Falacias Amileniales y Postmileniales
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Los amilenialistas y postmilenialistas incorporan varias falacias en sus puntos de vista del tiempo del fin: la espiritualización de textos literales, la naturaleza del reinado de Jesús, el tratamiento de Satanás y la naturaleza del mundo cuando Jesús regrese.
Espiritualización
La falacia clave tanto del amilenialismo como del postmilenialismo es la espiritualización de las escrituras proféticas que deben interpretarse literalmente. Lo más importante es que ambos espiritualizan el reinado terrenal de Jesucristo — negándole una de las promesas profetizadas repetidamente acerca del Mesías.
El amilenialista sugiere que deberíamos espiritualizar la duración del reinado de Jesús — aunque se nos dice seis veces que durará 1,000 años (Apocalipsis 20:1-7). Luego, espiritualizan el reinado mismo. Ellos afirman que Jesús está reinando sobre la tierra en este momento.
Si lo está, ciertamente no lo está haciendo con una “vara de hierro”, como predijo el salmista (Salmos 2:9). Y por supuesto, no estamos experimentando la paz, rectitud y justicia que Isaías anticipó (Isaías 2:2-4).
Un destacado amilenialista del siglo XX, llamado Floyd Hamilton ofreció esta perspectiva simplificada: “Cuando Cristo venga, los muertos son resucitados, los justos arrebatados, los impíos destruidos por el fuego, el gran juicio ocurre, y los nuevos cielos y la nueva tierra siguen inmediatamente”.1 Si tal perspectiva parece comprimir lo que la Escritura ha establecido, considere la explicación de Hamilton:2
Al eliminar el supuesto milenio, al poner las dos resurrecciones en una, los diferentes juicios en uno, y declarar que, cuando Cristo venga, viene a terminar esta era y juzgar el mundo, nos deshacemos de todas las dificultades que aquejan tanto al premilenialismo como al postmilenialismo.
Un tratamiento tan insensible de la profecía bíblica es pasmoso por su audacia.
Los postmilenialistas cometen el mismo error de espiritualizar muchos textos. Anticipan una era de santidad literal de 1,000 años en la tierra, pero espiritualizan la naturaleza de Su reinado. Esperan que la Iglesia reine durante mil años antes de entregar una tierra glorificada a Jesucristo cuando regrese.
El erudito e ilustrador de la profecía, Clarence Larkin, describió el punto de vista postmilenial de Daniel Whitby de esta manera:
“Las promesas hechas a los judíos en el Antiguo Testamento, y el restablecimiento del Trono de David…eran espirituales y aplicados a la Iglesia”.3
El postmilenialismo se basa en la creencia en la bondad inherente del hombre y su inevitable progreso. Sin embargo, incluso después de la carnicería de la Primera y Segunda Guerra Mundial, los postmilenialistas comprometidos no se doblegaron. Continuaron esperando un progreso humano constante a través del evangelismo y la influencia de la Iglesia.
A mediados de la década de 1960, el famoso postmilenialista, Loraine Boettner, proclamó audazmente: “Cristo regresará a un mundo verdaderamente cristianizado”.4 También confesó: “Francamente, no deseamos un estado como el que establece el premilenialismo, sino que preferimos, al morir, entrar al estado celestial”.5 Claramente, sus preferencias no se alinean con la profecía bíblica o las tendencias globales evidentes para cualquiera que tenga ojos para ver.
La Biblia enseña que los santos de la Era de la Iglesia reinarán sobre el mundo con Cristo durante el Milenio (Apocalipsis 20:6), pero estarán en cuerpos glorificados y con mentes y corazones glorificados. La idea de que lo estamos haciendo ahora, como sugieren los amilenialistas — o que alguna vez seremos capaces de hacerlo en nuestros cuerpos mortales, como anticipan los postmilenialistas — es ridícula.
Pregunta:
Puesto que Jesús cumplió literalmente todas las profecías de la Primera Venida, ¿por qué las profecías de la Segunda Venida deberían cumplirse de forma diferente?
La Naturaleza del Milenio
La segunda falacia de los amilenialistas y los postmilenialistas es no comprender la naturaleza del reino de 1,000 años. Como ya he demostrado, el reinado de Jesús cumplirá las promesas proféticas que se le hicieron a Él, al pueblo judío, a la creación y a la Iglesia.
