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martes, 22 de diciembre de 2020

Las Promesas Olvidadas de Navidad (pdf)

 

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viernes, 4 de diciembre de 2020

Revista Llamada de Medianoche – Diciembre 2020

 De Nazaret a Nazaret 

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Temas incluidos en esta edición:


»» Israel y la vice candidata de Joe Biden
»» ¿Petróleo en Israel?
»» Israel: un pueblo muy especial
»» Paralelos inconfundibles entre la primera y la Segunda Venida de Jesús 
»» Jesús no nació en Nazaret, ¿o sí?

Entre otros.

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viernes, 10 de abril de 2020

¿Estuvo Jesús realmente tres días y tres noches en el corazón de la tierra?

Por Reuben Archer Torrey



Mateo relata que Jesús dijo: “Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez (monstruo marino, LBLA), así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. De acuerdo con la tradición comúnmente aceptada de la Iglesia, Jesús fue crucificado el viernes,  muriendo a las 3 p.m., o en algún momento entre las 3 p.m. y la puesta del sol; y resucitó de entre los muertos muy temprano en la mañana del domingo siguiente. Muchos lectores de la Biblia están desconcertados al saber cómo el intervalo entre la tarde del viernes y la madrugada del domingo puede calcularse de ser de tres días y tres noches. Parece más bien ser dos noches, un día, y una porción muy pequeña de otro día.

La solución de esta aparente dificultad propuesta por muchos comentaristas es que “un día y una noche” es simplemente otra forma de decir “un día”, y que los antiguos judíos contaban una fracción de un día como un día completo, por lo que dicen que había una parte del viernes (una parte muy pequeña), o un día y una noche; todo el sábado, otro día, o un día y una noche; parte del domingo (una parte muy pequeña), otro día, o un día y una noche. Hay muchas personas a las que esta solución no les satisface del todo, y el escritor confiesa que no le satisface en absoluto. 

¿Hay alguna solución que sea completamente satisfactoria? Sí la hay.

El primer hecho que debe notarse en la solución adecuada es que la Biblia en ninguna parte dice o implica que Jesús fue crucificado y que murió el viernes. Se dice que Jesús fue  crucificado en “la víspera del día de reposo” (Marcos 15:42; RVR 1960). Como el día de reposo semanal judío era el sábado, comenzando a la puesta de sol la tarde anterior, naturalmente se llegó a la conclusión de que, como Jesús fue crucificado el día antes del día de reposo, debe haber sido crucificado el viernes. Pero es un hecho bien conocido, del cual la Biblia da abundante testimonio, que los judíos tenían otros días de reposo además del shabat semanal que caía en sábado. El primer día de la semana de Pascua, sin importar en qué día de la semana cayera, siempre era un día de reposo (Éxodo 12:16; Levítico 23:7; Números 28:16-18). Por lo tanto, surge la pregunta de si el día de reposo que siguió a la crucifixión de Cristo fue el día de reposo semanal (sábado) o el día de reposo de la Pascua, que cayó el día 15 de Nisán, que ese año cayó en jueves. Ahora bien, la Biblia no nos deja especular con respecto a qué día de reposo se está refiriendo en este caso, porque Juan nos dice con tantas palabras, en Juan 19:14, que el día en que Jesús fue juzgado y crucificado era “el día de la Preparación” (de la Pascua, RVA 2015), es decir, no era el día antes del día de reposo semanal (viernes), sino que era el día antes del día de reposo de la Pascua, que ese año cayó en jueves. Es decir, el día que Jesucristo fue crucificado fue el miércoles. Juan deja esto tan claro como el día.

El evangelio de Juan fue escrito más tarde que los otros evangelios, y los eruditos han notado durante mucho tiempo que, en varios lugares, había una intención evidente de corregir falsas impresiones que uno podría obtener al leer los otros evangelios. Una de estas falsas impresiones era que Jesús comió la Pascua con Sus discípulos en el tiempo regular de la Pascua. Para corregir esta falsa impresión, Juan declara claramente que la comió la noche anterior, y que Él mismo murió en la cruz en el mismo momento que los corderos pascuales estaban siendo sacrificados “entre las dos tardes”, el 14 de Nisán (Éxodo 12:6). El verdadero Cordero Pascual de Dios, Jesús, de quien todos los otros corderos pascuales ofrecidos a lo largo de los siglos eran sólo tipos, fue, por lo tanto, asesinado en el momento mismo designado por Dios.

Todo sobre el cordero de la Pascua se cumplió en Jesús:

1. Era el cordero sin defecto y sin mancha (Éxodo 12:5)

2. Fue elegido el día 10 de Nisán (Éxodo 12:3), porque fue el décimo día del mes, el sábado anterior, cuando se hizo la entrada triunfal a Jerusalén, ya que llegaron de Jericó a Betania seis días antes de la Pascua (Juan 12:1 – eso sería seis días antes del jueves, que sería el viernes); y fue al día siguiente cuando se hizo la entrada a Jerusalén (Juan 12:12ss), es decir, el sábado 10 de Nisán. También fue en este mismo día que Judas fue a los principales sacerdotes y ofreció traicionar a Jesús por treinta piezas de plata (Mateo 26:6-16; Marcos 14:3-11).

