viernes, 12 de abril de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 1 (parte 2 de 3)

¿Hay Alguna Esperanza Para Israel?

Por Dr. David R. Reagan


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El Propósito de Israel

A continuación, consideremos el propósito del pueblo judío. ¿Cuál fue el propósito de Dios al llamar a Israel como Su “Pueblo Escogido”, y ese propósito sigue siendo válido hoy en día?

Las Escrituras revelan dos propósitos:

1) Él los escogió para que sirvieran como un canal de Sus bendiciones. 

2) Él los escogió para que sirvieran como testigos de Él.

1) Un Canal de Bendiciones

Consideremos las formas en que han sido un canal de las bendiciones de Dios:

1) Dios se reveló a sí mismo a través de ellos.
  
2) Dios dio Su Palabra a través de ellos.  

3) Dios proveyó al Mesías a través de ellos. 
 
4) Dios ha enriquecido al mundo a través de sus contribuciones a la educación, la ciencia y las artes.  

5) Y, durante el Milenio, Dios los hará una vez más un canal de Sus bendiciones espirituales para todo el mundo.

Por cierto, con respecto al enriquecimiento del mundo a través de la educación, la ciencia y las artes, consideremos estos hechos asombrosos: Hay 1,400 millones de musulmanes en el mundo. Seis han ganado premios Nobel. Los judíos son sólo unos 13 millones, o alrededor de dos décimas partes del uno por ciento de la población mundial, pero han ganado 196 premios Nobel.1

Al respecto, Winston Churchill hizo esta observación acerca de los judíos:2

A algunas personas les gustan los judíos, y a otras no. Pero ningún hombre reflexivo puede negar el hecho de que son, sin lugar a dudas, la raza más formidable y más notable que ha aparecido en el mundo.

2) Testigos de Dios

Además de ser un canal de las bendiciones de Dios, los judíos también son testigos de Dios. Este papel se afirma una y otra vez en las Escrituras. Considere estas palabras de Isaías 43:10:

Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR; mi siervo que yo escogí, para que me conozcan y me crean, a fin de que entiendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni lo será después de mí.

1) Son testigos de la existencia de Dios.  

2) Son testigos de la verdad de la Biblia.
  
3) Son testigos de lo que significa tener una relación con Dios.  

4) Son testigos de la gracia insondable de Dios.  

5) Son testigos del pronto regreso de Jesús.

En cuanto al significado de una relación con Dios, me gustaría señalar el libro de Jueces, donde se nos muestra que, cuando una nación es fiel, Dios bendice; cuando el pueblo es infiel, Dios disciplina; y, cuando se arrepienten, Dios perdona y comienza a bendecir de nuevo — un ciclo que también se aplica a nuestras vidas individuales.

Con respecto a la gracia de Dios, Su persistente amor por el pueblo judío, a pesar de su infidelidad, es una demostración vívida del significado de la gracia como favor inmerecido. Hasta el apóstol Pablo se asombró de la gracia de Dios para con el pueblo judío y exclamó: “¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Ro. 11.33).

Con respecto al pronto regreso de Jesús, echemos un vistazo a cómo los eventos en Israel durante el siglo pasado ilustran claramente que estamos viviendo en la época del regreso del Señor.

Profecías que se Están Cumpliendo en Israel hoy

Hay seis profecías del tiempo del fin que están en proceso de cumplirse entre el pueblo judío hoy en día — profecías que indican claramente que estamos viviendo en la época del regreso del Señor:

1) La Reunión del Pueblo

Uno de los cumplimientos más notables de la profecía en el siglo XX fue la reunión del pueblo judío de regreso a su tierra natal desde los cuatro confines de la tierra. Nunca en la historia un pueblo ha sido tan ampliamente dispersado y luego reunido.

Esta reunión en incredulidad es una de las profecías más prolíficas de las Escrituras hebreas. Una de las expresiones más claras de ella se puede encontrar en Isaías 11 (NBLA):

10) Acontecerá en aquel día que las naciones acudirán a la raíz de Isaí, que estará puesta como señal para los pueblos . . .

11) Entonces acontecerá en aquel día que el Señor ha de recobrar de nuevo con Su mano, por segunda vez, al remanente de Su pueblo que haya quedado de Asiria, de Egipto, de Patros, de Cus, de Elam, de Sinar, de Hamat y de las islas del mar.

12) Alzará un estandarte ante las naciones, reunirá a los desterrados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

Esta asombrosa profecía se está cumpliendo en nuestros días. A principios del siglo XX, sólo había 40,000 judíos en todo Israel. Hoy hay 6 millones, que han sido reunidos de todas las naciones del mundo.

Cuando era niño en la iglesia, me enseñaron que esta profecía se cumplió con el regreso del pueblo judío del cautiverio babilónico, unos 500 años antes de la época de Jesús. Pero esta profecía no tiene nada que ver con esa reunión. Ésa fue la primera reunión. El versículo 11 se refiere a la reunión en esta profecía como la segunda. También el versículo 11 deja claro que será una reunión desde muchas naciones, no sólo de Babilonia, y el versículo 12 deja esto muy claro cuando afirma que la reunión será “de los cuatro confines de la tierra”.

