domingo, 29 de octubre de 2017

El Abandono de la Reforma


Estatua de Martín Lutero, en Wittenberg, Alemania


Al celebrar el 500 aniversario de la Reforma, es gravemente inquietante que muchos cristianos estén abandonando las verdades esenciales del Evangelio por las que los reformadores dieron su vida defendiendo.

Hay otros cristianos que creen que la Reforma fue un error costoso porque dividió a la Iglesia. Ahora están tratando de revertir la Reforma y reunirse con la iglesia católica romana.

¿Qué está causando esta falta de discernimiento? ¿Por qué las diferencias doctrinales que alguna vez fueron blancas y negras, ahora se están volviendo grises? ¿Cómo pueden aquellos que han sido santificados por la verdad desear unirse con una iglesia apóstata? ¿Es porque la gente no sabe cuán exclusivo es el verdadero Evangelio? ¿O simplemente no saben qué tan falso y fatal es el evangelio de Roma? 

Los reformadores se apartaron de la iglesia católica romana principalmente sobre la base de dos importantes doctrinas bíblicas: 1) la autoridad suprema de la Escritura, y 2) la justificación por fe solamente en Cristo.

Los reformadores afirmaron con valentía que la Escritura tiene la autoridad sobre las enseñanzas y tradiciones de la iglesia católica. También reclamaron la pureza del Evangelio, según el cual los pecadores arrepentidos pueden llegar a estar bien con Dios por la gracia sola a través de la fe sola. 

La Importancia de la Palabra “Sola”

El glorioso Evangelio de Jesucristo había sido ocultado bajo las tradiciones religiosas de la iglesia católica durante más de 1,000 años. Roma había enseñado durante mucho tiempo que los pecadores son salvados por la gracia más los méritos, a través de la fe más las obras, in Cristo más otros mediadores, según la Escritura más la tradición, para la gloria de Dios más María. 

Los reformadores renunciaron al falso y fatal evangelio del catolicismo, al proclamar que la salvación es por gracia solamente, por medio de la fe solamente, en Cristo solamente, según la Escritura solamente, todo para la gloria de Dios solamente.

De manera similar, el apóstol Pablo clavó una estaca en el suelo para proteger la pureza y exclusividad del Evangelio hace 2,000 años. Usando el lenguaje más estridente e inflexible de su ministerio, escribió: (Gálatas 1:7-8).

Claramente, la iglesia católica romana cae bajo esta condenación divina. Ella ha distorsionado el Evangelio mediante la adición de requisitos adicionales para la salvación, incluyendo: sacramentos, buenas obras, mantener la ley, el purgatorio y las indulgencias.

La Chispa que Encendió la Reforma

Cuando Martín Lutero ya no pudo permitir que el perdón de Dios fuera tratado tan desdeñosamente, clavó sus 95 Tesis a la puerta de la Iglesia del Castillo en Wittenberg. La iglesia tenía más de 1,900 reliquias en exhibición, que incluían los huesos y piel, cabello y uñas, e incluso las cabezas de santos. A los católicos se les concedían indulgencias para la remisión de sus pecados si miraban las reliquias y si se confesaban con un sacerdote.

La protesta inicial de Lutero expuso la abominable práctica de vender la salvación del fuego del purgatorio por el precio de las indulgencias. A través de la venta de indulgencias, el perdón divino era vendido como cualquier mercancía en el mercado. Debido a tal corrupción y tal herejía tan generalizada en la iglesia católica, la Doctrina de la Justificación se convirtió en la doctrina definitoria de la Reforma.

Se dice que la Doctrina de la Justificación es la bisagra por la que las puertas del cielo se abren y se cierran. Aquellos que están errados acerca de la justificación terminan con un evangelio falso y fatal. La iglesia católica no sólo tiene la justificación errada, sino que condenó a quienes abrazaron la doctrina bíblica de la justificación por fe sobre la base de la justicia imputada y legal de Cristo. En su lugar, Roma enseñaba una justicia infundida y moral que era iniciada por el bautismo en agua, perdida por el pecado mortal, y recuperada por medio de los sacramentos, hasta que la justicia perfecta pudiera ser alcanzada.

La doctrina de la justificación de Roma estaba diametralmente opuesta a la doctrina bíblica. Una fue revelada por Dios, la otra inventada por los hombres; una era por gracia, la otra por méritos; una basada en la obra acabada y suficiente de Cristo, la otra en las obras imperfectas de hombres pecadores. Los reformadores confiaron en la verdad de la Palabra de Dios para exponer el error de hombres sin ley, tal y como la luz disipa las malas acciones de la oscuridad. 

¿Por Qué Está la Reforma Siendo Abandonada Hoy?

Desde 1965, el Vaticano ha estado llevando a cabo una estrategia bien definida para revertir la Reforma a través de su decreto sobre el ecumenismo. Han persuadido con éxito a los líderes evangélicos para que firmen numerosos acuerdos de unidad con los católicos, los cuales declaran que todas las ramas del cristianismo comparten una fe común en el Evangelio. Huelga decir que ésta es una traición trágica del Evangelio que muchos reformadores murieron defendiendo.