Como fue después de la cena en la casa de Simón el leproso, y como la cena ocurrió tarde el viernes, después del atardecer, o temprano el sábado, “después” de la cena sería necesariamente el día 10 de Nisán. Siendo éste el precio que le pusieron los principales sacerdotes, fue la compra o la entrega de un cordero lo que, según la ley, debe ocurrir el 10 de Nisán. Además, pusieron el valor exacto por el cordero que la profecía del Antiguo Testamento predijo (Mateo 26:15; comp. Zacarías 11:12). 

3. Ni un hueso de Él fue quebrado cuando fue asesinado (Juan 19:36; comp. Éxodo 12:46; Números 9:12; Salmos 34:20).

4. Y fue asesinado el día 14 de Nisán entre las tardes, justo antes del comienzo del día 15 de Nisán al atardecer (Éxodo 12:6).

Si tomamos exactamente lo que dice la Biblia, que Jesús fue asesinado antes del día de reposo de la Pascua, el tipo se cumple maravillosamente en cada detalle; pero si aceptamos la teoría tradicional de que Jesús fue crucificado el viernes, el tipo falla en muchos puntos.

Además, si aceptamos la opinión tradicional de que Jesús fue crucificado el viernes y comió la Pascua el día regular de la Pascua, entonces el viaje desde Jericó a Betania, que ocurrió seis días antes de la Pascua (Juan 12:1), caería un sábado, es decir, el día de reposo judío. Tal viaje en el día de reposo  judío sería contrario a la ley judía. Por supuesto, era imposible que Jesús emprendiera tal viaje en el día de reposo judío. En realidad, Su entrada triunfal a Jerusalén fue el día de reposo judío, es decir, el sábado. Esto era totalmente posible, porque la Biblia en otra parte  nos dice que Betania quedaba de camino de un día de reposo desde Jerusalén (Hechos 1:12; comp. Lucas 24:50).

Los astrónomos han descubierto que, en el año 30 d.C., que es el año comúnmente aceptado de la crucifixión de nuestro Señor, la Pascua se celebró el jueves 6 de abril, y había luna llena ese día. Los cronólogos que han supuesto que la crucifixión tuvo lugar el viernes, se han quedado perplejos por el hecho de que, en el año 30 d.C., la Pascua ocurrió el jueves. Un escritor que busca una solución a la dificultad sugiere que la crucifixión pudo haber sido en el año 33 d.C., porque aunque también había luna llena un jueves de ese año, sin embargo, como fue dentro de las dos horas y media del viernes, cree que quizás los judíos la pueden haber guardado ese día. Pero cuando aceptamos exactamente lo que la Biblia dice, es decir, que Jesús no fue crucificado el día de Pascua, sino en “la víspera de la Pascua”, ese año sería el miércoles y Su resurrección temprano el primer día de la semana, esto permite exactamente tres días y tres noches en la tumba.

Para resumir todo, Jesús murió alrededor del atardecer del miércoles. Setenta y dos horas después, exactamente tres días y tres noches, al comienzo del primer día de la semana (sábado al atardecer), resucitó de la tumba. Cuando las mujeres visitaron la tumba justo antes del amanecer a la mañana siguiente, encontraron la tumba ya vacía. Por lo tanto, no nos vemos obligados a aceptar una solución improvisada de que cualquier porción de un día se considera como un día y una noche completos, sino que encontramos que la declaración de Jesús era literalmente cierta. Tres días y tres noches Su cuerpo estuvo muerto y yació en el sepulcro. Mientras Su cuerpo yacía muerto, Él mismo, siendo vivificado en espíritu (1 Pedro 3:18), entró al corazón de la tierra y predicó a los espíritus que estaban en prisión (1 Pedro 3:19).

Esta supuesta dificultad se resuelve sola, al igual que muchas otras dificultades en la Biblia, cuando consideramos que la Biblia significa exactamente lo que dice.

A veces se objeta la opinión aquí avanzada de que los dos que iban camino a Emaús temprano el primer día de la semana (es decir, el domingo), le dijeron a Jesús al hablar de la crucifixión y los eventos que la acompañaron: “además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (Lucas 24:21), y se dice que, si la crucifixión tuvo lugar el miércoles, el domingo sería el cuarto día desde que se hicieron estas cosas. Pero la respuesta es muy simple. Estas cosas se hicieron justo cuando el jueves comenzaba al atardecer del miércoles. Por lo tanto, se completaron el jueves, y el primer día desde el jueves sería el viernes, el segundo día desde el jueves sería el sábado, y “el tercer día” desde el jueves sería el domingo, el primer día de la semana. Así que la supuesta objeción en realidad apoya la teoría. Por otro lado, si la crucifixión se llevó a cabo el viernes, de ninguna manera de calcular se podría hacer que el domingo sea “el tercer día desde” que se hicieron estas cosas. 

Hay muchos pasajes en las Escrituras que apoyan la teoría presentada anteriormente y hacen necesario creer que Jesús murió tarde el miércoles. Algunos de ellos son los siguientes:

“Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40).

“Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo” (Mateo 26:61).

“Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo” (Mateo 27:40).

“Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré” (Mateo 27:63).

“Era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho…y ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos 8:31).

“El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día” (Marcos 9:31).

“…y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará” (Marcos 10:34).

“Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano” (Marcos 14:58).

“…¡Bah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas,  sálvate a ti mismo…” (Marcos 15:29-30a).

“…y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (Lucas 24:21).

“Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho” (Juan 2:19-22).

No hay absolutamente nada a favor de una crucifixión en viernes, sino que todo en las Escrituras armoniza perfectamente con la idea de la crucifixión en miércoles. Es extraordinario cuántos pasajes proféticos y típicos del Antiguo Testamento se cumplen, y cuántas discrepancias aparentes en las narraciones de los evangelios se aclaran una vez que llegamos a comprender que Jesús murió el miércoles y no el viernes”.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Tomado de: 
Dificultades en la Biblia

miércoles, 12 de febrero de 2020

El Vigilante: Desde Belén, la Verdadera Historia de la Primera Navidad.


Erick Stakelbeck está en Belén con el historiador bíblico Aaron Eime, para visitar el sitio de la primera Navidad y aprender la verdadera historia del nacimiento de Jesús.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Revista Llamada de Medianoche – Diciembre 2019

El ejemplo de María y el significado profético del magnificat

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Temas incluidos en esta edición:

»» Los nombres más populares en Israel
»» Tambores de guerra
»» Israel: un pueblo muy especial
»» ¿Presagios del Tercer Templo?
»» La gloria indecible de la encarnación de Dios

Entre otros.

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lunes, 9 de diciembre de 2019

El Milagro de la Encarnación

El Milagro Más Singular




Recientemente estaba pensando en los milagros de Dios, y decidí hacer una lista de lo que consideré los milagros más grandes de la historia. A continuación se muestra la lista que compilé:
  • La Creación de la Tierra
  • El Diluvio de Noé
  • La Encarnación de Jesús
  • La Resurrección de Jesús
  • La Reunión del Pueblo Judío

Mientras meditaba en esta lista, algo en lo que nunca antes había pensado me llamó la atención. En términos de la profecía bíblica, sólo hay un milagro en la lista que único.

“La Natividad”, por Lenain. Las pinturas simplemente firmadas, “Lenain”, fueron un esfuerzo de colaboración producido por tres hermanos, que eran pintores en la Francia del siglo XVII Antoine Le Nain (c.1600-1648), Louis Le Nain (c.1603-1648), y Mathieu Le Nain (1607–1677).

La Resurrección

Y no es el que la mayoría de la gente identificaría —a saber, la Resurrección de Jesús. Muchos no lo consideran único, porque hay ejemplos esparcidos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento de personas que fueron resucitadas de entre los muertos.

Pero éstas no fueron verdaderas resurrecciones. En cambio, fueron resucitaciones, porque cada una de estas personas murió de nuevo. Una verdadera resurrección es cuando una persona regresa de entre los muertos para vivir para siempre.

 Por lo tanto, la resurrección de Jesús es única por el momento. Pero la profecía bíblica dice que no seguirá siendo única, porque llegará un momento cuando otras resurrecciones ocurrirán. En el Rapto de la Iglesia, todos aquellos que hayan aceptado a Jesús como Señor y Salvador durante la Era de la Iglesia, y que hayan muerto, serán resucitados a la vida eterna. Además, en la Segunda Venida de Jesús, al final de la Tribulación, todos los santos del Antiguo Testamento y los mártires de la Tribulación serán resucitados.

La Creación

Entonces, ¿qué acerca del primer elemento de la lista? Seguramente la creación de la tierra es un milagro único. Bueno, no según la profecía bíblica. Después del reino milenial de Jesús, Dios va a envolver esta tierra en fuego, para quemar la contaminación de la última rebelión de Satanás (2 Pedro 3:12). Y se nos dice que de ese infierno ardiente saldrá una tierra nueva y perfecta, que servirá como el hogar eterno de los redimidos. En otras palabras, Dios va a realizar una recreación milagrosa de esta tierra (Ap. 21:1).

El Diluvio de Noé

El siguiente elemento de la lista, el Diluvio de Noé, ciertamente parece único, particularmente cuando considera el hecho de que Dios ha prometido que nunca más destruirá la tierra con agua.

Pero, ¿de qué se trataba el diluvio? Fue una manifestación de la ira de Dios en respuesta al abrumador pecado de la humanidad.

Y la profecía bíblica dice que Dios va a desatar Su ira una vez más en el futuro, cuando el mundo se vuelva tan violento e inmoral como lo era en los días de Noé (Mateo 24:3).

La Reunión de los Judíos

Entonces, ¿qué pasa con la reunión del pueblo judío desde los cuatro ángulos del mundo? éste es un milagro que comenzó en la década de 1890 y continúa hasta nuestros días. 

