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martes, 12 de diciembre de 2023

El Resurgimiento del Ejército de Israel en la Profecía Bíblica (Parte 1 de 2)

Por Dr. David R. Reagan

Israel es el enfoque principal de la profecía bíblica del Tiempo del Fin. Esa es la razón por la que el restablecimiento de la nación en el siglo XX fue tan importante. Ese evento señaló el hecho de que ahora estamos viviendo en el fin de los tiempos del fin.

Profecías Concernientes a Israel

Durante el siglo XX, tuvimos el privilegio de ser testigos de cómo Dios comenzó a cumplir, de forma total o en parte, siete profecías con respecto al pueblo judío:

1) La reunión de los judíos desde los cuatro ángulos de la tierra (Isaías 11:10-12). El libro de Theodor Herzl, The Jewish State (El Estado Judío), publicado en 1896, ayudó a motivar la migración judía de regreso a Israel. Había 40,000 judíos en Palestina en 1900. Hoy en día, hay más de 7 millones en la tierra de Israel.

2) El restablecimiento del Estado de Israel (Ezequiel 37:21-22). Esta profecía se cumplió el 14 de mayo de 1948, cuando la declaración de independencia israelí fue proclamada en Tel Aviv.

3) La recuperación de la tierra (Ezequiel 36:34-35). Cuando los judíos comenzaron a regresar a la tierra hace poco más de cien años, era un pantano infectado de malaria que había sido despojada de todos sus bosques. Hoy en día, produce alimentos en abundancia y los bosques han sido replantados.

4) El renacimiento del idioma hebreo (Sofonías 3:9; Jeremías 31:23). Cuando los judíos fueron esparcidos por todo el mundo, dejaron de hablar hebreo. Pero, en el siglo XIX, Dios levantó a un judío lituano llamado Eliezer Ben-Yehuda, para resucitar el idioma de entre los muertos. El hebreo ahora predomina como uno de los tres idiomas oficiales de Israel.

5) La re-ocupación de la ciudad de Jerusalén (Zacarías 8:4-8). Cuando la Guerra de Independencia israelí terminó en 1949, la Ciudad Vieja de Jerusalén estaba bajo la ocupación jordana. Los israelíes recuperaron la ciudad durante la Guerra de los Seis Días, el 7 de junio de 1967.

6) El resurgimiento del ejército israelí (Zacarías 12:6). A pesar del hecho de que Israel es una de las naciones más pequeñas, su ejército es considerado como uno de los diez mejores del mundo.

7) El re-enfoque de la política mundial en la nación de Israel y su ciudad de Jerusalén (Zacarías 12:2-3). Hoy, la atención mundial se centra Israel y Jerusalén — como ha quedado muy evidente a finales de 2023.

Potencia Militar en la Profecía

Desde sus humildes comienzos en 1948, el ejército israelí se ha convertido en una fuerza altamente profesional y capaz.

El profeta Ezequiel se refirió al renacimiento de Israel en los días postreros como a la producción de “un ejército grande en extremo” (Ezequiel 37:10). Zacarías fue más específico. Él profetizó que Dios haría de “los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas”, y les permitiría “consumir a diestra y a siniestra” a todos sus enemigos (Zacarías 12:6). Luego procedió a declarar que, en los tiempos del fin, la nación sería tan fuerte que “el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos” (Zacarías 12:8).

Veamos ahora los principales conflictos del pasado que ofrecen evidencia del cumplimiento de estas profecías.

La Guerra de Independencia (Noviembre 1947 – Marzo 1949)

El 29 de noviembre de 1947, las Naciones Unidas adoptaron una resolución que disponía el fin del Mandato de la Liga de Naciones para Palestina, reemplazando la dominación británica con una partición de la tierra que daría lugar a la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe.

Los judíos de todo el mundo estaban eufóricos, a pesar de que el territorio que se les ofrecía era simplemente una parte de lo que se les había prometido en la Declaración Balfour británica de 1917. Pero los árabes estaban indignados porque querían toda la tierra de Palestina. Inmediatamente iniciaron una guerra civil, que continuó hasta el día en que los judíos emitieron su declaración de independencia el 14 de mayo de 1948.

Las naciones árabes circundantes advirtieron repetidamente que atacarían en masa si los judíos declaraban la independencia. Por ejemplo, el Secretario General de la Liga Árabe, Azzam Pasha, declaró: “Será una guerra de aniquilación. Será una masacre trascendental en la historia de la que se hablará como las masacres de los mongoles o las Cruzadas”.

Del lado judío, había una preocupación considerable de que tal jactancia pudiera convertirse en realidad. Así, en vísperas de la guerra, Yigael Yadin, el Jefe del Estado Mayor de las fuerzas israelíes, le dijo a David Ben-Gurion, el líder judío: “Lo mejor que podemos decirte es que tenemos una probabilidad de 50-50”.

Los temores se materializaron a las pocas horas de la declaración de independencia, cuando cinco ejércitos árabes (Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Irak) atacaron a la nueva nación. En ese momento, Israel tenía solo 30,000 combatientes, que estaban mal entrenados y mal equipados.

Los ejércitos árabes, en particular los jordanos, estaban bien entrenados y equipados con aviones, tanques y artillería moderna. El ejército de Transjordania incluso estaba dirigido por oficiales británicos bajo el mando del General John Glubb.

