Mostrando entradas con la etiqueta Arrebatamiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Arrebatamiento. Mostrar todas las entradas

martes, 28 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Las Preguntas (parte 4)

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Parte 2 

Las Preguntas

11. ¿Se les dará a los que fueron dejados atrás en el momento del Rapto la oportunidad de ser salvos?

Definitivamente.

El libro de Apocalipsis dice que la vasta mayoría de los que sean dejados atrás se negarán a arrepentirse y, de hecho, adorarán a los demonios y al dinero, así como a los ídolos hechos de madera y piedra (Apocalipsis 9:20-21). Pero, el libro también revela que habrá muchos que se arrepentirán y se volverán a Dios para salvación — “una gran multitud, la cual nadie podía contar” (Apocalipsis 7:9).

¿Cómo pueden estas personas ser salvas si la Iglesia se ha ido? La respuesta es que serán salvas por el poder del Espíritu Santo, quien todavía estará en el mundo, atrayendo a las personas a Jesús.

Tenga en cuenta que los miembros de la Iglesia del Señor tienen una morada especial del Espíritu Santo y, por medio de ella, el Espíritu Santo restringe la maldad en el mundo. Cuando la Iglesia sea removida en el Rapto, el Espíritu Santo no será removido, porque  Él es omnipresente. Él seguirá Su obra de atraer a la gente a Jesús, y lo logrará de varias maneras:
  • A través del testimonio del Rapto.
  • A través de Biblias que la gente encuentre.
  • A través de testimonios del Evangelio, que la gente encontrará en Internet, antes de que puedan ser borrados.
  • A través del testimonio de los Dos Testigos, quienes estarán predicando diariamente en Jerusalén (Apocalipsis 11).
  • A través del testimonio de 144,000 judíos que serán sellados por el Espíritu y protegidos por Dios durante la Tribulación (Apocalipsis 11).
  • A través de la proclamación del Evangelio a todo el mundo por un ángel, cerca del final de la Tribulación (Apocalipsis 14:6).

La gloriosa verdad que emerge de esta salvación masiva es que, incluso cuando Dios derrama Su ira, Su propósito fundamental no es castigar. En cambio, Su propósito más apasionado es llevar a la gente al arrepentimiento, para que puedan ser salvos. Así es como lo expresó el profeta Isaías: “…luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia” (Isaías 26:9).

Hay un punto importante de controversia con respecto a la salvación después del Rapto. Se refiere a aquellos que escucharon el Evangelio antes del Rapto, y que se negaron a aceptarlo. Algunos argumentan que serán inelegibles para recibir el Evangelio y, por lo tanto, seguirán rechazándolo. Otros argumentan que podrán ser salvados. 

La controversia está arraigada en 2 Tesalonicenses 2:8-12, que dice lo siguiente:

8) Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

9) inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

10) y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

11) Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

12) a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Este pasaje parece enseñar que las personas que han rechazado el Evangelio antes del Rapto continuarán haciéndolo. Debido a este pasaje, no puedo decir con absoluta confianza que aquellos que han rechazado el Evangelio antes del Rapto tendrán la posibilidad de aceptarlo después. Espero que aquellos que argumentan que se les dará otra oportunidad a estas personas, estén en lo correcto, pero no quisiera darles a esas personas una falsa esperanza.

Una cosa a tener en cuenta es que las personas que acepten a Jesús como su Señor y Salvador durante la Tribulación, van a ser sometidos a una persecución instantánea e incluso al martirio. Por lo tanto, me parece altamente improbable que las personas que rechazaron el Evangelio antes de la Tribulación, estén dispuestas a aceptarlo una vez que se encuentren en medio de una persecución sin precedentes por parte del Anticristo.

12. ¿Podría haber un Rapto parcial, que consista sólo de aquellos cristianos que están viviendo vidas piadosas y que están aguardando la aparición del Señor?

No, esto no es una posibilidad.

Los pasajes que describen el Rapto aplican a todos los cristianos verdaderos, ya sean maduros o inmaduros en la fe, y ya sean fieles o desobedientes. De nuevo, a los creyentes se les ha prometido liberación de la ira de Dios. Y Dios no va a crear la Iglesia sobre la base de la gracia por medio de la fe, y luego dividirla sobre la base de las obras.

Aquellos que defienden un Rapto parcial basan su caso en la parábola de Jesús de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). En esta parábola, cinco de las diez vírgenes estaban listas para el regreso del Señor y fueron tomadas, mientras que cinco no estaban listas y fueron dejadas atrás. Aquellas que fueron dejadas atrás no simbolizan a los creyentes desprevenidos. Ellas no tenían aceite (simbólico del Espíritu Santo) en sus lámparas. Prueba positiva de esto es el hecho de que Jesús dice a aquellas que se quedaron: “De cierto os digo, que no os conozco” (versículo 12).

Tenga en cuenta también lo que se dice en 1 Juan 2:28 — “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”. Este versículo claramente indica que algunos cristianos tomados en el Rapto sufrirán vergüenza. Por tanto, no sólo aquellos que viven vidas piadosas van a ser tomados.  

Esta conclusión es reforzada por 1 Corintios 3:10-15, donde el apóstol Pablo explica que algunos de los que sean  tomados en el Rapto, sufrirán vergüenza cuando estén ante el tribunal de Jesús, y sean juzgados en cuanto a cómo usaron sus dones espirituales, para avanzar el reino del Señor. Se les otorgará vida eterna debido a su fe en Jesús, pero no recibirán ninguna de las recompensas celestiales que se prometen a aquellos creyentes que sirvieron fielmente al Señor. De hecho, Pablo indica que todas sus obras inútiles serán quemadas, ¡y serán salvos con sus plumas de la cola humeando!

