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domingo, 12 de febrero de 2012

Libro: Jesús - El Cordero y el León

Prefacio

 Portada del libro, Jesús - El Cordero y el León, escrito por el Dr. David R. Reagan, Fundador y Presidente del Ministerio Cordero y León. (Haga clic sobre la imagen para ir al Índice)

El nombre del Ministerio que fundé en 1980 es Cordero y León (Lamb & Lion Ministries). Por causa de ese nombre, cada semana recibimos mensajes preguntando, “¿En qué parte de la Biblia dice que el cordero yacerá con el león?”. La persona usualmente añade que ha pasado un tiempo considerable buscando el versículo sin éxito, y decidió ponerse en contacto con nosotros debido al nombre del ministerio. “Con un nombre como Cordero y León”, dicen, “seguramente saben dónde está ubicado este versículo”.

La Respuesta Sorprendente

Bueno, amigos, ¡la respuesta asombrosa es que no existe tal pasaje! La gente encuentra esto difícil de creer. Tal como una persona me lo expresó, ““¡He recibido demasiadas tarjetas de navidad con fotos de un cordero y un león como para que no exista tal versículo!” Creo que este verso mítico en particular está clasificado junto al que supuestamente dice, “El Señor ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos”.

El pasaje que la gente está buscando es Isaías 11:6. Es el primer versículo en un pasaje que describe cómo será transformada la tierra cuando Jesús regrese y cómo la maldición sobre la naturaleza será removida. El versículo dice: “Morará el lobo con el cordero”.

Sí, es el lobo el que está representado con el cordero, no el león. El león es mencionado en el versículo 7 donde dice: “El león como el buey comerá paja”.

No hay ninguna duda de que el cordero y el león yacerán juntos durante el reinado milenial del Señor, porque toda la naturaleza será reconciliada en paz, pero la referencia bíblica es al lobo y al cordero. Me parece que los artistas siempre han encontrado más dramático dibujar juntos al cordero y al león

Buscando un Nombre para el Ministerio

El nombre de nuestro ministerio no tiene nada qué ver con estos versículos en Isaías 11. Cuando formé este ministerio en 1980, busqué un nombre que estuviera relacionado con el propósito del ministerio, que era la enseñanza de la profecía bíblica y la proclamación del cercano regreso de Jesús. Mi primera opción fue el nombre Maranatha Ministries. Amaba ese nombre ya que en el lenguaje arameo, “Maranatha” significa “¡El Señor viene!” (1 Corintios 16:22). Pero cuando verifiqué con la Secretaría del Estado de Texas, descubrí que el nombre ya había sido escogido.

Entonces, empecé a orar para que el Señor me diera un nombre nuevo y distintivo. Ahí fue cuando Él puso en mi corazón Lamb & Lion Ministries. Me gustó el nombre ya que apuntaba a las dos grandiosas imágenes proféticas del Mesías que se hallan en las Escrituras hebreas. El Mesías es descrito como el Cordero Sufriente y como el León Conquistador.

Como el Cordero Sufriente, se profetizó que Él moriría por los pecados de la humanidad. Esa imagen se relaciona con Su Primera Venida. Su imagen como el León Conquistador tenía que ver con los tiempos del fin cuando vendría una segunda vez para derramar ira sobre los enemigos de Dios y luego empezar a reinar sobre toda la tierra.

Las dos imágenes eran tan distintas que los sabios judíos concluyeron que deben estar hablando acerca de dos Mesías. Llamaron al Cordero Sufriente “Messiah Ben Joseph” (Mesías hijo de José) y llamaron al león conquistador “Messiah Ben David” (Mesías hijo de David). No pudieron ver ni entender que los profetas estaban hablando acerca de un Mesías que vendría dos veces, cada vez en un papel y para un propósito diferentes.

El Cordero Sufriente

El concepto del Mesías como un Cordero Sufriente está arraigado en la Fiesta de la Pascua y el requisito de que cada familia sacrificara un cordero macho sin defecto como una expiación animal por sus pecados. Sabemos, por supuesto, que tal sacrificio era insuficiente, porque Hebreos 9 dice que la sangre de animales era insuficiente para verdaderamente expiar los pecados (Hebreos 9:11-16), pero era una expresión de fe que proveía una cobertura temporal de sus pecados. Su perdón total tendría que esperar el sacrificio de un hombre perfecto – el Cordero de Dios.

Ésa es la razón por la que cuando los santos del Antiguo Testamento morían, sus almas no iban al Cielo. En cambio, iban a un lugar temporal de espera llamado el Paraíso o “Seno de Abraham”, el cual era un compartimento en el Seol –llamado Hades en el Nuevo Testamento (Lucas 16:19-31). No podían ir al Cielo y vivir en la presencia de un Dios santo debido a que sus pecados sólo estaban cubiertos por su fe y no perdonados.

Cuando Jesús, el perfecto Cordero de Dios, murió en la Cruz, Su Espíritu descendió al Hades donde hizo una proclamación (1 Pedro 3:19 y 4:16). No se nos dice específicamente lo que Él proclamó, pero indudablemente ha de haber sido, “¡La sangre ha sido derramada!”

Sólo puedo imaginar el rugido de celebración que debe haber provenido de los santos que habían estado esperando durante todos esos años esa noticia gloriosa. Ahora, sus pecados estaban perdonados. Ahora, podían finalmente ir al Cielo.

Ése es el significado de un pasaje muy enigmático que se encuentra en Efesios 4:8 que dice, “Cuando [Jesús] ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres” (NVI). Cuando Jesús ascendió al Cielo, se llevó el Paraíso con Él. Pablo después afirmó esto en sus escritos (2 Corintios 12:1-4).

Desde ese momento, cuando un creyente muere, su espíritu se va directamente al Cielo. La Cruz lo cambió todo. Hoy, cuando una persona pone su fe en Jesucristo como Señor y Salvador, sus pecados no sólo son cubiertos sino también perdonados porque “la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). y nace de nuevo, cuando esa persona muere su espíritu va directamente al Cielo y no al Hades. Es una situación diferente después de la Cruz que antes de la Cruz, porque cuando hoy ponemos nuestra fe en Jesucristo nuestros pecados no sólo son perdonados, también son olvidados. No sólo son cubiertos, son lavados. ¡Alabado sea Dios! Y, por lo tanto, cuando morimos vamos directamente al Cielo. La sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado.

En las Escrituras hebreas, Isaías 53 es el grandioso pasaje acerca del Cordero Sufriente. Éste declara que los pecados de la humanidad serían colocados sobre el Mesías y “como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca" (Isaías 53:7). Él sería dado como “expiación” y como resultado de “la aflicción de Su alma”, Él “justificaría a muchos” (Isaías 53:10-11).

En respuesta a esta profecía, muchos, muchos años después, cuando Jesús apareció en el Río Jordán para ser bautizado, Juan el Bautista exclamó: “¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29 y 36). Usando la misma imagen, el apóstol Pedro escribió que hemos sido “rescatados no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19).

El León Conquistador

La imagen del León Conquistador fue usada por los profetas hebreos para simbolizar lo que hoy en día “La Segunda Venida”. El Mesías fue descrito como un león rugiente que vendría para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado la gracia, la misericordia y el amor del Señor.

Isaías 31:4-5, “Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa, así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion. Jehová de los ejércitos protegerá a Jerusalén. Él la protegerá y la librará, la defenderá y la rescatará”.

Jeremías 25:30, “Jehová rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra”.

Oseas 11:10-11, “El Señor rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente. Como ave acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová”.

Joel 3:14-16, “Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel”.

El Libro de Apocalipsis

En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan combina las imágenes del cordero y del león para expresar el significado pleno de Jesús como el Mesías.

Al comienzo del capítulo 4, Juan es arrebatado al Cielo (una forma simbólica del Rapto de la Iglesia antes de que la Tribulación comience).En los capítulos 4 y5 Juan describe la gloriosa escena celestial del magnífico trono de Dios rodeado por 24 ancianos y protegido por cuatro extrañas criaturas que representan toda la creación de Dios.

Al principio, Juan se enfoca en la adoración sin fin y los cánticos de adoración que celebran la santidad y el poder de Dios. Pero, en el capítulo 5, la atención de Juan cambia repentinamente hacia un pequeño rollo en la mano derecha de Dios. Está sellado con siete sellos. Juan parece percibir inmediatamente la importancia de este rollo el cual, en el capítulo diez, se revela que es el título de propiedad del planeta tierra.

