lunes, 24 de enero de 2011

¡Deje de aterrarse por la Marca de la Bestia!

En dónde ubican las personas el momento del Rapto en relación con la Tribulación realmente afecta cómo reaccionan a lo que leen en Apocalipsis, especialmente con respecto a la Marca de la Bestia.

Apocalipsis 13:16-17 da los detalles con respecto a esta marca profética tan temida:

Y hacía [el Falso Profeta] que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia [el Anticristo], o el número de su nombre [666].

Apocalipsis 20:4 nos dice que aquellos que rechacen esta marca de lealtad serán condenados a muerte. Ellos serán “decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios…”. El pasaje además explica que su ejecución será debido al hecho de que “no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos”.

Para aquellos que no sostienen un enfoque del Rapto Pre-Tribulación (el concepto de que el Rapto de la Iglesia se llevará a cabo antes de que la Tribulación comience), existe mucho pánico sobre la recepción de esta marca. Tome por ejemplo el individuo como de 20 años que se presentó a un estudio bíblico al que mi esposa y yo acudimos. A la mitad de la lección, simplemente no pudo contener más su pasión y explotó en emoción alarmista, exhortándonos fervientemente que cuando viniera el momento para que los cristianos sean decapitados por el Anticristo, deberíamos tan sólo poner nuestras cabezas en la guillotina y hacer que nos la corten por Jesús.

Durante otra lección, con el mismo fervor pero con una exhortación diferente, un caballero visitante de India imploró que los cristianos sigamos la corriente y aun neguemos a Cristo para protegernos a nosotros mismos. Erróneamente añadió que Jesús perdonará la negación.

Un grupo en West Virginia de hecho peleó y ganó una exención del requisito del estado para que las fotos de las licencias de conducir sean almacenadas en una base de datos digital del gobierno. Se opusieron a la ley debido a que sintieron que estarían facilitando la Marca de la Bestia1.

Estoy muy seguro de que si yo creyera que Jesús dejará que el Anticristo golpee a Su Novia durante siete años, también estaría viviendo de forma diferente. Por un lado, estaría peinando las noticias diariamente preguntándome qué líder carismático es el Anticristo (¿quizá Obama o el Papa?). En segundo lugar, estaría almacenando comida, agua, metales preciosos y equipo de supervivencia en algún refugio contra bombas en el patio. Y en tercer lugar, perdería mucho sueño temiendo que hubiera tomado accidentalmente la Marca de la Bestia.

Tenga en cuenta que aceptar la Marca de la Bestia no es algo que deba ser tomado a la ligera. Es tan malo como ese grupo ateo en línea que está coleccionando videos de iniciación de personas blasfemando contra el Espíritu Santo. El resultado final de hacer cualquiera de estas cosas es la separación eterna de Dios y el destierro al lago de fuego (Ap. 14:9-10).

Pero, Apocalipsis 13:16-18 nos da suficiente información para que una persona sepa cuándo ha tomado la Marca. Por un lado, el Anticristo tendría que estar gobernando el mundo. Dado que no lo está al momento de este escrito, usted está bien. En segundo lugar, dado que la Marca es la clave del Anticristo para controlar la economía mundial y actualmente los cristianos están comprando y vendiendo, usted está bien. En tercer lugar, la Marca es muy visible sobre la mano derecha o la frente y es reconocida fácilmente como el nombre o el número de la Bestia. Dado que el apóstol Juan no podía leer códigos de barra (¿quién puede?), no les tema. Dado que los terremotos y meteoritos no están arrasando el planeta y que los ríos y océanos no se están volviendo rojos, entonces no es el momento indicado para la Marca, usted está bien.

Cuando llegue el momento para decidir si aceptar la Marca, sabrá más claramente que nunca qué bando está escogiendo – Dios o Satanás. La Marca pura y simplemente es alianza a Satanás. Nadie será engañado para recibirla.

Ahora, si usted está leyendo esto después de que la Iglesia haya sido llevada al Cielo para estar con Jesús, entonces sí, haga caso a la descripción de Apocalipsis 13 y NO reciba la Marca, ya que significará gran sufrimiento físico en la tierra y condenación eterna en el lago de fuego. Pero, si usted es un cristiano y está esperando el Rapto, entonces repase versículos como 1 Tesalonicenses 1:10 y 5:9; Romanos 5:9; Efesios 5:6; Colosenses 3:4 y Apocalipsis 3:10. Todos estos pasajes muestran que la Biblia apoya un Rapto Pre-Tribulación de la Iglesia.

Mientras tanto, relájese y confíe en Dios.

Notes:
1) “Fear mark of the beast? State OKs special license,” WorldNetDaily, August 9, 2008, http://www.wnd.com/index.php?fa=PAGE.view&pageId=71943.

Artículos relacionados:
Jesús Vino
Categoría: El Anticristo
El Rapto de la Iglesia

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
Stop panicking over the Mark of the Beast!

Cortesía de:
Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

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domingo, 23 de enero de 2011

¿Es el Nacimiento Virginal de Cristo esencial para su fe?

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La creencia en el nacimiento virginal de Jesús es absolutamente esencial para la fe cristiana. Negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús y si Jesús no fue Dios en la carne, entonces usted y yo no tenemos ninguna esperanza en absoluto.

Y sin embargo, a pesar de la centralidad y esencialidad de la doctrina del nacimiento virginal, no existe ninguna doctrina en toda la Cristiandad que haya sido más vilipendiada y ridiculizada.