Antes de proceder al siguiente cumplimiento profético, permítanme hacer una pausa para mostrarles algo más sorprendente acerca de esta profecía de Isaías. Nótese que, en el versículo 10, se refiere a una “señal” que atraerá al pueblo judío de vuelta a casa, como un imán. Este punto se repite en el versículo 12, donde se hace referencia a un “estandarte” que será levantado para atraer a los judíos de regreso a casa. La misma palabra hebrea (nec) se usa tanto para “señal” como para “estandarte”. Es una palabra que también se puede traducir como “insignia” o “bandera”.

Y observe lo que dice que estará en el estandarte: “La raíz de Isaí”. ¿Quién era Isaí? El padre de David. Y en cumplimiento de esta parte de la profecía, la bandera de Israel hoy presenta la Estrella de David.

2) El Restablecimiento del Estado

El segundo cumplimiento moderno de la profecía del tiempo del fin que yo señalaría en Israel es el restablecimiento del Estado. Hay una fascinante profecía simbólica acerca de esto en Isaías 66:

7) ¡Antes que estuviera de parto, dio a luz un hijo! ¡Antes que le vinieran los dolores, dio a luz un varón! 

8) ¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Podrá nacer un país en un solo día? ¿Nacerá una nación en un instante? . . .

Esta profecía se cumplió el 14 de mayo de 1948, cuando David Ben Gurión leyó la Declaración de Independencia de Israel en un salón de Tel Aviv. Y, tal como se profetizó, los dolores de parto comenzaron al día siguiente, cuando cinco naciones árabes invadieron Israel, y esos dolores de parto han continuado hasta el día de hoy en guerra tras guerra.

3) La Recuperación de la Tierra

La tercera profecía del tiempo del fin cumplida en Israel en el siglo XX fue la recuperación de la tierra. Cuando los judíos fueron dispersados de la tierra por los romanos, a partir del año 70 d. C., la patria judía, que los romanos rebautizaron como Palestina, se convirtió en una desolación. Casi todos los árboles fueron talados, el suelo se erosionó seriamente y los valles se convirtieron en tierras pantanosas infestadas de malaria.

La desolación de la tierra fue profetizada en Deuteronomio 29:22-28 donde dice que cuando los judíos sean dispersados de la tierra, ésta se convertirá en “quemada con azufre y sal, no puede ser sembrada ni producirá . . . como cuando fueron trastornadas Sodoma y Gomorra . . .”.

Ésa era exactamente la condición de Palestina en la década de 1890, cuando los judíos comenzaron a regresar. Pero también se había profetizado que, después del regreso del pueblo judío, la tierra “llegaría a ser como el Jardín del Edén”. Así es como Ezequiel lo expresó en el capítulo 36 de su libro profético:

33) Así ha dicho el SEÑOR Dios: “El día en que yo los purifique de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean reconstruidas las ruinas. 

34) La tierra desolada será cultivada, en contraste con haber estado desolada ante los ojos de todos los que pasaban. 

35) Y dirán: ‘Esta tierra que estaba desolada ha venido a ser como el jardín de Edén, y estas ciudades que estaban destruidas, desoladas y arruinadas ahora están fortificadas y habitadas’.

Cualquiera que haya viajado a Israel en los últimos años puede dar fe del asombroso cumplimiento de esta profecía durante el siglo XX. Los pantanos fueron drenados y los valles fueron recuperados para la producción agrícola. Se instituyeron métodos de conservación del suelo y se plantaron más de 200 millones de árboles. Hoy en día, Israel sirve como granero para todo el Medio Oriente, exportando todo tipo de productos agrícolas a sus estados vecinos.3

4) El Avivamiento del Idioma

La cuarta profecía que les señalaría, y que se ha cumplido en nuestros días, es la que se refiere al avivamiento del idioma hebreo.

Cuando hablo de avivamiento, me refiero al hecho de que, cuando los judíos fueron dispersados de su tierra natal, dejaron de hablar el idioma hebreo. Los judíos de la zona europea mezclaron el hebreo con el alemán y crearon un idioma llamado yiddish. Los que se asentaron en la cuenca mediterránea mezclaron el hebreo con el español y crearon una lengua llamada ladino.

A principios del siglo XX, el hebreo, como lengua hablada, estaba tan muerto como el griego de Homero. Se usaba sólo en las sinagogas para decir oraciones y leer las Escrituras. Pero la mayoría de los judíos sabían tan poco hebreo que su experiencia en la sinagoga era similar a la de una persona que asiste a una misa católica celebrada en latín.

Pero Dios había prometido que un día el hebreo bíblico sería revivido. Por ejemplo, en Sofonías 3 encontramos al profeta profetizando acerca de los tiempos del fin, y en ese contexto, en el versículo 9, declara: “Entonces daré a los pueblos un lenguaje puro para que todos invoquen el nombre del SEÑOR . . .”.

Una profecía similar se puede encontrar en Jeremías 31:23 (NBLA) donde el profeta cita un mensaje de Dios: “Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar. . .’”.

Estas profecías se cumplieron a través de un hombre llamado Eliezer Ben Yehuda. Nació en Lituania en 1858 y se obsesionó con el avivamiento de la lengua hebrea. Emigró a Israel y dedicó el resto de su vida a esa formidable tarea.

