aéreos y la era de los accidentes automovilísticos”.


En otras palabras, no comencemos exagerando la novedad de nuestra situación. Créame, querido señor o señora, usted y todos sus seres queridos ya fueron condenados a muerte antes de que se inventara la bomba atómica: y un porcentaje bastante alto de nosotros íbamos a morir de manera desagradable. De hecho, teníamos una gran ventaja sobre nuestros antepasados: los anestésicos; y aún la tenemos. Es perfectamente ridículo seguir lloriqueando y dibujando caras largas porque los científicos han agregado una oportunidad más de muerte dolorosa y prematura a un mundo que ya estaba lleno de tales oportunidades y en el que la muerte en sí misma no era una posibilidad, sino una certeza.

Este es el primer punto que debemos tener en mente. Y la primera acción que debemos tomar es recobrar la calma. Si todos vamos a ser destruidos por una bomba atómica, permitamos que esa bomba nos encuentre haciendo cosas sensibles y humanas  —orando, trabajando, enseñando, leyendo, escuchando música, bañando a los niños, jugando tenis, conversando con amigos a la luz de una pinta y un juego de dardos— no amontonándose como ovejas aterrorizadas y pensando en bombas. Ellas pueden destruir nuestros cuerpos (hasta un microbio puede hacer eso) pero no tiene porqué dominar nuestra mente»».

Reflexiones Concluyentes

La Biblia dice que una de las razones por las que Jesús vino a esta tierra fue para liberar a las personas de su esclavitud de toda la vida al temor de la muerte (Hebreos 2:15). Aquellos de nosotros que hemos puesto nuestra fe en Jesús como nuestro Señor y Salvador debemos vivir y caminar en esa libertad.

Debemos vivir con confianza y no con miedo, porque tenemos esperanza — la promesa de vivir para siempre en cuerpos nuevos y glorificados en una Nueva Jerusalén, en una tierra nueva (Apocalipsis 21:1-7).

Entonces, mientras la gente llena de pánico se pelea entre sí en las tiendas para comprar papel higiénico y Spam (carne enlatada, nota del traductor), debemos ser sal y luz, al exhibir paz y calma en medio del caos. Hacerlo puede motivar a la gente a preguntar por qué nos estamos comportando con tanta calma, lo que nos dará la oportunidad de compartir el Evangelio. Otra reflexión: si cree que el pánico actual es malo, no es nada comparado con lo que será el pánico masivo después del Rapto de la Iglesia.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Dealing with the Coronavirus Crisis

lunes, 6 de abril de 2020

¿Cuál es la interpretación de Jeremías 25:29-33?

¿Tiene este pasaje algo que ver con la pandemia del covid19?



Hoy en día, muchos expositores sensacionalistas y expertos en hacer "exégesis de periódico" (como el auto llamado doctor Antonio Bolaine$ y el supuesto judío David Diamond), están despedazando las reglas de interpretación bíblica, para promover sus absurdas y anti bíblicas fábulas.

Un ejemplo claro es lo que están haciendo con pasajes como Isaías 26:20 y Jeremías 25:29-33, al sacarlos de su contexto para apoyar sus teorías de que ellos hablan sobre la pandemia causada por el covid19. Por supuesto, si el lector respeta las reglas de interpretación, se dará cuenta fácilmente que dichos pasajes nada tienen que ver con el covid19.

A continuación, les dejo la explicación que la Biblia de Estudio de Profecía del Dr. Tim LaHaye provee sobre el pasaje de Jeremías.

Jeremías 25:27-29

Después que Jehová castigue a su propia ciudad de Jerusalén y a su propio pueblo de Judá, ciertamente volverá su ira sobre las naciones gentiles. Esto tendrá lugar durante los siete años de la futura Tribulación y es una de las razones del porqué éste será un tiempo de juicio mundial. El título “Jehová de los ejércitos” es una figura del Señor que está dirigiendo a un ejército en combate. Esta descripción de Jehová se usa a menudo en pasajes de juicio para indicar que Dios tiene el poder y la fuerza para ejecutarlo.

25:30 Jehová rugirá desde lo alto. 

Los caps. 4 y 5 de Apocalipsis nos muestran que el Señor prepara su plan de batalla para el juicio desde su trono celestial. Según Jeremías, es desde este lugar que Jehová envía sus juicios. La idea de “lagareros” que pisan el lagar del vino es una figura usada en Ap. 19:15 en cuanto al juicio de Dios en Armagedón durante la segunda venida. 