Jack Van Impe ha señalado otro problema con el concepto del Rapto parcial, que es muy perspicaz. Él nos recuerda que la Biblia declara que todo creyente es un miembro del cuerpo de Cristo (Romanos 12:4-5). Luego observa: “Si sólo fueran tomados aquellos que cumplen un cierto estándar de espiritualidad, el cuerpo de Jesucristo sería desmembrado y desfigurado”.15 Luego añade: “El punto de vista del Rapto parcial, por definición, niega la enseñanza sobre la unidad del cuerpo de nuestro Señor”.16

Los únicos “cristianos” que serán dejados atrás serán aquellos que profesan ser cristianos, pero que nunca han nacido de nuevo  — personas a las que me refiero como “cristianos culturales”.

13. ¿Serán llevados al Cielo todos los bebés y niños menores cuando el Rapto ocurra?

Ésta es una pregunta difícil de responder de manera definitiva, y eso es porque la Biblia no aborda directamente la pregunta. Sólo podemos trabajar con inferencias y lógica.

Las respuestas generalmente dadas en respuesta a esta pregunta se dividen en dos campos. El primero es la posición de que todos los niños menores serán tomados en el Rapto. (Algunos incluso aplican esto a los bebés en el vientre). El otro campo argumenta que sólo los niños menores de los creyentes serán tomados. 

Aquellos que argumentan a favor de que todos los niños serán incluidos en el Rapto, usualmente presentan tres argumentos sólidos a favor de  su posición:

En primer lugar, señalan la actitud de Jesús hacia los niños, que se revela en Marcos 10 cuando dijo:

14) “…Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

15) De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.

Jesús también dijo en Mateo 18:3, “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”.

El segundo argumento de aquellos que incluyen a todos los niños en el Rapto, se basa en lo que le pasó al niño que nació del adulterio entre el rey David y Betsabé (2 Samuel 12). Durante el embarazo de Betsabé, el profeta Natán confrontó a David con su pecado y luego le dijo que la muerte del niño sería su castigo. 

Cuando la profecía se hizo realidad, David se consoló a sí mismo en su dolor diciendo, “Yo voy a él, mas él no volverá a mí” (2 Samuel 12:23). Así pues, el Espíritu Santo reveló a través de David que, cuando un niño menor muere, su espíritu va a estar con el Señor.

El tercer punto hecho por el grupo que los incluye a todos, se relaciona con la edad de responsabilidad. Ellos señalan que, aunque los niños nacen con una naturaleza pecaminosa debido al pecado original de Adán, no son responsables por el pecado de Adán, ni tampoco son responsables por sus propios pecados hasta que alcancen la edad de responsabilidad — la edad en la que son capaces de discernir entre el bien y el mal. Por lo tanto, si un niño muere antes de alcanzar la edad de responsabilidad, serán salvos. 

Éstos son argumentos poderosos a favor de que todos los niños menores siendo incluidos en el Rapto. 

Pero ignoran una realidad bíblica. No hay un solo ejemplo en la Biblia de hijos menores siendo salvados de la ira de Dios. Considere:
  • Cuando Dios derramó Su ira en la generación de  Noé con un diluvio universal, toda la humanidad murió, excepto Noé y su familia.
  • Cuando Dios sometió al pueblo egipcio a Su ira, al matar al primogénito de cada familia, ninguno se salvó, sin importar la edad. Y esto aplicaba también al primogénito de cualquier familia judía que se negara a pintar los postes de sus puertas con la sangre de un sacrificio animal. 
  • Cuando Dios permitió que Israel fuera conquistado por Asiria y Judá por los babilonios, los niños fueron incluidos en las masacres. 
  • Cuando Dios derramó Su ira sobre el pueblo judío, en el año 70 d.C., a través de los ejércitos romanos, los niños no se salvaron.
  • Y cuando Dios libere Su ira durante la Tribulación, que resultará en que la mitad de la población sea destruida en los primeros tres años y medios, no se menciona que los niños sean protegidos.

Aquellos que incluyen a todos los niños en el Rapto responden señalando a la liberación de Noé y toda su familia. También enfatizan que Lot y toda su familia fueron librados de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Pero ninguno de los hijos de Noé y Lot era menor. Eran creyentes adultos. 

Aquellos que argumentan que sólo los hijos menores de los creyentes serán tomados en el Rapto, normalmente apuntan a los siguientes dos pasajes de la Escritura:

Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos (1 Corintios 7:14).

En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos (Proverbios 14:26).

El primero de estos pasajes es bastante impreciso en su significado. Aquí está cómo es puesto en paráfrasis diseñadas para representar su intención:

Porque el marido no creyente está, en cierto sentido, consagrado al estar unido a la persona de su esposa; la esposa incrédula está igualmente consagrada por el hermano cristiano con el que se ha casado. Si esto no fuera así, sus hijos tendrían las manchas del paganismo, mientras que en realidad están consagrados a Dios (The Phillips New Testament, traducción del editor).17

Pues la esposa creyente da santidad a su matrimonio, y el esposo creyente da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos (Nueva Traducción Viviente).18

Independientemente de la traducción o la paráfrasis, el sentido del pasaje parece ser que los hijos menores de incluso un solo padre creyente son puestos aparte para Dios como santos.

Bueno, creo que ahora puede ver por qué dije al principio que ésta es una pregunta muy difícil de responder. 

Personalmente, creo que hay tres verdades fundamentales que surgen de las Escrituras que hemos considerado:

1) Que los niños que mueren antes de la edad de responsabilidad van al Cielo.

2) Que cuando Dios derrama Su ira, no perdona a los niños en general.

3) Que Dios provee una protección especial de Su ira para los hijos de los creyentes.

Basándome en estas verdades, he concluido que los únicos niños menores que serán tomados en el Rapto serán aquellos que tengan al menos un padre creyente. Creo que también es lógico concluir que cuando Dios se lleve a los cristianos en el Rapto, no dejará atrás a sus hijos menores como huérfanos, para enfrentar los terrores del Anticristo.