Se le opusieron los ortodoxos, que no querían que se hablara en la calle la lengua sagrada de la sinagoga. También se le opusieron los secularistas, que no querían hablar el lenguaje de la Biblia. Pero Ben Yehuda prevaleció y, antes de morir en 1922, vivió para ver cómo se adoptaba el hebreo bíblico como uno de los tres idiomas oficiales de Palestina, junto con el árabe y el inglés.4

5) El Resurgimiento del Ejército

El quinto cumplimiento profético que señalaría en el Israel moderno es el resurgimiento del ejército.

Las Escrituras Hebreas profetizaron claramente que el ejército judío sería particularmente poderoso en los tiempos del fin. Considere, por ejemplo, la siguiente profecía de Zacarías 12:

6) En aquel día convertiré a los dirigentes de Judá en brasero de fuego entre la leña y en tea de fuego entre las gavillas. Consumirán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, pero Jerusalén será habitada otra vez en su mismo lugar. 

8) En aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén. El que sea débil entre ellos, en aquel día será delante de ellos como David. Y la casa de David será delante de ellos como Dios, como el ángel del SEÑOR.

9) En aquel día sucederá que buscaré destruir a todos los pueblos que vengan contra Jerusalén.

En cumplimiento de estas profecías, Israel ha ganado guerra tras guerra tras guerra desde la fundación del Estado en 1948. Hoy en día, están clasificados entre los quince mejores de las potencias militares más fuertes del mundo, a pesar de que son una de las naciones más pequeñas del mundo — aproximadamente del tamaño del estado de Nueva Jersey. Y algunos los han clasificado en el primer lugar en el mundo en el uso efectivo de su poder.5

6) La Reocupación de Jerusalén

El sexto cumplimiento profético entre el pueblo judío en el siglo XX que yo identificaría es la reocupación de la ciudad de Jerusalén.

En muchos lugares está profetizado que los judíos volverán a ocupar la ciudad de Jerusalén en los últimos tiempos. Volvamos a Zacarías 12:6 (NBLA):

En aquel día haré de los jefes de familias de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, mientras que Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén.

Esta profecía fue escrita después de que los judíos regresaron del cautiverio en Babilonia, por lo que definitivamente se aplica a los tiempos del fin.

Jesús también profetizó que los judíos volverían a ocupar su capital un día. Considere Sus palabras en Lucas 21:24:

Caerán [el pueblo judío] a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles.

Tal como Jesús profetizó, los judíos “cayeron a filo de espada” 40 años después, en el año 70 d. C., y fueron “llevados cautivos a todas las naciones”. Luego, en cumplimiento de la última parte de la profecía, Jerusalén fue “pisoteada” por los gentiles hasta el 7 de junio de 1967, cuando los judíos conquistaron la Ciudad Vieja de Jerusalén y recuperaron la soberanía sobre ella por primera vez en 1,897 años.

La reocupación de Jerusalén por el pueblo judío parece ser una clara señal de que “los tiempos de los gentiles” están llegando a su fin. Muchos expertos en profecías fechan el comienzo de este período de tiempo desde la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor en el año 588 a. C., y hay buenas razones bíblicas para hacerlo. Pero, en el contexto de este pasaje, creo que debería fecharse a partir de la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 d. C. El período de tiempo no terminará hasta la segunda venida de Jesús, porque sabemos por Apocalipsis 11:1-2, que Jerusalén será “pisoteada” por los gentiles una vez más durante la segunda mitad de la tribulación.

En este sentido, tenga en cuenta que la Era de la Iglesia comenzó con un período de superposición en el que Dios estaba obrando tanto entre la Iglesia como entre los judíos. La Iglesia fue fundada alrededor del año 30 d. C., y la ira del Señor no cayó sobre los judíos hasta el año 70 d. C. Del mismo modo, a medida que nos acercamos al final de la Era de la Iglesia, nos encontramos en otro período de superposición en el que Dios ha comenzado una vez más a obrar a través del pueblo judío para lograr Sus propósitos.

7) El Reenfoque de la Política Mundial

La séptima y última profecía que se está cumpliendo en Israel hoy en día es el enfoque de la política mundial, tanto en la nación como en la ciudad de Jerusalén.

Encontramos la profecía en Zacarías 12:

2) He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor. Pero también será contra Judá durante el asedio contra Jerusalén. 

3) Sucederá en aquel día que yo haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten de hecho quedarán lacerados. Y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.

En cumplimiento de esta profecía, todas las naciones del mundo se han unido contra Israel, exigiendo que los judíos renuncien a toda o parte de su soberanía sobre la ciudad de Jerusalén. Al Vaticano le gustaría tener el control de la ciudad. Las Naciones Unidas quieren que se internacionalice bajo su autoridad. La Unión Europea y Estados Unidos exigen que la ciudad sea dividida entre Israel y los palestinos.6

Resumen

Hagamos una pausa para hacer un resumen de las profecías del tiempo del fin que se están cumpliendo entre el pueblo judío, cumplimientos que apuntan al hecho de que estamos viviendo en la época del regreso del Señor:

1) La Reunión del Pueblo 

2) El Restablecimiento del Estado 

3) La Recuperación de la Tierra 

4) El Avivamiento del Idioma 

5) El Resurgimiento del Ejército 

6) La Reocupación de Jerusalén 

7) El Reenfoque de la Política Mundial en Israel y Jerusalén


Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 3 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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jueves, 11 de abril de 2024

Libro: El Pueblo Judío – Capítulo 1 (parte 1 de 3)

¿Hay Alguna Esperanza Para Israel?