El presidente Harry Truman reconoció oficialmente el nuevo Estado de Israel de inmediato, pero su Administración se negó a proporcionar cualquier ayuda bajo la ingenua suposición de que ayudaría a evitar el derramamiento de sangre. Gran Bretaña suministró abiertamente armas a los árabes, mientras que Israel tuvo que contrabandear el excedente de armas desde Europa del Este.

Pero, a pesar de las abrumadoras probabilidades en su contra, el naciente Estado judío prevaleció, aunque a un costo enorme. Murieron 6,377 israelíes, casi el uno por ciento de la población (¡equivalente a una pérdida estadounidense de 3.4 millones en la actualidad!). Al final, los israelíes controlaron no sólo el territorio que les había asignado la ONU, sino también el 60% de la superficie que se había propuesto para un Estado árabe. La única zona clave que los israelíes no pudieron conquistar fue la Ciudad Vieja de Jerusalén.

En general, la guerra representó una victoria milagrosa para Israel.

En la segunda y última parte de esta fascinante mirada al resurgimiento del ejército de Israel en la profecía bíblica, exploraremos las victorias milagrosas de Dios durante la Guerra de los Seis Días y la Guerra de Yom Kippur.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Recursos recomendados:

El Resurgimiento del Ejército de Israel en la Profecía Bíblica (haga clic en la imagen para descargar el archivo pdf)

lunes, 11 de diciembre de 2023

La Señal de Israel (Parte 1 de 2)

Una Promesa Largamente Esperada

 Por Tim Moore

Todos tenemos recuerdos específicos que están indeleblemente grabados en nuestras mentes. Nuestra boda. El nacimiento de un hijo. O tal vez un momento de tragedia.

Sociedades enteras pueden experimentar eventos emocionales significativos que quedan grabados a fuego en la memoria colectiva. La generación de la Segunda Guerra Mundial nunca olvidó Pearl Harbor. Sus hijos recordarían durante mucho tiempo dónde estaban cuando se enteraron del asesinato de JFK. Recuerdo vívidamente haber visto la explosión del Challenger y, más tarde, la cobertura de los ataques del 11 de Septiembre.

Otros eventos históricos han alterado la trayectoria de las naciones y del mundo. Es por eso que la Batalla de Lexington y Concord (que inició la Guerra de Independencia de los Estados Unidos) se convirtió en “el disparo que se escuchó en todo el mundo”.

En 1948, los acontecimientos en un remoto rincón del mundo marcaron el cumplimiento de antiguas profecías y aceleraron la llegada de los Tiempos del Fin. Israel renació.

Una Promesa Largamente Esperada

A partir del año 66 d. C., los judíos de Judea fueron diezmados, exiliados o dispersados. Sofocando sin piedad la revuelta que se originó en Galilea, el Imperio Romano resolvió responder a la “cuestión judía” — al menos en lo que respecta a los judíos de dura cerviz en Palestina. Así, a un gran costo, Roma dio ejemplo a los rebeldes judíos, sitiando Jerusalén e incluso aplastando a la última banda de resistencia en Masada.

Durante el duro reinado de Herodes el Grande, la resistencia judía al dominio romano fue aplastada. Cuando murió, su reino se dividió, y la guarnición romana pronto se encontró con una oposición abierta. Por supuesto, el Mesías judío apareció durante ese mismo período, ofreciendo una liberación verdadera y eterna — pero las autoridades judías corruptas se aseguraron de que fuera ejecutado por manos romanas.

Jesús había predicho la devastación que caería sobre Jerusalén. Debido a que la mayoría de los judíos no reconocieron el tiempo de su visitación y no lo abrazaron, Dios los rechazó por un tiempo largo y doloroso.

Rechazados, pero no abandonados.

El Señor no fue el primero en profetizar la destrucción y la Diáspora (dispersión de los judíos). Moisés fue muy claro acerca de la alternativa a la bendición continua de Dios sobre Su pueblo escogido. Deuteronomio 28 registra su extensa advertencia acerca de las consecuencias de la desobediencia. En lugar de una corriente interminable de bendición, dijo, “Y Jehová te esparcirá [a los hijos de Israel] por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo… Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma” (28:64-65).

Continuó describiendo la maldición que caería sobre la tierra misma, la Tierra Prometida que su pueblo estaba a punto de ir a poseer por primera vez. Cuando Dios dispersara al pueblo, la tierra misma se convertiría en “azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna” (Dt. 29:23).

Todas estas maldiciones caerían sobre Israel (pueblo y tierra) porque los judíos dejaron el pacto de Jehová, el Dios de sus padres (Dt. 29:25).

Pero Moisés también previó más allá de esa gran calamidad, prometiendo: “Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres” (Dt. 30:4-5).

Esa firme esperanza de esa promesa es la razón por la que todos los judíos de la diáspora han terminado el Séder de Pésaj con una oración esperanzadora: “El año que viene en Jerusalén”.

Una Esperanza Parpadeante

Durante más de 1,800 años, ese rayo de esperanza disminuyó y se hizo cada vez más débil. A medida que los judíos intentaron asimilarse a vivir en sociedades extrañas y asumieron los atributos de los pueblos entre los que vivían, la aspiración de regresar a la Tierra era más un ideal poco realista que una aspiración motivadora.

