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jueves, 30 de julio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (pdf)

El Estado Eterno


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Hay muchos misterios en la profecía bíblica. 

Para mí, el mayor misterio de la profecía bíblica se relaciona con algo que se dice sobre el Estado Eterno.



Estimados lectores: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.


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jueves, 25 de junio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (parte 4 de 4)



Soluciones Propuestas a la “Sanidad de las Hojas”

Al igual que las referencias a las naciones en la Tierra Nueva, el comentario en Apocalipsis 22:2 acerca de las naciones siendo sanadas por las hojas del Árbol de la Vida generalmente se pasa por alto en los comentarios o se espiritualiza en un sinsentido.

Como un ejemplo de espiritualización, considere esta explicación de Robert Hawker (1753-1827):26

Mirad a Jesús como el Árbol de la Vida…Él da doce frutos, es decir, toda variedad: Tiene perdón, misericordia, paz, gracia, amor, fortaleza, consuelo, liberación en tentaciones, recuperaciones en deslices, ayuda en momentos de necesidad, preparación para las ordenanzas, y bendiciones en el uso de ellas.

Afortunadamente, la mayoría de los comentaristas son más sensatos. La vasta mayoría toma la posición de que la palabra, “sanidad”, debería traducirse como “salud” o “servicio”. Señalan que Apocalipsis 21:4 proclama que, cuando el Estado Eterno comience, la muerte será abolida y ya no habrá más duelo, llanto o dolor. Por lo tanto, la “sanidad” provista por las hojas del Árbol de la Vida debe referirse al mantenimiento de una salud perfecta y no a la sanidad de la enfermedad. 


Aquí hay algunas muestras representativas de esta explicación:
  • Clarence Larkin: “Las hojas de los árboles son para la Sanidad de las Naciones que ocuparán la Tierra Nueva. No es que haya ninguna enfermedad, sino para preservarlas en salud, como Adán habría sido preservado en salud si hubiera comido del Árbol de la Vida en el Jardín del Edén”.27
  • David Hocking: “Significa que el Árbol de la Vida es la clave para la salud perpetua de todas las personas que se encuentran en el Estado Eterno. Es difícil concebir la necesidad de curación en el Estado Eterno, cuando todo el dolor y la muerte han sido removidos para siempre”.28
  • John MacArthur: “Quizás una mejor manera de traducirlo sería “dador de vida” o “dador de salud”, ya que la palabra griega para “sanidad” también puede significar ‘terapéutico’. Las hojas del Árbol de la Vida pueden compararse a vitaminas sobrenaturales, ya que las vitaminas no se toman para tratar enfermedades, sino para promover la salud general”.29

Conclusiones

Entonces, ¿dónde estamos? ¿Qué podemos concluir con certeza? No mucho. Principalmente tenemos que especular y abstenernos del dogmatismo.

Lo único que siento que puedo personalmente con certeza es que, en el Estado Eterno, habrá naciones viviendo en la Tierra Nueva fuera de la Nueva Jerusalén.

La identidad de las naciones sólo se puede adivinar. Mi mejor conjetura es que serán los sobrevivientes creyentes de la Tribulación, que entrarán al Milenio en la carne, así como sus descendientes nacidos durante el Milenio, que aceptarán a Jesús como su Señor y Salvador. Todas estas personas vivirán hasta el final del Milenio en cuerpos naturales. Nunca se nos dice que estas personas recibirán cuerpos glorificados como los que recibirán los creyentes resucitados.

Independientemente de su identidad, creo que las naciones en la Tierra Nueva estarán en cuerpos que son capaces de reproducirse, porque la Biblia dice que nunca un habrá un final para el crecimiento y la expansión del reino eterno de Jesús (Isaías 9:6-7).

También se nos dice que aquellos de nosotros que recibamos cuerpos glorificados y cuya residencia será la Nueva Jerusalén reinaremos como sacerdotes y reyes con Jesús para siempre (Apocalipsis 5:9-10). Para hacerlo, se requiere una población a la que ministrar y reinar. 


El principal problema que me queda es si las naciones de la Tierra Nueva serán capaces de pecar. La mayoría de los comentaristas creen que no lo harán, y tienen buenas razones para creer esto. De nuevo, la Biblia dice que “la paga del pecado es la muerte” (Romanos 6:23), y las Escrituras también nos dicen que, en el Estado Eterno, la muerte será abolida (1 Corintios 15:25-26; Apocalipsis 21:4). 