Por Dr. David R. Reagan


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Lo crea o no, la gran mayoría de los cristianos profesantes en el mundo de hoy, tanto católicos como protestantes, responderían a esta pregunta con un rotundo “¡NO!”. Esto se debe a que se les ha enseñado que, debido al hecho de que los judíos rechazaron a Jesús como su Mesías y lo crucificaron, Dios derramó Su ira sobre ellos en el año 70 d. C., destruyendo su ciudad capital, su Templo y su nación. Y, desde entonces, la Iglesia ha reemplazado a Israel.

Desde el punto de vista de la mayoría de los cristianos, los judíos han sido condenados por Dios a vagar por la tierra sin rumbo fijo y a ser perseguidos donde quiera que vayan. El pueblo de Dios, que alguna vez fue amado, se ha convertido en el pueblo eternamente rechazado.

Aquí, en resumen, está la afirmación que la Iglesia ha hecho con respecto a los judíos durante los últimos 2,000 años:

Los judíos pueden haber sido el pueblo escogido de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento, pero ya no. Rechazaron a Dios como rey de su nación, y a Jesús como rey de sus corazones. Dios derramó Su ira sobre ellos en el año 70 d. C., los dejó a un lado permanentemente y los reemplazó con la Iglesia. Están desprovistos de cualquier esperanza futura. Han recibido lo que se merecen.

¿Rechazados por Dios?

Bueno, ¿qué pasa con eso? ¿Han dejado los judíos de ser el pueblo escogido de Dios?

  • ¿Se ha desentendido Dios de ellos? 
  • ¿Los ha reemplazado Dios con la Iglesia? 
  • ¿Ha transferido Dios sus promesas a la Iglesia? 
  • ¿Han perdido toda esperanza como nación? 
  • ¿Están desprovistos de cualquier papel en los tiempos del fin?

Durante 2,000 años, la Iglesia, tanto católica como protestante, ha respondido a todas estas preguntas con un “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”.

Mi opinión es que la respuesta a todas las preguntas debería ser “¡No! ¡No! ¡No!”.

Las Cuestiones Básicas

Vayamos a las Escrituras para considerar cuatro cuestiones que estas preguntas plantean acerca de Israel:

1) La permanencia de Israel: ¿Los ha rechazado Dios? 

2) La posición de Israel: ¿Los ha reemplazado Dios? 

3) La promesa de Israel: ¿Los ha abandonado Dios?

 4) El propósito de Israel: ¿Todavía tiene Dios uno para ellos?

La Permanencia de Israel

Comencemos con una consideración de la permanencia del judío. El primer símbolo de Israel presentado en la Biblia se encuentra en Éxodo 2. Es la zarza ardiente que no podía ser consumida por el fuego. Era un símbolo profético de la existencia eterna de la nación de Israel. Este hecho se afirma además en otros pasajes de las Escrituras. Considere, por ejemplo, las palabras pronunciadas por el rey David a Dios en 2 Samuel 7:24: “Has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre; y tú, oh SEÑOR, has llegado a ser su Dios” (énfasis añadido).

Jeremías declara la misma promesa en términos poderosos. Comienza con lo que yo llamo la “firma de Dios” (Jer. 31:35):

Así ha dicho el SEÑOR, quien da el sol para luz del día, y la luna[c] y las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar de manera que rugen sus olas — el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre . . .

Ahora, habiéndose identificado claramente, Dios procede a garantizar la existencia permanente de Israel (Jer. 31:36):

Si esas leyes faltaran delante de mí, dice el SEÑOR, entonces la descendencia de Israel dejaría de ser nación delante de mí perpetuamente.

Jeremías entonces enfatiza la promesa de otra manera (Jer. 31:37):

Así ha dicho el SEÑOR: “Si se pueden medir los cielos arriba y se pueden explorar los cimientos de la tierra abajo, entonces yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice el SEÑOR.

Lo que Dios está diciendo aquí es que la nación de Israel existirá siempre y cuando el sol salga y se ponga, y las estaciones del año vayan y vengan. Y luego, para enfatizar Su punto, el Señor declara que la nación de Israel continuará existiendo hasta que todos los cielos de arriba y los cimientos de la tierra de abajo hayan sido explorados y medidos. En otras palabras, Israel está aquí para quedarse.

Una expresión muy dramática de esta verdad se puede encontrar en lenguaje simbólico en Isaías 49:14-16. El pueblo judío es retratado preguntando a Dios por qué los ha abandonado y olvidado. El Señor responde a su pregunta con una pregunta: “¿Acaso se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre?”. Entonces Dios responde a Su pregunta afirmando que es posible pero no probable, pero añade: “. . . yo no me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada . . .”. Piénselo, ¡Dios tiene al pueblo judío tatuado en Sus manos!