Considere a Thomas Jefferson. El era un Deísta que rechazaba lo sobrenatural. Él produjo su propia versión del Nuevo Testamento. Fue un trabajo de copiar y pegar que eliminó el nacimiento virginal, todos los milagros de Jesús y, por supuesto, Su resurrección. Con respecto al nacimiento virginal, Jefferson escribió: “Vendrá el día cuando la generación [concepción] mística de Jesús por el Ser Supremo como su padre, en el vientre de una virgen, será clasificada junto a la fábula de la generación de Minerva en el cerebro de Júpiter”.

A comienzos del Siglo XX, cuando la Escuela Alemana de la Alta Crítica invadió este país, el popular portavoz principal de ese punto de vista liberal fue Harry Emerson Fosdick, el pastor de la Iglesia Riverside en la Ciudad de Nueva York. Ésta es su observación condescendiente con respecto al nacimiento virginal: “Por supuesto que no creo en el nacimiento virginal… No conozco a ningún ministro inteligente que lo haga”.

En su libro, En Búsqueda de Jesús (In Quest of Jesus), publicado en 1983, W. Barnes Tatum, un profesor de la Universidad Greensboro en Carolina del Norte, llamó al nacimiento virginal “ficción teológica”.

Hans Kung, el renombrado teólogo católico que ha sido censurado por su iglesia por sus ideas herejes, tenía esto que decir acerca del nacimiento virginal: “Aunque el nacimiento virginal no puede ser entendido como un evento histórico y biológico, puede ser considerado como un símbolo significativo, al menos para esa época”.

El teólogo Robert Funk, el fundador y líder del notorio Seminario Jesús, escribió estas palabras acerca del nacimiento virginal: “El nacimiento virginal de Jesús es un insulto a la inteligencia moderna y debería abandonarse. Además, es una doctrina perniciosa que denigra a las mujeres”.

Y luego, por supuesto, está John Shelby Spong, el antiguo Obispo Episcopal de Newark, Nueva Jersey, quien es reconocido por sus opiniones apóstatas. Esto es lo que él tenía que decir acerca del nacimiento virginal: “Con el tiempo, el relato del nacimiento virginal se unirá a Adán y Eva… como elementos mitológicos claramente reconocidos en nuestra tradición de fe cuyo propósito no fue describir un evento literal, sino capturar las dimensiones trascendentes de Dios en palabras y conceptos terrenales de los seres humanos del Siglo I”.

En otras palabras, el nacimiento virginal, al igual que la historia de Adán y Eva, es sólo un mito inventado por gente primitiva e ignorante.

Ahora, lo sorprendente acerca de todos estos ejemplos es el hecho de que ¡cada una de las personas que he citado era un cristiano profesante! Así pues, no estoy hablando acerca de ataques de ateos o agnósticos. Sus ataques son esperados. Estoy hablando de ataques de cristianos profesantes.

Y para que usted no piense que esta clase de incredulidad es característica sólo de los cristianos más liberales, demos un vistazo a Rob Bell. Él es el pastor de una mega-iglesia llamada Mars Hill Church que se encuentra en Grand Rapids, Michigan. Y él es uno de los líderes de lo que es llamado El Movimiento de la Iglesia Emergente, un movimiento que afirma ser evangélico, pero que en realidad es apóstata.

En su libro best-seller, Elvis de Terciopelo (Velvet Elvis), subtitulado Repintando la Fe Cristiana, Rob escribió estas palabras acerca del nacimiento virginal: “Si descubriera que Jesús tuvo un padre terrenal llamado Larry, si encontraran la tumba de Larry, tomaran muestras de ADN y demostraran más allá de toda sombra de duda que el nacimiento virginal fue realmente sólo un poco de mitología… ¿Podría usted ser todavía un cristiano?”.

Note qué sutil es él con esta declaración. Sin negar el nacimiento virginal, simplemente procede a proyectar toda clase de dudas acerca de él y, en el proceso, deja en claro que si es un mito, no pondría en peligro su fe debido a que obviamente no considera que sea esencial para el cristianismo.

Entonces, ¿qué acerca de ello? ¿Es el nacimiento virginal sólo un poco de mitología? ¿Realmente hace alguna diferencia para la fe cristiana?

Artículos relacionados:
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El Mesías Judío: Nacido de una virgen
El Mesías Judío: Nacido en Belén
Las Promesas Olvidadas de Navidad
Alabanza: Tu Nombre levantaré

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
Is the Virgin Birth of Christ essential to your faith?

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

jueves, 13 de enero de 2011

Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin

Un Desafío a Prepararse para Su Cercano Regreso

Observaciones del Dr. David R. Reagan


La Biblia enseña claramente que la sociedad se degenerará en los tiempos del fin, llegando a ser tan mala como lo fue en los días de Noé (Mateo 24:37-39). El apóstol Pablo, hablando como un profeta, dice que la sociedad descenderá a un hoyo negro de inmoralidad, violencia y paganismo (2 Timoteo 3:1-5). Afirma que los hombres serán “amadores de sí mismos, amadores del dinero y amadores del placer”. Las personas serán “vanagloriosas, arrogantes e impías” y los hijos serán “desobedientes a los padres”.

Suena como al noticiero de la noche, ¿no es así? En resumen, hemos llegado hasta ese punto.

Señales de Persecución Venidera

Deberíamos estar profundamente preocupados acerca de estos acontecimientos, no sólo porque estamos siendo testigos de la destrucción de nuestra amada América, sino porque Jesús y Pablo profetizaron que cuando estas cosas ocurriesen, la Iglesia llegará a estar bajo ataque y los cristianos individuales serán perseguidos.