Es cierto que hubo una reunión de los judíos del cautiverio babilónico, que comenzó en el año 538 a.C., pero eso fue sólo un puñado, es decir, de las tribus de Benjamín y Judá. No se puede comparar con la reunión que estamos presenciando hoy, ya que Dios está trayendo a la tierra de Israel literalmente a millones de judíos de todas las tribus y de todas las naciones del mundo. 

Dos veces, Jeremías profetizó que, cuando la historia haya terminado, el pueblo judío mirará hacia atrás y ya no jurará por el Dios que los liberó del cautiverio egipcio; pero jurarán, en cambio, por el Dios que los reunió de todo el mundo (Jeremías 16:14-15; 23:7-8). El mismo Dios hizo ambas cosas. El punto que Jeremías está haciendo es que el pueblo judío considerará que su reunión en los tiempos del fin es un milagro mayor que su liberación del cautiverio egipcio.

Pero la reunión del pueblo judío que estamos presenciando hoy no será un milagro único según la profecía bíblica. Eso es porque la Biblia dice que, en la Segunda Venida de Jesús, llevará a cabo otra reunión, en la que llamará a todos los judíos creyentes que queden vivos en la tierra a regresar a Israel, para entrar al Milenio en sus cuerpos mortales, y para convertirse en la nación principal en la tierra, a través de quienes fluirán todas las bendiciones de Dios (Deut. 30:1-9).

La milagrosa reunión que está ocurriendo ahora es una reunión en incredulidad. La que ocurrirá cuando Jesús regrese a esta tierra será una reunión en fe. 

La Encarnación

Bueno, como pueden ver, esto deja sólo un milagro en mi lista — la Encarnación, ese increíble momento cuando Dios se hizo hombre. Éste es el único milagro singular en la lista. Nunca se repetirá.

¡Y qué milagro fue! La Palabra se hizo carne y moró entre nosotros (Juan 1:14). Jesús era Emmanuel, que significa “Dios con nosotros” (Isaías 7:14; Mateo 1:22-23).

Cuando se hizo carne, experimentó la humanidad, con todas sus pruebas, tentaciones y decepciones. Sufrió dolor físico y emocional. La única cosa que nunca experimentó fue el dolor por el pecado — hasta que, por supuesto, fue clavado en la cruz y colocaron todos los pecados de la humanidad sobre Él, momento en el cual experimentó una ruptura momentánea con Dios el Padre, lo que lo motivó a exclamar desde lo más profundo de Su alma: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado” (Mateo 27:46).

Todo esto está más allá de nuestra comprensión. Después de todo, si pudiéramos entender completamente la Trinidad y la Encarnación, entonces Dios no sería Dios. Su naturaleza infinita y eterna como un Dios en tres personas está más allá de nuestras mentes finitas.

La Encarnación emerge, por lo tanto, como el milagro más singular de la historia. Nunca volverá a ocurrir. Jesús todavía está en Su cuerpo resucitado y glorificado, y siempre lo estará. Las heridas en Sus manos y costado eran visibles para Sus discípulos después de Su resurrección, cuando estaba en Su cuerpo glorificado (Lucas 24:39; Juan 20:24-28).

Creo que esas heridas siempre estarán allí como un recordatorio para los redimidos del precio que se tuvo que pagar por nuestros pecados, para permitirnos ser reconciliados con Dios el Padre.

Esta Navidad, en medio de todo el alboroto en el que se ha convertido la celebración, recordemos de qué se trata la Navidad: Dios convirtiéndose en hombre en un humilde establo en la pequeña aldea de Belén, hace dos mil años. Alabemos a Dios por ese evento increíble y sagrado, y gritemos: “¡Maranatha! ¡Ven pronto, Señor Jesús!”.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

sábado, 22 de diciembre de 2018

Nuestra Portada

Observaciones del Editor



La Iglesia de la Natividad marca el sitio tradicional del nacimiento de Jesús en la ciudad de Belén. Está construida sobre una cueva donde se cree que tuvo lugar el nacimiento.

La antigüedad de esta tradición es atestiguada por el apologista cristiano, Justino Mártir (ca. 100-165), quien se refirió a ella en su Diálogo con Trifón. Afirmó que María y José se había refugiado en una caverna fuera de la ciudad, donde nació el niño Jesús (capítulo LXVIII). Otro de los primeros Padres de la Iglesia, Orígenes de Alejandría (ca. 185-254), también afirmó en sus escritos que la cueva de Belén fue el lugar del nacimiento de Jesús (Contra Celso, libro 1, capítulo LI).

La primera iglesia en el sitio fue construida por orden de Helena, la madre del Emperador Constantino. Se inició en el año 327 y se completó en el 333. Fue destruida por un incendio en el año 529.

La iglesia actual fue reconstruida en su forma actual en el año 565 por el Emperador Justiniano I. Cuando los persas invadieron en el año 614, la iglesia se salvó de la destrucción, debido a que contenía un mural de los magos que visitaron a Jesús, todos los cuales estaban representados con ropas persas. 

Los cruzados hicieron reparaciones a la iglesia y la expandieron. El primer Rey de Jerusalén, Balduino de Boloña, fue coronado en la iglesia el 25 de diciembre de 1100.