En otro pasaje, que se encuentra en Jeremías, el profeta cita a Dios diciendo que todas las naciones dejarán de existir excepto Israel (Jer. 30:11):

Porque yo estoy contigo para salvarte, dice el SEÑOR. Ciertamente haré exterminio en todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente.

Estos pasajes enseñan claramente que Dios tiene la intención de preservar a Israel como nación, y Él ha mantenido esa promesa durante 2,000 años, a pesar de la dispersión y persecución del pueblo judío.

La implicación clara es que Dios tiene un propósito continuo para el pueblo judío — pero llegaremos a eso más adelante.

La Posición de Israel

¿Qué pasa con la posición del judío? ¿Ha reemplazado Dios a Israel con la Iglesia?

Veamos lo que el apóstol Pablo tenía que decir. En Romanos 9:3-4, hace una fuerte afirmación con respecto a la relación continua entre Dios y el pueblo judío:

3) Porque desearía yo mismo ser separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los que son mis familiares según la carne.

4) Ellos son israelitas de los cuales son la adopción, la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas.

Esto fue escrito años después de la Cruz. La Iglesia había sido establecida. Sin embargo, con respecto a los judíos, Pablo habla de:

Su condición continua de hijos adoptivos

Sus pactos continuos 

Sus promesas continuas

No habla de ninguna transferencia de pactos o promesas a la Iglesia. El hecho es que los Pactos Abrahámico y Davídicos que Dios hizo con los judíos son incondicionales y eternos (Gn. 13:14-15 y 2 S. 7:13).

Y el Nuevo Pacto, prometido a los judíos en el Antiguo Testamento (Jer. 31:31-34), y que entró en vigor tras la muerte de Jesús, se ha ampliado para incluir a los creyentes gentiles. Pero sigue siendo una promesa a Israel, y no se cumplirá hasta que los judíos vuelvan sus corazones a Dios y reciban a Su Hijo como su Mesías.

Sin embargo, la mayoría de los cristianos que defienden la Teología del Reemplazo argumentan: “Los judíos rechazaron a Jesús; por lo tanto, Dios los rechazó”.

Suena muy razonable, pero de nuevo, veamos lo que Pablo tiene que decir en Romanos 3:

1) ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? . . . 

2) Mucho, en todo sentido. Primeramente, que las palabras de Dios les han sido confiadas. 

3) ¿Qué, pues, si algunos de ellos han sido infieles? ¿Acaso podrá la infidelidad de ellos invalidar la fidelidad de Dios? 

4) ¡De ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz aunque todo hombre sea mentiroso . . .

Como puede ver, la respuesta de Pablo es exactamente lo opuesto a la respuesta de la Teología del Reemplazo. Él niega enfáticamente que Dios haya invalidado Sus promesas al pueblo judío debido a su incredulidad.

Pablo enfatiza el punto de nuevo en Romanos capítulo 11 en términos inequívocos:

1) Por tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque yo mismo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. 

2) Dios no rechazó a su pueblo, al cual conoció de antemano . . .

¿Cómo podría haber algo más claro que esto? Ahora, usted puede entender por qué Romanos 3 y Romanos 9-11 han sido ignorados en la enseñanza cristiana.

Pablo continúa con su argumento a favor de los judíos en Romanos 11:

18) No te jactes contra las demás ramas. Pero aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú [creyentes gentiles] quien sustentas a la raíz sino la raíz [Israel] a ti.

23) Y ellos [los judíos] también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; porque Dios es poderoso para injertarlos de nuevo.

25) Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer, no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.

26) Y así todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad,

27) Y éste será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.

28) Así que, en cuanto al evangelio son enemigos por causa de ustedes, pero en cuanto a la elección son amados por causa de los padres;

29) porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. (Énfasis añadido en los versículos 26, 27 y 29).

Una vez más, Pablo deja claro que Dios no ha terminado con el pueblo judío. Él ha hecho un pacto de salvación con ellos, y está decidido a llevarlo a cabo hasta su cumplimiento.

El versículo 26 a menudo causa confusión. La gente siempre me llama y me pregunta: “¿Significa esto que todos los judíos van a ser salvos?”.

La respuesta es: “¡No!”. Y el contexto lo deja claro. En el capítulo 9, al llegar a este pasaje, Pablo cita un versículo de Isaías: “También Isaías proclama con respecto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, el remanente será salvo” (Ro. 9:27). El remanente estará formado por aquellos judíos que vivan hasta el final del período de la Tribulación y acepten a Jesús como su Mesías.

Un Repaso

Hagamos una pausa para hacer un repaso:

1) Dios no ha rechazado a Israel. 

2) Tampoco los ha reemplazado. 

3) Los judíos están actualmente bajo disciplina.

Y permanecerán bajo disciplina hasta que se vuelvan a Dios en arrepentimiento y acepten a Jesús como su Mesías.

La Promesa de Israel

Esto nos lleva a nuestra tercera cuestión: la Promesa de los judíos.

