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martes, 4 de enero de 2022

Del Editor

Por Tim Moore

A lo largo de las Escrituras, se instruye al pueblo de Dios a marcar el paso del tiempo con recordatorios regulares de su providencia y provisión. Siete veces al año, el pueblo judío observaba fiestas ceremoniales ordenadas por Dios.

Los cristianos también conmemoran eventos clave. Honramos el primer adviento de Jesús, Su crucifixión y resurrección, y la “última cena”, que marca un nuevo pacto en Su cuerpo y sangre. Nos reunimos cada “Día del Señor”, como lo hicieron los primeros discípulos — celebrando cada semana Su validación de las buenas nuevas del Evangelio.

Afortunadamente, Dios nos ha dado temporadas de vida para que podamos apreciar el progreso de nuestras vidas y las tiernas misericordias que derrama sobre nosotros.

Bueno es el SEÑOR para con todos, y su misericordia está en todas sus obras. Salmos 145:9

La transición de un año a otro presenta otra bondad del Dios Todopoderoso. Nos vemos obligados a considerar que nos hemos demorado un año más en la tierra y darnos cuenta de que, un año nuevo — lleno de desafíos y oportunidades desconocidos — nos espera. Y la mayoría de nosotros estamos más que dispuestos a darle vuelta a la página.

Mirando hacia atrás en el último año o dos, podríamos estar tentados a ceder al pesimismo sobre el estado de nuestra nación. De hecho, las señales de decadencia y desánimo nos rodean. Por el contrario, otros están decididos a ver el mundo a través de lentes de color rosa, con la intención de permanecer ajenos a la carnicería moral y espiritual que crece año tras año. Pero ninguno de los extremos es apropiado para un hijo de Dios.

Como he citado antes, los seguidores de Jesucristo no son ni pesimistas ni optimistas. Sabemos que Dios obrará todas las cosas para nuestro bien y Su gloria, por lo que no podemos ser pesimistas. Sin embargo, también entendemos que el mundo se oscurecerá cada vez más a medida que se acerque el final, por lo que no podemos ser optimistas sobre la trayectoria del mundo que nos rodea.

En cambio, somos gente de esperanza. Nuestra esperanza no es algo efímero basado en el capricho del hombre o las compulsiones del destino. Como escribió Edward Mote en 1834, nuestra esperanza se basa “nada menos que en la sangre y la justicia de Jesús” — la Suya, no la nuestra. El mundo ciertamente se oscurecerá, pero nuestros ojos están fijos en nuestra Bienaventurada Esperanza: Jesucristo.

En la plenitud del tiempo, Él ha prometido hacer nuevas todas las cosas. Pronto — muy pronto — Él irrumpirá de los cielos y seremos arrebatados para unirnos a Él en nuevos cuerpos glorificados. Cuando eso suceda, lo viejo será barrido y seremos nuevos — para siempre.

¡Apenas puedo esperar!

Tim Moore

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

sábado, 16 de octubre de 2021

Sujetalibros de la Biblia

Jesús del Jardín a la Puerta

Por Tim Moore


Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.

Isaías 46:9-11

¡Qué Dios tan asombroso al que servimos!

Ninguna otra supuesta deidad tiene el conocimiento para describir el pasado prehistórico con autoridad, la previsión para predecir el futuro, la audacia para proclamar el futuro y el poder para asegurar que lo que Él declara sucederá.

La Biblia es única porque contiene descripciones detalladas del comienzo y el final de la Creación. Los escépticos y ateos se quedan escupiendo su desprecio ante las declaraciones de mando de Dios. Argumentan que los profetas de Dios registraron sus profecías mucho después de que sucediera lo que predijeron.

Pero el registro histórico es claro. Los profetas de Dios vivieron y profetizaron mucho antes de que se cumplieran sus profecías. Ese cumplimiento validó la autenticidad de los profetas — y valida la omnisciencia y omnipotencia de Dios.

En el Principio

La primera declaración de Dios contiene Su propio relato de testigo ocular de Su actividad al comienzo mismo de la historia registrada: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1: 1). ¿Quién puede disputar Su relato desde una posición de autoridad? ¿Quién más estuvo presente para ofrecer un recuerdo diferente de ese evento? Por lo tanto, los cosmólogos y científicos teóricos con sus hipótesis ni siquiera pueden proporcionar una teoría contradictoria válida porque no hay forma de fundamentar sus ideas sobre cómo llegó a existir el cosmos.

Y el universo que Dios creó no fue simplemente reformulado a partir de cosas existentes. Él no moldeó ni formó la materia que encontró preexistente y sin usar. Hizo todo lo que existe ex nihilo, de la nada. De hecho, todo lo que observamos y conocemos surgió de una idea en la insondable mente de Dios.

Juan nos dice que incluso antes de que Él creara, Dios existía en perfecta armonía consigo mismo. Refiriéndose a Cristo, Juan registra: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3).

Cada cosa creada — ya sea una galaxia, un mundo, una bestia poderosa, un copo de nieve perfecto o la creación más alta de Dios, el Hombre — existe porque Dios lo hizo así.

Una Negación de la Realidad

Con el tiempo, la relación del hombre con Dios se volvió distorsionada debido a nuestra naturaleza pecaminosa. Como se ha dicho, no somos pecadores porque pecamos; pecamos porque somos pecadores. Esa propensión a alejarnos de Dios, inicialmente estimulada por la serpiente en el jardín del Edén — ha sido nuestra ruina a lo largo de la historia de la humanidad.

Sin embargo, al igual que Adán, nos esforzamos por desviar la responsabilidad de nuestro pecado a cualquier persona o cosa menos a nosotros mismos. O, siguiendo el razonamiento defectuoso del hombre caído, la humanidad racionaliza que no hay Dios que nos haya creado; por lo tanto, no estamos en deuda ni somos responsables ante nadie fuera de nosotros. David renunció a ese pensamiento falso y al comportamiento que inevitablemente produce: Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables” (Salmo 14: 1).

Siempre ansioso por desacreditar a Dios y llevar a hombres y mujeres al engaño y la destrucción, Satanás todavía susurra: “¿Es verdad que Dios les dijo?” y ¡Ciertamente no morirán!” (Génesis 3:1, 4). Hoy, los dioses falsos de nuestra época nos llaman a rechazar al Dios que nos hizo y convertirnos en nuestro propio dios. Hacerlo conduce a una destrucción segura. Pero Dios tenía un plan mejor.

Antes de la Fundación del Mundo

Juan registró que Dios tiene un Libro de la Vida que contiene los nombres de todos — pasados, presentes y futuros, que confían en el Cordero que fue inmolado antes de la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8). Pedro también testifica que “Él (Jesucristo), a la verdad, fue destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por causa de ustedes [los que han creído]” (1 Pedro 1:20).

El plan de salvación de Dios no era Su “Plan B”, elaborado para lidiar con una creación que salió mal. No se retorció las manos y exclamó: “Bueno, esto no está funcionando como esperaba. Será mejor que se me ocurra algo para arreglarlo, o al menos salvar algo”.

No, las buenas nuevas de la provisión de Dios para la salvación fueron predeterminadas incluso antes de que Él dijera: “Hágase la luz”. Él sabía que Su Hijo tendría que sufrir y morir por los pecados de muchos antes de decir: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26). Él conocía tu nombre, tu corazón y la cantidad de cabellos de tu cabeza antes de que pusiera la primera estrella en el cielo.

Alfa y Omega

En el Ministerio Cordero y León, nuestro enfoque a menudo está en “las cosas postreras”. Nuestra misión es proclamar el pronto regreso de Jesucristo. Para la Novia de Cristo, la Iglesia, nuestro regreso al hogar ocurrirá en el Rapto, cuando nuestro Novio venga a llevarnos de regreso a la casa de Su Padre.