Jesús dijo que mientras la maldad aumenta, “el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Declaró que en esta atmósfera hostil, muchos cristianos profesantes “apostatarán” y procederán a cooperar en la persecución de sus antiguos hermanos y hermanas en Cristo (Mateo 24:10). Pablo indica la misma cosa cuando dice que las personas serán “aborrecedores de lo bueno” y que serán, por lo tanto, “brutales” e “implacables”, ultrajando a aquellos que defienden la justicia (2 Timoteo. 3:2-4).

Estamos viendo que hoy estas profecías se están haciendo realidad ante nuestros propios ojos, aquí en Estados Unidos y alrededor del mundo. Mientras nuestra cultura se ha secularizado y paganizado, el Cristianismo, la Iglesia y los cristianos han llegado a estar bajo ataque creciente como “fanáticos intolerantes”. Los ataques se van a intensificar, y va a ser cada vez más difícil para los cristianos defender la justicia. Se perderán puestos de trabajo. Las carreras profesionales serán destruidas. Los cristianos incluso serán enviados a prisión por hablar en contra de males como la homosexualidad, porque tales pronunciamientos serán etiquetados como “crímenes de odio”.

¿Qué vamos a hacer entonces aquellos de nosotros que amamos a Jesús mientras enfrentamos una creciente ola de ridículo, hostigamiento y persecución por nuestra fe? ¿Cómo debemos vivir para Cristo en los tiempos del fin? Permítame sugerir algunas pautas.

1. Ordene sus prioridades

El punto de partida es revisar sus prioridades y asegurarse de que Dios es la primera en su vida. Sea honesto consigo mismo. No juegue. No se engañe a sí mismo.

La mayoría de los cristianos han permitido que sus prioridades se mezclen mucho. Por lo general, el trabajo o la carrera son la número uno, la familia es la segunda y Dios es la tercera o incluso la cuarta, detrás de una obsesión con deportes o algo similar.

Hágase esta pregunta: Si Dios fuera a darle una oportunidad para hacerle una petición, ¿cuál sería? ¿Le pediría dinero? ¿Poder? ¿Fama? ¿Éxito?

Salomón pidió sabiduría, pero David pidió algo diez mil veces más profundo – el pidió intimidad con Dios (Salmos 27:4). Y, debido a que puso a Dios en primer lugar, él declara en Salmo 27 que no temía a la vida (verso 1) o a la muerte (verso 13). Ésa es también la razón por la cual es recordado como el
“varón conforme al corazón de Dios” (Hechos 13:22).

2. Permanezca en la Palabra.

La Biblia dice que los tiempos del fin serán una era de engaño (Mateo 24:24; 1 Timoteo 4:1; 2 Timoteo 4:3-4). En cumplimiento de esa profecía, hoy estamos siendo bombardeados con falsos pero seductores sistemas religiosos ofrecidos por los cultos cristianos, religiones orientales y el Movimiento de la Nueva Era.

La mayoría de los cristianos profesantes son presa fácil para el engaño espiritual debido a que el cristiano promedio no está seguro de lo que cree. E incluso cuando es capaz de articular una creencia, normalmente no sabe por qué la cree. El resultado es que un Testigo de Jehová puede convertir a un cristiano promedio en un pretzel teológico en dos minutos.

Cualquiera puede ser engañado. Si va a protegerse a sí mismo contra el engaño, debe penetrar en la Palabra y permanecer en ella diariamente. Además, debe probar todo por la Palabra (1 Juan 4:1). Para los católicos, esto significa descartar doctrinas como el purgatorio, que no tienen ningún fundamento en absoluto en la Palabra. Para los protestantes, significa estar alertas a la torcedura de las Escrituras o a la manipulación de versículos fuera de su contexto. En cada doctrina, la Biblia necesita ser investigada desde Génesis hasta Apocalipsis, para ver lo que se dice sobre el tema en particular.


3. Crea en el Poder de Dios

Estoy convencido que la mayoría de los cristianos profesantes son deístas. Un deísta es una persona que cree en un dios impersonal que nunca interviene en los asuntos humanos. Según el Deísmo, se supone que debemos hacer frente con nuestra razón dada por dios, nuestros talentos y la sabiduría de las Escrituras. En cuanto al deísta se refiere, al final del Siglo I, Dios se retiró, lo sobrenatural cesó y la edad de los milagros llegó a su fin.

Pero las Escrituras hebreas enseñan que Dios nunca cambia (Malaquías 3:6). Y el Nuevo Testamento declara específicamente que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).

No hay forma que podamos afrontar el mal de la sociedad de los tiempos del fin con nuestra propia fuerza. Cualquiera que intente hacerlo será derrotado. Nuestra única esperanza es acudir a Dios quien está sano y salvo, quien aún está en el trono, quien oye y responde las oraciones y quien aún realiza milagros.

Debemos darnos cuenta que la Biblia enseña que podemos limitar a Dios por nuestra incredulidad. Esto es una gran paradoja. Piense en ello – a pesar de que Dios es todopoderoso (Lucas 1:37), nosotros que somos impotentes en comparación podemos, no obstante, limitar Su poder por nuestra incredulidad (Marcos 6:1-6). Eso es debido a que Dios es un caballero. El no se impone a Sí mismo sobre nosotros. Si queremos intentar hacer frente por nuestra cuenta, El nos dejará. El responde cuando nos acercamos a Él en fe (Santiago 1:6).

4. Persista en la Oración

Una de las mayores bendiciones que Dios les ha dado a los creyentes es la comunicación sobrenatural. Dios nos cuida personalmente (1 Pedro 5:7), y desea comunicarse con nosotros (Santiago. 4:8). Debido a que nos ama, Él desea fervientemente nuestra compañía (Juan 4:23).