25:31  Jehová tiene juicio contra las naciones. 

Ésta es otra referencia a la gran tribulación y a Armagedón (Ap. 16:16; 19:15). La palabra hebrea traducida por “juicio” es un término técnico para una demanda legal contra alguien en un contexto legal. Esto significa que el juicio de Dios contra las naciones se podría aceptar como válido en un tribunal. La declaración “él es el Juez de toda carne” denota que, durante el proceso del juicio, Dios dará  a las personas una oportunidad de arrepentirse de sus pecados y de confiar en Cristo como su Salvador (comp. Ap. 14:6-7; 16:9, 11, 21).

La Revelación del Anticristo está Siendo Retenida


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

2 Tesalonicenses 2:5-10, que fue citado anteriormente, señalaba que el “inicuo” no puede ser revelado hasta que el retenedor sea removido.

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay (quien actualmente restringe la anarquía) quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo (el Anticristo), a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su (segunda) venida (2 Tes. 2:7-8, énfasis añadido).

Algunos maestros bíblicos, incluido yo mismo, correlacionan el momento del Rapto con la remoción del retenedor. 2 Tesalonicenses 2 parece informar que la Iglesia es raptada, que se remueve la restricción de la anarquía, y que inmediatamente después el Anticristo se revela. El momento de estos eventos cronológicamente coincide con el momento de Apocalipsis 4 (el Rapto), Apocalipsis 5 (la presentación del rollo celestial), y Apocalipsis 6 (la apertura de los sellos y la revelación del Anticristo).

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran (prophecydepot.com) 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Apreciados lectores: Sus oraciones y contribuciones voluntarias harán posible que este valioso recurso sea traducido al, y publicado en su totalidad en, idioma español. Si siente de parte del Señor apoyar este proyecto, visite nuestra nuestra sección Donativos para que descubra cómo podrá hacerlo:

martes, 31 de marzo de 2020

La Iglesia está en el Cielo antes de que el Anticristo sea Revelado en la Tierra


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

La Iglesia cristiana está residiendo en el cielo antes de que comience el período de la tribulación. Esta conclusión está respaldada por la comprensión del orden cronológico de los capítulos dos a seis del libro de Apocalipsis. Apocalipsis 2 y 3 describen a la Iglesia en la tierra, mientras que Apocalipsis 4 y 5 describen a la Iglesia residiendo en el cielo. Apocalipsis 6 introduce los eventos terrenales que ocurren después de que la Iglesia cristiana ha sido removida de la tierra a través del Rapto. Las profecías en Apocalipsis 6 transicionan al Período-trib. Los detalles de este orden se explican a continuación. 

Apocalipsis 2 y 3 contienen las siete cartas a las siete Iglesias. Estas cartas tenían múltiples aplicaciones en el momento de su emisión. En primer lugar, proporcionaban información individualizada importante para las siete Iglesias específicas a las que se dirigían. En segundo lugar, estas cartas detallaban las características distintivas que existirían en un momento dado dentro de varias Iglesias a lo largo de la era de la Iglesia. En tercer lugar, esbozaban el futuro profético de la era de la Iglesia. Estos dos capítulos retrataron a la Iglesia durante su existencia en la tierra durante la era de la Iglesia, desde su comienzo hasta su finalización. Se proporciona más información sobre este tema en el Apéndice titulado, “Las Siete Cartas a las Iglesias”.

Después de que se completa la era de la Iglesia, es decir, una vez que sea removida de la tierra, Apocalipsis 4 comienza con las palabras griegas “meta tauta”, que significan, “después de estas cosas”, y describe a la Iglesia siendo raptada al cielo. En otras palabras, después de estas cosas concernientes a la Iglesia en la tierra, ella es arrebatada al cielo en Apocalipsis 4 y 5. 

“Después de esto (meta tauta) miré (el apóstol Juan), y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá [representando al Rapto], y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas” (Apocalipsis 4:1, énfasis añadido).

Se enseña comúnmente que los veinticuatro ancianos, que se identifican varias veces en Apocalipsis 4 y 5, representan a la Iglesia en el cielo. Apocalipsis 5:9 informa que estos ancianos son redimidos por la sangre de Cristo. Sólo los verdaderos creyentes están calificados para hacer tal afirmación de salvación. Además, estos redimidos son “de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. Esto es un reconocimiento de que los veinticuatro ancianos representan a los creyentes salvados en todo el mundo durante la era de la Iglesia. 