Para aquellos que han rechazado el regalo gratuito de la salvación de Dios, la ira de Dios se derramará en la Tribulación. Después de esos siete años de horror sin igual, Jesucristo descenderá del cielo de la misma manera en que fue arrebatado a los ojos de los apóstoles. Pondrá un pie en el Monte de los Olivos y pronunciará una palabra sobrenatural que destruirá al Anticristo y a los ejércitos reunidos cerca de Meguido. El Valle de Cedrón se dividirá en dos, y Jesús entrará en la ciudad de Jerusalén a través de la puerta Dorada (Oriental), ascenderá al Monte del Templo y tomará Su asiento en el trono de Su padre, David.

Durante 1,000 años, Jesús reinará sobre la tierra, inundándola de paz, justicia y santidad. Luego, sofocará una rebelión final instigada por el diablo y arrojará la muerte y el Hades a un lago de fuego. En ese momento, los redimidos entrarán en el estado eterno, donde el tiempo mismo deja de tener significado.

Ese plan también fue preordenado por Dios, razón por la cual Él pudo revelarlo a Sus siervos, los profetas. Aunque aún no se ha realizado, esa secuencia de eventos es tan cierta como cualquier hecho histórico — porque nuestro Dios ha declarado el principio y el fin. Él es nuestro Alfa y nuestra Omega — nuestro Creador y Sustentador — y Aquel que nos dará la bienvenida a Su presencia eterna — o nos arrojará a la destrucción eterna.

Tarde y Mañana

Los primeros versículos del Génesis describen la tierra como sin forma y vacía, con tinieblas que permanecían sobre la superficie del abismo. El único movimiento era el del Espíritu de Dios mismo (Génesis 1:2).

En medio de esa oscuridad impenetrable, Dios dijo: “Hágase la luz” (Génesis 1:3). Traspasó las tinieblas con el poder de Su Palabra hablada y bañó la tierra con luz que declaró que era buena. A partir de ese momento, la oscuridad se separó de la luz. La humanidad experimentaría un recordatorio diario del contraste entre esos dos extremos. Cada día — comenzando con los primeros siete registrados en las primeras páginas de Génesis — consta de tarde y mañana. Es por eso que los días judíos comienzan con la puesta del sol y terminan cuando el brillo del día retrocede una vez más.

A lo largo del relato de la Creación, la obra de cada día con las etapas que lo componen fue declarada buena. Sólo cuando todo se completó en perfecta armonía, Dios miró todo lo que había creado y declaró que era “bueno en gran manera” (Génesis 1:31).

Inicialmente, la interacción del hombre con Dios también era muy buena. Adán no tenía mancha de pecado ni razón para avergonzarse o temer a Dios. Sin embargo, la Caída llevó al Hombre desde esa gloriosa altura a las profundidades malditas. Incluso fue desterrado del Edén, condenado a penurias y fatigas. La Creación misma se volvió discordante, con espinas y cardos y plantas y animales venenosos emergiendo. Alejándose cada vez más de Dios, hombres y mujeres “se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido” (Romanos 1:21).

La palabra hebrea para tarde es erev. La palabra originalmente transmitía oscuridad y caos, pero con el tiempo ha llegado a significar oscuridad o anochecer. De modo que la noche representa un aumento del desorden y la comprensión. Asimismo, en un sentido muy real, la edad oscura de la humanidad comenzó en el momento en que Adán y Eva pecaron por primera vez contra Dios.

En el entendimiento judío, la caída de la noche simboliza el alejamiento del hombre de la bondad de Dios. Ese tema de oscuridad y luz se trasladó al Antiguo Testamento y al Nuevo. Gracias a Dios, Su plan eterno era traspasar las tinieblas. Citando Isaías 9:2, Mateo relató cómo “El pueblo que moraba en tinieblas vio una gran luz. A los que moraban en región y sombra de muerte, la luz les amaneció” (Mateo 4:16). Esa Luz era Jesucristo.

Juan testificó acerca de Jesús: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1:4-5). Más tarde, Juan reiteró que el mensaje que escuchó de Dios y compartió con nosotros es que “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” (1 Juan 1:5).

Principio y Fin

Así como cada día tiene un principio y un final (ya sea según el cálculo judío o el occidental), la Creación también tuvo un principio y llegará a su fin. Asimismo, la historia humana también tiene un principio y un final.

Aquellos de nosotros que avanzamos con dificultad a lo largo de la línea de tiempo de la historia estamos confinados a una conciencia bidimensional. Podemos reflexionar sobre el pasado — aunque nuestra propia conciencia se desvanece cuanto más retrocedemos; incluso los registros humanos sólo nos remontan hasta cierto punto. Somos capaces de anticiparnos al futuro, pero, abandonados a nuestra suerte, no podemos mirar hacia adelante en absoluto.

Refiriéndose a la humanidad, el escritor de Eclesiastés observó que Dios “ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (Eclesiastés 3:11). Por lo tanto, en esta vida, estamos constreñidos a una experiencia lineal del tiempo y confinados a un “presente” interminable.

Pero Dios no está confinado al tiempo tal como lo conocemos. En cambio, como un piloto que vuela por encima de una interestatal que puede ver obstáculos y atascos de tráfico a muchas millas de distancia, la omnisciencia de Dios le permite ver el principio y el final con la misma claridad. Y ha elegido revelar lo que necesitamos saber sobre cada uno — testificando de Sus actos creativos en Génesis y el flujo de los eventos del tiempo del fin en el Apocalipsis de Jesús.

Jesús – el Primero y el Postrero

Dios es la Figura Central tanto al principio como al final. Jesucristo es el Creador que cumplió la voluntad del Padre. También vendrá de nuevo para cumplir todo lo que el Padre ha revelado y prometido.

Durante los próximos meses, el Ministerio Cordero y León volverá al futuro, comenzando con los textos fundamentales del testimonio de Dios. A medida que avancemos en el Antiguo Testamento en (nuestro programa de TV) Cristo en la Profecía, nos centraremos en los maravillosos ejemplos de Cristo en la profecía.

Jesús — el eterno Hijo de Dios — estaba allí al principio. Él está allí en todos los libros de la Biblia, ya sea en una manifestación pre-encarnada, un tipo prefigurado, o como el Autor clemente y silencioso que impulsa la narrativa de la historia. Y la historia misma es Su historia.

Sujetalibros

Los dos libros de la Biblia que se descartan con mayor frecuencia como fantasiosos y no literales son Génesis y Apocalipsis. Pero actúan como sujetalibros de toda la Palabra revelada de Dios — describen Sus actos de la Creación, la Caída del hombre, el presagio de Dios de un Mesías para restaurar la relación, y la culminación final de la historia humana cuando Dios cierra el círculo de la rectitud, la justicia, la misericordia y santidad.

Henry Morris

Entre esos dos sujetalibros, la Biblia transmite toda la revelación que Dios consideró apropiada para compartir con la humanidad. Los escépticos se quejan de que el alcance de la revelación de Dios en las Escrituras es demasiado difícil de entender. Pero, como dijo una vez Henry Morris con respecto a Apocalipsis, “no es difícil de entender; si crees lo que el Señor ha proclamado, lo entenderás”.

Con la metanarrativa de Dios disponible para todos los que simplemente leerían el Libro y creerían, ¿por qué hay tanta escasez de comprensión hoy en día? Las razones son innumerables — y sí, ésa es una referencia lateral intencional a la banda de demonios que poseyó al desventurado hombre que Jesús encontró en la costa oriental de Galilea.

Algunos están tan enamorados de su razón y se apoyan tanto en su propio entendimiento, que rechazan la revelación de Dios. Otros permiten que las insidiosas dudas sembradas por Satanás se conviertan en malas hierbas y espinas que ahogan la verdad. Como en el jardín, la táctica favorita de nuestro enemigo es preguntar: “¿Es verdad que Dios dijo...?”, y luego proceder a descartar y contradecir al Creador directamente.