14. ¿No podría Dios simplemente proteger a los creyentes durante la Tribulación? ¿Es realmente necesario removerlos de la tierra?

Sí, el Señor podría proveerles a los creyentes protección sobrenatural. De hecho, Él hará precisamente eso, cuando les provea a los santos que están presentes en la Tribulación, protección de los aguijones del ataque de las langostas demoníacas que serán parte de los Juicios de las Trompetas (Apocalipsis 9:4).

Pero la promesa de Dios a la Iglesia durante la Tribulación no es una de protección, sino de liberación. Jesús dijo que cuando las señales que apuntan a la Tribulación “comiencen a suceder” los creyentes deben alzar su mirada porque su “redención está cerca” (Lucas 21:28, énfasis añadido). También les urgió a los creyentes a que oraran para que puedan “escapar de todas estas cosas” (Lucas 21:36).

Realmente no hay propósito alguno para que la Iglesia esté presente durante la Tribulación. Es un tiempo del derramamiento de la ira de Dios sobre aquéllos que han rechazado Su gracia, amor y misericordia. 

De nuevo, hay algunos que argumentan que la Iglesia debe ser “purgada” durante la Tribulación para purificarla. Pero esta idea es absurda. La sangre de Jesús es suficiente para limpiarnos de todos nuestros pecados. Ése es un hecho logrado por todos aquéllos que han puesto su fe en Jesús (Efesios 5:26-27). 

¡Argumentar que la Iglesia necesitar ser purgada durante la Tribulación es convertir esos siete años en un purgatorio protestante!

Algunos de los que creen que la Iglesia pasará por la Tribulación, a menudo señalan el ejemplo de Noé y su familia. Fueron dejados en la tierra mientras Dios derramó Su ira, pero fueron protegidos por el Señor. Pero este ejemplo ignora el hecho de que Enoc fue arrebatado fuera del mundo antes que el diluvio comenzara (Génesis 5:24).

De nuevo, creo que Enoc es un tipo simbólico de la Iglesia, y Noé y su familia son un tipo del remanente judío que será protegido a través de la Tribulación hasta el día que el Mesías retorne.

Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí
Lea la parte 3 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

lunes, 27 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Las Preguntas (parte 3)

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Parte 2 

Las Preguntas

5. ¿Podría el Rapto ocurrir al final de la Tribulación, como una etapa en la Segunda Venida del Señor?

Esto es lo que a menudo se denomina burlonamente como el “Rapto Yo-Yo”, porque muestra a los creyentes siendo llevados a los cielos para recibir al Señor, y luego regresar inmediatamente a la tierra con Él. 

De nuevo, este concepto somete a la Iglesia a los siete años completos de la ira de Dios durante la Tribulación. También destruye la inminencia.

El Rapto está representado en las Escrituras con el Novio (Jesús) viniendo por Su Novia (la Iglesia). Este punto de vista Post-Trib del Rapto presenta un concepto deformado del Novio golpeando a Su Novia durante siete años, ¡y luego viniendo por ella! 

En una de nuestras conferencias bíblicas anuales, el gran maestro de la Biblia, Ron Rhodes, abordó este concepto Post-Trib del Rapto de esta manera:11

Imaginemos por un momento que el Post-Tribulacionismo es cierto. Esto es lo que dice este punto de vista del Rapto:
  • Pasarás por los siete años de la ira de Dios.
  • Sufrirás el terrible reinado del Anticristo.
  • Experimentarás los agonizantes Juicios de los Sellos, las Trompetas y las Copas — que empeorarán progresivamente y serán cada vez más dolorosos.
  • La mayoría de ustedes morirán de formas dolorosas como mártires.

“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).

Lo siento amigos — ¡esto simplemente no funciona!

Hay otro problema muy serio con el punto de vista Post-Tribulación: ¡no provee una población para el Milenio! Déjenme explicarlo.

La Biblia enseña que, en  la Segunda Venida, Jesús va a venir a juzgar a todas las personas que quedaron vivas en ese momento — al final de la Tribulación (Mateo 25:31-46; Ezequiel 20:33-38). Los salvos entrarán al Milenio en sus cuerpos y comenzarán a repoblar el mundo. Los salvos que fueron arrebatados al comienzo de la Tribulación, serán dispersados por todo el mundo para reinar con Jesús en sus cuerpos glorificados.

Todos aquellos que han resistido al Señor hasta el final de la Tribulación, serán condenados a muerte.

Ahora, si el Rapto ocurre al mismo tiempo que la Segunda Venida, como parte de la Segunda Venida, ¡no habrá nadie para entrar al Milenio en su cuerpo! Todos los salvos habrán recibido cuerpos glorificados en el Rapto, y todos los que no sean salvos habrán sido enviados al Hades.

La única forma de tener una población en sus cuerpos físicos en el Milenio es que el Rapto ocurra en un momento anterior y aparte de la Segunda Venida.

6. ¿Es 1 primera de Tesalonicenses 4 el único pasaje del Rapto contenido en el Nuevo Testamento? 

De ningún modo. 

Jesús se refirió al Rapto en Juan 14 cuando dijo: 

1) “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

2) En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

3) Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

4) Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino”.

¿Cómo sabemos que Jesús está hablando aquí del Rapto? Porque dice que se llevará a los creyentes al Cielo. Si estuviera hablando acerca de la Segunda Venida, se enfocaría en los creyentes reinando con Él aquí en la tierra. 

Otro pasaje del Rapto se puede encontrar en 1 Corintios 15. El apóstol Pablo habla acerca del Rapto cuando revela lo que él llama un “misterio” (versículo 51). Él afirma que, “No todos dormiremos [un eufemismo bíblico para la muerte]; pero todos seremos transformados” (versículo 51). Lo que él está diciendo aquí es que no todos nosotros vamos a morir, sino que todos los creyentes van a ser cambiados de mortales a inmortales.