La tragedia es que la mayoría de los cristianos profesantes parecen estar inclinados a acudir a la oración como un último recurso – sólo cuando todo lo demás ha fallado y la situación se ha vuelto desesperada. Algo de esta renuencia a buscar a Dios en oración es debido al orgullo, y por eso, las Escrituras nos exhortan continuamente a humillarnos a nosotros mismos (1 Pedro 5:6). Otros fallan en depender de la oración debido a la incredulidad. Piensan que a Dios no le importa o sino piensan que ya no está activo en la historia.

Pero la Biblia dice que “no tenemos porque no pedimos” (Santiago 4:2). ¿Cuántas bendiciones de Dios ha dejado en la mesa debido a que intentó manejar sus problemas usted mismo? La Biblia también dice que “las oraciones del justo pueden mucho” (Santiago 5:16). ¿Interpreta que esto significa que el poder de sus oraciones depende de su rectitud? Eso no es lo que significa. Si usted es realmente un nacido de nuevo, entonces es una persona justa porque usted está vestida con la justicia de Jesús (Isaías 61:10).

5. Dependa del Espíritu Santo

La mayoría de los cristianos profesantes parecen tener miedo del Espíritu Santo. Esto es debido usualmente a la falta de conocimiento con respecto al Espíritu. Por ejemplo, hay una tendencia a desestimar al Espíritu Santo como alguna clase de fuerza impersonal – como “La Fuerza” en Las Guerras de las Galaxias.

Necesitamos entender que el Espíritu Santo es una persona. Él es la presencia sobrenatural de Dios en el mundo hoy. El realiza una doble función. Para el incrédulo, Él es el Evangelista de Dios. Él es el que obra en los corazones humanos para atraerlos a la Cruz en arrepentimiento. Nadie es salvado aparte del testimonio del Espíritu (Juan 6:44, 65).

Con respecto al creyente, el Espíritu Santo es la presencia de Dios que mora en nosotros para proporcionarnos poder y orientación. El es nuestro Facultador. Es también el Alfarero de Dios, porque una de sus responsabilidades básicas es moldear cada día a los creyentes más plenamente en la imagen de Jesús (2 Corintios 3:17:18).

Una de las ironías de la vida cristiana es que no podemos servir a Dios con nuestra propia fuerza. Por el contrario, la única forma en la que podemos servir efectivamente al Señor es dependiendo en el poder de Su Espíritu Santo, que reside dentro de nosotros. Es posible apagar y contristar al Espíritu (1 Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30).

La Palabra nos llama a ser llenos del Espíritu (Efesios 5:18). Esto sólo puede ocurrir si estamos dispuestos a liberar al Espíritu para que se convierta en el Señor de nuestras vidas. La mayoría de nosotros estamos contentos con dejar que el Espíritu sea un residente en nuestras vidas. El no quiere ser simplemente un residente; El quiere ser el Presidente.

¿Es ése el caso en su vida? ¿Está el Espíritu Santo en el trono de su vida? ¿O está siendo tratado como un huésped indeseable? No hay ninguna forma en la que usted será capaz de resistir las presiones de la sociedad de los tiempos del fin sin depender diariamente del poder del Espíritu de Dios.

6. Practique una Fe Tenaz


La fe viene fácil cuando todo está yendo tranquilamente. Cuando hay buena salud y prosperidad, es fácil alabar al Señor. La prueba de la fe viene cuando todas las circunstancias de la vida se vuelven amargas.

Dios no les ha prometido a los creyentes un jardín de rosas. Vivimos en un mundo caído. La lluvia cae sobre los justos y los injustos. Los inicuos prosperan. La justicia rara vez prevalece.

Es fácil para los justos desanimarse. Esto requiere la práctica de una fe dura – la clase de fe que no depende de las circunstancias. Es la clase de fe que resiste cuando las cosas se ponen duras debido a una creencia confiable que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).

Dios nunca promete que los creyentes serán inmunes al sufrimiento. Lo que sí promete es que Él estará ahí para caminar con nosotros a través de las pruebas. Promete estar junto a nosotros cuando “pases por las aguas” y “pases por el fuego” (Isaías 43:2). Y Él declara que estará ahí cuando “ande en valle de sombra de muerte” (Salmos 23:4).

¿Cuál es la calidad de su fe? Cuando la vida se vuelve amarga, ¿se vuelve a Dios o lo cuestiona o aun lo maldice? Una de las claves para mantenerse firme es aprender las promesas de la Palabra de Dios (como Filipenses 4:6-7, 11-13, 19) y empezar a reclamarlas en oración cuando nos enfrentemos a los desafíos de la vida.

7. Mantenga una Perspectiva Eterna


Tenemos que estar en el mundo, pero no ser del mundo (Juan 17:11, 16). Ése es un principio difícil de seguir. Constituye una lucha diaria.

Es muy fácil quitar nuestros ojos del Señor y enfocarnos en cambio en el mundo en el que vivimos. Las exigencias diarias son muy apremiantes. Y una de las más grandes de estas exigencias es que nos conformemos al mundo – al lenguaje, a la vestimenta, al entretenimiento y a los valores del mundo.

Es por eso que somos exhortados constantemente en las Escrituras a considerarnos como “peregrinos, exiliados y extranjeros”, que sólo estamos atravesando este mundo (Hebreos 11:13 y 1 Pedro 2:11). Se nos dice que debemos “poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2). Y se nos advierte a no enamorarnos nunca con el mundo o a acomodarnos a él (Romanos 12:2 y 1 Juan 2:15-16). De hecho, Jesús dijo que debemos “aborrecer nuestra vida en este mundo” (Juan. 12:25), y Su hermano, Santiago, dijo, “la amistad con el mundo es enemistad contra Dios” (Santiago 4:4).