¿Entonces, qué podemos hacer? Lo primero y lo más importante, debemos dedicarnos a leer, estudiar y prestar atención a toda la Palabra de Dios. Apocalipsis promete dos veces una bendición para “todos los que lean y escuchen” ese último libro de profecía. Ese principio se aplica a toda la Palabra de Dios. El Espíritu Santo aumentará nuestro conocimiento y comprensión a medida que leamos toda la Biblia. Primero, prestar atención implica creer en Dios y, literalmente, tomarle la palabra. Génesis (y Pablo) testificaron que Abram creyó a Dios, y Él se lo acreditó como justicia. Por lo tanto, si deseamos recibir una bendición de Dios, no sólo debemos creer EN Él, sino que también debemos creerle.

La Imagen del Dios Invisible

Jesús — el Verbo que estaba allí al principio, Aquel por quien fueron creadas todas las cosas, el Hijo cuya obra terminada en la cruz nos justifica ante el Padre, ha prometido volver (Juan 1:1-3, Colosenses 1:15-17, Romanos 5:9, Apocalipsis 22:7, 12, 20). Cuando lo haga, lo veremos cara a cara. Veremos Su gloria y Él morará entre nosotros para siempre.

En los meses venideros, quiero desafiarlo a leer el Antiguo Testamento mientras revisamos cada libro en nuestro programa Cristo en la Profecía. Ore para que el Espíritu Santo abra sus ojos para ver a Jesús en cada página. Espere que Él revele las profecías que apuntan a Él mismo — haciendo que su corazón arda dentro de usted, como lo testificaron los discípulos en el camino a Emaús cuando Jesús se reveló en las Escrituras.

La Biblia realmente se trata de Jesús. Experiméntelo de nuevo mientras se sumerge entre los sujetalibros.


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

Original article:
Bookends of the Bible

martes, 7 de septiembre de 2021

Observaciones de Nuestro Director

Por Tim Moore


Las dos últimas ediciones de la revista Lamplighter han representado sujetalibros de dos capítulos en la historia del Ministerio Cordero y León. Lo que comenzó hace 41 años continúa, incluso cuando pasamos la página a una nueva temporada. Nuestra misión y mensaje no terminarán hasta que Jesús regrese.

La Biblia también contiene muchos capítulos en múltiples libros. Escrita durante muchas generaciones por muchos autores, ofrece una metanarrativa—una historia dominante de la interacción de Dios con el hombre. Sus pasajes proféticos ofrecen vislumbres claros de lo que vendrá. Y se enfoca constantemente en la persona y el propósito de Jesucristo.

Los cristianos que aman al Señor desarrollan hambre por Su Palabra. Adquieren comprensión a medida que el Espíritu Santo ilumina pasajes clave, ofreciendo consuelo o conocimiento en el momento adecuado. Esconden Su Palabra en lo profundo de sus corazones, permitiéndoles guiar su viaje por el camino recto y angosto. Y se dan cuenta de que toda la Escritura apunta a una culminación de la historia humana, cuando Jesús regresará para reinar sobre la tierra.

Durante muchos años, he considerado que Génesis y Apocalipsis son los “sujetalibros” de la Biblia. Críticamente importantes por derecho propio, encierran la totalidad de la Palabra de Dios. Génesis proporciona la base para todo lo que sigue. Apocalipsis proporciona el gran final del plan revelado de Dios para la humanidad y nos asegura que Dios prevalece al final.

Tim Moore, Director y Evangelista Sénior del Ministerio Cordero y León

Esta edición de la Lamplighter se centrará en los sujetalibros de la Biblia. Complementa la amplia serie que emprenderemos en nuestro programa de televisión Cristo en la Profecía a partir de septiembre. Como corresponde al nombre de nuestro programa, tenemos la intención de volver a visitar todo el Antiguo Testamento. En el transcurso de los próximos meses, señalaremos cómo la Palabra profética de Dios apunta a Jesucristo. La Suya estuvo allí al principio y su historia es el tema principal de la historia bíblica.

Confiamos en que los cambios que ha notado en la Lamplighter y en Cristo en la Profecía han demostrado nuestra intención de mantenernos frescos y atractivos, sin dejar de ser fieles al mensaje que compartimos. Como siempre, agradecemos sus comentarios y sugerencias.

Por favor, manténganos en sus oraciones y sepa que agradecemos su apoyo para llegar a nuevas audiencias y nuevas generaciones con la emocionante noticia de que Jesús vendrá pronto.

Hasta que Él regrese, continuaremos viviendo entre los sujetalibros, agradecidos por las tiernas misericordias que derrama sobre nosotros cada día y por el privilegio de servir como colaboradores de Cristo.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

martes, 13 de julio de 2021

Proyectando una Visión

 Una Visión de lo que Vendrá

Por Tim Moore

A menudo me he preguntado cómo se sintieron mis héroes de las Escrituras al experimentar las maravillas que sus ojos contemplaron. ¿Se dieron cuenta en ese momento de lo que Dios estaba haciendo? ¿Reconocieron el privilegio de estar entretejidos en Su plan en desarrollo?

Como pueden imaginar, durante los últimos años mis pensamientos se han centrado cada vez más en los profetas de Dios. Esos visionarios fueron llamados por Dios para predecir eventos futuros y anunciar su verdad a un mundo burlón. Otros ejemplos bíblicos sirvieron como líderes del pueblo de Dios. Pueden imaginar los desafíos que hombres como Josué y Salomón enfrentaron al seguir las huellas de otros grandes hombres. 

A medida que he anticipado la culminación de nuestra transición en cámara lente en el liderazgo del Ministerio Cordero y León, el modelo a seguir que ha resonado en mi corazón es Eliseo. 

Llamado a Seguir

1 Reyes 19:19 afirma de forma realista, que Elías seleccionó a su sucesor simplemente arrojando su manto de profeta sobre Eliseo. Desde ese día en adelante, Eliseo siguió a Elías y le ministró. Cuando el tiempo de servicio de Elías estaba llegando a su fin, le dio permiso a Eliseo para quedarse. Eliseo eligió, en cambio, quedarse al lado de Elías.

Antes de ser llevado al cielo, Elías le preguntó qué podía hacer por Eliseo. La petición de Eliseo fue audaz y optimista: pidió que se le diera una doble porción del espíritu de Elías. Eso era algo difícil, como Elías señaló rápidamente. Pero Elías dejó en las manos de Dios cumplir o no esa petición. 

2 Reyes 2 registra que Dios sí honró la petición de Eliseo; pudo ver la partida milagrosa de Elías. Cuando Elías fue llevado, su manto cayó a los pies de Eliseo. Eliseo tomó ese manto y continuó siguiendo los pasos de su mentor y amigo.

Cuando los hijos de los profetas en Jericó vieron a Eliseo, inmediatamente exclamaron, “el espíritu de Elías reposó sobre Eliseo” (2 Reyes 2:15). 

Un Tremendo Peso de Responsabilidad

Si bien he anticipado mucho tomar el manto de David Reagan y continuar, también me ha impresionado la inmensidad de esta empresa. Entiendo cómo se sintió Salomón a la sombra del Rey David. Al darse cuenta del peso de su responsabilidad, oró sabiamente: “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?” (1 Reyes 3:9).

Creo que una de las claves para tener éxito en un momento de transición es reconocer la insuficiencia personal para el trabajo. En otras palabras, independientemente de los dones y talentos, es imperativo apoyarse en el Señor y confiar en Él en cada paso. Aquellos que están seguros de sí mismos y excluyen la dependencia de Dios, inevitablemente se quedarán cortos en algún momento. Pero aquellos que confían en el Señor tendrán todas sus necesidades satisfechas mientras sirven al Señor con la mirada puesta en Su gloria. 

Las Escrituras registran que Eliseo simplemente se dedicó a servir al Señor. Tengo la intención de seguir su ejemplo.

Tal vez se estén preguntando qué cambios instituiré en el Ministerio Cordero y León. Permítanme comenzar diciéndoles lo que no absolutamente no cambiará. 