Esto es exactamente lo que se enseña en 1 Tesalonicenses 4:13-18. Los que están muertos en Cristo serán resucitados y glorificados. Los creyentes vivos no probarán la muerte. Serán arrebatados para encontrarse con Jesús en el aire y, para que, en el camino, “esto mortal se vista de inmortalidad” (1  Corintios 15:53).

En su carta a Tito, Pablo lo exhortó (y a nosotros) a vivir “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). Note que este versículo se refiere a la “aparición” del Señor, y no a Su venida a la tierra. Tampoco hace referencia al juicio, que ocurrirá en la Segunda Venida.

En 2 Tesalonicenses capítulo 2, Pablo dice que la aparición del Anticristo está siendo restringida y que “el inicuo” no será revelado hasta que el que lo detiene “sea quitado de en medio” (versículos 6-8). Entonces, hay un retenedor del mal que debe ser removido del mundo antes de que la Tribulación pueda comenzar. ¿Quién es ese retenedor? ¿Quién más podría ser sino el Espíritu Santo obrando a través de la Iglesia? Cuando la Iglesia sea removida en el Rapto, el Anticristo aparecerá en el escenario y la maldad explotará en todo el mundo.

En ese mismo capítulo — 2 Tesalonicenses 2 — creo que Pablo presenta otra declaración concerniente al Rapto, que también indica que el Rapto ocurrirá antes de que la Tribulación comience. Se encuentra en el versículo 3, donde declara: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá [“el día del Señor del versículo 2] sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”.

En este versículo, Pablo está diciendo que “el día del Señor”, que es el período de la Tribulación y el Milenio, no vendrá hasta que “venga la apostasía”. ¿Qué tiene esto que ver con un Rapto Pre-Trib? Es el hecho de que la palabra, apostasía, es una interpretación y no una traducción.

La palabra griega que se usa en este versículo significa “partida”. Tommy Ice, el director del Centro para el Estudio del Pre-Tribulacionismo, ha señalado que las primeras siete traducciones inglesas de la Biblia, tradujeron la palabra como “partida”. Eran las siguientes:12

1) La Biblia Wycliffe (1384)

2) La Biblia Tyndale (1526)

3) La Biblia Coverdale (1535)

4) La Biblia Cranmer (1539)

5) La Gran Biblia (1540)

6) La Biblia Beeches (1576)

7) La Biblia de Ginebra (1608)

Además, la Biblia usada por el mundo occidental desde el año 400 d.C. hasta los años 16o0s — la traducción latina de Jerónimo conocida como “La Vulgata” — tradujo la palabra griega con una  palabra latina, que significa “partida”.

La primera traducción de la palabra con el significado de apostasía en una Biblia inglesa no ocurrió hasta 1611, cuando se emitió la Versión King James. Así que, ¿por qué los traductores de la Versión King James introdujeron un significado completamente nuevo de la palabra como “apostasía”? La mejor conjetura es que ellos estaban dando una puñalada a las falsas enseñanzas del catolicismo.

Otra indicación de que Pablo está hablando acerca de la partida de la Iglesia de este mundo, y no de una partida de la Iglesia de la ortodoxia doctrinal, es el hecho de que se usa un artículo definido con la palabra griega, lo que la convierte en “la partida”.

Esto indica que Pablo estaba apuntando a un tipo particular de partida, con la que la iglesia de Tesalónica estaba familiarizada — a saber, el Rapto. 

7. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Antiguo Testamento?

No específicamente, que es la razón por la que Pablo se refirió al Rapto en 1 Corintios 15:52 como un “misterio”, que significa que era algo que no estaba claramente revelado en las Escrituras hebreas.

La razón por la que el Rapto no fue revelado en el Antiguo Testamento es porque es una promesa para los santos de la Era de la Iglesia, y no para aquellos creyentes que vivieron antes del establecimiento de la Iglesia. Los creyentes que vivieron en los tiempos del Antiguo Testamento — tanto judíos como gentiles — resucitarán al final de la Tribulación, cuando Jesús regrese a esta tierra en la Segunda Venida (Daniel 12:1-2).

Pero, como ha señalado el erudito de la profecía, Jim Tetlow, las Escrituras hebreas contienen “sombras” del Rapto.13 Él se refiere a Romanos 15:4, que dice, “Porque las cosas que se escribieron antes [en el Antiguo Testamento], para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. Luego añade: “Aunque el Rapto estaba escondido en parte para los creyentes del Antiguo Testamento, los tipos simbólicos encontrados a lo largo de él, presagian un Rapto futuro cuando Dios removerá a Su pueblo antes de derramar Su ira en mundo que rechaza a Cristo”.

Por consiguiente, tipos simbólicos del Rapto se pueden encontrar a lo largo de las Escrituras hebreas. Por ejemplo, como he señalado antes, Enoc, un gentil símbolo de la Iglesia, fue sacado del mundo antes del Diluvio de Noé, mientras que Noé y su familia, representantes del remanente judío, fueron dejados en la tierra, pero fueron protegidos a través de la calamidad. 

Y de nuevo, el principio del Rapto también se puede encontrar en la historia de Lot y su familia, todos los cuales fueron librados de Sodoma y Gomorra, antes de que las ciudades fueran destruidas por Dios.

El apóstol Pedro se refirió a estos ejemplos en el capítulo 2 de su segunda epístola:

5) [Porque si Dios] no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;

6) y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,

7) y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados

9) sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio

Tetlow procede a proporcionar varios otros ejemplos simbólicos del principio del Rapto, pero también señala dos pasajes de la Escritura, que presentan una posible imagen de un Rapto que precede a la Tribulación. El primer se encuentra en Isaías 26:

20) Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.

