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martes, 30 de julio de 2019

La Divinidad de Jesús (parte 1)

¿Mito o Realidad?




La divinidad de Jesús es la verdad central de la Biblia. Es tan fundamental que el cristianismo se sostiene o cae sobre ella. Si Jesús no es Dios en la carne, entonces Su sacrificio por nuestros pecados fue insignificante, y no tenemos esperanza. 

Satanás está determinado a convencer a la humanidad de que Jesús era alguien que no era Dios en la carne. En la propia época de Jesús, Satanás creó dudas sobre su verdadera identidad.

Unos pocos lo reconocieron como “el Profeta” o el Mesías que había sido profetizado por Moisés (Deuteronomio 18:15-18; Juan 6:14). Pero la mayoría fueron ambivalentes acerca de Su identidad. Algunos creyeron que era simplemente un hombre “bueno” (Juan 7:12). Otros creían que era la reencarnación de Juan el Bautista, Elías, Jeremías, “o alguno de los profetas” (Mateo 16:14). Algunos afirmaron que era un hijo ilegítimo “nacido de fornicación” (Juan 8:41). Unos cuantos lo descartaron como un “samaritano, que tiene un demonio” (Juan 8:48).

El Ataque Continuo

Nada ha cambiado después de 2,000 años. El ataque satánico continúa hasta este día. Los teólogos liberales tienden a desestimarlo como un buen hombre que se engañó a sí mismo o como un revolucionario que tuvo buenas intenciones pero que fracasó. 

Todas las sectas niegan Su divinidad suprema. Los mormones afirman que era el hermano de Lucifer, uno de miles de dios menores creados por el súper dios. Los Testigos de Jehová lo identifican como el Arcángel Miguel. Los grupos espiritistas como los Científicos de la Iglesia de Cristo y la Iglesia de la Unidad generalmente lo presentan en términos esotéricos de la Nueva Era, alegando que era un espíritu sin cuerpo o que era “un médium de la sexta esfera de la astroproyección”. Otros argumentan que era sólo un hombre que era capaz de manifestar completamente el espíritu de Cristo que está en todos nosotros. 

Hollywood lo presentó en la película, “La Última Tentación de Cristo”, como un alma engañada que luchaba con demonios internos. Y en, “Jesucristo Súper Estrella”, el escenario de Broadway presentó a una mujer enamorada de Él que cantaba una y otra vez: “Es un hombre, es sólo un hombre…”.

El más nuevo libro sobre Jesús, titulado, Los Misterios de Jesús”, ¡llega al extremo de afirmar que Él no era más que un mito! A pesar del hecho de que hay pocas personas en la historia antigua para las que hay más evidencia escrita y de testigos presenciales, estos hombres afirman que Jesús no fue más que un producto de la imaginación de Sus discípulos.1

Increíblemente, el libro fue respaldado por algunos líderes cristianos como el obispo episcopal John Spong de Nueva Jersey. 


Podemos estar seguros de que, a medida que nos acercamos al momento del regreso de Jesús, los ataques contra Él y Su identidad se intensificarán. Satanás conoce la profecía bíblica. Él puede ver las señales de los tiempos que claramente apuntan al regreso inminente del Señor. A medida que esas señales se intensificaron a lo largo del siglo XX, Satanás lanzó una campaña total para convencer al mundo de que Jesús es un fraude. Por ejemplo, reunió a un grupo de supuestos “eruditos del Nuevo Testamento”, quienes formaron un grupo de discusión conocido como “El Seminario Jesús”. Este grupo procedió a votar sobre la validez de todos los dichos de Jesús registrados en los Evangelios. Su reporte, llamado Los Cinco Evangelios, concluyó que sólo 15 declaraciones atribuidas a Jesús en los Evangelios fueron realmente pronunciadas por Él. El título de su informe proviene del hecho de que decidieron otorgar al apócrifo Evangelio de Tomás la misma posición que los cuatro Evangelios tradicionales.2

El Verdadero Mensaje de los Ataques

En realidad, hay una ironía en estos ataques, ya que son evidencia de que Jesús es realmente Dios en la carne. ¿Por qué más motivaría Satanás tales ataques?

No vemos ataques similares contra Mahoma, o Buda, o Krishna. Tampoco escuchamos que sus nombres sean usados como maldiciones. ¿Por qué es que a nivel mundial el nombre de Jesús es usado como una palabra de maldición? La única explicación que se me ocurre es una sobrenatural — es decir, Satanás está activamente involucrado en motivar un odio universal  hacia Jesús, porque sabe que Jesús es Dios.

Lea la parte 2 aquí 
Lea la parte 3 aquí 
Lea la parte 4 aquí 
Lea la parte 5 aquí 

Lea la parte 6 aquí
La la conclusión aquí 

Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Observaciones del Editor: Nuestro Concepto de Jesús




Ésta es la edición más importante de nuestra serie Insights (Percepciones) que alguna vez hayamos publicado. Eso se debe al tema. 

Este ministerio fue llamado a existir para proclamar el pronto regreso de Jesús. Ese mensaje es crítico porque las señales de los tiempos apuntan al inminente regreso del Señor. Pero, tan importante como es, no es tan importante como el mensaje de que Jesús es Dios en la carne y que Su sacrificio en la Cruz hizo posible que la humanidad se reconciliara con Dios el Padre.