Continuaremos proclamando el pronto regreso de Jesucristo a través de una variedad de medios: impresos, televisión, presentaciones en vivo e Internet. Animaremos a las personas a viajar a Israel, para que puedan ver cómo Dios está cumpliendo Sus antiguas promesas con sus propios ojos. En otras palabras, seguiremos haciendo lo que hemos estado haciendo desde 1980, para la gloria de Dios.

Una Visión de lo que Vendrá

A medida que continuamos en nuestra quinta década de proclamar el regreso del Señor, es apropiado que miremos hacia adelante, proyectando una visión hacia el futuro. En ese sentido, debo citar otro de mis Proverbios favorito, 29:18: “Donde no hay visión, el pueblo perece” (o “el pueblo se desenfrena”). De cualquier manera, es necesario que busquemos discernir la visión que el Señor tendría para nosotros en el futuro.

Con mi experiencia como piloto, sé que la visión perfecta requiere una aguda visión cercana y una aguda visión de lejos, así como la habilidad de reconocer contrastes, discernir colores, y ver de noche tanto como sea humanamente posible. Esas áreas ofrecen un medio de aclarar mi visión para el futuro. 

Cercana

¿Qué pueden esperar en los próximos 3–5 años, ahora que esta Transición se ha completado? En primer lugar, no habrá ningún cambio en la misión y el propósito al que David Reagan fue llamado hace 41 años. Continuaremos llegando a tantas personas como sea posible lo más rápido posible con el mensaje de que Jesús viene pronto. Nuestro objetivo es doble: motivar a los creyentes hacia un evangelismo urgente, una vida santa, y una expectativa del llamado inminente de Jesús a su novia, la Iglesia. Y advertir a los incrédulos de la ira venidera, señalándoles los brazos amores de nuestro Señor y Salvador. Esto no es diferente de otras voces proféticas en las Escrituras llamadas a advertir a la gente que el juicio de Dios estaba a punto de caer, incluyendo: 

  • Noé —  quien advirtió a un mundo inicuo y rebelde que Dios estaba a punto de derramar juicio en forma de un diluvio global (Génesis 6–7; 2 Pedro 2:5).
  • Jonás — quien fue enviado a advertir a una sociedad pagana del juicio inminente de Dios, ofreciendo al pueblo de Nínive la oportunidad de confesar y arrepentirse (Jonás 3:5, 8–9).
  • Habacuc — quien registró el plan de Dios de derramar juicio sobre un pueblo rebelde y Su seguridad a aquellos que viven por fe (Habacuc 2:4).
  • Juan el Bautista — quien predicó: “Arrepentíos, ¡porque el reino de los cielos se ha acercado!, pero despreciaba la falsa piedad de los líderes religiosos al preguntar: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Mateo 3:2, 7).

Al igual que Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento, siempre predicaremos a Cristo crucificado, muerto y sepultado, resucitado para ascender a la diestra de Dios el Padre y regresando pronto. Nuestro mensaje será una piedra de tropiezo y necedad para aquellos en quienes permanece la ira de Dios, pero poder y sabiduría de Dios para aquellos que aguardan nuestra Bienaventurada Esperanza (Juan 3:36; 1 Corintios 1:22–24).

El método para compartir ese mensaje ha cambiado a lo largo de los años. David Reagan primero predicó en personas a las iglesias rurales pequeñas, luego mediante un boletín mimeografiado, luego cinta de casete, luego radio y, eventualmente, libros, televisión e Internet. El Señor proporcionó un crecimiento exponencial en el alcance y el impacto de este ministerio durante los últimos 41 años. Continuaremos utilizando todos esos medios—excepto, sospecho, las cartas mimeografiadas y las cintas de casete. Y, ya estamos pensando en nuevas plataformas y métodos de divulgación para conectarnos con nuevas comunidades y nuevas generaciones. 

A muy corto plazo, notará cambios en la revista Lamplighter, la apertura del programa de televisión Cristo en la Profecía, y nuestro set de televisión. Si bien nuestro mensaje no cambiará, tenemos la intención de mantener nuestro contenido fresco y relevante, para envalentonar a los fieles y alcanzar a los perdidos hasta que el Señor regrese. 

Intermedia

¿Qué pasa con una “Visión Intermedia”? Ciertamente parece apropiado comentar sobre lo que anticipo más allá de cinco años más adelante, si el Señor detiene Su venida. El Señor podría venir cualquier día, pero estamos preparados para servirle fielmente hasta que regrese.

Parece inevitable que nuestra sociedad y su cultura se vuelvan cada más hostiles a nuestro mensaje. Es probable que el centro de gravedad de la Iglesia se aleje más del Occidente antes cristiano. Sin duda, la tecnología ofrecerá nuevas vías para llegar al mundo. Aun así, nuestro mensaje continuará sin cesar.

Uno de mis proverbios judíos favoritos dice: “Si crees que el mundo se va a acabar mañana, planta un árbol hoy”. De manera similar, una vez le preguntaron al evangelista D. L. Moody: “¿Qué haría hoy si supiera que Cristo va a regresar mañana?”. Él respondió: “Plantaría un árbol”.

Con ese espíritu, continuaremos atrayendo a personas talentosas a nuestro personal con suerte impulsados por el apoyo creciente y la expansión de nuestro alcance. Buscaremos nuevos ministerios adicionales con los que asociarnos, canalizando el derramamiento de las bendiciones de Dios aquí hacia otros colaboradores de Cristo. Y, como ha hecho David Reagan, buscaré intencionalmente a alguien que siga mis pasos en el momento adecuado. 

Podrían pensar que estoy siendo audaz al hablar sobre mi reemplazo justo cuando asumo el papel de liderazgo. Pero, al igual que Pablo, creo que siempre debemos estar vertiéndonos en “Timoteos” que nos sigan. Debemos ser intencionales en la crianza de productores de fruto jóvenes.

“Si crees que el mundo se va a acabar mañana, planta un árbol hoy”, antiguo proverbio judío.

Distante

Ahora unas palabras sobre una “visión distante”. Es tentador ignorar una línea de tiempo aún más larga, porque creo que Jesús podría venir en cualquier momento. Dada esa esperanzadora expectativa, parece innecesario planificar muy lejos en el futuro. Como solía decir mi amigo y colega fideicomisario, Ron Anderson: “¡Ya ni siquiera compro plátanos verdes!”.

Pero, si David Reagan y la Junta de Cordero y León hubieran tomado esa actitud hace 41 años—cuando también creían que ya estábamos viviendo en “tiempo prestado” —¿dónde estaríamos hoy? Este ministerio habría sido diseñado y operado sólo para un impacto de corto plazo en lugar de un alcance fiel a largo plazo. 

No habrían sido proactivos para buscar nuevos lugares para compartir el mensaje del pronto regreso de Jesús, y hoy no estaríamos llegando a personas de todo el mundo.

Aquellos que apoyan a Cordero y León han sido visionarios por derecho propio. Como los profetas de antaño, que miraron hacia el futuro y proclamaron la historia que no vivirían para ver, nuestros Socios de la Profecía y muchos otros han invertido en llegar a personas que nunca conocerán.

A pesar de que estamos ansiosos por que el Rapto ocurra, el Ministerio Cordero y León no se cansará de permanecer fiel al mensaje que Dios nos ha llamado a compartir. 

Contraste, Color, Noche

Eso me lleva a mi última categoría: la capacidad de ver contrastes y colores por la noche. Donde no hay contraste, es difícil mantener el discernimiento. El Ministerio Cordero y León nuca rehuirá proclamar la Palabra de Dios—incluso si contraste cada vez más con el falso mensaje del mundo. Seguiremos a Noé, quien sirvió como un “pregonero de justicia”, mientras la ira de Dios se cernía sobre un mundo impenitente (2 Pedro 2:5).

