jueves, 16 de octubre de 2008

Ezequiel 39



Ezequiel 39

1 Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.

2 Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;

3 y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha.

4 Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida.

5 Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.

6 Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová.

7 Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.

8 He aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor; este es el día del cual he hablado.

9 Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años.

10 No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice Jehová el Señor.

11 En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog.[a]

12 Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra.

13 Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor.

14 Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento.

15 Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.

16 Y también el nombre de la ciudad será Hamona;[b] y limpiarán la tierra.

17 Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.

18 Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basán.

19 Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué.

20 Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jehová el Señor.(A)

21 Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse.

22 Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.

23 Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada.

24 Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro.

25 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.

26 Y ellos sentirán su verg:uenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante;

27 cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.

28 Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.

29 Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.

La Guerra de Gog - Magog

Ezequiel 38


Profecía contra Gog

1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog,(A) príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él,

3 y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.

4 Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas;

5 Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;

6 Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.

7 Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.

8 De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente.

9 Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.

10 Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento,

11 y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;

12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra.

13 Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?

14 Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú?

15 Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército,

16 y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.

17 Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?

18 En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo.

19 Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;

20 que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra.

21 Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano.

22 Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
23 Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.

martes, 14 de octubre de 2008

Propósito y Comisión

La Iglesia: Su propósito y comisión


En la era actual Dios está dando a conocer su sabiduría y está manifestando su gracia ante las huestes angélicas por medio de la iglesia (Ef. 3:10). En el cielo, la iglesia será por toda la eternidad la ilustración de lo que la gracia de Dios puede hacer (Ef. 2:7). Sin embargo, estrictamente hablando, la comisión divina de la iglesia se entrega más bien a individuos que a un grupo corporativo. Cristo, como cabeza de la iglesia, puede dirigir a cada creyente en los senderos de la voluntad de Dios en armonía con sus dones personales y el plan de Dios para la vida individual. Sin embargo, todo esto está en armonía con el propósito general de Dios para la iglesia en el tiempo actual. En la iglesia como cuerpo, Dios está cumpliendo un propósito divino presente que se está revelando exactamente como fue profetizado en las Escrituras.

A. El actual propósito divino en el mundo.

El actual propósito divino para esta era no es la conversión del mundo, sino el llamamiento a todos los que creerán en Cristo, a fin de que salgan del mundo y formen el cuerpo de Cristo que es la iglesia. Es cierto que el mundo se convertirá y que habrá un reino de justicia en la tierra; pero, según la Biblia, el día de una tierra transformada, lejos de ser el resultado del servicio cristiano, no precederá a la venida de Cristo, sino que vendrá después, y sólo será posible por su presencia y poder inmediatos.

Es después de ser cortada la Piedra —símbolo del regreso de Cristo— que Dios establece un reino eterno en la tierra (Dn. 2:44-45). Es después del regreso del Señor y de la toma de posesión del trono de su gloria que El dice a las ovejas de su mano derecha que entren en el reino terrenal preparado para ellas (Mt. 25:31-34). Del mismo modo, es después que se le ve descender del cielo que Cristo reina mil años sobre la tierra (Ap. 19:11-20:9; comp. con Hch. 15:13-19; 1 Co. 15: 20-25).

Al anunciar los rasgos peculiares de esta era (Mt. 13:1-50), el Señor hace mención de tres características principales:

1) El lugar de Israel en el mundo sería como el de un tesoro escondido en el campo (Mt. 13:44); 2) el mal continuaría hasta el final de la era (Mt. 13:4, 25, 33, 48); y 3) serán reunidos los hijos del reino, comparados con el trigo, la perla de gran precio y los buenos peces (Mt. 13:30, 45, 46, 48).

De estas tres características de la era se desprende que el propósito supremo de Dios para esta edad es la reunión de los hijos del reino. De acuerdo con esto, se afirma en Romanos 11:25 que la ceguera actual de Israel durará hasta que sea completada la iglesia (nótese Ef. 1:22-23), hasta el fin de la era de especial bendición para los gentiles.

De igual modo, el misterio de iniquidad, el mal, seguirá obrando durante la era actual, aunque restringido, hasta que el que lo detiene, el Espíritu de Dios, sea quitado de en medio (2 Ts. 2:7). Como el Espíritu se irá solamente cuando haya completado el llamamiento de la iglesia, el propósito inmediato de Dios no es la corrección del mal en el mundo, sino el llamamiento de todo el que crea. Aún falta cumplir los pactos de Israel (Ro. 11:27), y el mal será desterrado de la tierra (Ap. 21:1); pero el propósito actual de Dios, y todo evidentemente espera esto, es terminar de completar la iglesia.

En Hechos 15:13-19 se da la sustancia del discurso de Santiago al concluir el primer concilio de la iglesia en Jerusalén. La ocasión de este concilio fue la necesidad de determinar la cuestión del propósito actual de Dios. La Iglesia primitiva estaba compuesta mayormente por judíos, y éstos estaban confundidos en cuanto a su propia posición nacional a la luz del hecho de que el nuevo evangelio estaba fluyendo hacia los gentiles. Jacobo sostiene que, según la experiencia de Pedro en la casa de Cornelio el gentil, Dios está visitando a los gentiles para tomar de ellos pueblo para su nombre. "Después de esto", dice Jacobo, el Señor regresará y entonces cumplirá sus propósitos para con Israel y los gentiles.

