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jueves, 16 de noviembre de 2017

Libro: Pastores que Abusan – Parte II

Cómo Reconocer a los Pastores Abusivos

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Hasta aquí hemos estudiado distintos casos de la vida real, de personas que fueron víctimas de líderes religiosos autoritarios. Como expliqué en un principio, se escogieron estas historias con toda intención ya que son representativas de lo que les sucede a miles de personas cada año. 

Es conveniente en este momento hacer un alto y subrayar algunas conclusiones importantes. 

En los capítulos anteriores aprendimos que existen pastores, sacerdotes y líderes religiosos que tienen una obsesión por que se les obedezca ciegamente. Reclamando ser representantes de Dios, hay algunos que aun se atreven a pedir que sus seguidores violen lo mismo las leyes divinas que las humanas. Para lograr que la gente haga esto, utilizan al igual que las sectas destructivas, las doctrinas del autoritarismo hasta que provocan una especie de lavado de cerebro en sus oyentes. Este tipo de líderes frecuentemente se niegan a ser cuestionados en cuanto a sus conductas personales, aunque imponen a otros estrictas reglas morales. Se suelen volver agresivos, cínicos y aun peligrosos cuando alguien decide desobedecer sus caprichos o no accede a ser explotado. Hemos visto también que este tipo de liderazgo se puede encontrar prácticamente en cualquier organización. Puede ser en un grupo independiente como fue en el caso de Joanna; en una denominación con costumbres tradicionalistas como le sucedió a la familia López, en una iglesia católica como le sucedió a María Luisa, o en una secta aberrante como la de David Koresh, en Waco, Texas. 

A continuación queremos hacer algunas preguntas importantes, ¿qué tipo de persona es el líder autoritario?, en otras palabras: ¿Cómo los podemos reconocer? ¿Cuál es el perfil de estos tiranos disfrazados de pastores? El otro cuestionamiento, ya parcialmente respondido es éste: ¿Quiénes pueden llegar a caer en sus manos? ¿Qué tipo de personas son propensas a ser sus víctimas? 

La respuesta al primer punto es que no hay un perfil definido para reconocer a estos pastores. Suelen ser muy distintos entre sí y tener pocas cosas en común. Por ejemplo, la familia López de la "Iglesia de la Fe en Dios" estaba bajo el liderazgo de un hombre, que como vimos, era el clásico pastor denominacional. Era un dirigente casado, de edad madura, de aspecto serio, educado, con carácter fuerte y don de mando. Su trato con la gente era seco y en general se apegaba fielmente a los credos y principios tradicionalistas de su denominación. Normalmente se mostraba formal tanto en sus enseñanzas como en organizar sus programas de actividades religiosas. 

Sin embargo, Joanna se encontró con un líder muy diferente, pero que resultó ser tan dañino o peor que el anterior. Era un adulto joven de aspecto sano, carácter muy dulce, inteligencia notable y con una sonrisa que podía desarmar a cualquiera. Aparentemente poseía un conocimiento de la Biblia admirable y hablaba mucho del amor de Dios. En su aspecto, según la opinión de varias ex-miembros de "Nuevo Amanecer", parecía ser una persona sumamente espiritual, sensible y con una gran preocupación por el bienestar de sus ovejas. Él no tenía lo que podríamos llamar un carácter impositivo o "fuerte". Más bien era el tipo de persona que te podía llevar a hacer lo que él quisiera por medio de sus palabras amables y cargadas de emocionalismo. Era un manipulador profesional de los sentimientos. 

En cambio, el tristemente célebre David Koresh se sale de los dos estereotipos anteriores. Tanto su manera de vestir como de vivir eran bastante descuidadas. Utilizaba el pelo crecido hasta el hombro y usaba ropa informal. Su lenguaje, aun al predicar, a veces caía en lo vulgar. Sus enseñanzas no tenían un enfoque especial en el amor ni tampoco estaban basadas en un credo denominacional. No había tradiciones, ni rituales, ni nada parecido. Su énfasis estaba en las enseñanzas apocalípticas y las "revelaciones personales". Era adicto al rock, a las películas de violencia y a coleccionar rifles. Su estilo de vida proyectaba una imagen de promiscuidad y rebeldía contra todo. No era el típico pastor. Era totalmente diferente en su manera de ser a los líderes autoritarios anteriores, pero su estilo resultaba atractivo para cierta audiencia. 

El padre Luis Parra, por otra parte, era un sacerdote de edad madura, seco, que oficiaba misa fielmente de acuerdo a los preceptos ortodoxos del catolicismo. Le gustaba relacionarse con gente influyente, pero parecía también un hombre versado en la caridad al cuidar de una anciana en su vejez, mostrando interés en ayudarla a administrar sus propiedades. Cuando le hubo saqueado todos sus bienes emergió su verdadero carácter. Su inhabilidad para mostrar empatía con su víctima y pesar por sus acciones, su prepotencia así como el cinismo con que se expresaba de la viuda agraviada, son rasgos sociopáticos magnificados. Esto es en parte consecuencia del gran respaldo institucional con que contaba para delinquir. Luis Parra se sabía protegido y eso lo hacía más dañino y peligroso. 

En resumen, los malos líderes religiosos pueden ser muy distintos unos de otros. 

Obsesión por Controlar 

Si queremos identificar a los pastores abusivos tenemos que aprender esta lección: No nos guiemos por las apariencias externas pues puede tratarse de cualquier persona, en especial del tipo en que todo se ve bien por fuera. Para aprender a reconocerlos tenemos más bien que conocer qué tienen en común. 

Sin importar doctrinas, denominación, iglesia, rito, secta, o estilo de predicación, la característica inconfundible de los líderes autoritarios es ésta: ejercen un fuerte control sobre sus congregantes para sacar provecho personal. En otras palabras, tienen una mentalidad tendiente a dominar y manipular la conciencia de la gente para obtener algo de ella. Los líderes autoritarios, aunque sean distintos en carácter o en apariencia, siempre tienen esto en común y con tal de controlar a la gente utilizan todo tipo de trucos. Manipulan la conciencia, las creencias, las expectativas, las necesidades y en especial la Biblia. Manipulan los sentimientos, las emociones y el respeto que sus seguidores sienten hacia ellos. Este espíritu o mentalidad de control no es un pequeño defecto de carácter o algo que se hereda o que se adquiere por contagio o accidente. Es más bien la consecuencia de una vida de egocentrismo perverso. 

Jeroboam y el Rey Saúl 

La Biblia nos muestra ejemplos de esta obsesión por controlar a la gente en las vidas de líderes religiosos como Jezabel, el rey Saúl y Jeroboam. 

Saúl, un dirigente del pueblo de Israel, tenía obsesión de ser siempre el más importante (1 Samuel 15:12; 15:30; 18:6-8). Tenía tanto miedo de perder su posición que vivía en una constante preocupación. Eso lo llevó a implantar un opresivo sistema de gobierno sobre el pueblo de Dios para vigilar que nadie fuera a llegar a ser tan popular como él (1 Samuel 18:9-12; 19:1; 20:30-33; 22:17-18). 

Jeroboam, por su parte, creó un sistema religioso para controlar a las multitudes y seguir teniendo la posición cómoda y próspera de un rey. Así tendría ganancias económicas, un trato especial y poder (1 Reyes 12:26; 28-33). La avaricia y el materialismo del pastor Jeroboam lo llevaron a ejercer un autoritarismo tan fuerte que aun agredió y persiguió a gente justa e inocente (2 a Crónicas 13:8-9). 

Este tipo de control autoritario es egoísmo en su máxima expresión. Es el hombre queriéndose hacer como Dios, al exigir obediencia absoluta. 

Jesús no Tenía una Obsesión por Controlar 

En contraste con todo esto, vemos que Cristo, siendo el Hijo de Dios, no tuvo un espíritu de control; aun cuando en una ocasión vio que varios de sus discípulos se iban, no los persiguió ni los amenazó. Tampoco montó una campaña de difamación en su contra para oprimirlos y hacerlos volver al redil. Es más, aún preguntó a Pedro y a los pocos que le quedaban, si también ellos se querían ir. 

Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? (Juan 6:66-67).

Jesús tampoco actuaba como tirano ni manipulaba los sentimientos de la gente para extraerle dinero. No estaba cada dos semanas diciendo a sus discípulos que él era la autoridad. No tenía necesidad, pues los discípulos lo sabían. La autoridad de Cristo venía del servicio, del amor desinteresado y de la unción que había sobre su vida (Mateo 20:25-28; Juan 15:12-13; Hechos 10:38). Aunque él instruía, corregía y mantenía una disciplina entre los discípulos, siempre les enseñó que las Escrituras y el Padre eran la máxima autoridad espiritual (Mateo 16:23; Juan 14:28; 5:39).