Noé no sabía cuándo caería el juicio del Señor, sólo que tendría tiempo suficiente para obedecer—hablando de la ira inminente de Dios y las buenas nuevas de una provisión para la salvación. El Evangelio de Jesucristo deja en claro tanto la esperanza de salvación como el presagio del juicio. Eso es porque, como dijo Juan el Bautista: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

La admonición de Juan representa el contraste eterno de opciones disponibles para cada persona: la vida eterna a través de la fe en el Hijo, o la ira permanente de Dios sobre todos los que lo rechazan.

Con respecto al color, una de nuestras mayores emociones es ser testigo de la alegría que siente un creyente cuando el blanco y negro de las Escrituras cobra vida a todo color. David Reagan ha dicho durante mucho tiempo que una peregrinación a Israel hará precisamente eso: permitir que las personas vean que la profecía se cumple ante sus propios ojos.

Una peregrinación a Tierra Santa trae un gozo indescriptible cuando un creyente ve la Biblia cobrar vida con vívidos detalles.

En otro sentido, comprender las revelaciones contenidas en la profecía bíblica nos abre los ojos a la riqueza y belleza de la Palabra de Dios. ¿De qué otra manera reconocer la forma en que el nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de Jesús cumplieron milagrosamente las antiguas profecías? ¿De qué otra manera se puede apreciar la especificidad y confiabilidad de otras profecías que apuntan a Su Rapto de la Iglesia, Su regreso con Sus santos, Su gobierno desde el trono de David con una vara de hierro, y Su reinado para siempre?

Finalmente, debo decir esto sobre la visión nocturna. En mi propia experiencia de usar gafas de visión nocturna para aterrizar un avión en combate, comprendo el poder de la vista cuando otros simplemente andan a tientas en la oscuridad. La oscuridad está descendiendo sobre nuestro mundo a un ritmo acelerado. Muchas personas andan a tientas, algunas incluso negándose a creer en la luz o la verdad. Pero nosotros proclamamos a Jesucristo, quien es Luz, Verdad y Vida.

Fue Adrián Rogers quien dijo: “¡Se está poniendo gloriosamente oscuro!”. Sabemos que Jesús está a las mismas puertas del cielo, listo para venir por Su novia. Él nos ha llamado a hacer brillar la luz de Su verdad en nuestro mundo oscuro. A medida que la noche se hace más espesa, Su luz brillará aún más. Y Su palabra profética nos ha sido dada para animarnos, incluso en medio de la creciente oscuridad. 

Nuestra Motivación y Esperanza

El profeta Jeremías dijo: “Bendito el varón que confía en el SEÑOR, y cuya confianza es el SEÑOR” (Jeremías 17:7). Ciertamente, si nuestra confianza está en el SEÑOR si Él es nuestra confianza continuaremos dando fruto para Él.  

En Tito 2:13, Pablo nos anima a aguardar “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Su testimonio personal capta nuestra motivación: “me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el Juez justo, en aquel día. Y no solo a mí sino también a todos los que han amado su venida” (2 Timoteo 4:8; RVA–2015).

Aquellos de nosotros cuyos corazones han sido tocado por la Palabra profética de Dios entendemos el impresionante alcance de Su revelación. Nos motiva e inspira. Es por eso que, aunque la era de la gracia está llegando a su fin, estamos decididos a plantar árboles que darán mucho fruto hasta que el Maestro regrese (Juan 9:4).

Más de 41 Años de Fidelidad y Contando

Durante poco más de 41 años, David Reagan ha sido fiel al llamado que Dios le hizo. Ordenó toda su vida en torno a la proclamación del pronto regreso de Jesucristo—a la mayor cantidad de personas posible lo más rápido posible. 

Si el Señor demora otros 40 años, el Ministerio Cordero y León será fiel a nuestra misión y llamado. Confiaremos en y señalaremos a Aquél que dijo: “Sí, vengo pronto” (Apocalipsis 22:20).


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

Original article
Casting a Vision

viernes, 2 de julio de 2021

Observaciones de Nuestro Director

Por Tim Moore

Cambio. Parece inevitable en un mundo que se está saliendo de control. Los mismos cuerpos que habitamos están en un estado constante de flujo—si no perceptible momento a momento, entonces evidente a medida que sacamos instantáneas de años pasados.

Sólo hay Uno que es constante: Dios Todopoderoso. Él testificó sobre Sí mismo: “Yo, el SEÑOR, no cambio” (Malaquías 3:6). Jacobo, el hermano de Jesús, llamó al Señor nuestro “Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación” (Jacobo 1:17). Y el escritor de Hebreos testificó que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8).

A muchas personas no les gusta el cambio, por lo que es un gran consuelo saber que Dios es una constante singular. Él es la Roca inmutable que anclará nuestra fe hasta que entremos en Su presencia y lo contemplemos cara a cara.

A medida que el Ministerio Cordero y León completa su proceso de transición de años de duración, muchos de ustedes sin duda se han preguntado qué cambios ocurrirían. ¿Cómo se ajustarán nuestro mensaje y misión bajo un nuevo liderazgo?

Permítanme decir enfáticamente que el mensaje del Ministerio Cordero y León no cambiará. Continuaremos proclamando el pronto regreso de Jesucristo a tantas personas como sea posible lo más rápido posible. Dados mis antecedentes militares, esa declaración de misión guiará todo lo que hagamos. En todo caso, tenemos la intención de redoblar nuestros esfuerzos para cumplir esa misión con una urgencia cada vez mayor.


Lo que cambiará son las plataformas y presentaciones que utilizamos para cumplir esa misión. En años pasados, Cordero y León hizo la transición de la radio a la televisión, y de los boletines mimeografiados a la revista Lamplighter (Farolero) a la que se han acostumbrado. En los próximos meses, verán ajustes graduales en el aspecto de esos diversos medios—tal como lo están viendo hoy con nuestro nuevo formato de la revista.

Los artículos en esta edición de la revista Lamplighter destacarán la visión que proyectaremos, las razones por las que existe la profecía bíblica y el papel crucial que el Señor todavía quiere que cumplamos.

Habiendo reconocido ya que a muchas personas no les gusta el cambio, me doy cuenta de que algunos de ustedes pueden querer que todo permanezca estático. Pero, para mantenernos frescos e interesantes, debemos comunicarnos de maneras que lleguen a nuevas audiencias y nuevas generaciones. Ninguno de los ajustes que haremos representará un cambio por el simple hecho de cambiar; estamos esforzándonos intencionalmente por lograr nuestra misión e impactar vidas para el reino de Dios. 

Otro aspecto de nuestro ministerio no cambiará. El Ministerio Cordero y León seguirá dependiendo del Señor para atraer los corazones de hermanos y hermanas en Cristo de ideas afines de todo el mundo, para unirse a nuestros esfuerzos con sus oraciones y contribuciones financieras. Él nos ha bendecido más allá de toda medida, mientras nos hemos esforzado por servirle con valentía. Juntos cumpliremos la misión a la que Él nos ha llamado—asegurarnos de que Él reciba el crédito. Oramos para que aprovechen la oportunidad de asociarse con nosotros. 

Juntos, podemos regocijarnos de saber que estamos viviendo en la época del regreso del Señor. Muy pronto, Jesús—que es el mismo ayer, hoy y siempre—efectuará el cambio que todos anhelamos. En un abrir y cerrar de ojos seremos cambiados. 

¡Ven, Señor Jesús!

Tim Moore
Director y Evangelista Sénior 


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

martes, 26 de enero de 2021

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo (pdf)

 Por Tim Moore

Haga clic sobre la imagen para ir a la página de descarga


Tabla de Contenidos

Introducción

Parte 1: Vocabulario Profético

Parte 2: Cómo se Desarrollaron las Diversos Puntos de Vista

Parte 3: Expectativas Premileniales

Parte 4: Falacias Amileniales y Postmileniales

Parte 5: Quién, Qué, Cuándo, Dónde, Cómo, Por qué

Parte 6: Aplicación

Referencias 

Acerca del Autor


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martes, 5 de enero de 2021

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo – Parte 6

Aplicación

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Para concluir, consideremos cómo debe responder a la información contenida en este folleto. Su respuesta dependerá de quién sea.

