viernes, 25 de julio de 2008

Verdades asombrosas

¡Verdades asombrosas!

Robert E. Surgenor, Cleveland, Estados Unidos

El adagio dice que "una mentira dará la vuelta al globo antes de que la verdad llegue a la puerta al lado". Y es cierto.

A veces los detectives se fijan en el rostro de uno a ver si hay indicios de que miente. Se afirma que el área de la memoria en nuestro cerebro está al lado izquierdo, y que si queremos responder a una pregunta según recordamos los hechos, inconscientemente levantamos los ojos hacia el izquierdo. Pero la parte creativa del cerebro está al lado derecho, y si queremos inventar una respuesta falsa, los ojos giran al lado derecho. En otras palabras, estamos diciendo una mentira.

Parece que mentir es innato en el ser humano. El salmista exclamó, "Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando mentiras," Salmo 58.3. El rey David confesó, "Dije en mi apresuramiento, 'Todo hombre es mentiroso'," Salmo 116.11.

Es sobremanera solemne reconocer que Dios odia la mentira tanto que nos dice, "Todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda," Apocalipsis 21.8. El rasgo innato de la mentira se debe a nuestra caída a través del pecado de Adán. Por esto todos nacimos pecadores y todos necesitamos un Salvador.

¡Un verdadero peligro hoy en día!

También hay algo siniestro en nuestra sociedad que debemos reconocer, y es decir una mentira con la Santa Biblia en la mano. La Biblia advierte que quienes hacen esto se exponen a sí mismos; habla de "la hipocresía de mentirosos ... teniendo cauterizada la conciencia", 1 Timoteo 4.2. Pedro advirtió a los cristianos de su época: "Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras," 2 Pedro 2.1. En otras palabras, si uno confía su alma a ellos, será condenado eternamente.

Aun cuando la situación es seria, hay un remedio sencillo. Hay algo puro y santo en el cual usted puede confiar su alma por la eternidad, y es algo que nunca le defraudará. Es algo se llama ¡la Verdad!

Pilato le preguntó a Jesús, "¿Qué es la verdad?" Juan 18.38. Jesús dice acerca del Padre, "Tu palabra es verdad," Juan 17.17. De manera que si tengo algo de sentido común voy a recurrir solamente a la palabra de Dios, la Santa Biblia, para instrucción directamente de Dios en cuanto a cómo ser perdonado de todos mis pecados y tener asegurado un bendito hogar en el cielo.

¿Ha oído alguna vez la mentira de que un Dios amante nunca condenaría a una persona a la perdición? Bien, ¿y qué dice la verdad? ¡Ojo! "Los malos serán trasladados al Seol, todas las gentes que se olvidan de Dios", Salmo 9.17. No hace falta un título universitario para entender aquellas palabras, ¿verdad?

La mayoría exclama, "Si hago lo mejor que puedo, llegaré al cielo". ¿Y dónde habrán recogido aquella mentira? ¡En la Biblia no está! Al contrario, la Santa Biblia establece claramente, "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no por obras, para que nadie se gloríe", Efesios 2.8.9. Es la fe en Cristo, confiando en Él que murió en la cruz, que me salva del infierno. ¡No es por lo que uno haga; es un regalo!

Un regalo es algo que es dado libremente a una persona a expensas del dador. Dios nos ofrece la salvación como un regalo, una dádiva. "La paga del pecado es la muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro," Romanos 6.23.
Los ojos vendados

Alguna gente sincera oye de sus guías espirituales que ellos no deberían interpretar la Biblia por sí mismos. Es comprensible. Aquellos religiosos saben que si sus feligreses leen la Biblia por su cuenta y piden a Dios mostrarles la pura, sencilla verdad, ellos van a descubrir que sus guías son mentirosos.

Mi buen amigo, un lector de escasa preparación no tendría dificultad en entender lo que he venido diciendo en este folleto. Sea honesto y reflexione. ¿Estas verdades están contradiciendo lo que usted ha pensado? Si es así, es hora de simplemente creer a Dios, ¿cierto?

Otra mentira que se oye a menudo es que todos vamos al cielo. ¿Es así la cosa? A ver qué dice la verdad, escuchando las palabras solemnes del Señor en Mateo 7.13,14: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." ¡Asombroso de veras!

Permítame desenmascarar una mentira más. "No importa lo que uno cree, con tal que sea sincero." ¡Compare esto con la verdad! Jesús afirma: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí", Juan 14.6. Y Hechos 4.12: "No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."

Ninguna iglesia, ningún sacerdote, ningún profeta, ningún predicador puede salvarle a usted. ¡Sólo Cristo salva! Él murió por nuestros pecados. Él resucitó de entre los muertos. Él vive ahora en el cielo. Confíe en Él para su salvación, ¡esto sí es la verdad!

