viernes, 16 de marzo de 2018

Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 1 (parte 1)

La Primera Venida de Jesús en la Profecía Bíblica 


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Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel [esto es, Dios con nosotros]. — Isaías 7:14


Una Dirección Única

Cuando recientemente me acordé de este excepcional pasaje, decidí usarlo como un formato para escribir mi propia dirección única:

David R. Reagan
Vía Láctea
Planeta Tierra
Hemisferio Occidental
Continente Norteamericano
Estados Unidos de América
Estado de Texas
Código Postal 75407
Condado de Collin
Ciudad de Princeton
Calle del Condado 463
Número 2067

La Dirección Única del Mesías

De manera similar, cada uno de nosotros tiene una dirección única, y el Mesías también. Su dirección fue escrita de antemano en la profecía bíblica:

1) De la rama semita de la humanidad (Génesis 9:26 y Lucas 3:36).

2) A través de Abraham (Génesis 12:3 y Mateo 1:1).

3) A través del hijo de Abraham, Isaac (Génesis 17:21 y Lucas 3:34).

4) A través del hijo de Isaac, Jacob (Génesis 28:14 y Lucas 3:34).

5) A través de la tribu de Judá (Génesis 49:8 y Lucas 3:33-34).

6) A través de la familia de Isaí (Isaías 11:1 y Lucas 3:32).

7) A través de la casa de David (Jeremías 23:5 y Lucas 3:31-32).

8) A través de una virgen (Isaías 7:14 y Lucas 2:11).

9) En la ciudad de Belén (Miqueas 5:2 y Mateo 2:1).

10) Y residiría en Nazaret (Mateo 2:23). 

Jesús, el hijo de José y María de Nazaret, cumplió cada una de estas profecías, y al hacerlo, no debe haber alguna duda de que Él es el Mesías prometido por Dios a través de los profetas hebreos.

El Número de Profecías de la Primera Venida

La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que hay cerca de 300 profecías en el Antiguo Testamento que se relacionan con la Primera Venida del Mesías. Pero, éstas no son 300 profecías diferentes. Muchas, como la profecía de que el Mesías nacería de la simiente de Abraham, se repiten varias veces.

Cuando todas las profecías repetidas son eliminadas, quedan 108 profecías específicas del Antiguo Testamento acerca del Primer Adviento.2 Un buen lugar para comenzar a estudiar estas profecías es el Evangelio de Mateo. La razón es que su biografía de Jesús fue escrita a los judíos, por lo que hace un gran esfuerzo para mostrar cómo los eventos en la vida de Jesús fueron un cumplimiento de las profecías contenidas en las Escrituras hebreas.

Cada aspecto del nacimiento, la vida y la muerte del Mesías fue profetizado en el Antiguo Testamento. Además de Su linaje, hay profecías acerca de Su nacimiento e infancia, Su vida y ministerio, Su naturaleza humana y divina, Su sufrimiento y muerte, y Su resurrección y ascensión.

El Nacimiento del Mesías

Las profecías concernientes a Su nacimiento se describen en detalle en el capítulo 5. Allí verá que el profeta Miqueas profetizó que el Mesías nacería en Belén — y eso fue 700 años antes de que Jesús naciera en Belén. Los profetas previeron que el Mesías nacería de una virgen (Isaías 7:14), que se le daría un nombre divino (Isaías 7:14), que se le presentarían regalos especiales (Salmo 72:10-11), que los niños de Su lugar de nacimiento serían masacrados (Jeremías 31:15), y que Su familia huiría a Egipto para escapar de la masacre (Oseas 11:1). Incluso profetizaron que crecería en pobreza (Isaías 53:2) en el pueblo de Nazaret (Mateo 2:23).

La Vida y Ministerio del Mesías

Hay un sorprendente total de 34 profecías concernientes a la vida y ministerio del Mesías. Los profetas predijeron que un mensajero especial prepararía el camino para el Mesías (Malaquías 3:1), una profecía que fue cumplida por Juan el Bautista (Mateo 3:1-3). Los profetas declararon que el Mesías recibiría una unción especial del Espíritu Santo (Isaías 42:1) y que con el empoderamiento del Espíritu, pelearía contra Satanás (Génesis 3:15).

Las profecías revelaban además que el ministerio del Mesías estaría centrado en Galilea (Isaías 9:1), que sería de naturaleza humilde (Isaías 42:2), y que su poder estaría en la sabiduría de Sus enseñanzas (Isaías 11:2), y no en Su apariencia personal o carisma (Isaías 53:2).

Los profetas vieron al Mesías como un profeta (Deuteronomio 18:15, 18), predicador (Salmo 40:9), y maestro (Salmo 78:2). También dijeron que sería un hombre de oración (Salmo 109:4) que realizaría grandes milagros (Isaías 11:2). Él sería humilde de espíritu (Zacarías 9:9), y ministraría a los pobres, a los quebrantados de corazón, y a los cautivos (Isaías 61:1). El ministerio de sanidad del Mesías fue particularmente enfatizado (Isaías 53:4-5), incluso sanidad para aquellos con aflicciones muy difíciles y aparentemente imposibles (Isaías 35:5-6).

Sin embargo, a pesar de todas estas admirables cualidades, los profetas previeron que el Mesías sería odiado sin causa (Salmo 69:4), y sería despreciado y rechazado por Su propio pueblo, los judíos (Isaías 29:13).

Lea la parte 2 aquí
Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)


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