Implicaciones para un Creyente

Si ya ha puesto su confianza en Jesucristo como su Señor y Salvador, puede anticipar Su llamado con gran gozo. Sin importar las circunstancias de su vida o las tormentas que se desaten a su alrededor, su destino eterno está seguro. El Señor lo llamará a Sí mismo en el Rapto, antes del comienzo de la Tribulación. Él glorificará su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos y le traerá de regreso con Él en Su Segunda Venida, cuando regrese en gloria. Entonces reinará con Él por mil años (Apocalipsis 20:6).

Hasta que lo haga, oro para que este folleto lo ayude a motivarlo a un evangelismo urgente, una vida santa y a una mirada hacia el cielo. 

Implicaciones para un Judío

Todas las bendiciones que acompañan a la elección de Dios pueden ser suyas si pone su fe en el Dios de Abraham, Isaac and Jacob, y acepta que Yeshúa es el Mesías a quien todos los profetas anticiparon. Considere por sí mismo todas las profecías mesiánicas que Él cumplió. Al poner su fe en Él, puede darse cuenta de la bienaventuranza que es su derecho de nacimiento. Pero si lo rechaza, no hay otro camino, ninguna otra puerta, para entrar al descanso sabático eterno de Dios. 

Vuélvase a Yeshúa ahora. Reconózcalo como el Mesías judío predicho por los profetas judíos. No espere hasta que la Tribulación comience para clamar: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.

Implicaciones para un Incrédulo

Si es un gentil que aún no conoce a Jesús, no espere un día más para alejarse de ira que vendrá (Juan 3:36). Jesús está a las puertas mismas del cielo. Él podría llamar a Su Iglesia en cualquier momento, pero no desea que perezca (2 Pedro 3:9). No se arriesgue a otro momento con la terrible ira de Dios sobre usted (Juan 3:36). Acepte Su regalo gratuito de salvación y llegue a conocerlo como Salvador y Señor. 

Reconozca en su corazón y confiese con su boca: “Jesús, eres el Señor de todo. Confieso mi pecaminosidad y pongo mi confianza en ti. Con tu ayuda, me aparto de mi pecado. Anhelo una relación contigo y anhelo una eternidad contigo.

Abandone su incredulidad. Vuélvase a Jesús y descubra que: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).

Conclusión

Independientemente de la categoría en la que se encuentre, espero que haya sido alentado o desafiado en su comprensión de la profecía bíblica. Oro para que, como Jacob, haya luchado con el Señor, y salga cambiado pero bendecido. 

Más que cualquier otra cosa, le insto a poner su fe en Aquél que murió y resucitó y que viene en gloria para juzgar a los vivos y los muertos. Hasta que Él irrumpa desde los cielos, únase a mí para exclamar: “¡Maranata! ¡Ven pronto, Señor Jesús!”.

¡Vaya con Dios!


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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lunes, 4 de enero de 2021

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo – Parte 5

 Quién, Qué, Cuándo, Dónde, Cómo, Por qué

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Para resumir, seguiré el esquema de un poema de Rudyard Kipling, que proporciona un resumen sucinto de las similitudes y diferencias en los puntos de vista del Milenio:

Tengo seis sirvientes honestos

Me enseñaron todo lo que sabía;

Sus nombres son Qué y Por qué y Cuándo

Y Cómo y Dónde y Quién.

Quién — Jesucristo reinará físicamente sobre la tierra desde el trono de Su padre David, que siempre ha estado ubicado en un solo lugar — la Jerusalén terrenal. Las naciones del mundo finalmente lo reconocerán como Rey de reyes y Señor de señores. Todos los puntos de vista concuerdan en el señorío de Jesucristo, pero los amilenialistas y postmilenialistas sostienen que será la Iglesia la que reinará físicamente, no Jesús. 

Qué — Un reinado de Jesús en la tierra y sobre la tierra. Tanto los amilenialistas como los postmilenialistas niegan esto. Los amilenialistas argumentan que Jesús está reinando ahora desde el Cielo a través de Su Iglesia. Los postmilenialistas sostienen que Jesús también reinará desde el Cielo a través de Su Iglesia, una vez que la Iglesia se haya apoderado del mundo. 

Cuándo — El momento del reinado milenial es un punto central de discusión. El premilenialismo dice que éste comenzará al final de la Tribulación, cuando Jesús regrese a la tierra en Su Segunda Venida. Los amilenialistas dicen que el Milenio comenzó en la Cruz. Los postmilenialistas sostienen que no comenzará hasta que la Iglesia se apodere del mundo.

Dónde — Jesús reinará desde el Monte Sión en Jerusalén, en medio de la nación de Israel (Zacarías 8:3). Con el Mesías reinando en Jerusalén, la ciudad será llamada “…”, que significa “el Señor está allí” (Ezequiel 48:35). Esto significa que Israel logrará la primacía entre las naciones que siempre se le ha prometido. Éste es otro punto de gran controversia, porque sólo la postura premilenial espera que Jesús reine desde el Monte Sión en Jerusalén — como lo dice claramente la Escritura. Los amilenialistas y postmilenialistas espiritualizan esos textos, para colocar a Jesús en el Cielo durante Su reinado. Y ambos niegan cualquier importancia futura para el Israel físico.

Cómo — Jesús derrotará al Anticristo en el Valle de Armagedón con el aliento de Su boca, junto con los ejércitos paganos reunidos del mundo (2 Tesalonicenses 2:8). Cuando Él hable, se desatará una plaga que consumirá y matará instantáneamente a las fuerzas del Anticristo (Zacarías 14:12). Los puntos de vista amilenial y postmilenial espiritualizan todas estas Escrituras, negando que tengan un significado literal.

Por qué — Los propósitos del reino milenial son:

1) Cumplir las promesas proféticas de que el Mesías reinará sobre la tierra desde el trono de David, y que las naciones acudirán a Jerusalén para adorarlo.

2) Proporcionar un Milenio sabático, cuando la tierra será refrescada y experimentará la paz mundial.

3) Cumplir las promesas a la nación judía de que algún día serán la nación principal del mundo. 

4) Cumplir la promesa a la Iglesia de que un día reinará con Jesús sobre todo el mundo.

Una vez más, los amilenialistas y postmilenialistas espiritualizan todas estas promesas, haciéndolas inválidas. 

Una Razón Adicional para el Milenio

Hay otro propósito muy importante del Milenio. Dios lo usará para probar que la religión del humanismo, inspirada por Satanás, es falsa. Los humanistas enseñan que la fuente del mal en el mundo es la sociedad y no la naturaleza caída de los seres humanos. Creen que los humanos son esencialmente buenos y capaces de alcanzar la perfección, si tan sólo los males de la sociedad pudieran ser curados. Perpetúan la mentira de la serpiente que le fue dicha a Eva en el Jardín del Edén — que el hombre puede llegar a ser como Dios.

La Biblia enseña lo contrario — que la humanidad está fatalmente defectuosa debido a una naturaleza pecaminosa inherente y que la única esperanza es que las personas nazcan de nuevo, a través de la fe en Jesús y reciban la morada del Espíritu Santo.

Entonces, Dios va a poner a toda la humanidad en un ambiente perfecto, el Milenio, y los bendecirá generosamente. Sin embargo, al final del reinado milenial del Señor, cuando Satanás sea soltado, podrá reunir a un gran número de aquellos que estén en sus cuerpos físicos para que se rebelen contra Jesús, lo que demostrará de forma decisiva que las personas no pueden ser cambiadas simplemente perfeccionando su ambiente.

