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lunes, 27 de octubre de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 7 (Parte 2 de 2)

 El Destino de los Incrédulos 

Por Dr. David R. Reagan

Haga clic en la imagen para ir al Índice

Preguntas Sobre el Cielo

26) Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado 

27) sino una horrenda expectativa de juicio y de fuego ardiente que ha de devorar a los adversarios. — Hebreos 10

1) ¿No enseña la historia del hombre rico y Lázaro en Lucas 16:19-31 el tormento eterno en el infierno?

No, no es así. De hecho, el tormento eterno ni siquiera se menciona. Además, la historia no tiene nada que ver con el infierno. Es una representación del Hades tal como existía antes de la cruz, cuando el Paraíso todavía era uno de sus compartimentos.

La confusión proviene del hecho de que algunas traducciones dicen en el versículo 23 que el hombre rico estaba en el infierno. Eso es incorrecto. La palabra real usada en el texto griego es Hades y no Gehenna, la palabra para infierno.

Cuando las personas no salvas mueren, sus almas van a un compartimiento en el Hades llamado Tormentos, donde son sometidas a sufrimiento. Ese sufrimiento en particular llegará a su fin al concluir el reino milenario de Jesús. En ese momento, Él juzgará a los que están en el Hades y los consignará al infierno (Ap. 20:11-15). Se nos dice que el Hades será arrojado al “lago de fuego,” que es el infierno (Ap. 20:14).

Para aquellos que han sufrido durante largos periodos en el Hades, su sufrimiento puede terminar instantáneamente cuando sean enviados al infierno, donde experimentarán la “destrucción eterna” (2 Tes. 1:9). Otros continuarán sufriendo por un tiempo en el infierno antes de “perecer” (Juan 3:16).

La Biblia enseña claramente que habrá grados de castigo, por lo que algunos sufrirán más tiempo y más intensamente que otros (Lucas 12:35-48; 20:45-47; y Hebreos 10:29).

2) ¿No enseñó Jesús el tormento eterno cuando dijo que el infierno es un lugar “donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga”? (Marcos 9:48)

Jesús no podría haber estado enseñando el tormento eterno cuando hizo esta declaración porque estaba citando Isaías 66:24, que dice que los redimidos podrán ver los cadáveres de los perdidos. La fraseología sobre el gusano y el fuego es un lenguaje figurativo que enfatiza el hecho de que el testimonio de lo que les sucede a los pecadores impenitentes nunca morirá.

Se utiliza un lenguaje similar sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra. Judas 7 nos dice que estas ciudades experimentaron “el castigo del fuego eterno”. Eso no significa un fuego que arde eternamente; más bien, habla de un fuego con consecuencias eternas.

3) ¿Qué pasa con aquellos durante la Tribulación que toman la marca de la bestia? ¿No dice la Biblia que serán atormentados para siempre? (Ap. 14:9-11)

Nuevamente, no hay mención de tormento eterno en estos versículos. Se nos dice que ellos serán “atormentados en presencia de los santos ángeles y en presencia del Cordero” (Ap. 14:10), pero no se menciona la duración de este tormento. Para concluir que el tormento continuará eternamente, uno tendría que asumir que el alma es inmortal. Pero la Biblia niega la inmortalidad del alma (1 Timoteo 6:13-16).

El pasaje sí dice que “el humo de su tormento subirá para siempre”, pero eso es una expresión figurativa que denota un testimonio eterno de su destino. Por ejemplo, se nos dice en Isaías 34:10 que el humo de la destrucción de Edom subirá para siempre. No hay tal humo que se eleve de Edom hoy, excepto en el sentido de que tenemos la memoria de su destrucción.

4) ¿Qué hay del Anticristo y del Falso Profeta? ¿No dice la Biblia que serán sometidos a tormento eterno? (Ap. 19:20 y 20:10)

Sí, Apocalipsis 20:10 afirma que el Anticristo y su Falso Profeta serán “atormentados por los siglos de los siglos”, junto con Satanás y sus ángeles demoníacos. Pero esto ciertamente no indica que el resto de la humanidad sufrirá tormento eterno.