Pero la prohibición de que los pecadores entren a la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:27) parece indicar que las personas que componen las naciones serán capaces de cometer pecados. Y si no lo son, ¿por qué necesitarían sacerdotes y reyes? Esto es un misterio para mí, para el que no tengo respuesta.


Considere también que Dios nunca ha creado robots. Incluso los ángeles son capaces de pecar, y muchos lo hicieron cuando se unieron a la rebelión de Satanás. Todos los seres creados de Dios tienen libre albedrío. ¿Se eliminado esto de aquellos que estén en cuerpos naturales que habitarán la Tierra Nueva?

Desearía poder darle las respuestas a estas preguntas, pero no puedo. Para mí, las respuestas son un misterio.

Pero, lo que no es un misterio es que Dios ha prometido que, en el Estado Eterno, los redimidos van a ser bendecidos más allá de lo imaginable: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).

Debido a promesas como ésta, anhelo con todo mi corazón ese día en que Jesús aparecerá en los cielos y nos llamará a casa para estar con Él.

¡Maranata!


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Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

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viernes, 19 de junio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (parte 3 de 4)



Explicaciones Inusuales

Dos expositores bíblicos muy reconocidos presentan explicaciones altamente imaginativas y desafiantes de las naciones en la Tierra Nueva. Ellos son J. Vernon McGee (1904-1988) y David L. Cooper (1886-1965).

McGee enseñaba que la Nueva Jerusalén nunca vendría a la tierra. En cambio, pensaba que se convertiría en un nuevo planeta, con la tierra actual convirtiéndose en un satélite orbitando alrededor de la ciudad. Creía que Israel y las naciones gentiles ocuparían la tierra en órbita y tendrían acceso a la Nueva Jerusalén. Sólo los santos de la Era de la Iglesia vivirían en la Nueva Jerusalén.15

Cooper creía que la Tierra Nueva sería mucho más grande que la actual, para mantener a la gigantesca Nueva Jerusalén en proporción. También creía que las naciones en la Tierra Nueva estarían compuestas de “una nueva raza de personas que serán creadas” y que serán inmunes al pecado, viviendo “en perfecta armonía con la voluntad de Dios por toda la eternidad”. Es a esta “nueva raza de personas” sobre la que los santos de la Era de la Iglesia gobernarán para siempre.16

Un tercer conocido experto en profecía bíblica, George Eldon Ladd (1911-1982), es la única persona que pude encontrar que tomó la posición de que las naciones de la Tierra Nueva estarían compuestas por personas no salvas. Él escribió: “Tomado literalmente, este versículo sugiere que, en la tierra nueva, habrá dos compañías de personas: los redimidos que habitan la nueva Jerusalén, y las naciones no regeneradas de la tierra, que viven fuera de la ciudad pero que son influenciadas por su presencia, caminando a su luz y llevando su gloria a la ciudad”.17 Pero continúa diciendo: “Sin embargo, es igualmente posible que Juan esté usando un lenguaje humano convencional para describir la universalidad del conocimiento de Dios en el orden eterno”18 —  ¡lo que sea que esas galimatías signifiquen!

Comentaristas Profundos

La discusión más detallada de las naciones en la Tierra Nueva, que he podido encontrar en un comentario publicado, es la de Robert L. Thomas, quien es profesor de lengua y literatura del Nuevo Testamento en The Master’s Seminary, en California. También sirvió en el consejo editorial de la New American Standard Bible, y en 1990 sirvió como el Presidente de la Sociedad Teológica Evangélica. 

En su muy detallado comentario de dos volúmenes sobre Apocalipsis, considera nueve interpretaciones diferentes de las naciones en la Tierra Nueva.20 Descarta las nueve por varias razones y luego presenta su teoría:

…las “naciones” están compuestas por personas salvas que sobreviven el reino milenial sin morir y sin unirse a la rebelión de Satanás, y que experimentan alguna clase de transformación que los adapta para la vida en el Estado Eterno. Serán como Adán y Eva en el Jardín del Edén antes de la Caída. Serán seres humanos no resucitados que habitarán la tierra nueva…Éstos serán sobre quienes los santos resucitados de Dios reinarán. Las naciones, los pueblos, y los hombres en la tierra deben continuar en la carne como lo hicieron Adán y Eva antes de la Caída.

Esta explicación me deja con ganas de más información. Por ejemplo, ¿qué significa “algún tipo de transformación que los adapta para la vida en el estado eterno”? Y, ¿por qué “las naciones, los pueblos y los hombres en la tierra” deben continuar en la carne?