Es fácil ver por qué los líderes y grupos autoritarios siempre tienen que estar adoctrinando casi hasta el punto de la obsesión a sus pupilos diciéndoles que tienen que estar sujetos a ellos y que ellos son los "ungidos" de Dios. Es porque simplemente no tienen ninguna autoridad espiritual y eso se nota. Por eso tienen que convencer a sus iglesias casi cada semana de que les hagan caso. 

El Origen del Espíritu de Control 

¿Qué razones puede tener un líder espiritual para querer controlar a las personas? Existen muchas, pero todas se resumen en una: satisfacer algún deseo egoísta. En el caso de David Koresh era obvio que anhelaba dos cosas: placer sexual a toda costa y tener la preeminencia. El manipuló a la gente hasta lograr exactamente eso. Al final, pudo tener relaciones sexuales con muchas mujeres de su grupo y su rebaño le sirvió como plataforma para centrar en sí mismo la atención pública mundial. El origen de su autoritarismo eran la lujuria y el orgullo. 

Tanto en el caso del sacerdote Luis Parra como en el caso de Samuel y su esposa en la Iglesia Betania, el móvil del liderazgo para ejercer control era más fácil de identificar. Simple y sencillamente era avaricia. En este último caso, el plan era obtener dinero a cualquier costo y para eso se utilizaban la manipulación y la presión grupal. Lo mismo les sucedió a la señora López y a su familia en su denominación apostólica. El "pastor" y su esposa eran increíblemente voraces y materialistas. Tanto que se atrevieron a construir una casa para uso personal con las ofrendas que habían estado levantando entre indígenas mayas pobres para supuestamente construir un templo. Cuando la señora López y su hermana Elizabeth decidieron no seguir siendo cómplices de estas fechorías, fueron ferozmente perseguidas y difamadas porque eran un obstáculo para lograr estos fines. Volviendo al sacerdote Luis Parra, vemos también, además de una voracidad profana, la misma reacción de persecución feroz contra las víctimas. En ambos ejemplos, la persecución contra los agredidos tenía dos fines. Uno psicológico y otro pragmático. Al "satanizar" a quien se ha agraviado, el líder explotador intenta aliviar el cargo de conciencia tratando de pensar que de alguna manera, la víctima era "mala" y merecía haber sufrido. Pero sobre todo, se persigue a la víctima para intimidarla y que no denuncie los hechos. De esa manera, los pastores que abusan tratan de evitar tener consecuencias por sus acciones y seguir con su reputación intacta para poder explotar a otros impunemente. 

El Nuevo Testamento, en 3 Juan 9-11, nos narra la historia de un líder de la Iglesia, llamado Diótrefes, un sujeto que expulsaba a los congregantes que no se sometían a sus caprichos. El también difamaba a los que se oponían a sus maldades enseñoreándose de la Iglesia. ¿Por qué actuaba así? El apóstol Juan nos dice en el versículo 9 que a Diótrefes le gustaba "tener el primer lugar" en la congregación. Su pecado y motivación eran la vanidad. 

También existen dirigentes de sectas, a quienes el orgullo los mueve a controlar a otros. Quieren ser considerados "exitosos" por la sociedad y eso implica que deben tener una congregación lo más grande posible. Si por alguna razón una persona o familia decide en un momento dado dejar de asistir a su organización, eso hará que por consecuencia haya menos gente. Es más, eso puede provocar también que otros sigan el mismo ejemplo y se vayan. Eso significará menos congregantes, y ante los ojos de sus seguidores y de las demás iglesias menos éxito. Un liderazgo orgulloso no puede soportar eso y por lo general recurrirá a implantar un sistema tiránico para retener a las personas y lograr a como dé lugar que la gente que se fue, regrese. En estos casos se ha visto que el espíritu de control empezará a operar inmediatamente. La doctrina de "eres un rebelde si no me obedeces" hará su aparición y comenzarán las manipulaciones, la presión grupal, y el miedo infundido por medio de amenazas religiosas. Quizá se recurrirá también a difamar y ensuciar la reputación de aquellos que se fueron para que a lo menos la gente no siga su ejemplo. Normalmente, los pastores que buscan el éxito a toda costa recurrirán a lo que sea con tal de no perder adeptos y disminuir su popularidad. 

No es necesario complicarnos buscando demasiadas causas o porqués de la obsesión que algunos líderes tienen por controlar. La Biblia, el libro por excelencia sobre la conducta humana, enseña a través de incontables y gráficos ejemplos que la causa de que existan líderes religiosos autoritarios será por lo general: sexo, dinero, poder, orgullo, fama, etcétera.

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lunes, 13 de noviembre de 2017

Libro: Pastores que Abusan – Capítulo 13

¿A Quién le Puede Pasar?



Nadie está inmune de llegar a caer presa de líderes espirituales explotadores. Nadie está realmente a salvo de este peligro, mucho menos aquellas personas que con actitud orgullosa dicen "a mí no me puede pasar". Parejas, familias, hombres casados, madres solteras, amas de casa, profesionistas, científicos y personas de mucho mundo, han llegado a ser, según los estudios más recientes, víctimas de ministros y organizaciones autoritarias. Ni siquiera el ser alguien con educación superior constituye una protección absoluta. Joanna era una joven estudiante universitaria y le pasó. David Koresh tenía entre sus seguidores ¡a un teólogo! Más adelante mencionaremos el caso de un universitario que fue atrapado por una secta absolutista que operaba en colegios de educación superior. El grupo apocalíptico japonés Verdad Suprema, tenía entre sus más fieles seguidores a varios científicos que adoraban al gurú Shoko Asahara, un iluminado totalitario que guió a su secta a cometer actos terroristas. Mujeres muy cultas y devotas han sido objeto de fraudes o abusos sexuales por parte de sacerdotes manipuladores. 

Esto sucede en gran parte porque las doctrinas del autoritarismo llegan a lavarle sutilmente el cerebro a los que las escuchan. El proceso de adoctrinamiento y manipulación está tan bien disfrazado que la gente difícilmente se da cuenta, sino hasta que ha sufrido algún grado de explotación. Con la gracia de Dios, lo único que realmente puede ayudar a alguien a no caer en esta trampa, o a escapar de ella, es que aprenda a identificar las características de los líderes religiosos autoritarios y sus doctrinas y tome la firme resolución de mantenerse alejada de ellos. 

Normalmente, el escenario en que suceden los abusos por parte de ministros es al interior de comunidades religiosas, en contacto con líderes en un contexto de relación pastoral y jerárquica. Manejando categorías muy amplias, el primer grupo de riesgo, por lo tanto, está compuesto precisamente por quienes pertenecen o son miembros de un grupo x. El segundo son los simpatizantes, aquellos que se encuentran en un proceso de búsqueda espiritual aunque aun no son miembros comprometidos. El tercer grupo de riesgo es la sociedad en general, que es el campo natural de captación y proselitismo religioso. Aunque existe una escala de riesgo ascendente en el tránsito de prosélito potencial a miembro comprometido, es obvio que finalmente esta realidad abarca a la población en su conjunto. En países con libertad de creencias es posible transitar y, por decirlo así, des-transitar ese camino varias veces y a distintas velocidades. No se trata necesariamente de estados permanentes, aunque a menudo lo son. Y los procesos de proselitismo pueden ser bastante rápidos, sobre todo cuando las alternativas religiosas se presentan o publicitan a sí mismas con tintes comerciales y hasta consumistas. En el presente boom de la globalización religiosa, es ingenuo pensar que existen sectores de la sociedad que se pueden sustraer totalmente de la influencia del "marketing espiritual" o que son inmunes a ser sujetos de proselitismo. Por ello es crucial adquirir información para poder detectar a los maestros de la manipulación religiosa. Sin ella es casi imposible estar a salvo de una mala experiencia, una vez que alguien se ha involucrado con un pastor, sacerdote, o liderazgo explotador. 

A continuación se proporcionan varios puntos clave para identificar a líderes y organizaciones destructivas. Más que dar una lista de nombres, lo cual resultaría impráctico, se describen las características generales y sus principales estrategias de manipulación. Dado que éste es un libro dirigido principalmente al público de habla hispana en el contexto latino, el énfasis es necesariamente el de grupos y líderes que utilizan elementos cristianos en su discurso y se identifican ante la sociedad como tales.

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domingo, 12 de noviembre de 2017

Libro: Pastores que Abusan – Capítulo 14

Métodos de Manipulación y Doctrinas Autoritarias



Una vez que hemos comprendido que la gran característica de los pastores autoritarios es su insaciable apetito por controlar para sacar provecho de sus ovejas,  podemos movernos ahora a estudiar dos puntos más que nos darán el panorama completo para poder identificarlos fácilmente. 