La identidad de Jesús es tan importante que decidimos ampliar esta edición de las 12 páginas habituales a 16, para que podamos cubrir el tema en profundidad.  Espero y oro que será bendecido, iluminado y espiritualmente enriquecido. Yo ciertamente lo fui mientras hacía toda la investigación necesaria para producir el resumen bíblico de las Escrituras que encontrará en el artículo principal.

Retratando a Jesús

Uno de los desafíos que enfrenté mientras preparaba esta edición fue encontrar una imagen apropiada para la portada. Fue una experiencia muy frustrante. Inspeccioné literalmente cientos de dibujos y pinturas de Jesús antes de encontrar la que decidí presentar en nuestra portada.

El problema es que la mayoría de los artistas cristianos tienden a idealizar a Jesús, y el resultado es una imagen de ojos azules y cabeza rubia que se parece a Kevin Costner. Esta idealización es ciertamente comprensible, ya que los artistas cristianos aman al Señor y, por lo tanto, desean presentarlo como una figura fuerte y bella.

Pero creo que estas imágenes están lejos de la verdad. En primer lugar, hay que tener en cuenta que Jesús era judío. No era, por lo tanto, de ojos azules y rubio. En segundo lugar, la Biblia declara específicamente en Isaías 53 que el Mesías no sería una persona hermosa.

Curiosamente, no hay una descripción física de Jesús en el Nuevo Testamento. Pero, en el pasaje de Isaías 53 dice: “…no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos” (Isaías 53:2).

En otras palabras, el Mesías sería un judío de aspecto muy común que no atraería a las personas por Su apariencia. En cumplimiento de esta profecía, los escritores de los evangelios nos dicen que Jesús atraía a las personas por la autoridad de Sus palabras, el poder de Sus milagros y la calidad de Su vida.

Muchas de las imágenes más realistas de Jesús que encontré fueron las creadas por incrédulos que simplemente lo retrataron como el judío de aspecto común que era. Una de mis favoritas es la imagen que apareció en la portada de la revista Time el 6 de diciembre de 1999. Se reproduce en la página opuesta.

La imagen en la portada de esta edición es una pintura titulada, La Imagen de Cristo. Fue pintada por Heinrich Hofmann (1824-1911). Hofmann fue un artista alemán quien fue considerado como uno de los pintores más destacados de su época.

Seleccioné su pintura para nuestra portada por tres razones. En primer lugar, debido a su excelente calidad artística. Segundo, por evita retratar a Jesús como un gentil glamoroso. Tercero, y la más importante, es la expresión en Su rostro. Para mí, es como si estuviera contemplando la Cruz.


Imagen de la portada tomada de fineartamerica.com

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 29 de mayo de 2019

El Vigilante: Los Milagros de Jesús en Galilea


Erick Stakelbeck y Danny "El Excavador" Herman caminan tras los pasos de Jesús en Capernaum, Nazaret y Caná, y visitan los lugares en donde Jesús realizó algunos de sus más grandes milagros.

jueves, 23 de mayo de 2019

El Ángel del Señor (pdf)

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles


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Estimados lectores: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.



El Ángel del Señor – Conclusión

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles




Pregunta: Si Jesús no es un ángel, entonces, ¿por qué se le dio el título de “el Ángel del Señor” en Sus apariciones pre-encarnadas?

Respuesta: El título es una expresión de cariño y una descripción del papel principal de Jesús en estas apariciones. Así como mi esposa es mi “ángel”, así también el Hijo es el “ángel” del Padre. Jacob usó este tipo de terminología cuando bendijo a sus hijos en su lecho de muerte. Al bendecir a José, se refirió a Dios como “el Ángel que me liberta de todo ma” (Génesis 48:15-16).

De nuevo, el término, ángel, significa “mensajero”. Y ése es el papel que Jesús jugó con mayor frecuencia en Sus apariciones pre-encarnadas. Por lo tanto, el título era muy apropiado. 

Las imágenes se trasladan al Nuevo Testamento, en una visión que Juan registra en Apocalipsis 10. A Juan se le da una prolepsis al final de la Tribulación. Él ve a un “ángel fuerte” que desciende del Cielo. El ángel tiene el título de propiedad de la tierra en su mano. Pone un pie en la tierra y el otro en el mar y levanta el título de propiedad en el aire, como un símbolo de su reclamo de toda la creación para sí mismo.

Esta dramática representación del "ángel fuerte", de Apocalipsis 10, fue pintada por Pat Marvenko Smith.

No creo que haya alguna duda de que este “ángel” es Jesús. Está vestido con una nube, coronado con un arco iris, y tiene su “rostro como el sol” — todos los cuales son símbolos de la deidad (vea Apocalipsis 1:13-16). Sus pies son como “columnas de fuego”, que indican que ha venido en juicio — y todo juicio ha sido dado a Jesús (Juan 5:22). Lo más importante es que Él tiene abierto en Su mano el título de propiedad de la tierra (Apocalipsis 10:2), un título del que se nos dice en Apocalipsis 5:5-7 que sólo Jesús es digno de abrir. 