Debido a que la maldición sobre la Tierra era tan abrumadora, había poco atractivo para regresar a un páramo desolado. Y, a pesar del antisemitismo de bajo grado que ocasionalmente estalló en una persecución abierta y violenta, los judíos se sentían relativamente cómodos en lugares como Alemania, Polonia y Rusia.

Esto no debería sorprendernos. El ser humano se adapta rápidamente a las nuevas circunstancias y acepta la normalidad de su situación. Es por eso que muchos judíos eligieron permanecer en Babilonia, incluso cuando Nehemías llevó a algunos a regresar a Israel hace 2,500 años. Un buen número de ellos seguían viviendo en Irak hasta hace muy poco, cuando Saddam Hussein los expulsó. Y es por eso que sigue habiendo un gran contingente de judíos que condenan a Israel en Irán hasta el día de hoy.

Para un observador externo, la idea de que un pueblo muy disperso se desarraigara una vez más y regresara al lugar abandonado por Dios donde una vez vivió parecía ridícula. Sería como si las personas que se llaman a sí mismas troyanas decidieran reagruparse después de 3,000 años y reconstruir la ciudad perdida de Troya.

Sin embargo, a diferencia de los troyanos, el pueblo judío mantuvo su identidad a través de los largos años de la diáspora. Honraron las costumbres antiguas — aunque no siempre reverenciaron al Dios de sus padres — de una manera que los unificó a través de los años y las millas. La Pascua, Janucá, Purim y otras festividades judías aseguraron una memoria colectiva y una esperanza compartida.

A finales de 1800, las brasas de esa esperanza volvían a encenderse. En 1878, el poeta judío-polaco Naftali Herz Imber escribió las palabras de “Hatikvah” (La Esperanza):

Mientras en el fondo del corazón, 
Palpite un alma judía,
Y dirigiéndose hacia el Oriente,
Un ojo aviste a Sion.

No se habrá perdido nuestra esperanza,
La esperanza de dos mil años,
Ser un pueblo libre en nuestra tierra,
La Tierra de Sion y Jerusalén.

Shmuel Cohen, un músico de 17 años de Europa del Este, cuyos padres habían emigrado a Palestina, le puso la letra a una melodía rumana en 1887. Se hizo muy conocido en todos los círculos sionistas a principios del siglo XX y fue adoptado como himno del círculo sionista en 1933. Aunque el gobierno del Mandato Británico prohibió su transmisión pública, “Hatikvah” se convertiría más tarde en el himno nacional de Israel.

Como fue profetizado y prometido, la esperanza de Israel ciertamente brota eternamente.

Probabilidades Demasiado Altas Para Apostar

Los eventos históricos que rodearon el establecimiento del moderno Estado de Israel han sido repasados muchas veces en las páginas de El Farolero y en Cristo en la Profecía.

A lo largo del período de la diáspora, la Iglesia adquirió un sabor abrumadoramente gentil. Pablo habló del rechazo judío del Evangelio como la “reconciliación del mundo”, porque llevó a que el Evangelio mismo fuera esparcido por toda la tierra (Ro. 11:11-15). Trágicamente, muchos cristianos gentiles asumieron que la obstinación judía era evidencia de que habían sido dejados de lado, a pesar de que Pablo insistió en que ese no era el caso (Ro. 11:1-5).

Pero, al presenciar el cumplimiento de la profecía de Moisés con respecto al judío errante, marginado y desesperado, los gentiles aceptaron con demasiada facilidad la mentira de que Dios había desestimado al pueblo judío. Esa fue la actitud de los cruzados “cristianos”, que llegaron a Medio Oriente entre 1050 y 1300: matar judíos con tanto regocijo como despacharon a los mahometanos que se habían apoderado de Tierra Santa.

Por lo tanto, cuando los judíos comenzaron a regresar a la tierra que Mark Twain había testificado que estaba desolada y desprovista de personas, bestias o vegetación, hubo poco apoyo popular para su sueño. Incluso Gran Bretaña incumplió su promesa de la Declaración Balfour de apoyar el establecimiento de una patria judía en Palestina. A la hora de la verdad — y hubo mucho alboroto por parte del mundo árabe cuando los judíos comenzaron a crecer en número e influencia — las autoridades del Mandato Británico fueron decididamente pro-árabes y anti-judías.

Tal vez el mayor ejemplo de lo inconcebible del restablecimiento de Israel es el consejo ofrecido por el Secretario de Estado de Estados Unidos en 1948, George C. Marshall. El General Marshall, cuya perspicacia estratégica y geopolítica quedó demostrada en la Segunda Guerra Mundial, estaba convencido de que la abrumadora superioridad de los ejércitos árabes combinados significaría una sentencia de muerte para los judíos. Marshall advirtió a Harry Truman que si el Presidente se atrevía a apoyar la independencia de Israel, renunciaría a su cargo y luego haría campaña y votaría en su contra en las próximas elecciones.

Afortunadamente, Truman había prestado atención en la Escuela Dominical, y sabía que, mientras el hombre sólo ve imposibles, “mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). Y, cuando se trata de las profecías de las Escrituras, una promesa de Dios es una garantía férrea.

¿Probabilidades increíblemente altas o profecía cumplida? Muchos cristianos ignoraban demasiado la profecía bíblica como para conocer la diferencia.