Las formas en que una organización religiosa o un ministro cristiano pueden ejercer control y enseñorearse sobre sus congregantes por lo general se resumen en dos: métodos de manipulación y doctrinas autoritarias. 

Los métodos de manipulación son formas o maneras de presionar a la gente y llevarla a hacer lo que quieren. Las doctrinas autoritarias son enseñanzas, a veces mezcladas con perversiones de conceptos cristianos o versículos bíblicos, que tienen el objeto de provocar una especie de lavado de cerebro; un severo adoctrinamiento que puede lograr que las personas dejen de utilizar su razón, inhiban su capacidad de decisión propia y lleguen a llenarse de un temor supersticioso al líder. Esto dará por resultado que los miembros de una organización se sometan incondicionalmente a sus líderes en varias áreas y les obedezcan a veces hasta en sus más mínimos caprichos. 

Estos dos puntos, los métodos de manipulación, y las doctrinas autoritarias, son la  gran clave para detectar a tiempo cuando estamos frente a un pastor, líder,  sacerdote, organización o secta autoritaria. 

Métodos de Manipulación: 

Presión Grupal, Difamación, y Descrédito 

Uno de los métodos religiosos más utilizados para controlar las conciencias humanas es la presión grupal. Ministros sin escrúpulos no dudarán en voltear a la gente de su iglesia en contra de personas que han caído de su gracia o que se han dado cuenta de sus fechorías. Cuando esto sucede es común que el liderazgo comience campañas de murmuración en contra de aquellos que ya no les obedecen ciegamente como antes. La idea con esto, es asegurar que la gente rechace a los que se han salido de su control al desacreditarlos. Esto hará también que haya una fuerte presión moral sobre las personas disidentes. Es clásico que los malos pastores manchen la reputación de las personas en cuestión, pues solo así podrán lograr que la gente los rechace. Puede ser que culpen a sus ovejas de ser "rebeldes" o quizás les digan que "no tienen a Dios", como vimos que sucedió con la familia López. Si esto no funciona, entonces pueden acusarlos de deslealtad a la iglesia, como hicieron los directivos de Casa del Niño Don Bosco contra la madre del niño abusado sexualmente que se atrevió a denunciar penalmente al sacerdote Juan Manzo. Comúnmente utilizarán difamaciones fuertes y que causen impacto entre su audiencia. Alarmantes acusaciones de que la persona está "endemoniada" son comunes. También de que predica "doctrinas falsas". O como en otros casos que estudiamos, rumores de que se intenta provocar "división" por personas "satánicas", entre otras imputaciones. 

El rechazo de aquellos que han sido compañeros de una persona por años y con quienes se ha creado un lazo de afecto y amistad, puede causar muchísimo sufrimiento y es una forma preferida por algunos para ejercer presión y volver a traer a la sumisión incondicional a la "oveja extraviada". 

Manipulación Emocional 

Sin embargo, hay organizaciones que prefieren otros métodos para manipular, y pueden ser inclusive formas totalmente diferentes a la anterior. Un joven universitario que junto con otras personas escapó de una secta que era guiada por un iluminado sumamente autoritario, nos contó cómo intentaron hacerlos regresar. Sus ex compañeros lo rodeaban de halagos y apelaban mucho a sus sentimientos con frases como: "Regresen para que todo sea como antes", "Los amamos mucho", "Acuérdense que hemos sido amigos", "No nos dejen solos". Este joven nos narró cómo sentía por dentro que sus sentimientos se desgarraban al oír estas palabras de parte de líderes a los cuales él amaba, pero que definitivamente estaban causando daño a muchos. Él y sus compañeros tuvieron que ser muy firmes. Muchas veces sintieron que flaqueaban cuando manipulaban sus sentimientos. A veces se sintieron muy tentados a regresar a la secta. 

Terrorismo Religioso 

Cuando estos métodos no surtieron el efecto esperado, los dirigentes de la secta cambiaron a lo que vendría a ser una tercera forma de manipulación: el miedo; una especie de "terrorismo religioso". Ya no eran palabras dulces. De pronto comenzaron a lanzarles amenazas horribles de lo que les "haría Dios" si no volvían a la secta y los atormentaban cada vez que los veían con frases tales como: "Ustedes ya están desechados". También les hicieron negras predicciones acerca de que se perderían eternamente si no regresaban al grupo. Gracias a Dios, el miedo no surtió su efecto y ellos se mantuvieron firmes y valientes en su decisión de no seguir en ese lugar. Obviamente, tampoco se cumplieron las amenazas que recibieron. Por el contrario, la secta se desintegró alrededor de un año después. 

Sembrando el Miedo por Medio de la Duda 

Cabe señalar aquí que cuando un liderazgo religioso utiliza el método del miedo para controlar a sus feligreses, en ocasiones lo hará en una forma sutil y menos directa que en el caso anterior. 

En más de diez años de estudiar este fenómeno religioso he constatado que es común el método de sembrar la duda para producir temor. "Estoy preocupado por ti", es una expresión que suelen decirle a quien ya no quiere seguir en el juego de algún mal pastor. "Estoy orando por ti", "Tengo una revelación de que estás en peligro", "Siento que algo anda mal". En fin, todo lo que pueda sembrar dudas y confundir, terminará despertando los miedos del ser humano y todos sabemos que cuando el hombre es controlado por el miedo, no es libre para actuar. Esto es lo que buscan los líderes autoritarios. 

Doctrinas Autoritarias 

Sobre-énfasis en la Enseñanza de la Sujeción a la Autoridad 

Siempre será preocupante que un grupo haga demasiado énfasis en el sujetarse a su autoridad. Por lo general eso indica que están temerosos e inseguros, y que la gente no reconoce naturalmente en ellos autoridad espiritual. Recordemos que casi todos los líderes que analizamos en los primeros capítulos hacían un fuerte énfasis en la obediencia a su autoridad. También observamos la misma doctrina, llevada a peculiares extremos, en las sectas de los mormones, los moonies y David Koresh.  Cuando veamos que un liderazgo que se dice cristiano actúa así, tomémoslo como un signo de alerta, pues este sobre-énfasis es una perversión de la doctrina bíblica del respeto a las autoridades espirituales. La Palabra de Dios enseña que debemos respetar, honrar y apoyar a genuinos líderes espirituales. Esto lo sabe cualquier persona que haya leído la Biblia por lo menos una vez. En todos los ámbitos de la sociedad existen relaciones de liderazgo que requieren seguir instrucciones, o sea "sujetarse". Las escuelas secundarias tienen directores: las universidades, rectores y consejos directivos. En la milicia hay jerarquías; en una empresa, gerentes; en los sindicatos, líderes; en la oficina de prensa, un jefe. En distintos grupos sociales existen consensos de obediencia implícitos o explícitos entre dirigentes y subordinados. Esto está basado en el reconocimiento mutuo de la necesidad de dirección, organización y guardar reglamentos por el bien común. Pero en estos acuerdos sociales siempre existen límites a lo que los líderes pueden pedir y hacer. Existen también por lo general mecanismos de rendición de cuentas e instancias superiores que puedan supervisar, corregir, o en su caso destituir a alguien que abusa de su posición de autoridad. Según la Biblia, en el cristianismo también existen normas y mecanismos que regulan la conducta y las funciones de los pastores. El problema es que los líderes autoritarios no suelen informar a sus seguidores de dichos límites. Les conviene más hacerle creer a la gente que "Dios enseña que se les debe obedecer en todo y jamás cuestionarlos". Si más creyentes leyeran con cuidado su Nuevo Testamento, los dirigentes autoritarios tendrían que empezar a buscar otro libro para tratar de respaldar sus tiranías. Eso le quitaría el estatus sagrado a sus doctrinas autoritarias y entonces perderían bastante capacidad de manipular a tantas personas. 

Otro problema es la exageración de la enseñanza del respeto a la autoridad espiritual. Es cierto que la Biblia enseña un nivel de obediencia a los pastores, pero también es cierto que no lo repite cada dos páginas como es costumbre de los líderes autoritarios. La verdad es que de aproximadamente 33 mil versículos que contiene la Biblia, en el Nuevo Testamento sólo existen 6 versículos que hablan de este tema, y además siempre están balanceados con pasajes que nos advierten que hay que dejar de obedecer y aun confrontar a aquellos líderes que se desvían (Hechos 4:19; 5:29; Mateo 15:14; 7:15; Filipenses 3:2). 

Como es de esperarse, estos últimos textos nunca son mencionados por los grupos que sobre-enfatizan la enseñanza de la sujeción a la autoridad. 