La concepción de un artista desconocido del Árbol de la Vida

Hay dos artículos muy detallados sobre las generaciones perpetuas que se pueden encontrar en Internet:
  • Darrel Mitchell: “El Plan de Dios: los habitantes eternos”.21
  • F. M. Riley: “Mil Generaciones”.22

Ambos autores están de acuerdo en que habrá naciones de personas en la Tierra Nueva que existirán en cuerpos naturales. También están de acuerdo en que estos pueblos estarán compuestos por santos no resucitados que provienen de dos grupos:
  • Aquellos salvados durante la Tribulación que viven hasta el final de la Tribulación y se les permite entrar al Milenio en la carne.
  • Aquellos nacidos durante el Milenio, que aceptan a Jesús como su Señor y Salvador.

Las Escrituras indican que ambos grupos tendrán su esperanza de vida extendida a “los días de los árboles” (Isaías 65:20-22), lo que significa que vivirán hasta el final del Milenio, momento en el que estos escritores asumen que serán transferidos a la Nueva Jerusalén en sus cuerpos naturales.

Ambos escritores afirman que “la tierra fue creada para ser habitada por seres ‘naturales’ a los que se les prometió la tierra como una “herencia eterna” (Éxodo 32:13; Salmos 37:29; Mateo 5:5).23 También señalan de que Dios originalmente creó al hombre para vivir para siempre en su cuerpo natural, y que aquellos que existan en la Tierra Nueva en tales cuerpos cumplirán el propósito original de Dios de rellenar la tierra con personas naturales (Génesis 1:27-31; 9:7).24 Ambos autores también están de acuerdo en que la naturaleza pecaminosa será removida de estos habitantes de la Tierra Nueva, lo que los restaurará al “estado de pureza e inocencia en el que Adán y Eva estaban cuando Dios los creó”.25


Ambos autores reconocen que una objeción a su concepto es la declaración del apóstol Pablo: “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción” (1 Corintios 15:50). Su contraargumento es que estas naciones en la Tierra Nueva son súbditos del reino del Señor y no herederos. Sólo los santos resucitados en cuerpos glorificados son coherederos con Cristo en Su reino eterno (Romanos 8:17).

En el cuarto y último segmento de nuestro estudio sobre el mayor misterio de la profecía bíblica, les daré mi conclusión.


Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 2 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

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jueves, 18 de junio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (parte 2 de 4)

Aplicado al Milenio

Muchos comentaristas a lo largo de los años, que han prestado atención al misterio de las naciones en la Tierra Nueva, han tratado de resolverlo argumentando que los versículos son una retrospectiva al Milenio, cuando sabemos con certeza que las personas en cuerpos naturales y pecaminosos estarán viviendo en la tierra — siendo éstos los sobrevivientes de la Tribulación y los hijos que les nacieron durante el Milenio.

Un buen ejemplo de este punto de vista se puede encontrar en el comentario de G. R. Beasley-Murray (1916-2000): “El simbolismo es más adecuado para el orden de vida en el reino de Cristo que en la nueva creación”.4

Pero, simplemente no hay una base textual para asignar estos versículos al Milenio. Están ubicados en medio de la descripción de la Tierra Nueva y la Nueva Jerusalén.

Además, la Nueva Jerusalén no desciende a la tierra hasta después del Milenio, cuando la tierra actual ha sido consumida por el fuego y remoldeada en la Tierra Nueva.

Naciones Salvas de Santos Glorificados

Una segunda solución para el misterio se basa en manuscritos defectuosos de Apocalipsis 21:24. Ésta es la salida fácil del misterio para la mayoría de los autores que siquiera se molestan en prestarle atención.

La versión King James dice: “…y las naciones que hayan sido salvas…”. Basándose en esta lectura, muchos comentaristas simplemente concluyen que los redimidos podrán vivir dentro de la Nueva Jerusalén o en la Tierra Nueva fuera de la ciudad, o en ambos lugares. Algunos de los autores que toman esta posición incluyen a Adam Clarke, Albert Barnes, Daymond Duck, John Walvoord, Salem Kirban, Tim LaHaye, Herschel Hobbs y Mark Hitchcock.


El problema es que la frase, “que hayan sido salvas”, no se encuentra en ninguno de los manuscritos más antiguos. Aparentemente fue añadida por algún escriba a lo largo del camino que estaba tratando de resolver el misterio. Esta frase ha sido eliminada de casi todas las versiones modernas (NIV, NASB, RSV y ESV). La Versión New King James mantiene la frase, pero proporciona una nota al pie que explica que ésta no se encuentra en los manuscritos más antiguos.