En la segunda y última parte de esta mirada a la Señal de Israel, exploraremos la realización de la promesa de Dios de traer a los judíos de regreso a la Tierra Prometida.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Vea:

La Importancia de Bendecir a Israel

Un Análisis General del Conflicto Actual en el Medio Oriente

Las Raíces del Antisemitismo y la Teología del Reemplazo

Recursos recomendados:

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Observaciones del Editor: La Mayor Señal de los Tiempos del Fin

Director y Evangelista Sénior 
Ministerio Cordero y León

Los judíos.

Esa fue la respuesta de dos palabras que se les dio al zar Nicolás y a Napoleón Bonaparte, cuando pidieron pruebas de que Dios es real. Ningún otro grupo étnico ha perdurado a través de los siglos, a pesar de la continua persecución y enjuiciamiento. Sus respectivos consejeros entendieron que sólo Dios podía proteger y preservar a un pueblo que Él apartó como Suyo.

A lo largo de las Escrituras, Dios no sólo prometió proveer para los descendientes escogidos de Abraham — sino que juró traerlos de regreso a su propia Tierra Prometida en la plenitud de los tiempos.

Esa promesa va de la mano con Su advertencia de que serían esparcidos por todo el mundo debido a su desobediencia e infidelidad. Serían acosados y oprimidos hasta el punto de que quedarían con “corazón tembloroso, decaimiento de ojos y desesperación del alma” (Dt. 28:65).

Pero Dios juró que nunca les fallaría ni los abandonaría.

Todas las demás Señales de los Tiempos se están multiplicando ante nuestros ojos — aquí en Estados Unidos y en todo el mundo. Pero la Señal de Israel se enfoca principalmente en la tierra y el pueblo de Israel.

Muchos de los colaboradores de esta edición de El Farolero darán testimonio de la magnitud de esta gran señal que resurgió en la escena mundial en el siglo pasado. En la plenitud de los tiempos, Dios está trayendo al pueblo judío de regreso a la tierra — y de regreso a Él.

Si eres judío, ¿entiendes las promesas que son tuyas? ¿Conoces al Mesías que dijo que vino primero por los judíos, pero también por los gentiles?

Si eres gentil, ¿oras continuamente por la paz de Jerusalén? ¿Te esfuerzas por hacer que los judíos con los que te encuentras tengan celos de tu relación con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob?

Independientemente de tu origen étnico, ¿te das cuenta de que la Señal de Israel es una prueba de que la línea de tiempo profética de Dios se está acercando al final?

Prepárate para ser alentado, iluminado, desafiado y emocionado. Sepan que “¡No hay nadie como el Dios de Israel! Él cabalga sobre los cielos en tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad”.

Tim Moore

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Vea:

La Importancia de Bendecir a Israel

Un Análisis General del Conflicto Actual en el Medio Oriente

Las Raíces del Antisemitismo y la Teología del Reemplazo

Recursos recomendados:

domingo, 29 de octubre de 2023

Video: Un Análisis General del Conflicto Actual en el Medio Oriente

    

En este programa, analizo a la luz de la Palabra de Dios las posibles ramificaciones escatológicas del actual conflicto entre Israel y los diversos grupos terroristas que están operando en la Franja de Gaza, específicamente el grupo terrorista Hamás. 

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Vea también:

La Importancia de Bendecir a Israel


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jueves, 26 de octubre de 2023

Video: La Importancia de Bendecir a Israel

 

En este programa, Graciela Hoato-Umpierre, anfitriona del canal, analiza qué dice la Bibla acerca de Israel, de dónde surge el nombre "Palestina", y las serias consecuencias de no bendecir a Israel. 

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Recurso recomendado:

jueves, 3 de agosto de 2023

El Reino del Mundo (parte 3 de 3)

Director y Evangelista Sénior 
Ministerio Cordero y León

05. Israel está de vuelta

Uno de los temas proféticos más frecuentes en el Antiguo Testamento es la promesa de Dios de proteger al pueblo judío, reunirlo en los Tiempos del Fin y restablecer su nación una vez más.

Judíos y gentiles por igual a veces se preguntaban si la promesa de protección de Dios era una bendición de revés, porque la persecución ha sido la típica experiencia judía. Y sin embargo, protegerlos fue lo que hizo. Ningún otro grupo de un pueblo antiguo es identificable hoy en día. Los cananeos, filisteos, babilonios y romanos se han desvanecido en la historia. Sólo los israelitas han perseverado.

El milagro de su preservación no puede ser exagerado. Los registros históricos afirman que a dos consejeros diferentes de grandes gobernantes se les pidió que probaran la existencia de Dios. Su respuesta de dos palabras fue: “los judíos”.

Los profetas también predijeron que Dios reuniría a los judíos después de dispersarlos, y luego los restauraría como una nación en las montañas de Israel (Isaías 66:7-8; Ezequiel 36-37; y Zacarías 12:1-6; entre muchos otros pasajes). Esa promesa permaneció incumplida durante 1,897 años.

Fieles eruditos y escritores cristianos hasta principios del siglo XX no podían entender cómo Dios orquestaría la historia para motivar a la Diáspora a regresar a Israel, o proporcionarles un hogar allí. Mientras que los cristianos aceptaban sus promesas por fe, el cumplimiento de ellas parecía inconcebible.