Dios ha hecho una promesa a Israel que tiene la intención de cumplir. Es una promesa de que un día la nación de Israel se convertirá en la nación principal del mundo y que todas las bendiciones de Dios fluirán a través del pueblo judío. Hay muchas escrituras del Antiguo Testamento que se refieren a esta promesa. Uno de los más elocuentes se encuentra en Isaías 2:

2) Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa del SEÑOR será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él todas las naciones. 

3) Muchos pueblos vendrán y dirán: “Vengan, subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas”. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.

4) Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra.

Esta promesa de prominencia mundial es incondicional y se reconfirma en detalle en Isaías 60-63. La promesa no se ha cumplido hasta el día de hoy. El carácter de Dios, como alguien que nunca miente y que siempre es fiel en cumplir Sus promesas, requiere que Él cumpla esta promesa en algún momento en el futuro.

Lea la parte 2 aquí

Lea la parte 3 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Libro – El Pueblo Judío: ¿Rechazado o Amado?

Por Dr. David R. Reagan


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¿Cuál es la relación de Dios con el pueblo judío?

»» ¿Han dejado de ser los judíos el Pueblo Escogido de Dios?

»» ¿Son culpables del pecado imperdonable de “matar a Dios”?

»» ¿Los ha reemplazado Dios con la Iglesia?

»» ¿Ha transferido Dios sus promesas a la Iglesia?

»» ¿Han perdido toda esperanza como nación?

»» ¿Están desprovistos de cualquier papel en los tiempos del fin?

»» Si Dios todavía los ama, ¿cómo pudo permitir que experimentaran el Holocausto?

»» ¿Tienen ellos su propio camino de salvación, separado y aparte de Jesús?


En este libro, el Dr. Reagan aborda éstas y muchas otras preguntas con respecto al pueblo judío. En el proceso, él revela la maldad de la Teología del Reemplazo y la tragedia de la Teología del Pacto Dual — y lo hace en un lenguaje sencillo y comprensible.

El Dr. Reagan era profesor de Derecho y Política Internacional antes de que abandonara su carrera académica en 1980, para establecer el Ministerio Cordero y León. Desde entonces, ha estado en Israel 45 veces y ha hablado y escrito extensivamente acerca del pueblo judío en la profecía bíblica. 


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jueves, 4 de abril de 2024

Libro: Islam y Cristianismo – Conclusión

Conclusión

Por Dr. David R. Reagan

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Espero sinceramente que este libro le haya convencido más allá de toda duda de que el islam no es un camino hacia el único Dios verdadero, Yahvé. Sólo hay un camino hacia Dios, y es a través de la fe en Su Hijo, Jesús. Podemos estar seguros de esto porque Jesús es Dios encarnado (Mateo 3:16-17 y Juan 12:44-45), y Él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).

Concluyamos con una mirada resumida a las profundas diferencias entre el islam y el cristianismo — diferencias que son tan sustanciales, que dejan en claro que aquellos cristianos equivocados que buscan unificar las dos religiones en algo llamado “Crislam”, como ya lo ha hecho la Iglesia Católica, están realmente engañados. Todo lo cual me recuerda un comentario que escuché recientemente de un destacado maestro de profecía bíblica llamado Jeff Kinley: “Las personas que están engañadas no saben que están engañadas porque están engañadas.

Un Resumen de las Diferencias entre el Islam y el Cristianismo

La Biblia afirma ser la Palabra de Dios. 
El islam afirma que la Biblia está corrupta y que no se puede confiar en ella.


La Biblia enseña que el Dios Creador de este universo — revelado como Yahvé — es una trinidad de tres personas en una: Padre, Hijo y Espíritu Santo. 
El islam niega la trinidad y argumenta que Alá es un dios unitario.


La Biblia revela que el Espíritu Santo es una persona que es parte del Dios trino. 
El islam enseña que el Espíritu Santo es el arcángel Gabriel.

La Biblia dice que Jesús es el divino Hijo de Dios. 
El islam enseña que Jesús fue sólo un mensajero o profeta, y que Alá no tiene hijo.

La Biblia sostiene que Jesús murió en una cruz por los pecados de la humanidad. 
El islam niega que Jesús haya sido crucificado y, en cambio, argumenta que un impostor murió en su lugar.

La Biblia dice que Jesús un día regresará en gloria y majestad para reinar sobre todo el mundo desde Jerusalén por mil años. 
El islam enseña que Jesús regresará, pero como asistente del mesías islámico llamado Mahdi, y que Jesús reinará sólo por 40 años.

La Biblia insiste en que la salvación es por gracia a través de la fe en Jesús, y no por obras. 
El islam enseña que la salvación debe ganarse a través de las buenas obras o de la muerte en el campo de batalla mientras se lucha para defender o hacer avanzar el islam.

La Biblia enseña que aquellos que ponen su fe en Jesús pueden tener la seguridad absoluta de su salvación. 
El islam afirma que nadie puede estar seguro de su salvación. Más bien, todo depende de las obras y de la voluntad arbitraria de Alá.

La Biblia revela que Yahvé es un Dios Padre que es amoroso, compasivo y personal. 
El dios del islam, Alá, se revela en el Corán como distante, arbitrario, engañoso e impersonal. Nunca se hace referencia a él como “Padre”.

La Biblia revela a Jesús como divino, sin pecado, compasivo, amoroso y personal. 
El Corán y el Hadiz revelan a Mahoma como un polígamo, un pedófilo, un militante sediento de sangre y un dictador absoluto.