Cuando el Mesías reine desde el trono de David en el Monte Sión en Jerusalén, inundará la tierra con paz, justicia y santidad (Zacarías 14:16-21). Los judíos serán la nación principal en la tierra — venerados y respetados por todas las naciones gentiles. Claramente, ése no es el caso en este momento.
A la creación se le promete la restauración a su perfección original — tanto que “morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” (Isaías 11:6). Isaías concluye su descripción del mundo que existirá después de que el Mesías mate a los impíos con el aliento de Sus labios, diciendo: “porque la tierra será llena del conocimiento del Señor” (Isaías 11:4,9).
En otro pasaje de “ya, pero aún no”, Pablo dijo que “el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”, porque allí es cuando se levantará la maldición (Romanos 8:19-25). Obviamente, esta profecía aún no se ha cumplido.
Incluso las naciones del mundo serán bendecidas durante el reinado de Jesús en la tierra. Está profetizado que la paz, que ha demostrado ser tan elusiva a lo largo de la historia humana, finalmente se alcanzará. Isaías describe un tiempo en el que todas las naciones del mundo acudirán al monte del Señor en Jerusalén, para aprender de Él directamente (Isaías 2:2-3).
Los amilenialistas y postmilenialistas se centran en el papel de la Iglesia, y elevan sus promesas por encima de las que se les dieron a Jesús y los judíos. Al hacerlo:
- Le niegan a Jesús la oportunidad de manifestar Su gloria ante los hombres.
- Ahuecan Su justo reinado desde el Monte Sión y lo sustituyen por una administración en la sombra dirigida por la Iglesia mortal
- Demostrando un persistente antisemitismo, también repudian las promesas dadas al pueblo judío de restauración, salvación y primacía.
- Finalmente, vacían la promesa profética de que la naturaleza será completamente restaurada.
Preguntas:
Zacarías 14:9 dice que, cuando el Señor regrese, llegará a ser “rey sobre toda la tierra”. Si Jesús ya está gobernando, entonces, ¿por qué el mundo está obviamente en rebelión abierta contra Él hoy?
Apocalipsis 20 nos dice seis veces que Jesús reinará por mil años. Si estamos en el Milenio ahora, ¿cómo puede explicarse que éste ha durado casi 2,000 años?
Isaías 11:9 dice que, cuando el Mesías reine, “la tierra será llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar”. Si el reino del Mesías está marcado por la paz, la rectitud y la justicia inundando el mundo, ¿quién afirmaría que eso está sucediendo hoy?
Si la Iglesia está ganando ascendencia o ya está reinando ahora, ¿por qué el mundo se está volviendo cada vez más hostil al cristianismo?
Tratamiento de Satanás
Otra falacia de los amilenialistas y postmilenialistas es su tratamiento de Satanás. Los postmilenialistas insisten en que estará atado una vez que la Iglesia finalmente obtenga ascendencia. Los amilenialistas afirman que Satanás ya está atado bajo la autoridad de la Iglesia. Mi respuesta es la misma que la de David Reagan: “Si eso es cierto, Jesús está haciendo un mal trabajo, ¡y Satanás está encadenado con una cadena terriblemente larga, porque siempre está mordisqueando mi pierna!”.
Pedro escribió que Satanás “anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). La advertencia de Pedro no tiene sentido si Satanás ya está atado.
Satanás fue derrotado por la Cruz, y Apocalipsis 20:1-3 dice que será atado al comienzo del reinado del Mesías. Ese pasaje declara que Satanás será encerrado en el abismo — incapaz de engañar a las naciones durante (lo adivinó) 1,000 años. Cualquier sugerencia de que actualmente está atado y que es incapaz de engañar a las naciones es una burla de esta promesa.
Pregunta:
Si Satanás está actualmente atado, ¿por qué el mal prospera en la tierra hoy, y por qué todas las naciones del mundo se rebelan contra Jesús?
La Condición del Mundo en el Tiempo del Fin
La última falacia que abordaré es la expectativa amilenialista y postmilenialista de la condición del mundo en el momento de la Segunda Venida. Ambos insisten en que el mundo está mejorando — con la Iglesia ejerciendo una influencia cada vez mayor.