A partir de fines del siglo XIX, Dios levantó sionistas judíos y cristianos, como Theodor Herzl y William Blackstone. A través de trastornos cataclísmicos y horrores a lo largo de la década de 1900, motivó a los judíos de todo el mundo a regresar a su antigua patria. Y, el 14 de mayo de 1948, se encargó de que Israel cobrara vida. Los huesos secos de Ezequiel 37 se levantaron y se convirtieron en una nación una vez más — por amor a Su Santo Nombre.

En los últimos 75 años, otras profecías bíblicas se han cumplido. Israel se ha convertido en el foco de todas las naciones del mundo, con el control de Jerusalén como cuestión central. A pesar del creciente antagonismo de inspiración satánica hacia Israel, Dios ha prometido provisión y protección para el pueblo judío reunido en su antigua Tierra Prometida (Amós 9:15).

Israel es la señal más grande de que Jesús viene pronto. Como una valla publicitaria profética, la existencia de Israel nos dice que estamos en los Tiempos del Fin. Pero el resto del mundo está persiguiendo una aspiración más que preparará el camino para la venida del Anticristo.

06. Clamor por un gobierno mundial

Ya he citado el tonto anhelo del primer ministro belga Paul-Henri Spaak. Simplemente dio voz a una aspiración de la humanidad desde que comenzó a organizarse en una sociedad más grande.

A medida que los descendientes de Noé se multiplicaron sobre la tierra, decidieron desobedecer a Dios. Eligieron construir una ciudad y una torre, haciéndose un nombre para no ser esparcidos por la tierra (Génesis 11:4). Ese primer intento de un gobierno mundial no funcionó tan bien. Dios confundió su lenguaje y los dispersó sobre la faz de toda la tierra.

Desde entonces, innumerables dictadores y déspotas han intentado expandir su poder. La geografía, la distancia, el idioma y las diferencias culturales dificultaron el establecimiento y el mantenimiento de un imperio. Hoy en día, la tecnología y la arrogancia en el corazón del hombre están dando lugar a la esperanza / temor de que un gobierno mundial vendrá pronto.

La profecía bíblica deja en claro que un futuro líder surgirá del revivido Imperio Romano para conquistar el mundo entero (Apocalipsis 13, junto con Daniel 9: 26-27 y Apocalipsis 6:1-2). Ascenderá al poder rápidamente a través de palabras suaves y engaños, y luego desatará un reino de terror contra cualquiera que se le oponga. No sabemos quién es, porque no será revelado al mundo hasta el comienzo de la Tribulación. Es por eso que dije que Satanás siempre ha tenido un hombre preparado y listo para ir, porque no sabe cuándo ocurrirá el Rapto, que conducirá a la Tribulación.

Este indicador en particular nos dice que el mundo está listo para abrazar al hombre que las Escrituras llaman el Anticristo. El Gran Reinicio es sólo el último intento de impulsar esta agenda globalista. Como un león esperando para saltar, Satanás está esperando su momento, pero se está preparando para lanzar su asalto final. Tendrá éxito por una época — siete años para ser precisos.

Si has puesto tu confianza en Jesucristo, no tendrás que presenciar o soportar ese horrible período de Tribulación, cuando la ira de Dios sea derramada sobre la tierra. Aquellos que lleguen a confiar en Cristo después del Rapto pueden consolarse sabiendo que la Tribulación no durará para siempre. El gobierno global del Anticristo llegará a su fin — las naciones se rebelarán contra él y Jesucristo regresará para aniquilar a los ejércitos de la tierra y marcar el comienzo de Su reinado de 1,000 años de paz, rectitud y justicia.

Reconozca las Señales, Manténgase Enfocado en Jesús

Al igual que las otras categorías de señales, las Señales de la Política Mundial alertan a quienes tienen ojos para ver que estamos viviendo en tiempo prestado. Jesús viene pronto.

Entonces, mientras reconocemos las señales y estudiamos sus implicaciones, tal como se predijo en la Palabra de Dios, seguimos aguardando nuestra Bienaventurada Esperanza. En otras palabras, no nos fijamos en las señales de tráfico, ni nos detenemos a contemplarlas, ni hacemos un picnic en la carretera. En cambio, continuamos hacia nuestro destino.

Tenemos la bendición de vivir en una época en que las Señales de los Tiempos se están multiplicando como nunca antes. Hemos visto la profecía bíblica cumplida en años recientes, que los cristianos fieles sólo podían imaginar (o encontrar inconcebible).

Como estrellas en los cielos que emiten palabras sin palabras (Salmo 19:1-3), las señales están alineando proféticamente y proclaman el pronto regreso de Jesucristo. ¿Estás listo?

Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 2 aquí

Artículo recomendado

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

lunes, 24 de julio de 2023

Revista Llamada de Medianoche – Junio 2023

La sabiduría y el poder del Mesías

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Temas incluidos en esta edición:

»» Cronología de la historia de Israel
»» ¿Pronto otra embajada en Jerusalén?
»» Inmigración a Israel 2022
»» Israel mejor equipado contra Irán con el respaldo de Boeing
»» El testimonio de la sangre y el espíritu

Entre otros.

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martes, 9 de agosto de 2022

Revista Llamada de Medianoche – Agosto 2022

Las 70 Semanas de Daniel


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Temas incluidos en esta edición:

»» La profecía de la Primera Venida del Mesías
»» Israel y el Día del Recuerdo de la Shoá
»» El amor a Israel y el evangelio de Pablo
»» El objetivo de la carta a Sardis
»» Las aflicciones a causa de Jesús y la Gran Tribulación

Entre otros.