A continuación, se cita cómo el erudito de la profecía bíblica, el Dr. Arnold Fruchtenbaum interpreta la identidad de los veinticuatro ancianos.

“Aunque el texto no dice claramente a qué se refieren estos ancianos, hay pistas en el texto por las cuales su identidad se puede deducir. Primero, estos ancianos están vestidos de ropas blancas, lo que a través de Apocalipsis son símbolos de salvación. Los seres celestiales ante el trono de Dios no necesitaron salvación, porque, para comenzar, nunca se perdieron. Pero estos ancianos en un tiempo estuvieron perdidos y en algún momento recibieron salvación, como se ve por sus vestiduras blancas. La segunda pista es que portan coronas. Estas coronas no son diademas, las coronas usadas por los que son de naturaleza real, lo cual hubiera sido el caso si estos hubiesen sido seres celestiales. Estas coronas son stéfanos, las coronas de los vencedores, el tipo de corona dada como recompensa a los miembros de la iglesia en el tribunal del Mesías. Una tercera pista está en su mismo título de ancianos. En ningún otro lugar de las Escrituras se usa este término para describir a seres celestiales o angelicales. Este término se usa para con los humanos que están en posición de autoridad en la sinagoga o en la iglesia. 

Por tanto, de estas tres pistas, los 24 ancianos deben representar a los santos de la iglesia. Si esto es verdad, entonces ellos proveen evidencia adicional para un rapto pretribulacional. La iglesia ya está en el cielo en los capítulos 4 y 5, antes de que la tribulación comience en el capítulo 6”.27

Algún tiempo después de que la Iglesia sea arrebatada al cielo, comienzan los eventos descritos en Apocalipsis 5. Un evento muy significativo que los veinticuatro ancianos atestiguan es la apertura del rollo celestial por Jesucristo. Este rollo contiene los juicios de los siete sellos. El primer sello de juicio, que está descrito en Apocalipsis 6:1-2, introduce al Anticristo a la tierra. Según Daniel 9:27, el Anticristo confirma un pacto con Israel por siete años. Se enseña comúnmente que la ratificación e implementación de este pacto se convierte en el punto de partida de los siete años del período de la tribulación. 

Por lo tanto, se puede concluir que sólo cuando la Iglesia reside en el cielo, puede ver a Cristo abrir el rollo que contiene los juicios de los siete sellos. Hasta que estos sellos de juicios se abran, el Anticristo no puede emerger en la escena mundial y confirmar el pacto de siete años con Israel. Mientras el pacto no se pueda confirmar, el período de la tribulación no puede comenzar. En pocas palabras, el Anticristo no será revelado y el período de la tribulación no puede comenzar hasta algún momento después de que la Iglesia cristiana haya sido raptada al cielo.

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran (prophecydepot.com) 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Apreciados lectores: Sus oraciones y contribuciones voluntarias harán posible que este valioso recurso sea traducido al, y publicado en su totalidad en, idioma español. Si siente de parte del Señor apoyar este proyecto, visite nuestra nuestra sección Donativos para que descubra cómo podrá hacerlo:

viernes, 27 de marzo de 2020

La Naturaleza y Propósito de la Tribulación

¿Por qué Dios va a derramar Su ira durante la Tribulación?




El horror incomparable de la Tribulación se explica en detalle tanto en las Escrituras hebreas como en el Nuevo Testamento. Isaías escribió que será un día de “terror del Señor”, cuando “la altivez del hombre será abatida” (Isaías 2:10, 17, 19). Sofonías proclamó que será un “día de ira”, “día de angustia y de aflicción” y “un día de destrucción y desolación” (Sofonías 1:15, NASB95). Los hombres tropezarán como ciegos y “su sangre será derramada como polvo” (Sofonías 1:17).

Esta imagen sombría se repite en el Nuevo Testamento. Jesús dijo que será un tiempo de tribulación “cual no la habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24:21). De hecho, Jesús dijo que será tan terrible que si no fuera detenido al final de siete años, resultaría en la destrucción de toda la vida (Mateo 24:22). El apóstol Juan declara que el caos será tan grande, que los líderes del mundo se arrastrarán hacia las cuevas y les gritarán a las rocas de las montañas que éstas caigan sobre ellos (Apocalipsis 6:15-16).

