martes, 21 de abril de 2020

¿Prometen las Escrituras que "ningún virus puede tocar" tu casa como creyente?

Por George Lawson



Si crees en la interpretación literal de las Escrituras y, al mismo tiempo, también crees que siempre es la voluntad de Dios que seas físicamente saludable y financieramente rico, tienes que preguntarte, “¿me he perdido algo aquí?”… al menos un poco.

Si Jesús prometió a sus discípulos que resucitaría físicamente al tercer día y no lo hizo, ¿creeríamos en algo más de lo que dijo proféticamente? Y si un maestro religioso nos dice que puede proteger a Florida del Coronavirus, o que puede hacer desaparecer el Coronavirus, ¿deberíamos creer cualquier otra cosa que diga proféticamente?

Recientemente he visto videos de predicadores de “Palabra de Fe”, que han enseñado que “ningún coronavirus puede acercarse a usted o a su casa” e intentan basar su falsa enseñanza en las Escrituras. Escuché a un maestro, que usó el Salmo 91:10 para probar que Covid-19 no te afectará a ti, ni a nadie en tu casa.

No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada. Salmo 91:10

¿Nos promete el Salmo 91 que ningún virus puede entrar en nuestro hogar? ¿Nos enseñan las Escrituras que nunca sufriremos enfermedades, desastres, peligros o destrucción?

Permítanme darles al menos 4 razones por las que interpretar las Escrituras de esta manera, en la forma en que algunos maestros proponen que las interpretemos, no es fiel a las Escrituras o al Dios que las autorizó.

1. En primer lugar, no es históricamente cierto decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

2. No es contextualmente cierto decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

3. No tiene sentido lo que sabemos por el NT decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

4. Por último, no tendría sentido lo que sabemos contextualmente del Antiguo Testamento decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

Les animo a que lean el artículo completo »»aquí 

lunes, 20 de abril de 2020

La Pandemia de Coronavirus (parte 1)

¿Qué Está Diciendo Dios?


¡Pandemia!


Aclaremos una cosa desde el principio: Dios es soberano, y eso significa que el coronavirus actual fue soltado con Su permiso. Satanás puede haber sido el agente, pero no sería bíblico culpar a Satanás. La Biblia nunca culpa a Satanás por los desastres naturales.

Entonces, ¿qué está haciendo Dios? ¿Qué está tratando de decirnos? Creo que nos está advirtiendo de un juicio inminente y, por lo tanto, está llamando al mundo al arrepentimiento. La Biblia enseña que Dios nunca derrama Su ira sin advertencia, porque no desea que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento y la salvación (2 Pedro 3:9).


Cómo Advierte Dios

Dios advierte de dos maneras. Primero, levanta voces proféticas que identifican los pecados de las personas y les hacen un llamado para que se arrepientan. Luego, si desechan a los profetas y se niegan a arrepentirse, Dios enviará juicios correctivos — de nuevo, con el propósito de llamar a las personas al arrepentimiento.

Deuteronomio 28 contiene una lista detallada de los tipos de juicios correctivos que Dios pondrá en una nación que se vuelve rebelde contra Él y Su Palabra. Incluyen:
  1. Ciudades en caos (versículo 16)
  2. Fracasos en las cosechas (versículos 16-18,38-40,42)
  3. Pérdida de hijos (versículos 18,32,41)
  4. Confusión en todas las empresas (versículo 20)
  5. Pestilencia (versículos 21-22)
  6. Enfermedades (versículos 27,35)
  7. Locura (versículos 28-29,34)
  8. Sequía (versículo 24)
  9. Problemas matrimoniales (versículo 30)
  10. Derrota en guerras (versículo 25)
  11. Dominación extranjera (versículos 33,43-44)
Dios advirtió específicamente a la nación de Judá que, si ignoraban a Sus profetas y Sus juicios correctivos, el resultado final sería la destrucción de su nación y el exilio de su pueblo en todo el mundo.

El Ministerio de Jeremías

Uno de los profetas que Dios levantó para entregar Su mensaje de advertencia a Judá, fue un hombre llamado Jeremías. Dios le dijo que examinara a la nación y que compilara una lista de los pecados del pueblo. Dios estaba muy consciente de los pecados. Quería que Su profeta se diera cuenta de ellos. 