Algunos se oponen a la identificación de este ángel con Jesús, porque Él hace un juramento por el nombre de Dios (Apocalipsis 10:6). Ellos preguntan, “¿Cómo puede Dios jurar por Dios?”. Pero, en Hebreos 6:13, se nos dice que cuando Dios hizo Sus promesas a Abraham “juró por sí mismo”. Vemos lo mismo en Jeremías 22:5, donde Dios dice, “por mí mismo he jurado”.

Es muy apropiado que las imágenes de “el Ángel del Señor” se usen en el libro de Apocalipsis, porque es un libro impregnado de las Escrituras hebreas. Apocalipsis contiene más de 300 citas o referencias a pasajes del Antiguo Testamento, más que cualquier otro libro del Nuevo Testamento.

Pregunta: ¿Cuál era el nombre pre-encarnado de Jesús? ¿Podría haber sido “Israel” a la luz de 2 Crónicas 7:14, Éxodo 4:22, y Oseas 11:1?

2 Crónicas 7:14 — “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren…”

Éxodo 4:22 — “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito”.

Oseas 11:1 — “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”.

Respuesta: Dios el Padre ama los nombres, porque es un Dios personal (1 Pedro 5:7). Él mismo tiene un nombre personal, Yahvé, que le reveló a Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 6:2-3). Este nombre se usa en las Escrituras hebreas 6,668 veces. Desafortunadamente, está camuflado en la mayoría de las traducciones en inglés, por el uso de la palabra, SEÑOR — todo en mayúsculas.

Durante los tiempos bíblicos, Dios a menudo cambió los nombres de las personas a medida que sus papeles cambiarían. Cuando llamó al hombre que iba a ser el padre del pueblo judío, Él cambió su nombre de Abram, que significa “padre exaltado”, a Abraham, que significa “padre de una multitud” (Génesis 17:5). Del mismo modo, Él cambió el nombre de la esposa de Abraham, de Sarai a Sara, que significa “princesa” (Génesis 17:15). Cuando el terco y engañoso Jacob finalmente se entregó al Señor, su nombre fue cambiado a Israel, que significa “el que lucha con Dios” (Génesis 32:28). En los tiempos del Nuevo Testamento, el nombre de Saulo fue cambiado a Pablo, y el nombre de Simón a Pedro (Hechos 13:9; Marcos 3:16). 

En Apocalipsis 2:17 se nos dice que cuando los redimidos se presenten ante el tribunal de Jesús, cada uno recibirá una piedra blanca (un símbolo de inocencia), en la que se escribirá un nuevo nombre. Sí, vamos a tener nombres nuevos en el Estado Eterno. Estos nombres probablemente se relacionarán con nuestras vidas cristianas. Así, algunos podrían llamarse Fe, mientras que otros podrían llamarse Perseverancia o Amor.

El nombre de Jesús — Yeshúa en hebreo — significa “la salvación del Señor” (Mateo 1:21). Su nombre expresa el propósito de Su Primera Venida. Se nos dice en Apocalipsis 19:12 que, cuando Él regrese a reinar, se le dará un nuevo nombre. Este nombre, sin duda, se relacionará con su nuevo papel como Rey de reyes. Jeremías 23:6 insinúa que Su nuevo nombre podría ser Yahvé-Tsidkenu, que significa “La Justicia del Señor”. Ése sería un nombre apropiado, porque Él regresará para traer paz, rectitud y justicia a este mundo.

Otra representación del Ángel del Señor deteniendo el sacrificio deIsaac. Éste es un grabado en madera de Julius Schnoor von Carolsfeld.

Considerando todos estos puntos, ciertamente tiene sentido asumir que Jesús podría haber tenido algún otro nombre antes de encarnarse. Pero cuál pudo haber sido, la Biblia no lo revela. “Ángel del Señor” es un título, no un nombre.

Ciertamente no era Israel, porque ese nombre significa “uno que lucha con el Señor”. ¿Cómo podría ser ése el nombre de alguien que coexiste en perfecta unidad con Dios el Padre? De hecho, Jesús dijo que Él y el Padre son Uno (Juan 10:30).

En Éxodo 4:22, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Faraón, “Israel es mi hijo, mi primogénito”. Esta fraseología fue seleccionada con el fin de enfatizarle al Faraón cuán importante era el pueblo judío para Dios. Pero es una metáfora, similar al concepto del Nuevo Testamento de que la Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-26; Apocalipsis 19:7).

Oseas 11:1 cita a Dios el Padre diciendo, “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”. De nuevo, el Señor está hablando metafóricamente de Israel como Su hijo, tal como se refiere a Israel en otras partes como Su esposa (vea Jeremías 3:1-5; 31:32; Ezequiel 16:15-34).

En 2 Crónicas 7:14, Dios se refiere a Israel como “mi pueblo, que lleva mi nombre” (NTV). Literalmente, este pasaje dice, “Mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado”. El punto aquí no es que el nombre de Dios es Israel. Más bien, el punto es que el pueblo judío es el pueblo de Yahvé.

Pregunta: ¿Qué otros funciones cumplió el Ángel del Señor además de la de un mensajero?

Respuesta: Entregar mensajes fue ciertamente su función principal. Se le apareció al profeta Balaam y le dio órdenes (Números 22:22-35). Le dio instrucciones a Gedeón, para que liberara a Israel de los madianitas (Jueces 6). Profetizó el nacimiento de Sansón (Jueces 13), y le ordenó a David que construyera un altar en Jerusalén (1 Crónicas 21:18).