El Propósito

¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué va a haber tal carnicería? ¿Cómo podría un Dios de gracia, misericordia y amor permitir tal brote de terror y derramamiento de sangre desenfrenados?

Una razón es satisfacer la justicia de Dios. Sí, Dios se caracteriza por la gracia, la misericordia y el amor, pero también es un Dios de justicia perfecta, rectitud y santidad. Por lo tanto, debe tratar con el pecado. Su justicia lo exige. Incluso Su amor lo obliga. ¿Cómo podría un Dios de verdadero amor simplemente pasar por alto las acciones de un asesino o un pedófilo?

El profeta Nahúm entendió la verdadera naturaleza de Dios. Él escribió que “¡Bueno es el SEÑOR! Es una fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él se refugian” (Nahúm 1:7, RVR2015). Eso es el amor y la misericordia de Dios. Pero el mismo profeta escribió (Nahúm 1:2-3, RVR-2015):

¡Dios celoso y vengador es el SEÑOR! Vengador es el SEÑOR y está indignado. El SEÑOR se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos. El SEÑOR es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dará por inocente al culpable.

Verdaderamente, el Señor es “lento para la ira”. Él permite que las iniquidades de la humanidad se acumulen durante largos períodos de tiempo porque no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9). Su deseo, en cambio, es que todos se arrepientan. Pero siempre hay un día para rendir cuentas, tal como hubo en los días de Noé, y ese día ha sido establecido para esta era. Pablo se refirió a él en su sermón en Atenas, cuando dijo, “[Dios] ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:31).

Una segunda razón para la Tribulación es llevar a las personas a la salvación. Sorprendentemente, incluso cuando Dios derrama Su ira, Su propósito fundamental no es destruir, sino salvar. Isaías 26:9 lo explica de esta forma: “Cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia”.

El hecho brutal es que Dios a menudo tiene que golpearnos en la cabeza con un garrote para llamar nuestra atención y motivarnos a arrepentirnos. El hecho igualmente brutal es que la mayoría de las personas responden a tal disciplina maldiciendo a Dios o continúan ignorándolo (Apocalipsis 9:20-21). Pero siempre algunas personas responden con humildad y son salvadas. Tal como dijo Billy Graham: “El mismo sol que derrite la mantequilla, endurece la arcilla”.

Cuando la ira de Dios se derrame durante la Tribulación, algunos corazones se derretirán, pero la mayoría se endurecerán, lo que ilustra una vez más que nada es más “engañoso” y “perverso” que el corazón del hombre (Jeremías 17:9).

El hombre es frívolo acerca del pecado. Dios es serio. La Tribulación será una expresión gráfica de cuán serio es Dios acerca de la rebelión de la humanidad contra Él.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Nature and Purpose of the Tribulation

martes, 17 de marzo de 2020

¿Fue Predicho el Coronavirus en la Biblia?

Por Tim Moore



El mundo está lidiando actualmente con una amenaza que ha sido discutida y temida durante mucho tiempo — el brote de una enfermedad que tiene el potencial de convertirse en una pandemia global.

Epidemias generalizadas han ocurrido a lo largo de la historia humana. El Antiguo Testamento registró un brote de enfermedad como una de las diez plagas que azotaron Egipto — tanto en el ganado como en las personas (Génesis 9). Los filisteos experimentaron una erupción de llagas repugnantes, cuando capturaron el Arca del Pacto de Israel (1 Samuel 5-6). E Israel mismo fue infligido como castigo por el censo pecaminoso del Rey David (2 Samuel 24). Sólo cuando ofreció un sacrificio fue que el Señor cedió.

En la Edad Media, un brote de la peste en Europa condujo a la persecución generalizada de los judíos, quienes fueron culpados de la epidemia porque parecían misteriosamente inmunes a los estragos de la enfermedad. A los gentiles antisemitas no se les ocurrió que las leyes judías sobre la dieta y la higiene ayudaron a aislarlos de parte de la propagación del contagio.

En años más recientes, el mundo occidental experimentó un brote devastador de Gripe Española durante la Primera Guerra Mundial, que ocasionó 40 millones de muertes. El elevado número de muertes se debió al hecho de que las personas que contrajeron la gripe eran altamente susceptibles a la neumonía — casi una década antes del descubrimiento de la penicilina en 1928. Irónicamente, lo que ahora se denomina gripe H1N1, fue especialmente letal para hombres jóvenes sanos y mujeres embarazadas. Casi la mitad de las muertes en EE.UU. fueron jóvenes adultos de 20 a 40 años.