El Anticristo y el Falso Profeta son dos casos especiales. Tenga en cuenta que serán responsables de la muerte de la mitad de la humanidad durante los primeros tres años y medio de la Tribulación. Eso es un total de 3 mil millones de personas en términos de hoy (asumiendo que mil millones de la población mundial de siete mil millones serán llevados en el Rapto). También van a matar a dos tercios de los judíos durante la segunda mitad de la Tribulación.

Así, al final de los siete años de la Tribulación, es probable que tengan la sangre de casi dos tercios de la humanidad en sus manos. Toda la carnicería de todos los líderes nefastos de la historia —como Hitler, Stalin y Mao— palidece en comparación.

Pero bien puede ser que Apocalipsis 20:10 no esté hablando de los seres humanos que servirán como el Anticristo y el Falso Profeta. En su lugar, puede estar hablando de los espíritus demoníacos que los poseen. Nótese que el pasaje se refiere a “la bestia y el falso profeta”. Se nos dice en Apocalipsis 11:7 que la bestia “sube del abismo”. Según las Escrituras, éste es el pozo donde los espíritus malignos están encarcelados, no los seres humanos. Del mismo modo, el Falso Profeta es referido como “otra bestia” (Ap. 13:11), es decir, otra de la misma especie.

5) ¿No motivará el punto de vista Condicionalista a las personas a perder el miedo al castigo y, por lo tanto, a animarlas a ignorar a Dios y Su Palabra?

Edward Fudge, el hombre que ha escrito el libro definitivo sobre el punto de vista Condicionalista, trató específicamente esta cuestión. Cuando la gente cuestionaba su opinión afirmando que eliminaría el miedo al infierno y fomentaría la impiedad, él respondió:8

Sólo si su único motivo para servir a Dios es la creencia de que Él infligirá a los malvados un tormento inimaginablemente peor que el que cualquier tirano monstruoso entre los hombres haya soñado jamás infligir a sus víctimas.

La verdad es que la doctrina tradicional del tormento eterno en el infierno ha creado más ateos que casi cualquier otra cosa que los cristianos hayan enseñado jamás . . .

Lo que hace el punto de vista Condicionalista es magnificar la justicia de Dios (cada pecador condenado recibe exactamente lo que merece y nada más), la misericordia de Dios (incluso el peor pecador finalmente perece para siempre), y la santidad de Dios (Su ira es real, pero se mide con precisión exacta de acuerdo con Su propio carácter).

6) ¿No requiere el punto de vista Condicionalista una gran espiritualización de las Escrituras?

En absoluto. De hecho, es la visión Tradicionalista del tormento eterno la que requiere mayor espiritualización. Aquellos que se adhieren al concepto tradicional deben espiritualizar palabras y expresiones como “perecer”, “destrucción”, “consumido por el fuego” y “segunda muerte”.

El punto de vista Condicionalista sólo requiere la espiritualización de expresiones figurativas como “su gusano no morirá” y “el humo de su tormento subirá para siempre”.

El punto de vista Condicionalista está completamente arraigada en las Escrituras. El punto de vista tradicional depende de constructos teológicos desarrollados por los hombres.

7) ¿Acaso las sectas no sostienen el punto de vista Condicionalista?

Muchos, como los Testigos de Jehová, creen que las almas de los pecadores son aniquiladas al morir, pero ésa no es la posición Condicionalista.

Un grupo marginal, los Adventistas del Séptimo Día, sí adopta el Condicionalismo, pero su respaldo al mismo no lo invalida más de lo que su respaldo a la Trinidad invalida ese concepto plenamente bíblico.

8) ¿Cuál considera que es el argumento más poderoso en contra del concepto tradicional del tormento eterno en el infierno?

El hecho de que la Biblia dice que Jesús pagó el precio por nuestros pecados (Isaías 53:5; Gálatas 1:4; Hebreos 1:3 y 1 Pedro 2:24).

¿Cuál fue ese precio? Fue un sufrimiento extremo seguido de la muerte. No fue tormento eterno. Por lo tanto, los pecadores impenitentes experimentarán lo que Jesús experimentó: sufrimiento seguido de la muerte (la “muerte segunda”).