Entonces, basado en este error del manuscrito, no se puede concluir decisivamente que las naciones a las que se hace referencia estando fuera de la Nueva Jerusalén en la Tierra Nueva son formadas por santos glorificados. Y esta “solución” no resuelve el segundo problema de por qué las naciones necesitan sanidad.

Otras Personas Redimidas

Una tercera solución al misterio es la idea de que aquellos salvados durante la Tribulación, que entraron al Milenio en la carne, y aquellos nacidos de estas personas durante el Milenio que aceptan a Jesús, serán transferidos a la Tierra Nueva en sus cuerpos naturales y vivirán fuera de la Nueva Jerusalén y repoblarán la Tierra Nueva.

Tomemos, por ejemplo, al famoso ilustrador de la Biblia, Clarence Larkin (1850-1924). Argumenta que antes de que la tierra sea consumida en fuego, Dios “quitará a los justos representantes de las naciones del Milenio que Él propone salvar, y cuando la tierra esté de nuevo en condiciones de ser la morada de los hombres, los colocará de nuevo en la Tierra Nueva, para que puedan aumentar, y multiplicar y rellenar, tal como se les dijo a Adán y a Noé de que multiplicaran y rellenaran la tierra actual (Génesis 1:27-28; 9:1).5 Él afirma, además, que cuando la siempre creciente población de la tierra se vuelva demasiado grande, el exceso se utilizará para poblar otros planetas”.6

Larkin concluye con esta observación:7

Dios no permitirá que Satanás bloquee Sus planes para poblar esta tierra con una Raza Humana sin Pecado. La muerte de Cristo no fue sólo para redimir a unos cuantos millones de la raza humana, sino para redimir la Tierra y la Raza misma de la maldición del pecado, y del dominio de Satanás.

Del mismo modo, Henry Morris (1918-2006), el renombrado científico creacionista, especula que las naciones de la Tierra Nueva podrían muy bien ser los salvados durante la Tribulación y el Milenio, que serán transferidos  a la Tierra Nueva en sus cuerpos naturales.8 Admite que esta interpretación está “cargada de dificultades”, pero señala que resuelve varios problemas. Después de todo, las Escrituras se refieren muchas veces a “generaciones perpetuas” (Génesis 9:12), y a “pactos eternos” (Génesis 9:12-16). Además, se nos dice en Isaías 9:7 que “lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin…desde ahora y para siempre”.


Morris admite que su propuesta es “altamente especulativa, pero parece algo razonable”.9 Luego, afirma que quizás “la exposición alternativa más probable” es que éstas son “naciones de los salvos” que son residentes de la Nueva Jerusalén, “pero a quienes también se les han dado fronteras naciones en la Tierra Nueva”.10

David Hocking está de acuerdo con la propuesta especulativa de Morris. Él escribe: “Probablemente, aquellos que salen del período de la Tribulación, aquellos descritos como ‘ovejas’ en Mateo 25:31-46, y aquellos nacidos durante el Milenio que no se rebelan contra el Mesías, son parte de las ‘naciones’ en la tierra en el estado eterno”.11

John MacArthur está de acuerdo: “Otra posible interpretación es que esta frase [naciones en la Tierra Nueva] se refiere a los creyentes vivos al final del Milenio. Según este punto de vista, la declaración…se refiere al traslado de esos creyentes antes de la destrucción del planeta actual”.12

Otros que están de acuerdo con esta idea incluyen a E. W. Bullinger, J. A. Seiss y Keith Krell. También es la posición de Hal Lindsey.

J. A. Seiss (1823-1904), escribió: “Yo…considero que es una parte necesaria e integral de la doctrina bíblica de la redención humana, que nuestra raza, como un orden de seres que se multiplican por sí mismos, nunca dejará de existir o de poseer la tierra…Las naciones rescatadas en la carne, por lo tanto, se encuentran entre los ocupantes de la tierra nueva, y los habitantes bendecidos y felices en ella, como Adán y Eva moraban en el Paraíso”.13

Keith Krell, pastor de la Iglesia Fourth Memorial en Spokane, Washington, y profesor asociado de exposición bíblica en el Instituto Bíblico Moddy en Spokane, explica su posición de la siguiente manera:14

Es claro por el contexto, que Juan está hablando acerca de un grupo de personas que tienen acceso a la Nueva Jerusalén, pero que no viven allí.