21)  Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

El segundo es un pasaje que se encuentra en los escritos de los Profetas Menores — en Sofonías 2:

2) …antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros.

3) Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.

Estos dos pasajes son probablemente más relevantes para el hecho de que, durante la Tribulación, Dios va a esconder a un remanente judío en Edom, muy probablemente en Petra (Daniel 11:41; Apocalipsis 12:13-14). Pero sí demuestran el principio del Rapto, de protección para los creyentes de la ira de Dios.

Quizás una mejor ilustración del principio del Rapto se encuentra en Isaías 57:1, que dice lo siguiente: “Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo”.

8. Si el Rapto va a  ocurrir antes del comienzo de la Tribulación, ¿significa eso que van a haber dos Segundas Venidas del Señor?

No, significa que la Segunda Venida va a ocurrir en dos etapas — primero, el Rapto antes de la Tribulación, y luego el Regreso del Señor al final de la Tribulación.

Me recuerda una situación similar en el Antiguo Testamento. Los profetas hebreos, al hablar del Mesías venidero, pintaban dos cuadros diferentes de Él. En algunos pasajes era presentado como un Cordero Sufriente (Isaías 53:2-10). Pero, en otros, era representado como un León Conquistador (Jeremías 25:30-31).

Para reconciliar estas imágenes en conflicto, los sabios judíos concluyeron que habría dos Mesías. Uno sería Mesías ben José (el pastoral). El otro sería Mesías ben David (el guerrero).

Pero estaban equivocados. Los pasajes no estaban hablando de dos Mesías. Más bien, predecían que el Mesías vendría dos veces, la primera como el Cordero Sufriente, para morir por los pecados de la humanidad y, luego, posteriormente, como el León Conquistador, para gobernar el mundo en gloria y majestad.

Por lo tanto, así como la venida del Señor en la profecía del Antiguo Testamento fue retratada en dos etapas, de igual manera, el regreso del Señor en la profecía del Nuevo Testamento está representado en dos etapas. 

9. ¿Qué acerca de los santos del Antiguo Testamento? ¿Van a ser incluidos en el Rapto?

No. El Rapto es una promesa a la Iglesia. Sólo aquellos que pongan su fe en Jesús durante la Era de la Iglesia, tanto los vivos como los muertos, serán incluidos en el Rapto.

Los santos del Antiguo Testamento serán resucitados al final de la Tribulación, y recibirán sus cuerpos glorificados en ese momento. Esto se enseña claramente en Daniel capítulo 12, donde se nos dice que su resurrección ocurrirá después del “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces…” (Daniel 12:1).

Los mártires de la Tribulación también serán resucitados al mismo tiempo que los santos del Antiguo Testamento, al final de la Tribulación. Ambos grupos recibirán sus cuerpos glorificados en ese momento. 

10. Sigue hablando de los creyentes de la Era de la Iglesia recibiendo cuerpos glorificados al momento del Rapto. ¿Qué es un cuerpo glorificado?

Ésta es una pregunta difícil de responder con certeza. Pablo dedica 24 versículos a este tema en 1 Corintios 15:35-58. Él aclara algunas cosas, pero no todas.14

Él declara que será un “cuerpo imperecedero”, que será levantado en “gloria” y “poder” (versículo 43). También declara que será un “cuerpo espiritual” (versículo 46), pero sabemos que esto no significa que será de naturaleza inmaterial, porque los espíritus no tienen cuerpos, y se nos dice en Filipenses 3:21, que nuestro cuerpo glorificado será un cuerpo como el que Jesús tenía después de Su resurrección.

Cuando Jesús se apareció a Sus discípulos después de Su resurrección, su cuerpo glorificado fue tangible y reconocible (Lucas 24:36-39). También comió con Sus discípulos (Lucas 24:41-43; Juan 21:9-13). Pero Su cuerpo glorificado tenía una dimensión diferente, porque podía aparecer y desaparecer a voluntad. También parecía moverse a gran velocidad, porque estaba en Jerusalén en un momento y luego aparecía, al poco tiempo después, en Galilea (Juan 21:1-7).

Así pues, nuestros cuerpos glorificados serán similares a los que tenemos ahora, pero también diferentes. Serán imperecederos, gloriosos, poderosos y espirituales — pero no en el sentido de ser un espíritu. Más bien, lo más probable es que sean “espirituales” en el sentido de que estarán completamente sometidos a la guía del Espíritu Santo.

Y cuando Pablo habla de nuestros cuerpos glorificados siendo poderosos, lo más probable es que se refiera al hecho que, como el cuerpo resucitado de Jesús, tendrán una dimensión diferente, lo que nos permitirá hacer cosas que no son posibles en nuestros cuerpos presentes — como aparecer y desaparecer y movernos a gran velocidad. Está idea está implícita en Filipenses 3:21, donde Pablo escribió que cuando seamos resucitados, Jesús “transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”.

Lo más importante para mí es el hecho de que Pablo enfatiza que nuestros cuerpos perecederos actuales se volverán “imperecederos” (1 Corintios 15:53-54). Como tal, nuestros cuerpos ya no estarán sujetos a las enfermedades, al dolor y la muerte.

Nuestros cuerpos glorificados también serán perfectos. Se nos dice en Isaías 35:5-6 que “los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán”. Además, “el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo”.

Pasajes de las Escrituras como éstos, nos ayudan a vislumbrar el significado de la declaración de Pablo en el libro de Romanos, donde escribió: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.


Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí
Lea la parte 4 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 22 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Las Preguntas (parte 2)

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Parte 2 

Las Preguntas

2. ¿Está el Rapto mencionado en el libro de Apocalipsis? Y, si es así, ¿dónde?

No se menciona específicamente, pero sin duda se infiere.10 Y el lugar donde se infiere apunta a un Rapto Pre-Trib.