Un “ángel fuerte” proclama de repente en voz alta, “¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?” (Ap. 5:2). Nadie parece ser digno y Juan comienza a llorar. Es en este momento que uno de los 24 ancianos le dice a Juan, “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos” (Ap. 5:5).

Cuando Juan voltea para ver al león, mira en cambio a un Cordero que “estaba en pie…como inmolado”. Él busca al León y sólo mira a un Cordero ensangrentado. El Cordero toma el rollo de la mano de Dios, y todas las huestes celestiales irrumpen en alabanza:

“Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación” (Ap. 5:9).

En el capítulo 10, se nos presenta un flash-forward* que muestra a Jesús en la Segunda Venida representado como un “ángel fuerte” que regresa a la tierra con el rollo abierto en Su mano. El regresa para reclamar la tierra para Sus santos quienes gobernarán con Él. Volviendo de nuevo a las imágenes del Antiguo Testamento, el pasaje dice que Él exclamará “a gran voz, como ruge un león” (Ap. 10:3)

Extrañamente, a lo largo del resto del libro de Apocalipsis, Juan usa las imágenes del Cordero en cuando se refiere al Mesías durante la Tribulación y en Su Segunda Venida. Es el Cordero quien es descrito derramando la ira de Dios (Ap. 6:16-17). Es el Cordero quien hace la guerra contra el Anticristo y sus fuerzas (Ap. 17:14).

Creo que Juan resalta al Mesías como un Cordero debido a que simboliza el gran precio que pagó por los pecados de la humanidad. También nos recuerda la reivindicación del Cordero cuando regrese para quitarle a Satanás el dominio de la tierra. Y recalca que Jesús va a recibir el honor y la gloria que tanto merece — el honor y la gloria que se le negaron cuando vino como el Cordero Sufriente.

Mientras aguardamos el cumplimiento de las profecías de Apocalipsis, exaltemos al Cordero y añoremos al León.

El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza…Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos — Apocalipsis 5:12-13

Dr. David R. Reagan
Allen, Texas
Primavera del 2011

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

*Flashforward es una técnica utilizada tanto en el cine como en la literatura que altera la secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al futuro. El flashforward es una ida repentina y rápida al futuro de un personaje en una historia. Se asemeja a flashback con la única diferencia que en éste último se conectan el pasado y el presente.

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jueves, 22 de diciembre de 2011

Pregunta en cuanto al alcance de la Salvación


¿No habría sido acaso más productivo que Jesús hubiese sufrido sólo por los pecados de aquellos que solicitasen el perdón, y no por los pecados del mundo entero?

Según la ley de Dios, la paga del pecado es la muerte (Ro 6:23). Supongamos que durante toda la historia de la humanidad, un solo ser humano se hubiese convertido por el evangelio de Jesucristo, entonces también para aquella sola persona, la muerte es la paga del pecado. El autor se une al pensamiento de Hermann Bezzel, que dijo que el amor de Jesús era tan grande que hubiese llevado a cabo su acto de rescate aunque hubiese habido un solo pecador arrepentido. Pero la obra redentora del Hijo de Dios es de tal dimensión que es suficiente para todos los hombres. Por esta razón Juan el Bautista pudo exclamar: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1:29). Ahora todo el que quiera puede aceptar el perdón.

La historia que sigue ilustra bien esta verdad:

Un rico terrateniente irlandés dio una vez un sermón muy original a todos los que trabajaban en sus fincas. Dio a conocer el siguiente anuncio en los lugares más importantes de sus propiedades:

“El lunes próximo, estaré entre las diez y las doce en la oficina de mi casa de campo. Durante ese tiempo estoy dispuesto a pagar todas las deudas de mis trabajadores. Se deberán presentar las facturas aún sin pagar.”

Esta oferta insólita fue el tema principal durante los días que siguieron. Algunos lo consideraban como un engaño; otros sospechaban que tenía que haber gato encerrado, porque nadie había ofrecido jamás tal cosa. Llegó el día anunciado. Numerosas personas acuden. A las diez en punto, el propietario entra y sin decir una palabra desaparece tras la puerta de su oficina. Nadie se atreve a pasar. Lo que sí hacen es discutir con denuedo sobre la autenticidad de la firma y los motivos del jefe. A las once y media, finalmente, una pareja de ancianos llega a la oficina. El anciano, con un atado de facturas en la mano y con voz temblorosa, pregunta a las personas presentes si es efectivamente allí donde las deudas son pagadas. “Hasta ahora, no ha pagado nada” se mofan de él. “Hasta ahora nadie lo ha intentado todavía” –agrega otro– “pero si de verdad cancela las deudas, entonces volved en seguida e informadnos”.

A pesar de todo, la pareja de ancianos se atreve a pasar. El propietario les recibe con amabilidad, suma las cantidades y les da un cheque firmado por valor de la suma total. Cuando se disponen a salir agradecidos de la oficina, les dice: “Por favor, quédense aquí hasta las doce, hasta que cierre la oficina”.

Los dos ancianos le cuentan que la gente que está esperando fuera quieren oír de ellos si la oferta es verdad.

Sin embargo, el propietario se muestra intransigente: “Vosotros habéis confiado en mi palabra y aquellos que esperan afuera deben hacer lo mismo si desean que sus deudas sean canceladas”. La oferta del propietario se dirigía a todos sus trabajadores y su fortuna era suficiente para cubrir las deudas de todo el personal. Pero sólo el matrimonio que confió en su palabra salió libre de deudas. (Fuente: F. König: “Du bist gemeint” [A ti me refiero], p.127 ss. abreviado)

De igual modo, la muerte de Cristo bastaría para la redención de todas las personas: “Así que, como por la transgresión de uno (Adán) vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera, por la justicia de uno (Jesús) vino a todos los hombres la justificación de vida” (Ro 5:18).

La oferta de salvación es para todos los hombres y por eso puede ser anunciada a todas las personas. Pero sólo se salvarán los que confiando en la palabra de Jesús se atrevan y le acepten a Él personalmente.

Tomado de la edición de noviembre del 2011 de la revista, Llamada de Medianoche.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Acerca del ofrecimiento divino de salvación a todos los hombres

Una breve anécdota personal



Apreciados hermanos:

Como muchos de ustedes sabrán, durante los días pasados he estado publicando en mi sitio web artículos que refutan las doctrinas agustinianas en cuanto al tema de la salvación, las cuales son mejor conocidas como Calvinismo o Doctrinas de la Gracia. También, es muy probable que sepan que la administración de la página web la llevo a cabo durante el escaso tiempo disponible que mi trabajo me deja. No crean que me dedico simplemente a copiar y pegar los artículos, sino que me lleva varias horas leerlos, traducirlos, editarlos y, finalmente, publicarlos. Esto lo hemos hecho con el propósito de honrar y glorificar a Dios con los talentos que Él me ha dado y también con el fin de ser un canal de bendición para sus vida

Ahora, procedo a contarles mi anécdota:

El día viernes 9 de diciembre, me dirigía hacia mi centro de labores como a eso de una media hora antes de las ocho de la mañana, hora de Nicaragua. Antes de salir, tomé conmigo cuatro ediciones diferentes de la revista Llamada de Medianoche. Los ejemplares que tomé correspondían a las ediciones de septiembre, octubre, noviembre y diciembre.

A inicios de mi recorrido, cuando recién acababa de abordar el taxi que me llevaría a mi centro de labores, iba orando mentalmente pidiendo la dirección del Señor para mi vida para ese día. De pronto, de forma inesperada, sentí un tremendo deseo de leer un artículo. Por alguna razón que aún me sorprende, decidí leer la edición del mes de noviembre. Rápidamente recorrí con mis ojos el índice de la revista. Sin saber de qué se trataba, decidí leer un artículo titulado, “Una pregunta, tres respuestas”. El artículo se encuentra en la página 37. Hasta este punto, había escogido dos cosas: La edición de la revista y el artículo.

Dado que el artículo hablaba acerca de tres respuestas a una misma pregunta, cuando llegué hasta la página donde se encontraba el artículo, mis ojos se fijaron en la respuesta número tres.

Sólo les diré el título de la pregunta, para que ustedes descarguen la revista y lo lean por ustedes mismos: “¿No habría sido más productivo que Jesús hubiese sufrido sólo por los pecados de aquellos que solicitasen el perdón, y no por los pecados del mundo entero?”



Como podrá observar, tuve que hacer tres elecciones para poder llegar hasta el artículo en cuestión: La edición de la revista, el artículo y la pregunta. Responda ahora usted la siguiente pregunta: ¿Coincidencia o Providencia? Para su servidor, Dios estaba dirigiendo todo el asunto.