La conclusión es que, debido a una noción preconcebida y no bíblica de que el alma es inmortal, hemos interpretado el tormento eterno en las Escrituras cuando nunca fue destinado para la humanidad. El infierno fue creado para Satanás y sus ángeles, no para la humanidad, y son Satanás y sus hordas demoníacas quienes serán enviados al infierno y a sus tormentos eternamente.


Lea la parte 1 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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viernes, 5 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 2 de 3




El Dios Inmutable

A pesar de la clara enseñanza bíblica de que nuestro Creador es un Dios de amor e ira, nunca dejo de sorprenderme por la cantidad de pastores que encuentro que argumentan que el Dios de ira es el Dios del Antiguo Testamento y no el Dios del Nuevo Testamento. En el proceso, ignoran otra enseñanza clara de la Biblia que se encuentra en Malaquías 3:6, donde Dios, hablando de Sí Mismo, dice, “Porque yo, el SEÑOR, no cambio…”.

El Nuevo Testamento confirma este importante punto en Hebreos 13:8, donde dice, “¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!.

Sin embargo, Jesús siempre parece ser presentado en sermones como el Salvador manso y gentil, que está lleno de gracia y perdón. Esa afirmación es cierta, pero no es el cuadro completo. Jesús fustigó a los fariseos, llamándolos “hipócritas”, “serpientes”, y un “nido de víboras”.

Asimismo, en Sus cartas a las sietes iglesias de Asia Menor, Jesús condenó a la iglesia en Tiatira por tolerar a una falsa profetiza. Exhortó a la iglesia a arrepentirse, y luego les advirtió que, si se negaban a arrepentirse de su inmoralidad, Él arrojaría a los ofensores “sobre un lecho de enfermedad”, y los mataría con pestilencia (Apocalipsis 2:22-23). 

Tipos de Ira

La Biblia revela varios aspectos diferentes de la ira de Dios:
  • Ira Consecuencial — Esto es lo que podría ser llamado “sembrar y cosechar ira”. Es la ira que traemos sobre nosotros mismos cuando cosechamos lo que sembramos mediante la vida pecaminosa.
  • Ira Cataclísmica — Evidenciada en los desastres, ya sean naturales o provocados por el hombre, como los ataques del 11/9. Dios permite éstos como una forma de llamar a la gente y a las naciones al arrepentimiento.
  • Ira de Abandono — La ira exhibida por Dios cuando le da la espalda a una persona o a una sociedad, lo que permite la autodestrucción.
  • Ira Escatológica — La ira de Dios se desatará sobre todo el mundo durante la Gran Tribulación.
  • Ira Eterna — El castigo máximo que Dios infligirá a aquellos que sean consignados al lago de fuego.

La Ira de Abandono

La ira de abandono de Dios es lo que nuestra nación está experimentando hoy. De nuevo, este tipo de ira puede caer tanto sobre un individuo como en una sociedad.


Un ejemplo bíblico de esto en la vida de un individuo puede encontrarse en la historia de Sansón. Aunque Dios lo ungió poderosamente para proteger a Israel de los filisteos, persistió en el pecado sexual hasta el punto de que las Escrituras dicen que “el Señor se apartó de él” (Jueces 16:20). Como resultado, fue capturado por los filisteos y terminó suicidándose.

En el capítulo uno de Romanos, el apóstol Pablo advierte fuertemente sobre la ira de abandono de Dios con respecto a las naciones. Él afirma que, “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad…” (Romanos 1:18). Luego procede a contar cómo Dios hace esto cuando trata con una nación que está en rebelión contra Él.

Primero, Dios da un paso atrás y baja la cobertura de protección alrededor de la nación, lo que permite que la maldad se multiplique. El resultado es un brote de pecado sexual (Romanos 1:24-25), que es lo que le sucedió a la nación en la década de 1960.

Si la nación se niega a arrepentirse, Dios da un segundo paso atrás y baja la cobertura aun más (Romanos 1:26-27), lo que produce una plaga de homosexualidad. De nuevo, esta nación ha experimentado esta segunda fase desde la década de 1990, pero ganó impulso en 2003, cuando nuestra Corte Suprema anuló todas las leyes contra la sodomía.