Una representación en madera de la masacre del ejército asirio por el Ángel del Señor (2 Reyes 19:35). El artista fue Julius Schnoor von Carolsfeld, quien pasó su vida ilustrando la Biblia de principio a fin.

A veces proveía orientación. Dirigió a los hijos de Israel en el desierto, como una columna de nube durante el día y de fuego durante la noche (Éxodo 14; Jueces 2:1). Dirigió a Elías cuando huyó al Monte Horeb (1 Reyes 19).

Ocasionalmente, se desempeñó como un vengador, ejecutando juicio sobre los enemigos de Israel. Cuando los asirios amenazaron con destruir a Jerusalén, fue el Ángel del Señor quien mató a 185,000 de ellos en una noche, obligando a los restantes a retirarse (2 Reyes 19:35). En momentos como éste, también sirvió como protector de Israel y es alabado en los Salmos como tal: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmos 34:7).


Lea la parte 1 »»aquí

Si desea obtener más información acerca de este tema, visite nuestra sección:
»» Ángeles

Original article:
The Angel of the Lord

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 22 de mayo de 2019

El Ángel del Señor – Parte 1

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles




Hace varios años, recibí una carta de un hombre de Champaign, Illinois, en la que me hacía una serie de preguntas muy interesantes acerca de Jesús antes de encarnarse. Desde entonces, un número de otras personas me han contactado con una variedad de preguntas sobre el mismo tema. A continuación se enumeran las preguntas y mis respuestas a ellas. 

Preguntas y Respuestas

Pregunta: ¿Hizo Jesús apariciones antes de Su encarnación?

Respuesta: Definitivamente. Un buen ejemplo se encuentra en Isaías 6. El rey Uzías, quien había reinado durante 52 años en Judá, acababa de morir, e Isaías, quien probablemente era sólo un adolescente en ese momento, fue al templo para llorar la muerte del rey.

Isaías fue sorprendido por una visión en la que vio al Señor — el Rey de reyes — “sentado sobre un trono alto y sublime” (Isaías 6:1). En Juan 12:41, se nos dice que lo que Isaías vio fue a Jesús en “su Gloria” — la gloria que tenía antes de encarnarse (Filipenses 2:5-8). 

Pregunta: He oído que “el Ángel del Señor”, de quien a menudo se hace referencia en el Antiguo Testamento, era realmente Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. ¿Es esto cierto?

Respuesta: “El Ángel del Señor” es mencionado 56 veces en 51 versículos en las Escrituras hebreas. La primera referencia se encuentra en Génesis 16:7-12, donde dice que “el Ángel del Señor” se le apareció a Hagar, mientras huía al desierto de la ira de la esposa de Abraham. El Ángel le dijo que volviera a casa, y luego le reveló que estaba embarazada y que el nombre de su hijo sería Ismael. 

Un estudio de las apariciones posteriores del Ángel del Señor deja muy en claro que fueron apariciones pre-encarnadas de Jesús.

Un buen ejemplo se encuentra en Éxodo 3. Allí se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Moisés en la zarza ardiente (versículo 2). Luego se nos dice que el Ángel habló a Moisés y dijo, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (versículo 6).

En Éxodo 23 se nos dice que Dios el Padre le habló a Moisés y le dijo que iba a enviar un ángel para guiar y proteger a los hijos de Israel en el desierto. Él se refiere a este ángel como “mi Ángel” y declara que “mi nombre está en él” (Éxodo 23:20-23). Obviamente, éste no es un ángel ordinario.

En Jueces 13, se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Manoa y su esposa para informarles que tendrían un hijo llamado Sansón. Cuando Manoa le preguntó al Ángel Su nombre, Él respondió, “¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?” (Jueces 13:18). Manoa entendió el punto de esta declaración inmediatamente, porque se volvió a su esposa y le dijo, “Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (Jueces 13:22).

La deidad del Ángel también es atestiguada por el hecho de que, en dos ocasiones, aceptó adoración. Cuando se les apareció a Moisés (Éxodo 3:1-5) y a Josué (Josué 5:14-15), les dijo que quitaran sus sandalias, porque estaban en un “lugar santo”. 

Este cuadro, titulado “Abraham sacrificando a Isaac”, fue pintado en 1650 por Laurent de la Hire, un pintor clásico barroco francés. Describe una de las acciones más dramáticas del Ángel del Señor, cuando detuvo a Abraham de sacrificar a su hijo y le proveyó un carnero para sustituirlo como ofrenda a Dios (Génesis 22).

Pregunta: Pero, ¿no podrían estas apariciones de Dios en la forma de “el Ángel del Señor” haber sido Dios el Padre mismo en lugar de Jesús?

Respuesta: No, porque hay muchos informes de personas que vieron al Ángel del Señor, y Juan 1:18 dice, “A Dios nadie le vio jamás”. El versículo luego hace un punto muy importante: “el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer [a Dios]”. Así pues, según Juan, las personas en los tiempos del Antiguo Testamento, que vieron a Dios, realmente vieron a Jesús en una forma pre-encarnada “declarando” a Dios.