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martes, 5 de julio de 2022

¿Sobrevivirá Israel? (Parte 2 de 2)

Días Oscuros por Delante

Por Dr. David R. Reagan

Las Buenas Noticias

1) El Regreso de Jesús

Las buenas nuevas para el pueblo judío no comienzan hasta el regreso de Jesús a esta tierra, al final de los siete años de Tribulación. Después de que los judíos hayan llegado al fin de sí mismos, debido a su persecución sin precedentes durante la segunda mitad de la Tribulación, Jesús aparecerá en los Cielos, y el remanente restante se arrepentirá y lo aceptará como su Mesías.

Así es como Moisés lo describió en general antes de que los hijos de Israel entraran en su Tierra Prometida (Dt. 4:30): Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz”

El profeta Zacarías lo describe con mayor detalle (Zac. 12:10): “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”.

El clímax de este gran día se relata en el siguiente capítulo (Zac. 13:1): “En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia”.

Jesús mismo declaró en Mateo 23:37-39 que Él no regresaría a esta tierra hasta que un remanente de los judíos estuviera listo para recibirlo como su Mesías.

2) Reunión en Fe

Cuando Jesús regrese, todos los judíos creyentes en el planeta tierra serán reunidos en Jerusalén. La reunión actual es en incredulidad. Ésta al final de la Tribulación será una reunión en fe. Esta reunión se menciona en varios lugares de las Escrituras hebreas. Aquí hay una de la época de Moisés (Dt. 30:1-4):

Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,     entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará.

3) Primacía

Luego se nos dice en las Escrituras que Jesús comenzará Su reinado milenario estableciendo a Israel como la nación principal del mundo. Jesús reinará desde Jerusalén como Rey del Mundo. David, en su cuerpo glorificado, reinará como Rey de Israel. Los creyentes, en sus cuerpos glorificados, serán esparcidos por toda la tierra para reinar con Jesús sobre las naciones gentiles.

Isaías dedica tres capítulos completos (60 a 62) a una descripción de las bendiciones que Dios derramará sobre el pueblo judío durante el Milenio. Sólo considere por un momento algunas de las bendiciones que Isaías menciona:

  • La gloria Shejiná del Señor aparecerá sobre la nación (Is. 60:2): “…sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. 
  • La ayuda extranjera vendrá de todas las naciones de la tierra (Is. 60:5-6, 10, 16): “…La riqueza de las naciones vendrá a ti. Traerán oro e incienso…”.
  • Israel será reconstruido (Is. 61:4): “Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas…”.
  • Israel recibirá el respeto de las naciones por primera vez en su historia. Zacarías 8:23 dice que los judíos serán tan respetados, que cuando uno pase, diez gentiles agarrarán su túnica para que puedan caminar con él. Isaías lo expresa de esta manera (Is. 60:2-3): “…sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”. Isaías añade (Is. 60:15): “En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos”.
  • La paz y la alegría de la nación estarán garantizadas (Is. 60:17): “…pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores”.
  • El pueblo judío será un canal de bendiciones para todas las naciones (Is. 61:11): “Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones”.
  • La ciudad de Jerusalén será adornada con bendiciones (Is. 62:1-3, 7): “Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo… [Dios restablecerá] a Jerusalén, y la [pondrá] por alabanza en la tierra”.
  • Y la razón de todo esto es que el Señor hará de la nación de Israel y de la ciudad de Jerusalén Su hogar durante Su reinado milenario (Is. 60:13): “Yo honraré el lugar [Jerusalén] de mis pies”. Ezequiel confirma esta declaración en Ezequiel 43:7: “Y me dijo: Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre…”.

La Protección de Dios

Israel tiene algunos días muy difíciles por delante, pero Dios les ha hecho maravillosas promesas en las que pueden confiar: 

  • He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Salmos 121:4).
  • Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Is. 54:17).
  • No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is. 41:8-16).

Nuestra nación necesita prestar atención a estas promesas de Dios. En los últimos años, hemos ejercido una enorme presión sobre Israel para que siga un camino de apaciguamiento “intercambiando tierra por paz”. En el proceso, hemos alentado cada vez más a los enemigos jurados de Israel. Si continuamos maltratando a Israel, estamos garantizando nuestra propia destrucción.

Resumen

En conclusión, las Escrituras enseñan que Israel no sólo sobrevivirá, sino que la nación emergerá como la nación principal en todo el mundo a medida que Dios cumpla Sus promesas al pueblo judío y venga a vivir en medio de ellos.

Qué día tan glorioso será, no sólo para Israel, sino para todo el mundo. Se acerca un día de victoria absoluta para Israel — eso también significará la victoria para la Iglesia.

En el Salmo 122 se nos dice que debemos orad por la paz de Jerusalén.  Las Escrituras dejan en claro que Jerusalén nunca experimentará paz hasta que Jesús regrese. Entonces, cuando ora por la paz de Jerusalén, está orando por el regreso del Señor.

También se nos dice en el Nuevo Testamento que oremos la frase aramea, ¡Maranata!, que significa: ¡Oh Señor, ven!” (1 Corintios 16:22). Así que cada mañana, mientras se despierte, ore por la paz de Jerusalén y luego mire al cielo y clame en su corazón: “¡Maranata, Maranata, Maranata, ven rápido, Señor Jesús!”.