Aun más trágico es el hecho de que los evangélicos son los que están comprometiendo la verdad de la Palabra de Dios, mientras que la iglesia católica continúa en su posición rígida en sus dogmas “infalibles”, que engañan a las personas que tiene poco o ningún discernimiento.


La ignorancia bíblica y la falta de discernimiento están produciendo un terreno fértil para el engaño y la apostasía. Hay muchas iglesias evangélicas que ya no predican fielmente todo el consejo de Dios versículo por versículo.

Cuando los cristianos no son alimentados con una dieta constante de la Palabra de Dios, ellos obtendrán la verdad, y cuando no conocen la verdad, no pueden discernir la verdad del error. Aquellos que carecen de discernimiento serán los primeros en saltar al carro ecuménico y abandonar las doctrinas que dividen a los creyentes de los incrédulos.

Considere las palabras del pastor Andy McQuitty de la Iglesia Bíblica de Irving, en Texas, “La grieta que se produjo entre los católicos y los protestantes hace 500 años es ‘mezquindad teológica’. Tendremos un montón de tiempo en el Cielo para descubrir quién tenía razón sobre el Purgatorio y María” (The Chatter, mayo de 2005).

Éste no es un caso aislado de traición. Una encuesta de Life Way Research de 1,000 pastores evangélicos reveló que casi dos tercios de ellos dicen que el papa Francisco es su hermano en Cristo. Más de un tercio dice que valoran la visión del papa sobre la teología, y que él ha mejorado su visión de la iglesia católica.

Este abandono de la teología de la Reforma es patético cuando los que transigen son contrastados con la visión profunda de Martín Lutero sobre el papado. Él proclamó audazmente: “El papa es el Anticristo mismo, quien se ha exaltado a sí mismo sobre todo, y quien se opone a sí mismo contra Cristo, porque no permitirá que los cristianos sean salvos sin su poder…Mentir, matar, y destruir el cuerpo y el alma eternamente, en eso es que su gobierno papal realmente consiste” (Artículo IV, Los Artículos de Esmalcalda).

La Estrategia del Vaticano para Revertir la Reforma

La iglesia católica ya no llama a los protestantes “herejes” porque está tratando de revertir la Reforma. En cambio, ahora somos llamados “hermanos separados”, con el fin de seducirnos a regresar a Roma para la “plenitud” de la salvación.

Su estrategia es persuadir a evangélicos altamente visibles para promover el catolicismo como una expresión válida del cristianismo. Otra parte de su estrategia es engañar a las personas con misticismo católico, espiritualidad contemplativa y postmodernismo.

Nuestra cultura postmoderna promueve el pluralismo, el relativismo moral, y la tolerancia, al tiempo que rechaza la autoridad absoluta y la verdad objetiva. Esto juega bien con la estrategia de Roma para unir a todos los cristianos profesantes bajo el papado.

¿Qué Debemos Hacer?

Debemos permanecer santificados por la verdad de la Palabra de Dios (Juan 17:17). Dios ha llamado a Su pueblo del reino de las tinieblas a la gloriosa luz de Su Hijo. Debemos resistir todos los movimientos para unirnos con incrédulos en iniciativas espirituales (2 Corintios 6:14-18).

Nunca podemos tener unidad con los católicos, porque estamos divididos acerca de lo esencial del Evangelio, en cómo uno nace de nuevo, en cómo uno es justificado, en cómo uno es purificado del pecado y sobre quién media entre Dios y el hombre.

Estamos divididos acerca de la eficacia, suficiencia y necesidad de Jesucristo. Todo cristiano nacido de nuevo necesita enrolarse en el ejército del Señor para pelear la buena batalla de la fe (1 Timoteo 6:12).

Necesitamos aumentar nuestra pasión y amor por la verdad y contender ardientemente por la fe contra los vientos de la apostasía. Debemos defender la gloria, honor y nombre de nuestro Señor Jesucristo, y proteger la pureza y exclusividad del Evangelio. Finalmente, ¡necesitamos ser fieles a la gran comisión y evangelizar a las muchas víctimas del engaño religioso!

Mike Gendron fue un devoto católico romano y un fuerte defensor de la “única iglesia verdadera” durante 34 años, antes de que desarrollara una relación personal con Jesús en 1981.

Dejó la iglesia católica en 1985 y, en 1988, dejó una exitosa carrera en gerencia corporativa para estudiar en el Seminario Teológico de Dallas. Cuatro años después, formó el Ministerio Proclamando el Evangelio, con el objetivo principal de alcanzar a los católicos con el Evangelio. Se puede suscribir a lista de correo y encontrar un listado completo de todos sus libros y álbumes de videos en el sitio web de su ministerio: pro-gospel.org


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»» Catolicismo Romano

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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