Sólo queda un grupo de personas en la tierra para ir a la eternidad en sus cuerpos físicos — creyentes que sirvieron a Cristo durante Su reino milenial. Entran en la eternidad en sus cuerpos físicos glorificados, no en cuerpos espirituales glorificados como nosotros [los santos de la Era de la Iglesia] tendremos, porque no experimentaron la muerte y la resurrección. Estas personas irán a la eternidad con cuerpos como los que Adán y Eva tenían en su creación, antes de que fueran hechos defectuosos por el pecado.

Esta explicación plantea otro misterio: “¿Qué es un “cuerpo físico glorificado”? Esto es algo que nunca se menciona en las Escrituras.

En el tercer segmento de nuestro estudio sobre el mayor misterio de la profecía bíblica, veremos algunas explicaciones inusuales al enigma de las naciones eternas.


Lea la parte 1 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

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miércoles, 17 de junio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (parte 1 de 4)




Hay muchos misterios en la profecía bíblica. Por ejemplo, cuando Apocalipsis 17:5 menciona “Misterio Babilonia” como el cuartel general del Anticristo, ¿se está refiriendo al sitio de la antigua Babilonia o a la Roma moderna? ¿Y qué acerca de 2 Tesalonicenses 2:8-12? ¿Significa este pasaje que aquellos que escuchan el Evangelio y lo rechazan antes del Rapto continuarán haciéndolo durante la Tribulación?

Éstas son preguntas difíciles y muy debatidas. Incluso aquellos que creen en la interpretación de la profecía por su sentido llano no está de acuerdo con las respuestas. Y la razón es sencilla: la profecía no siempre es precisamente clara. Y eso, a su vez, brinda espacio para un desacuerdo honesto en cuanto a su significado. 

He estudiado intensamente la profecía bíblica durante 40 años. Creo que entiendo la mayor parte. Pero, definitivamente hay áreas donde es como mirar en un espejo oscuro (1 Corintios 13:12). Y por eso, he compilado una lista de preguntas para el Señor, porque se nos promete que, cuando Él regrese, nos aclarará todas las cosas (1 Corintios 13:9-12).

El gran maestro bíblico, Vance Havner (1901-1986), planteó el problema de esta manera:1 

Hay muchas preguntas que la Biblia no responde sobre el Más Allá. Pero, creo que una razón se ilustra con la historia de un niño sentado ante un plato de espinaca cuando hay un pastel de chocolate al final de la mesa. Va a tener un mal momento comiendo esa espinaca cuando sus ojos estén en el pastel. Y si el Señor nos hubiera explicado todo sobre lo que está por venir, creo que tendríamos un momento difícil con nuestras espinacas aquí abajo.

Con respecto a la profecía, la Biblia contiene muchas profecías detalladas sobre Israel en los tiempos del fin y eventos del tiempo del fin como el Rapto, la Tribulación, y el Milenio. Pero tiene muy poco que decir sobre el Estado Eterno.
Se nos dice que los redimidos vivirán en cuerpos nuevos en una Nueva Jerusalén, que estará ubicada en una Tierra Nueva (Apocalipsis 21:1-8).

Más allá de eso, todo lo que se nos dice es que Dios descenderá a la Tierra Nueva para vivir en la Nueva Jerusalén con nosotros y que veremos Su rostro y le serviremos para siempre (Apocalipsis 22:3-4).

El Mayor Misterio

Para mí, el mayor misterio de la profecía bíblica se relaciona con algo que se dice sobre el Estado Eterno.

Pero, primero, para aquellos de ustedes que no estén familiarizados con el libro de Apocalipsis, permítanme presentarlo en orden cronológico.2 En los capítulos 1 al 3, Jesús se le aparece al apóstol Juan en la Isla de Patmos 65 años después de Su muerte, sepultura y resurrección. A través de Juan, Jesús les asegura a Sus iglesias que está con ellas en medio de su persecución por el Imperio Romano. En ese momento, Juan es raptado al Cielo (Apocalipsis 4:1), donde experimenta la increíble sala del trono de Dios y la gloriosa adoración que la llena constantemente (capítulos 4 y 5).