A medida que los científicos médicos han llegado a comprender la naturaleza de las enfermedades virales y bacterianas, han logrado avances increíbles en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas. Las vacunas y los tratamientos son capaces de mitigar la mayor parte de la amenaza para las sociedades modernas.

Pero, tanto los doctores como los científicos y los líderes gubernamentales, se han dado cuenta de que las nuevas cepas podrían eludir a nuestras vacunas y ser fácilmente transmisibles de persona a persona. Dada nuestra economía global, y la facilidad y frecuencia de los viajes internacionales, el potencial de un brote explosivo de una enfermedad mortal está bien documentado.

Una Amenaza Renovada

A finales de 2019, un nuevo tipo de virus, oficialmente conocido como Covid-19, surgió en la provincia china de Wuhan. Los medios han dedicado mucha atención a especular sobre la naturaleza de su origen, pero es probable que un virus animal mutara en una forma que podría transmitirse y amenazar a los humanos. Una vez que esa nueva cepa comenzó a infectar a la población local, sólo era cuestión de tiempo antes de que se extendiera por toda China y el mundo.

Para fines de febrero de 2020, los expertos médicos están advirtiendo de que este brote de Coronavirus podría convertirse en la pandemia global que se ha temido durante muchos años. Uno incluso advirtió que podría “cambiar la vida diaria tal como la conocemos”. Los mercados económicos ya han experimentado caídas significativas a medida que el flujo de bienes se ha visto obstaculizado, y es probable que se produzca más agitación. Varios países han restringido severamente la inmigración y pueden estar inclinados a ser aún más draconianos si la amenaza crece exponencialmente, como algunos proyectan. 

Importancia para la Profecía Bíblica

¿Cuál es la importancia de este acontecimiento para la profecía bíblica? ¿Por qué es digno de comentarse? Porque la Biblia enseña que la maldición por la que la Creación ha estado gimiendo desde la caída del hombre será aún más pronunciada antes del regreso de Jesús. Los desastres naturales ocurrirán con mayor severidad y frecuencia a medida que se acerque el Día del Señor.

Es posible que millones o miles de millones de personas encuentren interrumpida su vida diaria. Llegarán a reconocer la insignificancia de la mayoría de lo que clama por la atención del mundo. Muchas personas lidiarán con su propia mortalidad y lo que la Biblia describe como la precariedad de esta vida (Salmos 144:4; Santiago 4:14). Cuando lo hacen,  es nuestra gran esperanza que muchos se vuelvan a Jesucristo y lo abracen como Salvador y Señor.

Si estás leyendo esto porque estás esperando esta epidemia, por favor sepa que la Luz de la verdad de Dios está brillando incluso en este momento oscuro. Todas las señales de los tiempos que estamos presenciando fueron predichas por la profecía bíblica. La Palabra de Dios nos recuerda:
  • Reconocer que el Señor nos dijo que el mundo se deteriorará.
  • Darnos cuenta que el momento de Su regreso será perfecto en el flujo de la historia humana.
  • Recibir con alegría la oportunidad de testificar a nuestro Salvador y Señor, incluso en “un momento como éste”.

La Esperanza Cristiana

Los cristianos no somos pesimistas. No somos optimistas. Somos personas de esperanza, y no sólo la esperanza como una idea o un deseo inalcanzable como: “Espero obtener un poni para mi cumpleaños”. Nuestra esperanza se basa en nada menos que Jesucristo — nuestra viva y personal Esperanza Bienaventurada. 

En el Ministerio Cordero y León, nuestra misión es testificar con osadía de la Luz en medio de las tinieblas, al decirle a la gente que Jesucristo vendrá pronto.

El viejo adagio dice que es “más oscuro antes del amanecer”. De hecho, se oscurecerá antes de que el Señor declare una vez más, “¡Qué se haga la Luz!”, e irrumpa del Cielo en un radiante resplandor.

Al darse cuenta de que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin, el apóstol Pablo escribió:

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida (2 Timoteo 4:7-8).

Una Oportunidad para la Perspectiva Eterna

¿Amas la aparición de Cristo? ¿Esperas con ansias el Rapto (cuando los creyentes en Jesús son arrebatados al Cielo para estar con Jesús) y Su glorioso regreso? Si es así, reconocerás que este brote actual de miedo que desciende sobre el mundo es una oportunidad para proclamar a Jesucristo.