Durante los tiempos de los cruzados (1095-1291) la entrada a la iglesia fue reducida en gran medida para prevenir que los soldados montaran sus caballos en la iglesia. La puerta es tan baja que sólo se puede se puede entrar inclinándose. Por eso llegó a ser conocida como “La Puerta de la Humildad”.

Entrada a la Iglesia de la Natividad

El interior de la iglesia es oscuro y lúgubre, tanto literal como espiritualmente. Es administrada conjuntamente por sacerdotes de tres iglesias: católica romana, ortodoxa griega, y armenia.

El altar de la iglesia está situado directamente sobre una cueva llamada “la Gruta de la Natividad”. Éste es el sitio donde se cree que Jesús nació. El punto exacto está marcado por una estrella de plata de 14 puntas. No es inusual encontrar peregrinos arrodillados, besando la estrella.

La estrella de plata de 14 puntas en la Gruta de la Natividad.

En una cueva cercana, también ubicada debajo de la iglesia, San Jerónimo (347-427) vivió durante 36 años, mientras traducía la Biblia al latín, lo que produjo la traducción de la Vulgata Latina, que se usó en el mundo occidental durante más de mil años.

Si desea conocer más acerca de este tema, visite nuestra sección:

La foto de la portada fue tomada por el Dr. Reagan. Fue mejorada por Jack Smith. El diseño de la portada fue ejecutado por Keith Fink, de The Master's Press en Dallas, Texas.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 19 de diciembre de 2018

La Verdad del Nacimiento Virginal (pdf)

¿Es esencial para la fe cristiana?


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Me gustaría comenzar afirmando mi tesis desde el principio: La creencia en el nacimiento virginal de Jesús es absolutamente esencial para la fe cristiana. Negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús, y si Jesús no fue Dios en la carne, entonces usted y yo no tenemos esperanza en absoluto. 

Estimado lector: Su valiosa contribución, por medio de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual. Si desea conocer cómo puede hacer su aporte, visite nuestra sección Donativos:


La Verdad del Nacimiento Virginal (conclusión)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


Reflexiones sobre María

En ese sentido, quisiera añadir unas palabras sobre María. En la tradición protestante, ella ha sido casi completamente ignorada, principalmente debido al hecho de que los católicos le han prestado mucha atención.

Ahora, ella ciertamente no debe ser elevada al estatus de un dios, como algunos lo han hecho, pero sí merece nuestra atención. Por un lado, la mayoría de las personas parecen no darse cuenta de que probablemente tenía 13 años cuando fue visitada por el ángel Gabriel. Ésa era la edad del matrimonio en Israel en esa época, como aún lo es en mucha de esa parte del mundo.


Por lo tanto, estamos hablando de una adolescente que es un modelo de fe, pureza y devoción a Dios. Y una de las claves de su carácter se revela en el cántico de regocijo que entonó cuando quedó embarazada del Niño Jesús. Ese cántico, registrado en Lucas 1, revela que ella estaba impregnada de las Escrituras. Obviamente había nacido en una familia justa, donde se le había enseñado la Palabra de Dios desde la infancia.

Sin embargo, las Escrituras también revelan que era una pecadora que necesitaba un Salvador, al igual que todos nosotros. Ella comenzó su cántico de regocijo declarando: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lucas 1:46b-47).

Y, como María, todos nosotros hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. Todos nosotros necesitamos un Salvador.


Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí
Lea la parte 3 »»aquí
Lea la parte 4 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

martes, 18 de diciembre de 2018

La Verdad del Nacimiento Virginal (parte 4)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


La Respuesta de José

Y su inocencia es confirmada también por lo que Mateo nos dice acerca del comportamiento de su esposo, José. Mateo dice que, debido a que José era un hombre justo, al principio quería divorciarse de María discretamente, pero luego cambió de opinión y decidió seguir adelante con el matrimonio porque un ángel se le apareció y le aseguró la inocencia de María (Mateo 1:18-23).

“San José de Nazareth”, por Robert Lentz.

Mateo deja en claro que la respuesta inicial de José a la noticia del embarazo de María fue de conmoción. Claramente era una parte inocente. Y su disposición a continuar con el matrimonio demostró que fue convencido por la visita del ángel de que María, también, era completamente inocente. 

Las Objeciones del Mundo

Sin embargo, el mundo, incluyendo a algunos líderes cristianos profesantes, grita, “¡Tonterías!”.

“¡Es científicamente imposible!”, dicen. Bueno, ¡por supuesto que lo es! Pero la concepción de Jesús fue un milagro de Dios realizado por Aquél que creó el universo entero por medio de Su palabra. Como Gabriel le dijo a María: “Para Dios no hay nada imposible”.

Los críticos responden, “Pero se menciona sólo en Mateo y Lucas. No se menciona en los Evangelios de Marcos y Juan, ni se menciona en las epístolas de Pablo, Pedro y Juan”. Mi respuesta es pregunta, “¿Cuántas veces debe Dios decir algo para que sea verdadero?”. Una es suficiente para mí.