Jeremías reportó una increíble lista de pecados — increíble si se considera el hecho de que Dios había bendecido a Judá más que a cualquier nación que hubiera existido hasta ese momento. Les había dado grandes líderes como Josafat, Ezequías y Josías — el rey que gobernaba cuando Jeremías fue llamado. Sin embargo, el pueblo de Judá le había la espalda a su Creador y Sustentador, el mismo que era la fuente de todas sus bendiciones.

El informe de Jeremías contenía una lista muy sucia de pecados:
  1. Mentiras y blasfemia (5:2)
  2. Inmoralidad (5:7)
  3. Arrogancia (5:12-13)
  4. Injusticia social (5:25-28)
  5. Corrupción religiosa (5:30-31)
  6. Mentes cerradas (6:10)
  7. Avaricia (6:13)
Jeremías procedió a resumirlo todo en tres declaraciones impresionantes:
  • Endurecieron sus rostros más que la piedra” (5:3).
  • Tienen un corazón falso y rebelde” (5:23).
  • Ni aun saben tener vergüenza” (6:15).
Jeremías salió y comenzó a proclamar los pecados de su pueblo, mientras pedía su arrepentimiento. No hace falta decir que esto no lo convirtió en una persona popular. El pueblo de Judá se volvió contra él a lo grande, cuando comenzó a profetizar que, si se negaban a arrepentirse, Dios derramaría Su ira sobre ellos (6:22-26).


El pueblo acusó al profeta de ser “como viento” (5:13). Y se burlaban de él cantando: “Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová” (7:4). Lo que querían decir con esto era que no creían que Dios permitiría que Judá y Jerusalén fueran conquistadas y destruidas, porque Su Gloria Shejiná residía en el Templo.

Pero la destrucción profetizada llegó a manos de los babilonios, que destruyeron completamente Jerusalén y el Templo, en el año 586 a.C. Todo lo cual llevó a la escritura de dos de los versículos más tristes que se encuentran en las Escrituras hebreas (2 Crónicas 36):

15) Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.

16) Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.


Artículos recomendados:

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

La Interpretación de la Profecía (parte 2 de 2)

¿Un ejercicio de la imaginación o la aplicación del sentido llano?



El Significado de los Símbolos

Pero, “¿qué pasa con los símbolos?”, preguntan algunos. Otra clave crucial es tener en cuenta que un símbolo representa algo, de lo contrario no sería un símbolo.

Jesús es llamado “la rosa de Sarón”. Él no es referido como “el cardo ruso de Texas”. La imagen que evoca una rosa es algo hermoso; un cardo ruso es feo. 

La Biblia es su propio mejor intérprete en cuanto al significado de los símbolos que usa. A veces, los símbolos son explicados claramente, como cuando Dios le revela a Ezequiel el significado de los símbolos en su visión del valle de los huesos secos (Ezequiel 37:11-14). De la misma manera, al apóstol Juan se le dijo el significado de ciertos símbolos que vio en su visión en Patmos del Señor glorificado (Apocalipsis 1:20).

En otras ocasiones, una simple búsqueda de las Escrituras revelará el significado de un símbolo. Considere la declaración en Apocalipsis 12:14, donde dice que el remanente judío escapará del Anticristo al desierto en “las dos alas de la gran águila”.

Una búsqueda en la concordancia mostrará que el mismo símbolo se usa en Éxodo 19:4, para describir la huida de los hijos de Israel cuando escaparon de Egipto. El símbolo, como Éxodo 19 deja en claro, es una referencia poética al cuidado amoroso de Dios. 

La Importancia del Contexto

Otra clave para entender la profecía es una que se aplica a la interpretación de toda la Escritura. Es el principio que el significado de las palabras está determinado por su contexto. 

Me encontré con un buen ejemplo de este problema recientemente en un libro en el que el autor estaba tratando de demostrar que Jesús nunca volverá a reinar sobre esta tierra. Tal posición, por supuesto, le exigía espiritualizar el capítulo 20 de Apocalipsis, donde dice seis veces que habrá un reinado del Señor que durará mil años.

En el intento desesperado de este autor para desestimar los mil años, se refirió a Salmos 50:10, donde dice que Dios es dueño “del ganado de mil colinas” (NTV). Luego preguntó, “¿Hay sólo mil colinas en el mundo?”. Él respondió a su pregunta: “¡Por supuesto que no!”. Luego procedió a explicar que el término se usa figurativamente. Pero luego dio un salto cuántico en la lógica, al proclamar: “Por lo tanto, el término, ‘mil’, siempre se usa simbólicamente”.