¿Qué significa aborrecer al mundo? Significa que debemos aborrecer el maligno sistema mundial que prevalece en la sociedad. Debemos aborrecer un sistema que glorifica la violencia y la inmoralidad y que deprecia el valor de la vida.

Tal como C.S. Lewis una vez dijo: “Debemos vivir como comandos detrás de las líneas enemigas, preparando el camino para la venida del Comandante en Jefe”. En otras palabras, debemos vivir añorando el día cuando Jesús irrumpirá desde los cielos para traer la paz, la rectitud y la justicia a la tierra.

8. Aguarde a Jesús

Esto nos lleva a la directriz final que me gustaría enfatizar con respecto a cómo vivir para Jesús en los tiempos del fin. La Biblia nos dice sin rodeos que debemos vivir “aguardando a Jesús” (Tito 2:13).

La mayoría de los cristianos están tan atrapados en el mundo, que viven pensando acerca de cualquier cosa, menos en el regreso de Jesús. Ésta es una situación triste porque el regreso de Jesús es nuestra “bienaventurada esperanza” (Tito 2:13). Y Su regreso es inminente.

Otro problema es que la mayoría de los cristianos conocen tan poco acerca de la profecía bíblica que no pueden emocionarse acerca del regreso del Señor. ¿Cómo puede emocionarse acerca de un evento acerca del que no sabe nada? La ignorancia produce apatía.

Y la apatía acerca del regreso del Señor tiene consecuencias trágicas. Nos roba una perspectiva eterna y destruye cualquier sentido de urgencia acerca de alcanzar a las almas perdidas. También socava una poderosa motivación para vivir en santidad.

Verá, cuando una persona llega a creer realmente que Jesús va a regresar y que lo puede hacer en cualquier momento, esa persona estará motivada hacia la santidad y el evangelismo. Con respecto a la santidad, el apóstol Juan lo dijo de esta manera: “Sabemos que cuando El se manifieste [el Rapto], seremos semejantes a Él [glorificados]…Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro” (1 Juan 3:2-3).

Con respecto al evangelismo, Pedro escribe que la única razón por la que Jesús no ha regresado aún es debido a que “Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).

Un Espejo Espiritual


Pablo nos proporciona un espejo espiritual para la conducta en los tiempos del fin. Dice que debemos “renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:12-13)

Cuando usted mira este espejo, ¿qué es lo que ve?

¿Está caminando en el centro de la voluntad de Dios?

¿Ha ordenado sus prioridades para poner a Dios en primer lugar?

¿Está permaneciendo en la Palabra de Dios, probando todo por medio de ella?

¿Cree en un Dios personal, bondadoso y todopoderoso que escucha y responde las oraciones y que aún hace milagros?

¿Está dependiendo diariamente del poder del Espíritu Santo?

¿Está practicando una fe resistente, negándose a permitir que las calamidades de la vida le abrumen?

¿Está manteniendo una perspectiva eterna, negándose a acomodarse a este mundo?

¿Está aguardando a Jesús diariamente?

¿Está el Rapto en su corazón?

¿Está la palabra “Maranatha” en sus labios?

Una pintura del Rapto, de Cathy Cotter-Smith. Cathy es una profesora de Arte en la Universidad Collin en Plano, Texas. Su esposo, Jack Smith, sirve en la Junta de Fideicomisarios de Lamb & Lion. Las pinturas de Cathy de escenas en Israel fueron exhibidas en el calendario del 2008 de Lamb & Lion.

Artículos relacionados:
Tiempos Tenebrosos
¿Está Defendiendo la Justicia?

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
Living for Christ in the End Times (pdf)

Cortesía de:
Lamb & Lion Ministries (
lamblion.com)

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domingo, 9 de enero de 2011

Tiempos Tenebrosos

Portada de la revista Bible Prophecy Insights. El tema de la presente edición es: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin.

Como indica nuestra portada, la Biblia profetiza que los tiempos del fin serán una época de tinieblas espirituales (2 Timoteo 3:1-5). La sociedad se desintegrará en una cloaca de inmoralidad y violencia, parecido a los días de Noé (Mateo 24:37). Los corazones de las personas estarán llenos de rebelión (2 Timoteo 3:2-4). Los cristianos serán perseguidos (Lucas 21:12-17).

El mal triunfará. La gente llamará a lo malo bueno y a lo bueno malo (Isaías 5:20). Las personas tendrán corazones obstinados y rebeldes (Jeremías 5:23). La cara de la gente será más dura que la piedra, mientras se niegan a arrepentirse (Jeremías 5:3). El mal será tan prevalente y tan común que la gente no sabrá cómo ruborizarse (Jeremías 6:15).

¿Puede haber alguna duda de que estos días terribles han llegado?

Un libro acerca de la Iglesia y la Sociedad

Al principio de este siglo, escribí un libro llamado Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin (available only in English). Fue motivado por una profunda preocupación por la condición apóstata de la Iglesia y la deriva de nuestra sociedad hacia el paganismo. En los diez años desde que escribí ese libro, la condición de la Iglesia y la sociedad ha seguido deteriorándose. Las iglesias ahora están apoyando abiertamente la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el concepto de que hay muchos caminos a Dios, de los que el Cristianismo es sólo uno. La sociedad se ha convertido en un espejo de la época de Noé, cuando la inmoralidad y la violencia reinaban supremas.

Hace unos años escribí un breve resumen de mi libro y lo publiqué en nuestra revista Lamplighter. El artículo llamó la atención de una de las editoriales principales de tratados cristianos. El editor en jefe de esta organización se puso en contacto conmigo y me solicitó permiso para reproducir el artículo como un tratado. Yo le di permiso para hacerlo.