La Biblia deja claro que Yahvé ama al pueblo judío y tiene la intención de salvar a un gran remanente de ellos. 
El Corán enseña el odio hacia los judíos y aboga por su destrucción.

Resumen

Como puede ver, el cristianismo y el islam son totalmente incompatibles entre sí. No son dos caminos hacia el mismo Dios verdadero. Los musulmanes de este mundo están esclavizados a una religión demoníaca. Necesitan desesperadamente escuchar el Evangelio.

Aquellos que profesan ser cristianos, y que sostienen que los musulmanes tienen su propio camino hacia Dios, y que no es apropiado insistir en que pongan su fe en Jesús, los están amando directamente hasta el infierno. Si eres miembro de una iglesia que predica la tolerancia hacia el islam y está tratando de convencerte de que el islam es sólo otro camino hacia Dios, debes defender la verdad. Y si te ignoran, tienes que salir de esa iglesia lo más rápido posible.

Si eres musulmán, ten la seguridad de que Dios te ama y desea tu salvación. Él está dispuesto a perdonar y olvidar todos tus pecados y sellarte con Su Espíritu para la salvación eterna, si tan sólo te arrepientes de tus pecados, te acercas con fe y recibes a Jesús como tu Señor y Salvador.

Mahoma no murió por ti; Jesús lo hizo. Mahoma yace en una tumba; Jesús resucitó a la vida y vive hoy en Su cuerpo glorificado, sentado a la diestra de Su Padre en el trono de Su Padre en el Cielo, donde intercede en oración como Sumo Sacerdote por todos los que creen en Él.

Las señales de los tiempos indican claramente que un día, muy pronto, Jesús va a aparecer en los cielos por Su Iglesia, en lo que se llama el Rapto. Los que se queden atrás tendrán que enfrentar el terror del Anticristo.

No te arriesgues a quedarte atrás. No continúes en esclavitud a un falso profeta de una religión falsa que exige que te ganes tu salvación. Pon tu fe en el verdadero Jesús revelado en la Palabra de Yahvé, la Biblia, y entra en la gloriosa vida de libertad en Cristo Jesús.

Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud (Gálatas 5:1).

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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miércoles, 3 de abril de 2024

Libro: Islam y Cristianismo – Capítulo 8 (parte 2 de 2)

Cómo Testificar a un Musulmán

Por Dr. David R. Reagan

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5. La Gracia de Dios

El islam es como ponerle grilletes a un musulmán. Lo sienten. Ellos lo saben. Un musulmán que se convirtió al cristianismo, explicó la razón de esto con las siguientes palabras:

El islam, sin embargo, es fundamentalmente una teología de obras y no de redención [eso es el cristianismo]. No hay un Jesús que expíe los pecados del hombre para liberarlo de la esclavitud de su vieja naturaleza. Su salvación depende de sus obras y de la misericordia de Dios. En realidad, la teología islámica aboga por una escatología basada en la recompensa en la que la vida eterna del hombre está determinada por su esfuerzo humano.

Debido a que el islam enseña la salvación por las buenas obras, cuando los cristianos enseñan a los musulmanes acerca de la “magnífica doctrina” de la gracia de Dios, se sienten aliviados. Se sienten abrumados al saber que no hay nada que nadie pueda hacer para salvarse, porque Dios lo hizo todo cuando Jesús murió por los pecados de la humanidad en la cruz.

Como los hermanos Caner saben de primera mano, “Para la mayoría de los conversos del islam, la obra terminada y expiatoria de Jesucristo en la cruz habla poderosamente [a los musulmanes]”. Los cristianos pueden mirar hacia atrás, al momento en que fueron salvos y recordar cómo se sintieron cuando se les quitó el peso de sus pecados y obras. Los musulmanes están buscando que se les quite ese peso de encima a ellos también.

Simbad, de la India, compartió su gozo al ser liberado de la carga de una salvación basada en obras:

Por supuesto, había pasado por todo el proceso de aprender sobre el islam y lo que se debe y no se debe hacer, y siempre había tratado de practicarlo, pero siempre estaba luchando, como si siempre estuviera cargando una gran carga sobre mi espalda, como si estuviera en una prisión. Después de irme, me sentí como si acabara de salir de la cárcel.

6. Una Relación con Dios

Aprender que uno puede tener una relación personal con Dios es una de las mejores maneras de alcanzar a un musulmán para Cristo. La doctrina islámica del tawhid declara que hay una brecha infranqueable entre el Creador y la creación, de modo que el hombre no puede conocer a Dios ni describirlo por el lenguaje humano.

Sin embargo, los cristianos disfrutan de una relación personal con Dios. Yahvé no es un ser distante e incognoscible al que no le importan y quiere que su muerte pruebe su fe. No, el Dios cristiano es un Padre Celestial que los ama y cuida de ellos (1 Pedro 5:6-7).

Abd Al-Masih, un apologista cristiano árabe, escribió en el siglo IX y declaró: “El acto redentor de Cristo en la cruz, que reconcilió al hombre y a la creación con Dios, y recuperó la relación perdida, restauró también la esperanza escatológica de todos los redimidos”.