Para mí, toda esta experiencia fue una contundente confirmación de parte del Dios de amor, para indicarme de que vamos por buen camino. Aunque muchos no están de acuerdo con que yo esté denunciando las aberraciones y falsedades del Calvinismo, tengan por seguro que no callaré. Mi objetivo es que aquellos creyentes que ignoran lo que hay detrás de este sistema filosófico pagano originado en el humanismo griego puedan escapar a tiempo y también que aquellos nuevos creyentes que aún no han caído en las redes de engaño puedan ser librados.

En Yeshúa el Mesías,

Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Managua, Nicaragua

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Está la comprensión bíblica reservada para una élite?

Capítulo 2 del libro: ¿Qué Amor es Éste?



Los calvinistas enfatizan que su teología descansa sobre una sólida exégesis bíblica, estando “firmemente basada… en la Palabra de Dios”. Algunos han ido tan lejos como para afirmar que “esta enseñanza era considerada como la verdad por los apóstoles”, e incluso que “Cristo enseñó las doctrinas que han llegado a ser conocidas como los cinco puntos del Calvinismo”. De acuerdo con la Biblia misma, sin embargo, nadie debería aceptar tales afirmaciones sin verificarlas en las Escrituras.

Cualquier doctrina que afirme estar basada en la Biblia debe ser comprobada cuidadosamente contra la Biblia. Además, cualquiera que conozca la Biblia debería ser capaz de hacer eso. Depender de algún supuesto experto bíblico para una evaluación de las opiniones de otro sería estar dando vueltas en círculos. No importa cuál opinión uno aceptó, el resultado final sería el mismo: uno aún sería cautivo de la opinión humana. Cada individuo debe verificar personalmente todas las opiniones directamente con la Biblia. Sin embargo, estaba siendo aconsejado a permanecer callado sobre la base que sólo aquellos con calificaciones especiales eran competentes para contrastar el Calvinismo contra la Biblia, una idea que en sí misma contradecía la Escritura.

Los habitantes de la ciudad de Berea, aunque ni siquiera eran cristianos cuando Pablo les predicó por primera vez el Evangelio, “escudriñaban cada día las Escrituras para ver si estas cosas [las que Pablo les predicaba] eran así” (Hechos 17:11), y fueron elogiados como “nobles” por hacerlo. Sin embargo, los calvinistas insisten que se requiere una preparación especial (y aparentemente extensa) para llegar a ser alguien calificado para examinar esa peculiar doctrina a la luz de la Biblia. ¿Por qué?

Después de todo, la misma Biblia declara que un “joven” puede entender sus instrucciones y, por tanto, “limpiar su camino” (Salmo 119:9). Aun un niño puede conocer las Sagradas Escrituras por medio de la instrucción en el hogar impartida por su madre y por su abuela (2 Timoteo 1:5; 3:15). Si una habilidad especial fuera necesaria para probar el Calvinismo contra la Escritura, sin duda que sería una prueba en sí misma que esta peculiar doctrina no provino de una exégesis bíblica válida. Algo tan enigmático, por definición misma, no podría haberse derivado de la Biblia, quien sí misma afirmar estar escrita para los sencillos:

Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte …a fin de que nadie se jacte en su presencia” (1 Corintios 1:26-29).

¿Es el Calvinismo tan difícil de entender?

¿Realmente debería ser el Calvinismo insondable para el cristiano común? Ese mismo hecho, si fuera cierto, sería una prueba adicional de que el Calvinismo no se derivó de las Escrituras. ¿Cómo podría algo tan complicado posiblemente provenir de aquello que toda persona es capaz de meditar día y noche (Salmo 1:1-2)? Si la alimentación esencial que la Palabra de Dios provee debe ser el sustento diario para la vida espiritual de todo hombre (Deuteronomio 8:3), ¿podría el Calvinismo haber provenido de la Biblia y sin embargo ser indigerible para el cristiano ordinario?

Muchos, cuya obvia sinceridad fue apreciada, me estaban diciendo que a pesar de que cito a Juan Calvino directamente de sus escritos, junto con citas de líderes calvinistas de hoy en día, aún era muy probable que yo tergiversara al Calvinismo porque yo no lo entendía. Aun después de una detallada discusión reciente con amigos calvinistas que duró tres horas, ellos aún me dijeron, “Tú no entiendes el Calvinismo”. Si el Evangelio fuera así de complicado, ¿quién podría ser salvo?

¿Por qué el Calvinismo debe ser un tema tan difícil y aparentemente esotérico que requeriría años comprenderlo? Tal actitud muy bien podría intimidar a muchos a aceptar esta creencia simplemente porque una gama tan amplia de teólogos y líderes evangélicos altamente respetados se adhieren a ella. Ciertamente, la gran mayoría de calvinistas son cristianos ordinarios. ¿Sobre qué base, entonces, sin la habilidad que aparentemente a mí me hacía falta, fueron capaces de aceptarlo?

Para familiarizarse a sí mismo con el Calvinismo, ciertamente hay recursos más que suficientes disponibles para cualquiera que esté genuinamente interesado en consultarlos. Numerosos libros acerca del tema están disponibles, tanto a favor como en contra. Los Cinco Puntos del Calvinismo, por Edwin H. Palmer, junto con libros de R.C. Sproul, John Piper, John McArthur, A.W. Pink, C.H. Spurgeon y otros, son muy recomendados por líderes calvinistas. En el otro lado, los libros de Samuel Fisk son informativos. El libro de Laurence M. Vance, La Otra Cara del Calvinismo, es un tratado exhaustivo de más de 700 páginas con cientos de notas al pie documentando sus citas. Los Institutos de la Religión Cristiana de Calvino así como otros de sus escritos y los de Agustín, John Knox y otros clásicos también están fácilmente disponibles.

Asegurándome de ser preciso e imparcial

Para asegurarme que ninguna interpretación errónea de las doctrinas bajo consideración sobreviviera en este libro, un manuscrito preliminar fue presentado a un número de amigos calvinistas y conocidos para que lo criticaran. Leer y discutir con ellos sus valiosos comentarios, por los que estoy profundamente agradecido, ha sido educativo. En ese proceso, se hizo más claro que nunca que los calvinistas ni siquiera entre ellos mismos concuerdan en todo.

La mayoría de los calvinistas coinciden en cinco puntos principales. Otros insisten que hay diez o aun más puntos relevantes. Palmer sugiere, “El Calvinismo no está restringido a cinco puntos: tiene miles de puntos”. ¡No es probable que podamos cubrir todos esos presuntos puntos en estas páginas! El mismo Palmer aborda sólo cinco.

Existen desacuerdos entre calvinistas de “cinco puntos” y de “cuatro puntos”. Por ejemplo, Lewis Sperry Chafer, fundador del Seminario Teológico de Dallas, se llamaba a sí mismo un calvinista de “cuatro puntos”, ya que rechazaba la expiación limitada. Vance señala que “muchos bautistas en la Asociación General de Iglesias Bautistas Regulares son calvinistas de cuatro puntos”. Negar un punto mientras se acepta los otros cuatro, sin embargo, ha sido llamado por los calvinistas de cinco puntos “la bendita inconsistencia”.

Es ampliamente reconocido que uno “debe sostener todos los cincos puntos del Calvinismo” porque “Los Cinco Puntos del Calvinismo están unidos. El que acepta uno de los puntos, aceptará los otros puntos”. Incluso aquellos que concuerdan en todos los cinco, sin embargo, tienen diferentes formas de entenderlos y defenderlos. Obviamente, no podemos cubrir todas las variedades de opiniones en este libro, sino que debemos atenernos a lo que la mayoría acepta como una presentación justa de sus creencias.

En el mayor interés de la precisión, citamos extensivamente no sólo al mismo Calvino, sino a otros escritos que son muy apreciados por sus colegas. Un libro del cual citamos extensivamente es La Libertad del Alfarero del apologista James R. White, el cual es respaldado por un número de líderes evangélicos de hoy, incluyendo a R.C. Sproul Jr., Jay Adams, Irwin Lutzer y muchos otros. Es un recurso especialmente valioso debido a que escrito específicamente para responder a las objeciones de Norman Geisler a ciertos puntos del Calvinismo, las cuales elevó en su libro reciente, Escogido Pero Libre. Debería haber citas más que suficientes de fuentes autorizadas para que el lector esté absolutamente seguro que el Calvinismo está siendo presentado justamente.

