La tensión entre vivir para el hoy y
aguardar el mañana es una de las realidades de la vida cristiana. A menudo nos
encontramos atrapados entre el aquí y ahora y el de aquí en adelante. Por un
lado, necesitamos estar listos para que Jesús venga en cualquier momento. Por
otro lado, tenemos responsabilidades dadas por Dios que debemos cumplir en este
mundo mientras tanto.
Prepararse para el regreso de Cristo
es algo que cada uno de nosotros debemos hacer por nosotros mismos. Nadie más
puede preparar nuestros corazones para conocer a Dios. Usted y yo debemos hacer
eso por nosotros mismos. Jesús, en vista de Su Segunda Venida, nos impulsa a mantenernos velando (Mateo
24:42), a estar listos (Mateo 24:44), y a seguir sirviendo (Mateo 24:46). Él
dejó instrucciones específicas acerca de lo que debemos estar haciendo mientras
aguardamos Su venida:
1. Testifique de Él adondequiera que
vaya. Nuestro Señor enseñó a Sus discípulos a ser Sus testigos en todas partes,
incluso en los confines más lejanos de la tierra (Hechos 1:8).
2. “Vayan por todo el mundo y
prediquen el Evangelio” (Marcos 16:15). Este mandato enfatiza la naturaleza
evangelística y misionera del ministerio de la Iglesia durante la era presente.
Debemos llevar
el Evangelio al mundo entero.
3. “El arrepentimiento y la remisión
de pecados debe predicarse… en todas las naciones”, declaró nuestro Señor en Lucas
24:47. Llamar a los hombres y mujeres a arrepentirse y a creer el Evangelio es
la naturaleza doble de la empresa evangelística.
4. “Haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos”, dijo Jesús en Mateo 28:19. Hacer conversos y
discipularlos en su caminar con Dios es un importante énfasis de la misión de
la Iglesia.
5. Edificar la Iglesia en cada
generación. Jesús les dijo a Sus discípulos que construiría la Iglesia con tal
poder que “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).
Jesús describió a la Iglesia marchando hasta que Él la llame a casa.
6. “Negociad entre tanto que vengo”,
dijo Jesús en la parábola de los talentos (Lucas 19:13). En esta parábola, los
siervos debían “poner a trabajar este dinero” hasta que su amo regresara.
Debemos estar ocupados en los negocios del Maestro hasta que Él regrese.
7. Permanezcan fieles hasta que Él
regrese. Nuestro Señor concluyó su mensaje profético en el Discurso del Monte
de los Olivos recordándoles a Sus discípulos que continuaran en servicio fiel y
sabio aunque Él se fuera por mucho tiempo (Mateo 24:45 y 25:14-21).
Mientras tanto, podemos vivir con
nuestros ojos en el cielo, aguardando que Cristo venga, y con nuestros pies en
la tierra, trabajando para Él hasta que venga. Este balance de expectativa (que
Jesús podría venir en cualquier momento) y la participación (servirle fielmente
hasta que regrese) es de lo que se trata la vida cristiana.
Vivir a la luz de Su venida nos
mantiene enfocados en lo que es realmente importante en la vida. También
mantiene nuestra atención en el balance entre nuestras responsabilidades
presentes y nuestras expectativas futuras.
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Traducido por Donald Dolmus
Nota: Artículo tomado de mi ejemplar de la Biblia de Estudio de
Profecía Bíblica de Tim LaHaye, que me fue obsequiado por el Dr. David Reagan,
Fundador y Director de Lamb & Lion Ministries.
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