Líderes que se Niegan a ser Cuestionados o Corregidos 

Otra doctrina definitivamente autoritaria es aquella en la que los pastores dicen o dan a entender de alguna manera que no los podemos cuestionar en cuanto a su conducta moral. Esto es grave y suele ser un escondrijo para gente con serios problemas éticos. Por no decir también que es el colmo de la soberbia que un simple ser humano se atreva a decir que está más allá de corrección o de necesitar la ayuda de los demás. Si un líder cristiano enseña que no puede ser cuestionado, o se niega a recibir corrección y exhortación por parte de otros cristianos cuando yerra, no es un verdadero pastor. Es un pequeño tirano con delirio de infalibilidad. Las frases que usualmente usan los falsos ministros para evitar ser cuestionados son parecidas a éstas: "Tú no eres nadie para juzgar al ministro", "no juzgues, sólo ora". Recordemos que esto fue lo que sus dirigentes le dijeron a Elizabeth para que siguiera obedeciendo a su pastor aun cuando él quería involucrarla en los fraudes que estaba haciendo. Eso fue también la idea que le metieron en la cabeza a Joanna  para que se dejara golpear por su líder espiritual en "Nuevo Amanecer". David  Koresh adoctrinó a sus seguidores precisamente con esa doctrina para que no cuestionaran su escandalosa inmoralidad sexual y proclividad a la violencia. 

Entendámoslo: cuando un líder autoritario enseña insistentemente que no lo debemos juzgar, por lo general lo que quiere decirnos es que él quiere vivir haciendo fechorías o delinquiendo, y que no desea que nadie lo confronte. 

La Enseñanza de la Obediencia Incondicional 

Otra enseñanza que fomenta el autoritarismo es la que dice que debemos obedecer al ministro en todo lo que él pida, aunque esté contradiciendo la Palabra de Dios que él mismo enseña. Para respaldar esta doctrina torcida se suele hacer mucho énfasis en que estos líderes son "los ungidos de Dios", los siervos elegidos o los representantes en exclusiva de Cristo en la tierra. Esto provoca que las ovejas los vean como superhombres o seres infalibles, en lugar de lo que realmente son: simples seres humanos que derivan su autoridad moral y espiritual a través de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y que pueden desviarse y corromperse si se descuidan. Esta doctrina fue la que hizo que los seguidores de David Koresh le obedecieran inclusive para cometer crímenes. Del mismo modo, Joanna, según explicó ella misma, no se atrevía a cuestionar el que la golpearan, pues le habían enseñado esa doctrina, "si es un siervo de Dios o un ungido, todo lo que hace o dice tiene que estar bien". Teresa, la adolescente que fue abusada sexualmente por su pastor en la Iglesia Pentecostal Peniel, fue expuesta a este mismo tipo de adoctrinamiento. En el catolicismo esta enseñanza está implícita en muchos casos de abuso sexual a menores y en fraudes como el que sufrió María Luisa Montoya. 

La enseñanza falsa de que los líderes religiosos son gente tan "especial" que no está sujeto a rendir cuantas a sus feligreses ha sido propagada en muchas ocasiones por medio de un texto del Antiguo Testamento que dice "No toquéis a mis ungidos" (Salmo 105:15). El objetivo de esta enseñanza es provocar un temor supersticioso en los oyentes. Temor de no "tocar" al ungido para no pecar contra Dios. "No tocarlos" según interpretan estos tiranos modernos, es no cuestionarlos en lo más mínimo o no desobedecer ni siquiera sus más extraños caprichos. De esta manera intimidan a la gente y la inhiben en sus conciencias para manipularlas como ellos quieren. En ocasiones esta enseñanza se refuerza con amenazas de horribles castigos y frases como las que enseña la secta guatemalteca Hebrón, "todos los que no se sujetan, terminarán como Judas". Es la forma de gobernar por medio del imperio del miedo y del temor servil.

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lunes, 31 de julio de 2017

Las Consecuencias de Apartarse de la Fe


La ceremonia de crismación de Hanegraaf

Hank Hanegraaf, conocido como el Hombre de las Respuestas Bíblicas, fue crismado en la Iglesia Ortodoxa el mes pasado. Según las enseñanzas ortodoxas, la crismación es el misterio por el cual a una persona se le concede el don del Espíritu Santo a través de la unción del santo crisma. ¿Cómo pudo un hombre que pasó tan años ayudando a los cristianos a identificar diversas falsificaciones ahora toma la decisión más tonta de unirse a una forma falsa del cristianismo? Como su anterior protagonista, la iglesia católica romana, la ortodoxa también enseña un falso y fatal evangelio de salvación por medio de sacramentos y obras. Ambas son maldecidas por enseñar un evangelio contrario al Evangelio de Cristo (Gálatas 1:6-9).

¿Cómo pudo el Hombre de las Respuestas Bíblicas ignorar la Biblia al tomar una decisión que tiene consecuencias eternas? Hanegraaf dijo, “He sido impactado por personas de la iglesia ortodoxa oriental que tienen un sentido muy agudo de la historia de la Iglesia y que tienen absoluta fidelidad a lo esencial de la fe cristiana histórica”. Es difícil de creer que alguien que afirma conocer tan bien la pueda decir que la religión ortodoxa tiene “absoluta fidelidad a lo esencial de la fe cristiana histórica”. ¿No sabe Hanegraaf que el principal elemento esencial de la fe cristiana es el Evangelio de Cristo? (1 Corintios 15:1-4).

La gente ortodoxa no cree ni proclama el sacrifico irrepetible, suficiente y único del Señor Jesucristo para la obra consumada de la redención. En cambio, sus sacerdotes siguen ofreciendo lo que ellos creen es el cuerpo físico y la sangre de Jesucristo todos los días en un altar. Esta ofrenda eucarística por el pecado no sólo blasfema a Cristo, sino que también rechaza Su grito de victoria, “Consumado es” (Juan 19:30). Al continuar su sacerdocio, los ortodoxos también rechazan a Jesús como el único mediador entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5). En la iglesia ortodoxa, el perdón de pecados y la salvación sólo pueden venir a través de sus sacerdotes y sacramentos. 

Hank Hanegraaf

Una de las consecuencias inmediatas de la conversión de Hanegraaf a la iglesia ortodoxa fue hacer que su programa de radio fuera expulsado de la Bott Radio Network. Aplaudimos la decisión de la cadena de interrumpir el programa del Hombre de las Respuestas Bíblicas después de transmitirlo desde la década de 1980. La desconcertante decisión de Hanegraaf de unirse a una iglesia apóstata que hace mucho tiempo se apartó de la fe de los apóstoles, también podría tener consecuencias eternas. La religión ortodoxa mantiene a su gente cautiva a través de una dependencia absoluta de un sacerdocio superfluo para la salvación, junto con la adoración de íconos, oraciones nigrománticas y la adoración por los muertos. A diferencia de Pablo, que no se sometió a los judaizantes para que la verdad del Evangelio pudiera ser preservada, Hanegraaf se ha sometido a una religión mucho más corrupto (Gálatas 2:5).

A lo largo del Nuevo Testamento, se nos advierte que habrá falsos conversos, falsos maestros, y apóstatas en la Iglesia. No podemos juzgar el corazón de nadie, pero debemos inspeccionar los frutos (Mateo 7:15-20). Sólo Dios sabe si Hanegraaf es un converso falso o verdadero. Sin embargo, es inconcebible que un verdadero cristiano cambiara una relación con el Mediador Único por una religión que ofrece mediadores impíos. La partida de Hanegraaf no es sin precedentes. “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros” (1 Juan 2:19).

Tenemos que recordar que los días postreros estarán marcados por el engaño generalizado y por una creciente apostasía. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Pablo exhorta a la Iglesia a estar alerta. Él escribió: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20:28-30). Sólo el tiempo dirá cuánta gente sin discernimiento seguirá a Hanegraaf en el camino ancho de la destrucción.

Estamos viviendo en una era de la Iglesia donde mucha gente está eligiendo seguir a personalidades persuasivas más bien que al Señor Jesucristo y Su Palabra. Esta gente sin discernimiento necesita ser advertida de que hay consecuencias eternas para aquellos que siguen las enseñanzas de hombres sin probarlas con la autoridad suprema de la Palabra de Dios. La única manera en la que los falsos maestros pueden tener éxito es cuando los cristianos profesantes los toleran (2 Corintios 11:4). Qué Dios nos dé el valor y la audacia para contender ardientemente por la fue que firmada, sellada y entregada hace 2,000 años (Judas 3).

Artículos recomendados:
»» Mike Gendron
»» Apologética

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Read in Lamplighter magazine (page 12):

lunes, 24 de julio de 2017

¿Qué es el Mandato de los Siete Montes? (7-M/7M) ¿Es Bíblico?