Un Llamado a la discusión abierta

La presciencia de Dios, la predestinación/elección, la elección humana, la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre son ampliamente alegados ser misterios más allá de nuestra habilidad para reconciliarlos. Por tanto, algunos insisten que estos conceptos deberían ser aceptados sin ningún intento de entender o reconciliar conflictos aparentes. Se usa de forma repetida la ilustración de que a medida que nos acercamos a la puerta del Cielo vemos escrito sobre ella, “Todo aquel que quiera venir”, pero que una vez que hemos entrado vemos desde adentro las palabras, “Escogidos en Él desde antes de la fundación del mundo”. Respetamos a los muchos líderes de iglesias que continúan ofreciendo tal explicación como si ella fuera suficiente. Existen, sin embargo, muchas razones convincentes para no consentir con esa popular posición.

En primer lugar, Dios quiere que nosotros entendamos Su Palabra en lugar de alegar “misterio” sobre largas porciones de ella. Él nos la ha dado para nuestro aprendizaje. De la Palabra de Dios, el salmista dijo, “Lámpara es a mis pies y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105) y eso desea ser para cada uno de nosotros hoy. Pedro reconoció que hay “cosas difíciles de entender” y advirtió que la Escritura a veces es torcida, ocasionando la destrucción de aquellos que lo hacen (2 Pedro 3:16). Dios nunca sugiere que haya alguna parte de Su Palabra que no debamos intentar comprender plenamente. Si consideramos que muchos pasajes en la Escritura están dedicados a los temas difíciles que abordaremos, podemos esperar con confianza que la Biblia misma aclarará los problemas.

En segundo lugar, la historia de la Iglesia desde sus comienzos tempranos ha involucrado agudas diferencias de opiniones en muchos temas vitales, incluyendo el Evangelio mismo. Numerosas herejías destructoras se han desarrollado y han sido opuestas vigorosamente. Ni Cristo ni Sus apóstoles consideraron que puntos de vista divergentes fueran normales o aceptables, sino que ordenó a los creyentes a “contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3). Esa orden aplica a nosotros hoy.

En tercer lugar, no parece que nuestro Señor nos quisiera hacer retroceder para no considerar y no comprender seriamente la presciencia y la elección/predestinación así como la responsabilidad del hombre y cómo todo encaja perfectamente en la gracia soberana de Dios. Mientras que es posible que nunca veamos al Cuerpo de Cristo en perfecto acuerdo, cada uno de nosotros es responsable de entender estos asuntos tan claramente como podamos por medio del estudio diligente, y de ayudarnos unos a otros en el proceso.

Finalmente, Dios nos llama a buscarle con el fin de que podamos conocerle, aunque Sus caminos y Sus pensamientos están tan por encima de los nuestros como “como son más altos los cielos que la tierra” (Isaías 55:8-9). Ciertamente que a medida que lleguemos a conocer a Dios, mejor entenderemos Su Palabra y Su voluntad más plenamente. Dios es nuestro Salvador y conocerle es la vida eterna (Juan 17:3). Conocer a Dios debe incluir un profundo entendimiento de todo lo que Él nos ha revelado en Su Palabra.

Debemos vivir, como Cristo dijo (citando Su propia declaración como el YO SOY a Israel por medio de Moisés en Deuteronomio 8:3), no “sólo de pan, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Salomón dijo, Toda palabra de Dios es limpia” (Proverbios 30:5) - [énfasis añadido]. Entonces debemos considerar y buscar comprender cuidadosamente toda palabra.

La Razón más Imperiosa

Es una suposición general que cualquier otro desacuerdo que podamos tener, cuando se trata del Evangelio de nuestra salvación, tanto los calvinistas como los no calvinistas están totalmente de acuerdo. Sin embargo, muchos calvinistas discrepan, afirmando que el Evangelio bíblico es el Calvinismo. Por ejemplo: “El plan de salvación de Dios revelado en las Escrituras consiste de que lo que popularmente es conocido como los Cinco Puntos del Calvinismo”. Loraine Boettner declara, “La gran ventaja de la Fe Reformada es que en el marco de los Cinco Puntos del Calvinismo ésta establece claramente lo que la Biblia enseña con respecto al camino de la salvación”. Otros insisten que “si usted no conoce los Cinco Puntos del Calvinismo, usted no conoce el Evangelio, sino alguna perversión de él…”. B.B. Warfield afirmó, “El Calvinismo es evangelicalismo en su expresión más pura y estable”.

¡Tales afirmaciones de que los Cinco Puntos del Calvinismo conforman el Evangelio suscitan las preocupaciones acerca del Calvinismo a un nuevo nivel! Si se requiere tanto estudio especial para entender el Calvinismo y si años de estudio bíblico aún lo dejan a uno ignorante acerca de este tema, y si el Calvinismo es el Evangelio de nuestra salvación, ¿entonces dónde deja eso a las multitudes que piensan que son salvos pero que son ignorantes del Calvinismo? Esta pregunta puede parecer divisiva, pero no puede ser ignorada.

Otra grave preocupación surge con respecto a la proclamación del Evangelio como Cristo ordenó. Los calvinistas insisten que su doctrina no disminuye el celo con el que el Evangelio debe ser predicado. Para apoyar esta afirmación, nombran a algunos de los grandes predicadores y misioneros que fueron acérrimos calvinistas, tales como George Whitefield, Adoniram Judson, William Carey y otros. Y es cierto que, aunque saben que muchos a los cuales les predican no están entre los elegidos, algunos calvinistas en efecto predican ardientemente para que los elegidos puedan escuchar y creer.

Indudablemente, sin embargo, el celo de tales hombres y mujeres en llevar el Evangelio al mundo no podía ser debido a su Calvinismo sino sólo a pesar de él. Creer que aquellos que serán salvos han sido fijados por el decreto de Dios, que ningún otro puede ser salvo y que los elegidos deben ser regenerados por el acto soberano de Dios sin el Evangelio o cualquier persuasión de algún predicador o por alguna fe en Dios de su parte, difícilmente podría proveer motivación para predicar ardientemente el Evangelio. No importa cuánto el calvinista intente argumentar lo contrario, tal creencia sólo puede reducir el celo que una persona de otra manera podría tener para alcanzar a los perdidos con el Evangelio de la gracia de Dios en Cristo.

Enfrentando un Verdadero Dilema

El Evangelio que Pedro y Pablo y los otros apóstoles predicaron era para todos en las audiencias que enfrentaron, a dondequiera que fueron: no fue un mensaje que sólo los elegidos podían creer. Pedro le dijo a Cornelio y su familia y amigos, “Y nos mandó [Cristo] que predicásemos al pueblo [no a un grupo selecto],…que…todos los que en él creyeren [de entre la gente a la cual Él predicó], recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:42-43).

En contraste, el evangelio de Calvino dice que Cristo murió y que Su sangre hace expiación sólo por los elegidos. ¿Puede ser éste el mismo Evangelio que Pablo predicó? Pablo le proclamó a las audiencias, Nosotros les anunciamos a ustedes [todos ustedes] las buenas nuevas” (Hechos 13:32). Las “buenas nuevas” del Evangelio que Pablo predicó hicieron eco de que lo que el ángel del Señor les había dicho a los pastores al momento del nacimiento de Cristo: “he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo…” (Lucas 2:10). Estas noticias de gran gozo se referían al hecho de que “el Salvador del mundo” (Lucas 2:11; Juan 4:42) había nacido. El evangelio de Calvino, sin embargo, dice que Cristo no es el Salvador del mundo, sino sólo de los elegidos.

Pablo pudo y honestamente dijo a todos los que conoció, “Cristo muró por ti”. En total contraste, un libro que durante mucho tiempo hemos recomendado a los lectores declara, “Como un cristiano reformado, el escritor [el autor] cree que los consejeros no deben decir a cualquier paciente no salvo que Cristo murió por él, ya que ellos no pueden decir eso. Ningún hombre sabe, excepto Cristo mismo quiénes son Sus elegidos por los que Él murió” (énfasis añadido). Obviamente, el mensaje de salvación de Calvino para unos cuantos selectos no trae “gran gozo” a “todo el pueblo”.

Palmer escribe, “Pero gracias a Dios que la muerte de Cristo fue una garantía absoluta que cada uno de los elegidos será salvo”. ¡Así que hay un gran gozo sólo para los elegidos! ¡En cuanto al resto, el evangelio de Calvino de que Dios ya ha predestinado su condenación difícilmente podría ser “noticias de gran gozo”! Ésta es la forma en la que Calvino lo expresó:

Para muchos esto parece un tema complicado, porque consideran muy incongruente que del gran cuerpo de la humanidad algunos deban ser predestinados a la salvación, y otros a la destrucción… De aquí concluimos que todos aquellos que no se reconocen parte del pueblo peculiar de Dios son desgraciados [¡no llenos de gozo!], pues siempre están en un continuo temor.