Se indica específicamente en dos Evangelios, y es mencionado indirectamente por Pablo en Gálatas 4:4, donde se refiere a Jesús habiendo “nacido de mujer”, la cual era una declaración muy pintoresca en una cultura masculina dominante. Los críticos responden afirmando que los cristianos primitivos simplemente trataron de deificar a Jesús, al relacionar su nacimiento con mitos paganos de grandes personas, como Alejandro Magno — personas que supuestamente nacieron de la unión entre un dios y una mujer terrenal. Pero todos esos mitos crudamente representaban a los dioses viniendo a la tierra y teniendo relaciones sexuales con mujeres.

La idea de que los judíos ortodoxos del primer siglo trataran de deificar a su Mesías, aplicándole mitos paganos es absurda. Igualmente de absurdo es creer que ellos dedicarían sus vidas a un mito y que estarían dispuestos a morir por él. 

El último suspiro de los críticos es su opinión de que un nacimiento virginal no se anticipaba en ninguna parte de las Escrituras hebreas y, por lo tanto, tenía que ser un mito que fue conjurado por gente ignorante y supersticiosa. 

Pero esto ignora el hecho de que los dos escritores que mencionan el nacimiento virginal eran hombres educados — Mateo, el ex recaudador de impuestos romanos, y Lucas, un médico.

El argumento también ignora el hecho de que el nacimiento virginal del Mesías fue definitivamente anticipado en la profecía bíblica.

La Profecía Bíblica

En los albores de la historia, en el Jardín del Edén, cuando Adán y Eva pecaron, Dios les prometió que algún día se reconciliarían con Él a través de “la simiente de la mujer”. Esa declaración claramente implica un Mesías que nacería de una virgen. Puede encontrar esa declaración en Génesis 3:15 —

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Miles de años después, el profeta Isaías declaró específicamente que el Mesías nacería de una virgen. En Isaías 7:14, encontramos estas palabras: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

La primera estampilla de Navidad emitida por la Oficina de Correos de los Estados Unidos fue en 1962. Mostraba una corona de flores y dos velas. Desde 1966 ha habido una estampilla religiosa emitida cada año con una pintura de la Virgen y el Niño, en su mayoría por pintores del Renacimiento. Esta estampilla que muestra una pintura de Sassoferrato (1609-1685), fue emitida en 2009.

Algunos teólogos liberales argumentan que la palabra hebrea para virgen utilizada en este pasaje también puede significar “señorita”, pero pasan por alto dos hechos:

1) Cuando la Biblia hebrea fue traducida al griego cerca de 280 años antes de Jesús, lo que produjo lo que se llama La Septuaginta, los 70 sabios judíos que hicieron la traducción usaron una palabra griega en este pasaje que sólo puede significar virgen, porque ésa fue su interpretación del significado del pasaje.

2) Y esa palabra, parthenos, es la palabra que Mateo usó en su Evangelio, al citar la profecía. De nuevo, ésta sólo puede significar virgen.

La Fe Basada en la Evidencia

Como hemos visto, las Escrituras están llenas de evidencia sólida del nacimiento virginal. Y, sin embargo, no prueban el nacimiento virginal, debido a que el nacimiento virginal, como la deidad de Jesús y Su resurrección, básicamente debe ser aceptado por fe.

Pero, no estamos llamados a ejercer una fe ciega. Se nos da evidencia sustancia sobre la cual podemos basar nuestra fe.

Sin embargo, el mundo aún grita: “¡Es imposible!”.

En respuesta, necesitamos tener en cuenta las palabras que el ángel Gabriel habló a María. Él dijo: “No hay nada imposible para Dios”. 

Lo que el mundo necesita tan desesperadamente hoy es la sencilla fe infantil de María cuando dijo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”.

Lea la parte 1 »»aquí
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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viernes, 14 de diciembre de 2018

Revista Llamada de Medianoche – Diciembre 2018

¿Sigue siendo válida la creencia en el nacimiento virginal?

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Temas incluidos en esta edición:

»» ¿Por qué Israel pone moscas en la frontera con Gaza?
»» 45 años de la Guerra de Yom Kippur 
»» Crisis de agua amenaza a los ayatolás
»» La Epístola a los Filipenses
»» ¿Es Jesús el Hijo de Dios o Dios mismo? 

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La Verdad del Nacimiento Virginal (parte 3)

¿Es Esencial para la Fe Cristiana?


La Iglesia de la Natividad en Belén


La Esencialidad del Nacimiento Virginal

Centrémonos por un momento en la esencialidad del nacimiento virginal. ¿Por qué es tan importante para la fe cristiana? Yo diría que hay tres razones.

En primer lugar, se relaciona con la integridad de la Biblia como la Palabra de Dios. La Biblia dice rotundamente que Jesús nació de una virgen. Si eso no es cierto, entonces, ¿qué podemos creer en la Biblia? Si lo que ella dice acerca del nacimiento de Jesús es ficción, ¿entonces como podemos creer lo que dice acerca de Su muerte y resurrección?

En segundo lugar, se relaciona con la integridad de Jesús como el Mesías. Para que Jesús fuera nuestro Salvador, tres condiciones debían cumplirse:

a) Él tenía que ser Humano. Ningún ángel podía morir por nuestros pecados.

b) Él tenía que ser Divino. Un simple mortal no podía soportar el precio infinito que debía pagarse por nuestros pecados.

c) Él tenía que ser Inmaculado. Un pecador no podía morir por los pecados de otros.

