domingo, 22 de febrero de 2009

¿Es el Rapto...

"...una enseñanza traída del mismo Infierno"?


Dejemos que sea la Palabra de Dios quien responda esta pregunta:


Mateo 24:36

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo a mi Padre.


Mateo 25:1-6

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo, salid a recibirle!


Marcos 13:33-37

Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.


Romanos 13:11, 12

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.


Romanos 16:20

Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.


1 Corintios 1:7

De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.


Filipenses 3:20

Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.


Filipenses 4:5

Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.


1 Tesalonicenses 1:10

Y esperar de los cielos a Su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.


1 Tesalonicenses 5:6

Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios


1 Timoteo 6:14

Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.


Tito 2:13

Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.


Hebreos 9:28

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.


Hebreos 10:24, 25

Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.


Hebreos 10:37

Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.


Santiago 5:7-9

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador, espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.


1 Pedro 1:13

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.


1 Pedro 4:7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.


Judas 21

Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.


Apocalipsis 3:11

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.


Apocalipsis 22:7

¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.


Apocalipsis 22:20

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.


Estimado lector, ¿usted a quién esperará: a Jesucristo o al Anticristo?


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