¿Qué evangelio es éste? Debido a la importancia eterna de esa pregunta para el mundo entero al cual Cristo nos ordenó llevar el Evangelio, estamos obligados a examinar estrechamente el Calvinismo a la luz de la Escritura. ¿Podría realmente ser cierto, como insiste Arthur C. Custance, que “el Calvinismo es el Evangelio y enseñar el Calvinismo de hecho es predicar el Evangelio”?

¿Está el Calvinismo fundamentado en el texto claro de la Escritura? ¿O requiere interpretar palabras y frases comunes como todos, todos los hombres, mundo, todo el que tenga sed, todo hombre, y todo aquel que para que signifiquen “los elegidos”? ¿Se requiere una interpretación peculiar de la Escritura para apoyar esta doctrina?

Nuestra preocupación es por la defensa del carácter del Dios verdadero, el Dios de misericordia y amor cuyas “misericordias son sobre todas sus obras” (Salmo 145:9). La Biblia declara que Él “no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9); “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).Ése es el Dios de la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis.

El examen y la discusión abiertos de temas importantes, especialmente del Evangelio y la naturaleza misma del carácter de Dios, sólo pueden ser saludables para el Cuerpo de Cristo. Es mi oración que mi investigación y su comparación con la Santa Palabra de Dios, expresada en las siguientes páginas, traerá una provechosa y necesaria clarificación.

Artículos recomendados:
Una Poderosa Refutación del Calvinismo por Dave Hunt
El Debate acerca del Calvinismo
Otros

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

Dave Hunt's book, "What Love is This?", can be obtained in here:

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Está contando sus bendiciones?

Por Dr. David R. Reagan


¡Quiero aprovechar esta oportunidad para desearles a todos ustedes una temporada de Acción de Gracias muy bendecida!

Durante esta temporada de Acción de Gracias, ¿está usted contando sus bendiciones? Eso espero. Todos necesitamos estar haciendo eso. ¿Cuál considera usted que es su bendición más grande? ¿Es su salud, su trabajo, su familia? ¿Qué acerca de las bendiciones espirituales? ¿Las está contando? Si es así, ¿cuáles son?

Acción de Gracias es una de mis épocas favoritas del año – una época familiar, de compañerismo y de buena comida. Tengo muchos recuerdos maravillosos de reuniones familiares en Acción de Gracias y estoy seguro que usted también. Personalmente, creo que para un cristiano cada día del año debería ser un día de acción de gracias. He descubierto con los años que un corazón lleno con acción de gracias es una de las mejores medicinas para la salud física y emocional.

Agradecido por las Bendiciones Materiales

Tengo el propósito de, por lo menos una vez al mes o con mayor frecuencia, sentarme y hacer una lista de cosas en mi diario de oración por las que estoy agradecido. A veces paso hasta 30 ó 45 minutos trabajando en la lista. Y, en el proceso, intento pensar en las cosas que tendemos a dar por sentado, cosas como el agua pura, la electricidad, el aire acondicionado, una casa para vivir y un carro para conducir.

¿Sabía usted que el 80% de todas las enfermedades en el mundo es atribuible a beber agua no potable? ¿Sabía que si usted mantiene comida en el refrigerador, ropa en un armario y que si duerme en una cama con un techo sobre su cabeza, usted es más rico que el 75% de toda la población del mundo? ¿Sabía que de cada 100 personas en este mundo, 18 luchan por vivir con menos de un dólar al día y que 53 luchas por vivir con dos dólares al día?

Tenemos mucho por lo cual agradecer en este país y tendemos a ser muy malagradecidos. Nos molesta el hecho de que no tenemos un televisor a color en cada habitación, cuando la mayoría del mundo vive sin acceso a la electricidad. Es una de las razones por las que creo que cada adolescente estadounidense debería ser enviado a vivir un par de semanas en un país del tercer mundo como México sólo para que vea cómo la mayoría de las personas en el mundo están involucradas en una lucha diaria por simplemente sobrevivir. Todos nosotros en los Estados Unidos deberíamos vivir con una actitud de gratitud.

Unos de mis pasajes favoritos de la Escritura es el Salmo 100, que está señalado con un sobrescrito que dice, “Un Salmo de Acción de Gracias”. Es el único salmo que lleva dicha etiqueta. Y dice en parte, “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza”. Ésa es la actitud con la que deberíamos vivir, incluso en tiempos difíciles, cuando las cosas no nos están yendo tan bien.

Agradecido por la Salvación

Por lo que más deberíamos estar agradecidos es por la salvación que Jesús proveyó para nosotros por medio de Su sacrificio en la Cruz por nuestros pecados. ¡Qué regalo tan glorioso! Y, es precisamente eso, un regalo. La Biblia enseña muy claramente que el perdón de nuestros pecados es algo que no puede ser ganado. Es un regalo gratuito de Dios por medio de la fe en Jesús nuestro Señor y Salvador.

¿Alguna vez ha pensado en el hecho de que la salvación por gracia por medio de la fe es una de las cosas que diferencia al Cristianismo de todas las demás religiones?

Todas las demás religiones en el mundo enseñan el concepto satánico de la salvación por medio de las buenas obras. Sólo el Cristianismo enseña que uno no puede ser salvo por medio de las buenas obras. Nuestra única esperanza es la justicia de Jesús, la cual nos es aplicada cuando ponemos nuestra fe en Él. El Pastor Robert Jeffress, de la Primera Iglesia Bautista en Dallas, tiene una maravillosa forma de expresarlo. Él dice, “Todas las religiones en el mundo se escriben ‘D-O’ (Haga, en inglés), sólo el Cristianismo se escribe ‘D-O-N-E’” (Hecho, en inglés). En otras palabras, Jesús lo hizo todo por nosotros al sacrificar Su vida perfecta por nuestros pecados.

Agradecido por el Rapto

Una segunda bendición espiritual por la que quiero dar gracias a Dios es una que aún debe llevarse a cabo. Está basada en una promesa de Dios que puede encontrarse en Juan 14, 1 Corintios 15 y 1 Tesalonicenses 4. Es llamada el Rapto de la Iglesia. El apóstol Pablo describe el Rapto en detalles en 1 Tesalonicenses 4, iniciando con el verso 13. Cuando Pablo finaliza su explicación, él escribe en el verso 18, “Consolaos unos a otros con estas palabras”. La promesa del Rapto está supuesta a ser una fuente de gran consuelo para aquellos de nosotros que somos creyentes en Cristo Jesús.

No deje pasar esta temporada de Acción de Gracias sin aceptar a Jesús como su Salvador. Recuerde darle las gracias por Su sacrificio amoroso a su favor. Alábelo por la gran esperanza que Jesús nos ha dado, porque sabemos que los que lo aman pronto nos reuniremos en nuestro hogar en el Cielo.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Are you counting your blessings?

Watch Christ in Prophecy: Thanksgiving and Spiritual Blessings


Courtesy of:

lunes, 31 de octubre de 2011

La Biblia versus la doctrina calvinista que el Nuevo Nacimiento precede a la Fe

Fragmento

El pasaje principal acerca del Nuevo Nacimiento es Juan 3. En los versículos 1-8 Jesús le enseña a Nicodemo de que él debía nacer de nuevo, o no podría ver el reino de Dios. En el versículo 9, Nicodemo le pregunta a Jesús cómo puede ser esto. En los versículos 10-21, Jesús responde a esta pregunta y explica cómo un hombre nace de nuevo, ¡y la respuesta es que nace de nuevo por creer! (Jn. 3:14-16). Esto es exactamente lo que los calvinistas dicen que el pecador no puede hacer. ¿Cómo puede un hombre muerto creer?, razonan. Bueno, si vamos a tomar la analogía del "hombre muerto" literalmente, un hombre muerto tampoco puede pecar. Cuando la Biblia dice que el pecador está muerto en delitos y pecados significa que está separado de la vida divina de Dios debido al pecado. Llevar esta analogía más allá de la enseñanza real de la Biblia y darle otros significados, como razonar que dado que el pecador está muerto en delitos y pecados no debe ser capaz de creer, es pasar de la verdad a la herejía.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Source:
The Calvinism Debate

martes, 16 de agosto de 2011

Libro gratuito: Destino Final

La vida es incierta.