El nacimiento virginal garantizó el cumplimiento de estas tres condiciones:

a) Debido a que nació de María, Él era Humano.

b) Debido a que fue concebido por el Espíritu Santo, Él era Divino.

c) Debido a que nació santo, sin una naturaleza pecaminosa, Él estaba calificado para servir como nuestro Salvador.

Este último punto es extremadamente importante. Verá, aunque Adán y Eva pecaron, Dios le asignó la responsabilidad a Adán (Génesis 3:17-19). Romanos 5:12-21 enfatiza este punto. Afirma que, así como la muerte entró al mundo a través del pecado de un hombre, Adán, y dio lugar a la condenación para todos los hombres, así también, la esperanza de la vida y la justificación han llegado a través de un hombre, Jesucristo.

El punto es que la naturaleza pecaminosa es transmitida por el padre, y por lo tanto, para que Jesús naciera sin una naturaleza pecaminosa, tenía que nacer sin un padre terrenal. Y esto nos lleva a otro punto importante. No fue el nacimiento de Jesús lo que fue milagroso. Él estuvo en el vientre de María durante 9 meses y nació como usted y como yo. Lo que fue milagroso fue Su concepción. En un gran milagro de creación, fue colocado en el vientre de María por el Espíritu Santo.

El Dr. Henry Morris, fundador del Instituto para la Investigación del Creacionismo, describe el proceso en estas palabras:

El cuerpo creciendo en el vientre de María debe haber sido especialmente creado en perfección completa, y colocado allí por el Espíritu Santo, con el fin de que fuera libre del daño inherente del pecado.

Cristo aún estaría “…” (Romanos 1:3), debido a que Su cuerpo fue nutrido por y nacido de María, quien era de la simiente de David. Él aún sería el Hijo del Hombre, compartiendo toda la experiencia humana universal desde la concepción hasta la muerte, excepto el pecado. Él es verdaderamente “…” (Génesis 3:15), Su cuerpo no se formó ni de la simiente del hombre ni del óvulo de la mujer, sino que creció a partir de una semilla única plantada en el cuerpo de la mujer por Dios mismo.

Es decir, Dios directamente formó un cuerpo para el segundo Adán, tal como lo hizo para el primer Adán (Génesis 2:7). Esto fue nada menos que un milagro de creación, capaz de ser realizado sólo por el Creador mismo.12

La Anunciación

Regresemos ahora a las Escrituras y continuemos con la historia de la natividad, mediante la lectura de Lucas 1, comenzando con el versículo 26 — una vez más usando el Nuevo Testamento Judío.

26 En el sexto mes, el angel Gabri’el fue enviado por Dios a una ciudad en el Galil llamada Natzeret,

27 a una virgen comprometida en matrimonio con un hombre llamado Yosef, de la casa de David. El nombre de la virgen era Miryam. 

28 Acercándose a ella, el ángel le dijo: “¡Shalom, mujer favorecida! ¡ADONÁI está contigo!”.

29 Ella se sintió profundamente turbada por sus palabras y se preguntó qué clase de saludo podía ser ese.

30 El ángel le dijo: “No temas, Miryam, porque has hallado gracia con Dios. 
31 ¡Mira! Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, al que deberás poner por nombre Yeshúa.

32 Él será grande, será llamado Hijo de HaElyon. ADONÁI, Dios le entregará el trono de su antepasado David;

33 y él gobernará la casa de Ya’akov para siempre, no habrá fin a su Reino”.

"La Anunciación" (la aparición del ángel Gabriel a María), pintada en 1644 por Philippe de Champaigne (1602-1674), un pintor francés. 

Hagamos una pausa por un momento porque quiero recordarles un hecho muy importante: la persona que escribió estos versículos fue un hombre llamado Lucas, quien era un médico. Esto es importante porque nos da más información acerca del nacimiento virginal que todo el resto de los escritores del Evangelio combinados.

Y no creo que haya sido un accidente. Piénselo — ¡Dios usó a un médico, un hombre de ciencia, para darnos los hechos detallados acerca del nacimiento virginal! Y creo que Dios hizo esto a propósito para que nadie pudiera descartar legítimamente la historia como las imaginaciones mitológicas de una persona ignorante y supersticiosa. ¡El testigo más importante del nacimiento virginal es un doctor!

Otra cosa que debemos tener en cuenta al considerar estos versículos de Lucas es que en esa época, no había bodas a la fuerza — ¡simplemente no existían! 

Se negociaba y firmaba un contrato de matrimonio formal, llamado Ketubah, en cuyo momento se consideraba que la pareja estaba casada, pero el matrimonio no se consumaba hasta después de un período de espera de 9 meses a un año. Durante ese tiempo, el esposo preparaba una casa para que vivieran y la esposa demostraba su fidelidad.