Si la nación persiste en su rebelión, Dios dará un tercer paso atrás y abandonará la nación a “una mente reprobada” (Romanos 1:28). Esta depravación se manifestó en esta nación cuando nuestra Corte Suprema sancionó el matrimonio entre personas del mismo sexo en junio de 2015, y nuestro presidente celebró la decisión haciendo que la Casa Blanca se iluminara con los colores del arcoíris del Movimiento de la Perversión Sexual.

La Ira Venidera

La ira escatológica de Dios caerá sobre todo el mundo cuando Jesús regrese (Judas 1:14-15). El pasaje en Apocalipsis que ilustra el regreso de Jesús dice que Él regresará en justicia para “juzgar y hacer guerra” (Apocalipsis 19:11).

La primera vez que Jesús vino, vino en amorosa compasión con ojos llenos de lágrimas. Pero cuando regrese, vendrá en venganza (Apocalipsis 6:12-17), con ojos como llama de fuego (Apocalipsis 19:12). Vendrá a destruir a los enemigos de Dios (Apocalipsis 19:11).

Los presidentes y reyes y primeros ministros del mundo se arrodillarán y clamarán a las rocas y a las montañas para que caigan sobre ellos, así de gran será el terror del Señor (Apocalipsis 6:15-17). Los injustos tropezarán como ciegos, y su sangre será derramada como polvo (Sofonías 1:17).

En la tercera y última parte de esta exploración sobre el carácter de Dios, buscaremos en las Escrituras para saber si los redimidos deben temer que la ira de Dios venga sobre ellos. 

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
The Wrath of God: Is it a Myth or a Reality?

viernes, 20 de octubre de 2017

La Historia de Satanás: Engañador Autoengañado



¿Por qué persiste Satanás en su rebelión contra Dios? ¿No se da cuenta de que no hay esperanza en su intento de destronar al Creador del universo? 

Satanás puede ser el gran engañador, pero él mismo es el ser más engañado en el universo. No hay engaño mayor que el autoengaño, y Satanás se ha convencido a sí mismo de que, finalmente, puede triunfar.

Pero él está condenado. No importa lo que le lance a Dios, eso se le lanzará de regreso a la cara y se convertirá para la gloria de Jesús.

"El dragón lanzado al lago de fuego", de Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com)

Considere la Cruz. Satanás manipuló el asesinato del Hijo de Dios. Pensó que había logrado su mayor victoria. Pero, por medio del poder de la Resurrección, Dios convirtió el acto más cobarde de la historia en una los eventos más gloriosos de la historia.

Satanás tiene que ser la criatura más frustrada en toda la creación de Dios. No es de extrañar que Salmo 2 nos dice que, mientras Satanás conspira y trama contra Dios y Su Ungido, ¡el Creador se sienta en el Cielo y se ríe! (Salmo 2:4). Su risa no está motivada por una falta de preocupación. Él se ríe debido a que tiene la sabiduría y el poder para orquestar toda la maldad de Satanás para el triunfo de Su Hijo.

Yo soy Dios, y no hay otro. 
Yo soy Dios, y no hay nadie semejante a mí.
“Yo anuncio lo porvenir desde el principio, 
Y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho. 
Digo: ‘Mi plan se realizará, 
Y haré todo lo que quiero’. 
Yo hablé, 
Y yo haré que suceda. 
Lo he planeado y también lo haré.
(Isaías 46:9b-11)


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La Historia de Satanás: Destino eterno
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Satan’s story

La Historia de Satanás: Destino Eterno




La Tribulación terminará con la Segunda Venida de Jesús. El Anticristo y su Falso Profeta serán capturados y lanzados vivos al lago de fuego (Apocalipsis 19:20-21). En ese momento, la actividad de Satanás llegará a un fin temporal. Estará cautivo durante los próximos mil años, mientras Jesús reina sobre toda la tierra desde Jerusalén (Apocalipsis 20:1-3).

Al final del reinado milenial del Señor, Satanás será liberado, y saldrá a engañar a las naciones (Apocalipsis 20:7-8). Éste es un acontecimiento muy desconcertante para la mayoría de las personas. 