Cada día hay personas que se levantan y se van a trabajar como de costumbre, sin darse cuenta que antes de la noche habrán de encontrarse con Dios. Hoy mismo, algunos dejarán el planeta Tierra debido a un ataque cardíaco, un accidente o un crimen. Las posibilidades de padecer una muerte repentina son enormes.

Por esta razón, toda persona debería preguntarse a dónde irá cuando muera, y dónde pasará la eternidad.

¿Cuál será su destino final?

Recuerde que para poder leer el libro necesita tener instalado Adobe Reader. Si aún no lo tiene, puede descargarlo en el siguiente enlace:
 
 
Si desea obtener información adicional acerca del libro o del autor, puede visitar la siguiente página web: 
 
 
 
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

jueves, 14 de julio de 2011

Estudio Bíblico Mesiánico: ¿Por qué está Dios salvando a los gentiles hoy?



He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá - Jeremías 31:31

En siglos recientes, la cuestión ha sido si Dios está salvando a los judíos hoy, pero en las congregaciones del primer siglo, el verdadero asunto era: ¿Está Dios salvando a los gentiles? Y si es así, ¿por qué?

Introducción – Deuteronomio 32:8-9

Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó.

Dios tiene un programa profético general y este programa profético está subdividido en tres planes diferentes: Dios tiene un plan para Israel; tiene un plan para la Iglesia y tiene un plan para las naciones gentiles. Sin embargo, todos los tres planes de Dios de Su programa profético general se centran alrededor del pueblo judío hasta el punto que, como Moisés escribe en estos versos, cuando Dios estableció providencialmente las que posteriormente llegarían a ser las fronteras de las diversas naciones, esto estuvo basado de alguna forma en el número de judíos que jugarían un papel en la historia de esa nación

En el verso 8, Moisés llama a Dios el Altísimo. Según Génesis 14:18-20, cada vez que Dios es llamado el Altísimo, esto lo hace resaltar como el dueño de los cielos y de la tierra. Así pues, como Poseedor de esta tierra, Él puede subdividirla como desee y dar cualquier porción de la tierra a cualquier nación o tribu o pueblo que Él escoja. Pero cuando lo hizo, estableciendo providencialmente las que eventualmente se convertirían en las fronteras de los Estados Unidos de América, eso de alguna forma estuvo basado en el número de judíos que jugarían un papel en la historia estadounidense.

El verso 9 declara: Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es su herencia asignada. Entonces, si Dios tiene un programa para la salvación gentil, eso también de alguna forma debe estar conectado con Su programa para el pueblo judío. Hay dos razones para la salvación gentil y ambas tienen una conexión directa con el plan y el programa de Dios para el pueblo judío. La primera, tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre y, la segunda, provocar a celo a los judíos.

I. Tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre – Hechos 15:13-18

Durante los primeros siete capítulos del Libro de los Hechos, el Evangelio sólo permaneció dentro del mundo judío, pero las cosas comenzaron a cambiar con el apedreamiento de Esteban. En el capítulo 8, el Evangelio salió a los samaritanos. Esto creó algo de sorpresa en la Congregación de Jerusalén, pero debido a que había algo de ascendencia judía de los samaritanos, eventualmente esto fue aceptable. Entonces en el capítulo 9, Dios salvó a Pablo y lo llamó para ser el Apóstol a los Gentiles. En el capítulo 10, Él usó primeramente a Pedro para abrir la puerta del Cuerpo a los gentiles incircuncisos. Eso causó el primer revuelo en Jerusalén, así que en el capítulo 11, cuando Pedro explicó que tuvo que ser obediente a una visión que había recibido, la controversia se calmó. Pero en los capítulos 13 y 14, mientras Pablo y Bernabé fueron enviados y comenzaron a plantar iglesias que eran principalmente gentiles, y formadas por gentiles incircuncisos, esto agitó la controversia de nuevo.

Así que en el capítulo 15, el primer Concilio de la Iglesia se reunió en Jerusalén para discutir el tema concerniente a la salvación gentil: ¿Son los gentiles salvos simplemente sobre la base de la gracia por medio de la fe o también deben circuncidarse y guardar la Ley? Después de que Pedro y Pablo dieron su testimonio, Santiago, el líder de la congregación, se puso de pie para dar su veredicto final en Hechos 15:13-18: Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.

La frase clave está en el verso 14: para tomar de ellos [los gentiles] pueblo para su nombre, que es la primera razón para la salvación gentil.

A. La situación antes de Hechos 2

Desde el momento en que el pueblo judío empezó a multiplicarse después de Abraham, Isaac y Jacob, siempre hubo dos Israel. Había la totalidad de Israel, lo que quiere decir todos los judíos, todos los que eran descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Pero dentro del gran Israel, estaba el pequeño Israel que los profetas llamaron el Remanente de Israel. En Gálatas 6:16, Pablo llama a esto el Israel de Dios. Era ese segmento del pueblo judío el que creyó que Dios se había revelado por medio de Moisés y los profetas. Isaías 8:14-16 señala que lo que dividió al Remanente del no Remanente era su actitud hacia la Ley y los Profetas: el Remanente creyó lo que Dios había revelado mientras que el no Remanente rechazó lo que Dios había revelado y se dedicó a la idolatría y el ocultismo. Isaías también predijo que cuando Emanuel finalmente llegara, Él sería el nuevo punto de división entre el Remanente y el no Remanente: el Remanente aceptaría a Emanuel, pero el no Remanente lo rechazaría.

Este programa continúa con el Nuevo Testamento, así que Pablo escribe en Romanos 11:5-6 que aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y efectivamente, lo que hoy separa al Remanente del no Remanente es que el Remanente cree en el hecho de que Jesús es el Mesías, pero el no Remanente lo rechaza (Romanos 11:1-14: I Pedro 2:1-10). Ese programa no ha cambiado, pero lo que ha sido añadido es que ahora Dios tiene un arreglo similar con los gentiles. El Remanente es el pueblo de Dios de entre Israel que espiritualmente son un pueblo para Su Nombre, y ahora Dios tendrá un pueblo de entre los gentiles para que también sean un pueblo para Su Nombre. Habrá personas judías que creen y gentiles que creen, unidos en este Cuerpo. Pero los creyentes judíos tienen una doble nacionalidad en que son miembros de el Israel de Dios y miembros de la Iglesia también.

B. La Misión Mesiánica según el Antiguo Testamento

Si los primeros creyentes judíos hubieran entendido un poco mejor la misión mesiánica del Antiguo Testamento, el hecho que Dios tendría un programa de salvación gentil que surge estrictamente por gracia por medio de la fe, aparte de la circuncisión, aparte de la Ley, no hubieran sido tomados por sorpresa.

Ya en Génesis 12:3, cuando Dios hizo Su pacto con Abraham, Él dijo: serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Ésta es la primera aparición del Pacto Abrahámico y Dios hizo una promesa en él de que algún día las bendiciones espirituales del Pacto Abrahámico se extenderían a los gentiles. El Pacto Abrahámico contenía promesas físicas y promesas espirituales. Mientras que las promesas físicas estaban limitadas sólo al pueblo judío, las promesas espirituales iban a extenderse a los gentiles.

Los Profetas declararon que el Mesías sería el medio por el cual estas promesas se extenderían a los gentiles.

1. Los Beneficiarios – Isaías 42:1, 6

El título favorito de Isaías para el Mesías es el Siervo del Señor o el Siervo de Jehová. Él tiene muchos pasajes acerca del “Siervo del Señor” a lo largo de su libro. Un ejemplo está en el capítulo 42:1 y 6.

El verso 1 declara: He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.

El verso 6 declara: Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones.

En el verso 1, Isaías señala que parte de la misión mesiánica incluía: traer justicia, justificación, a los gentiles. En el verso 6, él declara que la misión mesiánica iba a beneficiar a dos pueblos diferentes. En primer lugar, Él va a ser por pacto al pueblo en que el Mesías será el Único en cumplir todas las promesas de los pactos de Dios al pueblo judío. En segundo lugar, Él también será luz de las naciones. Lo que Isaías no declara aquí es la secuencia cronológica en la que esto ocurrirá, sólo que ambas cosas ocurrirán.