El tratado demostró ser increíblemente exitoso. Decenas de miles de ejemplares se distribuyeron por todo el mundo. Recientemente, el editor me contactó de nuevo y me dijo que quería reimprimir el tratado una vez más, pero quería cambiar una palabra en él. Esa palabra era Rapto, que aparece en el artículo dos veces, cerca del final. Dijo que quería reemplazar esa palabra con la frase “la Segunda Venida”. ¡Cuando le pregunté por qué, dijo que había decidido que el Rapto es un mito! Dijo que incluso había establecido una página web dedicado a demostrar que el Rapto es un concepto equivocado.

Por supuesto, me negué a aceptar el cambio. El editor destruyó después las copias restantes del tratado. Inmediatamente fuimos inundados con solicitudes del artículo por personas que habían estado usando el tratado como una herramienta evangelística.

Por eso, decidí que reimprimiríamos el artículo en nuestra serie de Bible Prophecy Insights. Ésa es la razón de esta publicación. Espero que sea de bendición para usted. Espero también que decidirá obtener una copia del libro en el que está basado el artículo. Encontrará un anuncio de él en la contraportada de esta publicación.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

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Dark Times - (PDF)

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (
lamblion.com)

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sábado, 8 de enero de 2011

Cristo y la Navidad

La Navidad, en la forma en que es celebrada en la actualidad, es una de las ideas que se originaron con el Catolicismo Romano y que sobrevivió la época de la Reforma. El historiador Will Durant, nos recuerda que el Catolicismo Romano se formó de la unión entre el Paganismo y el Cristianismo que ocurrió durante la época del emperador Constantino a principios de los años 300 d. C. Comentando acerca de la "Cristianización" del imperio Romano, Durant escribió:

"El Paganismo sobrevivió... en la forma de ritos antiguos y costumbres que fueron aprobadas por una iglesia bastante indulgente...Las estatuas de Isis y Horus fueron nombradas María y Jesús...la Saturnalia (el festival de Saturno en celebración del solsticio de invierno) fue reemplazado con la celebración de Navidad...Incienso, luces, flores, procesiones, vestiduras...que habían agradado a la gente en cultos antiguos [paganos] fueron domesticados y limpiados en los rituales de la iglesia..."

A pesar de sus orígenes paganos y católicos romanos y una comercialización grosera y ofensiva, nosotros podemos regocijarnos que la época de Navidad anualmente trae un recuerdo del nacimiento de nuestro Salvador. Desafortunadamente, las festividades navideñas por lo general perpetúan la confusión concerniente sobre quién es realmente Jesucristo y por qué vino al mundo y lo que realmente logró. Esto no es sorprendente, considerando los malos entendidos entre Sus propios discípulos en el primer advenimiento, y la aun mayor confusión que la Biblia nos advierte que va a ocurrir antes de Su segunda venida. Indudablemente, todo el mundo, incluyendo millones de "cristianos," seguirán y adorarán al Anticristo, convencidos que él es el verdadero Cristo.

Las celebraciones navideñas nos recuerdan que los mismos mal entendidos que impidieron a muchos el reconocer a Cristo cuando vino a la tierra, prevalecerán cuando Él regrese. Las causas de confusión de hace 2,000 años, todavía permanecen con nosotros: ¿Cuál es la verdadera misión del Mesías y en qué consiste Su Reino? ¿Cuándo, cómo y por quién será establecido el Reino? ¿Y cuál es la relación de este Reino con Israel y con la Iglesia? Muchos "cristianos" hoy en día están ciegos de la misma manera que los primeros "discípulos", quienes rechazaron a Cristo porque Él no cumplía con sus erróneas expectativas mesiánicas.

Hasta Juan el Bautista se desilusionó hasta el punto de preguntar a Cristo: "¿Eres tú aquel que había de venir o esperaremos a otro?" (Mateo 11:3). ¡Tales dudas parecen imposibles para la persona a quien Dios había mandado para "preparar el camino para el Señor"! Ya teniendo el Espíritu Santo a los seis meses de embarazo, Juan saltó dentro del vientre de su madre Isabel cuando escuchó la voz de la virgen María, quien acababa de enterarse que iba a dar a luz al hijo de Dios. Llamado e inspirado por Dios para ser el "precursor del Mesías", Juan testificó: "...El que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre Él, ése es El que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios" (Juan 1:33-34). Confidente en esa revelación sobrenatural, Juan declaró: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (Juan 1:29). Pero aún así, vino el día en que, en desasosiego, tuvo que enviar a dos discípulos para preguntarle a Cristo si Él realmente era el Mesías.

Aunque le había sido dada la revelación sobrenatural acerca de la identidad de nuestro Señor, Juan completamente malentendió la misión de Cristo. ¿Acaso los profetas no habían dicho que el Mesías tendría Su reino en Jerusalén? Entonces, ¿cómo era posible que él, el que había anunciado al Mesías, se encontrara ahora en una prisión? Juan no entendió que Cristo había venido a morir por nuestros pecados para que así el judío y el gentil, unidos en una Iglesia, pudieran ir al cielo. Tampoco el entendió que debería haber una Segunda Venida.

Fue lo mismo con los discípulos en el Jardín de Getsemaní. Sumamente sorprendidos, ellos observaron a Aquel, quien ellos pensaron que tenía todo el poder, actuar de una manera aparentemente impotente. Él fue arrestado, amarrado y llevado capturado. Obviamente, ¡Jesús de Nazaret no podría ser el Mesías después de todo! Los sueños y expectativas que los discípulos tenían se evaporaron y se dieron a la fuga para salvar sus vidas. De la misma manera las dos personas que iban en el camino a Emaús dijeron: "...nosotros esperábamos que Él era el que había de redimir a Israel... (pero ellos) le crucificaron" (Lucas 24: 19-24). Su muerte, que ahora reconocemos es la parte central del Evangelio y sin la cual no tendríamos vida, convenció a sus contemporáneos que este Jesús no podría ser el Mesías, el Salvador del mundo.