El libro de Apocalipsis se centra en la Iglesia en los primeros tres capítulos. De hecho, los capítulos 2 y 3 contienen siete cartas que Jesús dictó a siete iglesias ubicadas en la Turquía moderna.

Pero luego, al comienzo del capítulo 4, una puerta se abre en el Cielo, y el apóstol Juan es arrebatado a la sala del trono de Dios, donde se le muestra una vista previa de la Gran Tribulación.

Después del capítulo 4, no hay mención de la Iglesia en el libro de Apocalipsis, hasta el capítulo 22, versículo 16 — después de que la Tribulación ha terminado.

Hay una mención de “santos”, pero éstos serían aquellos que son salvos durante la Tribulación, en respuesta al Rapto, la Palabra de Dios (Biblias que las personas encontrarán), la ira de Dios (Isaías 26:9), el evangelismo de 144,000 judíos (Apocalipsis 7), la predicación de los Dos Testigos en Jerusalén (Apocalipsis 11) y la proclamación del Evangelio por un ángel que circunnavega el mundo al final de la Tribulación, justo antes del derramamiento de la ira de Dios (Apocalipsis 14:6-7).

Por lo tanto, el rapto de Juan en el capítulo 4 parece ser un tipo simbólico del Rapto de la Iglesia.

Este simbolismo de la Iglesia en el Cielo es reforzado por el hecho de que, cuando Juan llega al Cielo, ve a 24 ancianos sentados alrededor del trono de Dios, con coronas de oro en sus cabezas (Apocalipsis 4:4). Estaban cantando un cántico alabando a Jesús por haberlos redimidos con Su sangre — de “todo linaje y lengua y pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9). Esto definitivamente parecería ser un reconocimiento de que los 24 ancianos representan a los salvados durante la Era de la Iglesia.

Además, un Rapto Pre-Trib de la Iglesia está implícito en el capítulo 19 de Apocalipsis, donde la Novia de Cristo (la Iglesia) es descrita celebrando su unión con su Novio (Jesús) en la Fiesta de las Bodas del Cordero (versículo 7). Esto tiene lugar al final de la Tribulación en la tierra. Cuando la fiesta concluye, Jesús regresa a la tierra en Su Segunda Venida, y trae a Su novia con Él.

3. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Discurso de los Olivos de Jesús (Mateo 24) acerca de los tiempos del fin?

Muchos expertos en profecía bíblica han tomado la posición de que el Rapto no se encuentra en ningún lugar en el Discurso de los Olivos. Argumentan que toda la presentación del Señor en Mateo 24 es acerca de la Segunda Venida. Pero respetuosamente discrepo con esa posición.

Creo que Jesús cambia Su enfoque de la Segunda Venida al Rapto en el versículo 36 y continúa hablando sobre ello hasta el versículo 44. La primera razón por la que veo el Rapto en estos versículos es porque Jesús dice, “del día y la hora nadie sabe”. ¿Cómo podría estar refiriéndose a Su Segunda Venida? Tenga en cuenta que Él acaba de decirles a Sus discípulos exactamente cuándo iba a regresar — “inmediatamente después de la tribulación de aquellos días” (Mateo 24:29).

Tanto por la profecías de Daniel como por el libro de Apocalipsis, sabemos que la Tribulación durará exactamente 7 años proféticos (años de 360 días cada uno). Cualquier persona que esté viva al comienzo de la Tribulación (cuando el Anticristo firme un tratado con Israel) podría calcular el día exacto del regreso del Señor, porque se nos dice que la Tribulación durará precisamente 2,520 días (Apocalipsis 11:3; 12:6).

Entonces, de nuevo, cuando Jesús dice que nadie puede saber el día de Su regreso, debe estar hablando del Rapto, y no de la Segunda Venida.

Luego, Jesús dice que cuando Él regrese, la sociedad será como era en los días de Noé, cuando justo hasta el último momento la gente estaba “comiendo y bebiendo” y “casándose y dándose en casamiento” (Mateo 24:38). En otras palabras, la vida continuará normal cuando Él regrese.

Pero esto no podría estar hablando de la Segunda Venida, porque la vida será todo menos normal al final de la Tribulación. Para ese momento, más de la mitad de la población del mundo habrá sido asesinada, incluidos dos tercios de los judíos. El mundo entero, según lo que se nos dice en Apocalipsis 13-19, estará en un caos absoluto.

Además, si echa un vistazo al Discurso de los Olivos registrado en Lucas 21, encontrará que Lucas añade una observación que el relato de Mateo no contiene. En la sección donde Jesús comienza a hablar acerca de cómo Su regreso podría ocurrir en cualquier momento, Lucas lo cita diciendo: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36).

Esas palabras me suenan como una referencia al Rapto de la Iglesia.

4. Algunos argumentan que el Rapto es más probable que ocurra a la mitad de la Tribulación o cerca del final. ¿Qué hay de malo con estos puntos de vista con respecto al momento?

Hay dos problemas fundamentales con la colocación del Rapto a la mitad o al final de la Tribulación.

El primero es que estos dos momentos para el Rapto someten a la Iglesia a la ira de Dios. Aquellos que proponen un Rapto mid-Trib o un Rapto tardío, siempre argumentan que los Juicios de los Sellos, o los Juicios de los Sellos y las Trompetas, representan la ira del hombre y Satanás, y no la ira de Dios. Por lo tanto, terminan argumentando que sólo los Juicios de las Copas, retratados en Apocalipsis 16, constituyen la ira de Dios.

Pero este argumento no puede ser sostenido. Los Juicios de los Sellos en Apocalipsis 6, son retratados como provenientes del trono de Dios (Apocalipsis 6:1). Además, se declara de forma contundente en Apocalipsis 6:16, que los Juicios de los Sellos son “la ira del Cordero”, refiriéndose a Jesús.