Los primeros 6 días en el Infierno

Los primeros 6 días en el infierno


La mayoría de las vacaciones incluyen un itinerario. Tienes una idea de lo que vas a hacer y a ver antes de llegar a tu destino. La Biblia contiene suficiente información como para proyectar un itinerario para aquellos cuyo destino es el infierno. Veamos a los primeros 6 días...

El viaje comienza a las puertas de la muerte. Debido a que los viajes parten diariamente, lo llaman a salir sin anticipación. Como el viaje es de una vía, no deberá preocuparse de hacer planes de regreso. Su punto inicial de partida será bastante aterrador al darse cuenta de que su destino no tiene regreso. El viaje por sí solo tomará tanto su atención que no tendrá tiempo de pensar lo que espera al llegar.

Mientras pasa por la entrada de la muerte, inmediatamente se da cuenta que su rumbo lo lleva lejos de la luz hacia lo que aparenta ser una oscuridad total y absoluta. Por cada momento que pasa, la oscuridad se hace cada vez más intensa. Al principio la falta de luz sólo le incomoda, pero se va convirtiendo más presagioso y amenazante. La falta de luz sólo se asemeja a la ausencia de sonidos alegres - no hay música, risa, ni sonidos de alegría. A medida que se aleja, leves gemidos y quejidos se pueden detectar. Parecen salir desde la oscuridad y por todas partes. De pronto puede observar una luz débil que se mueve como una llama, sin embargo, densas nubes de humo negro giran alrededor de ella y apagan el deseo de obtener luz.

De repente se encuentra obsesionado con saber qué día y qué hora es. Ya se siente que ha estado en este lugar por una eternidad... y es solamente el primer día.

La prolongada oscuridad hace que se sienta tieso. Es como si algo estuviera escondido detrás de esa densa noche que le rodea. Grita, lanza amenazas, aún suplica, pero inútilmente. Lo que está escondido sólo permanece produciendo un miedo y temor como nunca antes lo había sentido. Mientras que sus ojos tratan de ajustarse a la oscuridad, se da cuenta de una nueva sensación. El calor. Está al borde de lo insoportable. Un calor que quema y es intolerable. Anhela un poco de agua. Daría cualquier cosa por un trago del precioso líquido y aunque trata de alejar ese deseo de su mente, no obtiene resultado. El aire es espeso, sofocante, sin alivio... y es solamente el segundo día.

Por lo menos piensa que es el tercer día. Parece como que ha estado aquí siempre. No ha podido dormir. No puede creer que se encuentra en este lugar. ¿Dónde están los amigos que pensó iba a ver? El pensar que estarían aquí contigo le había brindado consuelo durante su vida. ¿Dónde está la diversión que pensó tener? No se parece en nada a lo que le hicieron creer. Se tropieza con otro grupo de personas. Abres tu boca para hacer un sin fin de preguntas, pero cuando ellos abren sus bocas no salen palabras, sino sonidos de lamentos y quejidos. Algunos del grupo ni siquiera tratan de responder, solamente crujen sus dientes como por algún dolor invisible.
Desea saber cuando esta pesadilla terminará. Desea saber si alguien pudiera ponerle fin... y es solamente el tercer día.

Cuanto desea el poder enviar un mensaje a sus seres queridos que están en vida. Les advertiría sobre este lugar tan horrible. Les diría como es realmente para que nunca terminaran aquí. El solo pensamiento que sus seres queridos terminen en este lugar es horrendo. No puede evitar regresar en su mente al momento cuando tomó la decisión de venir a este lugar. Entendía que el rechazar a Jesús significaba que pasaría la eternidad en el infierno, pero eso no parecía importante o verdadero en aquel momento.

Al pensarlo bien, se da cuenta de lo tonto que fue al rechazar la oferta de Dios para salvación. Cuánto anhela el poder decidir ahora. Sólo confía que sus familiares tomen la decisión correcta, aunque sabe que eso significaría que nunca más los verá… nunca más los abrazará… nunca más hablará con ellos. Qué realización más horrible… y es solamente el cuarto día.

Ya se siente agudamente consciente de la total ausencia del bien en este lugar. Nada es sagrado, nada es santo, nada de Dios se puede encontrar. Se sorprende al ver qué tan malvada puede ser la maldad. Por primera vez desde su llegada se da cuenta de la gran separación que existe entre este lugar y donde Dios está. La separación está más allá de su entendimiento, mientras trata de comprender el margen de separación que lo separará de Dios y de aquellos que escogieron servirle. Dios está al otro lado de esa separación. Aquellos seres queridos que creyeron en Cristo están al otro lado. Un pensamiento que le llena de soledad… y es solamente el quinto día.