Esta conclusión es confirmada por una declaración que Dios el Padre hizo a Moisés en el Monte Sinaí: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Del mismo modo, Pablo declara en 1 Timoteo 6:16 que Dios el Padre “…habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver”. 

En Génesis 32, se nos dice que Jacob luchó con un “hombre” (versículo 24), que se identificó a sí mismo como Dios (versículo 28). De hecho, Jacob dice, “Vi a Dios cara a cara…” (versículo 30). Puesto que sabemos por Juan 1:18 que nadie ha visto a Dios el Padre, Jacob debe estar hablando de Jesús en una aparición pre-encarnada. Esto queda en claro en Oseas 12:3-4, donde se nos dice que el Dios-Hombre con quien Jacob luchó era “el Ángel”. En el versículo 5 Oseas identifica al Ángel como “Jehová es Dios de los ejércitos…”.

En Malaquías 3:1, en una profecía sobre la Primera Venida del Mesías, Dios el Padre es citado prometiendo enviar a Su Hijo: “He aquí, yo envío mi mensajero...”. La palabra traducida “mensajero”  es la palabra hebrea, malakh, que literalmente significa “ángel”.

Una prueba más de que el Ángel del Señor era Jesús pre-encarnado, es el hecho de que el Ángel dejó de aparecer después de que Jesús  se encarnó.  En ese punto del tiempo, el ángel Gabriel  asumió la responsabilidad de servir a Dios como el principal mensajero de Dios. 

Pregunta: El título, “el Ángel del Señor”, ¿significa que Jesús es un ángel poderoso como Gabriel o Miguel?

Respuesta: No, para nada. De hecho, se nos dice de forma rotunda que Jesús es “superior a los ángeles” (Hebreos 1:4), porque Él es el unigénito Hijo del Padre (Hebreos 1:1-5). Por lo tanto, los ángeles le adoran (Hebreos 1:6-7). También, los ángeles fueron creados en un punto en el tiempo (Salmos 148:1-6), mientras que Jesús ha existido eternamente (Juan 1:1-14). De hecho, la Biblia afirma que Jesús mismo fue quien creó a los ángeles (Colosenses 1:16). 


Lea la conclusión »»aquí

Original article:
The Angel of the Lord

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 19 de diciembre de 2018

La Verdad del Nacimiento Virginal (pdf)

¿Es esencial para la fe cristiana?


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Me gustaría comenzar afirmando mi tesis desde el principio: La creencia en el nacimiento virginal de Jesús es absolutamente esencial para la fe cristiana. Negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús, y si Jesús no fue Dios en la carne, entonces usted y yo no tenemos esperanza en absoluto. 

Estimado lector: Su valiosa contribución, por medio de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual. Si desea conocer cómo puede hacer su aporte, visite nuestra sección Donativos:


La Verdad del Nacimiento Virginal (conclusión)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


Reflexiones sobre María

En ese sentido, quisiera añadir unas palabras sobre María. En la tradición protestante, ella ha sido casi completamente ignorada, principalmente debido al hecho de que los católicos le han prestado mucha atención.

Ahora, ella ciertamente no debe ser elevada al estatus de un dios, como algunos lo han hecho, pero sí merece nuestra atención. Por un lado, la mayoría de las personas parecen no darse cuenta de que probablemente tenía 13 años cuando fue visitada por el ángel Gabriel. Ésa era la edad del matrimonio en Israel en esa época, como aún lo es en mucha de esa parte del mundo.


Por lo tanto, estamos hablando de una adolescente que es un modelo de fe, pureza y devoción a Dios. Y una de las claves de su carácter se revela en el cántico de regocijo que entonó cuando quedó embarazada del Niño Jesús. Ese cántico, registrado en Lucas 1, revela que ella estaba impregnada de las Escrituras. Obviamente había nacido en una familia justa, donde se le había enseñado la Palabra de Dios desde la infancia.

Sin embargo, las Escrituras también revelan que era una pecadora que necesitaba un Salvador, al igual que todos nosotros. Ella comenzó su cántico de regocijo declarando: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lucas 1:46b-47).

Y, como María, todos nosotros hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Todos nosotros necesitamos un Salvador.


Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí
Lea la parte 3 »»aquí
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

martes, 18 de diciembre de 2018

La Verdad del Nacimiento Virginal (parte 4)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


La Respuesta de José

Y su inocencia es confirmada también por lo que Mateo nos dice acerca del comportamiento de su esposo, José. Mateo dice que, debido a que José era un hombre justo, al principio quería divorciarse de María discretamente, pero luego cambió de opinión y decidió seguir adelante con el matrimonio porque un ángel se le apareció y le aseguró la inocencia de María (Mateo 1:18-23).

“San José de Nazareth”, por Robert Lentz.

Mateo deja en claro que la respuesta inicial de José a la noticia del embarazo de María fue de conmoción. Claramente era una parte inocente. Y su disposición a continuar con el matrimonio demostró que fue convencido por la visita del ángel de que María, también, era completamente inocente. 

Las Objeciones del Mundo

Sin embargo, el mundo, incluyendo a algunos líderes cristianos profesantes, grita, “¡Tonterías!”.

“¡Es científicamente imposible!”, dicen. Bueno, ¡por supuesto que lo es! Pero la concepción de Jesús fue un milagro de Dios realizado por Aquél que creó el universo entero por medio de Su palabra. Como Gabriel le dijo a María: “Para Dios no hay nada imposible”.

