miércoles, 19 de julio de 2017

Libro: Daniel y el Reino Mesiánico (pdf)

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El libro de Daniel es, sin duda, uno de los libros de la Biblia más difíciles de entender. Quizá no haya otro libro del canon sagrado que haya sido atacado más enconadamente que el de Daniel. Sus profecías han recibido toda clase de interpretación.

Francisco LaCueva, en el prólogo de esta obra, dice que este comentario "va a ser de enorme provecho a todos los estudiantes de la profecía, por la rectitud de su línea exegética, por la constante apelación al original hebreo y arameo, por la claridad de la exposición, y por la enorme erudición bibliográfica".

Evis L. Carballosa cursó sus estudios en Detroit Bible College, Southern Methodist University, Dallas Theological Seminary y Texas Christian University. En esta última le fue concedido el Doctorado en Filosofía y Letras de la especialidad de Historia. Después de servir como pastor y profesor universitario en los Estados Unidos, el Doctor Carballosa fue cofundador y primer director del Instituto Bíblico y Seminario Teológico de España, y rector del Seminario Teológico Centroamericano en Guatemala. Actualmente ejerce un ministerio de conferencias bíblicas en España y América Latina.

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martes, 18 de julio de 2017

Libro: Israel en la Profecía Bíblica — Capítulo 9

El Resurgimiento del Ejército Israelí

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Ahora echemos una mirada en profundidad a una quinta profecía acerca de Israel en los tiempos del fin que se cumplió en el siglo XX y continúa cumpliéndose hasta el día de hoy — el resurgimiento del ejército israelí —.

Cuando me refiero a “resurgimiento”, tengo en mente el hecho de que el pueblo judío era una formidable fuerza militar en los tiempos bíblicos, siempre y cuando estuvieran operando en el centro de la voluntad de Dios. Establecieron una reputación de una potencia militar en el momento en que entraron a su Tierra Prometida, cuando derrocaron la ciudad de Jericó. Siguieron conquistando toda la tierra en victoria tras victoria, incluyendo la ciudad jebusea de Jerusalén, que hicieron su capital.

Muchas de sus victorias militares fueron muy milagrosas, como cuando Débora y Barac derrotaron a los ejércitos de los cananeos en el Valle de Jezreel, al pie del Monte Tabor (Jueces 4). O cuando Gedeón, con sólo 300 hombres, fue capaz de derrotar los ejércitos combinados de los madianitas y los amalecitas, al atacarlos en medio de la noche (Jueces 7).

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Libro: Israel en la Profecía — Capítulo 8

La Recuperación de la Tierra de Israel

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Así como vimos en el capítulo 4, cuando los judíos comenzaron a regresar a su tierra natal en la década de los 1890s, no encontraron una tierra de la “que fluye leche y miel”. En su lugar, se enfrentaron con tratar de ganarse la vida en un páramo desolado plagado de pantanos infestados de malaria. Pagaron precios exorbitantes por la tierra, y los árabes que vivían allí (personas que se consideraban a sí mismas como sirios o turcos), se reían de camino hacia el banco.   
    
Pero Dios había prometido que cuando los judíos regresaran, Él causaría que su tierra fuera rejuvenecida, transformándola de la desolación a la abundancia.

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lunes, 17 de julio de 2017

Libro: Israel en la Profecía — Capítulo 4

La Desolación de la Tierra de Israel

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Antes de que los hijos de Israel entraran a la Tierra Prometida, Dios les habló de una serie de severas advertencias por medio de Moisés, su líder y profeta. Las advertencias están registradas en Deuteronomio 28 y 29.

Estos capítulos constituyen el Pacto de la Tierra de Dios con el pueblo judío. En este pacto, Dios dejó en claro que aunque Él le había dado al pueblo judío un título eterno de la tierra, su disfrute de ella dependería de su obediencia a las leyes que Él les había dado en el Pacto Mosaico.

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Libro: Israel en la Profecía — Prefacio

Pasado, Presente y Futuro

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Prefacio

El amor de Dios por el pueblo judío se demuestra claramente en la crónica de Su fidelidad en el cumplimiento de las promesas contenidas en las profecías que les ha dado por medio de sus profetas. Es una historia de sublime gracia, y por eso es tan importante para la Iglesia.

Trágicamente, durante los últimos 2,000 años, la Iglesia en general — incluso hoy — ha tomado la posición de que, debido a la infidelidad del pueblo judío al llamado de Dios a sus vidas para ser testigos de Él, Él los ha desheredado, cancelado Sus promesas a ellos y anulados Sus profecías concernientes a ellos. Esto es llamado Teología del Reemplazo y, como he mostrado en mi libro, The Jewish People: Rejected or Beloved? (El Pueblo Judío: ¿Rechazado o Amado?), esta abominable teología simplemente no es bíblica.

Los defensores de la Teología del Reemplazo responden proclamando, “En los tiempos del Antiguo Testamento, el pueblo judío rechazó a Dios como Rey de su nación y, en los tiempos del Nuevo Testamento, rechazaron al Hijo de Dios como su Mesías. Por lo tanto, no merecen que Dios sea fiel a Sus promesas y profecías concernientes a ellos”.

Mi respuesta a este argumento es que ninguno de nosotros ha sido fiel a Dios. Todos nosotros somos pecadores que no merecemos más que la muerte. La relación de Dios con Israel es una demostración de Su gracia — una demostración de amor inmerecido —. Y, en ese sentido, el pueblo judío hasta el día de hoy sigue siendo testigo de lo que significa tener una relación con Dios. Así pues, a partir de su historia, podemos ver que cuando somos fieles, Él bendice. Cuando somos infieles, Él disciplina. Y cuando nos arrepentimos, Él perdona y olvida, y comienza a bendecir de nuevo.

Mi libro anterior sobre el pueblo judío mostró cómo Dios ha sido fiel a todas las promesas que les ha hecho, a pesar de su infidelidad, ya que la Biblia dice que Dios es fiel incluso cuando somos infieles (2 Timoteo 2:13).

Este libro mostrará claramente que Dios también ha sido fiel en cumplir las profecías que les ha dado a los profetas judíos acerca del futuro de su pueblo hasta el día de hoy. Y, debido a eso, podemos estar seguros de que Dios cumplirá todas las profecías concernientes a Israel que aún son futuras — ¡y las profecías que aún deben cumplirse con alucinantes! —.

Ruego que, mientras lee este libro, su corazón sea tocado de nuevo por la insondable gracia de Dios. Cualquier dios creado por la mente del Hombre habría renunciado al testarudo y rebelde pueblo judío hace mucho tiempo, pero no el verdadero Dios de este universo.

También espero que sea alentado a creer que así como Dios ha sido fiel en cumplir cada profecía dada al pueblo judío, Él también será fiel en cumplir cada profecía que ha dado a la Iglesia.

Ruego también que si algún lector tiene algún vestigio de la Teología del Reemplazo en su corazón o cualquier tinte de Antisemitismo, este libro los liberará de ello. 

Tengamos en cuenta que el que maltrata al pueblo judío, “toca la niña del ojo de Dios” (Zacarías 2:8).


Dr. David R. Reagan
Allen, Texas
Enero 2017
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