La historia terminará en un círculo. Comenzó con dos personas en un ambiente perfecto — el Jardín del Edén. Se rebelaron contra su Creador. Terminará con toda la humanidad en una sociedad perfecta, sin embargo, la mayoría de ellos también se rebelarán.

Durante el Milenio, la humanidad estará restringida por el gobierno absoluto del Señor con una vara de hierro. Piense en cómo será para los seres humanos no regenerados. Incluso mientras viven en un mundo utópico, la mayoría de ellos añorarán las cosas de la carne. Incluso pueden honrar a Jesús con sus labios, pero hervirán de rebelión, y sus corazones permanecerán lejos de Él (Mateo 15:8).

Cuando Satanás sea liberado al final del Milenio, avivará ese espíritu de rebelión y llevará a muchos a volverse contra el Señor. Esto resultará en su destrucción y el confinamiento de Satanás en el lago de fuego, donde será atormentado para siempre (Apocalipsis 20:10). 

Resumen

Entonces, ¿por qué soy premilenialista? Sin animosidad hacia los hermanos cristianos que sostienen otros puntos de vista, se debe a que:

  • Interpreto las Escrituras proféticas literalmente dentro de su contexto. 
  • Aguardo el cumplimiento de las promesas de Dios a Jesús, los judíos, y la Iglesia —  en ese orden. 
  • Espero ansiosamente la atadura real de Satanás, cuando la tierra sea restaurada a su gloria y a su paz creadas originalmente, y cuando la rectitud y la justicia inunden el mundo.
  • He aprendido que los cristianos deben mantener la humildad, tanto individual como colectivamente. Si bien tenemos una gran responsabilidad y un gran llamado, sólo Jesús es apto para reinar — en esta tierra como lo hace en el Cielo.

Observaciones Finales

Algunos que lean este folleto se preguntarán: ¿Importa lo que yo sepa acerca de los tiempos del fin? Mientras pertenezca a Jesús, ¿no es suficiente?

Poner su fe en Jesucristo es la decisión más importante que alguna vez hará. Le garantiza una eternidad de bendición al participar de todas las promesas que Dios le hizo a lo largo de la Biblia. Pero, Él ha comunicado aspectos de lo que sólo Él puede saber por una razón. Ya sea para ofrecer una visión de la creación del mundo antes de que la humanidad estuviera presente para ser un testigo ocular o para mirar hacia el futuro eterno para ver vislumbres de lo que está por venir, Dios ha hablado a través de Su Palabra para nuestra edificación y beneficio.

Tener una comprensión correcta de las promesas ofrecidas a Jesús nos lleva a adorarlo más plenamente aquí y ahora. Respetar las promesas hechas a los judíos (sin reclamarlas para nosotros mismos) nos motiva a bendecirlos ahora como el Pueblo Escogido de Dios. Y, al darnos cuenta de que podemos esperar reinar con Cristo, nos ayuda a anticipar un futuro mucho más significativo que flotar en una nube tocando el arpa. Nuestra fe debería ser mucho más rica y más satisfactoria de lo que la mayoría de nosotros incluso creemos.

Conocer las increíbles promesas de Dios para el futuro nos da esperanza en el presente.

Al final, la comprensión de las promesas de Dios son “en él Sí, y en él Amén”, nos señala a Aquél que es “el principio de la creación de Dios” (2 Corintios 1:20; Apocalipsis 3:14).


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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jueves, 31 de diciembre de 2020

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo – Parte 4

Falacias Amileniales y Postmileniales

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Los amilenialistas y postmilenialistas incorporan varias falacias en sus puntos de vista del tiempo del fin: la espiritualización de textos literales, la naturaleza del reinado de Jesús, el tratamiento de Satanás y la naturaleza del mundo cuando Jesús regrese. 

Espiritualización

La falacia clave tanto del amilenialismo como del postmilenialismo es la espiritualización de las escrituras proféticas que deben interpretarse literalmente. Lo más importante es que ambos espiritualizan el reinado terrenal de Jesucristo — negándole una de las promesas profetizadas repetidamente acerca del Mesías.

El amilenialista sugiere que deberíamos espiritualizar la duración del reinado de Jesús — aunque se nos dice seis veces que durará 1,000 años (Apocalipsis 20:1-7). Luego, espiritualizan el reinado mismo. Ellos afirman que Jesús está reinando sobre la tierra en este momento. 

Si lo está, ciertamente no lo está haciendo con una “vara de hierro”, como predijo el salmista (Salmos 2:9). Y por supuesto, no estamos experimentando la paz, rectitud y justicia que Isaías anticipó (Isaías 2:2-4).

Un destacado amilenialista del siglo XX, llamado Floyd Hamilton ofreció esta perspectiva simplificada: “Cuando Cristo venga, los muertos son resucitados, los justos arrebatados, los impíos destruidos por el fuego, el gran juicio ocurre, y los nuevos cielos y la nueva tierra siguen inmediatamente”.1 Si tal perspectiva parece comprimir lo que la Escritura ha establecido, considere la explicación de Hamilton:2

Al eliminar el supuesto milenio, al poner las dos resurrecciones en una, los diferentes juicios en uno, y declarar que, cuando Cristo venga, viene a terminar esta era y juzgar el mundo, nos deshacemos de todas las dificultades que aquejan tanto al premilenialismo como al postmilenialismo. 

Un tratamiento tan insensible de la profecía bíblica es pasmoso por su audacia.

Los postmilenialistas cometen el mismo error de espiritualizar muchos textos. Anticipan una era de santidad literal de 1,000 años en la tierra, pero espiritualizan la naturaleza de Su reinado. Esperan que la Iglesia reine durante mil años antes de entregar una tierra glorificada a Jesucristo cuando regrese. 

El erudito e ilustrador de la profecía, Clarence Larkin, describió el punto de vista postmilenial de Daniel Whitby de esta manera:

“Las promesas hechas a los judíos en el Antiguo Testamento, y el restablecimiento del Trono de David…eran espirituales y aplicados a la Iglesia”.3

El postmilenialismo se basa en la creencia en la bondad inherente del hombre y su inevitable progreso. Sin embargo, incluso después de la carnicería de la Primera y Segunda Guerra Mundial, los postmilenialistas comprometidos no se doblegaron. Continuaron esperando un progreso humano constante a través del evangelismo y la influencia de la Iglesia.

A mediados de la década de 1960, el famoso postmilenialista, Loraine Boettner, proclamó audazmente: “Cristo regresará a un mundo verdaderamente cristianizado”.4 También confesó: “Francamente, no deseamos un estado como el que establece el premilenialismo, sino que preferimos, al morir, entrar al estado celestial”.5 Claramente, sus preferencias no se alinean con la profecía bíblica o las tendencias globales evidentes para cualquiera que tenga ojos para ver. 

La Biblia enseña que los santos de la Era de la Iglesia reinarán sobre el mundo con Cristo durante el Milenio (Apocalipsis 20:6), pero estarán en cuerpos glorificados y con mentes y corazones glorificados. La idea de que lo estamos haciendo ahora, como sugieren los amilenialistas — o que alguna vez seremos capaces de hacerlo en nuestros cuerpos mortales, como anticipan los postmilenialistas — es ridícula.   

Pregunta:

Puesto que Jesús cumplió literalmente todas las profecías de la Primera Venida, ¿por qué las profecías de la Segunda Venida deberían cumplirse de forma diferente? 

La Naturaleza del Milenio

La segunda falacia de los amilenialistas y los postmilenialistas es no comprender la naturaleza del reino de 1,000 años. Como ya he demostrado, el reinado de Jesús cumplirá las promesas proféticas que se le hicieron a Él, al pueblo judío, a la creación y a la Iglesia.

Cuando el Mesías reine desde el trono de David en el Monte Sión en Jerusalén, inundará la tierra con paz, justicia y santidad (Zacarías 14:16-21). Los judíos serán la nación principal en la tierra — venerados y respetados por todas las naciones gentiles. Claramente, ése no es el caso en este momento.