Si aún no conoces a Jesucristo como tu Salvador y Señor, no te demores otro día u hora. Deposita tu confianza en Jesucristo. Acepta Su oferta de perdón y Su promesa de vida eterna con Dios. Simplemente ora:

Señor Jesús, creo que naciste sin pecado y viviste una vida perfecta; que sufriste y moriste por mis pecados; que fuiste sepultado y resucitado a la vida; y que ascendiste al Cielo para prepara un lugar para los que depositan su confianza en ti. Confieso mi pecaminosidad contra ti y te pido que me perdones y me atraigas hacia ti. Te doy la bienvenida a mi vida y te pido que cambies mi corazón. Me comprometo a seguirte en obediencia y esperar con ansias Tu glorioso regreso. Amén.

Si has creído en el Señor Jesucristo, tu salvación es segura. Te convertirás en un dador de frutos para el Señor. Luego, cuando llegue la tormenta, el hambre, o la guerra o la pestilencia, tu canción puede ser:

Cuando Él venga con el sonido de la trompeta, ¡Oh, que sea yo hallado en Él!
Vestido con su justicia sola, impecable para estar delante del trono.
Estribillo:
En Cristo, la Roca sólida, estoy de pie,
Todo otro suelo es arena que se hunde, yodo otro suelo es arena que se hunde.

“Amén. Ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).




Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

viernes, 13 de marzo de 2020

Libro: Viviendo en Tiempo Prestado – Capítulo 10 (conclusión)

La Convulsión de la Naturaleza 

El mensaje de los desastres naturales


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice


Las Señales de la Naturaleza del Tiempo del Fin

En el Sermón de los Olivos de Jesús, pronunciado a Sus discípulos en el Monte de los Olivos durante la última semana de Su vida, Él habló específicamente de las señales de la naturaleza a observar en los tiempos del fin.

Mateo lo registró diciendo: “… y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares…” (Mateo 24:7). El relato de Lucas del mismo discurso es más detallado. Él cita a Jesús diciendo (Lucas 21:11,25):

…y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.

Estamos siendo testigos de todas estas cosas hoy alrededor del mundo. Parece que toda clase de calamidades climatológicas están pasando más frecuentemente y causando daños cada vez mayores: huracanes, tornados, terremotos, inundaciones e incendios forestales.

La hambruna sigue arrasando continúa en toda África, y en otras zonas del tercer mundo. Plagas como el SIDA y el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo  Grave) continúan desafiando y dejando perpleja a la ciencia médica. Un nuevo peligro es el regreso de enfermedades que se creían bajo control, debido al desarrollo de cepas resistentes a los antibióticos.

Y por primera vez en la historia, estamos viviendo en un tiempo donde podemos ver imágenes increíbles del espacio exterior gracias al telescopio espacial Hubble, a sondas espaciales que hemos enviado a otros planetas, y al aterrizaje del hombre en la Luna.

El Efecto de los Dolores de Parto

Con respecto a las calamidades naturales, algunos simplemente las desestiman de una forma arrogante al preguntarse, “¿qué más hay de nuevo?”. Pero, como he mencionado, Jesús dijo que las señales en los tiempos del fin serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8), lo que significa que aumentarían en frecuencia e intensidad. Y esto es lo que ha estado pasando.

Tomemos a los terremotos como ejemplo. En la década de 1980, hubo un total de 1,085 terremotos en todo el mundo que alcanzaron o superaron el nivel 6 en magnitud. En la década de 1990 hubo 1,492. En los primeros 10 años de este siglo, el número se incrementó a 1,591. Con respecto a los terremotos monstruosos de 8,0 o más, en los ochenta hubo 4, en los noventa hubo 6 y en la primera década de este siglo, 13.18

Hay una mejor forma de ver los desastres naturales que considerarlos por categorías, como la frecuencia e intensidad de los tornados, ya que el número e intensidad pueden subir y bajar cada año, aunque muestran un incremento global durante un período de tiempo. La mejor manera de ver los desastres naturales es considerarlos a todos ellos agrupados. Cuando lo haces, las estadísticas muestran que están aumentando rápidamente, de un promedio de 300 al año en la década de 1980, a 490 por año en la década de 1990, a casi 1,000 por año en los primeros 10 años de este siglo.19

Curiosamente, una de las razones para considerar a los desastres naturales en conjunto por lugar de individualmente es porque un tipo de desastre natural puede restringir a los otros.