Respuesta: El mandato de los siete montes o la profecía de los siete montes es un movimiento antibíblico y perjudicial que ha ganado seguimiento en algunas iglesias carismáticas y pentecostales. Aquellos que siguen el mandato de los siete montes creen que, para que Cristo regrese a la tierra, la Iglesia debe tomar el control de las siete principales esferas de influencia en la sociedad para la gloria de Cristo. Una vez que el mundo haya sido sometido al reino de Dios, Jesús regresará y gobernará el mundo.

Aquí están los siete montes, según el mandato de los siete montes:

1) Educación
2) Religión
3) Familia
4) Negocios
5) Gobierno/Ejército
6) Artes/Entretenimiento
7) Medios de comunicación

Se piensa que estos siete sectores de la sociedad moldean la forma en la que todos piensan y se comportan. Por lo tanto, para hacer frente al cambio social, estos siete “montes” deben ser transformados. Los montes también son denominados “pilares”, “formadores”, “moldeadores” y “esferas”. Aquellos que siguen el mandato de los siete montes hablan de “ocupar” los montes, “invadir” la cultura”, y “transformar” la sociedad.

El mandato de los siete montes tiene sus raíces en la teología del dominio, que inició a principios de la década de 1970, con el objetivo de “tomar dominio” de la tierra, torciendo Génesis 1:28, para incluir un mandato para que los cristianos controlen los asuntos civiles y todos los otros aspectos de la sociedad. La Nueva Reforma Apostólica, con sus autoproclamados profetas y apóstoles, también ha influenciado al movimiento de los siete montes, prestando sueños y visiones y otras revelaciones extrabíblicas al mandato.

El mandato de los siete montes dice que es deber de todos los cristianos crear un reino mundial para la gloria de Cristo. Los maestros en el movimiento usan Isaías 2:2, que menciona montes, en un intento de apoyar su punto de vista: “En los días postreros, el monte del templo del Señor será establecido como el más alto de los montes; será exaltado entre las colinas, y todas las naciones correrán a él”. El objetivo principal de la teología del dominio y del mandato de los siete montes es la dominación política y religiosa del mundo a través de la implementación de las leyes morales — y de los castigos subsiguientes — del Antiguo Testamento.

Lance P. Wallnau acuño el término mandato de los siete montes y es su maestro más prominente. Wallnau adapta el mandato misionero de Jesús a Sus discípulos de “ir y hacer discípulos” de todas las naciones en un mandato para efectuar la transformación social. Él razona que, dado que las iglesias ya tienen una presencia en todas las naciones del mundo, ahora debemos concentrarnos en influenciar los sistemas (los “montes”) dentro de estas naciones. El problema, según Wallanau, es que los cristianos no están influyendo actualmente en la sociedad fuera de la iglesia. Los cristianos han dejado los montes susceptibles a las “puertas del infierno”, que son portales espirituales sobre los “reyes” (influenciadores) de esos montes.

La enseñanza de Wallnau se basa liberalmente en el Pacto Abrahámico, que prometió a Abraham una simiente y una herencia duradera. También, a Israel se le prometió en Deuteronomio 28:12-14 ser “cabeza y no cola” entre las naciones. Los proponentes del mandato de los siete montes infieren que la iglesia, no Israel, es la entidad que debe reclamar esa promesa. Ahora les corresponde a los creyentes aproximarse a las “puertas del infierno” y posicionarse para ejercer la mayor cantidad de influencia. La iglesia necesita entonces ser diseccionada en “micro componentes” e infiltrar los montes. Dado que cada cristiano no puede posicionarse en la cima de cada montaña, cada individuo debe encontrar su pico más pequeño particular y ser un líder en ese reino.

La vanguardia del mandato de los siete montes es la Nueva Reforma Apostólica, que enseña que la iglesia del siglo XXI será gobernada por apóstoles y profetas. El movimiento no es gobernado por una denominación específica, sino que por los supuestos apóstoles y profetas quienes, por supuesto, afirman recibir revelación directa de Dios. Al dar credibilidad a los profetas y apóstoles modernos, la NRA denigra a la Biblia y la sola escriptura, enfatiza la teología orientada a la experiencia y promueve el misticismo.

La NRA y los proponentes del mandato de los siete montes han abandonado la enseñanza bíblica sobre los tiempos del fin, eligiendo creer que los cristianos deben preparar el escenario para la segunda venida de Jesús, al alcanzar el dominio sobre los sistemas del mundo. Según la teología 7.M, Jesús sólo volverá a un mundo que refleje el reino de Dios. Esta idea es similar a la enseñanza de la Nueva Era que anticipa un cambio espiritual cósmico cuando el hombre se convierta en corredentor del planeta tierra.


Los cristianos están llamados a ser luz en el mundo (Mateo 5:14). Sin embargo, no hay un requisito bíblico de tomar el timón de todos los sistemas del mundo con el fin de abrir paso al reino de Cristo. La Biblia dice que el mundo empeorará, no que mejorará, en los días postreros (2 Timoteo 3:1, 13; 2 Pedro 3:3).

La teología asociada con el mandato de los siete montes es peligrosa, y arroja una luz terriblemente negativa sobre los cristianos en todas partes. La enseñanza del 7-M pone una carga enorme sobre los creyentes para que realicen y hagan progresos en sus esferas de influencia relativas, y para que preparen el escenario para el regreso de Jesús a la tierra — todo sin un punto final definido —. Poco énfasis es puesto en el mensaje de salvación del evangelio por gracia por medio de la fe en Jesucristo; el movimiento es más acerca de reclamar derechos y tomar el control.  El mandato de los siete montes es un movimiento dirigido por falsos profetas, y debe ser evitado y expuesto cada vez que los cristianos creyentes en la Biblia lo encuentren. 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
What is the seven mountain mandate (7-M / 7M), and is it biblical?

lunes, 10 de julio de 2017

Video: Los Peligros de la Teología del Dominio - 1 Nación 1 Día Nicaragua



Los líderes del movimiento de la Nueva Reforma Apostólica usan tres pasajes de las Escrituras para sostener sus creencias antibíblicas: 

1. Mateo 24:14
2. Hechos 3:21
3. Romanos 8:19

Durante los últimos días de julio, una actividad de gran magnitud promovida por dos líderes principales de la NRA, Dominic Russo y Jedidiah Turner, se llevará a cabo en Nicaragua.

Ellos la han denominado Nicaragua Brilla, 1 Nación 1 Día (1N1D). Estos falsos maestros afirman que Nicaragua se convertirá en un día a través de sus esfuerzos dominionistas, apoyados por obras sociales que llevarán a cabo. 

También, estos reemplacistas usan el pasaje de Isaías 66:8, el cual es un pasaje que habla del renacimiento del moderno estado de Israel, para apoyar sus absurdas y aberrantes declaraciones de que las naciones se convertirán en un solo día. 

Estos ministros de Satanás ya estuvieron en Honduras en 2013. Vea lo que hicieron en ese país, el cual sigue hundido en la miseria, la violencia y la maldad. 

Mientras el Rey Jesús no esté presente, no tendremos Reino.

En el siguiente enlace podrá descargar la presentación que muestra las características generales de la Teología del Dominio/Nueva Reforma Apostólica. 



Si desea obtener información adicional acerca de este tema, visite nuestra sección:
Apologética

domingo, 2 de abril de 2017

13 Herejías en La Cabaña



A continuación, se presentan 13 herejías en La Cabaña, escritas por Michael Youssef. Aquí está lo que él escribió acerca de esas 13 preocupaciones, junto con lo que la Biblia dice acerca de ellas:

1. Dios el Padre fue crucificado con Jesús

Debido a que los ojos de Dios son puros y no pueden ver el pecado, la Biblia dice que Dios no vería a Su propio Hijo amado mientras colgaba en la Cruz, llevando nuestros pecados (Habacuc 1:13; Mateo 27:45).

2. Dios está limitado por Su amor y no puede practicar la justicia

La Biblia declara que el amor de Dios y Su justicia son dos caras de la misma moneda — una parte igual de la personalidad y el carácter de Dios (Isaías 61:8; Oseas 2:19).

3. En la Cruz, Dios perdonó a toda la humanidad, ya sea que se arrepientan o no. Algunos escogen tener una relación con Él, pero Él los perdona a todos, a pesar de todo.
Jesús explicó que sólo aquellos que vienen a Él serán salvos (Juan 14:6).

4. Las estructuras jerárquicas, ya sea que estén en la iglesia o en el gobierno, son malas. 

Nuestro Dios es un Dios de orden (Job 25:2).