"Si es el Rey de Israel, que descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él" (Mateo 27:40-44) fue la burla de la muchedumbre y también de los líderes religiosos al pie de la cruz. "Si tú eres el Cristo, sálvate tú mismo y también a nosotros" fue el eco de los ladrones que estaban crucificados junto a Él. ¿A quién vino el Mesías a salvar, y en qué forma; salvarlos de qué, y para qué? Indudablemente nada de esto fue entendido en ese entonces por nadie, ni siquiera por Sus discípulos más cercanos.

Cuando Cristo trató de explicar que Él tenía que morir por los pecados del mundo, Pedro le reprochó por ser tan "negativo". Y aun así, Pedro, momentos antes había declarado por revelación directa de Dios Padre que Jesús era el Cristo (Mateo 16:16-17). Obviamente él tampoco entendía la misión del Mesías, aunque sabía quién era el Mesías. "¡Quítate de delante de mí, Satanás!" (Mateo 16:22-23), le había dicho Cristo a Pedro, demostrando la importancia de corregir tal gran mal entendimiento de Su misión.

Así fue con aquellos en Jerusalén (Juan 2:23-25) quienes "creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía". Ellos creían que Él era el Mesías, pero tenían un concepto falso de lo que eso significaba. Jesús no confiaba en ellos porque sabía muy bien lo que albergaban en sus corazones y que no creerían la verdad. Vemos el mismo error en los del capítulo 6 del evangelio de Juan, quienes, porque Cristo los había sanado y los había alimentado, querían "apoderarse de Él y hacerlo rey" (Juan 6:15). Hay muchos que se llamaban Sus "discípulos" (hoy en día se llamarían "cristianos") quienes tenían un concepto falso del Mesías, y cuando Él trataba de explicarles la verdad ellos no querían escucharle sino que "le volvieron la espalda y ya no andaban con Él" (Juan 6:66).

También sabemos que Cristo supo cómo manejar a las multitudes que lo querían seguir por razones erróneas. Nosotros debemos hacer hoy en día lo que Él hizo en ese entonces. Muchos tomaron un paso "adelante" para decirle a Jesús que creían en Él y que lo seguirían fielmente. A diferencia de los métodos de hoy en día, Cristo no les dijo a sus discípulos que aceptaran a esta gente como "miembros de Su iglesia" antes que esta gente cambiaran de opinión, y ponerlos en algún ministerio o en algún comité para mantenerlos activos en la iglesia. No, no fue así, sino lo que Jesús le dijo a aquellos que aparentemente querían seguirlo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza" (Mateo 8:20). La pregunta a esos individuos realmente era: "¿Están ustedes seguros que me quieren seguir?" ¡Qué “negativismo”!

"¿Así que ustedes quieren seguirme?", fue probablemente la pregunta que Jesús les hizo a aquellos que decían que creían en Él. "Entonces déjenme decirles a qué lugar voy a ir. Yo voy a una colina a las afueras de Jerusalén, llamado el Monte Calvario donde me van a clavar en una cruz. Así que si ustedes van a ser files hasta el final, es mejor que ahora mismo se decidan: ¡Lleven ustedes su propia cruz y síganme a donde voy, porque es a ese sitio hacia donde me dirijo!"


Hoy en día somos demasiados sofisticados para presentar el evangelio en términos tan "negativos". Nosotros hemos estudiado lo que se necesita para tener éxito en este mundo, hemos estudiado psicología, sabemos "cómo ganar amigos e influenciar a la gente" y estamos convencidos que utilizando esos métodos podemos "ganar almas para Cristo". Por lo tanto, llenamos las iglesias con multitudes de personas que se imaginan que la misión de Cristo es el hacerlos sentir bien acerca de sí mismos, edificando su auto-estima, contestando sus oraciones egoístas y cumpliendo con sus agendas para bienestar propio.

Hay un movimiento que existe ahora y que promulga la Reconstrucción y el Dominio del Reino y estas son las personas que piensan de esta manera y que están más confundidas que Juan el Bautista, aunque el error es similar. Estas personas rehúsan caminar en el camino que Cristo aconsejó, o el aceptar el rechazo de Cristo, ya que eso significaría para ellos una "derrota". Estas personas creen que ya estamos en la era del Milenio y que deberíamos comportarnos como "niños del Rey". Ellos piensan que la misión de ellos es establecer ese "Reino de Cristo" a través de tomar el "dominio" de los medios de difusión, de las instituciones educacionales y del liderazgo político. Los promotores de este movimiento de "señales y prodigios" se imaginan que ya están en el proceso de tomar control de toda enfermedad y hasta sobre la muerte misma sin necesidad de la resurrección y el regreso de Cristo.


Todo eso es muy positivo y muy ecuménico. Estos llamados "cristianos" están dispuestos a aliarse y a trabajar en conjunto con los mormones y los moonies y todos aquellos que están a favor de traer de regreso a Estados Unidos los valores sociales tradicionales. Y durante esta temporada de Navidad, una vez más, el hecho de desplegar públicamente una cruz viene a ser un motivo de unificación. Para justificar todo esto, los líderes "cristianos" defienden la rectitud de trabajar y de aliarse con todos aquellos “que llaman a Jesús ‘Señor’". "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:22-23). Existen multitudes, como los mormones, católicos (así como también muchos bautistas, luteranos, metodistas, etc.) quienes llaman a Jesús "Señor" pero no son salvos.