A través de las penumbras pudo observar una nueva cara hoy. Alguien nuevo que acaba de llegar. Se detuvo para hablar contigo. Podía ver el terror en sus ojos. Preguntaba las mismas preguntas que tú hacías sólo unos días antes. Abriste tu boca para hablar, pero lo único que salía de tus labios eran sonidos de quejidos y lamentos.

Acaba de pasar sus primeros seis días en el infierno. Desafortunadamente, una eternidad sin felicidad y santidad se presenta delante de ti… y todo por haber rechazado a Jesús. Si tan sólo…

PERO, ¡ESPERA! ¡El hecho de que esté leyendo esto indica que todavía existe una oportunidad! En su misericordia, Dios le está dando una oportunidad AHORA MISMO para que pueda cambiar el destino de su eternidad. "Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo" (Romanos 10:13)

Oh, querido amigo, hazlo ahora… antes de que sea muy tarde.

Repite esta oración en voz alta y de todo corazón:

Dios de los cielos, no quiero nunca experimentar ese infierno del cual acabo de leer. Pido perdón por todos mis pecados y acepto a tu Hijo Jesucristo como mi Salvador y mi Señor. Creo que él murió por mí y por mis pecados y resucitó al tercer día para salvarme del infierno. Yo me apodero de ese regalo de salvación como todo lo necesario para vivir contigo por la eternidad. Amén.

(La dramatización que acaba de leer está basada en versos bíblicos encontrados en Mateo 22:11-13, Marcos 9:43, Lucas 16:20-31 y Apocalipsis 20:14-15)

Si has hecho esta oración de corazón, te garantizamos que tu vida a partir de hoy no será la misma. Ahora debes conocer más a Jesús a través de su palabra, la Biblia. Debes buscar una iglesia donde congregarte y aprender más sobre los caminos de Dios.

martes, 22 de julio de 2008

Pactos financieros con Dios

Pactos financieros con Dios, ¿son bíblicos?


Pregunta:

Con verdadera preocupación aprecio de qué manera la iniciativa de un canal de televisión centroamericano de "sembrar" recursos en algún proyecto de evangelización, está tomando fuerza en emisoras y otros medios de difusión masiva. La idea es que se siembra el 10% del cómputo total que se tiene de las deudas y Dios—según anuncian—no sólo se preocupa por cancelar las deudas sino que aún le da mucho más. ¿Qué bases bíblicas tiene esta práctica?J.M.M. desde Lumas, Paraguay

Respuesta:
Por Ps. Fernando A. Jiménez

Los pactos o "siembras"

¿Son bíblicos los pactos financieros? El primer registro de un compromiso específico de aportar recursos a Dios a cambio de bendición, está en el libro del Génesis y fue planteado por Jacob: "E hizo Jacob voto, diciendo: Si fueres conmigo, y me guardares en este viaje en que voy, y me dieres para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será de mi Dios, y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti" (Génesis 28:20-22).

Este es el conjunto de versículos que utilizan como basamento quienes negocian con Dios. Ahora ¿Por qué utilizo esta expresión? Porque no encuentro otro término para designar a quienes ofrendan a Dios o a determinado proyecto cristiano con la aspiración de obtener algo a cambio. ¿Cómo se le llama a esa actitud? ¿Fe o negociar? A menos que esté equivocado y alguien me diga lo contrario, ese es un negocio más carnal que cualquiera otra cosa.

¿Hay fundamento Escritural?

¿Qué leemos en la Biblia? "Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas" (Lucas 12:29-31).

Hay quienes han cambiado el orden de las prioridades y buscan primero las "añadiduras" para después servir al reino de Dios. Luego andan preguntándose por qué están espiritualmente estancados o en camino de retroceso.

Los cristianos estamos llamados a testimoniar nuestra fe dependiendo de Dios y no de las estrategias orientadas a conseguir dinero. Lo más escandaloso y grave es que haya pastores que se presten a ese juego.

He escuchado, por ejemplo, decir que Cristo tenía los vestidos más lujosos de la época y que comía los manjares propios del "Rey de reyes". Inmediatamente me asaltan una serie de preguntas: ¿Por qué nació entonces en un pesebre? ¿Cuál es la razón por la que, al morir, lo enterraron en una tumba prestada?

En cierta ocasión el Maestro dijo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo sus nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza" (Mateo 8:20).

Si desea una respuesta tajante: No hay basamento bíblico para que el nombre de Cristo, se hagan ese tipo de colectas. Y voy más allá: estoy convencido que antes que un beneficio, le causan un enorme perjuicio a la causa del evangelio.

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