2. La Secuencia Cronológica – Isaías 49:1-13

Los versos 1-4 describen al Mesías en su etapa de desaliento debido al rechazo de Israel a Sus afirmaciones mesiánicas. El mejor lugar para colocar el cumplimiento de estos versos es hacerlos parte de Su agonía en Getsemaní. Mientras que los escritores de los Evangelios resaltan un aspecto de Su agonía, Isaías revela otro aspecto: Él agonizó por el rechazo de Israel a sus afirmaciones mesiánicas. Desde una perspectiva humana, esto implicaría que Su misión mesiánica terminó en fracaso. Según el relato de Lucas de la agonía en Getsemaní en Lucas 22:39-46, un mensaje llega al Mesías de parte de Dios el Padre en ese momento, por medio de un ángel.

El mensaje está en los versos 5-6: Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

El mensaje del ángel al Mesías es: mientras que Su meta es efectuar la restauración final de Israel, ésa no iba a ser la totalidad de la misión mesiánica. Esto por sí solo habría muy poco o una misión muy sencilla para que el Mesías sólo fuera el Restaurador de Israel. De esta forma, el Mesías será mi [de Dios] salvación hasta lo postrero de la tierra. La declaración figurativa, lo postrero de la tierra, se refiere al gran mundo gentil y también se usa en Hechos 1:8. Dios tenía una misión más amplia que incluía que el Mesías fuera luz a las naciones. Así que en el programa de Dios, el Mesías vendría y sería rechazado por Su propio pueblo, pero como resultado de ese rechazo, Él luego se convertiría en luz a las naciones. Eso cumplirá la primera parte de la misión mesiánica de acuerdo con Isaías 42:6.

Eventualmente, el periodo en el que Él sería luz a los gentiles acabaría y las profecías del verso 8 proseguirán: Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades.

En algún momento, el programa en el que Él sería luz a las naciones llegará a su término y Él comenzará a tratar con Israel otra vez, hasta que Israel como nación lo acepte. Entonces Él será por pacto al pueblo;  Él restaurará todo el pueblo a la Tierra y dará toda la Tierra al pueblo. En cuanto a la secuencia cronológica, Él primero sería luz a las naciones, y luego Él será por pacto al pueblo. La secuencia cronológica dada aquí por Isaías 49 es la misma que Romanos 9-11.

La salvación de los gentiles siempre ha sido parte de la misión mesiánica del Antiguo Testamento, y si sólo los creyentes judíos hubieran reconocido esto, no hubieran sido tomados por sorpresa. Lo que el Antiguo Testamento dijo que pasaría, el Nuevo Testamento dice que pasó.

C. El Llamamiento de los Gentiles – Romanos 9:1-24

En los versos 1-23, Pablo afirma que lo que Isaías dijo proféticamente, ahora ha sido cumplido. Él señala que el rechazo de Israel al Mesías no tomó a Dios por sorpresa; fue parte del plan divino. Como señala el verso 6, mientras que la mayoría de Israel lo rechaza, aún hay un Remanente de Israel que lo acepta y ellos son el verdadero Israel.

Pero el rechazo era una parte importante del plan divino, ya que de este modo, el mensaje de salvación salió a los gentiles como declara Pablo en el verso 24: …esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?

A medida que Pablo desarrolla esto, él señala que Dios no es sólo el Dios de los judíos, Él es también el Dios de los gentiles. Como el Dios de los judíos, Él tendría un programa de salvación judía, pero por la misma razón, siendo el Dios de los gentiles, Él también tendría un programa de salvación gentil. Pablo declara que ahora este programa de salvación gentil ha iniciado en serio y, efectivamente, para el tiempo en que escribió esta epístola, los creyentes gentiles ya estaban superando en número a los creyentes judíos.

D. Partícipes: La Posición de los Gentiles

Eso condujo naturalmente a la siguiente pregunta: “Ahora que Dios está salvando a los gentiles en su incircuncisión debido a que ponen su fe en la muerte y resurrección del Mesías por sus pecados, ¿cuál es la posición de los gentiles en conexión con el pueblo judío, y cuál es la posición de los gentiles particularmente en conexión con los pactos judíos?”

Desde Agustín, unos de los primeros padres de la Iglesia, la enseñanza común en relación con la posición de los gentiles ha sido que la Iglesia se ha apoderado de los pactos de Israel. Esta enseñanza es declarada en dos formas diferentes. Una forma en la que ésta es presentada es que cuando Israel rechazó al Mesías, Dios transfirió todas las promesas de los pactos a la Iglesia, por consiguiente, es una teología de transferencia. Una forma más común para expresar esto hoy en día es que la Iglesia ha reemplazado a Israel en la relación de pacto con Dios, por lo tanto, es una teología de reemplazo. Por lo tanto, los pactos están siendo cumplidos en, por, o por medio de la Iglesia y, por lo tanto, no existe ningún futuro étnico especial para el pueblo judío. Sin embargo, aun ellos mismos se dan cuenta que la Iglesia no está cumpliendo literalmente estas promesas y profecías de los pactos, así que afirman que estas promesas y profecías deben ser interpretadas alegóricamente. Afirman que cuando la Biblia habla acerca de reunir al pueblo judío en la Tierra, esto no significa una restauración literal de los judíos de regreso a la Tierra de Israel, sino que esto debe interpretarse alegóricamente como que Dios está reuniendo a Sus elegidos en la Iglesia. Así es cómo interpretan muchas de estas “profecías de reunión”. Así que desde su perspectiva, la Iglesia se ha apoderado de los pactos de Israel.

1. En relación con la pared intermedia de separación

El apóstol describe la posición de los gentiles como partícipes en relación con la pared intermedia de separación en Efesios 2:11-16: Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Pablo señala que Dios hizo ciertas promesas de pacto al pueblo judío. En el verso 12, la palabra pactos es plural debido a que está tratando con los cuatro pactos eternos e incondicionales que Dios ha hecho con el pueblo judío: el Pacto Abrahámico, el Pacto de la Tierra, el Pacto Davídico y el Nuevo Pacto. Las bendiciones de Dios están mediadas por estos cuatro pactos. Él también señala que Dios hizo un quinto pacto con el pueblo judío, pero a diferencia de los otros cuatro, el Pacto Mosaico, que contiene la Ley Mosaica, era condicional y temporal. Entre los propósitos de la Ley Mosaica, el propósito que él aborda aquí, era servir como una pared intermedia de separación para mantener a los gentiles como gentiles lejos de disfrutar las bendiciones espirituales de los pactos judíos. Mientras la Ley Mosaica estuviera vigente, si un gentil deseaba participar de las promesas y bendiciones de los pactos, tendría que haber sido sometido a la conversión al Judaísmo Mosaico, circuncidarse, tomar sobre sí las obligaciones de la Ley y vivir como un judío tenía que vivir bajo la Ley. Así que los gentiles como prosélitos al Judaísmo Mosaico se podían beneficiar, pero no los gentiles como gentiles. Entre los logros de la muerte del Mesías es que esta pared intermedia de separación…la ley de los mandamientos fue derribada. Tal como declara Pablo en otra parte, “la Ley fue hecha inoperante”.

El resultado de esto es descrito en detalle en Efesios 3:5-6: …que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.

La palabra clave para la posición de los gentiles es la palabra partícipe.

Lo que Pablo no dice es que los gentiles se han convertido en “apoderados” de la promesa, tal como la teología del reemplazo enseña, pero lo que sí dice es que se han convertido en partícipes de la promesa. La palabra promesa es singular dado que él está enfatizando la promesa espiritual clave de salvación por gracia por medio de la fe en la persona del Mesías. La posición de los gentiles, entonces, es la de participar de las bendiciones espirituales de los pactos judíos. Ellos no participan de las bendiciones físicas, sino que participan de las bendiciones espirituales.

2. En relación con el Árbol de Olivo

En Romanos 11:16-24, Pablo da su famosa ilustración del árbol de olivo para enseñar la misma cosa que enseñó en Efesios 2-3. El árbol de olivo no representa a Israel; Israel está representado por las ramas naturales. Israel es el dueño del olivo y por esa razón no puede ser el árbol mismo, dado que se hace una distinción entre el dueño y aquello que es poseído. El olivo no representa a la Iglesia o a los gentiles; los gentiles están representados por las ramas silvestres. El olivo representa el lugar de las bendiciones espirituales, arraigado en los Patriarcas y el Pacto Abrahámico.

Hay dos tipos de ramas participando de las bendiciones del árbol según el verso 17: Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo.

Una vez más, Pablo usó el término partícipe para mostrar cómo se relacionan los gentiles con las bendiciones espirituales de los Pactos judíos: los creyentes judíos y gentiles ahora participan de la raíz y de la rica savia, o las bendiciones del olivo.