Y si la mujer quedaba embarazada durante ese tiempo, era un asunto muy serio. Significaba que sería apedreada a muerte por infidelidad o humillada por un decreto de divorcio. Así pues, el anuncio de Gabriel de que María iba a quedar embarazada durante ese período de espera, tenía grandes consecuencias, por decir lo menos.

Consideremos la respuesta de María al anuncio de Gabriel:

34 “¿Cómo podrá ser esto”, le preguntó Miryam al ángel, “puesto que soy virgen?”.

35 El ángel le constestó: “El Ruach HaKodesh vendrá sobre ti, el poder de HaElyon te cubrirá. Por lo tanto el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.

36 ¡Tú tienes un familiar, Elisheva, que es una mujer anciana y todo el mundo dice que ella es estéril, pero ha concebido un hijo y está embarazada de seis meses! 

37 Porque para Dios nada es imposible”. 

38 Miryam dijo: “Yo soy la sierva de ADONÁI, hágase en mí como tú has dicho”.  

La Respuesta de María

Ahora, lo primero que debemos notar acerca de la respuesta de María es que, aunque probablemente no tenía más de 14 años, no era una niña ingenua. Ella sabía lo que se necesitaba para tener un bebé, y por eso inmediatamente proclamó, “¿Cómo podrá ser esto puesto que soy virgen?”. Gabriel responde diciéndole que la concepción será milagrosa por el poder del Espíritu Santo.

Dudo que María tuviera alguna idea de lo que eso significaba — tal como no podemos comprenderlo completamente hoy — sin embargo, sabiendo que eso complicaría enormemente su vida y su relación con José, ella respondió, “Yo soy la sierva de ADONÁI, hágase en mí como tú has dicho”. Ésa, mis amigos, fue una declaración de fe increíblemente valiente. 

La Inocencia de María

Pero la respuesta de María no es la única evidencia de su inocencia. Evidencia adicional puede encontrarse en el relato de Lucas. Sigamos leyendo:

39 Sin demora alguna, Miryam se puso en camino y se fue a la ciudad en la región montañosa de Y’hudad

40 donde Zacarías vivía, entró a su casa y saludó a Elisheva.

41 Cuando Elisheva oyó el saludo de Miryam, el bebé en su seno se movió. Elisheva fue llena del Ruach HaKodesh 

42 y habló a gran voz: “¡Cuán bendita eres entre las mujeres! ¡Y qué bendito es el niño en tu seno!

43 ¿Pero quién soy yo como para que la madre de mi Señor venga a mí?

44 ¡Porque tan pronto como llegó a mis oídos el sonido de tu saludo, el bebé en mi seno saltó de gozo!

45 Bendita seas por haber confiado en que la promesa que te ha hecho ADONÁI se cumplirá en ti”. 

Elizabeth saluda a María.

Observe que la inocencia de María se atestigua una y otra vez en estos versículos particulares. Por ejemplo, lo primero que nos dicen es que María corrió a una pariente, Elizabeth, para compartir con ella las buenas noticias de su embarazo. Déjeme preguntarle, ¿cuántas chicas solteras embarazadas ha visto comportarse de esa manera? Normalmente se sienten abrumadas por la vergüenza, ¡y las últimas personas que quieren que sepan acerca de su situación son sus parientes!

¡Y su inocencia se ve confirmada por el hecho de que escogió a una familia sacerdotal para compartir la noticia! La importancia de esto es que el esposo de Elizabeth, Zacarías, era un sacerdote. Si María estaba embarazada por fornicación, habría sido responsabilidad de Zacarías reportarla y hacer que ella fuera juzgada y lapidada.

Creo que la inocencia de María también se confirma por la reacción de Elizabeth cuando ella exclamó, “¡Cuán bendita eres entre las mujeres! ¡Y qué bendito es el niño en tu seno!”. ¡Lo hizo antes de que María pudiera siquiera decirle el propósito de su visita!

El pasaje dice que lo hizo bajo la unción del Espíritu Santo. En otras palabras, a Elizabeth le fue dada una palabra de conocimiento sobrenatural, y esto debió haber servido como confirmación a María del mensaje que Gabriel le había dado.
Y otra confirmación es proporcionada por Juan el Bautista, quien en ese momento aún estaba en el vientre de su madre, Elizabeth. Él comenzó a saltar con alegría en el vientre de su madre, cuando María llegó, ¡porque sintió la presencia del Mesías!

El Cántico de María

Continuemos con nuestra búsqueda de evidencia de la inocencia de María. La siguiente pieza de evidencia se encuentra en un hermoso cántico que María le canta a Elizabeth:

46 Luego Miryam dijo: “Mi alma enaltece a ADONÁI

47 y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador,

48 que se ha fijado en su sierva en su humilde posición. ¡Porque, imagínate! ¡Desde ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita! 

49 El Todopoderoso ha hecho grandes cosas conmigo. Su nombre es realmente santo

50 y en cada generación él tiene misericordia de aquellos que le temen”.

Le pregunto, ¿qué chica soltera embarazada se ha comportado de esta manera, entonando cánticos de alabanza a Dios delante de sus familiares? ¡El comportamiento de María es el comportamiento de la inocencia!

Lea la parte 1 »»aquí
Lea la parte 2 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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