Cynthia, de los Estados Unidos, habla del gozo de su nueva relación con su Salvador. Después de haber abandonado la fe cristiana de sus padres para convertirse en musulmana, siete años más tarde regresó a Jesús:

Mi temor a Alá se hizo tan intenso que esperaba contraer cáncer y, por lo tanto, ser castigada por mis pecados en la tierra en lugar de después de la muerte. Limpiaba mi cuerpo para orar tan obsesivamente que mis manos se agrietaban y ensangrentaban. Aun así, seguí creyendo en una religión que por fuera parecía tan moral y justa.

Entonces hice algo que les dije a mis padres y a mí mismo que nunca haría. Alquilé la película La Pasión de Cristo. Contuve las lágrimas que amenazaban con caer de mis ojos hasta la breve escena de la película en la que María Magdalena regresa al día en que Jesús era la única persona que la aceptaría y la amaría. Comencé a llorar cuando de repente me di cuenta de lo que mi madre había estado tratando de decirme durante años.

Finalmente, entendí que Dios me amaba y que no quería atraparme ni hacerme daño. Fue también en ese momento que supe que Alá no era Dios. Sentí el amor y la protección de Dios a mi alrededor. Ya no tenía miedo de vivir y ya no tenía miedo de morir. El mundo se veía tan hermoso y no podía dejar de agradecer a Dios por salvarme.

Sólo han pasado dos semanas desde que fui salvada por Jesucristo, y han sido las dos semanas más felices de mi vida. Cada día que me despierto estoy muy agradecida de que Dios nunca se haya separado de mi lado durante mi pausa de siete años. Siento que Él estaba esperando pacientemente mi regreso. Ahora vivo mi vida con una paz interior y un amor por Dios que no puedo expresar con palabras. Gracias, Jesús, por nunca dejarme.

7. Leer el Corán

Lo crea o no, otra forma de alejar a los musulmanes del islam es desafiarlos a leer el Corán. Internet está lleno de testimonios de ex musulmanes sobre cómo se quedaron atónitos cuando leyeron lo que dice el Corán. La mayoría testifica que estaban conmocionados por la degradación de las mujeres, su promoción del odio hacia los no musulmanes y sus llamamientos a la persecución e incluso al asesinato de cristianos y judíos.

Muchos, si no la mayoría, de los musulmanes simplemente nacen en la religión y la dan por sentada. Son como los católicos que nacen en una familia católica y se crían en la Iglesia Católica, pero nunca han leído la Biblia. Cuando se les desafía a hacerlo, a menudo se sorprenden de cómo las doctrinas de la iglesia no se ajustan a las Escrituras.

Éste es el testimonio de una chica iraní que se hace llamar Fars:

Dejé el islam por varias razones. Originalmente, porque mi abuela me envió a un mulá para aprender la oración islámica. Me enseñaron esto en árabe y, como persa, no entendía ni una palabra. Cuando le pregunté a este mulá qué diablos significaba y qué estaba diciendo, me dijo que no era importante que lo supiera, sólo que lo dijera con todo mi corazón. ¿Decir qué con todo mi corazón? Luego se quejó con mi abuela de que yo era demasiado inquisitiva para una niña y que debía “hablar conmigo”. ¡Lo que sea!

Finalmente compré una traducción al inglés del Corán y me horroricé. No es de extrañar que el mulá no quisiera que yo supiera lo que significaba todo aquello. Cuando le leí algunos de los pasajes en inglés a mi madre, ella se sorprendió con incredulidad. “¡Eso no puede estar bien!”. Ella no podía creerlo, y había sido musulmana toda su vida, y nunca supo exactamente lo que decía el Corán. Ella y mi hermana también han abandonado el islam.

Por lo tanto, si se encuentra con un musulmán que nunca ha leído el Corán, anímelo a hacerlo y luego ore para que el Espíritu Santo abra sus ojos al hecho de que ha sido engañado para poner su fe en una religión demoníaca.

Un Llamado a la Acción

Los cristianos a menudo temen compartir el Evangelio con los musulmanes. Sin embargo, los creyentes en Cristo pueden encontrar coraje y confianza cuando saben lo que el islam cree y cómo evangelizar adecuadamente al musulmán.

Como lo insinúa la profecía bíblica, el falso sistema islámico será inevitablemente destruido durante la Gran Tribulación. Pero muchos musulmanes pondrán su fe y confianza en Jesús durante ese tiempo y serán parte de las multitudes que serán bendecidas de vivir bajo el reinado de Jesús durante Su Reino Milenial aquí en la tierra. Así, leemos en Isaías 19:

22) En aquel día habrá una calzada desde Egipto hasta Asiria; los asirios entrarán en Egipto, y los egipcios en Asiria, y los egipcios adorarán junto a los asirios.

24) En aquel día Israel será tercero con Egipto y con Asiria, una bendición en medio de la tierra. 

25) Porque Yahvé de los Ejércitos los bendecirá diciendo: “¡Bendito es Egipto Mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad!”.

Hasta entonces, los cristianos deben seguir siendo testigos, compartiendo las Buenas Nuevas del Dios Todopoderoso y Salvador y Su gran salvación.

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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