De nuevo, el árbol de olivo no es Israel, pero Israel es el dueño del árbol según el verso 24: Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Al decir su propio olivo, Pablo muestra que el árbol mismo no es Israel, sino que Israel es el dueño del árbol. La posición de los gentiles es la de participar de las bendiciones espirituales judías de los pactos judíos.

E. La Responsabilidad de los Gentiles – Romanos 15:25-27

Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.

Ésta es la tercera vez que Pablo usa el término participante, pero ahora hace una clara distinción entre las bendiciones espirituales y las físicas. Ahora los creyentes gentiles han sido hecho participantes de sus bienes espirituales [judíos]. Tan pronto como un gentil se convierte en un creyente, cae en deuda. Afortunadamente, Pablo también describe en detalle cómo pueden pagar esta deuda: compartiendo materialmente con ministerios judíos.

La responsabilidad gentil aquí aplica tanto individualmente como corporativamente. Corporativamente, cuando las iglesias determinan sus programas de apoyo a las misiones a medida que crecen, deberían iniciar apoyando a un ministerio judío. Individualmente, cuando los gentiles empiezan a proyectar su apoyo a las misiones, deberían iniciar apoyando a un ministerio judío. Compartiendo materialmente con ministerios judíos es la forma en la que los creyentes gentiles pueden pagar sus deudas. Qué ministerio uno decide apoyar es un asunto privado entre el dador y el Señor, pero la obligación de apoyar un ministerio judío se enseña claramente aquí: los gentiles se han convertido en participantes de las bendiciones espirituales judías y, por lo tanto, tienen la responsabilidad de compartir materialmente con ministerios judíos.

F. El Momento del Llamado a los Gentiles – Romanos 11:25-27

Tal como ya se ha indicado en Isaías 49, después de que el Mesías es la luz a los gentiles por un tiempo, ese programa llegará a su fin y luego Dios se volverá al pueblo judío y los traerá a la fe salvadora. Pablo selecciona ese mismo tema en Romanos 11:25-26: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo.

Pablo no quiere que los creyentes gentiles sean ignorantes acerca de dos cosas. En primer lugar, el endurecimiento de Israel es parcial debido a que aún hay personas judías que están llegando a creer en el hecho de que Jesús es el Mesías. En segundo lugar, este endurecimiento de Israel es temporal, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. La palabra griega para plenitud significa un “número determinado”. Dios tiene un número determinado de gentiles que Él pretende traer al Cuerpo. Él no ha determinado cuál es ese número determinado, por lo tanto, la Iglesia deberá seguir siendo testigo y compartiendo hasta que ese número determinado sea alcanzado. En ese momento, el programa finaliza y eso es esencialmente cuando el Rapto ocurra. En ese punto, Dios comenzará a tratar con Israel otra vez hasta que todo Israel sea salvo. Isaías 49 ya ha profetizado que en ese tiempo Él restaurará todo el pueblo a la Tierra y Él restaurará toda la Tierra al pueblo.

Esto no significa que todos los judíos de todos los tiempos serán salvados, sino todos los judíos de un periodo de tiempo específico, el cual es después de la plenitud de los gentiles. De acuerdo con Zacarías 13:5-8, dos tercios de la población judía morirán en la Tribulación y un tercio sobrevivirá. El tercio completo que sobreviva vendrá en su totalidad a la fe salvadora; éste es el todo Israel que será salvo. Así pues, la primera razón para la salvación gentil, llamar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre, conducirá en última instancia a la salvación nacional de Israel una vez que la plenitud de los gentiles haya entrado.

II. Provocar a celo a los judíos – Romanos 11:11-14

Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

La segunda razón para la salvación gentil es provocar a celo a los judíos. Pablo inicia con la pregunta en el verso 11: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? La palabra griega para caer significa “caer irrevocablemente”, en lo que se refiere a no ser capaz de volver a levantarse. Anteriormente, en Romanos 9:30-33, Pablo dijo que Israel tropezó. Ahora la pregunta es, “¿Tropezaron con el propósito de caer irrevocablemente?” La respuesta surge rápidamente: En ninguna manera. En el griego, ésta es la forma más firme para decir: “No”. Es la negación griega más fuerte. Literalmente, significa, “¡De ninguna manera!” En cambio, por medio del tropiezo de Israel, vino la salvación a los gentiles, pero el propósito de la salvación gentil aquí es provocar a celo a los judíos.

A. La Etimología

Toda la frase “provocar a celo” comprende sólo una palabra griega, parazeilao, la cual es una combinación de dos palabras griegas. La primera parte de la palabra es para, que significa, “hacerse al lado de”. La segunda parte de la palabra es zeilos, el origen de la palabra española “celo”. El significado raíz de zeilos es “inflamar”, “quemar”, “hervir”, “poner al rojo vivo”. A partir del significado raíz, hay tres significados derivados: “ser celoso”, “tener envidia”, o como se usa aquí, “tener celos”.

B. El Significado

Cuando estas dos palabras son puestas una junta a la otra, enseñan que un creyente gentil debe ponerse al lado, para, de un judío incrédulo y vivir una vida tal y ser un testigo verbal consistente tal, que eventualmente la persona judía empieza a quemarse y a arder con celo, zeilos, hasta que finalmente dice, “¿Qué está haciendo este gentil con mi Mesías?” y él mismo se convierte en un creyente. Es lamentable que la Iglesia haya hecho más para provocar a los judíos a ira que a celos. Mientras que la Iglesia ha fracasado en cumplir con este llamado, los gentiles individuales no han fracasado. Más de una encuesta se ha realizado entre los creyentes judíos, especialmente en América del Norte. Cuando se hizo la pregunta, “¿Fue conducido al Señor por un creyente judío o por un creyente gentil?”, no tan sólo una pequeña mayoría, sino que la vasta mayoría dijo que fueron conducidos al Señor por un creyente judío que los provocó a celo.

Debe recordarse que nadie es salvado por cómo alguien más vive. A menudo la gente trata de ser “espiritual” acerca de su desobediencia con respecto a su testimonio a los judíos afirmando, “Bueno, llevaré una vida cristiana en frente de ellos y eventualmente me preguntarán lo que me hace diferente y les podré decir”. Pero su vecino judío nunca se acerca a preguntarles el porqué son diferentes. Así como Pablo dijo anteriormente en Romanos 10:17: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Mientras que la forma en que alguien vive debe conformarse a lo que cree y a lo que predica y enseña, eventualmente, debe haber una presentación del Evangelio para que esa persona sepa exactamente lo que debe creer para recibir la salvación.

Debido a que la segunda razón de la salvación gentil es provocar a celo a los judíos, en los versos 13-14 Pablo declara que está encantado, que se gloría del hecho de que Dios lo llamó al evangelismo gentil. ¿Por qué está tan feliz de que Dios lo llamó a hacer evangelismo gentil? ¿Es debido a que es mucho más fácil? Puede ser más fácil, pero ésa no es la razón que él da. Pablo fue entrenado para ser un rabino judío, alguien que usaba la lógica rabínica, y aquí hay un ejemplo. Pablo está encantado de que Dios lo llamó para hacer evangelismo gentil porque entre más gentiles conduzca él al Señor, habrá tanto más gentiles para provocar a celo a los judíos y, por lo tanto, habrá tanto más judíos que también vendrán a la fe. Ésa es una buena lógica judía.

C. El Propósito

En los versos 1-10, Pablo hizo la afirmación de que aun hoy hay creyentes judíos viniendo a la fe. El verso 5 declara: Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

Pero ahora, en este tiempo, el punto de los versos 11-14 es la forma principal en la que Dios hará que el pueblo judío crea en el Mesías: al ser provocado a celo por creyentes gentiles que testifican y viven sus vidas en conformidad con lo que testifican.

D. La Responsabilidad Gentil

La responsabilidad gentil es provocar a los judíos a celo, tanto por la forma en que viven como por el testimonio verbal del Evangelio, y no provocar a ira a los judíos.

Conclusión

De acuerdo con Deuteronomio 32:8-9, las dos razones para la salvación gentil están conectadas con el plan y el programa de Dios para el pueblo judío. La primera razón es tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre, lo cual conducirá en última instancia a la salvación nacional de Israel cuando la plenitud de los gentiles haya entrado. La segunda razón de la salvación gentil es provocar a celo a los judíos, lo que conducirá a la salvación del Remanente del tiempo presente, a medida que el pueblo judío se convierte en creyentes y se convierte en miembros de el Israel de Dios hoy.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Why is God saving Gentiles today? (in PDF)

Ariel Ministries (ariel.org)
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