No es así. Depende del contexto. En Salmos 50, el término es claramente simbólico. Pero, en Apocalipsis 20, no es así. De nuevo, los mil años son mencionados seis veces. ¿Qué tendría que hacer el Señor para convencernos de que quiere decir mil años? ¿Ponerlo en el cielo con luces de neón? ¡Preste atención al contexto!

Reconciliando Pasajes

Una clave adicional para entender la profecía es una que se aplica a toda la Escritura. Es el principio de buscar todo lo que la Biblia tiene que decir sobre un punto en particular. 

Evite basar una doctrina en un versículo aislado. Todos los versículos sobre un tema particular deben ser buscados, comparados, y luego reconciliados. 

Déjeme darle un ejemplo profético. 2 Pedro 3:10 dice que, cuando el Señor regrese, “los cielos pasarán con grande estruendo…y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas”. Ahora, si éste fuera el único versículo en la Biblia acerca de la Segunda Venida, podríamos concluir con seguridad que los cielos y la tierra se quemarán el día que Jesús regrese.

Pero, hay muchos otros versículos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que dejan muy en claro que el Señor reinará sobre toda la tierra antes de que sea consumida por el fuego. Esos versículos deben considerarse junto con el pasaje de 2 Pedro 3, con el fin de obtener la visión general correcta.

Problemas Especiales

Hay algunos problemas especiales relacionados con la interpretación profética. Uno es que la profecía a menudo se pre-cumple en un tipo simbólico, antes de que se cumpla por completo.

En este sentido, estoy seguro de que el pueblo judío debe haber sentido que Antíoco Epífanes (215-164 a.C.) cumplió las profecías de Daniel acerca de un líder tiránico que perseguiría severamente a los judíos. Pero, 200 años después de Antíoco, Jesús se refirió a esas profecías de Daniel y les dijo a Sus discípulos que aún debían cumplirse.

Otro ejemplo es la señal que Isaías le dio al rey Acaz, para asegurarle que la ciudad de Jerusalén no caería en manos de los asirios, que la tenían sitiada. La señal era que una joven daría a luz a un hijo, cuyo nombre sería llamado Emanuel (Isaías 7:1-19). El pasaje ciertamente implica que dicho niño nació en ese momento.


Pero, cientos de años después, Mateo, por inspiración del Espíritu Santo, se remontó a la profecía de Isaías y proclamó que su cumplimiento final se encontraba en el nacimiento virginal de Jesús (Mateo 1:22-23).

Tiempo Comprimido

Otra característica peculiar de la literatura profética es llamada “telescopía””. Esto ocurre cuando un profeta comprime el intervalo de tiempo entre dos eventos proféticos. Este fenómeno es muy común.

La razón de esto tiene que ver con la perspectiva del profeta. Mientras mira hacia el futuro y ve una serie de eventos proféticos, le parecen como si estuvieran en secuencia inmediata.

Es como vislumbrar una cordillera y ver tres picos, uno detrás del otro, cada uno secuencialmente más alto que el que está frente a él. Los picos parecen estar el uno contra el otro, debido a que la persona que los mira no puede ver los valles que lo separan.

En Zacarías 9:9-10, hay un pasaje con tres profecías que están comprimidas en dos versículos, pero que están ampliamente separadas en el tiempo. El versículo 9 dice que el Mesías vendrá humildemente en un burro. La primera parte del versículo 10 dice que el pueblo judío será apartado. La segunda parte del versículo 10 dice que el Mesías reinará sobre todas las naciones. 

Estos tres eventos — la Primera Venida, la puesta aparte de Israel, y el reinado de Cristo — parecen ocurrir en rápida sucesión, pero, en realidad, hubo 40 años entre los primeros dos eventos, y ha habido casi 2,000 años hasta ahora entre el segundo y el tercer evento. 

Otra forma de ver el fenómeno de la telescopía es centrarse en lo que se denominan “brechas proféticas”. Éstas son los períodos de tiempo entre los eventos proféticos representados por los picos de montaña.

Debido a que los rabinos del Antiguo Testamento no pudieron ver la brecha entre la Primera y la Segunda Venida del Mesías, algunos teorizaron que habría dos Mesías — un “Mesías hijo de José”, que sufriría; y un “Mesías hijo de David”, que conquistaría —. Desde nuestra perspectiva del Nuevo Testamento, podemos ver que los profetas del Antiguo Testamento  estaban hablando de un Mesías que vendría dos veces. Podemos ver la brecha entre las dos venidas.