Permítanme ilustrar lo que quiero decir: En 2012, nuestra nación experimentó una de las peores sequías de la historia moderna — con más del 61% de EE.UU. afectado. Pero, uno de los efectos colaterales de la sequía es que hemos experimentado el número más bajo de tornados en 60 años — ya que, después de todo, no se puede tener tornados sin tormentas eléctricas. Lo mismo sucedió con las inundaciones.

Conclusión

Nosotros, como nación, nos hemos enfrentado a Dios. Lo estamos tentando para que nos mueva del juicio a la destrucción. Nuestro Dios es muy misericordioso. Él pacientemente nos está enviando una llamada de atención tras otra, porque nunca derrama Su ira sin advertencia.

Oremos para que nuestros ojos sean abiertos y nuestros corazones se derritan. Oremos por un gran avivamiento nacional. Oremos también por los corazones de nuestros gobernantes, para que sean abiertos a la importancia de los desastres naturales que están afectando implacablemente a nuestra nación.

Oremos para que la gente alrededor del mundo sea despertada a la realidad de que Dios está proclamando desde los cielos que Su Hijo está a punto de regresar y que estamos viviendo en tiempo prestado.

Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí 
Lea la parte 3 »»aquí 
Lea la parte 4 »»aquí 

Traducido por Pablo Losa 
Editado por Donald Dolmus

miércoles, 19 de febrero de 2020

Libro: Viviendo en Tiempo Prestado – Capítulo 10 (parte 4)

La Convulsión de la Naturaleza 

El mensaje de los desastres naturales


Haga clic sobre la imagen para ir al Índice


El Impacto de la Teología

Hablando del presidente Bush, muchos se preguntaban en ese momento por qué un cristiano evangélico tan comprometido pondría tal presión excesiva sobre Israel. Muchas personas preguntaron: “¿Por qué no ve el presidente Bush el significado profético del Israel del tiempo del fin?”. Le hice esa pregunta a Bill Koenig cuando lo entrevisté en televisión. Su respuesta fue muy iluminadora.13

Koenig señaló que el presidente Bush fue criado en la Iglesia episcopal y, en los últimos años, había asistido a la iglesia metodista. Aunque hay pastores en estas dos iglesias que reconocen el significado profético del Israel actual, la gran mayoría de los líderes espirituales en ambas iglesias (y especialmente los del nivel nacional) creen en la teología del reemplazo. Ésta es la teología que dice que Dios descartó al pueblo judío en el primer siglo y reemplazó a Israel con la Iglesia. Por lo tanto, no ven ningún significado profético en el restablecimiento de Israel.

Koenig declaró que, dentro del Gobierno de Bush, el presidente no es la única víctima de esta teología errónea. Él estaba rodeado de personas piadosas que también habían crecido espiritualmente en iglesias de la teología del reemplazo. Entonces, aunque estas personas pueden respetar las raíces judaicas de su fe, no tienen aprecio por el significado profético del Israel del tiempo actual.

El Mensaje de Katrina

Creo que el mensaje de Katrina, y otros desastres naturales similares, es que Dios está en Su trono. El está en control. Él no puede ser burlado. El no tolerará la división de Su Tierra Santa. Ni tolerará la repugnante inmoralidad que se burla de todo lo que es decente y moral.

Dios ama a nuestra nación. Él nos ha bendecido más que a cualquier otra nación. Su Palabra dice que aquellos a quienes mucho se les da, mucho se les demandará (Lucas 12:47-48). Su Palabra también dice que Él disciplina a aquellos a los que ama (Hebreos 12:7).

Otra cosa que Su Palabra deja claro es que cuando Él envía disciplina, el propósito nunca es castigar. En vez de eso, el propósito es llamarnos al arrepentimiento, de manera que podamos ser salvos. Así es como el profeta Isaías lo expresó: “Cuando la tierra experimenta Tus juicios, los habitantes del mundo aprenden justicia” (Isaías 26:9b, NASB).

Una Experiencia Personal

Conozco la verdad de esta declaración de primera mano. En mayo de 1953, cuando tenía 15 años, un tornado de fuerza 5 golpeó mi ciudad natal, Waco, en Texas. Es el tornado más mortífero hasta el día de hoy en la historia de Texas. Mató a 114 personas e hirió a 597. Atravesó el centro de la ciudad y arrasó 5 edificios históricos con facilidad. Cuando el tornado desapareció, la ciudad parecía como si hubiese sido atacada con una bomba atómica.