5. Dios nunca juzgará a las personas por sus pecados.

La Palabra de Dios repetidamente invita a las personas a escapar del juicio de Dios, al creer en Jesucristo, Su Hijo (Romanos 2:16; 2 Timoteo 4:1-3).

6. No hay una estructura jerárquica en la Deidad, sólo un círculo de unidad.

La Biblia dice que Jesús se sometió a la voluntad del Padre. Esto no significa que una Persona es más alta o mejor que la otra; simplemente unívoca. Jesús dijo, “Vine a hacer la voluntad del que me envió. Estoy aquí para obedecer a mi Padre”. Jesús también dijo, “Les enviaré al Espíritu Santo” (Juan 4:34, 6:44, 14:26, 15:26).


7. Dios se somete a los deseos y elecciones humanas

Lejos de que Dios se someta a nosotros, Jesús dijo, “angosto es el camino que lleva a la vida eterna”. Debemos someternos a Él en todas las cosas, para Su gloria y por lo que Él ha logrado para nosotros (Mateo 7:13-15).

8. La justicia nunca tendrá lugar por causa del amor

La Biblia enseña que cuando el amor de Dios es rechazado, y cuando la oferta de salvación y perdón es rechazada, la justicia debe tener lugar o Dios ha enviado a Jesucristo a morir en la Cruz por nada (Mateo 12:20; Romanos 3:25-26).

9. No hay tal cosa como el juicio eterno o el tormento en el infierno

La descripción de Jesús del infierno es vívida…y no se puede negar (Lucas 12:5, 16:23).

10. Jesús está caminando con todas las personas en sus diferentes viajes hacia Dios, y no importa de qué forma usted llegue a Él

Jesús dijo, “Yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:6).

11. Jesús está constantemente siendo transformado junto a nosotros

Jesús, quien habita en el esplendor del cielo, está sentado a la diestra de Dios, reinando y gobernando el universo. La Biblia dice, “En Él no hay cambio, porque Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8; Santiago 1:17).

12. No hay necesidad de la fe o de reconciliación con Dios, ya que todos llegarán al Cielo

Jesús dijo, “Sólo los que creen en mí tienen vida eterna” (Juan 3:15, 3:36, 5:24, 6:40).

13. La Biblia no es verdadera, debido a que reduce a Dios a papel

La Biblia es inspirada por Dios. Claro, hubo muchos hombres a lo largo de 1,600 años que pusieron la pluma en el papel (por así decirlo), cada uno de diferentes profesiones y diferentes trasfondos, pero el Espíritu Santo infundió su obra con las palabras de Dios. Estos hombres estaban escribiendo el mismo mensaje desde Génesis hasta Apocalipsis (2 Timoteo 3:16).

Hoy más que nunca, las advertencias de Jesús a Sus discípulos, pronunciadas durante la última semana de Su vida en el Discurso del Monte de los Olivos cobran importancia: “Mirad que nadie os engañe”. 

Lea también:

viernes, 3 de marzo de 2017

Un Análisis del Libro: La Cabaña




Título en inglés: The Shack
Título en español: La Cabaña
Autor: W. Paul Young
Editorial: Windblown Media (Los Angeles, California)
Fecha: Diciembre 2008
Género: Ficción
270 páginas (español)

“La Cabaña” es un libro reciente que goza de gran popularidad en medios cristianos. Recientemente ha sido traducido al español y es por ello que consideramos necesario advertir a los cristianos de habla hispana de las aberraciones contenidas en esta obra. Se trata de una historia de ficción y narra la saga de un individuo llamado Mackenzie Allen Phillips (Mack en adelante) que pasó un fin de semana con Dios, específicamente con las tres personas de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) en una cabaña situada en un bosque.

Mack ha sufrido la terrible pérdida de una hija de seis años de edad a manos de un asesino en serie. Este evento lo ha dejado desvastado y mentalmente atormentado. El libro trata con la “sanación” de Mack por medio de una reunión con las personas de la Trinidad, quienes toman forma humana durante el encuentro.

A cuatro años de la tragedia, Mack recibe una nota de Dios invitándolo a conversar con él en la misma cabaña donde su hija fue asesinada. Aunque escéptico, Mack acude a la cita. Allí se encuentra con Dios Padre, una enorme mujer afro-estadounidense apasionada por la cocina (p.75) llamada “Papá” (p.78), el Espíritu Santo, una diminuta mujer asiática (p.76) semi-transparente de nombre “Sarayu” [‘viento’ o ‘aire’ en Sanskrit] (p.79), y Jesús, un hombre judío de apariencia árabe, vestido con mameluco de obrero, camisa a cuadros y herramientas de carpintero a la cintura (p.76-77). 

La Deidad

Para aquellos que somos sensibles en el tema de la naturaleza de Dios y la veracidad de la Biblia, la descripción de los tres miembros de la Trinidad es suficiente para mirar con escepticismo el libro en su totalidad. Recordemos que al Padre nadie jamás lo ha visto (Jn. 1:18; 4:24; 5:37), el Espíritu Santo nunca se ha revelado en forma humana, y Jesús se apareció por última vez a Pablo (físicamente y con su gloria velada – 1 Co. 15:8) y a Juan (en forma glorificada en una visión – Ap. 1).

No menos preocupante es el hecho de que en la novela, el Padre (más que todo una madre) tiene cicatrices en las muñecas semejantes a las heridas de Cristo en la cruz (p.88). Esto es absolutamente erróneo. Primero, el Padre no fue crucificado; segundo, el Padre no tiene un cuerpo de carne y huesos como el Hijo (Jn. 4:24; Lc. 24:39). Alguien le podrá dar un significado simbólico a las cicatrices del Padre, pero, ¿es la representación del libro bíblicamente fiel? La aberración es confirmada más adelante cuando la enorme dama de color que personifica al Padre, habla de los tres miembros de la Deidad en esta forma: “Cuando los tres nos expresamos en la existencia humana como el Hijo de Dios, nos hicimos completamente humanos… nos convertimos en un ser de carne y hueso” (p.92). La Biblia, por el contrario, no expresa en ningún pasaje que el Padre y el Espíritu Santo se convirtieron en humanos; esa fue una acción llevada a cabo solamente por la segunda Persona de la Trinidad, Jesucristo.

Curiosamente, existe una descripción acertada de la Trinidad en las palabras de Papá, dos páginas más adelante: “No somos tres dioses; no estamos hablando de un dios con tres actitudes, como un hombre que es esposo, padre y trabajador. Yo soy un Dios y soy tres personas, y cada una de las tres es plena y enteramente única” (p.94). Esto es correcto, pero lamentablemente es una de las pocas verdades teológicas de la novela. Todo libro peligroso para la fe cristiana tiene una dosis de verdad, y “La Cabaña” es uno de ellos.

He aquí otro ejemplo de distorsión de la naturaleza de Dios: La Cabaña, o en su defecto, Mack (y por ende el autor, Paul Young), revela un actitud de desprecio hacia la teología en general. Como todo libro o persona que hace esto, demuestran su hipocresía cuando deprecian la teología de la iglesia pero al mismo tiempo tratan de imponer la de ellos. “Olvídense de la doctrina que le enseñaron, mejor adopte esta otra doctrina”, parece ser el mensaje detrás del mensaje. Veamos un ejemplo del libro; en una conversación de sobremesa, Mack inquiere sobre el tema de jerarquías dentro de la Trinidad: “Saben a qué me refiero… a quién está a cargo. ¿No tienen una cadena de mando?” A esto Jesús contesta: “¿Cadena de mando? ¡Eso suena horrible!”. Acto seguido, tanto Jesús como el Padre prorrumpen en risas burlonas. Para consuelo de Mack, Sarayu (el Espíritu Santo) interviene diciendo que no les haga caso, que sólo están jugando con él, y pasa a explicarle que los miembros de la Trinidad  “no tenemos ningún concepto de autoridad suprema entre nosotros, sólo de  unidad … lo que ves aquí es relación sin ninguna capa de poder… la jerarquía no tendría ningún sentido entre nosotros (pp.116,117) … Así que [los hombres] piensan que Dios debe relacionarse dentro de una jerarquía, como ustedes. Pero eso no es así” (p.119).

Esto ignora completamente la doctrina de la Trinidad Económica, la cual define y describe cómo se relacionan los miembros de la Deidad entre ellos y con nosotros. Por ejemplo, el Padre envía al Hijo, no a la inversa (Jn. 6:44; 8:18; 10:36; 1 Jn. 4:14); Jesús bajó del cielo no para hacer su voluntad sino la del Padre (Jn. 6:38). Dios es la cabeza de Cristo (1 Co. 11:3). La creación está sujeta a Cristo y Jesús estará sujeto al Padre por la eternidad (1 Co. 15:27-28). Jesús envía al Espíritu Santo (Jn.14:26; 16:7). Esto significa que, contrario a lo que propone el autor de La Cabaña, existe una jerarquía en la Trinidad. La novela se opone aquí a la revelación bíblica.