Los críticos responden, “Pero se menciona sólo en Mateo y Lucas. No se menciona en los Evangelios de Marcos y Juan, ni se menciona en las epístolas de Pablo, Pedro y Juan”. Mi respuesta es pregunta, “¿Cuántas veces debe Dios decir algo para que sea verdadero?”. Una es suficiente para mí.

Se indica específicamente en dos Evangelios, y es mencionado indirectamente por Pablo en Gálatas 4:4, donde se refiere a Jesús habiendo “nacido de mujer”, la cual era una declaración muy pintoresca en una cultura masculina dominante. Los críticos responden afirmando que los cristianos primitivos simplemente trataron de deificar a Jesús, al relacionar su nacimiento con mitos paganos de grandes personas, como Alejandro Magno — personas que supuestamente nacieron de la unión entre un dios y una mujer terrenal. Pero todos esos mitos crudamente representaban a los dioses viniendo a la tierra y teniendo relaciones sexuales con mujeres.

La idea de que los judíos ortodoxos del primer siglo trataran de deificar a su Mesías, aplicándole mitos paganos es absurda. Igualmente de absurdo es creer que ellos dedicarían sus vidas a un mito y que estarían dispuestos a morir por él. 

El último suspiro de los críticos es su opinión de que un nacimiento virginal no se anticipaba en ninguna parte de las Escrituras hebreas y, por lo tanto, tenía que ser un mito que fue conjurado por gente ignorante y supersticiosa. 

Pero esto ignora el hecho de que los dos escritores que mencionan el nacimiento virginal eran hombres educados — Mateo, el ex recaudador de impuestos romanos, y Lucas, un médico.

El argumento también ignora el hecho de que el nacimiento virginal del Mesías fue definitivamente anticipado en la profecía bíblica.

La Profecía Bíblica

En los albores de la historia, en el Jardín del Edén, cuando Adán y Eva pecaron, Dios les prometió que algún día se reconciliarían con Él a través de “la simiente de la mujer”. Esa declaración claramente implica un Mesías que nacería de una virgen. Puede encontrar esa declaración en Génesis 3:15 —

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Miles de años después, el profeta Isaías declaró específicamente que el Mesías nacería de una virgen. En Isaías 7:14, encontramos estas palabras: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

La primera estampilla de Navidad emitida por la Oficina de Correos de los Estados Unidos fue en 1962. Mostraba una corona de flores y dos velas. Desde 1966 ha habido una estampilla religiosa emitida cada año con una pintura de la Virgen y el Niño, en su mayoría por pintores del Renacimiento. Esta estampilla que muestra una pintura de Sassoferrato (1609-1685), fue emitida en 2009.

Algunos teólogos liberales argumentan que la palabra hebrea para virgen utilizada en este pasaje también puede significar “señorita”, pero pasan por alto dos hechos:

1) Cuando la Biblia hebrea fue traducida al griego cerca de 280 años antes de Jesús, lo que produjo lo que se llama La Septuaginta, los 70 sabios judíos que hicieron la traducción usaron una palabra griega en este pasaje que sólo puede significar virgen, porque ésa fue su interpretación del significado del pasaje.

2) Y esa palabra, parthenos, es la palabra que Mateo usó en su Evangelio, al citar la profecía. De nuevo, ésta sólo puede significar virgen.

La Fe Basada en la Evidencia

Como hemos visto, las Escrituras están llenas de evidencia sólida del nacimiento virginal. Y, sin embargo, no prueban el nacimiento virginal, debido a que el nacimiento virginal, como la deidad de Jesús y Su resurrección, básicamente debe ser aceptado por fe.

Pero, no estamos llamados a ejercer una fe ciega. Se nos da evidencia sustancia sobre la cual podemos basar nuestra fe.

Sin embargo, el mundo aún grita: “¡Es imposible!”.

En respuesta, necesitamos tener en cuenta las palabras que el ángel Gabriel habló a María. Él dijo: “No hay nada imposible para Dios”. 

Lo que el mundo necesita tan desesperadamente hoy es la sencilla fe infantil de María cuando dijo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

viernes, 14 de diciembre de 2018

Revista Llamada de Medianoche – Diciembre 2018

¿Sigue siendo válida la creencia en el nacimiento virginal?

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Temas incluidos en esta edición:

»» ¿Por qué Israel pone moscas en la frontera con Gaza?
»» 45 años de la Guerra de Yom Kippur 
»» Crisis de agua amenaza a los ayatolás
»» La Epístola a los Filipenses
»» ¿Es Jesús el Hijo de Dios o Dios mismo? 

Entre otros.

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La Verdad del Nacimiento Virginal (parte 3)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


La Esencialidad del Nacimiento Virginal

Centrémonos por un momento en la esencialidad del nacimiento virginal. ¿Por qué es tan importante para la fe cristiana? Yo diría que hay tres razones.

En primer lugar, se relaciona con la integridad de la Biblia como la Palabra de Dios. La Biblia dice rotundamente que Jesús nació de una virgen. Si eso no es cierto, entonces, ¿qué podemos creer en la Biblia? Si lo que ella dice acerca del nacimiento de Jesús es ficción, ¿entonces como podemos creer lo que dice acerca de Su muerte y resurrección?