Y en el glorioso día en que se responda a esa oración, el remanente judío gritará: ¡Baruj Haba B'shem Adonai!, que significa: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! (Mateo 23:39).

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Will Israel Survive?

Artículo recomendado:

miércoles, 29 de junio de 2022

¿Sobrevivirá Israel? (Parte 1 de 2)

Días Oscuros por Delante

Por Dr. David R. Reagan

La respuesta a mi pregunta del título desde el punto de vista de la política mundial es un enfático “¡No!”. Y las razones son dolorosamente obvias:

  • Israel es un pequeño país del tamaño de Nueva Jersey, con una población judía de sólo 7 millones. Está rodeado por 22 países árabes con una población superior a los 350 millones, casi todos los cuales están dedicados a la aniquilación de Israel.
  • Las fuerzas militares árabes adyacentes a Israel ahora tienen misiles sofisticados, que están dispuestos a usar indiscriminadamente.
  • Irán (un vecino no árabe) tiene misiles capaces de alcanzar a Israel y está desarrollando capacidad nuclear. Sus líderes han anunciado repetidamente que, tan pronto como produzcan una bomba nuclear, la usarán para aniquilar a Israel.
  • Las principales organizaciones internacionales del mundo (las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Vaticano) están comprometidas a obligar a Israel a entregar su zona central a los árabes, dejando al país con sólo 19 millas de ancho en su punto más estrecho.
  • Las mismas organizaciones exigen que Israel entregue la totalidad o la mitad de su capital, Jerusalén.
  • Las dos superpotencias del mundo, Estados Unidos y Rusia, se han unido al resto del mundo para exigir la creación de un Estado palestino en el corazón de Israel, un Estado que se convertiría en una plataforma de lanzamiento terrorista para tomar el control de todo Israel.
  • El pueblo de Israel se ha cansado de la guerra después de 74 años de hostilidades interminables.
  • Muchos de los líderes actuales de Israel se han corrompido y han perdido la visión sionista. Y algunos de los más corruptos son los líderes religiosos que venderán sus almas por un shekel.
  • La secularización de la sociedad israelí ha producido una pérdida de fe en Dios y en las verdades de su religión, lo que, a su vez, ha generado una actitud de derrotismo.
  • Tanto el pueblo de Israel como sus líderes han adoptado una política de apaciguamiento que sólo abre el apetito de los árabes, y los alienta a presionar más para lograr más y más capitulaciones israelíes.
  • Y así, comprensiblemente, desde el punto de vista del mundo, la aniquilación de Israel es sólo una cuestión de tiempo.

La Protección de Dios

Pero hay un Poder de Protección sobrenatural en acción aquí que el mundo no reconoce ni entiende. Deberían, porque ese Poder, nuestro Dios Creador, se ha manifestado en nombre del pueblo judío a lo largo de la historia.

En la Biblia, leemos imperio tras imperio viniendo contra Israel: los hititas, los asirios, los babilonios, los griegos y los romanos. Sin embargo, ¿dónde están estos imperios hoy? Todos están en el basurero de la historia; mientras que los judíos están de vuelta en su patria con su propio estado-nación.

Del mismo modo, en los tiempos modernos, desde el restablecimiento del Estado de Israel, los enemigos de los judíos han venido contra ellos una y otra vez en un esfuerzo por destruirlos. De hecho, el Estado judío ha librado al menos una docena de guerras desde 1948, y los períodos entre las guerras han sido tiempos de extrema tensión debido a los interminables ataques terroristas.

Sin embargo, a pesar de toda esta violencia incesante, Israel ha sobrevivido. La razón, por supuesto, es que la Biblia dice: “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Salmos 121:4).

La Pregunta Crucial

Pero, ¿qué pasa con el futuro? ¿Tiene Israel alguna esperanza? Una vez más, el mundo respondería con un rotundo “¡No!”. Pero, ¿qué dice la Biblia?

Bueno, mis amigos, dice justo lo contrario. La Biblia retrata algunos días oscuros por delante para Israel, pero también afirma que Israel saldrá victorioso de esos días. Echemos un vistazo a los días oscuros que se están profetizados.

Días Oscuros por Delante

1) La Guerra de Exterminación

El Salmo 83 declara que los vecinos inmediatos de Israel lanzarán una guerra con el propósito de “aniquilar a Israel como nación” (versículo 4). Las naciones descritas como parte de este esfuerzo nefasto son aquellas con una frontera común con Israel hoy (versículos 6–8): Líbano, Siria, Jordania, Egipto y Gaza.

La segunda mitad del salmo es una oración por la victoria de Israel (versículos 9–18). El resultado de la guerra no se declara específicamente, pero sabemos por otras escrituras que Israel saldrá victorioso.

Por ejemplo, Zacarías 12:6 dice que, en los tiempos del fin, Israel será como “brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor...”.

Continuando, el profeta afirma además (Zacarías 12:8–9):

En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.

El estudioso de la profecía, Bill Salus, cree que esta guerra de aniquilación será un bumerán sobre los árabes y resultará en su abrumadora derrota, lo que producirá una gran expansión territorial y mayores recursos nacionales para Israel. También producirá la seguridad de la que se habla en Ezequiel 38, donde dice que antes de la Guerra de Gog y Magog, Israel vivirá en seguridad. Por cierto, es durante esta guerra que Israel probablemente destruirá Damasco, en cumplimiento de las profecías de Isaías 17 y Jeremías 49.