La implicación práctica de todo esto en relación con el tema de este estudio es que, en la era actual, el creyente individual (y mucho menos la iglesia) no ha sido puesto para la realización de un programa de mejoramiento mundial; en cambio, el creyente es llamado a ser testigo de Cristo y de su gracia salvadora en todo el mundo, y por medio de este ministerio de predicación el Espíritu de Dios cumplirá el propósito divino supremo de la era.

B. La formación de la Iglesia

Cristo profetizó que El edificaría su iglesia (Mt. 16:18), y el apóstol Pablo comparó la iglesia con una estructura de piedras vivas que crecen para formar un templo vivo en el Señor y que son edificados para morada de Dios en el Espíritu (Ef. 2:21-22). Del mismo modo, el ministerio del creyente de ganar almas y edificar el cuerpo de Cristo no continúa para siempre, sino "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13). La "estatura de la plenitud de Cristo” no se refiere al desarrollo de hombres semejantes a Cristo, sino más bien al desarrollo del cuerpo de Cristo hasta su completa formación (Ef. 1:22-23). El mismo aspecto de la verdad vuelve a ser anunciado en Efesios 4:16, donde los miembros del cuerpo, como las células vivas del cuerpo humano, se presentan como si estuvieran en una actividad incesante para ganar almas y, por lo tanto, están haciendo crecer el cuerpo.

C. La comisión del creyente

Cristo predijo que la siembra que iba a caracterizar a la presente dispensación daría como resultado que una cuarta parte llegaría a ser trigo (Mt. 13:1-23). Sin embargo, aunque la predicación del evangelio se relaciona con la vida y con la muerte (2 Co. 2:16), el hijo de Dios es comisionado para instar a tiempo y fuera de tiempo en sus esfuerzos por ganar los perdidos. Ha sido designado para ir por todo el mundo predicar el evangelio a toda criatura (Mr. 16:15), sabiendo que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios Ro. 10:17). También se afirma en 2 Corintios 5:19 que Dios, que estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, nos ha entregado la palabra de la reconciliación. "Así que somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" (2 Co. 5:20).

Este ministerio está sobre cada creyente y puede ser ejercido de muchas maneras.

1. El evangelio puede ser presentado a los inconversos, por medio de ofrendas. Evidentemente, hay muchos creyentes sinceros que no han despertado a la efectividad de la acción de dar de su sustancia con este objeto. El mensajero no puede ir a menos que sea enviado, pero el que lo envía es un copartícipe en el servicio y ha invertido su dinero en bonos que pagarán dividendos eternos.

2. El evangelio puede ser presentado a los inconversos en respuesta a las oraciones. El que dijo: "Si algo pidiereis en mi nombre yo lo haré" (Jn. 14:14), ciertamente enviará obreros a la mies en contestación a las oraciones. Se prueba fácilmente que no hay ministerio más fructífero para el hijo de Dios que el de la oración; sin embargo, cuán pocos parecen comprender que las almas se salvan por medio de ese servicio.

3. El evangelio puede ser presentado a los inconversos por medio de la palabra hablada. Puesto que todos han sido comisionados para la realización de esta tarea, es necesario observar ciertas condiciones imperativas: a) el mensajero debe estar deseoso de ser puesto donde el Espíritu lo desee; b) el mensajero debiera ser instruido en cuanto a las verdades precisas que constituyen el evangelio de la gracia que tiene la misión de declarar; c) el mensajero debe estar lleno del Espíritu Santo, o le faltará la pasión propulsora por los perdidos, que es lo único que lo lleva a uno a un servicio de ganar almas valiente e infatigablemente. "Cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo —dijo Cristo—, me seréis testigos..." (Hch. 1:8). Sin esta plenitud no habrá disposición para testificar. Pero estando llenos, nada puede impedir el flujo de la compasión divina (Hch. 4:20).

4. El evangelio puede ser presentado por diversos medios mecánicos tales como la literatura, la radio, la televisión y la música sagrada. Sin consideración del medio usado, la verdad debe ser presentada de tal modo que el Espíritu Santo pueda usarla.

5. Indudablemente el Espíritu Santo usa muchos otros medios en la difusión del evangelio, por ejemplo, instituciones educacionales donde se preparan predicadores, La aviación misionera que sirve para transportar a los hombres que llevan el evangelio, y la página impresa. Aunque no todos los cristianos estén igualmente dotados para predicar directamente el evangelio, cada cristiano tiene parte en la responsabilidad de hacer que el evangelio sea predicado a toda criatura.

viernes, 10 de octubre de 2008

JESUS is coming SOON!

¡Hoy es el día para recibir a Cristo como tu único y suficiente

Salvador personal!

¡Mañana podría ser demasiado tarde!

The Rapture

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