La apertura del séptimo sello conduce directamente a los Juicios de las Trompetas en el capítulo 8 de Apocalipsis. Y esos juicios son retratados como si vinieran de siete ángeles “que están delante de Dios” (Apocalipsis 8:2).

Cuando los Juicios de las Copas son introducidos en Apocalipsis 15, se los denomina los últimos juicios “porque en ellos se consumaba la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1). Así, los Juicios de las Copas no son el comienzo de la ira de Dios. Más bien, son la culminación de Su ira.

El libro de Apocalipsis deja en claro que la ira que se derrama sobre la tierra durante esos terribles siete años es la ira de Dios, desde el principio hasta el final. Y, como he señalado antes, la Biblia promete que los creyentes serán librados de la ira de Dios.

El segundo problema con colocar el Rapto a la mitad de la Tribulación o cerca del final es que dicho momento destruye la inminencia.

Si los Juicios de los Sellos, o los Juicios de los Sellos y las Trompetas deben tener lugar antes de que el Rapto pueda ocurrir, entonces el Rapto no es inminente, y los creyentes deberían vivir aguardando al Anticristo y no a Jesucristo.


Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

viernes, 15 de marzo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Las Preguntas (parte 1)

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice

Parte 2 

Las Preguntas


1 ¿Qué pasa con el momento del Rapto? ¿Cuándo es más probable que ocurra?

Ésta es la pregunta más frecuente y la más controversial. La razón por la que se debate tan acaloradamente es porque la Biblia no revela específicamente el momento del Rapto. Todas las posiciones sobre el momento deben basarse en inferencias, y por lo tanto, puede haber legítimas diferencias de opinión.

Personalmente, creo que la mejor inferencia de las Escrituras es que el Rapto ocurrirá antes del terrible período de siete años de la Tribulación, que se describe en detalle en el libro de Apocalipsis. En otras palabras, creo en lo que es llamado un Rapto Pre-Tribulación.

Echemos un vistazo a esas inferencias. 

(1) Liberación de la Ira

La primera se deriva del hecho de que la Tribulación es un tiempo del derramamiento de la ira de Dios, de principio a fin, y a los cristianos se les promete inmunidad de la ira de Dios.

El apóstol Pablo enfatiza este punto en su primera carta a los tesalonicenses, en el capítulo 1, versículo 10. Él declara que los creyentes están esperando “…de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (énfasis añadido).

Pablo hace una declaración similar en 1 Tesalonicenses 5:9, donde enfatiza que “…no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (énfasis añadido).

De igual manera, en la carta que Jesús dictó a la iglesia en Filadelfia, prometió que Su Iglesia sería guardada del tiempo de la Tribulación (Apocalipsis 3:10):

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

(2) El Enfoque de la Tribulación

La siguiente inferencia de un Rapto Pre-Tribulación es una muy importante, que a menudo se pasa por alto. No hay propósito alguno para la Iglesia durante la Tribulación, porque el foco de todo este período de siete años es el pueblo judío.

Para entender este punto, debemos retroceder 2,500 años a la época de Daniel, mientras estaba en cautiverio en Babilonia. Él había leído la profecía de Jeremías, de que el cautiverio duraría 70 años, y se dio cuenta de que ahora estaban en el 69no año del cautiverio, y el pueblo no se había arrepentido.

Por eso, se puso de rodillas y oró para que Dios lo perdonara a él y a su nación, y le pidió al Señor que los librara del cautiverio y los reconciliara con Él.

En respuesta, Dios envió al ángel Gabriel para darle una de las profecías más notables de la Biblia — lo que se conoce como la Profecía de las 70 Semanas de Años (un período de 490 años). Durante ese período de tiempo, Dios prometió que iba a cumplir seis cosas entre el pueblo judío:

1)  “Terminar la prevaricación” (al aceptar al Mesías).

2)  “Poner fin al pecado” (el arrepentimiento de un remanente).

3) “Expiar la iniquidad” (el Mesías debe morir por los pecados).

4) “Traer la justicia perdurable” (el establecimiento del reinado del Mesías).

5) “Sellar la visión y la profecía” (cumplir todas las profecías mesiánicas).

6) “Ungir al santo de los santos” (proveer un templo nuevo).

Gabriel también le dijo a Daniel que, desde el momento en que se emitiera un decreto para reconstruir Jerusalén, pasarían 483 años hasta la venida del Mesías, quien sería asesinado. Poco después de eso, Jerusalén sería destruida. Los últimos siete años de la profecía comenzarían cuando el Anticristo haga un pacto con Israel (Daniel 9:27).

Tal como fue profetizado, hubo 483 años desde el momento en que Artajerjes emitió un edicto para que los judíos reconstruyeran Jerusalén, hasta el momento en que Jesús fue crucificado. Y poco después de eso, Jerusalén y el templo fueron destruidos por los romanos en el año 70 d.C.

Cuando Jesús fue crucificado, el reloj dejó de marcar los 490 años de la profecía de Daniel, porque Dios puso a los judíos bajo disciplina, debido a su rechazo de Jesús como su Mesías. Fueron esparcidos por todo el mundo.

Sabemos con certeza que hay una brecha en el cumplimiento de la profecía de Daniel, porque durante el período de 483 años, sólo una de las seis metas del Señor fue lograda — a saber, la número 3, la expiación por los pecados. Las otras cinco metas se lograrán durante la última semana de años de la profecía de Daniel.

Esos siete años son lo que llamamos la Tribulación, cuando Dios derramará Su ira sobre un mundo pagano y el pueblo judío rebelde.