En octubre 17 de 1989, Paul y Jan Crouch les dieron la bienvenida a tres católicos en su programa de televisión llamado "Alabado sea el Señor". Dos sacerdotes católicos y una mujer que era líder secular. Paul mostró su típica ingenuidad e increíble ignorancia de teología en su afán de minimizar las diferencias entre los protestantes y los católicos como si fueran simplemente algo insignificante y relacionándolo solamente como si fueran una cuestión de "semántica". En su afán de aceptar la teoría de la "transubstanciación", que es una herejía tan enorme que miles murieron en la hoguera en vez de aceptarla, Paul declaró: "Bueno, nosotros los protestantes creemos en la misma cosa. Por lo tanto, algo que nos ha dividido por todos estos años (transubstanciación) no debería ser un obstáculo entre estos dos grupos ya que nosotros (los protestantes) creemos en la misma creencia aunque la decimos en forma diferente... es más, voy a erradicar la palabra "protestante" de mi vocabulario... ya no voy a protestar nada... es tiempo que los católicos y los que no son católicos se unan en el Espíritu y en el Señor". Pasando por alto por un momento esta terrible ignorancia, nosotros sabemos que los católicos tienen un evangelio diferente de salvación que consiste en obras y rituales a través de la mediación de la iglesia Católica Romana.

La Navidad con su énfasis en el "niño Jesús" tiene la tendencia a perpetuar otra herejía Católica: el mito pernicioso de la subordinación de Jesús a Su madre, que el Catolicismo Romano ha promulgado deliberadamente por muchos siglos. No hay duda alguna que a María debe llamársela "bendecida" como la madre de nuestro Señor, pero ella no “co-mediadora” ni “co-redentora”, esto es algo exclusivo de Jesús como nuestro único Salvador, pero el Catolicismo Romano enseña de otra manera ya que ha elevado a María a un nivel que nunca le perteneció, un nivel al igual y hasta mayor que Jesús, lo cual es una herejía y una blasfemia. En las catedrales católicas por todo el mundo uno se da cuenta que las estatuas, los cuadros y el vidrio teñido de las iglesias le dan a María la función predominante. Ella hasta es mostrada en la cruz como si fuera nuestra redentora, mientras que Jesús es un niño indefenso en el seno de su madre, o es un niño pequeño entre las rodillas de María o una víctima de la cruz sin vida alguna en los brazos de María. Nunca se le muestra a ella como en sujeción a Él y casi nunca Jesús es mostrado en el triunfo de Su resurrección. María es mostrada como la "Reina del Cielo", donde Jesús permanece como un niño sujeto a su dirección.

Típicamente esto es muy evidente en una iglesia en Francia donde sus ventanas tienen el clásico vidrio teñido y que fue hecho en el siglo XIII. Encima de este vidrio están las palabras "Le Purgatoire", indicando que es la descripción del "purgatorio". María y Jesús son mostrados en una nube (como si estuvieran en el cielo), con las almas atormentadas en las llamas del purgatorio debajo de ellos y con los brazos extendidos en suplicación. ¿Acaso estas almas están clamando a Cristo para que los salve? No, estas almas están pidiendo a María ya que es ella la que lleva la corona real.

Y Jesús, el Señor de Gloria, quien triunfó sobre Satanás en la cruz y que ahora está sentado a la diestra de Dios Padre, ¿cómo es mostrado? Como si fuera un niño de siete años de edad, parado entre las rodillas de la "Reina del Cielo". Con razón las almas en el purgatorio no le piden ayuda a Jesús. En la parte baja de este vidrio teñido que muestra esta abominación están las palabras: "¡Madre María, sálvanos!"

Esta herejía no se originó en las imaginaciones de los artistas, sino en la tradición y en el dogma que no solamente ha sido tolerado sino promulgado por la Iglesia Católica Romana. El temor del purgatorio es muy real para la persona que es católica y "María" da un escape a aquellos que son fieles a ella. Ella supuestamente se apareció a Simón Stock en Julio 16, 1251, y le prometió lo que ahora es conocido como "La Gran Promesa" que es la siguiente: "Quienquiera que muera llevando este escapulario (dos piezas de tela marrón y que muestra la promesa de María en una de ellas y la imagen de ella con el niño Jesús en la otra, una va al frente y la otra en la espalda unidas por un cuerda alrededor del cuello) no sufrirá el fuego eterno". Al igual que la ropa interior de los mormones, el escapulario católico supuestamente va a cumplir lo que la muerte, el entierro y la resurrección de Cristo no pudo lograr. En el año 1322, el Papa Juan XXII recibió una promesa adicional de "María" que ahora se conoce como "El Privilegio Sabatino": "Yo, la Madre de Gracia, descenderé el día Sábado después de la muerte de las personas y a quien yo encontrara en el purgatorio (quien ha muerto llevando el escapulario), yo liberaré a esa alma". La famosa oración de Simón Stock por lo tanto termina de esta manera: "¡O dulce corazón de María, se nuestra salvación!"

La temporada de la Navidad ofrece una oportunidad para compartir el verdadero Evangelio de Jesucristo y para exponer y corregir la representación ecuménica y confusa que es presentada al mundo cada año. Millones son seducidos a pensar que son cristianos porque tienen una emoción sentimental por el "niño Jesús". Recordemos lo que Cristo dijo a aquellos que creían en Él: "Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8:31-31). Es esta verdad la que hemos sido llamados a proclamar con toda claridad y con todo poder.

Reproducido con permiso de:
The Berean Call

Fuente:
The Berean Call en Español

Original article:
Christ and Christmas

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