El Señor luego comienza a darle a Juan un panorama profético de los eventos del tiempo del fin:

Capítulos 4-18 — La Tribulación

Capítulo 19 — La Segunda Venida

Capítulo 20 — El Milenio

Capítulos 21-22 — El Estado Eterno

Cerca del final del capítulo 21, mientras Juan está describiendo en detalle los diversos aspectos de la Nueva Jerusalén, donde los redimidos residirán para siempre, de repente interpone lo que para muchos es una declaración impactante acerca de naciones que estarán en la Tierra Nueva fuera de la Nueva Jerusalén:

24) Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

25) Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

26) Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

27) No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Tampoco es eso todo lo que se dice acerca de estas naciones. En el siguiente capítulo, Juan habla de ver un Río de la Vida que fluye desde el trono de Dios, con el Árbol de la Vida a cada lado del río dando doce tipos de frutas cada mes (Apocalipsis 22:1-2). Y luego viene la siguiente declaración misteriosa: “…y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (Apocalipsis 22:2).


Estos versículos plantean algunas preguntas intrigantes:
  • ¿Quiénes son las naciones en la Tierra Nueva afuera de la Nueva Jerusalén?
  • ¿Por qué estas naciones necesitan sanidad?

Soluciones Propuestas a la Identidad de las Naciones

La mayoría de los comentarios simplemente ignoran estos versículos y las preguntas planteadas por ellos. Por ejemplo, no encontrará ningún comentario en los libros sobre Apocalipsis escritos por personas notables como Charles Swindoll, W. A. Criswell, Donald Grey Barnhouse, William Hendriksen, H. A. Ironside, Herbert Lockyer y Ray Stedman.

Incluso el mejor y más detallado libro jamás escrito sobre el Estado Eterno — El Cielo, por Randy Alcorn — no logra desarrollar estos versículos enigmáticos en alguna profundidad.3

En el segundo segmento de nuestro estudio sobre el mayor misterio de la profecía bíblica, veremos tres posibles soluciones al enigma de las naciones eternas.


Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

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lunes, 6 de abril de 2020

La Revelación del Anticristo está Siendo Retenida


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2 Tesalonicenses 2:5-10, que fue citado anteriormente, señalaba que el “inicuo” no puede ser revelado hasta que el retenedor sea removido.

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay (quien actualmente restringe la anarquía) quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo (el Anticristo), a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su (segunda) venida (2 Tes. 2:7-8, énfasis añadido).

Algunos maestros bíblicos, incluido yo mismo, correlacionan el momento del Rapto con la remoción del retenedor. 2 Tesalonicenses 2 parece informar que la Iglesia es raptada, que se remueve la restricción de la anarquía, y que inmediatamente después el Anticristo se revela. El momento de estos eventos cronológicamente coincide con el momento de Apocalipsis 4 (el Rapto), Apocalipsis 5 (la presentación del rollo celestial), y Apocalipsis 6 (la apertura de los sellos y la revelación del Anticristo).

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran (prophecydepot.com) 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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martes, 31 de marzo de 2020

La Iglesia está en el Cielo antes de que el Anticristo sea Revelado en la Tierra


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La Iglesia cristiana está residiendo en el cielo antes de que comience el período de la tribulación. Esta conclusión está respaldada por la comprensión del orden cronológico de los capítulos dos a seis del libro de Apocalipsis. Apocalipsis 2 y 3 describen a la Iglesia en la tierra, mientras que Apocalipsis 4 y 5 describen a la Iglesia residiendo en el cielo. Apocalipsis 6 introduce los eventos terrenales que ocurren después de que la Iglesia cristiana ha sido removida de la tierra a través del Rapto. Las profecías en Apocalipsis 6 transicionan al Período-trib. Los detalles de este orden se explican a continuación. 

Apocalipsis 2 y 3 contienen las siete cartas a las siete Iglesias. Estas cartas tenían múltiples aplicaciones en el momento de su emisión. En primer lugar, proporcionaban información individualizada importante para las siete Iglesias específicas a las que se dirigían. En segundo lugar, estas cartas detallaban las características distintivas que existirían en un momento dado dentro de varias Iglesias a lo largo de la era de la Iglesia. En tercer lugar, esbozaban el futuro profético de la era de la Iglesia. Estos dos capítulos retrataron a la Iglesia durante su existencia en la tierra durante la era de la Iglesia, desde su comienzo hasta su finalización. Se proporciona más información sobre este tema en el Apéndice titulado, “Las Siete Cartas a las Iglesias”.

Después de que se completa la era de la Iglesia, es decir, una vez que sea removida de la tierra, Apocalipsis 4 comienza con las palabras griegas “meta tauta”, que significan, “después de estas cosas”, y describe a la Iglesia siendo raptada al cielo. En otras palabras, después de estas cosas concernientes a la Iglesia en la tierra, ella es arrebatada al cielo en Apocalipsis 4 y 5. 