Un Desafío

Le pregunto: ¿Cómo trata a Zacarías 14 — como hecho o como ficción? —. ¿Es culpable de jugar con la Palabra de Dios, para justificar tradiciones sagradas y doctrinas de hombres?

Lo desafío a interpretar la Palabra de Dios — toda ella — por su significado de sentido llano. Al hacerlo, es muy probable que se vea desafiado a descartar viejas doctrinas y adoptar nuevas. Éste será un proceso doloroso, pero será fructífero, porque será bendecido con la verdad de la Palabra de Dios.

Si ustedes permanecen en mi palabra serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32).

Lea la parte 1 »»aquí 

Recursos recomendados

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Interpretation of Prophecy

El Vigilante: Un soldado estadounidense desafió a los nazis y salvó a soldados judíos


Erick Stakelbeck escucha la increíble historia de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que arriesgó su vida y se enfrentó a los nazis para salvar a soldados judíos-estadounidenses de una muerte segura. Además, Erick visita Cracovia, Polonia, para ver cómo la comunidad judía se está levantando de las cenizas del Holocausto.

sábado, 18 de abril de 2020

Observaciones del Editor: Respondiendo a la Crisis

Edición Especial Abril 2020 


¡Pandemia!

Ésta es sólo la segunda edición especial de esta revista que alguna vez hayamos publicado. La primera tuvo que ver con las implicaciones proféticas del Huracán Katrina, en 2005.

Sentí la necesidad especial de esta edición especial por dos razones. La primera, se debe al miedo y al pánico generalizados que el coronavirus ha producido y seguirá produciendo, a medida que las implicaciones económicas se aclaren. En segundo lugar, creo firmemente que la pandemia es un mensaje de parte de Dios para el tiempo del fin, al que debemos escuchar y responder. Los dos artículos de esta edición especial hablan de estos temas.

Lo que quiero hacer en esta introducción es hablar sobre una de las formas en que podemos responder a la crisis que estamos enfrentando. Tiene que ver con el simple asunto de contar tus bendiciones. Esto es algo que he practicado durante años, y me ha resultado muy útil. 

Al menos una vez cada trimestre, me aseguro de dedicar mi tiempo matutino con el Señor para escribir una lista de mis bendiciones en mi diario de oración. Te insto encarecidamente que hagas lo mismo, y que lo hagas ahora mismo. Te animará y te ayudará a vivir con una actitud de gratitud. Y, en este momento de crisis, te ayudará poderosamente a resistir la tentación de regodearte en la autocompasión.

Cuando hagas tu lista, no olvides incluir bendiciones muy importantes que tiendes a dar por sentado — como agua pura y electricidad. ¿Sabías que la mayoría de las enfermedades en el mundo hoy son causadas por agua contaminada? ¿Y sabías que hay más de mil millones de personas en el mundo que no tienen electricidad?

¿Sabías que muchos estadounidenses no tenían electricidad antes de 1936, cuando el Congreso aprobó el Proyecto de Ley de Electrificación Rural? Puedo recordar que cuando era niño a principios de la década de 1940, visité a unos familiares que vivían en granjas sin agua corriente, sin inodoros interiores y sin electricidad. Usaban linternas de queroseno por la noche.

Agradece a Dios por los miembros de tu familia, amigos específicos, tu trabajo, comida, vivienda, y ropa. Agradécele por la medicina moderna y los inventos tecnológicos como la radio, la televisión e Internet. Mira de qué tamaño puedes hacer una lista en 30 minutos. Te sorprenderás. 

Lo más importante: agradécele al Señor por tus bendiciones espirituales, como la Biblia. Durante más de 1,500 años, durante la Edad Media, las personas no tenían Biblias accesibles a ellas en sus propios idiomas. Incluso hoy, cuando las Biblias están disponibles en tantos idiomas diferentes, hay muchos países en el mundo donde poseer una Biblia es ilegal.

También dale gracias al Señor por tu iglesia, tu pastor y las libertades religiosas que tenemos en esta nación (EE.UU., nota del traductor). Dale gracias al Señor por este ministerio y por otros  que predican la Biblia y exaltan a Jesús. Y sobre todo, dale gracias a Dios por la más importante de todas las bendiciones — Jesús y la salvación que tenemos por medio de Él. 

Concluiré con las palabras de un gran himno cristiano, escrito en 1897 por Johnson Oatman, Jr. (1856-1922):

Cuando combatido por la adversidad
Creas ya perdida tu felicidad,
Mira lo que el cielo para ti guardó,
Cuanta las riquezas que el Señor te dio.

Coro:
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)
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