Jesús

En una de las tantas conversaciones con Mack, Papá (Dios Padre, la mujer afro-estadounidense) dice: “Aunque por naturaleza él es completamente Dios, Jesús también es completamente humano… y vive como tal… momento a momento decide permanecer en el suelo” (p.92). Es propio aclarar que “permanecer en el suelo”, siguiendo la imagen literaria del contexto inmediato, puede entenderse apropiadamente como “permanecer siendo solamente  humano”. Si bien la declaración de Papá comienza con una verdad, o sea, Jesús es “completamente Dios y completamente humano”, lo que sigue y sus implicaciones son radicalmente antibíblicas. Cuando Mack le pregunta a Papá cómo Jesús pudo hacer milagros, curaciones y levantar gente de entre los muertos, Papá no duda en decir que Jesús hacía todo eso “como un ser humano dependiente y limitado que confiaba en que mi vida y poder actuaban dentro de él y a través de él. Jesús, como humano, no tenía poder en sí mismo para curar a nadie” [subrayado nuestro] (p.93).

La verdad es que aquí hay suficientes elementos de verdad como para confundir hasta al mejor teólogo. En realidad Jesús no fue solamente humano durante la encarnación; tampoco cesó de ser plenamente Dios. Sólo se limitó en el uso de sus atributos divinos, pero toda la plenitud de la Deidad estaba en él (Col. 2:9). El hecho de que haya decidido limitarse en su Deidad y que haya dependido del Padre y el Espíritu Santo durante su encarnación no significa que “no tuviera ningún poder en sí mismo”, ya que nunca renunció a su esencia o naturaleza divina. Con este tipo de nociones, Paul Young bordea en forma lamentable en la teología de las sectas arrianas, los unitarios y otros, quienes enseñan que Jesús fue sólo un hombre a quien el Padre dotó o ungió de poder para realizar milagros.

Para colmo de males, el mismo pasaje del libro da a entender que así como “Jesús vivió de su relación conmigo” (el padre hablando), de esa forma “quiero que todos los seres humanos vivan… todos los seres humanos están diseñados para vivir: a partir de mi vida” (p.93). Jesús, fue el primero en vivir una relación al máximo con Dios (p.93). Si esto le suena como la espiritualidad promovida por la Nueva Era, se debe a que aquí Jesús es presentado como un gurú que enseña una senda de iluminación para que en esta vida los humanos podamos ser como Dios. La Biblia, por el contrario, describe a un Jesús que es nuestro ejemplo a seguir en materia de doctrina y conducta, no un ejemplo para lograr la deificación del ser humano. Por si no queda claro que el Jesús de La Cabaña no desea ser un ejemplo para nosotros, él mismo dice: “… mi vida no fue destinada a ser un ejemplo. Ser mi seguidor no es tratar de ‘ser como Jesús'” (p.147).

El Espíritu Santo

Young desafía la misma esencia de Dios cuando cita, al comienzo del capítulo 14, a un escritor de la secta Universalista Unitariana, Buckminster Fuller, quien dijo que Dios era un verbo, no un nombre propio (p.194). En una declaración relacionada, Young describe a Jesús hablando acerca del Espíritu Santo: “Ella es la creatividad; es acción; es el hálito de vida” (p.104). La Biblia, por el contrario, presenta a Dios como una persona en un sentido (un nombre), no una acción (un verbo). Estos conceptos del libro dan pie para pasar del entendimiento de un Dios personal al concepto monista y panteísta de las filosofías orientales y de la Nueva Era. Por ello no nos toma de sorpresa que cuando Mack pregunta al Espíritu Santo si la volverá a ver, ella contesta: “¡Claro que sí! Podrías verme en una obra de arte, o musical, o en el silencio, o en la gente, o en la creación, o en tu alegría y tu dolor” (p.202). En la misma vena, encontramos en el estribillo de una canción que Missy, la hija asesinada de Mack ha compuesto, “Bésame, viento, y respira de mí para que uno seamos” (p.239). Aparentemente, Dios es la creación y los humanos podemos ser uno con la creación. Esto no es teología bíblica y lo expresado evidencia la inclinación de Young hacia las filosofías y conceptos espirituales del oriente típicos de la Nueva Era, y afines a las enseñanazas del movimiento conocido como la “iglesia emergente”.

Salvación

Cuando Mack pregunta cómo formar parte de la iglesia, Jesús le dice: “Es muy sencillo, Mack. Todo se reduce a las relaciones y compartir simplemente la vida” (p.179). Previamente, Jesús le había dicho a Mack que él puede salir de su desastre simplemente “regresando”. “Regresar a mí. Renunciar a sus formas de poder y manipulación y sólo regresar a mí” (p.145). Esto suena muy espiritual, pero como el libro nunca explica claramente el evangelio, nadie que lo lea se va a enterar lo que volver a Cristo significa.

La cosa se pone más interesante cuando Mack pregunta a Papá qué fue lo que Jesús logró al morir. La respuesta de Dios es: “Gracias a su muerte y resurrección, yo estoy ahora plenamente reconciliada con el mundo” (p.195). Mack trata de obtener una respuesta más específica al preguntar si Papá se refería a los creen en él, a lo que Dios contesta “con todo el mundo”. ¿Bastante directo, verdad? ¿Significa esto que todos serán salvos? Young nunca se anima a decir eso, pero la impresión indeleble que deja el libro es que sí, sobre todo cuando Papá dice: “En Jesús, he perdonado a todos los seres humanos de sus pecados contra mí, pero sólo algunos eligen la relación” (p.230). Lógicamente, elegir una relación con Dios es una opción que no altera el destino final de los hombres, ya que si todos han sido perdonados, todos irán al cielo. Este concepto es la base de una antigua herejía llamada “universalismo”. La Escritura la contradice de plano (Mt. 25:46; Mr. 3:28).

Por si quedara alguna duda de los pensamientos del autor del libro, destaco las palabras de Papá en la página anterior: “Yo no humillo, culpo ni condeno” (p.229). Debe ser por eso que el padre de Mack (una criatura horrenda que nunca dio muestras de ser salvo) se encuentra ahora en el cielo (pp.214-220). De acuerdo con Young, Dios no es un Dios de juicio. Veamos lo que Papá dice: “No necesito castigar a las personas por haber pecado. El pecado lleva en sí mismo el castigo, al devorarte por adentro. Castigar no es mi propósito; curar es mi alegría” (p.114). Aquí la traducción al español no hace justicia al idioma original, ya que en inglés la frase lee literalmente: “No es mi propósito castigar el pecado, mi trabajo es curarlo”. Es obvio que si bien Dios proveyó la cura para el pecado (la cruz), las palabras de Young no reflejan toda la verdad, especialmente cuando la Escritura describe a Dios activamente involucrado en el castigo de los pecadores.

Si a estas alturas las aguas están turbias, aun se ponen más oscuras cuando Mack pregunta a Jesús qué significa ser un cristiano. Jesús responde: “¿Quién ha hablado de ser cristiano? Yo no soy un cristiano… quienes me aman, proceden de todos los sistemas que existen. Son budistas o mormones, bautistas o musulmanes, algunos son demócratas, otros republicanos, y muchos otros no votan ni forman parte de ninguna institución de domingos en la mañana o religiosa … No tengo el menor deseo de volverlos cristianos, sino de acompañarlos en su transformación en hijos e hijas de Papá, mis hermanos y hermanas, mis Amados” (p.183). Ante esta respuesta de Jesús, Mack se encuentra confuso y pregunta: “¿Eso significa que todos los caminos conducen a ti (p.183)?” Jesús niega esto pero inmediatamente agrega: “Lo que eso significa es que yo recorreré todos los caminos que sean necesarios para salir a tu encuentro” (p.184). Esta es una forma sutil de decir que todos los caminos conducen a Dios. En realidad lo que el Jesús de la novela dice es que él recorrerá cualquier camino con usted para llevarlo a su auto-transformación. En otras palabras, Jesús se adapta a cualquier camino que usted recorra y lo transformará en un hijo de Dios no importa cuál sea ese camino. Young nos miente una vez más; la Biblia dice que los hombres debemos recorrer un solo camino, el camino angosto que nos lleva a Dios por medio de Jesucristo (Mt. 7:14; Jn. 14:6).

¿Perdón incondicional?