En segundo lugar, se relaciona con la integridad de Jesús como el Mesías. Para que Jesús fuera nuestro Salvador, tres condiciones debían cumplirse:

a) Él tenía que ser Humano. Ningún ángel podía morir por nuestros pecados.

b) Él tenía que ser Divino. Un simple mortal no podía soportar el precio infinito que debía pagarse por nuestros pecados.

c) Él tenía que ser Inmaculado. Un pecador no podía morir por los pecados de otros.

El nacimiento virginal garantizó el cumplimiento de estas tres condiciones:

a) Debido a que nació de María, Él era Humano.

b) Debido a que fue concebido por el Espíritu Santo, Él era Divino.

c) Debido a que nació santo, sin una naturaleza pecaminosa, Él estaba calificado para servir como nuestro Salvador.

Este último punto es extremadamente importante. Verá, aunque Adán y Eva pecaron, Dios le asignó la responsabilidad a Adán (Génesis 3:17-19). Romanos 5:12-21 enfatiza este punto. Afirma que, así como la muerte entró al mundo a través del pecado de un hombre, Adán, y dio lugar a la condenación para todos los hombres, así también, la esperanza de la vida y la justificación han llegado a través de un hombre, Jesucristo.

El punto es que la naturaleza pecaminosa es transmitida por el padre, y por lo tanto, para que Jesús naciera sin una naturaleza pecaminosa, tenía que nacer sin un padre terrenal. Y esto nos lleva a otro punto importante. No fue el nacimiento de Jesús lo que fue milagroso. Él estuvo en el vientre de María durante 9 meses y nació como usted y como yo. Lo que fue milagroso fue Su concepción. En un gran milagro de creación, fue colocado en el vientre de María por el Espíritu Santo.

El Dr. Henry Morris, fundador del Instituto para la Investigación del Creacionismo, describe el proceso en estas palabras:

El cuerpo creciendo en el vientre de María debe haber sido especialmente creado en perfección completa, y colocado allí por el Espíritu Santo, con el fin de que fuera libre del daño inherente del pecado.

Cristo aún estaría “…” (Romanos 1:3), debido a que Su cuerpo fue nutrido por y nacido de María, quien era de la simiente de David. Él aún sería el Hijo del Hombre, compartiendo toda la experiencia humana universal desde la concepción hasta la muerte, excepto el pecado. Él es verdaderamente “…” (Génesis 3:15), Su cuerpo no se formó ni de la simiente del hombre ni del óvulo de la mujer, sino que creció a partir de una semilla única plantada en el cuerpo de la mujer por Dios mismo.

Es decir, Dios directamente formó un cuerpo para el segundo Adán, tal como lo hizo para el primer Adán (Génesis 2:7). Esto fue nada menos que un milagro de creación, capaz de ser realizado sólo por el Creador mismo.12

La Anunciación

Regresemos ahora a las Escrituras y continuemos con la historia de la natividad, mediante la lectura de Lucas 1, comenzando con el versículo 26 — una vez más usando el Nuevo Testamento Judío.

26 En el sexto mes, el angel Gabri’el fue enviado por Dios a una ciudad en el Galil llamada Natzeret,

27 a una virgen comprometida en matrimonio con un hombre llamado Yosef, de la casa de David. El nombre de la virgen era Miryam. 

28 Acercándose a ella, el ángel le dijo: “¡Shalom, mujer favorecida! ¡ADONÁI está contigo!”.

29 Ella se sintió profundamente turbada por sus palabras y se preguntó qué clase de saludo podía ser ese.

30 El ángel le dijo: “No temas, Miryam, porque has hallado gracia con Dios. 
31 ¡Mira! Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, al que deberás poner por nombre Yeshúa.

32 Él será grande, será llamado Hijo de HaElyon. ADONÁI, Dios le entregará el trono de su antepasado David;

33 y él gobernará la casa de Ya’akov para siempre, no habrá fin a su Reino”.

"La Anunciación" (la aparición del ángel Gabriel a María), pintada en 1644 por Philippe de Champaigne (1602-1674), un pintor francés. 

Hagamos una pausa por un momento porque quiero recordarles un hecho muy importante: la persona que escribió estos versículos fue un hombre llamado Lucas, quien era un médico. Esto es importante porque nos da más información acerca del nacimiento virginal que todo el resto de los escritores del Evangelio combinados.

Y no creo que haya sido un accidente. Piénselo — ¡Dios usó a un médico, un hombre de ciencia, para darnos los hechos detallados acerca del nacimiento virginal! Y creo que Dios hizo esto a propósito para que nadie pudiera descartar legítimamente la historia como las imaginaciones mitológicas de una persona ignorante y supersticiosa. ¡El testigo más importante del nacimiento virginal es un doctor!

Otra cosa que debemos tener en cuenta al considerar estos versículos de Lucas es que en esa época, no había bodas a la fuerza — ¡simplemente no existían! 

Se negociaba y firmaba un contrato de matrimonio formal, llamado Ketubah, en cuyo momento se consideraba que la pareja estaba casada, pero el matrimonio no se consumaba hasta después de un período de espera de 9 meses a un año. Durante ese tiempo, el esposo preparaba una casa para que vivieran y la esposa demostraba su fidelidad.