“Después de esto (meta tauta) miré (el apóstol Juan), y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá [representando al Rapto], y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas” (Apocalipsis 4:1, énfasis añadido).

Se enseña comúnmente que los veinticuatro ancianos, que se identifican varias veces en Apocalipsis 4 y 5, representan a la Iglesia en el cielo. Apocalipsis 5:9 informa que estos ancianos son redimidos por la sangre de Cristo. Sólo los verdaderos creyentes están calificados para hacer tal afirmación de salvación. Además, estos redimidos son “de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. Esto es un reconocimiento de que los veinticuatro ancianos representan a los creyentes salvados en todo el mundo durante la era de la Iglesia. 

A continuación, se cita cómo el erudito de la profecía bíblica, el Dr. Arnold Fruchtenbaum interpreta la identidad de los veinticuatro ancianos.

“Aunque el texto no dice claramente a qué se refieren estos ancianos, hay pistas en el texto por las cuales su identidad se puede deducir. Primero, estos ancianos están vestidos de ropas blancas, lo que a través de Apocalipsis son símbolos de salvación. Los seres celestiales ante el trono de Dios no necesitaron salvación, porque, para comenzar, nunca se perdieron. Pero estos ancianos en un tiempo estuvieron perdidos y en algún momento recibieron salvación, como se ve por sus vestiduras blancas. La segunda pista es que portan coronas. Estas coronas no son diademas, las coronas usadas por los que son de naturaleza real, lo cual hubiera sido el caso si estos hubiesen sido seres celestiales. Estas coronas son stéfanos, las coronas de los vencedores, el tipo de corona dada como recompensa a los miembros de la iglesia en el tribunal del Mesías. Una tercera pista está en su mismo título de ancianos. En ningún otro lugar de las Escrituras se usa este término para describir a seres celestiales o angelicales. Este término se usa para con los humanos que están en posición de autoridad en la sinagoga o en la iglesia. 

Por tanto, de estas tres pistas, los 24 ancianos deben representar a los santos de la iglesia. Si esto es verdad, entonces ellos proveen evidencia adicional para un rapto pretribulacional. La iglesia ya está en el cielo en los capítulos 4 y 5, antes de que la tribulación comience en el capítulo 6”.27

Algún tiempo después de que la Iglesia sea arrebatada al cielo, comienzan los eventos descritos en Apocalipsis 5. Un evento muy significativo que los veinticuatro ancianos atestiguan es la apertura del rollo celestial por Jesucristo. Este rollo contiene los juicios de los siete sellos. El primer sello de juicio, que está descrito en Apocalipsis 6:1-2, introduce al Anticristo a la tierra. Según Daniel 9:27, el Anticristo confirma un pacto con Israel por siete años. Se enseña comúnmente que la ratificación e implementación de este pacto se convierte en el punto de partida de los siete años del período de la tribulación. 

Por lo tanto, se puede concluir que sólo cuando la Iglesia reside en el cielo, puede ver a Cristo abrir el rollo que contiene los juicios de los siete sellos. Hasta que estos sellos de juicios se abran, el Anticristo no puede emerger en la escena mundial y confirmar el pacto de siete años con Israel. Mientras el pacto no se pueda confirmar, el período de la tribulación no puede comenzar. En pocas palabras, el Anticristo no será revelado y el período de la tribulación no puede comenzar hasta algún momento después de que la Iglesia cristiana haya sido raptada al cielo.

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran (prophecydepot.com) 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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lunes, 30 de marzo de 2020

La Revelación del Anticristo


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Una de las primeras cosas que sucede después del Rapto es la revelación del Anticristo. El consenso entre muchos expertos es que aparece con la apertura del primer sello.

Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer (Apocalipsis 6:1-2).

Hay al menos dos preguntas importantes que hacer y abordar con respecto a este evento:

    1. Pregunta: ¿Cuándo se abre el primer sello?
   Respuesta: Probablemente en las primeras etapas del período de la brecha Post-Rapture / Pre-trib.

    2. Pregunta: ¿Comienza el Período-Trib cuando se abre el primer sello?
    Respuesta: Probablemente no.

Esta sección explica por qué la apertura del primer sello probablemente ocurre en el período de la brecha y probablemente no desencadena el inicio del Período-trib de siete años. Estas conclusiones están respaldas por las siguientes razones.