Esos últimos siete años se mencionan en las Escrituras hebreas como:
  • “El tiempo de angustia de Jacob” — Jeremías 30:7
  • “Un tiempo de angustia, cual nunca fue” — Daniel 12:1
  • “La hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero” — Apocalipsis 3:10
  • Jesús también lo llamó un tiempo de “gran tribulación” — Mateo 24:21
  • Y usó la misma terminología en Apocalipsis 7:14 — “la gran tribulación”.
La Era de la Iglesia comenzó con período de superposición durante el cual Dios comenzó a enfocarse en la Iglesia, mientras seguía obrando entre el pueblo judío. La Iglesia fue establecida alrededor del año 30 d.C., pero los judíos no fueron dejados de lado en disciplina hasta 40 años después, en el año 70 d.C., cuando los romanos destruyeron Jerusalén y el templo.

De igual manera, creo que ahora estamos en otro período de superposición, que comenzó con el restablecimiento de Israel en 1948. Mientras la Iglesia continúa, Dios ha comenzado a obrar entre el pueblo judío una vez más, reuniéndolos desde los cuatro ángulos de la tierra y restableciendo su Estado-nación.

La Iglesia pronto será sacada de este mundo antes de que Dios, una vez más, preste toda Su atención al pueblo judío, durante la 70ma semana de las 70 Semanas de Años de Daniel. De nuevo, no hay un propósito para la Iglesia aquí en la tierra durante la Tribulación. La Tribulación es cuando el enfoque de Dios regresa a Israel.

(3) El Énfasis en la Inminencia

Esto nos lleva a otra inferencia muy importante, una que muchos expertos en profecía consideran la más importante. Sólo el punto de vista Pre-Tribulación del Rapto permite la inminencia.

Se nos dice una y otra vez en el Nuevo Testamento, que el regreso del Señor es inminente, y que debemos vivir aguardando que ocurra en cualquier momento. Tome, por ejemplo, Mateo 24:

36) Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

42) Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

44) Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Jesús repitió esta advertencia en Mateo 25, en Su parábola de las diez vírgenes. Él declaró que los creyentes deben vivir con una perspectiva eterna, esperando que el Señor regrese en cualquier momento. Concluyó la parábola con estas palabras: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora…” (Mateo 25:13).

Del mismo modo, Lucas en su evangelio cita a Jesús diciéndoles a Sus discípulos “velad en todo tiempo”, por el regreso del Señor, lo que implica que éste podría ocurrir en cualquier momento (Lucas 21:36).

Hay muchos otros pasajes sobre la inminencia en el Nuevo Testamento. A continuación se enumeran algunos ejemplos. En cada caso, he añadido énfasis a las palabras clave.

Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.

“…nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo…” (1 Corintios 1:7).

“El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. ¡Maranatha! (1 Corintios 16:22) [“El Señor viene”, en arameo].

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20)

“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca” (Filipenses 4:5).

[Debemos vivir] “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.

Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo (1 Pedro 1:13, LBLA)

“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).

[Jesús hablando] “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro” (Apocalipsis 22:7-12).

Como fácilmente puede ver en estos versículos, se nos exhorta a vivir con una perspectiva eterna, esperando que el Señor venga en cualquier momento.

Estos versículos deben estar hablando acerca del Rapto y no de la Segunda Venida, por dos razones.

En primer lugar, la Segunda Venida no es un evento inminente, debido a que hay demasiadas profecías que deben cumplirse antes de que Jesús pueda regresar a esta tierra. Por ejemplo:
  • Debe haber siete años de Tribulación.
  • Un templo debe ser reconstruido en Jerusalén.
  • El Anticristo debe ser revelado.
  • Los dos testigos en Jerusalén deben ser asesinados.
  • El templo reconstruido en Jerusalén debe ser profanado.
  • La Marca de la Bestia debe ser instituida.
  • Un remanente judío debe arrepentirse y ser salvo.

El punto de nuevo: La única forma en la que el regreso del Señor puede ser inminente es que haya un Rapto que sea separado y aparte de la Segunda venida, y que pueda ocurrir en cualquier momento, sin el cumplimiento de ninguna profecía.

La segunda razón por la que las advertencias de la inminencia deben referirse al Rapto y no a la Segunda Venida es porque la fecha de la Segunda Venida puede ser calculada con precisión. Eso es porque el libro de Apocalipsis revela que la Segunda Venida ocurrirá exactamente 2,520 días después de que la Tribulación comience (Apocalipsis 11:3; 12:6). 

(4) Ejemplos Bíblicos

Esto nos lleva a una cuarta inferencia de un Rapto Pre-Tribulación. Partiendo de ejemplos bíblicos, Dios siempre remueve a Sus elegidos antes de que Él derrame Su ira de juicio y apocalíptica (en contraposición a sus juicios correctivos).

Así pues, el apóstol Pedro dice que si Dios guardó a Noé y su familia del diluvio, entonces Él “sabe librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” (2 Pedro 2:4-9).

Enoc, un gentil, quien creo que era un símbolo de la Iglesia, fue sacado del mundo antes del diluvio, mientras que Noé y su familia, simbólicos de los judíos, fueron preservados a través del diluvio (Génesis 5:21-24).

Otro ejemplo es la remoción de Lot y su familia de Sodoma y Gomorra, antes de que las ciudades fueran destruidas (Génesis 19:1-26). A Lot incluso se le dijo que acelerara su huida, porque el Señor no podía destruir las ciudades hasta que él se fuera (versículo 22).

Y luego está Rahab, la ramera en Jericó, quien proporcionó refugio a los espías judíos que fueron enviados a explorar la ciudad. Ella los protegió porque les expresó su fe en su Dios (Josué 2:9-11).

Se nos dice en Josué 6:22-23, que Dios dispuso que ella y toda su familia fueran removidos de la ciudad antes de que fuera conquistada por Josué y su ejército.

Creo que estos ejemplos dejan en claro por qué nunca se nos dice que esperemos al Anticristo. Más bien, se nos dice que aguardemos a Jesucristo. 


Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí
Lea la parte 3 »»aquí
Lea la parte 4 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Share/Bookmark