Esta ingenua afirmación ha sido refutada dramáticamente una y otra vez. Considere las dos guerras mundiales desatadas por el Occidente cristiano, seguidas de un aumento sin precedentes de la impiedad y la rebelión contra el Dios vivo y verdadero. Además, en todo el mundo de hoy, hay una celebración presuntuosa del aborto y una promoción agresiva de la perversión sexual. Además, estamos experimentando un incremento exponencial del terrorismo y la violencia. Y para colmo, hay una apostasía sin precedentes en la Iglesia.
Es una absoluta tontería afirmar que la Iglesia está cristianizando el mundo.
Simplemente hágase esta pregunta: En términos morales y espirituales, ¿el mundo ha mejorado considerablemente durante su vida? ¿Ha mejorado sensiblemente o ha empeorado demostrablemente en los últimos diez años?
Preguntas:
Si se supone que el mundo está en el Milenio ahora o que se está cristianizando, ¿por qué parece estar desmoronándose — natural, social y moralmente?
Si la Tribulación precede a la Segunda Venida de Jesús, ¿significa eso que estamos experimentando la Tribulación y el Milenio ahora?
Si la Biblia promete una restauración de la naturaleza durante el Milenio, ¿por qué la creación continúa deteriorándose ante nuestros propios ojos?
El Mayor Problema
Para reiterar, el mayor problema tanto con el amilenialismo como con el postmilenialismo es que ignoran dos las principales características bíblicas del Milenio — el reinado personal del Mesías sobre un reino terrenal y la primacía de la nación judía durante ese reinado. Al hacerlo, ignoran las promesas proféticas a Jesús y los judíos y sólo resaltan las promesas hechas a la Iglesia. Irónicamente, muchas de las promesas que afirman son en realidad promesas hechas a Jesús y los judíos.
Si bien es parte de la naturaleza humana enfatizar las cosas que se cruzan con nuestra propia vida y descartar todo lo demás, los estudiantes de la profecía bíblica debemos permitir que las revelaciones de Dios en la Escritura guíen nuestra comprensión. Hacerlo nos permite discernir no sólo el “qué” de los eventos del tiempo del fin, sino el “por qué”. También nos proporciona discernimiento con respecto al “cuándo” — en el sentido de que debemos reconocer que estamos viviendo en la época del regreso del Señor.
Cuando los profetas del Antiguo Testamento describieron al Mesías, proporcionaron muchos detalles acerca de Él que se cumplieron con el nacimiento de Jesús. Otros se cumplieron durante el curso de Su ministerio y en Su muerte y resurrección. Pero las profecías concernientes a Su reinado en la tierra aún deben cumplirse. Eliminar Su Reino Milenial en la tierra le roba lo que se le ha prometido.
Del mismo modo, al pueblo judío se le ha prometido la primacía entre las naciones. Se les ha dicho que, algún día, diez hombres se aferrarán a la túnica de un judío y dirán: “¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!” (Zacarías 8:23; RVA 2015). Esto sólo ocurrirá durante el Reino Milenial.
Los creyentes gentiles no deben descartar estas promesas. En cambio, debemos celebrar la fidelidad de Dios para hacer promesas tan gloriosas a Su Pueblo Escogido y esforzarnos por bendecirlos ahora a través de nuestras propias palabras y acciones.
Resumiendo los Tres Puntos de Vista
Mi propósito a lo largo de este folleto ha sido dar testimonio de la certeza del futuro Reinado Milenario de Jesús en esta tierra. Referirse al reinado de Jesús plantea la pregunta de por qué alguien concebiría un Milenio bíblico desprovisto del Cristo reinante. Sin embargo, a pesar de toda la evidencia histórica, todavía hay algunos que concienzudamente sugieren que la humanidad puede volver a adquirir el Edén sin que Jesucristo reine como Rey.
En el fondo, tanto el amilenialismo como el postmilenialismo rechazan el reinado terrenal de Jesús. Espiritualizan el claro significado de la profecía bíblica. En resumen, el punto de vista premilenial es correcto, porque es el único que ofrece una interpretación clara y literal de la profecía bíblica.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe
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