Durante tres meses a partir de entonces, las iglesias de Waco estuvieron repletas de multitudes de gente, que permanecían de pie en su interior buscando como hacer frente a la tragedia. La gente se vio obligada a pensar en la eternidad. Pero, a medida que el dolor se calmó, la gente volvió a sus viejos caminos, y la asistencia a la iglesia disminuyó otra vez.

Nuestro Dios es verdaderamente un Dios de una sublime gracia. Incluso cuando Él derrama su ira, lo hace esperando que ella provoque arrepentimiento, de manera que la gente pueda ser salva.

Intentos de Responder Espiritualmente

Con respecto al huracán Katrina, la Gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, hizo un llamado a un día de oración en todo el estado: “Al encarar la devastación causada por Katrina, al buscar a aquellos que están necesitados, al consolar a aquellos que sufren, al comenzar las largas tareas de reconstrucción, nos volvemos a Dios por fortaleza, esperanza y consuelo”.14

Nobles palabras. Pero nótese, que no hubo llamado al arrepentimiento. De manera similar, el Presidente Bush convocó a un día nacional de oración. El pidió a la nación a orar por las víctimas y a alcanzarlas con compasión. De nuevo, palabras nobles, pero ninguna expresión de arrepentimiento.15

El Presidente del Consejo de la Ciudad de Nueva Orleans, Oliver Thomas, fue el funcionario que más cerca estuvo de reconocer que Katrina tenía un mensaje espiritual. Refiriéndose a Sodoma y Gomorra, dijo: “Quizá Dios nos está limpiando”16

Pero la limpieza requiere una respuesta en arrepentimiento, algo a lo que Dios está llamando a toda la nación, y no sólo a la ciudad de Nueva Orleans.

La Respuesta Adecuada

Ningún gobernante de nuestra nación ha visto aún las implicaciones espirituales de un desastre tan claramente como lo hizo Abraham Lincoln, cuando evaluó la causa de la Guerra Civil. En una proclamación realizada el 30 de marzo de 1863, el Presidente hizo un llamado a un “día de oración y humillación”.

Él comenzó la proclamación observando: “Es el deber de las naciones, al igual que el de los hombres, el tener su dependencia en la autoridad soberana de Dios, el confesar sus pecados y transgresiones, en pena y humillación, pero con la esperanza certera de que el genuino arrepentimiento conduce a la misericordia y el perdón”.

El corazón de la proclamación se lee como sigue:17

Y, por mucho que lo sepamos, por Su divina ley, que las naciones como individuos están sometidos a castigos y penas en este mundo, ¿no temeremos justamente que la horrible calamidad de la guerra, que ahora desola la tierra, no sea otra cosa que un castigo, infligido sobre nosotros, por nuestros pecados presuntuosos, para el necesario fin de nuestra reforma nacional como un solo Pueblo?

Hemos sido los destinatarios de las más selectas bondades del cielo. Hemos sido preservados, estos muchos años, en paz y prosperidad. Hemos crecido en número, riqueza y poder, como ninguna otra nación ha crecido nunca. Pero hemos olvidado a Dios. Hemos olvidado la mano de gracia que nos ha mantenido en paz, que nos ha multiplicado, y enriquecido y fortalecido; y hemos imaginado inútilmente, en la deshonestidad de nuestros corazones, que estas bendiciones fueron producidas por alguna sabiduría superior y virtud de nuestra propia condición.

Intoxicados con un éxito ininterrumpido, ¡nos hemos vuelto demasiado autosuficientes, como para sentir la necesidad de la gracia que redime y preserva, y demasiado orgullosos para orar al Dios que nos hizo!

Nos corresponde, entonces, humillarnos ante el Poder ofendido, confesar nuestros pecados nacionales, y orar por clemencia y perdón.

¡Cómo necesitamos tal proclamación hoy! Lo triste es que nos hemos vuelto tan seculares y paganos, que si nuestro Presidente emitiera tal declaración, los miembros del Congreso probablemente traerían un juicio político contra él por la “violación de la separación de la iglesia y el Estado”.


Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí 
Lea la parte 3 »»aquí 
Lea la conclusión »»aquí 

Traducido por Pablo Losa 
Editado por Donald Dolmus
Share/Bookmark