Pero la seguridad proporcionada por la Guerra del Salmo 83 no durará, mucho porque las naciones árabes probablemente recurrirán a su aliado natural, Rusia, y clamarán por ayuda — lo que resultará en...

2) La Guerra de Gog y Magog

Ésta es la guerra de Ezequiel 38 y 39, donde Rusia se enfrenta a Israel con ciertos aliados musulmanes específicos. Creo que los rusos estarán encantados de responder al grito árabe de ayuda, porque siempre han soñado con tomar los campos petroleros del Medio Oriente. Por lo tanto, lanzarán una invasión con el propósito declarado de ayudar a los musulmanes a destruir a Israel. Sus aliados específicos involucrarán el anillo exterior de los estados musulmanes que rodean a Israel — con la excepción de Arabia Saudita.

Creo que la agenda no declarada de Rusia será usar la invitación árabe como una excusa para expandir su soberanía sobre todo el Medio Oriente. Este motivo oculto se menciona en Ezequiel 38:12, donde dice que los rusos vendrán “para arrebatar despojos y para tomar botín”.

Los ejércitos invasores serán destruidos sobrenaturalmente por Dios sobre los montes de Israel” (Ezequiel 39:4). El Señor logrará esta destrucción a través de terremotos, peste, tormentas de granizo, fuego, azufre y confusión en el campo de batalla (Ezequiel 38:19–22). Incluso el pueblo judío reconocerá que la victoria pertenece a Dios, y muchos abrirán sus corazones a Él (Ezequiel 38:23).

El Momento de Gog y Magog

El mayor misterio con respecto a esta guerra es su momento. La mayoría lo ha colocado al comienzo de la Tribulación. Otros retrasan su inicio hasta la mitad de la Tribulación. Pero cada vez más, en los últimos años, la tendencia ha sido colocarlo antes del comienzo de la Tribulación.

La mejor discusión sobre el tiempo que se ha escrito se puede encontrar en el libro de Ron Rhodes, Northern Storm Rising (2008). Él concluye que es más probable que ocurra 3 años y medio antes de que comience la Tribulación.

Su conclusión se basa en el siguiente razonamiento. La Tribulación dura siete años. Ezequiel 39:9 dice que los judíos pasarán siete años quemando las armas que capturarán cuando Rusia y sus aliados sean destruidos en la Batalla de Gog y Magog (posiblemente combustible nuclear). Apocalipsis 12 dice que los judíos huirán de la tierra a Jordania 3 años y medio después de la Tribulación, cuando el Anticristo trate de erradicarlos. Por lo tanto, la única forma en que los judíos podrían pasar siete años quemando las armas es que la guerra comience 3 años y medio antes del comienzo de la Tribulación.

Pregunta Sobre el Rapto

Esto plantea una pregunta: ¿Significa esto que las guerras del Salmo 83 y Ezequiel 38 y 39 deben ocurrir antes del Rapto? Para nada. El Rapto podría ocurrir en cualquier momento antes, durante, o después de estas guerras.

Tenga en cuenta que el Rapto no es lo que marca el comienzo de la Tribulación. La Tribulación comenzará cuando el Anticristo firme un tratado de paz con Israel (Daniel 9:27). Podrían transcurrir varios años entre el Rapto y el comienzo de la Tribulación.

3) La Revelación del Anticristo

El próximo momento oscuro para el pueblo judío ocurrirá  a la mitad de la Tribulación, cuando el Anticristo vaya a Jerusalén y se declare a sí mismo como Dios.

Hasta ese momento, los judíos habrán considerado a este hombre como su salvador político, porque iniciará el período de tiempo de la Tribulación garantizando la seguridad de Israel y permitiéndoles reconstruir su Templo. Pero, una vez que llegue a su Templo reconstruido y se declare a sí mismo como Dios, el pueblo judío lo rechazará totalmente, y él responderá con venganza.

Satanás lo inspirará a tratar una vez más de aniquilar al pueblo judío, retomando donde Hitler lo dejó. Muchos de los que están en Israel huirán a Jordania. El Anticristo los perseguirá, pero no se le permitirá entrar en Jordania, porque este remanente de los judíos recibirá protección sobrenatural de Dios.

El Anticristo luego lanzará un segundo Holocausto mundial, y en el proceso, logrará matar a dos tercios de los judíos que permanecen en Israel y en todo el mundo. Encontramos esta profecía en Zacarías 13:8–9:

Y acontecerá en toda la tierra, dice el SEÑOR, que las dos partes serán exterminadas en ella y se perderán; pero una tercera parte quedará viva en ella. Y meteré a aquel tercio en el fuego; los fundiré como se funde la plata y los probaré como se prueba el oro. Ellos invocarán mi nombre y yo los escucharé…”.

Ésta es la razón por la que Jesús se refirió a la última mitad de la Tribulación como “la gran tribulación” — no porque esta mitad sea peor que la primera mitad, sino porque la ira de Satanás se centrará en los judíos.

Por lo tanto, el Anticristo tendrá mucho éxito en su guerra contra los judíos, pero fracasará en su objetivo final de aniquilarlos a todos. Porque se nos dice repetidamente a lo largo de las Escrituras que un gran remanente de los judíos vivirá hasta el final de la Tribulación, momento en el cual recibirán a Yeshúa como su Mesías.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Will Israel Survive?
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