Y si la mujer quedaba embarazada durante ese tiempo, era un asunto muy serio. Significaba que sería apedreada a muerte por infidelidad o humillada por un decreto de divorcio. Así pues, el anuncio de Gabriel de que María iba a quedar embarazada durante ese período de espera, tenía grandes consecuencias, por decir lo menos.

Consideremos la respuesta de María al anuncio de Gabriel:

34 “¿Cómo podrá ser esto”, le preguntó Miryam al ángel, “puesto que soy virgen?”.

35 El ángel le constestó: “El Ruach HaKodesh vendrá sobre ti, el poder de HaElyon te cubrirá. Por lo tanto el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.

36 ¡Tú tienes un familiar, Elisheva, que es una mujer anciana y todo el mundo dice que ella es estéril, pero ha concebido un hijo y está embarazada de seis meses! 

37 Porque para Dios nada es imposible”. 

38 Miryam dijo: “Yo soy la sierva de ADONÁI, hágase en mí como tú has dicho”.  

La Respuesta de María

Ahora, lo primero que debemos notar acerca de la respuesta de María es que, aunque probablemente no tenía más de 14 años, no era una niña ingenua. Ella sabía lo que se necesitaba para tener un bebé, y por eso inmediatamente proclamó, “¿Cómo podrá ser esto puesto que soy virgen?”. Gabriel responde diciéndole que la concepción será milagrosa por el poder del Espíritu Santo.

Dudo que María tuviera alguna idea de lo que eso significaba — tal como no podemos comprenderlo completamente hoy — sin embargo, sabiendo que eso complicaría enormemente su vida y su relación con José, ella respondió, “Yo soy la sierva de ADONÁI, hágase en mí como tú has dicho”. Ésa, mis amigos, fue una declaración de fe increíblemente valiente. 

La Inocencia de María

Pero la respuesta de María no es la única evidencia de su inocencia. Evidencia adicional puede encontrarse en el relato de Lucas. Sigamos leyendo:

39 Sin demora alguna, Miryam se puso en camino y se fue a la ciudad en la región montañosa de Y’hudad

40 donde Zacarías vivía, entró a su casa y saludó a Elisheva.

41 Cuando Elisheva oyó el saludo de Miryam, el bebé en su seno se movió. Elisheva fue llena del Ruach HaKodesh 

42 y habló a gran voz: “¡Cuán bendita eres entre las mujeres! ¡Y qué bendito es el niño en tu seno!

43 ¿Pero quién soy yo como para que la madre de mi Señor venga a mí?

44 ¡Porque tan pronto como llegó a mis oídos el sonido de tu saludo, el bebé en mi seno saltó de gozo!

45 Bendita seas por haber confiado en que la promesa que te ha hecho ADONÁI se cumplirá en ti”. 

Elizabeth saluda a María.

Observe que la inocencia de María se atestigua una y otra vez en estos versículos particulares. Por ejemplo, lo primero que nos dicen es que María corrió a una pariente, Elizabeth, para compartir con ella las buenas noticias de su embarazo. Déjeme preguntarle, ¿cuántas chicas solteras embarazadas ha visto comportarse de esa manera? Normalmente se sienten abrumadas por la vergüenza, ¡y las últimas personas que quieren que sepan acerca de su situación son sus parientes!

¡Y su inocencia se ve confirmada por el hecho de que escogió a una familia sacerdotal para compartir la noticia! La importancia de esto es que el esposo de Elizabeth, Zacarías, era un sacerdote. Si María estaba embarazada por fornicación, habría sido responsabilidad de Zacarías reportarla y hacer que ella fuera juzgada y lapidada.

Creo que la inocencia de María también se confirma por la reacción de Elizabeth cuando ella exclamó, “¡Cuán bendita eres entre las mujeres! ¡Y qué bendito es el niño en tu seno!”. ¡Lo hizo antes de que María pudiera siquiera decirle el propósito de su visita!

El pasaje dice que lo hizo bajo la unción del Espíritu Santo. En otras palabras, a Elizabeth le fue dada una palabra de conocimiento sobrenatural, y esto debió haber servido como confirmación a María del mensaje que Gabriel le había dado.
Y otra confirmación es proporcionada por Juan el Bautista, quien en ese momento aún estaba en el vientre de su madre, Elizabeth. Él comenzó a saltar con alegría en el vientre de su madre, cuando María llegó, ¡porque sintió la presencia del Mesías!

El Cántico de María

Continuemos con nuestra búsqueda de evidencia de la inocencia de María. La siguiente pieza de evidencia se encuentra en un hermoso cántico que María le canta a Elizabeth:

46 Luego Miryam dijo: “Mi alma enaltece a ADONÁI

47 y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador,

48 que se ha fijado en su sierva en su humilde posición. ¡Porque, imagínate! ¡Desde ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita! 

49 El Todopoderoso ha hecho grandes cosas conmigo. Su nombre es realmente santo

50 y en cada generación él tiene misericordia de aquellos que le temen”.

Le pregunto, ¿qué chica soltera embarazada se ha comportado de esta manera, entonando cánticos de alabanza a Dios delante de sus familiares? ¡El comportamiento de María es el comportamiento de la inocencia!

Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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