La atadura de Satanás en un abismo durante mil años (Apocalisps 20:1-3). Un dibujo de Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com

La respuesta tiene que ver con uno de los propósitos fundamentales del Milenio. Los humanistas creen que el mal está enraizado en la sociedad y puede ser desarraigado a través de reformas sociales. En agudo contraste, la Palabra de Dios enseña que el mal está arraigado en la naturaleza caída del hombre (Jeremías 17:9 y Marcos 7:20-23).

Dios va a refutar la teoría humanista durante el Milenio. Él va a poner a toda la humanidad en una sociedad perfecta, donde prevalezcan la rectitud y la justicia. No habrá personas sin hogar o pobres. No habrá necesidades insatisfechas (Isaías 11:4-9).

Sin embargo, al final de ese tiempo glorioso, cuando Satanás sea liberado, él reunirá a las naciones del mundo contra Jesús, y marcharán contra Jerusalén para derrocar al Rey de reyes (Apocalipsis 20:7-9). Esta rebelión mundial demostrará que no se puede cambiar verdaderamente a las personas cambiando su entorno.

El cambio no puede ser externo. Debe ser interno, y eso puede pasar sólo por medio de la obra del Espíritu Santo, quien es recibido por los creyentes cuando ponen su fe en Jesús como Señor y Salvador (Hechos 2:38 y Efesios 1:13).

Esto plantea una pregunta adicional. ¿Por qué la mayoría de los que vivan en la carne se unirían a una rebelión contra Dios después de vivir durante mil años en una sociedad perfecta? Bueno, sólo deténgase por un momento y considere el hecho de que las Escrituras dicen que Jesús gobernará con una vara de hierro (Salmo 2:9 y Apocalipsis 2:27). Esto significa que Él dictará la ley, y ésta será estrictamente aplicada por aquellos de nosotros que tengamos cuerpos glorificados, que estaremos reinando con Jesús (Apocalipsis 2:26-27). La justicia será rápida y segura.

Ahora, piense cómo sería vivir en la carne durante un gobierno así. La naturaleza caída constantemente desearía las cosas del mundo —drogas, alcohol, sexo promiscuo, juegos de azar, etc.—. Sin embargo, sabiendo que la justicia es rápida y segura, la mayoría de las personas se refrenarán y alabarán a Jesús con los dientes apretados. Pero una vez que Satanás sea liberado, llamará a los pecadores frustrados e impenitentes del mundo a unirse a él para derrocar al “guasón en Jerusalén”.

Así pues, la historia va a terminar tal como empezó, yendo en círculo completo. Comenzó con dos personas en un ambiente perfecto llamado el Jardín del Edén. Se rebelaron contra su Creador. Ésta terminará con toda la humanidad viviendo en un ambiente perfecto, el Milenio, y la mayoría de ellos, como Adán y Eva, decidirán rebelarse.

Los últimos rebeldes de la historia serán destruidos sobrenaturalmente por Dios cuando marchen contra Jerusalén (Apocalipsis 20:9). En ese momento, Satanás será lanzado al lago de fuego donde será atormentado día y noche para siempre, junto con sus demonios y el Anticristo y el Falso Profeta (Apocalipsis 20:10).

Satanás en el Lago de Fuego. Una pintura de un artista desconocido.

Observe cómo estas revelaciones de la Palabra de Dios disipan el concepto mítico de la Edad Media de que Satanás y sus demonios estarán a cargo del Lago de Fuego, donde ellos atormentarán eternamente las almas perdidas de la humanidad. Por el contrario, la Biblia enseña que el Lago de Fuego fue creado para el tormento de Satanás y sus ángeles (Mateo 25:41). Satanás no será el presidente ejecutivo del Lago de Fuego. Él será un prisionero del Lago de Fuego. 

Él también será un objeto de burla. Isaías dice que los salvos podrán mirarlo y que se burlarán de él diciendo, “¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades?” (Isaías 14:16-17).

En el último segmento de esta serie de la “Historia de Satanás”, responderé a la desconcertante pregunta, “Si Satanás sabe por la profecía bíblica que perderá, ¿por qué persiste?”.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Satan’s story
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