En primer lugar, la Iglesia es descrita en el cielo antes de que se abra el primer sello, lo que significa que el Rapto ha ocurrido previamente. En segundo lugar, el ascenso del Anticristo al poder político toma tiempo. En tercer lugar, la otra parte del falso pacto de Daniel 9:27 es incluida en la profecía después de que el primer sello ya ha sido abierto. El Período-Trib no comienza hasta después de que se haga este pacto entre Israel y otra parte. El papel del Anticristo en este escenario es confirmar este pacto entre las dos partes.

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran (prophecydepot.com) 


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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viernes, 27 de marzo de 2020

La Naturaleza y Propósito de la Tribulación

¿Por qué Dios va a derramar Su ira durante la Tribulación?




El horror incomparable de la Tribulación se explica en detalle tanto en las Escrituras hebreas como en el Nuevo Testamento. Isaías escribió que será un día de “terror del Señor”, cuando “la altivez del hombre será abatida” (Isaías 2:10, 17, 19). Sofonías proclamó que será un “día de ira”, “día de angustia y de aflicción” y “un día de destrucción y desolación” (Sofonías 1:15, NASB95). Los hombres tropezarán como ciegos y “su sangre será derramada como polvo” (Sofonías 1:17).

Esta imagen sombría se repite en el Nuevo Testamento. Jesús dijo que será un tiempo de tribulación “cual no la habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24:21). De hecho, Jesús dijo que será tan terrible que si no fuera detenido al final de siete años, resultaría en la destrucción de toda la vida (Mateo 24:22). El apóstol Juan declara que el caos será tan grande, que los líderes del mundo se arrastrarán hacia las cuevas y les gritarán a las rocas de las montañas que éstas caigan sobre ellos (Apocalipsis 6:15-16).

El Propósito

¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué va a haber tal carnicería? ¿Cómo podría un Dios de gracia, misericordia y amor permitir tal brote de terror y derramamiento de sangre desenfrenados?

Una razón es satisfacer la justicia de Dios. Sí, Dios se caracteriza por la gracia, la misericordia y el amor, pero también es un Dios de justicia perfecta, rectitud y santidad. Por lo tanto, debe tratar con el pecado. Su justicia lo exige. Incluso Su amor lo obliga. ¿Cómo podría un Dios de verdadero amor simplemente pasar por alto las acciones de un asesino o un pedófilo?

El profeta Nahúm entendió la verdadera naturaleza de Dios. Él escribió que “¡Bueno es el SEÑOR! Es una fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él se refugian” (Nahúm 1:7, RVR2015). Eso es el amor y la misericordia de Dios. Pero el mismo profeta escribió (Nahúm 1:2-3, RVR-2015):

¡Dios celoso y vengador es el SEÑOR! Vengador es el SEÑOR y está indignado. El SEÑOR se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos. El SEÑOR es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dará por inocente al culpable.

Verdaderamente, el Señor es “lento para la ira”. Él permite que las iniquidades de la humanidad se acumulen durante largos períodos de tiempo porque no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9). Su deseo, en cambio, es que todos se arrepientan. Pero siempre hay un día para rendir cuentas, tal como hubo en los días de Noé, y ese día ha sido establecido para esta era. Pablo se refirió a él en su sermón en Atenas, cuando dijo, “[Dios] ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:31).

Una segunda razón para la Tribulación es llevar a las personas a la salvación. Sorprendentemente, incluso cuando Dios derrama Su ira, Su propósito fundamental no es destruir, sino salvar. Isaías 26:9 lo explica de esta forma: “Cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia”.

El hecho brutal es que Dios a menudo tiene que golpearnos en la cabeza con un garrote para llamar nuestra atención y motivarnos a arrepentirnos. El hecho igualmente brutal es que la mayoría de las personas responden a tal disciplina maldiciendo a Dios o continúan ignorándolo (Apocalipsis 9:20-21). Pero siempre algunas personas responden con humildad y son salvadas. Tal como dijo Billy Graham: “El mismo sol que derrite la mantequilla, endurece la arcilla”.

Cuando la ira de Dios se derrame durante la Tribulación, algunos corazones se derretirán, pero la mayoría se endurecerán, lo que ilustra una vez más que nada es más “engañoso” y “perverso” que el corazón del hombre (Jeremías 17:9).

El hombre es frívolo acerca del pecado. Dios es serio. La Tribulación será una expresión gráfica de cuán serio es Dios acerca de la rebelión de la humanidad contra Él.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Nature and Purpose of the Tribulation

lunes, 9 de marzo de 2020

Los Ángeles de Apocalipsis (pdf)

Una Entrevista con Nathan Jones

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