Sobre el final de la novela, Papá (Dios Padre, un nombre que el autor evita usar durante toda la obra) sugiere en forma gentil pero energética, que Mack perdone al asesino de su hija (pp.230-33). “Mack, debes perdonar a ese hombre para entregármelo y permitirme redimirlo”, expresa Papá. Pocas veces se escriben frases tan breves y con tantos errores. En primer lugar, vemos que Dios desea que Mack perdone a un individuo que no se ha arrepentido. En ningún lugar de la Biblia encontramos la idea de que debemos perdonar sin que haya arrepentimiento de por medio. La Biblia, por el contrario, deja muy claro que el arrepentimiento debe anteceder al perdón (Lc: 17:3-4). Ni siquiera Dios perdona incondicionalmente (2 Cr.7:14; Lc.13:3b, 1 Jn.1:9). Mack finalmente accede a perdonarlo al gritar “te perdono” y repetir la frase varias veces. Curiosamente el asesino no está presente ni tampoco pidió que lo perdonaran (hasta donde sabemos). Este no es el verdadero perdón bíblico. Este perdón no tiene sentido y realmente no significa nada. Podrá hacer sentir que la persona que “perdona” se sienta mejor, pero es un alivio ilusorio y sin base bíblica. El perdón incondicional es una afrenta a nuestro sentido básico de justicia y una muestra de desconocimiento de la gravedad del pecado y su crueldad. En un mundo abusivo y pecaminoso, no se debe perdonar incondicionalmente. Young enseña un perdón totalmente terapéutico, inadecuado y antibíblico.

En segundo lugar, la frase de Papá implica que si Mack no perdona al asesino, Dios no puede redimirlo. Esta es una perspectiva muy limitada del poder de Dios. No conozco en la Biblia ninguna instancia donde Dios deba pedir permiso a un hombre para salvar a alguien. “El también es mi hijo. Quiero redimirlo”, dice Papá refiriéndose al asesino (p.230). La implicación es que si Mack no lo perdona, Dios no puede redimir al criminal. Nada puede ser más contrario a la teología bíblica. Ni mencionemos las inferencias de la frase “él también es mi hijo”, una noción que viene de filas liberales y sectas de todo tipo y color, que creen en el dogma de la “Paternidad Universal de Dios”. El dogma contradice la Escritura; sólo los que creen en Cristo son hijos de Dios (Jn. 1:18; Ro. 8:14).

Irreverencia 

En lo personal soy reacio a formarme imágenes mentales de Dios Padre y el Espíritu Santo, especialmente sabiendo que ambos nunca han sido vistos por el hombre (exceptuando simbolismos como la “forma de paloma” y las “lenguas de fuego” en el caso del Espíritu Santo). En sí, los antropomorfismos de La Cabaña desafían el tercer Mandamiento y conllevan el potencial de hacer tropezar en la fe a aquellos que no manejan la doctrina bíblica con un mediano grado de habilidad. Pero también considero irrespetuosa la forma en que Young decidió representar la Deidad, específicamente a Dios Padre como la Big Momma, el personaje del comediante Martin Lawrence, al Espíritu Santo como la versión femenina de Jackie Chang, y a Jesús como un leñador (alusión a la vestimenta) con la nariz de Adrien Brody, el “galán” de la última película de King Kong (p.105).

Las representaciones femeninas del Padre y el Espíritu Santo constituyen una manera subliminal de promover el feminismo. Si no es así, se trataría al menos de una maniobra de mercadotecnia a los efectos de alcanzar al sector femenino de lectores en potencia. Si bien es cierto que Dios no tiene género per se, y que unas pocas de sus acciones son descritas metafóricamente en términos femeninos, él ha escogido llamarse “Padre”, nunca “Madre” en la Biblia. Jesucristo por cierto siempre le llamó “Padre”. Por otra parte, todas las alusiones bíblicas al Espíritu Santo son en forma masculina. En mi opinión, los antropomorfismos de Young son una burla a la revelación bíblica.

Un ejemplo del rechazo de Young a la forma en que Dios se revela en la Escritura, es la superficialidad con que trata con la santidad de Dios. En una escena presentada en la página 82, Mack encuentra a Dios “ocupada” en la cocina al mismo tiempo que se ondulaba y bailaba, aparentemente al ritmo de una música que escuchaba con unos audífonos. Una vez quitados los audífonos, Mack pregunta a Dios qué tipo de música escuchaba. Para su sorpresa Dios le dice que se trataba de música funk, a lo que Mack responde que el funk no es necesariamente un ritmo muy devoto (p.82-83). Dios replica que, efectivamente, las letras no son espirituales, y aprovecha para regañar a Mack diciéndole: “Mira, Mackenzie: no tienes por qué hacerte cargo de mí. Oigo de todo … (p.83)”. En otras palabras, no te metas en lo que no te importa, si quiero escuchar música de contenido inmoral, lo hago. Acerca de los intérpretes, Papá agrega,  “Estos muchachos no dicen nada que yo no haya oído antes… Son sólo algunos de mis hijos soltando gritos y alardes. Soy especialmente afecta a estos chicos, ¿sabes?” Este no es el Dios que la Biblia llama “Santo” cientos de veces. En este pasaje de la novela, Young no sólo reduce a Dios al nivel de los hombres sino que va más allá, lo hace descender a un plano de inmoralidad al que muy pocos autores se han atrevido.

Rechazo del cristianismo tradicional y bíblico

Cualquier persona con discernimiento que haya decidido perder el tiempo leyendo La Cabaña, se dará cuenta que la novela promueve un rechazo vehemente al cristianismo tradicional. Mack, el personaje humano, expresa que nada de lo que aprendió en el seminario le sirvió en absoluto (p.83), su educación teológica en el seminario no le sirvió de nada (p.57), las oraciones e himnos dominicales no le llenaban, y las “juntitas religiosas” no hacen ninguna diferencia real (p.57). Más allá de que la enseñanza de algunos seminarios esté contaminada de muchas formas, y que en toda iglesia encontremos algunos cristianos nominales, eso no es razón para generalizar y tirar por la ventana el agua del baño juntamente con el bebé. Todo esto denota una hostilidad velada hacia la iglesia tradicional, aun las más bíblicas. Young es tan habilidoso que sabe salpicar a través del libro su rechazo hacia el cristianismo genuino, disfrazándolo de espiritualismo. El mismo dios imaginario de Young parece estar de acuerdo con Mack cuando le dice que se le ha aparecido como una mujer para ayudarlo a no recaer en su “condicionamiento religioso”. Si se le hubiera aparecido como un “un grandioso abuelo de barba suelta y raza blanca, dice Papá, eso hubiera “reforzado tus estereotipos religiosos” (p.85). De modo que aparentemente el libro nos va entregar una nueva forma de tener una relación con Dios. Olvídese de la Biblia, de las reuniones de iglesia (de congregarse), de todo lo que aprendió hasta ahora. Una experiencia con Dios tipo mística es más importante que la Escritura, la iglesia “se reduce a las relaciones y compartir simplemente la vida” (p.179), según el Jesús de la novela. Sin embargo, la Biblia enseña exactamente lo opuesto, la Escritura es superior a las experiencias (2 Ti. 3:16; 2 P. 1:16-21), y ser parte de la iglesia no simplemente significa tener una relación con Dios, sino también conocer la verdad y conocer a Dios en verdad (Jn. 17:3; 4:24), y hablar lo que es de acuerdo con la sana doctrina (Tit. 2:1,7). La doctrina, singular, comprende varias doctrinas, entre ellas: la revelación de Dios, su naturaleza, soberanía, llamado, santidad, majestad, propósito para nosotros, su obra redentora, y todas las enseñanzas necesarias para entender a Dios y saber si las experiencias espirituales que tenemos son verdaderas o falsas. Sin embargo, La Cabaña nunca hace mención de la supremacía de la Escritura en la vida del creyente. Al contrario, la doctrina es ridiculizada así como también la preparación académica.

Conclusión

Debido a los múltiples errores teológicos, el rechazo de la sana doctrina y la supremacía de la Escritura, la promoción de las experiencias subjetivas por encima de la Biblia, la ridiculización de la Deidad, la elevación del ser humano y la reducción de la majestad, poder y soberanía de Dios, el marcado contenido místico, la presencia de conceptos con matices de la Nueva Era, la Iglesia Emergente y otras corrientes, La Cabaña debe ser considerada como un ataque al cristianismo. En el análisis final, presenta un Padre, un Jesús, y un Espíritu Santo falsos. La forma de salvación y la cosmovisión de la novela son también un espejismo peligroso que puede confundir y perjudicar al lector desprevenido. El libro no contiene ningún poder transformador como lo promete. Algunos comentaristas indican que el libro presenta algunas nociones de valor. Puede que sí, pero estos valores rescatables vienen hundidos en un mar de falsedades. No recomendamos la obra en absoluto.

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