A la creación se le promete la restauración a su perfección original — tanto que “morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” (Isaías 11:6). Isaías concluye su descripción del mundo que existirá después de que el Mesías mate a los impíos con el aliento de Sus labios, diciendo: “porque la tierra será llena del conocimiento del Señor” (Isaías 11:4,9).

En otro pasaje de “ya, pero aún no”, Pablo dijo que “el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”, porque allí es cuando se levantará la maldición (Romanos 8:19-25). Obviamente, esta profecía aún no se ha cumplido. 

Incluso las naciones del mundo serán bendecidas durante el reinado de Jesús en la tierra. Está profetizado que la paz, que ha demostrado ser tan elusiva a lo largo de la historia humana, finalmente se alcanzará. Isaías describe un tiempo en el que todas las naciones del mundo acudirán al monte del Señor en Jerusalén, para aprender de Él directamente (Isaías 2:2-3).

Los amilenialistas y postmilenialistas se centran en el papel de la Iglesia, y elevan sus promesas por encima de las que se les dieron a Jesús y los judíos. Al hacerlo:

  • Le niegan a Jesús la oportunidad de manifestar Su gloria ante los hombres. 
  • Ahuecan Su justo reinado desde el Monte Sión y lo sustituyen por una administración en la sombra dirigida por la Iglesia mortal
  • Demostrando un persistente antisemitismo, también repudian las promesas dadas al pueblo judío de restauración, salvación y primacía. 
  • Finalmente, vacían la promesa profética de que la naturaleza será completamente restaurada. 

Preguntas:

Zacarías 14:9 dice que, cuando el Señor regrese, llegará a ser “rey sobre toda la tierra”. Si Jesús ya está gobernando, entonces, ¿por qué el mundo está obviamente en rebelión abierta contra Él hoy?

Apocalipsis 20 nos dice seis veces que Jesús reinará por mil años. Si estamos en el Milenio ahora, ¿cómo puede explicarse que éste ha durado casi 2,000 años?

Isaías 11:9 dice que, cuando el Mesías reine, “la tierra será llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar”. Si el reino del Mesías está marcado por la paz, la rectitud y la justicia inundando el mundo, ¿quién afirmaría que eso está sucediendo hoy? 

Si la Iglesia está ganando ascendencia o ya está reinando ahora, ¿por qué el mundo se está volviendo cada vez más hostil al cristianismo? 

Tratamiento de Satanás

Otra falacia de los amilenialistas y postmilenialistas es su tratamiento de Satanás. Los postmilenialistas insisten en que estará atado una vez que la Iglesia finalmente obtenga ascendencia. Los amilenialistas afirman que Satanás ya está atado bajo la autoridad de la Iglesia. Mi respuesta es la misma que la de David Reagan: “Si eso es cierto, Jesús está haciendo un mal trabajo, ¡y Satanás está encadenado con una cadena terriblemente larga, porque siempre está mordisqueando mi pierna!”.

Pedro escribió que Satanás “anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). La advertencia de Pedro no tiene sentido si Satanás ya está atado.

Satanás fue derrotado por la Cruz, y Apocalipsis 20:1-3 dice que será atado al comienzo del reinado del Mesías. Ese pasaje declara que Satanás será encerrado en el abismo — incapaz de engañar a las naciones durante (lo adivinó) 1,000 años. Cualquier sugerencia de que actualmente está atado y que es incapaz de engañar a las naciones es una burla de esta promesa.  

Pregunta:

Si Satanás está actualmente atado, ¿por qué el mal prospera en la tierra hoy, y por qué todas las naciones del mundo se rebelan contra Jesús?

La Condición del Mundo en el Tiempo del Fin

La última falacia que abordaré es la expectativa amilenialista y postmilenialista de la condición del mundo en el momento de la Segunda Venida. Ambos insisten en que el mundo está mejorando — con la Iglesia ejerciendo una influencia cada vez mayor.

Esta ingenua afirmación ha sido refutada dramáticamente una y otra vez. Considere las dos guerras mundiales desatadas por el Occidente cristiano, seguidas de un aumento sin precedentes de la impiedad y la rebelión contra el Dios vivo y verdadero. Además, en todo el mundo de hoy, hay una celebración presuntuosa del aborto y una promoción agresiva de la perversión sexual. Además, estamos experimentando un incremento exponencial del terrorismo y la violencia. Y para colmo, hay una apostasía sin precedentes en la Iglesia.

Es una absoluta tontería afirmar que la Iglesia está cristianizando el mundo.

Simplemente hágase esta pregunta: En términos morales y espirituales, ¿el mundo ha mejorado considerablemente durante su vida? ¿Ha mejorado sensiblemente o ha empeorado demostrablemente en los últimos diez años?

Preguntas:

Si se supone que el mundo está en el Milenio ahora o que se está cristianizando, ¿por qué parece estar desmoronándose — natural, social y moralmente?

Si la Tribulación precede a la Segunda Venida de Jesús, ¿significa eso que estamos experimentando la Tribulación y el Milenio ahora? 

Si la Biblia promete una restauración de la naturaleza durante el Milenio, ¿por qué la creación continúa deteriorándose ante nuestros propios ojos? 

El Mayor Problema

Para reiterar, el mayor problema tanto con el amilenialismo como con el postmilenialismo es que ignoran dos las principales características bíblicas del Milenio — el reinado personal del Mesías sobre un reino terrenal y la primacía de la nación judía durante ese reinado. Al hacerlo, ignoran las promesas proféticas a Jesús y los judíos y sólo resaltan las promesas hechas a la Iglesia. Irónicamente, muchas de las promesas que afirman son en realidad promesas hechas a Jesús y los judíos. 

Si bien es parte de la naturaleza humana enfatizar las cosas que se cruzan con nuestra propia vida y descartar todo lo demás, los estudiantes de la profecía bíblica debemos permitir que las revelaciones de Dios en la Escritura guíen nuestra comprensión. Hacerlo nos permite discernir no sólo el “qué” de los eventos del tiempo del fin, sino el “por qué”. También nos proporciona discernimiento con respecto al “cuándo”  — en el sentido de que debemos reconocer que estamos viviendo en la época del regreso del Señor. 

Cuando los profetas del Antiguo Testamento describieron al Mesías, proporcionaron muchos detalles acerca de Él que se cumplieron con el nacimiento de Jesús. Otros se cumplieron durante el curso de Su ministerio y en Su muerte y resurrección. Pero las profecías concernientes a Su reinado en la tierra aún deben cumplirse. Eliminar Su Reino Milenial en la tierra le roba lo que se le ha prometido. 

Del mismo modo, al pueblo judío se le ha prometido la primacía entre las naciones. Se les ha dicho que, algún día, diez hombres se aferrarán a la túnica de un judío y dirán: “¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!” (Zacarías 8:23; RVA 2015). Esto sólo ocurrirá durante el Reino Milenial.

Los creyentes gentiles no deben descartar estas promesas. En cambio, debemos celebrar la fidelidad de Dios para hacer promesas tan gloriosas a Su Pueblo Escogido y esforzarnos por bendecirlos ahora a través de nuestras propias palabras y acciones.

Resumiendo los Tres Puntos de Vista

Mi propósito a lo largo de este folleto ha sido dar testimonio de la certeza del futuro Reinado Milenario de Jesús en esta tierra. Referirse al reinado de Jesús plantea la pregunta de por qué alguien concebiría un Milenio bíblico desprovisto del Cristo reinante. Sin embargo, a pesar de toda la evidencia histórica, todavía hay algunos que concienzudamente sugieren que la humanidad puede volver a adquirir el Edén sin que Jesucristo reine como Rey.

En el fondo, tanto el amilenialismo como el postmilenialismo rechazan el reinado terrenal de Jesús. Espiritualizan el claro significado de la profecía bíblica. En resumen, el punto de vista premilenial es correcto, porque es el único que ofrece una interpretación clara y literal de la profecía bíblica. 


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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